Ourense recupera la memoria de las mujeres represaliadas por el

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El público que ayer acudió a la conferencia del profesor Xulio Prada, organizada por la Concellería de
Igualdade con motivo del Día da Muller Traballadora, descubrió que la historia que cuenta la película
Las 13 rosas bien podría haber tenido protagonistas ourensanas. El investigador de la Universidade de
Vigo narró, con nombres y apellidos, algunos ejemplos de la represión de la maquinaria franquista de los
que se tiene constancia fehaciente y que, según matizó, no son todos los que existieron ya que en
muchos casos ni siquiera se dictó orden de detención gubernativa como ocurría con los hombres.
El ponente desglosó por categorías los casos descubiertos de esa actuación del Movimiento Falangista
contra mujeres, bien por ser simpatizantes del Partido Comunista, bien por haber acudido a mítines o
conferencias, bien por proceder de «forma impropia» para una mujer (incluyendo fumar o acudir a
entierros de conocidos militantes comunistas), o bien por el simple hecho de ofrecerse a lavar la ropa a
los presos de la cárcel de Celanova o por ir a preguntar por sus familiares detenidos, o simplemente por
ser parientes de escapados.
Muerte, cárcel y vejaciones
Las penas oscilaron entre el tiro en la nuca -caso de maría del Valle Lozano y Salud Torres-, el pelotón
de fusilamiento, como ocurrió con Erundina Álvarez acusada de acoger al huido más buscado del
Concello de Barbadás-, o varios años de cárcel para muchos otros casos.
A la lista de casos conocidos, se suman los nombres de las once mujeres de Seixalbo que fueron
procesadas por encabezar a los hombres que iban a cortar los cables del telégrafo y finalmente
absueltas porque se consideraba que no tenían criterio para actuar por su propia cuenta y lo hacían
instigadas por sus parientes masculinos.
En el capítulo de castigos sufridos por muchas otras ourensanas, están los cortes de pelo a mechones,
las violaciones o incluso las bodas forzadas con afiliados y mandos falangistas que no habían conseguido
sus favores en buena lid antes de la contienda.
Un centenar de fusilados ´por el delito de pensar´
Una placa recuerda desde ayer a los 114 ourensanos fusilados por su adhesión a las ideas republicanas.
Escribo estas últimas letras, cuando ya poco falta para que se cumpla la sentencia que, para siempre, me separa de vosotros.
Es triste que en plena juventud, cuando mejor sonreía la vida, haya que abandonarla violentamente y sólo por el delito de
pensar".
Éste es un extracto de la carta, con la que el joven ourensano Antonio Taboada Nóvoa se despedía de su esposa e hijos días
antes de su muerte, un 27 de julio de 1937, fusilado en el llamado Campo de Aragón de Ourense. Tenía 29 años, era militante
de las JJ.SS. y esta carta, cedida por su familia, fue leída ayer íntegramente en el Cementerio de San Francisco, dentro del acto
de homenaje a los 114 ourensanos fusilados en la ciudad por sus ideas republicanas.
La Asociación Amigos da República de Ourense, encargada de recuperar cada año para la memoria aquel 14 de abril de 1931
en el que se proclamó en España la II República y a sus protagonistas, rindió homenaje ayer a estos 114 ourensanos
asesinados, "por el único delito de pensar", como indicó el joven Taboada, instalando en el Cementerio de San Francisco, al
lado del grupo escultórico con el que la ciudad recuerda a estas víctimas, una placa situada sobre un atril con el nombre y
apellido de cada uno de los fusilados ourensanos.
Testimonio
Las banderas republicanas ondearon de nuevo de modo testimonial en este homenaje floral en el que se reproducían los tonos
de la bandera tricolor, silenciada por las balas.
Representantes de la corporación municipal ourensana, directores xerales de la Xunta como Xosé Carballido Presas, militantes y
simpatizantes de la causa republicana y familiares de represaliados, como la hija del Manuel Suárez Castro, el único alcalde
republicano que tuvo Ourense, participaron en este acto que fue amenizado por la acordeonista Cristina Asenjo.
El vicepresidente de la asociación Amigos da República pidió la retirada de nombres del callejero ourensano que recuerdan los
episodios y nombres más funestos de la represión, y que en cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica se rinda un
homenaje y se dedique una calle al alcalde republicano injustamente olvidado.
"Desde Amigos da República partimos de la idea de que los pueblos que olvidan su pasado están condenados a repetirlo",
explicó el vicepresidente de la asociación. "Algunos pensarán que eso es reabrir heridas, aunque nosotros creemos que es,
simplemente , curarlas, cicatrizarlas", manifestó.
Añadió que actos como éste , "no tratan de devolverle la dignidad a los republicanos asesinados. Ellos nunca perdieron la
dignidad, dignidad que sí perdieron sus verdugos", señaló Xosé Lois Carrión.
Una muestra de esa dignidad fue precisamente la carta de despedida escrita por Antonio Taboada a su familia antes de ser
fusilado, en la que reconocía a su esposa e hijos que "he caído en el cumplimiento del deber. Luchamos por una nueva
humanidad, por una nueva civilización. Cuando se da la vida, en defensa de esos principios ¿Qué más satisfacción que la ser de
los elegidos?".
Setenta y siete años después su voz volvió a sonar ayer. Hoy Amigos da República realizará además a las 19 horas un
homenaje a los "artistiñas" de O Volter en Plaza Eirociño dos Cabaleiros, acto que continuará en el Liceo.