La exploración de un caballo con un desorden neurológico debería

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La exploración de un caballo con un desorden neurológico debería incluir
una revisión de su historia, una exploración física general completa y la ayuda
de técnicas complementarias. Debería determinar la presencia de lesión/es en
el sistema nervioso y su localización que será preciso siempre que se proceda
de forma ordenada y completa. Además debe formularse el diagnóstico
diferencial, el plan terapéutico y el pronóstico.
Los cinco grupos de lesiones más importantes son: malformación,
inflamación, neoplasia, degeneración y traumatismo. La distribución de las
lesiones que tienen lugar en ciertas enfermedades puede conducir
frecuentemente a un diagnóstico presuntivo. Los resultados de la exploración
neurológica deberán ser siempre anotados o grabados y en ningún caso
intentar ser recordados para evaluarse más adelante ya que cambios sutiles
pueden alterar el pronóstico y el curso del tratamiento.
RECUERDO ANATOMOFISIOLOGICO
Los principales componentes del sistema nervioso incluyen:
-El encéfalo (hemisferios cerebrales o prosencéfalo, tronco del encéfalo y
cerebelo)
-Los nervios que se originan en el encéfalo (pares craneales)
-La médula espinal
-Los nervios espinales periféricos
El sistema nervioso central comprende el encéfalo y la médula espinal y
el sistema nervioso periférico los nervios espinales, los pares craneales y la
unión neuromuscular.
•
Funciones controladas por el prosencéfalo
- Conciencia (estado mental)
- Comportamiento
- Movimientos voluntarios y reflejos de la cabeza, tronco y extremidades
Funciones controladas por el tronco encefálico
El tronco del encéfalo contiene grupos de neuronas que dan lugar a la
mayoría de los pares craneales, salvo el Ι y ΙΙ así como el sistema activador
•
reticular (SARA) que a través de la corteza cerebral, mantiene al organismo
despierto y alerta.
- Funciones vitales como el sueño, comer, beber o respirar
- Reconocimiento consciente de sensaciones (vista, audición, gusto, tacto
y dolor).
•
Funciones controladas por el cerebelo
- Equilibrio y coordinación de la marcha
- Suaviza los movimientos controlados por la corteza
- Es importante en el control inconsciente de las funciones propioceptivas
• Funciones controladas por la médula espinal
Aloja las vías que conectan el encéfalo con los nervios periféricos que
estimularán los músculos a través de la unión neuromuscular. Es decir, por ella
viajan las vías propioceptivas y motoras, luego su lesión dará alteraciones
propioceptivas y motoras que incluyen paresia y parálisis.
Las vías están constituidas por dos tipos de neuronas: motoras inferiores y
superiores.
- Neurona motora superior: posee el cuerpo en algún punto del
encéfalo y baja por la médula espinal. Por ella viajan los impulsos voluntarios
que llegan a la
- Neurona motora inferior: su cuerpo está en el encéfalo pero sale
del sistema nervioso central para dar la orden al músculo y mantener el tono.
De esta forma, una lesión de la neurona motora superior da lugar a la
ausencia de movimiento voluntario aunque los reflejos y el tono persistan,
incluso aumentados, si el segmento medular correspondiente está intacto, ya
que la neurona motora inferior no estará regulada por ésta. Asimismo una
lesión de la neurona motora inferior dará lugar a un problema motor
acompañado de una ausencia o disminución marcada de los reflejos y una
atrofia rápida del músculo ya que no existe el tono muscular.
En lesiones medulares, el pronóstico puede apoyarse en función de la
pérdida de la función, siendo más favorable si sólo existe fallo de la
propiocepción, que si además se producen fallos en el soporte de peso,
alteraciones de la motilidad y pérdida del dolor profundo que tienen un
pronóstico peor respectivamente.
HISTORIA CLINICA
La reseña debería incluir raza, edad, sexo, capa y uso del paciente, ya
que algunas enfermedades neurológicas son específicas de determinadas razas.
El potro árabe es propenso a sufrir una enfermedad cerebelar
cortical hereditaria y una condición similar posee la raza de pony Gotland, los
signos se presentan al nacimiento o en los primeros 4 ó 6 meses de vida y
pueden resolverse espontáneamente en meses. La malformación atlantooccipital se han descrito sólo en potros árabes o cruzados de árabes. La
narcolepsia ha sido descrita en los ponis Shetland y se manifiesta antes de los
6 meses de edad. La ceguera nocturna que se caracteriza por tropiezos y
caídas mientras son montados tras el anochecer ha sido descrita en la raza
Appaloosa.
La mielopatía estenótica cervical es una malformación vertebral
acompañada de compresión medular, no es específica de raza pero es más
común en animales de 6 meses a 2 años de edad y es más frecuente en los
machos que crecen rápidamente.
La historia debe incluir todos los medicamentos que se le hayan
suministrado con anterioridad al animal y todos los eventos quirúrgicos que
hayan tenido lugar a lo largo de su vida. Se debe tomar en consideración toda
la información respecto a la duración de los síntomas, la forma de aparición
(repentina o gradual, aguda o leve), el modo de expresión y el tipo de síntomas
clínicos, (periódicos o continuos).
Un cuestionario cuidadoso sobre el principio y el curso del desorden
neurológico es importante para distinguir entre un traumatismo o una afección
vascular aguda y desórdenes naturales progresivos como degeneraciones,
inflamaciones o neoplasias. Como regla, 24 horas después del daño los
síntomas neurológicos persisten o mejoran. Los síntomas neurológicos
progresivos no suelen ser causados por un único episodio traumático. Es común
que el dueño achaque un daño neurológico a una caída o traumatismo
particular cuando en realidad fue el daño neurológico el que provocó la caída.
Si el desorden neurológico ha sido progresivo, el examinador debe
asegurarse del desarrollo del proceso para determinar si la lesión es focal o
difusa.
Otras características significativas son el número de animales afectados,
la velocidad de difusión y el índice de mortalidad.
Las enfermedades del sistema nervioso pueden tener un origen primario
o secundario, es por eso que la historia de enfermedades previas o
concomitantes que afecten a otros sistemas deberían ser también investigadas
en el paciente al igual que en el resto de la manada.
Parece que la protección de la barrera encefálica disminuye cuando está
presente una reacción febril prolongada, aunque también determinados grupos
de virus la atraviesan con facilidad debido al tamaño de las partículas o a la
adaptación biológica a la que se puede aplicar el término de neurotrópica.
Es por ello de utilidad, saber si los síntomas están o no asociados con
fiebre o dolor. En este contexto es necesario considerar que los episodios
convulsivos causarán invariablemente un aumento de la temperatura corporal.
También hay que determinar si existe algún antecedente de un problema
similar en animales relacionados o no con el paciente. Pruebas de un historial
familiar pueden ayudar a diagnosticar una enfermedad hereditaria.
El entorno debe ser analizado en búsqueda de toxinas o venenos
presentes en plantas ya que las especies del género Fussarium han sido
implicadas en la leucoencefalomalacia equina, muy rara hoy en día.
Los caballos que pastan en campos donde se vierten residuos
industriales también pueden ser envenenados. El historial de vacunaciones del
animal es importante para evaluar distintos diagnósticos diferenciales como
encefalopatías virales, anemia infecciosa equina y otras enfermedades
infecciosas. Las vacunas de rinoneumonitis no protegen necesariamente de la
forma neurológica de esta enfermedad. La antitoxina tetánica está clasificada
como agente causal de necrosis hepática aguda y encefalopatía.
EXAMEN FISICO GENERAL
Durante la exploración el animal suele mostrarse aprensivo con el
veterinario o el entorno hospitalario, en consecuencia permanecen alerta y
atentos a lo que sucede.
La postura y los movimientos anómalos se observan durante esta fase. Los
animales pueden deambular, apoyar la cabeza sobre objetos o parecer
somnolientos. Generalmente los que presentan lesiones graves del tronco del
encéfalo, la médula espinal y los nervios periféricos no son capaces de
mantenerse en pie o caminar.
La exploración general de todos los sistemas deben preceder a la
exploración neurológica ya que enfermedades primarias de otros sistemas
pueden afectar al nervioso, un ejemplo típico en el caballo es la encefalopatía
hepática, así como otras encefalopatías extracraneales incluidas la septicemia
neonatal, hipoxia cerebral, hipoglucemia neonatal, tetania transitoria e
hipomagnesemia. Pacientes con malformaciones cardíacas pueden presentar
episodios de debilidad y síncopes. La palpación de los miembros y articulaciones
ayudados en algunos casos de la auscultación pueden revelar fracturas que
causen los signos clínicos. Asimismo la palpación puede revelar músculos
contraídos y piel fría en una trombosis ilíaca. En el síndrome de cauda equina
puede presentarse disuria. Las epistaxis suelen acompañar a los déficit
nerviosos craneales causados por una guturalitis micótica. Deberían buscarse
heridas si se considera la posibilidad de tétanos, botulismo y rabia.
EXAMEN NEUROLÓGICO
La secuencia en la que debería realizarse el examen neurológico es:
123456-
Cabeza:
Postura y marcha
Cuello y extremidades anteriores
Dorso y extremidades posteriores
Cola y ano
Técnicas complementarias
CABEZA
•
Estado mental y comportamiento
El dueño es en este caso, el que mejor puede evaluar la conducta del
caballo e informarnos de los cambios que ha advertido. Si ésta no ha cambiado,
el animal debe estar alerta y orientado para lo cual deben funcionar
normalmente la corteza cerebral y el SARA. Los cambios más significativos de la
conducta se observan en la encefalopatía hepática.
Una conducta anormal, como “pressing”, caminar en círculos, cambios en
la voz y en el apetito y agresividad, son comúnmente reconocidos como
síntomas de lesión cerebral y, aunque estas anormalidades son simétricas un
animal que camine en círculos tiende a hacerlo hacia el lado de la lesión.
El coma es el estado más intenso de afectación de conciencia, los
animales están tumbados y no responden a ningún estímulo externo, incluidos
los dolorosos. Los comas más profundos suelen ser lesiones en el cerebro
medio.
Los animales con semicoma o estupor no responden a los estímulos del
entorno, pero sí a los dolorosos.
El delirio y la demencia son términos que se utilizan de forma más figurativa
que literal para describir la actitud del animal que responde a los estímulos del
entorno pero las respuestas no están claramente dirigidas hacia el estímulo.
Un animal en estado de depresión, es poco activo y aunque reacio, responde
a los estímulos del entorno. Otros estados que describen lesiones menos
profundas son somnolencia y letargia.
Narcolepsia se refiere al excesivo tiempo de sueño durante el día que
suele ser episódico y produce alteración de la conciencia.
Cataplejía es la hipotonía muscular periódica. En ambas se sospecha
una alteración del ciclo sueño/vigilia.
•
Postura y posición del cuerpo en reposo
- Postura anómala de la cabeza
Cuando la cabeza se inclina se asocia la mayoría de las veces con
una enfermedad del sistema vestibular. La inclinación se produce por lo general
hacia el lado de la lesión, sobretodo si ésta se localiza en el aparato vestibular
periférico.
-Postura anómala de las extremidades
La posición de pie con las extremidades apoyadas de forma más
lateral de lo normal se denomina postura con base de sustentación amplia, y
puede asociarse con una serie de lesiones del sistema nervioso, sobre todo las
que afectan al sistema vestibular, cerebelo y médula espinal. La espasticidad
puede observarse en reposo o en movimiento y suele asociarse con
enfermedad de las vías motoras del sistema nervioso central.
La marcada rigidez extensora de las extremidades, cuello, tronco y
cola es característica del tétanos. Clásicamente se observa una postura de
“caballo de madera”. La contracción de los músculos faciales puede dar lugar a
una expresión facial tensa denominada risa sardónica.
Una cojera sin apoyo de la extremidad persistente o episódica,
presumiblemente derivada de irritación del nervio y dolor, se denomina signo
de la raíz nerviosa. La mayoría de las veces afecta a la extremidad torácica y
suele asociarse con enfermedad discal cervical.
- Postura anómala del tronco
La escoliosis, es una desviación lateral anómala de la columna
vertebral, suele ser secundaria a lesiones intramedulares como siringo o
hidromielia.
La cifosis, la flexión anormal de la columna vertebral
toracolumbar da aspecto de “joroba”. Esta postura es habitual cuando hay dolor
lumbar o, más frecuentemente cuando hay dolor cervical.
La lordosis es una flexión ventral anómala de la columna
vertebral, en especial de la región toracolumbar. Es una postura poco frecuente
pero puede ser característica de caballos viejos.
•
Nervios craneales
La exploración comienza de craneal a caudal y evaluando la
función de cada par.
I. Nervio Olfatorio: la falta de olfato es rara, se evalúa
observando la capacidad del animal para detectar su comida o la mano del
examinador.
II. Nervio Óptico: el reflejo de amenaza es la prueba para
evaluar el II par. Al acercar la mano de forma brusca a la cara del animal, éste
debe apartar la cara al tiempo que cierra el párpado, siendo recibido el estímulo
por la corteza visual contralateral. Debería incluirse un examen oftalmológico ya
que lesiones del ojo y del nervio óptico pueden producir ceguera unilateral.
III. Nervio Oculomotor: debe observarse el tamaño y diámetro
de la pupila considerando la luz ambiental y el estado del animal. La respuesta
normal cuando se proyecta una fuente de luz al ojo es la contracción pupilar o
miosis de ambos. Una pupila permanentemente dilatada sugiere una lesión de
este nervio. Los edemas y las masas intracraneanas tales como neoplasias,
pueden afectar a este par pudiendo producir anisocoria si son asimétricas. Si
tras una lesión craneana las pupilas no se contraen de forma progresiva un
tiempo tras la contusión, el pronóstico es grave.
III.Nervio Oculomotor, IV.Nervio Troclear, VI.Nervio
Abducens: inervan músculos extraoculares que se examinan observando la
posición de los ojos dentro de las órbitas y su movimiento.
V.Nervio Trigémino: inerva músculos de la masticación y sus
tres ramas son responsables de la sensibilidad de gran parte de la cara. El daño
de la rama mandibular produce la caída de la mandíbula con la consiguiente
incapacidad para masticar y protusión de la lengua. Las ramas sensitivas
pueden evaluarse con unas pinzas probando la sensibilidad facial en párpados,
labios, orejas y ollares.
VII.Nervio Facial: inerva músculos de región facial, lagrimal y
glándulas salivares. Su función se prueba con los reflejos de amenaza,
parpebral y corneal y movimientos de las orejas, labios y ollares. La parálisis
facial produce caída de la oreja y del labio superior hacia el lado no afectado,
por ello debe hacerse una inspección de la simetría de la cara.
VIII.Nervio Vestíbulotroclear: transmite los impulsos
auditivos. La división vestibular del par VIII controla el equilibrio. Este sistema
puede explorarse moviendo la cabeza del caballo de un lado para otro
produciendo un nistagmo normal. Si el nistagmo se produce sin el movimiento
de la cabeza (espontáneo) o en posiciones anormales (posicional) indica un
desorden del sistema vestibular.
IX.Nervio Glosofaríngeo, X.Nervio Vago y XI.Nervio
Accesorio: Inervan la faringe y la laringe con fibras sensoriales y motoras que
pueden explorarse escuchando los ruidos laríngeos, observando la deglución,
probando el reflejo de deglución con un tubo nasogástrico y utilizando un
endoscopio si fuese necesario. La parálisis de faringe y laringe es el principal
signo de lesión. La prueba de “la palmada”, en la que se golpea suavemente la
parte posterior a la escápula evalúa la función nerviosa que es correcta cuando
se aduce el cartílago aritenoideo contralateral mientras se palpa o se observa
con un endoscopio la laringe.
XI.Nervio Accesorio: Inerva los trapecios y la parte craneal del
esternocefálico, su pérdida de función se puede demostrar con un estudio
electromiográfico.
XII.Nervio Hipogloso: Inerva la lengua, luego deben buscarse
asimetrías, movimientos anormales y atrofia.
Es importante recordar que si la pérdida de función del nervio craneal se
acompaña de fallos en la propiocepción o pérdida de consciencia, la lesión será
a nivel central.
POSTURA Y MARCHA
Al evaluar la marcha podremos detectar lesiones cerebrales,
cerebelares, espinales y de los músculos y nervios periféricos.
-Debilidad: La debilidad de los miembros posteriores se prueba
tirando lateralmente de la cola del animal para comprobar el grado de
resistencia.
-Ataxia: Se refiere a una coordinación escasa al mover las patas
y el cuerpo. El animal al girar en círculos pequeños no cruzará las patas y/o
pisará sobre la pata contraria. Al levantar la cabeza del caballo cuando camina
exagerará la ataxia, sobretodo en los miembros pélvicos. El animal dejará
inmóvil el miembro afectado mientras camina en círculos, lo que ocurrirá
también al caminar hacia atrás. Generalmente es difícil diferenciar debilidad y
ataxia.
-Hipometría: la hipometría o espasticidad refiere a movimientos
rígidos de los miembros con escasa flexión de los mismos sobretodo a nivel del
tarso y carpo, lo que suele indicar una lesión en las vías descendentes motoras
o vestibulares a ese miembro.
-Hipermetría: Describe una falta de dirección y limitación del
rango del movimiento por lo que el animal exagera el movimiento de los
miembros. Sin paresia y con signos de lesión a la altura de la cabeza, es
característica de enfermedad cerebelar.
Los grados de debilidad, ataxia y dismetría deben ser evaluados en todos
los miembros en una escala del 1 al 4.
CUELLO Y EXTREMIDADES ANTERIORES
Si durante la marcha se detectó una alteración de los miembros
anteriores y no hubo signos de implicación cerebral, esta parte de la
exploración pretende confirmar una lesión entre C1-T2. Si existe ausencia de
movimiento de las extremidades pero poseen tono y reflejos intactos, estará
dañada la neurona motora superior a nivel C1-C5. Si por el contrario, no existen
ni los reflejos ni el tono, estará dañada la neurona motora inferior a nivel C6T2.
El cuello debe ser manipulado para asegurarnos de que el rango de
movimiento es normal. Al dar pequeños toques con una pinza a lo largo de la
tabla del cuello, debe haber contracción del músculo cutáneo.
El equilibrio se explora empujando al animal en los hombros para forzarle
a mantener el equilibrio y a dar un paso lateral alejándose del examinador.
Al presionar con los dedos en las vértebras del animal, éste debería
realizar un movimiento ventral con el dorso.
Los caballos que se tumban pero que intentan incorporarse con los
miembros anteriores probablemente tengan una lesión caudal a T2; si no puede
adoptar la postura de perro sentado, entonces esta lesión sea probablemente
de la región cervical, siendo en extremo grave cuando el animal levanta la
cabeza pero no el cuello ya que será una lesión cervical craneal. También
deben explorarse los reflejos espinales
- Reflejo flexor: al pellizcar la piel de la parte distal del
miembro, esperamos que el caballo flexione el menudillo, la rodilla, el codo y el
hombro.
- Reflejo del bíceps: se sitúan dos o tres dedos sobre el bíceps
y el braquial y se golpean con un plexímetro en la parte anterior del codo, de
este modo se notará la contracción del músculo y la flexión del codo.
- Reflejo del tríceps: el miembro relajado se sujeta suavemente
flexionado y la porción distal de la cabeza larga del tríceps y su tendón de
inserción, se golpean con ayuda del plexímetro, la contracción del músculo dará
lugar a la extensión del codo y quedarán descartadas lesiones a nivel de C7-T1.
TRONCO Y EXTREMIDADES POSTERIORES:
Si sólo existen signos de lesión en el tronco y las extremidades
posteriores, la lesión/es estará entre T2-S2 y esta parte de la exploración ayuda
a localizarla.
El tronco y los miembros pelvianos se palpan en busca de asimetrías o
malformaciones.
- Reflejo patelar: debe sujetarse el miembro ligeramente
flexionado y golpearse el ligamento femorotibiorotuliano con un martillo, lo que
debería producir la contracción del cuádriceps y la extensión del miembro.
- Reflejo flexor: se pellizca la piel de la parte distal del miembro
con unas pinzas lo que debe provocar la flexión del miembro.
COLA Y ANO
Evalúa las estructuras inervadas por los segmentos sacros y coccígeos.
El tono de la cola se considera anómalo si ésta no se mueve de forma
voluntaria y se muestra flácida
- Reflejo perineal: al pellizcar suavemente la zona del perineo,
deberá contraerse el esfínter anal y flexionarse la cola si las ramas del nervio
pudendo (S1-S3), que son las que inervan la zona, funcionan de forma
adecuada.
Después del examen neurológico el clínico debe ser capaz de localizar la
lesión en cerebro, médula espinal nervios periféricos y músculos.
A continuación se exponen las principales causas de enfermedad
neurológica:
-MALFORMACIONES
Con malformaciones de columna, los síntomas pueden no ser
detectados hasta etapas avanzadas del crecimiento y a su vez estas pueden ser
causadas por infecciones, traumas y toxinas antes y después del nacimiento.
-INFECCIONES:
Virus, hongos, bacterias, protozoos y parásitos pueden causar
enfermedades neurológicas. Los síntomas serán característicamente progresivos
y pueden ser agudos, insidiosos, focales y multifocales y comúnmente
simétricos. Este tipo de lesiones pueden curarse.
-TRAUMATISMOS:
Es una de las causas más frecuentes de enfermedad neurológica y
los síntomas se estabilizan en 24 horas. Las complicaciones pueden aparecer
más tarde de forma secundaria. Puede ser una lesión focal o multifocal y los
síntomas pueden ser fluctuantes cuando existe edema concretamente, con el
tratamiento.
-ENFERMEDADES TÓXICAS, NUTRICIONALES Y METABÓLICAS:
Estos procesos suele cursar con síntomas simétricos y
generalmente existe implicación difusa del sistema nervioso con síntomas
fluctuantes. La respuesta a una terapia temprana y específica puede ayudar en
el diagnóstico y en ese caso podría considerarse el pronóstico oportuno.
-ENFERMEDADES VASCULARES:
Generalmente cursan de forma aguda con síntomas que se
estabilizan rápidamente.
-ENFERMEDADES DEGENERATIVAS:
Caracterizadas por síntomas que progresan de forma lenta y
generalmente simétricos.
-NEOPLASIAS:
Son raras en caballos, pueden existir pruebas de implicación de
otros órganos. Los síntomas son casi siempre progresivos y crónicos.
TÉCNICAS COMPLEMENTARIAS
• Análisis de líquido cefalorraquídeo:
El LCR debería ser claro, incoloro, con un índice de refracción de
1,3347-1,3350, con 0 GR/µl y 0-6 GB/µl. Los contenidos en proteína mayores a
150 mg/dl y recuentos de GB superiores a 50/µl producen opacidad.
Puede haber un número excesivo de GB debido a traumatismos,
infecciones, neoplasia y algunas enfermedades nutricionales, tóxicas o
metabólicas de tipo degenerativo. Las meningitis bacterianas producen un
exceso de neutrófilos mientras que los procesos virales aumentan los linfocitos.
Los neutrófilos aparecen en la fase temprana de una leucoencefalomalacia
aguda y los macrófagos en enfermedades que cursan con daño tisular, los
eosinófilos sin embargo, aparecen cuando los parásitos migran hacia zonas del
sistema nervioso central y en ocasiones se encuentran en el curso de una
mieloencéfalomielitis protozoaria.
•
Radiografías
Son imprescindibles para documentar fracturas, luxaciones,
malformaciones y, en ocasiones, infecciones y neoplasias que afecten al cráneo
y a la columna vertebral. Los actuales medios de contraste radiográfico han
hecho de las mielografías y los contrastes una forma insustituible de
exploración de la médula espinal.
•
Electrodiagnóstico
La electromieloencefalografía es una prueba que nos es útil para localizar
una lesión del sistema nervioso. Con algunas lesiones de la sustancia gris y
enfermedades de nervios periféricos, esta prueba puede mostrar la presencia,
localización y extensión de la lesión. El procedimiento implica la colocación de
electrodos en los músculos para detectar fibras de actividad eléctrica anormal.
•
Termografía y escintigrafía
Estas técnicas son útiles para detectar cambios en el flujo de
sangre profunda y sobretodo superficial.
•
Necropsia
El examen postmortem ayudará al diagnóstico de aquellas lesiones
que no han podido ser diagnosticadas in vivo. Una necropsia sistemática
y completa junto con un examen anatomopatológico, resultarán
imprescindibles para un diagnóstico preciso.
Autor: Pablo Adrados/Alvaro Vázquez
EQUISAN Veterinaria Equina Integral
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