REAL ACADEMIA de INGENIERÍA Martes 23, a las 18,30 en la RAI, el potencial de la tecnología ferroviaria española Por qué a nuestros ingenieros les encargan trenes que puedan circular por el desierto y a otros no 1. Cuatro grandes del sector (ArcelorMittal, AFTRAV, ADIF y Comsa-Emte) han estado en la Real Academia de Ingeniería (c/Don Pedro 10) para explicar a los ciudadanos las horas de trabajo e investigación que hay detrás de un cómodo viaje en AVE 2. Además del diseño de los trenes en sí, nuestro país es puntero en la construcción y exportación de carriles, traviesas y tecnología para las vías de alta velocidad, su montaje y conservación 3. El académico de la Real Academia de Ingeniería, Andrés López Pita, catedrático de Infraestructuras del Transporte de la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC) ha coordinador esta sesión, dentro de las denominadas Jornadas de la RAI De EE.UU. a Rusia, de Kazajistán a China, de Serbia a Arabia Saudí. Todo el mundo lo sabe: los conocimientos de los ingenieros españoles pueden ser capaces de sortear las tormentas y el polvo del desierto para que los trenes de alta velocidad de Medina a La Meca lleguen a tener las mismas condiciones de velocidad, seguridad y confortabilidad que los que transitan de Madrid a Sevilla o a Barcelona. La Real Academia de Ingeniería, consciente del valor que esto supone para nuestro país en términos de mercado (recordemos los 6.500 millones de euros del reciente contrato con Arabia Saudí), ha organizado una jornada en la que ha intentado dar a conocer, al detalle, cómo y por qué nuestra ingeniería ferroviaria se ha hecho con el número uno. La jornada, en la que han participado representantes de cuatro grandes compañías del sector: Arcelor Mittal, AFTRAV (Asociación de Fabricantes de Traviesas), ADIF y Comsa-Emte, ha sido coordinada por el académico de la RAI Andrés López Pita, ingeniero de Caminos, catedrático de Infraestructuras del Transporte en la Universidad Politécnica de Catalunya y profundo conocedor de la tecnología ferroviaria. Ingenieros como él son los que hacen posible que los viajes en tren sean actualmente tan cómodos y confortables que los pasajeros apenas se enteren de las altas velocidades. Ni vibraciones ni sonidos molestos. El reciente contrato de 6.500 millones de euros conseguido por Talgo para el proyecto de Arabia Saudí, en el que trabajan más de 150 empresas del sector, es en este sentido uno de los mayores retos técnicos para la ingeniería ferroviaria española. Tendrán que hacer muchos y complicadísimos cálculos matemáticos hasta conseguir los parámetros deseados. Entre ellos hacer frente a las variaciones de las temperaturas (extremo calor por el día, extremo frío por la noche), y a la arena del desierto para que no dañe tan sofisticada tecnología. Cuando los primeros viajeros lo disfruten, pocos de ellos pensarán en el intenso trabajo que ha habido detrás. Por eso, la Real Academia de Ingeniería, de cuya Fundación Talgo es miembro patrocinador, ha querido recordarlo. Rusia, Alemania, Kazajistán, Uzbekistán, Serbia, Estados Unidos… son algunos otros de los países a los Talgo está suministrando sus trenes. Más de 150 empresas españolas intervienen en su fabricación a través de los diferentes componentes: sistemas como la catenaria, carriles, suministro de corriente, control del tráfico… Las dinámicas de los trenes y los sistemas de vía son muy complicados: sobre un tren, ya sea de alta velocidad o de mercancías, actúan muchas y muy diferentes fuerzas que hacen que éste se mueva. Unas independientes de la acción del vehículo, como la fuerza de gravedad o el efecto del aire, y otras como la fuerza de tracción y de frenado, debidas a una acción en el tren. Los ingenieros españoles son de los pocos en el mundo que conocen, entienden y son capaces de calcular dichas fuerzas para que la sensación de viajar en un AVE, ya sea de Madrid a Sevilla o de Medina a La Meca, sea igual de grata y placentera para el viajero. Hasta el punto de olvidarse de la velocidad a la que se circula. Todo ello ha sido posible porque las empresas que se han involucrado en la investigación y desarrollo de todos estos sistemas han recibido apoyo institucional. Con ello, más de una fábrica ha evitado su desubicación y se habrán mantenido miles de puestos de trabajo. Es voluntad de la Real Academia de Ingeniería mantener este apoyo y seguir impulsándolo.