6 Turismo en Huesca Altoaragón Un genial viaje por los tiempos a través de las grandes creaciones La provincia de Huesca es tremendamente fértil en las manifestaciones de la historia y del arte, que nos transportan en el tiempo gracias a un patrimonio que nos guía desde la prehistoria del arte rupestre del Parque Cultural del Río Vero (Bien Patrimonio de la Humanidad), desde las excavaciones arqueológicas de Labitolosa en la Ribagorza o Villa Fortunatus en el sureño Bajo Cinca hasta postreras expresiones como el Santuario de Torreciudad o el Centro de Arte y Naturaleza en Huesca. En la identidad del Reino de Aragón, encontramos en plena Jacetania su cuna, San Juan de la Peña, un complejo que aúna su Real Monasterio, el Monasterio Nuevo y los centros de interpretación de la historia de Aragón en simbiosis con un entorno natural maravilloso. Sin duda, el gran ejemplo de la fusión que define a esta tierra. La huella del románico se extiende en la Ruta del Camino de Santiago dentro de la misma comarca con la Catedral de Jaca y su museo diocesano, y las iglesias de San Pedro de Siresa y Santa Cruz de la Serós. Caminamos hacia el este y en la comarca del Alto Gállego transitamos al más auténtico mozárabe en sus iglesias, además de dos referentes museísticos: el de Artes Populares Ángel Orensanz y el Nacional de Dibujo Castillo de Larrés “Julio Gavín”. En el Sobrarbe, el románico alcanza grados de emoción en el Monasterio de San Victorián, el más antiguo de España, que también su panteón real. Una zona donde resaltan el conjunto imponente de Muro de Roda y el Santuario de Bruis. En la Ribagorza, visita obligada a la Catedral de Roda de Isábena, los monasterios de Alaón y Obarra y el Santuario de la Peña de Graus, contrastes intemporales con la modernidad del Santuario de Torreciudad, eje de la ruta mariana. En la dinámica comarca del Somontano, encandilan el conjunto histórico artístico de Alquézar coronado por su Colegiata y la Catedral de Barbastro. Muy cerca, la comarca del Cinca Medio con el Castillo templario y la Concatedral de Santa María del Romeral, en Monzón. El arte religioso encuentra, en este eje, otro lugar de culto en Peralta de la Sal, cuna de San José de Calasanz. Los Monegros es comarca para las atractivas sorpresas y para el recogimiento y la admiración en el Monasterio de Sijena o la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes en Sariñena, mientras los amantes de la historia admiran la casa natal de Miguel Servet. En el Bajo Cinca, el monumento nacional de Santa María de Chalamera, el pueblo por cierto del escritor Ramón J. Sender, así como el yacimiento romano de Villa Fortunatus en Fraga. Y rico y extenso el abanico de La Hoya de Huesca, en la capital de la provincia con el románico de San Pedro el Viejo (panteón real y claustros), el gótico catedralicio con el alabastro del retablo de Damián Forment, la Basílica de San Lorenzo, la excelente iglesia de Santo Domingo y San Martín y los museos Provincial, Diocesano y el Centro de Arte y Naturaleza con el legado Beulas. Fuera de la capital, el Castillo de Loarre, maravilla románica, el Castillo de Montearagón, la Colegiata de Bolea, el Museo del Órgano de Agüero, San Miguel de Foces en Ibieca o el Monasterio de Casbas. Un somerísimo resumen de un compendio fabuloso de la historia del arte de España.