Cómo ayudar a los niños pequeños a aprender acerca de las

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Cómo ayudar a los niños pequeños a aprender acerca de las diferencias*
Una de las cosas más maravillosas acerca de los niños pequeños es su abundante curiosidad; por
ello, tiene sentido que los niños sean curiosos con respecto a los demás también. En la mayoría
de los entornos de primera infancia, los niños tienen muchas oportunidades de explorar tanto las
similitudes como las diferencias con otros niños con capacidades diversas. Veamos algunas ideas
que puede usar para ayudar a que los niños aprendan a comprender y celebrar las diferencias y
las similitudes de las personas que los rodean.
Es importante saber que los niños buscan en usted un modelo sobre cómo actuar en situaciones
desconocidas. Reproducirán sus actitudes hacia los demás niños, ya sea que usted refleje
aceptación o incomodidad. Es vital, entonces, que evalúe sus propios sentimientos con respecto a
la inclusión de un niño, aprenda a superar cualquier miedo o preocupación, y reciba la
capacitación que necesite. Si usted siente aprensión o resistencia con respecto a la inclusión de
un niño en silla de ruedas, es probable que los niños también se sientan incómodos e incluso,
posiblemente, les moleste o les disguste ese niño. Por el contrario, si usted se siente cómodo y
realista ante la inclusión de un niño que usa una silla de ruedas, los niños aprenden que la silla de
ruedas no es un impedimento para que el niño participe y el niño puede relajarse, ser él mismo y
participar.
Usted podría pensar que etiquetar a los niños para explicar una discapacidad los ayudará a
comprender por qué un niño en particular luce o actúa de manera diferente. En realidad, las
etiquetas no les aclaran mucho a los niños pequeños (y a nadie, de hecho). Saber que un niño
tiene síndrome de Down, por ejemplo, no proporciona ninguna información acerca de por qué se
mueve o habla de la forma en que lo hace. A los niños les interesa más lo que el niño puede
hacer y de qué manera puede interactuar con ellos.
Algunos proveedores intentan anticiparse a la necesidad de saber de los niños y los preparan con
antelación. De hecho, es mucho mejor darles a los niños la información que necesitan en el
momento en que la necesitan, y sus comentarios y preguntas indican claramente qué información
necesitan. Cuando surge un tema, es conveniente responder en pocas palabras y con una
respuesta que coincida con la simplicidad de la pregunta. Si un niño pregunta: "¿Por qué no
camina Jamie?", usted podría responder: "Sus músculos no son tan fuertes como los tuyos" o "Su
cuerpo funciona de manera diferente y por eso usa una silla de ruedas". No es necesario darles a
los niños más información de la que piden; en lugar de ello, espere que le hagan más preguntas.
Algunas veces, usted puede incluso alentar a los niños a que le hagan la pregunta al niño con
discapacidad. Podría decirles: "Quizás a Jamie le gustaría contarte por qué no puede caminar".
Puede resultar difícil para los niños verbalizar la complejidad de sus sentimientos acerca de las
personas con discapacidades. Los niños muy pequeños a menudo parecen no notar las
diferencias, mientras que los niños más grandes tienden a expresar libremente su curiosidad o
incomodidad con respecto al aspecto o comportamiento de otro niño. Según la situación y el
niño, es posible que los niños en edad preescolar verbalicen lo que piensan o sienten; en otras
ocasiones, sus acciones demuestran que sienten curiosidad o ansiedad.
Los niños de corta edad pueden expresar sus pensamientos a través de reacciones de cautela
(evitar a un niño que babea), imitando el comportamiento de otro niño (fingir tener una
convulsión) o mediante la incorporación de sus preocupaciones en el juego (tener un muñeco que
no camina). Aunque puede ser desconcertante ver que la curiosidad o incomodidad de un niño se
exteriorizan con tanta frescura, esto le brinda a usted una maravillosa oportunidad para hablar
acerca de los sentimientos de los niños y ofrecerles explicaciones sencillas. Al escuchar y mirar
detenidamente, puede observar qué información necesitan los niños para comprender a otro niño
y sentirse cómodos con él.
Una de sus funciones en el apoyo a la inclusión consiste en generar un entorno que sea seguro
para las preguntas y los comentarios de los niños y, al mismo tiempo, buscar formas de enseñar
directamente la sensibilidad y el respeto por las diferencias individuales. A medida que los niños
aprenden acerca de las diferencias y similitudes, entablan amistades con los demás que, a su vez,
ayudan a crear una comunidad de respeto más grande.
Haga que funcione: las diferencias y el entorno
¿Sabía que el entorno de la primera infancia (los materiales de juego, los horarios, la distribución
del salón, las rutinas) puede comunicar respeto por las diferencias individuales? El siguiente
texto, que describe la distribución del área de tareas domésticas de un programa para la primera
infancia, puede ayudarlo a visualizar qué aspecto podría tener ese tipo de entorno.
El área de tareas domésticas se distribuye de forma tal que el recibidor, el pasillo y el espacio de
juego ofrezcan a todos los niños la oportunidad de participar activamente en el juego. Los platos,
muñecos y disfraces se colocan en estantes a la vista y al alcance de todos los niños; la altura
ideal varía según las necesidades del niño. Y, cuando este grupo incluye a un niño que usa una
silla de ruedas, se usan una mesa y sillas más altas para que todos puedan sentarse cómodamente
a la mesa cuando "la cena esté servida".
La "casa" cuenta con suministros típicos, como platos, cacerolas y ollas, y muñecos bebé que
abordan diversas capacidades. El pequeño conjunto de cubiertos de juguete incluye piezas
grandes y fáciles de agarrar. Un muñeco grande tiene ropas con Velcro fáciles de manipular.
Otro muñeco bebé está hecho de goma suave, lavable y perfumada con vainilla, y ofrece una
experiencia multisensorial a los niños, especialmente a los que tienen problemas de la vista. A
menudo, se observan en el área elementos tales como utensilios de adaptación para comer,
cabezales y sillas adaptadas con el fin de que los niños se familiaricen con elementos que podrían
generarles un poco de recelo o curiosidad.
Los niños pueden elegir jugar o no en una determinada área y cuentan siempre con diferentes
actividades disponibles, desde bloques y actividades artísticas hasta libros y cintas de música.
Aprenden de inmediato a aceptar que un niño use un asiento especial en el momento de la ronda,
que otro niño casi nunca elija jugar en la casa y que un tercero use lenguaje de señas para
comunicarse cuando juega. El entorno ayuda a que los niños se sientan cómodos con respecto a
los niños diferentes, al hacer cosas diferentes, de formas diferentes y en momentos diferentes.
*Fuente: Centro para la Inclusión en la Primera Infancia de Child Care plus+ (2000) Cómo
ayudar a los niños pequeños a aprender acerca de las diferencias. Lista de recomendaciones
n.° 12.
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