Belleza interna (I) Para cultivar la belleza interna, primero hemos de aceptarla y después buscarla. Esto es un reto, puesto que tenemos dificultades en conocer nuestra propia naturaleza. Muchos de nosotros somos con frecuencia propensos a sentirnos heridos por un comentario fuera de tono pero tenemos dificultades en aceptar las cosas buenas que otros ven en nosotros. Por ejemplo, junto a ser humildes hemos de aceptar nuestra grandeza. No la grandeza del ego, que se vanagloria de la posición o prestigio, sino la grandeza de nuestro espíritu, de la pureza de nuestro ser y de nuestra capacidad de amar. Aceptar esta grandeza es verdadera humildad ya que nos capacita para verla y aceptarla en los demás. Encontrar esta belleza interna también es un desafío porque hemos cultivado el hábito de mirar nuestros defectos. A medida que miramos en el “jardín” de nuestra mente, nos encontramos con un lecho de rosas plagado de malas hierbas. Entonces nos sentimos tentados a eliminar las malas hierbas de nuestras debilidades, malos hábitos y sentimientos negativos. Pero esto se puede convertir en una tarea desagradecida. Tan pronto como una se elimina aparece otra, entonces relajamos la vigilancia y vuelve a crecer de nuevo. Primero necesitamos desarrollar y apreciar la belleza de nuestro jardín, que reside en las “flores” de nuestras cualidades puras y virtudes. Hay un santuario escondido dentro de cada alma que ya es completo y perfecto con cada virtud divina. Cuando viajamos hacia el interior encontraremos una llave para llegar a este lugar y descubrir nuestra pureza, inocencia y felicidad originales. La llave es la paz y el conocimiento de que somos, en esencia, un alma pacífica. Esta es también la llave para alcanzar nuestra grandeza y libertad. Copyright © 2005 Asociación Espiritual Mundial Brahma Kumaris Diputación 329, pral. 08009 Barcelona T. 34 93 4877667 / 7874 Fax 34 93 4877638 E-mail: reflexiones@aembk.org Web internacional: www.bkwsu.org Web nacional: www.bkwsu.org/spain