“2014- Año de Homenaje al Almirante Guillermo Brown, en el Bicentenario del Combate Naval de Montevideo” Senado de la Nación Secretaria Parlamentaria Dirección General de Publicaciones VERSION PRELIMINAR SUSCEPTIBLE DE CORRECCION UNA VEZ CONFRONTADO CON EL ORIGINAL IMPRESO (S-3762/14) PROYECTO DE DECLARACION El Senado de la Nación DECLARA: De interés el recordatorio del vigésimo quinto aniversario de la “Caída del Muro de Berlín”, hecho acaecido el 9 de noviembre de 1989. Roberto G. Basualdo. – FUNDAMENTOS Señor Presidente: Resulta imperioso recordar que con la capitulación de Alemania en mayo de 1945, el país y su capital, Berlín, quedaron divididas en dos grandes sectores, ocupados por las cuatro grandes potencias vencedoras: La zona occidental quedó regida por Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos, convirtiéndose en la “República Federal de Alemania” el 23 de mayo de 1949 y la zona oriental, ocupada por el ejército soviético, funda la “República Democrática Alemana”, el 7 de octubre del mismo año. La coexistencia era difícil y compleja, pero en Berlín las fronteras eran más difusas y existía un intercambio diario de personas y mercaderías entre las dos zonas que, en determinado horario era de elevada concurrencia. A mediados de 1948 el gobierno de Berlín Este intenta imponer su moneda en toda la ciudad y ante el rechazo del bloque aliado, Stalin ordena el cierre de los accesos terrestres; iniciándose así un “puente aéreo” que une la ciudad con la zona occidental de Alemania. En mayo de 1949 se levanta el bloqueo al verificarse su total ineficacia. En los años siguientes, decenas de miles de ciudadanos huyen de Berlín Este, resintiéndose seriamente la economía de la ciudad ante la “2014- Año de Homenaje al Almirante Guillermo Brown, en el Bicentenario del Combate Naval de Montevideo” falta de mano de obra y la fuga de profesionales y especialistas calificados. En el mes de agosto de 1961, la avalancha de refugiados batía récords día a día, pasando el día 12 más de 2.400 ciudadanos, por cuanto el ambiente de pánico era total. Y en la madrugada del 13 de agosto, el ejército oriental alemán procede al cierre de las fronteras con alambre de espino, suspendiéndose los servicios de ferrocarril y metro y las comunicaciones telefónicas y por télex entre los dos sectores de la ciudad. En los días siguientes, los rollos de alambre fueron sustituídos por un muro construido con paneles de hormigón y piedras de grandes dimensiones. A su vez, las fachadas de las casas que miraban hacia la zona occidental fueron tapiadas y otras, desalojadas a la fuerza. De un día para el otro, calles, plazas y casas quedaron divididas. El 25 de octubre del mismo año, blindados norteamericanos y soviéticos se encontraron frente a frente, separados por unos pocos metros, en el paso fronterizo para extranjeros, el famoso “Checkpoint Charlie”, permaneciendo así durante 16 horas, creándose el peligro de que se desatara una guerra. En los años siguientes el Muro fue perfeccionado, alcanzando una longitud de 43 kilómetros y contando con 302 torres de vigilancia, 20 búnkers, 259 zonas controladas por perros y miles de proyectores instalados. Y sin que nadie reparara en ello, la apertura del Muro ( 28 años después ) resultó la consecuencia de una serie de circunstancias tan fortuitas como imprevisibles. Embarcado el líder soviético Gorbachov en su política de “reestructuración y transparencia” intentaba sacar a su país de la profunda crisis en que se debatía y sólo con una reforma radical del sistema podía lograrlo: Debía desprenderse de la carga que representaban los Estados Socialistas. El 7 de octubre de 1989 y con motivo de la celebración del 40º aniversario de la fundación de la República Democrática Alemana, contando con la presencia de los jefes de Estado de los países del bloque oriental y cuerpo diplomático, Gorbachov fue retirado apresuradamente minutos antes que una muchedumbre en su apoyo rodeara el Palacio de la República. “2014- Año de Homenaje al Almirante Guillermo Brown, en el Bicentenario del Combate Naval de Montevideo” Unos días más tarde, el 18 de octubre, el jefe del gobierno de Alemania Oriental, Honecker, fue obligado a renunciar y el 9 de noviembre, a las 18,53 horas, el Secretario de Agitación y Propaganda del partido socialista unificado (SED) anunciaba la aprobación de un decreto que permitía a los ciudadanos de la república democrática a viajar sin limitaciones fuera de sus fronteras, manifestando “según tengo entendido esto en vigor en el acto, de inmediato”. En realidad fue un error anunciarlo, pues estaba previsto realizar tal declaración a las 4 de la madrugada del día siguiente. Cuando los teletipos de las agencias de noticias anunciaron al mundo la apertura de fronteras de la RDA, millares de berlineses del este y del oeste se lanzaron a la calle y desbordados por multitudes, los guardas fronterizos levantaron las barreras renunciando al control de pasaportes. Sonaron las sirenas y bocinas de uno y otro lado, mientras la gente no paraba de abrazarse y cantar, convirtiendo a todo Berlín en una fiesta indescriptible. Desde el sector occidental, numerosos berlineses se encaramaron al Muro, junto a la puerta de Brandemburgo y allí apareció el primer pico, con la intención de abrir un boquete en la Historia. La unidad de Alemania se realizaría en menos de un año – el 3 de octubre de 1990 – mientras los germano orientales cambiaban su lema “nosotros somos el pueblo” a “nosotros somos un pueblo”. En el merecido homenaje solicito la firma de mis pares para la aprobación del presente. Roberto G. Basualdo. –