EL FANTASMA DE LAS PALABRAS Hace miles de años en la era de los cavernícolas. Un cavernícola listo que además era jefe de su tribu, el más fuerte… Un día fue a cazar con su tribu a un lugar muy bonito y con muchos animales y plantas, cuando volvieron a casa… ¿sabéis lo que cazaron?: Un mamut, un ciervo y un buey. En la cena se comieron el mamut entero pero estaban todos en silencio porque no sabían hablar y siempre se aburrían mientras cenaban por no saber hablar. Diez años más tarde descubrieron la agricultura y plantaban mogollón de cosas como coliflores, manzanos, lechugas, cebollas… y dejaron de comerse a los bueyes porque les ayudaban a cultivar muchas plantas. Cuando se aburrían afilaban piedras para atarlas a un palo y hacer lanzas y también hacían flechas para sus arcos, se entretenían pintando en las cuevas escenas de caza y de recolección de la miel. Un tiempo más tarde inventaron las cabañas. El jefe quería inventar algo nuevo, algo que les permitiera expresarse, la comida que les gustaba, contar chistes… ¿pero, que? Estuvo pensando mucho tiempo… pensó, pensó y pensó y… ¡Ya está! estaba pensando en inventar las palabras otra vez pensaba como inventar una palabra y… pensó, pensó, pensó y… ¡Plaf! ¡por fin! Inventó la palabra “hola” su tribu se fue enterando de que esa palabra servia para saludarse. Otra noche el jefe se fue al campo donde cazaban y miró a las estrellas para inspirarse e inventar otra palabra, después de mucho tiempo ya había inventado nuevas palabras como: bueno, mamut, cueva, pequeño, jefe, adiós… Un día el jefe se quedó afónico y no podía hablar entonces decidió inventar las palabras sin que salieran de su boca y pensando a la luz de las estrellas y la luna llena, invento los signos y con un tizón de la hoguera escribió un signo que era una mano que significaba hola. Unos días más tarde el jefe ya podía hablar y todo volvió a la normalidad para no olvidarse nada con las palabras que había inventado el jefe dibujaban los signos en una piedra, porque eran bastante despistados y el jefe era muy pero que muy importante para ellos, pero algunos celosillos querían ser jefes también, y un día hubo un combate entre uno de los celosillos contra el jefe cogieron sus lanzas y sus trozos de árbol para protegerse de los ataques del otro, el celosillo le dijo “tu adiós yo hola” ja, ja, ja, ja- se rió. Empezaron a luchar… pero por un accidente y el celosillo le clavó la lanza en la espalda y murió, casi todos los habitantes de la tribu se deprimieron y el celosillo que ya no estaba celoso, se río burlándose, levanto los brazos y le puso el pie encima. Después de unos meses todo era un caos total, el nuevo jefe los estrangulaba si no hacían lo que les pedía ¡valla desastre! una noche el nuevo jefe oyó un ruido muy siniestro salio de su cabaña y… ¡Huh! Salio un fantasma, el nuevo jefe se alarmo y huyó, el fantasma se rió y le persiguió hasta alcanzarlo, le pegó un susto de muerte, entonces 1 reconoció al fantasma ¡era el jefe vencido! Y venia para vengarse del nuevo jefe, despertó a toda la tribu para que le ayudasen, pero nadie le quiso ayudar porque sabían que les protegería su antiguo jefe ahora en forma de espectro, el líder usurpador se fue corriendo. El fantasma del jefe siguió inventando palabras muy tranquilamente, pero el líder malvado, volvió varios años después y esta vez era más fuerte y grande, quería volver a ser el jefe de la tribu. Como no podía matar al fantasma cogió una piedra afilada y se la clavó a sí mismo en el corazón. Después de un rato apareció transformado en fantasma y lucharon, pero como el jefe estuvo mucho tiempo fuera de la tribu siendo fantasma fue a un templo donde muchos como el se entrenaban para ser espectros muy fuertes y resistentes, lo venció gracias a la técnica de meditación y concentración, una técnica que dominaba tras muchos años como espectro, mientras que el usurpador era un recién llegado. El contrincante del jefe lloró desesperado porque había muerto como humano para nada y ahora estaba condenado a vivir en un infierno. Nunca lo volvieron a ver, toda la gente aclamaba sonriente ¡jefe bueno! Después invento miles de palabras más, cada vez dibujaban los signos mejor, que 2 cambio de antes a ahora. Lo llaman… “el fantasma de las palabras” después sus hijos fueron inventando más palabras. Muchos años más tarde inventaron tipos de letra como las que usamos en nuestros días. El fantasma se hizo en muchísimos trozos y fue a los corazones de todas las personas que hay en el mundo, cada vez que alguien se muere esa parte se va y vuelve con cada persona que nace. DANIEL CALATAYUD PAREJA 3