El belicoso era Nebrija, no el castellano Josu Sorauren El pueblo castellano debe estar orgulloso de su Lengua, es indudable. El mismo orgullo que debieran tener todos los pueblos y culturas, sean andinas, mayas, mahorís o cualesquiera que sean. Ni más ni menos que el nuestro como vascos. Ignoro que respuesta razonada pueden dar esos "eximios" intelectuales españoles, al hecho de que el castellano se impusiera -arrasara- a cientos de lenguas y culturas sudamericanas... Quiero creer, que no nos vacilarán con aquellos argumentos de los colonizadores y conquistadores, que aparte de su germen genocida, hoy constituirían un insulto a la inteligencia y sobre todo a los derechos humanos. Todos sabemos el origen de aquella expresión inculta y ruin, "habla en cristiano". Que conste que todavía no la han desterrado ciertos personajes "preclaros" del Reyno de Navarra. Sobran testimonios... Evidentemente, conquistadores, prelados -lengua de santos y místicos- y criollos habían decidido que, como no podía ser de otra manera, el castellano, por su grandeza, dignidad y riqueza había de ser la única lengua oficial de ultramar. Su imposición, era "sine qua non", para cumplimentar "la excelsa tarea de castellanizar al necio y desvalido indígena" Que el castellano fue "un instrumento del imperio", ya lo había soñado Nebrija. Lo que no sabemos es, si el ilustre Lebrijano contempló la sangre, el desprecio y la desolación que generó tal instrumento. Hoy por fin, parece que la ciencia y las grandes instancias del planeta, como la UNESCO, han puesto los puntos sobre las íes. Todas las lenguas no sólo son patrimonio de su pueblo respectivo, sino de la propia humanidad. Cada lengua es un compendio de las costumbres e historia de un pueblo. En cada familia de palabras de cada lengua, encontramos todo un complejo de oficios, usos, modos de vida, algunos de los cuales, la moderna tecnología ha podido sepultar en el olvido. Pero que ahí estaban, reflejando andanzas y hábitos de nuestros antepasados. Oficios del ámbito de la ferrería tan significativos para Euskalherria como errementari u olagizon, que si no han desaparecido están en trance de. Cualquier antropólogo, sabe de la importancia de tales vocablos en la fisonomía de un pueblo. Cada palabra de una lengua tiene su historia. Una historia que tanto para el filólogo como para el historiador suele ser muy reveladora debido a la riqueza del contexto de su génesis. Pensemos simplemente en el vocablo llegar. ¿Cuántos asocian su significado a la arribada de 1/3 El belicoso era Nebrija, no el castellano Josu Sorauren un barco? El barco, cuando llegaba plegaba las velas, "plicare", de ahí a plegar (que conserva el concepto original) y a llegar, para cualquier lingüista, solo existe el paso de la habitual palatalización del castellano. Digamos que una lengua es un mosaico historiado, donde cada palabra tiene su vida y su trayectoria y que entre ambas palpita la vida y la historia de un pueblo. No hace falta pues argumentar demasiado, para entender que cada lengua es un vestigio irrepetible de la historia del hombre. Por tanto, un tesoro que todos los seres humanos, como algo suyo, debieran cuidar y proteger. Evidentemente, una lengua en sí misma, no debe ser culpabilizada por la postergación o aniquilación de las otras. El único culpable es el colonizador, el invasor. Ese ser arrogante, inculto, bruto, que inhumanamente, despoja a un pueblo de su lengua, para dominarle e imponerle la suya. El castellano o el inglés, serán lenguas todo lo ricas que se quiera. El Kechua o el euskera, pongamos por caso, quizás -veríamos- no lo sean tanto, pero son la lengua madre de unos pueblos. Miren ustedes, honorables señores del instituto Cervantes y pesebreros adláteres, la madre de uno, ni es la más guapa, ni la más distinguida, pero es la suya, la más querida. Por eso, cuando los parlanchines oficiales del imperio castellano, con nauseabundo teatro, se mesan los cabellos, aludiendo al supuesto menosprecio que vascos y catalanes hacemos del castellano, te dan arcadas. Como vulgarmente se dice, mienten como bellacos. ¡Como serán tan indecentes o ciegos o facinerosos...! Tan incapaces de reconocer a qué límites de inanición, cuando no de exterminio, ha conducido su espíritu, tan español, a la lengua y cultura de tantos pueblos... Además, que constaten en cuantos enclaves de Euskalherría, encuentras alguna dificultad para desenvolverte por ignorar el Euskera. Y viceversa, en cuantos intentas relacionarte en Euskera y si no te reponden ese "habla en cristiano", te dirán que lo sienten, que no te entienden, como si estuvieras en Senegal... ¿Alguien entendería que el presidente francés no supiera francés? Pues en Vasconia, tiene bemoles que a los españoles les parezca tan normal, sus presidentes ignoran la lengua de los vascones. Unos la ignoran. Otros la desprecian cuando no la persiguen. Ni que sea un patrimonio de la humanidad, ni que sea la lengua que a pesar de tantos 2/3 El belicoso era Nebrija, no el castellano Josu Sorauren avatares, el pueblo ha podido preservar contra viento y marea y contra tortuosas legislaciones... ¡Qué ansiosos andan, sobre todo en Nafarroa, por, a pesar de las innumerables trabas, no haber podido erradicar el euskera! . ¡Serán ignorantes, brutos, cipayos del imperio... o todo al mismo tiempo! Dudo si habrá un pueblo en el planeta, donde sus dirigentes sientan tanto autoodio contra la lengua, cultura, y patrimonio de su propio pueblo. De verdad, que son españoles nadie lo duda, pero ¿serán navarros? Para ellos, especialistas en la ley del embudo, reivindicar nuestro Euskera, es politiquería, implantar todos los obstáculos "legales" para su desarrollo, apoyar y racionalizar los recursos. Luego se mofarán en sus cenáculos de las múltiples denuncias internacionales contra su meditada política "lenguicida". Juan Carlos Moreno Cabrera, catedrático de lingüística de la autónoma madrileña, después de sus difícilmente controvertibles estudios, concluye: Existe un nacionalismo lingüístico de estado... El estado ha presentado el Español como la lengua del bien común..., la superior, la que nos hace a todos iguales" , "censuro a los lingüistas, que sabiendo que es un proceso político, lo ocultan por justificar una lengua que venden como superior"... "El nacionalismos lingüístico, cree que solo hay una lengua en el estado, la española, es la concepción monolingüe del estado castellanista. Cuando el catalán (o el vasco en su caso), ocupa espacios antes ocupados (invadidos) por el castellano , (mensaje de los intelectuales de Rosa Diez) se entiende por persecución, algo estúpido y absurdo " Científicos tan eximios y honestos como Moreno Cabrera no aparecen muchos por la corte. La veracidad y la honestidad no son rentables por esas latitudes. Por aquellas y por las nuestras. Así nos va. 3/3