FILOSOFÍA Y CIUDADANIA Tema 2 LOS SOFISTAS Y SÓCRATES 1. Los Sofistas: ·Desde los días de Dracón hasta Pericles, los griegos se rigieron por una idea esencial: nadie está por encima de todos y de todo. (Esta regla, que hizo posible la aparición de la Democracia, que, a día de hoy, es nada más y nada menos que la forma de gobierno propia de las sociedades civilizadas, se la debemos a Atenas.) ·Pues bien, al amparo del triunfo de la Democracia en el último tercio del S. V a.C. (el llamado siglo de Pericles), llegaron a Atenas una serie de pensadores extranjeros, los sofistas, que ofrecieron algo nuevo a los atenienses: el hombre en lugar del mundo, o sea, el antropocentrismo (doctrina que considera al hombre como centro del universo, lo que supone el fin absoluto de la naturaleza.) 1.1 ¿Qué son? -Una especie de retóricos a medio camino entre filósofos y charlatanes, que enseñaban el arte de la persuasión por medio de la palabra a los jóvenes atenienses, deseosos de éxito social y político. -El arte de la Persuasión (peizo) es la verdadera virtud (arete) de los sofistas. Persuadir, ¿de qué y para qué? Pitágoras da la respuesta: “Poder convertir en argumentos sólidos y fuertes los más débiles”. Así pues, la persuasión no se pone simplemente al servicio de la verdad, sino que es un instrumento que está a punto para todo lo que se necesite. Con lo cual, esto ya no es persuadir sino rendir, someter con palabras hábiles, o sea, embaucar, engañar, hacer demagogia. -Sofistica significa, realmente, formación, pero no una formación popular sino formación para la dirección política. 1.2 ¿Cuáles son sus principales representantes? -Protágoras y Gorgias. Ambos atacaron y combatieron el principio vital de la Democracia: nada ni nadie por encima de la ley. 1. Protágoras, con su célebre frase que mejor define el antropocentrismo: “El hombre es la medida de todas las cosas, las cosas que son, por lo que son y de las que no son, por las que no son.” Baja la ley de su pedestal, es decir, la despoja de su valor divino, universal e inmutable para convertirla en convencional arbitraria y provisional, al servicio y conveniencia de los “intereses” de unos pocos. 2. Gorgias, con su frase: “Nada es, si algo fuese, no lo podría entender, y aunque llegara a entenderlo, no sería capaz de comunicárselo a los demás”, está defendiendo que la verdad no existe. Para cada uno es verdadero aquello que le parece a él y de acuerdo a sus circunstancias, por lo cual no existe un criterio absoluto de verdad para distinguir lo verdadero de lo falso, sino que sólo puede haber un criterio relativo de utilidad. Está introduciendo o dando pábulo a lo que más tarde se llamará “Relativismo” o doctrina del “todo vale”. 1.3 Doctrina. -El pensamiento sofista se puede expresar de la siguiente manera: el valor de las cosas varía de una época a otra, de un lugar a otro, de una persona a otra y en el mismo individuo, de momento a momento. Por tanto, no existe la verdad como valor o referente universal, inmutable y absoluto. Así pues, todo vale, todo es lícito y honroso -Atacan o menosprecian la moral (un mero prejuicio convencional creado arbitrariamente por el hombre frente a la naturaleza soberana), la ley (un simple recurso defensivo del que se han valido los débiles para contener a los fuertes), la tradición (falsa y despreciable), a los dioses (los dioses no existen), la familia (una traba para la libertad individual), la cuidad (un reducto particularista que hay que abolir para convertirse en “ciudadano del mundo”.) -Defienden o valoran tres elementos poderosos y determinantes: el carácter, la suerte (el azar) y la tecne (arte, ciencia, técnica, habilidad). Quien sepa valerse de esta última triunfará en el mundo: el más inteligente aplastará al más sencillo; el menos escrupuloso al más prudente; el más fuerte al más débil. De tal manera que la Sofística no era ni es otra cosa que “una moral de señores frente a una moral de esclavos”. 1.4 ¿En qué consiste su enfrentamiento con los filósofos? -La sofística es lo contrario del Racionalismo, es decir, de la Filosofía: sino hubiera nada verdadero, ¿qué sería de nuestra Razón?, ¿cómo podríamos discutir, argumentar o conocer?, ¿cada cuál tiene su verdad? De ser así, ya no habría verdad alguna pues ésta sólo es válida si es universal. -La sofística es contradictoria y se autodestruye como Filosofía: a los sofistas no les preocupa contradecirse (al contrario, Gorgias justifica la seducción, la ilusión y el engaño mediante la Retórica), pero a los filósofos, desde Sócrates, sí, porque defienden la Razón misma y el amor a la Verdad. -La sofística conduce al nihilismo, es decir, a la destrucción o devaluación de los Valores Supremos. En el nihilismo el valor dominante no es el ser sino la nada, la ambigüedad, la confusión; porque no proponían o aportaban nada realmente nuevo, ni sólido, ni fundamentado, en lugar de las viejas convicciones o valores que procuraban echar abajo. -Frente a esta postura, que les parece abominable, reaccionan los filósofos (Sócrates, Platón, Aristóteles y otros) alentándonos y animándonos al “¡Sapere Aude!”, es decir, al “¡Atrévete a saber!”, a buscar la Verdad, no porque esta búsqueda no nos lleve a ningún conocimiento (lo cual es muy improbable) sino porque nunca se conoce todo. -Jenofonte sostiene que “los sofistas no hablan y escriben sino para engañar, por enriquecerse y no son útiles para nadie.” El término sofista adquirió su sentido peyorativo o despectivo, principalmente, por su oposición a Sócrates y a Platón; por lo que los sofistas se ganaron una reputación tan mala que ese vocablo significa ahora, corrientemente, que alguna verdad es refutada o puesta en duda mediante falsos razonamientos, o bien que se prueba, alaba y halaga algo que es falso, indigno e injustificable. - Los sofistas, de haber triunfado, hubieron destrozado el espíritu democrático de Atenas, habrían matado la filosofía y asesinado todo aliento ético. Pero una vez más, el genio griego supo alzarse desde el desierto y reconstruir un pensamiento esperanzador, gracias a Sócrates, Platón y Aristóteles frente a los sofistas: Sócrates: creía en la Verdad Absoluta, cuyo conocimiento solo era posible alcanzarlo mediante la Razón. Se le puede considerar como el fundador de la dialéctica (dialogo) y, sobre todo, de la Ética. Sócrates es una referencia obligada para toda Moral, de tal manera que, del adjetivo socrático se dice que “es lo que enseña” o “guía o punto de referencia para buscar la virtud”. Platón: es el defensor por antonomasia del concepto IDEA, de tal manera que del adjetivo platónico se dice que es “lo que idealiza”. Aristóteles: es una referencia obligada para cualquiera que tenga el valor de pronunciar la palabra CIENCIA, de tal manera que del adjetivo aristotélico se dice que “es lo que se sabe”. Además se le considera el padre o fundador de la lógica, es decir, el arte de razonar correctamente. SÓCRATES 1.Vida Lo que distingue a Sócrates de todos los demás es su normalidad como hombre: era bueno de espíritu, tenaz, inteligente, irónico, tolerante y, al mismo tiempo, inflexible Nació en el año 469 a.C. en el demos (pueblo) de Alopece. Su padre era Sofronisco (escritor) y su madre Fenarete (comadrona). Tuvo como maestros a Anaxágoras, Damon y Arquelao. Se casó con Jantipa, cuando tenía 50 años. Tuvieron un hijo, Lamprocles. Figura inquietante e incómoda, se dedica a “examinarse así mismo y a los demás” acerca del alma, la justicia y la virtud en general, pensando que “la vida sin tal género de examen no merece la pena ser vivida”. Se compara, así mismo, con un tábano (de hecho se le conoce también con el apodo de “el tábano de Atenas”) que aguijonea constantemente a los demás para mantener despiertas las conciencias y para que prestasen atención a la virtud. Así pues, como resultaba “persona non grata” al sistema, fue acusado y condenado a muerte por sus conciudadanos –beber la cicuta- en el año 399 a.C. 2. Enfrentamiento con los sofistas -Sócrates se ocupó de las definiciones universales, es decir, de la posibilidad de llegar a unos conceptos precisos, fijos, válidos en toda época y situación; los sofistas, por su parte, proponían doctrinas relativistas, rechazando las doctrinas necesarias y universalmente válidas. -Sócrates manifestó una abierta hostilidad contra los sofistas basándose en la idea de que alguien que se presenta como sabio no puede anhelar aquello que dice poseer. Los sofistas, según Sócrates, son simples detentadores de la sabiduría; frente a ellos -que presumen de sabios-, Sócrates se define a sí mismo como filósofo, argumentando que un sabio no puede anhelar la sabiduría porque ya la posee. Si alguien cree ser sabio no puede desear ser aquello que ya dice poseer. Los ignorantes, aquellos que no saben, tampoco pueden anhelar la sabiduría porque no la conocen. Ahora bien, la Sabiduría solo es propiedad de los dioses y, por eso, los dioses no pueden desear ser sabios porque ya lo son. Por esta razón, ningún humano puede definirse como sabio, si alguien dice ser sabio es igual que un ignorante. Sólo aquel que reconoce su propia ignorancia (es decir, alguien que "sabe que no sabe") puede acceder al camino de la Verdad porque anhela entrar en posesión de aquello que no posee. Éste es el filósofo: el que sólo puede ser amigo de la Sabiduría. 3. ¿Por qué fue condenado a muerte? A 2400 años de distancia todavía hay quien se hace esta pregunta. Aunque su intención, mientras conversaba con sus conciudadanos, no era humillar ni desconcertar sino descubrir la verdad, son demasiados los que se sienten estúpidos ante él. Y nadie es mas vengativo que quien se da cuenta que es inferior. Es como si dijera a todos los hombres: <<yo soy un ignorante, ¡Pero tú que no sabes que lo eres, eres aun más ignorante que yo! El joven Meleto, acompañado de dos testigos - Anito y Licón-, aprovechándose de este ambiente y clima de crispación contra Sócrates, lo acusó de impiedad y fue condenado por sus conciudadanos a beber la cicuta por 280 votos a favor y 220 en contra. 4. Método socrático: Ironía y Mayéutica. El Método socrático se basa en la << dialéctica >> o conversación. Cuando Sócrates dice << sé que no sé >> no niega la existencia de la verdad (como habían hecho los sofistas) sino que invita a su interlocutor a buscarla. ¿Cómo? Mediante la Ironía y la Mayéutica. a) Sócrates se sirve de la Ironía (palabra que procede del griego y significa <<interrogar disimulando>>): manifestando la más absoluta ignorancia y candidez, finge siempre querer aprender de su interlocutor. Le solicita o pide continuas precisiones y, por fin, lo pone frente a sus propias contradicciones. b) Mayéutica: o sea, << el arte de hacer parir a las mentes >> (en alusión chistosa a su madre) que consiste en preguntar de tal modo que el otro diese a luz en su mente (llegue a descubrir) la Verdad, con vistas a la acción justa. Sócrates, pues, no comunica doctrina alguna, ni parece tener doctrina propia. Ayuda con su método a los demás y busca con ellos. Esta búsqueda común y esta modestia inicial contrastan fuertemente con el individualismo y la autosuficiencia de que hacían gala los sofistas. 5. Doctrina Todo el interés de Sócrates y su pensamiento tiene por objetivo los problemas o asuntos éticos, buscar la esencia de la Virtud y la posibilidad de enseñarla. A esta doctrina o manera de pensar es a lo que se llama <<intelectualismo socrático>> y que, grosso modo, consiste en equiparar el << saber y la Virtud >>: el que conoce lo recto actuará con rectitud y sólo por ignorancia obrará mal. De la identificación de la Virtud con el Saber se concluye necesariamente que la Virtud puede ser enseñada y aprendida.