Cuando ese cargo lo ocupó el legislador Dracon, dice la historia, que impuso a la población leyes frugales y de carácter militar, que causaron el malestar social. La población protestó y se rebeló contra aquel político, que osó modificar el estilo de vida anti-austero de los ciudadanos, particularmente el de las clases sociales con capacidad económica. Fue tanto su atrevimiento, que tuvo que pagarlo con el exilio, ya desterrado buscó protección en otras lejanas tierras. El Tratado de Versalles. Muchos siglos después los vencedores de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), suscribieron con las naciones derrotadas el Tratado de Versalles (1919), mediante el cual se exigió a éstas, especialmente a Alemania, pagos compensatorios por los daños causados por los ejércitos austro-húngaros y alemanes a su infraestructura rural y urbana. Entre las medidas punitivas sobresalió la impuesta al comercio internacional, por las externalidades negativas que generó en la economía germánica. El proteccionismo a ultranza consistió en cerrar los mercados europeos a las exportaciones alemanes, el flujo de divisas por las ventas de mercancías en el exterior, prácticamente cesó. Se buscó estrangular cualquier salida en pro del crecimiento de sus actividades productivas. Las perniciosas consecuencias no se hicieron esperar, la obligada economía de autoconsumo dada por la autarquía en la economía real y financiera, desencadenó unos de los procesos más severos de subida de precios de los bienes (hiperinflación) de la historia de Alemania, y también la ascensión de políticos y políticas de corte populista. Como suele suceder con los políticos, y los de aquella remota época no fueron la excepción a la regla, con el entendimiento ensombrecido, sus decisiones abreviaron el periodo de paz, entreguerras, de los países del viejo continente. Generalmente los hombres de ciencia, críticos al sistema argumentan sus razones de serlo, mediante la elaboración de teorías y proposiciones. Uno de ellos, fue JM Keynes (1883-1946), que escribió Las Consecuencias Económicas de la Paz, texto en donde desarrolló una de las defensas más brillantes de las políticas de apertura económica de las naciones; Keynes, fue congruente con su posición intelectual, y renunció al cargo que ocupaba en el gobierno británico. Grecia Contemporánea. En el siglo XXI, dos de las naciones aludidas en este artículo, vuelven a ser noticia en los medios de comunicación. Alemania y Grecia. Ahora, Alemania como acreedor, juega un rol muy distinto al que desempeñó al concluir la Primera Guerra Mundial. Lidera las naciones de la Eurozona, las cuales demandan a la nación helénica el pronto pago de los compromisos financieros contraídos con el Fondo de Rescate Europeo (FRE); BCE; FMI; Créditos Bilaterales, entre otros. La deuda externa de Grecia, se estima en 328 mil 27 millones de euros, y equivale a 177 por ciento de su PIB. Las recetas económicas “recomendadas” a los griegos por el FMI, son muy parecidas a las acatadas por los gobiernos mexicanos en los sexenios 1983-1988 y 1989-1994; las consecuencias de estas, han sido sacrificio y empobrecimiento de la clase trabajadora. Si se analiza el comportamiento de la economía griega en el periodo 2008 a 2014, se observa una caída drástica en los siguientes indicadores macroeconómicos: El PIB, disminuyó en alrededor del 27 por ciento; el gasto del gobierno bajó en cerca de un tercio; las plazas de burócratas cayeron en 30 por ciento, y el desempleo aumentó al 28 por ciento de la PEA. Por otro lado, como efecto de lo anterior el superávit fiscal se incrementó en 20 por ciento en referencia al PIB, y el superávit en la balanza de cuenta corriente, se elevó en 16 por ciento del PIB. Pero los costos sociales también han alcanzado cifras alarmantes, por ejemplo: las pensiones a los jubilados se han recortado y el índice de suicidios entre la población productiva, subió en 35 por ciento en relación al de 2010. A pesar de ello, el FMI, exige más reformas estructurales; entre ellas, a los sistemas de pensiones y al fiscal. Se debe incrementar el superávit fiscal, al 1 por ciento del PIB, que para lograrlo se requieren ajustes del orden de los 3000 millones de euros. El gobierno griego emanado de SYRIZA. Partido político que agrupa a varias organizaciones de izquierda radical griega. Esa coalición, llevó a ALEXIS TSIPRAS (1974- ), como candidato a primer ministro del país. Los resultados electorales le favorecieron, y tomó posesión del cargo a principios de 2015, el 25 de enero. Los agentes económicos financieros nacionales e internacionales reaccionaron negativamente a la llegada del flamante político, particularmente por los intereses populares que representa. Desde el inicio de su campaña política han abandonado el país, aproximadamente 100 mil millones de euros, y han puesto en riesgo el endeble sistema financiero griego. Del euro al dracma Los países que firmaron el acuerdo para integrarse a la zona euro, renunciaron al manejo de la política monetaria como una herramienta flexible para usarse en casos de ralentización o crecimiento acelerado de la economía. Antes del euro, los griegos podían depreciar la dracma con respecto al dólar, y abaratar los servicios de turismo al extranjero, allegándose divisas.