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C e le
l eb r ac i ó n
p ar a l a
Homilía y guión para la Santa Misa
Domingo 25 durante el año
Ciclo B. Color:Verde
20 de septiembre de 2015
Año XIX - Nº 1100
Aportes para la homilía
Ser los primeros en servir
a los últimos
Sab 2,12. 17-20; Sal 53, 3-6. 8;
Sant 3,16 – 4, 3; Mc 9, 30-37
Jesús preguntó qué veían en él, y sus
discípulos lo proclamaron Mesías enviado
de Dios, anhelando quizá reinar a su lado,
como pensaban los hijos de Zebedeo, o
cuando liberara a Israel de la dominación
extranjera, como creyeron los discípulos
de Emaús. Por eso les advirtió que el
Mesías sería un siervo sufrido hasta la
cruz. Ellos no entendieron, como tampoco entendemos nosotros porqué tuvo
que ser así y, como ellos, seguimos con
nuestras especulaciones. Seguir a Jesús
es jugarse por un mundo nuevo, pero
desde el servicio humilde y escondido de
los últimos puestos, sin ambiciones que
corrompen todo. Quizá desanime la debilidad del Mesías Jesús, maltratado hasta
la cruz, pero ¡precisamente allí muestra
la Verdad y el Amor de Dios!, por encima
de todo oprobio.
La experiencia asegura que cuando el
egoísmo anida en la mente y en el corazón,
se acaban la verdad, la justicia, el amor
y todo bien, y se da paso a la soberbia,
la mentira y la maldad. Nos volvemos los
unos contra los otros, buscando siempre
lo que mejor nos conviene. Es por eso que
Jesús especifica: No vine a ser servido
sino a servir, y a desvivirme por ustedes,
a lavarles los pies como un esclavo. Así
nos explicó: Ejemplo les doy para que se
amen como yo los amo. Jesús no subió a
la cruz tan sólo para que no hagamos mal
a nadie, sino por mucho más.
Entendámoslo, necesitamos conocer
de cerca, in situ y de a pie, los ambientes
socialmente marginados, a los pobres sin
dinero, desvalidos en salud, carentes de
instrucción, imposibilitados de capacitación, los últimos que sólo cuentan en
tiempos de elecciones. Ese estudio debe
ayudarnos también a ver cómo servirlos
mejor, atendiendo sus necesidades más
urgentes, promoviéndolos para que descubran y desarrollen sus propias capacidades y adquieran el gusto de valerse
por sí mismos, ayudando también ellos a
sus semejantes.
Y no nos desanimemos ante la poca
respuesta que obtengamos. Están cansados de promesas y habituados a vivir
de arriba, pues así los acostumbra el
desorden establecido. Así crecen con
deficiente desarrollo físico e intelectual,
por haber carecido de una adecuada
alimentación en su infancia; haber sido
criados sin sentido de familia ni hábitos de
trabajo; sin ilusión de superarse, acostumbrados desde niños a pedir; sin protección
ni educación; sin buenos ejemplos de sus
mayores; menospreciados por una socie(Continúa en la p. 4).
Aportes - 1
Guión para la Santa Misa
1) Introducción
4) Lecturas
Hermanos: En el nombre del Señor
somos congregados para estar con
él y, al partir su pan, junto a los
hermanos salgamos renovados
para glorificarlo con nuestras vidas. Él se
pone a la mesa como el que sirve y nos
invita con su ejemplo a hacer lo mismo.
Con una sola alma y un solo corazón en
Dios, cantemos…
Primera lectura (Sab 2,12. 17-20):
El autor sagrado nos invita a contemplar la malicia de corazón de
aquellos que oprimen a los elegidos
de Dios.
Salmo (Sal 53, 3-6. 8): El salmista
exhorta a confiar en la fidelidad y providencia de Dios. R.: El Señor es mi apoyo
verdadero.
Segunda lectura (Sant 3, 16–4, 3):
Santiago exhorta a llenarnos de la sabiduría de Dios, desechando las ambiciones
desmedidas, y sembrando comprensión,
misericordia y paz.
Evangelio (Mc 9, 30-37): En medio
de tantos que se pelean por privilegios
y primeros puestos, Jesús exhorta a ser
como niños, sin miedo a ser los últimos,
poniéndose al servicio de todos.
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2) Saludo de bienvenida
¡Bienvenidos a la mesa del Señor!,
la mesa de su Palabra y la mesa
de la Eucaristía.
Que el amor providente del Padre, que
en su Hijo nos reúne y en el Espíritu
nos santifica, permanezca siempre
con ustedes.
3) Acto penitencial
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Humildes como el publicano en el 5) Oraciones de los fieles
templo, reconozcamos la grandeza
¿De qué podríamos gloriarnos
del Señor y nuestra falta de corressi cuanto somos, tenemos y popondencia a su gracia.
demos lo recibimos de Dios?
* Por las veces en que nos hemos Pidámosle reconocer esto y vivirlo con
sentido mejores que otros, no reco- humildad y alegría.
nociendo tu rostro en los hermanos.
Respondamos:
Señor, ten piedad.
Ayúdanos a ser más hermanos,
* Por no haberte imitado con obras
Señor.
en tu actitud de servicio. Cristo, ten
piedad.
4 Por nuestra amada Iglesia; para que
todos sus miembros vivamos en la
* Por preferir en muchas ocasiones el
convicción de hacernos servidores de
poder y todo aquello que nos hace
la humanidad. Oremos…
sentir superiores a los demás. Señor,
ten piedad.
4 Por las autoridades de nuestro país;
para que crezca en ellos el propósito
Dios todopoderoso tenga misede servicio y obren en favor de todos,
ricordia de nosotros, perdone
especialmente de los olvidados. Orenuestros pecados y nos lleve a la
mos…
vida eterna. Amén.
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Aportes - 2

4 Por los postergados de la sociedad; a cuanto frena o tuerce nuestra volunpara que participando todos de una tad: Todo lo podemos en Aquel que nos
misma mesa, no sean relegados y fortalece.
Cantemos…
reciban el auxilio y el consuelo que
necesitan. Oremos…
4 Por todas aquellas instituciones que
trabajan desinteresadamente por los
menos favorecidos; para que sean respaldadas y nunca pierdan el propósito
de ayudar. Oremos…
7) comunión
Ante el Verbo eterno de Dios que
se abaja con todo amor a nuestra
condición humana, ¡y se hace pan
y vino para nuestra comunión!, nos
acercamos a recibirlo con el compromiso
4 Por nosotros mismos; para que, co- de cuidarnos como hermanos desde el
menzando por casa, nos hagamos servicio.
servidores y así seamos sal y luz en
Cantemos…
medio del mundo. Oremos…
Escucha, Padre providente las oraciones que tu pueblo te presenta
y acrecienta en todos un ardiente
deseo de fraternidad concretizado
en obras a favor de los que más nos
necesitan. Por Jesucristo nuestro
Señor. Amén.
6) Presentación de las ofrendas

Jesús nos exhorta a abrirnos al bien
del prójimo necesitado. Junto al pan
y el vino de la ofrenda pongamos
nuestro compromiso en renunciar

8) despedida y bendición final
Que la bendición de Dios todopoderoso Padre, X Hijo y Espíritu
Santo, descienda sobre ustedes
y los acompañe siempre. Amén.
Que la alegría de haber recibido a
Jesús y compartido el Pan Eucarístico
y de la Palabra entre hermanos nos
impulse a servir con alegría a todos,
especialmente a los últimos de la
sociedad.
Glorifiquemos al Señor con nuestras
vidas, podemos ir en paz.
100 preguntas sobre política
Dinámicas de oración-formación-acción
basadas en el compendio de la Doctrina
Social de la Iglesia
Jorge Héctor Ortiz
El libro, aunque
parezca contradictorio, y quizás un
sueño, pretende
que los políticos
se realicen como
santos en la auténtica “política”,
que es el servicio
al bien común del
pueblo.
DIOS EN LA CIUDAD
Primer Congreso de Pastoral Urbana Región Buenos Aires
El Primer Congreso
Regional de Pastoral
urbana fue un encuentro de agentes
pastorales atraídos
por el deseo de renovar la evangelización en la ciudad,
precisamente, cuando pareciera que las
motivaciones son
escasas.
Aportes - 3
(Viene de la p. 1).
dad de consumo que sólo se lamenta:
¡Pobrecitos!, y les tira las monedas que
molestan en el bolsillo.
Dios no pide milagros sino la mejor
y perseverante buena voluntad, pues si
ponemos lo nuestro, él hará milagros, y
mejores de lo que imaginamos. Pide que
hagamos todo el bien que podamos, pues
un día nos preguntará: Tuve hambre y sed,
soledad y desamparo, ¿me socorriste?
¡Señor Jesús! Nos mostraste quién es
tu Padre y cuánto nos ama, hasta darnos
lo más preciado de su corazón, su Hijo
muy amado, su plena complacencia y
alegría. No viniste a condenar sino a salvarnos. Por eso asumiste nuestra pobre
humanidad para sanearla desde adentro,
para enseñarnos a vivir como hijos de
Dios y hermanos entre hermanos.
Y así nos enseñas a vivir en el amor,
a desvivirnos por el bien y la felicidad
de los otros, asegurándonos que hay
más felicidad en dar que en recibir.Y por
eso tu grito final en la cruz, fue un hurra
triunfal, ¡habías vencido todo egoísmo
y soberbia, porque el hombre estaba a
salvo para siempre!…
Hoy sufrimos un cúmulo de mezquindades y autosuficiencias, de rencores
asesinos y horribles luchas por el poder;
se pisotean hombres y familias, razas
y pueblos enteros, nadie quiere ser de
los últimos, ¡y cuántos quedan a la cola,
vacías las manos, resentido el corazón,
rumiando odios y venganzas, violencias
y muertes!…
Ayúdanos a poner amor, perdón y
reconciliación donde hay odios y ofensas; a poner tu paz y caridad donde hay
hambre y desolación, rencores y llantos,
sin buscar tanto ser amados como amar,
prontos a consolar y dar alas a la esperanza, confiados en que jamás abandonas a quienes confían en ti. Tú, que todo
lo puedes, haznos hombres nuevos a
tu imagen y semejanza, agentes de tu
verdad, alegres y creativos en el amor y
la justicia, rumbo a la casa de tu Padre,
¡donde al fin será la paz, será como quien
llora de alegría! Amén.
SERVICIO GRATUITO
La pereza nos aleja del servicio y nos lleva a la comodidad, al egoísmo. Tantos
cristianos así… son buenos, van a Misa, pero el servicio hasta acá… Y cuando
digo servicio, digo todo: servicio a Dios en la adoración, en la oración, en las
alabanzas; servicio al prójimo, cuando debo hacerlo; servicio hasta el final, porque
Jesús en esto es fuerte: “Así también ustedes, cuando habrán hecho todo aquello
que les ha sido ordenado, ahora digan somos siervos inútiles”. Servicio gratuito,
sin pedir nada.
Papa Francisco (11/11/2014).
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