Como espírita se destacó como conferencista y oradora inspirada, médium vidente y psicofónica, escritora y articulista permanente, cuyos escritos orientadores y enriquecedores fueron publicados en innumerables medios espíritas divulgativos a nivel nacional y de otros países. Durante muchos años, en su calidad de secretaria general del Consejo Espírita de Relaciones Colombiano, se convirtió en la coordinadora del movimiento espirita nacional y en la relacionista internacional, estableciendo correspondencia y lazos fraternales con lideres y organizaciones espíritas de Brasil, Argentina, Venezuela, España, Méjico, USA, Puerto Rico, República Dominicana, entre otros, haciendo los primeros contactos para la visita a nuestro país de destacados oradores, escritores y médiums de talla internacional como Divaldo P. Franco, Juan Durante, Pedro A. Barboza de la Torre, Jon Aizpúrua, Hermas Culzoni, Humberto Mariotti, Natalio Ceccarini, Benjamín Rodríguez y muchos otros que contribuyeron a la orientación del movimiento espírita colombiano, entonces en crecimiento. Fue la autora del libro “Historia del Espiritismo en Colombia” en el que registró las fechas, circunstancias, acontecimientos y los actores más destacados y determinantes en todo aquel proceso inicial de orientación y crecimiento del espiritismo en nuestro país, señalando los primeros eventos espíritas locales, regionales y nacionales, realizados bajo el auspicio y coordinación de CERCOL, con la presencia valiosa de los trabajadores espíritas extranjeros mencionados, entre muchos otros, además de la participación de dirigentes y trabajadores espíritas nacionales que a través de los años fueron surgiendo y formándose en las distintas ciudades y regiones del país. Mirando hacia el futuro, Doña Colombia tuvo especial empeño en la promoción de la juventud espírita, estimulando a muchos jóvenes a formarse como trabajadores, líderes y oradores en distintas regiones de nuestra geografía nacional. Igualmente fueron importantes sus vínculos y encuentros con Doña Ana Fuentes de Cardona, la recordada dirigente y trabadora espírita de Cartagena, de cuya relación surgieron importantes lineamientos y logros a favor del Espiritismo en la Costa Atlántica y en el país. En sus numerosas actividades espíritas contó siempre con el apoyo firme e incondicional de su esposo, el mayor retirado del ejercito colombiano, Don José Joaquín Martínez, directivo de CERCOL y quien durante varios años se desempeñó como delegado para Colombia de la Confederación Espírita Panamericana CEPA, entidad esta con la cual existían lazo de afiliación, cuyos dirigentes visitaron a nuestro país en incontables ocasiones. Lo que esta trabajadora espírita representó para el movimiento espírita colombiano no podría estar mejor señalado en su propio nombre: “Colombia”, que seguramente, más que una coincidencia, obedecería a una previsión del mundo espiritual, respecto a la labor programada y que efectivamente desarrolló en Colombia. Serían innumerables la páginas que habría que escribir para registrar toda la extensa labor espírita de Doña Colombia durante toda su trayectoria, trabajo este de recopilación y redacción que queda pendiente; oremos por ella para su buen retorno y ubicación en la Patria Espiritual, enviándole nuestras mejores vibraciones de amor y paz, y nuestros más sentidos agradecimientos por su amistad y su encomiable labor al servicio del Espiritismo en Colombia. Por: Álvaro Vélez Pareja