Feligreses cumplen promesas y rinden culto al Nazareno de San Pablo Caracas, 16 Abr. AVN.- Con atuendos de color morado, paz y fe, son muchísimas las personas que este Miércoles Santo acuden a la iglesia para venerar la imagen del Nazareno de San Pablo, lo cual constituye una tradición emblemática en la Semana Santa para hacerle promesas a cambio de sus favores, milagros, de su misericordia y perdón. En la Basílica de Santa Teresa, en el centro de la capital, se encuentra la imagen desde 1876 y este año el Nazareno está decorado con más de 3.000 orquídeas. A través de un contacto con Venezolana de Televisión desde el referido templo, una de las feligreses que se identificó como la señora Santa contó que su devoción data de hace 15 años. Primero pidió por su papá que tenía cáncer y, tal como expresó, por sus ruegos su progenitor vivió otros 10 años. "He seguido consecutivamente haciéndole promesas por mis hijos, por mi trabajo y actualmente lo sigo haciendo por mi esposo, que desde hace tres años lucha contra el cáncer y hoy por hoy está estable", añadió. La hija de esta señora, Damaris Santa, expresó: "Soy asmática desde que tenía dos años y mi mamá siempre le ha rezado por mí, por eso vengo para acá desde que estaba chiquita" e hizo un llamado a todo el pueblo cristiano a mantener la fe: "Sean devotos siempre". El Limonero del Señor Durante estos días de Semana Santa, los fieles conmemoran la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret para lo cual acuden a los diferentes templos para agradecer por favores concedidos, y el Nazareno de San Pablo no escapa de estos tributos, una de las imágenes más veneradas y emblemáticas en el país que representa dramáticamente a Cristo encorvado, con la cruz sobre su hombro izquierdo y con una corona de espinas. Una de las numerosas muestras de religiosidad en este día es la procesión del Nazareno, que está prevista que salga de la iglesia de Santa Teresa a las 5:00 de la tarde de este miércoles. La imagen recorrerá las avenidas Lecuna, Baralt hasta retornar al templo, como es tradición. María Cipriana Moreno señaló que paga sus promesas desde hace mucho tiempo "y doy gracias a papá Diosito porque me tiene con vida y salud a los 86 años. La fe mueve montañas. El Nazareno es algo muy grande, es Jesús de Nazaret que dio la vida por nosotros los pecadores". La abuela recordó una de las leyendas que acompañan al Nazareno, según la cual en 1696, cuando la peste amarilla azotaba Caracas, el pueblo decidió sacar la imagen en procesión y tropezó en la esquina de Miracielos, en la ciudad capital, con un limonero, del cual se desprendieron los frutos con los cuales se elaboró una bebida que dio la cura inmediata a las personas que padecían la enfermedad. Powered by TCPDF (www.tcpdf.org)