BORROMINI Francesco Borromini fue uno de los arquitectos italianos más importantes del siglo XVII. Su padre era cantero, heredando él este oficio, y trabajando en Milán como tallista de mármol entre 1608 y 1614. En este último año se traslada a Roma, donde empieza a trabajar al amparo de Carlo Maderno. Su vida se encuentra marcada por el constante conflicto con Bernini, al cual asiste hasta 1633, realizando sus grandes obras desde esta fecha hasta su muerte. Era de carácter huraño y solitario, contando con escasos amigos, como el marqués de Castel Rodrigo, el cardenal Spada y el pintor Poussin. Su vida fue bastante atormentada, suicidándose en 1667. La arquitectura de Borromini fue considerada despectivamente por sus contemporáneos más afectos al clasicismo como gótica, de mal gusto y falta de respeto al lenguaje canónico de los ordenes.