En esta conferencia Salvador Martín nos invita a tomar conciencia sobre la importancia del libro espírita. Libros espíritas, o denominados así por los autores, hay muchos, la cuestión, en absoluto baladí, está en saber discriminar lo que verdaderamente es un libro espírita emanado de espíritus superiores o los obtenidos a través de otros tipos de espíritus cuyas comunicaciones pueden hacer un gran daño al conocimiento de la doctrina. Allan Kardec ya lo advirtió en su tiempo comentando que sólo un 3% de las comunicaciones eran excelentes. No faltan escritores en la esfera visible e invisible, por eso se hace necesario el examen riguroso de las comunicaciones, sobre todo, las de aquellas comunicaciones que se acompañan del imperativo de la impresión y divulgación ya que, muy probablemente, se estaría ante una obsesión. Siendo el mayor escollo del espiritismo la intromisión de espíritus en comunicaciones flojas o insignificantes que hacen más daño que bien es más conveniente de dejar de publicar un texto bueno que dar cancha a textos erróneos o vacíos. Los cimientos del espiritismo deben ser auténticamente fiables lo que nos obliga a tornarnos exigentes, respecto a las obras espíritas, basándonos en un análisis serio del estudio que tenga como fundamento las obras de la codificación. A la cuestión de ¿cuál sería el primer libro espírita para recomendar a un profano en la materia? las respuestas varían en atención a los gustos y criterios personales; no obstante el ponente se decanta por un libro sencillo, lleno de argumentos claros y concisos: “¿Qué es el espiritismo?” del maestro Kardec; y después el resto de la codificación: “El Libro de los Espíritus”, “El libro de los Mediums”, “El Evangelio según el espiritismo”, “El cielo y el infierno” y “La génesis”. Los libros de la codificación tienen la mayor relevancia e importancia, respecto al resto de libros espíritas, por el método de elaboración: constituyen el compendio de la enseñanza y universalidad de los espíritus, no siendo el pensamiento de un individuo o un grupo. Es necesario colocar la codificación el primer lugar que le pertenece pero ello no implica que sólo se lea a Kardec, hay que leer y estudiar el resto de obras espíritas, pero, es necesario, siempre leer y estudiar a Kardec; él mismo elaboró un catálogo de obras que podrían integrar o componer una biblioteca espírita, en la que además de los libros de la codificación se recogen otros como “los últimos días de un filósofo”, “Dios en la naturaleza”, “pluralidad de mundos habitados” e incluso libros de ciencia, poesía e incluso 18 obras contrarias al espiritismo, prohibir libros implicaría miedo; Kardec recomienda la lectura de estas obras, contrarias, para que se pueda juzgar estudiando y comparando, razonadamente; esto puede ayudarnos a formar un criterio para discriminar lo bueno de lo malo. Salvador Martín nos recomienda, además de los están en la pág. De la FEE (www.espiritismo.es) además de Kardec a León Denis, autor de preferencia personal del ponente por la lucidez de los escritos y la belleza de su pluma. Decía León Denis: “Hacer pensar es noble sin duda, pero aún más noble y meritorio es elevar el alma en dirección a las alturas donde todas las facultades se convierten en luz y amor”. Autor destacado, que trabajó con Kardec, es sin duda el gran científico Camile Flammarión que además reunía una capacidad literaria exquisita, demostrada en una anterior encarnación en la personalidad de Alonso Ercilla y Zúñiga. De estudio necesario, en sus obras encontramos sorprendentemente descripciones de la Televisión y de la videoconferencia. A. Jackson Davis también incluye, en sus obras, predicciones como el automóvil y la eclosión y aparición del espiritismo. Precursores, contemporáneos y autores posteriores forman un conjunto sólido que nos abren al conocimiento y nos alimentan el alma. Reitera la necesidad de hacer un análisis riguroso de los textos para no facilitar la aparición de un espiritismo superficial, con divergencias entre los espiritistas; sin caer en fanatismos en la creencia, a pies juntillas, de ningún médium en concreto. Como dijo Kardec “el mejor médium es el que es menos veces engañado”, luego todos son susceptibles de error. Así mismo concluye recomendándonos que no caigamos en escuchar únicamente conferencias, – que no dejan de ser el punto de vista de un ponente o de un grupo- o en limitar el estudio a la asistencia al Centro, se debe realizar, además, un estudio en solitario. Así con un criterio seguro y firme, fundamentado en el estudio de las codificación y el resto de obras espíritas, podremos diferencias los textos válidos de aquellos que no lo son, aunque se nos presenten “bajo la autoría” de un espíritu relevante.