Maracaibo, domingo, 31 de enero de 2010 SUCESOS VERSIÓN FINAL 21 Bienvenidos a las sucursales del infierno (I) Sabaneta: La segunda cárcel más peligrosa El Observatorio Venezolano de Prisiones desnuda la realidad que se vive entre cuatro paredes. La Cárcel Nacional de Maracaibo figura entre las más peligrosas del país. Aquí un relato que recrudece vivencias carcelarias. Juan José Faría (Unica 2006) jfaria@versionfinal.com.ve M ireya se siente como en su casa. Cuando ve a su hijo se complace que le diga que está bien cuidado y agradece a Dios porque no ha hecho más mal. Mireya visita el retén todos los días desde que su hijo mayor, de 22 años, entró al Centro de Arrestos Preventivos de Maracaibo por estar involucrado en un homicidio que asegura, por supuesto, que no cometió. Ella no le cree, pero no lo dice. Se justifica con que es su hijo, y que ella, a pesar de todo, es su madre. “Si una no defiende a los hijos, ¿quién lo va a hacer?”. Mireya es pobre, pero le alcanza para llevarle el almuerzo a su vástago todos los días. Llega a las 11:00 de la mañana, antes de que cientos de mujeres se adelanten, pero se conforma con mirar que las maquilladas y bien vestidas pasan primero. Ella sabe cuál es la posición de cada quien. Su hijo está en el retén y pronto pasará a la cárcel. Ella sabe que la vida penitenciaria en el país se basa en un sistema totalmente distinto; donde las balas sirven de despertador y donde una mirada arisca representa la muerte. “Pero si mi hijo está en la calle, ya me lo hubieran matado”. Por eso se conforma. Se preocupa un poco ahora. Su primogénito pasará a la Cárcel de Sabaneta y se siente algo desconfiada, aunque el asesino que parió hace unos 22 años le dice con gestos de seguridad que él está bien cuidado. Ella no le cree, pero no tiene alternativa. El Observatorio Venezolano de Prisiones publicó hace una semana el balance y resultados penitenciarios del 2009. El Gobierno parece ser ciego, sordo y mudo, pero la institución no gubernamental trata de aportar su grano de arena. El año pasado murieron en Sabaneta 35 internos y hubo 27 heridos por armas de fuego. La cárcel de Maracaibo es sólo superada por el Internado Judicial de Valencia, que hasta ahora no tiene competencia: 53 muertos y 103 heridos el año pasado. Entre los dos centros se sumaron 88 cadáveres y 130 presos se negaron a morir. Sucursales del infierno en medio del pandemónium venezolano. El miércoles se llevó una falda blanca y larga. La compró en el Centro para no seguir pagando los 20 mil diarios en el frente de El Marite para usar las prendas que otras mujeres han lucido en los pabellones del albergue. No le quedaba muy bien, pero esa mañana se dedicó a buscar ofertas para comprar la comida. A veces no le alcanza, y le agobia, aunque no puede hacer nada, que los nietos que su hijo preso dejó en el barrio, amanezcan ese día sin comer. Propuestas del OVP para atacar crisis carcelaria Acciones inmediatas: ►Ampliar y mejorar la infraestructura. ►Aumentar y capacitar al personal penitenciario. ►Disminuir el hacinamiento. ►Controlar el tráfico de armas y drogas. ►Contrarrestar el ocio. Acciones de fondo: ►Descentralización Penitenciaria. ►Sincerar el doble discurso del Estado. ►Superar la falta de visión sistémica. ►Descentralizar el sistema. ►Exigir del juez de ejecución el ejercicio de sus competencias de garante de los DD HH. ►Tomar en cuenta las subculturas carcelarias. ►Aplicación de los programas para la reinserción en la sociedad del recluso, diseñados de acuerdo con lo establecido en la Ley de Régimen Penitenciario, como lo es la educación, trabajo, cultura y deporte. A las 10:00 de la mañana comenzó la fila para entrar. Ya el sol no le quema el rostro, pero le hierve la sangre al ver a los oficiales de seguridad. “Sé que aquí con dinero todo de puede. Yo no tengo mucho, pero es así. Pero en la cárcel va a ser más difícil. Allá hay que pagar más de la cuenta”. Arroz con carne. Un banquete. Le alcanzó comprar bistec porque su hijo le dio dinero. Tampoco sabe de dónde lo saca si está preso, pero no quiere preocuparse más. El oficial revolvió la comida, la probó, la olió. La dejó pasar. No era el mismo de la última vez, que era algo decente. Pasó a la sala y dio unos tres saltos de rana. “Sólo rutina. Ahí saben quién se mete y quién no cosas entre las pantaletas, que es un poco más allá. Pero eso es puro disimulo”. Ya no le ofende, suele pensar que así es la ley. En el país, 21.825 presos están siendo procesados. Muchos de ellos permanecen más de dos años esperando por el “debido proceso”, según el OVP. La población total es de 32.624 reclusos en todo el país. 9.287 ya están penados y el resto, unos 1.521, tienen derecho de trabajo, lo que significan que laboran en las calles y duermen en el centro de reclusión. higiene, las pocas medidas sanitarias y el escaso servicio de agua potable. El 12 por ciento, ha presentado problemas de gastroenterología, y un 9 por ciento presenta problemas respiratorios. El 8 por ciento de la población, que está dividida por sexos, presenta enfermedades de transmisión sexual. El OVP es contundente. No hay derecho a la salud. En los centros penitenciarios no existe el agua potable, el servicio médico es una ilusión óptica y la contaminación ambiental causa estragos en medio del consumo de droga. Cuando Mireya conversa con su hijo se siente tranquila. Él le brinda cierta seguridad en medio de tanta gente armada. Ya está acostumbrada. No cae en las posibilidades de una salida y se centra en el cambio de centro. “Sabaneta es una cárcel peligrosa. Ahí los militares no se venden por boberías. Aunque si el hijo mío logra acomodarse bien, no le va a pasar nada. Voy a ver si en estos días le traigo al hijo pa’ que lo vea”. Continuará El malandro Ismael Ella no sabe por qué, pero cada vez que atraviesa la rampa del primer pabellón y camina por el pasillo hacia la cancha, se persigna frente a la imagen de El Malandro Ismael. Le causa cierta risa, a ella que no sabe nada de ninguna religión, que la figura de cera tenga una gorra con la visera a la espalda, un cigarrillo entre los labios y la cacha de una pistola que sobresale de uno de los bolsillos muy mal pintados. “El hijo mío me dice que él lo cuida. Yo le he prendido unas velas, pero para que no diga que no creo en ése”. Los presos se aferran a una imagen. Las siete plagas recaen entre las paredes que los aíslan del mundo. El OVP registra que toda la población reclusa nacional sufre de alguna enfermedad y casi ninguna de sus víctimas es atendida por un médico. El 53 por ciento de la población sufre de enfermedades de la piel, producida por la falta de CIDH Expresan preocupación por muertes violentas en cárceles venezolanas Agencias La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) lamentó este sábado la muerte violenta de ocho internos esta semana en una cárcel de Caracas e hizo un llamamiento “urgente” al Gobierno para que lo ocurrido no se repita. La CIDH indicó en un comunicado que según información difundida por fuentes oficiales y medios de comunicación, el miércoles se registraron altercados en el Internado Judicial de Reeducación y Trabajo Artesanal La Planta, conocido como “El Paraíso”. Las reyertas se saldaron, según la información disponible, con ocho muertos y 17 heridos. La CIDH expresó “preocupación” por los hechos ocurridos y se solidarizó “con las familias de los internos muertos y heridos”. Además reiteró que las obligaciones estatales en materia de derechos humanos incluyen “la obligación de adoptar todas las medidas necesarias para garantizar la vida e integridad personal de las personas privadas de liber- tad”. Con ese motivo hizo “un llamamiento urgente a las autoridades venezolanas”, para que adopten las medidas necesarias para prevenir brotes de violencia en los centros penitenciarios.