1. CS, 7.10.2014, Rol 11.299-2014 (Paralización proyecto el Morro) Santiago, siete de octubre de dos mil catorce. VISTOS: Se reproduce la sentencia en alzada con excepción de sus consideraciones sexta a vigésima sexta, que se eliminan. Y SE TIENE EN SU LUGAR PRESENTE: PRIMERO: Que el recurso de protección de garantías constitucionales establecido en el artículo 20 de la Constitución Política de la República constituye jurídicamente una acción de evidente carácter cautelar, destinada a amparar el legítimo ejercicio de las garantías y derechos preexistentes que en esa misma disposición se enumeran, mediante la adopción de medidas de resguardo de carácter urgente que se deben tomar ante un acto arbitrario o ilegal que impida, amague o perturbe ese ejercicio. SEGUNDO: Que en la especie el acto que se indica como contrario a derecho y cuya invalidación se solicita es la Resolución Exenta N° 232, de 22 de octubre de 2013, RCA, por la que la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Atacama aprueba, desde el punto de vista ambiental, el proyecto minero "El Morro" de la sociedad contractual minera homónima. TERCERO: Que en estos autos han solicitado cautela constitucional, mediante la presentación de fs. 67, las Comunidades Indígenas Diaguitas "Yastai de Juntas de Valeriano", "Tatul Los Perales", "Chanchoquin Chico", "Pacul de la Arena", "Sierra de Huachacan", "Placeta", "Paytepen de Chanchoquin Grande", "Chiguinto", "Chipasse Aspha", "Chipasse Ta Tatara", "Cerro Bayo Punta Negra", "Los Morados, El Corral", así como las Asociaciones Indígenas Diaguitas "Consejo Comunal Diaguita de Guascoalto", "Río Huasco" y "Chipasse Ta Maricunga" y los Presidentes y representantes de las respectivas organizaciones indígenas antes mencionadas, y por Paula Alcayaga Cayo, Doris Campillay Sierra, Antonia Mancilla Villegas, Alejandro Carmona Campillay, Artemio Quinzacaras Nuñez, Solange Bordones Cartagena, Bélgica Campillay Rojas, Oriel Campillay Cortez, Ruth Trigo Pastén, Hortensia Lemus Espinoza, Jorge Bordones Bordones, Gubier Cayo Aróstica, Paula Alcayaga Cayo, Nora Campillay Flores y Ernesto Alcayaga Aróstica. CUARTO: Que además ha deducido acción de protección de sus derechos, a través del escrito agregado a fs. 240, la "Comunidad Agrícola Diaguita Huascoaltinos". Por último, en su oportunidad también dedujeron el recurso mencionado, mediante el libelo de fs. 297, Herman Von Mayenberger Rojas, Sebastián Simón Vega y Wilhelm Franz Adolf Josef Von Mayenberger Rojas. QUINTO: Que en lo esencial las asociaciones, las comunidades indígenas diaguitas y las personas naturales mencionadas en el considerando 3° fundaron su acción en la ilegalidad de la Resolución Exenta N° 232, la que hacen residir en que se otorgó la aprobación ambiental mencionada pese a que no se les incluyó en la Consulta Indígena que resultaba obligatoria en la especie, habiéndose considerado para este fin únicamente a "Comunidad Agrícola Diaguita Huascoaltinos", que definen como un grupo humano no indígena, formado por personas pertenecientes a la etnia diaguita y por otras que no la integran. A su turno la recurrente "Comunidad Agrícola Diaguita Huascoaltinos" basó la ilegalidad alegada en que se dictó la resolución impugnada sin que se consultara a su parte en forma previa, libre e informada, conforme lo había ordenado esta misma Corte en los autos rol N°2211-2012, vulnerándose con ello además los artículos 6 y 15 del Convenio N° 169 de la OIT. Por último, los actores Von Mayenberger Rojas y Simón Vega asentaron su solicitud en la ilegalidad y arbitrariedad del proceder de la Comisión recurrida, constituidas por la falta de lógica y prudencia con que se verificó la evaluación ambiental del proyecto y porque dicha calificación no se realizó dentro del marco normativo vigente. SEXTO: Que mediante sentencia de veintiocho de abril último la Corte de Apelaciones de Copiapó rechazó todas las acciones de protección intentadas, decisión en contra de la cual se alzaron mediante sendos recursos de apelación la "Comunidad Agrícola Diaguita Huascoaltinos", como se lee a fs. 1207, y los actores individualizados en el considerando tercero. En cuanto a los requirentes de protección Herman von Mayenberger Rojas, Sebastián Simón Vega y Wilhelm Franz Adolf Josef von Mayenberger Rojas, éstos no dedujeron apelación en contra de la sentencia definitiva. SEPTIMO: Que cabe consignar que los recurrentes de protección Comunidad Agrícola Diaguita Los Huascoaltinos y Herman von Mayenberger Rojas, Sebastián Simón Vega y Wilhelm Franz Adolf Josef von Mayenberger Rojas, según consta de lo informado por la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Atacama y de la página web del Servicio de Evaluación Ambiental: ("http://seia.sea.gob.cl/expediente/expedientes.php?id_expediente=2128866505& idExpediente=2128866505"), dedujeron Recursos de reclamación ante el Comité de Ministros al tenor de lo dispuesto en el artículo 20 de la Ley N° 19.300 en contra del acto recurrido en estos autos, los que actualmente se encuentran pendientes de resolución. OCTAVO: Que establecido lo anterior es del caso destacar que, no obstante establecerse en la parte final del inciso 1° del artículo 20 de la Carta Fundamental que la interposición del recurso de protección lo es sin perjuicio de los demás derechos que puedan hacerse valer ante la autoridad o los tribunales competentes, no puede perderse de vista que a contar de la dictación de la Ley N° 20.600 de 28 de junio de 2012, que crea los tribunales ambientales, son éstos los llamados a conocer de las controversias medioambientales que se encuentren sometidas a su competencia, dentro de las cuales se encuentra por cierto la solicitud de invalidación de una Resolución de Calificación Ambiental conforme se desprende de la nueva institucionalidad ambiental y, en especial, de lo establecido en los artículos 29 y 30 bis de la Ley N° 19.300, disposiciones que permiten deducir reclamación a cualquier persona natural o jurídica cuyas observaciones no hubieren sido debidamente consideradas en los fundamentos de la resolución de calificación ambiental. En el Mensaje de la Presidenta de la República con el que se inicia el proyecto de ley que crea el Tribunal Ambiental, N°1419-357 de 28 de octubre de 2009, se expresa que: "el Ejecutivo ha accedido a la creación de un Tribunal Ambiental, pero en el contexto de un acceso a una tutela judicial efectiva por parte de los ciudadanos en estas materias, de modo de no restringir su competencia sólo al control de las decisiones de la Superintendencia, sino que también ampliarlo a todo el contencioso de la Ley N° 19.300, permitiendo de ese modo, el igual acceso a la jurisdicción a todos los ciudadanos". NOVENO: Que de lo razonado se sigue, y así lo ha sostenido esta Corte como criterio permanente, que si los reclamantes han pedido que esta Corte invalide una Resolución de Calificación Ambiental dictada por la autoridad técnica competente aduciendo que adolece de vicios de legalidad en su otorgamiento, tal pretensión, por sus características, debe ser resuelta en sede de la nueva institucionalidad a que se ha aludido, pues ella constituye la sede natural en que asuntos de esta naturaleza deben ser conocidos, salvo que se vislumbre la necesidad de adoptar alguna medida cautelar de carácter urgente. DECIMO: Que en tal sentido, y a modo meramente ejemplar, se puede citar la sentencia dictada por este tribunal en los autos rol N° 2892-2014, referidos al "Proyecto Inmobiliario Costa Laguna". En dicho fallo se sostiene que "si bien la jurisprudencia de esta Corte ha validado un intenso control sustantivo de las resoluciones de calificación ambiental, no restringiéndose únicamente a aquellos casos en que éstas habían incurrido en una manifiesta ilegalidad -ocasión en que evidentemente es procedente la acción de protección- no es posible obviar que ello pudo justificarse hasta antes de que nuestro ordenamiento jurídico a través de la Ley N° 20.600 de 2012 creara los tribunales ambientales, pues desde que éstos se instalaron y ejercen su jurisdicción constituyen la sede natural para discutir este asunto dados los términos en que se ha planteado". Abundando en dicho concepto se añadió que "la ley que creó los Tribunales Ambientales no sólo trasladó a éstos todos los asuntos contenciosos administrativos en materia ambiental que se encontraban en la Ley N° 19.300, sino además aprobó una norma -artículo 17 N° 8- que les permite conocer de acciones de impugnación en contra de un acto administrativo ambiental, entre ellos la resolución de calificación ambiental que apruebe un Estudio de Impacto Ambiental o una Declaración de Impacto Ambiental, previo agotamiento de la vía administrativa. Es ante esa jurisdicción especial y por esa vía entonces donde debe instarse por la invalidación de una resolución de calificación ambiental". Conforme a tales razonamientos se concluyó que "si los reclamantes han pedido que esta Corte invalide una resolución de calificación ambiental dictada por la autoridad técnica competente aduciendo que adolece de vicios de legalidad en su otorgamiento, tal pretensión, por sus características, debe ser resuelta en sede de la nueva institucionalidad a que se ha aludido". UNDECIMO: Que en este orden de consideraciones, cabe analizar si las ilegalidades denunciadas en el recurso de protección por los apelantes requieren de una cautela urgente e inmediata a las garantías constitucionales que denuncian como infringidas con el objeto de otorgar una protección urgente a las mismas. DUODECIMO: Que en lo que dice relación con el recurso de apelación interpuesto por las Comunidades y Asociaciones Indígenas así como por las personas naturales que se individualizan en el considerando tercero, se funda el agravio que les causa el fallo apelado en la circunstancia de no haber sido consultados conforme a lo establecido en el Convenio N°169 de la OIT, no obstante que la Resolución N°69 de 13 de marzo de 2013 de la Comisión de Evaluación Ambiental, que resuelve llevar a cabo una consulta indígena respecto al proyecto minero "El Morro", establece que la consulta se efectuará a la Comunidad Agrícola Diaguita Los Huascoaltinos y que en caso de existir otras Comunidades Indígenas susceptibles de ser afectadas por el proyecto, éstas deberán igualmente ser consultadas en la forma que se defina con ellas. Señalan que respecto de la Comunidad Agrícola Huascoaltinos, en adelante, CADHA, se realizó una consulta llevada activamente por el Servicio de Evaluación Ambiental, SEA, en tanto estos recurrentes no fueron notificados, citados ni invitados a participar del proceso, en circunstancias que manifestaron su voluntad e intención de ser informados e invitados a participar en el proceso de Consulta, según consta de correo electrónico dirigido a Conadi el día 8 de abril de 2013. Agregan que Conadi, en los Oficios N°09/2009, 08-492/2009 y 08-117/2010, reconoció que el proyecto "El Morro" se levantará en un área de influencia de comunidades indígenas diaguitas, que el pueblo diaguita tiene un carácter transhumante, que la pérdida de Quebrada Lenga puede afectar a más familias de las identificadas dado que el uso de majadas y recursos asociados se realiza bajo un sistema de posesión, no de propiedad. Por último citan el Oficio N°08-095/2011, el cual se emite como pronunciamiento de la Corporación en el Informe Consolidado de Evaluación de la Resolución de Calificación Ambiental N°49/2011 anulada por este Tribunal, en el cual se sostiene: "que el emplazamiento del proyecto minero El Morro afectará de manera directa la condición de trashumantes de los habitantes indígenas dedicados al pastoreo y la cría de ganado para su supervivencia...". Sostienen además como hecho indubitado que el sitio de emplazamiento es también lugar de morada de tres familias diaguitas, que pertenecen a las Comunidades indígenas Yastai de Juntas de Valeriano y Tatul de Los Perales recurrentes de autos. Agregan los apelantes que el criterio consistente de Conadi, a que antes se hizo referencia, cambia cuando el Director subrogante del organismo visa el Informe Consolidado de Evaluación que precede a la Resolución recurrida que aprueba ambientalmente el proyecto e informa a los sentenciadores de primer grado desconociendo los derechos de las Comunidades Indígenas Diaguitas a ser consultadas. Advierten además que el titular del proyecto en la "Actualización línea de Base de Medio Humano del Valle del Tránsito" de su Adenda cinco establece las localidades o caseríos existentes en las proximidades del área y las comunidades indígenas asociadas a éstas, que corresponden a varias de las recurrentes, señalando en la misma Adenda que ello se podría complementar en el proceso de consulta. Añaden que el proponente en la ya citada Adenda ofrece como compensación una medida voluntaria, la creación de un Fondo de Desarrollo Sustentable para las Comunidades Indígenas del Valle de El Tránsito, en consideración a que se identificó la existencia de quince comunidades indígenas en ese lugar. Indican que la Resolución N°69/2013, que dio inicio al proceso de Consulta Indígena, se publicó en el Diario Oficial de 27 de marzo de 2013 y en los diarios Chañarcillo, Atacama y Estrella del Huasco también en el mes de marzo del año citado. Por último los apelantes señalan que el proyecto genera afectación de los derechos a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, mencionando la contaminación del aire, de los recursos hídricos, efectos sobre la flora, la fauna y la biodiversidad y sobre el patrimonio arqueológico y cultural. Consideran infringidas las garantías de los numerales 2, 8, 21 y 24 del artículo 19 de la Constitución Política de la República y solicitan se deje sin efecto la Resolución de Calificación Ambiental N°232/2013 que aprobó ambientalmente el Proyecto Minero "El Morro" ordenando todas las medidas que permitan amparar los derechos constitucionales de los recurrentes. DECIMO TERCERO: Que es pertinente mencionar que este tribunal por sentencia de fecha 27 de abril de 2012, Rol N°2211-2012, confirmó la sentencia de la Corte de Apelaciones de Antofagasta de 17 de febrero de 2012, dejándose sin efecto la Resolución Exenta N°49 de 14 de marzo de 2011, dictada por la Comisión de Evaluación de la Región de Atacama que calificó favorablemente el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto "El Morro", disponiéndose en lo que interesa al análisis: "que el acto ordenado dejar sin efecto corresponde a la Resolución Exenta N° 49 de fecha 14 de marzo de dos mil once dictada por la Comisión de Evaluación Región de Atacama que califica favorablemente el Proyecto El Morro, en tanto no se subsanen las deficiencias observadas en el fundamento undécimo del fallo en alzada a las consideraciones contenidas en la letra c) en relación a la letra d) del N° 11 de dicha Resolución de Calificación Ambiental". DECIMO CUARTO: Que para claridad de lo que se resolverá es necesario hacer una síntesis, en lo que interesa al recurso, del procedimiento de evaluación de impacto ambiental de un proyecto que en los términos de la Ley N°19.300 debe someterse a Estudio de Impacto Ambiental, conforme a lo que este cuerpo legal establece. La administración del sistema de impacto ambiental, SEIA, y la coordinación de los organismos del Estado que deben otorgar los permisos y pronunciamientos correspondientes está a cargo del Servicio de Evaluación Ambiental, SEA, "lo que se ha denominado ventanilla única ambiental" ("ya que todas las autorizaciones administrativas deben solicitarse dentro del procedimiento del SEIA. Por su parte el RSEIA ha fijado un listado de permisos ambientales que deben ser obtenidos a través de este procedimiento". Bermúdez Soto, Jorge, "Fundamentos de Derecho Ambiental", Ediciones Universitarias de Valparaíso, 2007, pág. 195), en un procedimiento complejo, con un propósito integrador (en cuya virtud "se consigue que todos los aspectos ambientales (todos los elementos y medios ambientales, sus interacciones, así como los efectos que se producen sobre la calidad de vida de las personas) sean descritos, examinados y valorados" (ibíd., pág. 194). El proceso de calificación del EIA que realiza la Comisión de Evaluación considerará la opinión fundada de los organismos con competencia ambiental en las materias relativas al proyecto, para lo cual la Comisión requerirá los informes correspondientes. Los informes deben emitirse en el plazo máximo de 30 días (así el Decreto N°95 dispone en su artículo 23 que: "Los órganos de la Administración del Estado competentes que participen en la evaluación del Estudio de Impacto Ambiental, deberán informar dentro del plazo máximo de treinta días, contados desde el envío de los ejemplares") debiendo indicar fundadamente si el proyecto cumple con la normativa de carácter ambiental y si presenta algunos de sus efectos, características o circunstancias establecidas en el artículo 11 de la Ley. El SEA elabora el Informe Consolidado de Evaluación, que contiene, entre otros, los pronunciamientos ambientales fundados de los organismos con competencia que participaron en la evaluación, la evaluación técnica de las observaciones planteadas por la comunidad y los interesados cuando corresponde, así como la recomendación de aprobación o rechazo del proyecto, disponiendo al efecto el artículo 9 bis de la ley que la Comisión de Evaluación deberá aprobar o rechazar el proyecto sólo en virtud de este Informe Consolidado en lo que dice relación con los aspectos normados de la legislación ambiental vigente. Agrega la norma en su inciso segundo que el incumplimiento de lo anterior se considerará un vicio esencial del procedimiento de calificación ambiental. El procedimiento finaliza con la dictación de la Resolución de Calificación Ambiental favorable, si el EIA cumple con la normativa de carácter ambiental y haciéndose cargo de los efectos, características o circunstancias establecidas en el artículo 11, propone medidas de mitigación, compensación o reparación apropiadas. En caso contrario será rechazado. DECIMO QUINTO: Que la ley otorga a la Comisión de Evaluación la facultad de solicitar al interesado las aclaraciones, rectificaciones o ampliaciones al contenido del Estudio de Impacto Ambiental, caso en el cual deberá elaborarse un nuevo Informe Consolidado de Evaluación en el cual se incluyan las aclaraciones, rectificaciones o ampliaciones, aplicándose al efecto las disposiciones del artículo 9 bis. DECIMO SEXTO: Que el informe administrativo ha sido definido como el "acto jurídico de la Administración pública consistente en una declaración de juicio emitida por un órgano distinto de aquel a quien corresponde iniciar, instruir o resolver el procedimiento y que sirve para aportar nuevos datos al expediente o comprobar los ya existentes en el mismo". (González Pérez, Jesús, González Navarro, Francisco, "Comentarios a la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y Procedimiento Administrativo Común", Editorial Civitas Thomson Reuters, 2012, pág. 1464 y sgte.). DECIMO SEPTIMO: Que en el Informe de Conadi N°170 de 4 de febrero de este año, que rola a fs. 890 de autos, solicitado por la Corte de Apelaciones de Copiapó, se expresa que en la Resolución N°69/2013 se invitó a participar en la consulta indígena a otras comunidades distintas a la CADHA que fueran susceptibles de ser afectadas por el proyecto "ElMorro", destacando que ninguna comunidad indígena, ni persona natural, se acercó a la autoridad ambiental o a Conadi a señalar una posible afectación o su interés en participar en el proceso de consulta, concluyendo que los únicos susceptibles de ser afectados por el proyecto son la CADHA y los crianceros transhumantes que realizan actividades de pastoreo en el área de emplazamiento del Proyecto, todos pertenecientes a la Comunidad mencionada. Concluye afirmando que con ello se valida lo sostenido por esa Corporación en el procedimiento de evaluación ambiental anterior. DECIMO OCTAVO: Que a fs. 578 rola el Oficio N°00 de Conadi de 9 de octubre de 2013, en el cual la Corporación señala que revisó la Adenda - no la individualiza, pero se refiere a la N°5- y expresa su conformidad con el Estudio de Impacto Ambiental del Proyecto "El Morro", consignando como observaciones lo que se expresa en el considerando vigésimo quinto en relación a la consulta a la CADHA. Por Oficio N°564 de 21 de octubre de 2013, el Director Nacional (s) de Conadi informa a la Comisión de Evaluación que revisó el Informe Consolidado de Evaluación del Proyecto Estudio de Impacto Ambiental El Morro y que no tiene observaciones que efectuar. DECIMO NOVENO: Que surge en forma clara del tenor de los Oficios antes mencionados que se omite pronunciamiento en relación con la existencia de otras Comunidades Indígenas susceptibles de ser afectadas por el proyecto, y respecto de los recurrentes individualizados en el considerando tercero no se contienen fundamentos acerca de los motivos por los cuales no se les incluye en la consulta indígena. VIGESIMO: Que en el N°3 de la parte resolutiva de la Resolución N°69 de 2013 del Servicio de Evaluación Ambiental, Región de Atacama, que da inicio al proceso de Consulta Indígena, se expresa: "Tener presente que, sin perjuicio de lo señalado por la Excma. Corte Suprema en relación a la Comunidad Agrícola Diaguita Los Huascoaltinos, en caso de existir otras Comunidades Indígenas susceptibles de ser afectadas por el Proyecto El Morro, éstas deberán ser igualmente consultadas en la forma en que se defina con ellas, procediendo de la misma manera que en el punto precedente", y en el N°5 se dispone oficiar a la Conadi, en virtud de las funciones legales que le corresponden, a fin de que colabore con el Servicio en el desarrollo de esta instancia especial. Al tenor de estas resoluciones Conadi tuvo que informar, fundadamente, como lo exige la ley, si existían o no otras Comunidades Indígenas susceptibles de ser afectadas con el proyecto, lo que no realizó. VIGESIMO PRIMERO: Que en los Oficios de Conadi mencionados en el fundamento décimo octavo N°09-2009, 08-492/2009, 08-117/2010 y 08-095/2011 se constata que en opinión de esa Corporación el proyecto se desarrollará en un área de Influencia "de comunidades indígenas diaguitas. Se trata de personas, familias y comunidades que mantienen y practican costumbres heredadas, propias de su etnia, como la criancería y la carbonería, actividades ancestrales que abarcan un territorio cuyos límites están dados por factores ambientales expresados primordialmente en la disponibilidad de agua y pasto, y culturales, manifestados en la distribución de majadas por derecho consuetudinario. Por ello, resulta fundamental que la EIA aclare de forma indubitada, en lo que al tema indígena atañe, cual es la población que pudiera verse afectada por el proyecto o la situación en que quedarán aguadas y majadas, así como también los lugares usados para invernadas y veranadas de los animales de pastoreo, entre otras cuestiones de importancia para el medio ambiente humano" (...) "El titular debe hacerse cargo de esta realidad de los posibles impactos del Proyecto, identificando las tierras y territorios indígenas tocados directa e indirectamente, así como también qué comunidades son susceptibles de ser perturbadas por el desarrollo del mismo, apuntando el número de personas y/o familias que pueden verse afectadas: sólo de esa manera podremos saber con absoluta claridad que el Proyecto no produce una "alteración significativa de modos de vida y costumbres de grupos humanos", ni afecta a población, recursos y áreas protegidas, o el valor ambiental del territorio en que se pretende emplazar" (Oficio N°09-2009). "El proyecto El Morro se levantará en un área de influencia de comunidades indígenas diaguitas" (Oficio N°08-492/2009). "a) Como es sabido, el proyecto "El Morro" se desarrollará en un área de influencia o territorio indígena en los términos del Convenio N°169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En dicho territorio, familias y comunidades indígenas diaguitas se han dedicado desde tiempos inmemoriales a actividades como la criancería de animales" (Oficio N°08-117/2010). "De acuerdo con lo planteado, esta Corporación considera que el emplazamiento del proyecto minero El Morro afectará de manera directa la condición de trashumantes de los habitantes indígenas dedicados al pastoreo y la cría de ganado para su supervivencia, actividad que data de varias generaciones y cuyo valor sociocultural, económico y patrimonial puede ser significativo e irreversible" (Oficio N°08-095/2011) Pues bien, en el Ordinario N°00 de 9 de octubre de 2013 no se hace alusión a ellos, ni tampoco se contienen argumentos que permitan conocer, fundadamente, la razón en virtud de la cual no se consideran ahora pertinentes las observaciones en ellos contenidas. VIGESIMO SEGUNDO: Que como consecuencia de la anulación por esta Corte de la Resolución de Calificación Ambiental N°42 de 2012, la Comisión de Evaluación dictó la Resolución N°134 de 22 de junio de 2012, ordenando retrotraer el procedimiento de evaluación de impacto ambiental a la etapa de elaborar un Informe Consolidado de Solicitudes de Aclaraciones, Rectificaciones y Ampliaciones (ICSARA) N°5, en el cual se incorporó la Adenda N°5 elaborada por el proponente, en la cual éste suministró toda la información relativa a las poblaciones indígenas existentes en el área de influencia del proyecto, con indicación acerca de la forma en que el proyecto les afectará, estableciendo las medidas para impedir, mitigar o compensar dichos efectos. VIGESIMO TERCERO: Que en la Adenda N°5 sobre Actualización Línea de Base del Medio Humano del Valle del Tránsito, el proponente menciona veintidós localidades que están vinculadas al área de influencia directa del proyecto, indicando que existen quince comunidades indígenas en el Valle de El Tránsito, respecto de las cuales se manifiesta la voluntad de incorporarlas al proceso de desarrollo a realizarse una vez aprobado el proyecto. El informe de Conadi no se hace cargo de ninguno de los aspectos mencionados de la Adenda N°5. VIGESIMO CUARTO: Que en lo que dice relación con el recurso de apelación interpuesto por CADHA, ésta hace consistir el agravio en el quiebre unilateral del proceso de consulta indígena previa por parte de la autoridad y la ponderación de si esta situación se encuentra justificada desde el punto de vista de las obligaciones constitucionales, internacionales y legales que tiene el Estado para con los pueblos indígenas del país y en particular con la CADHA. Señala que la sentencia apelada no contrasta adecuadamente el estándar exigible, creación de un clima de confianza en un contexto determinado, con la conducta concreta de las partes. Agrega que el fundamento del fallo radica en que la CADHA no habría cumplido con sus obligaciones derivadas del estándar internacional de la consulta, calificando el comportamiento de su parte como "dilatorio e impositivo". Sostiene que su parte tuvo motivos plenamente justificados para cada una de las acciones que se le imputan como dilatorias e impositivas. Indica que aun cuando la CADHA no hubiera querido ser consultada, el Estado queda igual obligado a proteger los derechos de su parte y a sus tierras en cuanto Comunidad Indígena, cuestión que la RCA recurrida no cumple, ya que no hubo Consulta. Atribuye a la RCA el carácter de arbitraria por carecer de fundamento adecuado. Explicita a este respecto que la consulta era obligatoria por estar establecida en el Convenio N°169 de la OIT así como por lo dispuesto en la sentencia de este Tribunal de 27 de abril de 2012 en los autos Rol N°2211-2012, destacando que la justificación ofrecida en la RCA para no llevar a cabo la consulta se aparta de la realidad, dejando a la decisión sin el fundamento necesario. Luego hace una revisión de distintos impactos identificados en la RCA que alteran aspectos fundamentales de la territorialidad huascoaltina, entre los cuales cabe mencionar aquellos relativos a la cuenca hidrográfica y al medio humano indígena. Finalmente, invoca como infringidas las garantías constitucionales consagradas en los números 2, 24, 8, 21 y 22 del artículo 19 de la Constitución Política de la República. Solicita la revocación de la sentencia de primera instancia, la invalidación de la RCA N°232/2013 y que se ordene retrotraer el procedimiento hasta la etapa anterior al Informe Consolidado de Evaluación, imponiéndose la obligación de reanudar el proceso de consulta indígena en su etapa de planificación. VIGESIMO QUINTO: Que en el considerando décimo octavo de esta sentencia se hace alusión a los Informes N°00 y 564 de 2013, por medio de los cuales se manifiesta la opinión de la Corporación en cuanto a la Adenda N°5 del proyecto presentada por el proponente al SEA de la Región de Atacama y se visa sin observaciones el Informe Consolidado de Evaluación de 14 de octubre de 2013. En el primero de los informes, en relación con el proceso de consulta indígena a la CADHA, se expresa: "No obstante los esfuerzos realizados por la Administración en lo tocante a recabar información y establecer un dialogo genuino y de buena fé, entendiendo que resulta esencial la existencia de una actitud dialogante, para un efectivo proceso de Consulta y que en el caso concreto no se visualizó un compromiso real de compartir y poner a disposición del Servicio toda la información que resultare primordial para un adecuado diálogo que permitiera un procedimiento pleno de consulta indígena, por tanto, no se justificaba la continuidad de la medida adoptada de mantener suspendido el proceso de evaluación ambiental, en consecuencia la Comisión de Evaluación Ambiental resolvió reanudar el proceso de evaluación del "Estudio de Impacto Ambiental Proyecto El Morro" (...) "queda de manifiesto la intención por parte del Servicio de Evaluación Ambiental, de dar cumplimiento a lo ordenado por la Excma. Corte Suprema, realizando los esfuerzos necesarios para llevar a cabo un proceso de Consulta Indígena, de acuerdo a los estándares establecidos en el Convenio 169 de la OIT, entre los que destacan la buena fe, los procedimientos adecuados, realizado de manera apropiada a las circunstancias y con la institución representativa, en este caso de la Comunidad Agrícola de los Huascoaltinos, todo con el objeto de generar un dialogo y finalmente un acuerdo respecto a una medida administrativa susceptible de afectarles directamente". Luego en el Informe N°564 no hay ninguna fundamentación acerca de la razón por la cual no surgen observaciones que formular al Informe Consolidado de Evaluación ya aludido. VIGESIMO SEXTO: Que respecto del primer informe N°00/2013, a juicio de estos sentenciadores, los párrafos transcritos no constituyen una fundamentación que, en cuanto a los hechos y al derecho, alcance un estándar mínimo que permita conocer a los interesados las razones por las cuales no se justificaba la continuidad del proceso de consulta, habida consideración de lo dispuesto por este Tribunal y de lo establecido en el artículo 6 del Convenio N°169 de la OIT en cuanto a que las consultas deben efectuarse de buena fe y de una manera apropiada a las circunstancias, con la finalidad de llegar a un acuerdo o lograr el consentimiento acerca de las medidas propuestas y que éste enfatiza la necesidad de consultar antes de la prospección o explotación de minerales. El Oficio no emite pronunciamiento acerca de las razones por las cuales se califica la actividad de la CADHA y del SEA, así como de la forma en que se llevó a cabo el proceso de consulta, si éste resultaba o no apropiado y en suma la circunstancia que origina la decisión de no llevar a cabo el referido proceso de consulta indígena. VIGESIMO SEPTIMO: Que en cuanto al Informe que visa el Informe Consolidado de Evaluación, no hay pronunciamiento de Conadi en relación con los hechos y antecedentes que se describen como parte del proceso de Consulta, en relación a los cuales se cita el Informe N°00/2013 y los principios que informan la Consulta. VIGESIMO OCTAVO: Que de acuerdo a lo establecido en el artículo 11 inciso 2° de la Ley de Bases de los Procedimientos Administrativos: "Los hechos y fundamentos de derecho deberán siempre expresarse en aquellos actos que afecten los derechos de los particulares, sea que los limiten, restrinjan, priven de ellos, perturben o amenacen su legítimo ejercicio...", en tanto el artículo 41 inciso 4° del mismo cuerpo legal estatuye que: "Las resoluciones contendrán la decisión que será fundada". VIGESIMO NOVENO: Que adicionalmente los artículos 9 y 9 bis de la Ley N°19.300 exigen pronunciamientos ambientales fundados de los organismos con competencia que participaron en la evaluación en las materias relativas al proyecto. TRIGESIMO: Que en este orden de consideraciones, conforme lo ha establecido reiteradamente este Tribunal, la falta de fundamentación de los Informes N°00 y 564 de 9 y 21 de octubre de 2013, incorporados al Informe Consolidado de Evaluación de 14 de octubre de 2013, dado que incumplen los preceptos legales contenidos tanto en la Ley N°19.880 como en la Ley N°19.300, que hacen imperativa su motivación, deviene en que la opinión favorable otorgada al proyecto adolezca de un vicio que la transforma en ilegal y arbitraria. Como consecuencia de lo expuesto, la Resolución de Calificación Ambiental N°232 de 22 de octubre de 2013, que es el acto administrativo terminal recurrido en estos autos, carece también de la debida motivación e igualmente deviene en ilegal y arbitraria por carecer del sustento que la ley le impone, vulnerando la garantía establecida en el N°2 del artículo 19 de la Constitución Política de la República, toda vez que se traduce en una discriminación arbitraria respecto de los recurrentes, al desconocer que a ellos debe dárseles el mismo trato que a otras Comunidades y/o Asociaciones Indígenas y/o personas en relación a las cuales la Conadi ha informado en forma negativa la pertinencia de efectuar una Consulta Indígena o ha informado positivamente el cese de una consulta indígena en proceso de realización. TRIGESIMO PRIMERO: Que para que concluya el procedimiento administrativo establecido en la Ley N°19.300 con una Resolución de Calificación Ambiental válida es menester, como ya se explicitó, que el Informe de Conadi contenga razonamientos relativos a los fundamentos en que se basa la decisión de no considerar a los recurrentes mencionados en el fundamento tercero de este fallo en la Consulta Indígena convocada por Resolución 69/2013 y de poner fin a dicho proceso respecto de la CADHA. TRIGESIMO SEGUNDO: Que conforme a lo expuesto en el considerando undécimo, las ilegalidades de los Informes N°00 y 564 de 2013 de Conadi, que a su vez vician a este respecto la RCA recurrida en autos, hacen necesario que esta Corte otorgue cautela a los recurrentes, con el fin de dar protección a éstos para que sean tratados de igual forma que otras comunidades, asociaciones o personas indígenas que han podido conocer el fundamento del organismo informante en cuanto a no ser considerados en la Consulta Indígena Previa y de aquellas a quienes se les ha puesto término al mismo proceso. TRIGESIMO TERCERO: Que lo que se resolverá en estos autos sólo tiene por objeto dar una cautela urgente a la garantía antes señalada que este Tribunal considera vulnerada respecto de los apelantes, sin que ello pueda entenderse como una validación de la Resolución de Calificación Ambiental N°232/2013 en los otros acápites en que éstos describen afectaciones de garantías constitucionales por vicios que ellos atribuyen a la Resolución recurrida, toda vez que según lo consignado en el fundamento noveno ello tendrá que ser resuelto por los tribunales y con los procedimientos establecidos en la Ley N°20.600 sin perjuicio del agotamiento de la vía administrativa en su caso. Por estas consideraciones y lo dispuesto en el artículo 20 de la Constitución Política de la República y el Auto Acordado de esta Corte Suprema sobre la materia: I.- Se revoca la sentencia apelada de veintiocho de abril de dos mil catorce, escrita a fs. 1130, en cuanto ésta rechaza el recurso de protección interpuesto por los recurrentes las Comunidades Indígenas Diaguitas "Yastai de Juntas de Valeriano", "Tatul Los Perales", "Chanchoquin Chico", "Pacul de la Arena", "Sierra de Huachacan", "Placeta", "Paytepen de Chanchoquin Grande", "Chiguinto", "Chipasse Aspha", "Chipasse Ta Tatara", "Cerro Bayo Punta Negra", "Los Morados, El Corral", las Asociaciones Indígenas Diaguitas "Consejo Comunal Diaguita de Guascoalto", "Río Huasco" y "Chipasse Ta Maricunga", los Presidentes y representantes de las respectivas organizaciones indígenas antes mencionadas, y por Paula Alcayaga Cayo, Doris Campillay Sierra, Antonia Mancilla Villegas, Alejandro Carmona Campillay, Artemio Quinzacaras Nuñez, Solange Bordones Cartagena, Bélgica Campillay Rojas, Oriel Campillay Cortez, Ruth Trigo Pastén, Hortensia Lemus Espinoza, Jorge Bordones Bordones, Gubier Cayo Aróstica, Paula Alcayaga Cayo, Nora Campillay Flores y Ernesto Alcayaga Aróstica, y por la "Comunidad Agrícola Diaguita Huascoaltinos", y en su lugar se hace lugar al mismo, disponiéndose al efecto: a).- Dejar sin efecto los Informes de Conadi contenidos en los Oficios N°00 y 564 de 2013 en los cuales la Corporación manifiesta su conformidad con el Estudio de Impacto Ambiental del Proyecto "El Morro", y la Resolución de Calificación Ambiental N°232 de 22 de octubre de 2013 que califica favorablemente el mismo Estudio de Impacto Ambiental. b).- La Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Atacama deberá solicitar a Conadi nuevos informes, en los cuales exponga fundadamente su criterio en cuanto a la pertinencia de cancelar el proceso de Consulta Indígena dispuesto en la Resolución N°69/2013 y de no realizarla respecto de los recurrentes individualizados en el considerando tercero de esta sentencia y una vez que éstos sean evacuados, proceder a emitir una nueva Resolución de Calificación Ambiental del Estudio de Impacto Ambiental del proyecto "ElMorro" en que éste sea calificado ambientalmente acorde al mérito de los antecedentes y según el procedimiento contemplado en la Ley N°19.300. Acordada contra el voto de los Ministros Sr. Ballesteros y Sra. Egnem quienes fueron de parecer de confirmar la sentencia en alzada teniendo para ello presente los siguientes razonamientos: A.- Las consideraciones expuestas en los fundamentos primero a décimo tercero que anteceden. B.- Que acorde a lo expuesto por los propios recurrentes en sus acciones de fs. 67 y de fs. 133 y en las apelaciones de que se trata, cuyos fundamentos han sido reproducidos en los razonamientos décimo segundo y vigésimo cuarto que anteceden, y conforme a lo que se ha dejado establecido en las consideraciones octava a décima primera que anteceden, a juicio de estos sentenciadores las ilegalidades y arbitrariedades que se denuncian por los apelantes, en el evento de considerarse que ellas se configuran en el caso de autos, no requieren de una cautela inmediata y urgente que este Tribunal tenga que otorgar, razón por la cual en su concepto deben ser desechadas las impugnaciones de fs. 1207 y de fs. 1281. Regístrese y devuélvase, con sus agregados. Redacción de la Ministro María Eugenia Sandoval y de la disidencia sus autores. Rol N° 11299-2014. Pronunciado por la Tercera Sala de esta Corte Suprema integrada por los Ministros Sr. Rubén Ballesteros C., Sr. Héctor Carreño S., Sra. Rosa Egnem S., Sra. María Eugenia Sandoval G., y el Abogado Integrante Sr. Ricardo Peralta V. No firman, no obstante haber concurrido a la vista y al acuerdo de la causa, el Ministro señor Carreño y la Ministro señora Egnem por estar ambos con feriado legal. Santiago, 07 de octubre de 2014. Autoriza la Ministra de Fe de la Excma. Corte Suprema. En Santiago, a siete de octubre de dos mil catorce, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la resolución precedente. 2. CS, 22.5.2014, Rol 16.817-2013. Santiago, veintidós de mayo de dos mil catorce. Vistos: Se reproduce la sentencia en alzada con excepción de sus considerandos tercero a décimo, que se eliminan. Y se tiene en su lugar y además presente: Primero: Que el recurso de protección de garantías constitucionales establecido en el artículo 20 de la Constitución Política de la República constituye jurídicamente una acción de evidente carácter cautelar, destinada a amparar el legítimo ejercicio de las garantías y derechos preexistentes que en esa misma disposición se enumeran, mediante la adopción de medidas de resguardo de carácter urgente que se deben tomar ante un acto arbitrario o ilegal que impida, amague o perturbe ese ejercicio. Segundo: Que resulta relevante sostener que no obstante establecerse en la parte final del inciso 1° del artículo 20 de la Carta Fundamental que la interposición del recurso de protección lo es sin perjuicio de los demás derechos que puedan hacerse valer ante la autoridad o los tribunales competentes, lo que obliga a este Corte a emitir un pronunciamiento sobre el asunto sometido a su conocimiento, no puede perderse de vista que a contar de la dictación de la Ley N° 20.600, de 28 de junio de 2012, que crea los tribunales ambientales, son éstos los llamados a conocer de las controversias medioambientales que se encuentren sometidas a su competencia dentro de las cuales se encuentra por cierto la solicitud de invalidación de una resolución de calificación ambiental, conforme se desprende de la nueva institucionalidad ambiental y, en especial, de la lectura de los artículos 25 quinquies -precepto que contempla la revisión de la Resolución de Calificación Ambiental durante la etapa de ejecución del proyecto-, 26 y 28 -normas que establecen la obligación de publicitar tanto el proceso de calificación ambiental como su resolución final- y 30 bis de la Ley N° 19.300 -disposición que permite deducir reclamación a cualquier persona natural o jurídica cuyas observaciones no hubieren sido debidamente consideradas en los fundamentos de la resolución de calificación ambiental. Tercero: Que tratándose de la garantía consagrada en el artículo 19 N° 8 de la Carta Fundamental, el inciso segundo del artículo 20 del mismo cuerpo de normas dispone que el recurso de protección procederá cuando el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación sea afectado por un acto u omisión ilegal imputable a una autoridad o persona determinada, descartando la arbitrariedad y restringiendo con ello el análisis jurídico únicamente a determinar la legalidad del acto u omisión denunciado. Cuarto: Que en la especie el acto que se indica como contrario a derecho es la Resolución N° 154/2013, de fecha 20 de junio de 2013, por la que la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Antofagasta calificó como ambientalmente favorable el proyecto "Ampliación Planta de Secado y Compactado de Cloruro de Potasio" de la empresa minera S.Q.M. Salar S.A. Quinto: Que respecto de la legalidad del acto antes individualizado es menester tener en consideración, en primer término, que el artículo 10 de la Ley N° 19.300 establece una enumeración de cuáles son los proyectos o actividades susceptibles de causar impacto ambiental, en cualesquiera de sus fases, que deben someterse al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, no existiendo discusión en autos acerca del hecho que el proyecto llevado a cabo por S.Q.M. Salar S.A., denominado "Ampliación Planta de Secado y Compactado de Cloruro de Potasio", se encuentra dentro de aquellos sujetos a dicho control por la autoridad ambiental, radicando la controversia en dilucidar si el mismo debió ser objeto de un Estudio de Impacto Ambiental o si -como ocurrió en la especie- bastaba con una Declaración de Impacto Ambiental. Sexto: Que para tal efecto conviene tener en consideración que el artículo 11 de la antes citada ley, preceptúa: "Los proyectos o actividades enumerados en el artículo 10 requerirán la elaboración de un Estudio de Impacto Ambiental, si generan o presentan a lo menos uno de los siguientes efectos, características o circunstancias: a) Riesgo para la salud de la población, debido a la cantidad y calidad de efluentes, emisiones o residuos; b) Efectos adversos significativos sobre la cantidad y calidad de los recursos naturales renovables, incluidos el suelo, agua y aire; c) Reasentamiento de comunidades humanas, o alteración significativa de los sistemas de vida y costumbres de grupos humanos; d) Localización en o próxima a poblaciones, recursos y áreas protegidas, sitios prioritarios para la conservación, humedales protegidos y glaciares, susceptibles de ser afectados, así como el valor ambiental del territorio en que se pretende emplazar; e) Alteración significativa, en términos de magnitud o duración, del valor paisajístico o turístico de una zona, y f) Alteración de monumentos, sitios con valor antropológico, arqueológico, histórico y, en general, los pertenecientes al patrimonio cultural. Para los efectos de evaluar el riesgo indicado en la letra a) y los efectos adversos señalados en la letra b), se considerará lo establecido en las normas de calidad ambiental y de emisión vigentes. A falta de tales normas, se utilizarán como referencia las vigentes en los Estados que señale el reglamento." Séptimo: Que junto al marco normativo aplicable, resulta necesario efectuar una síntesis de los hechos anteriores a la dictación del acto atacado: 1.- Con fecha 19 de octubre de 2006, mediante la Resolución Exenta N° 226/2006, la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región Antofagasta calificó como ambientalmente favorable el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto "Cambios y Mejoras de la Operación Minera en el Salar de Atacama", emplazado en el mismo territorio en el que se sitúa el proyecto cuya calificación ambiental favorable es cuestionada por los actores; 2.- El día 07 de diciembre de 2012 la empresa S.Q.M. Salar S.A. presentó ante la autoridad ambiental una Declaración de Impacto Ambiental y sus Adendas del Proyecto "Ampliación Planta de Secado y Compactado de Cloruro de Potasio", proyecto que se encuentra incluido dentro del listado que el Servicio de Evaluación Ambiental publicó en el Diario Oficial de fecha 02 de enero de 2013, según consta a fs. 229 del cuaderno de documentos; 3.- En sesión de fecha 11 de diciembre de 2012 el Comité Técnico de Evaluación de la Región de Antofagasta revisó los antecedentes del referido proyecto, para los efectos de verificar el cumplimiento de los presupuestos establecidos en los artículos 12 y 13 de la Ley N° 19.300, acogiendo a tramitación la declaración que lo contiene, teniendo en especial consideración, entre otros, los siguientes factores: a) Que la empresa a cargo del proyecto presentó un análisis respecto de la inexistencia de los efectos, características o circunstancias del artículo 11 de la Ley N° 19.300 antes transcrito; b) El hecho de no ser evidente que el proyecto hubiese requerido ser presentado mediante un Estudio de Impacto Ambiental; c) Que se contenía un listado de los permisos ambientales sectoriales aplicables y los antecedentes asociados a los requisitos y exigencias para el respectivo pronunciamiento; d) Que se efectuaba una descripción del proyecto y se indicaba la normativa ambiental aplicable y la forma en que ésta se cumpliría. 4.- Durante el proceso de evaluación de la Declaración de Impacto Ambiental participaron, formulando observaciones y pronunciamientos, distintos Órganos de la Administración del Estado, elaborándose un informe consolidado que fue conocido por la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región Antofagasta, entidad que tomó su acuerdo con fecha 06 de junio de 2013; 5.- Además, en el desarrollo de dicho proceso, los recurrentes remitieron una carta a doña Liliana Cortez Cruz, Jefe de la Oficina de Asuntos Indígenas de la Conadi, solicitándole que integrara su exigencias al expediente de evaluación ambiental, así como también dirigieron otra misiva en similares términos a la Municipalidad de San Pedro de Atacama, no constando en el expediente administrativo de evaluación ambiental que se hubiesen efectuado por parte de los actores observaciones al proyecto ni menos que pidieran la realización de un proceso de participación ciudadana. Octavo: Que también resulta conveniente destacar que habiéndose solicitado informe por la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Antofagasta a la Conadi, esta última, por medio de oficio de fecha 15 de marzo de 2013, rolante a fojas 148, manifestó su conformidad con la Declaración de Impacto Ambiental de autos, toda vez que en su entender el proyecto estaba planificado para desarrollarse en el mismo terreno de propiedad de S.Q.M. Salar, de lo que desprendió que no se provocarían nuevos impactos negativos sobre el territorio cercano y sus componentes, informe favorable que se encuentra en sintonía con el que rola a fojas 336 de estos autos, por el que la misma institución indica que no cuenta con antecedentes ciertos y efectivos que permitan determinar que el proyecto en cuestión afecte a las comunidades indígenas cercanas, toda vez que no existiría alteración de las aguas ni de las tierras que los recurrentes denuncian como afectadas por cuanto éstas corresponden a la empresa S.Q.M. S.A., ratificando además lo ya dicho en su oficio de 15 de marzo de 2013. Noveno: Que, según se lee de la Resolución de Calificación Ambiental rolante a fojas 239, la recurrida para calificar como ambientalmente favorable el proyecto antes citado tuvo en especial consideración que conforme consta de los antecedentes que forman parte del expediente de evaluación, principalmente de los informes técnicos, observaciones y pronunciamiento emanados de los Órganos de la Administración que participaron del proceso, el mismo no generará ni presentará ninguno de los efectos, características y circunstancias a que se refiere el artículo 11 de la Ley N° 19.300. Décimo: Que entrando de lleno al análisis de la primera de las cuestiones sometidas a la decisión del tribunal, ilegalidad en el actuar de la recurrida al no someter la modificación de proyecto planteada por Soquimich S.A. a un Estudio de Impacto Ambiental, de la que sí fue objeto el proyecto original, es necesario tener presente que el artículo 11 ter de la Ley N° 19.300 prescribe: "En caso de modificarse un proyecto o actividad, la calificación ambiental deberá recaer sobre dicha modificación y no sobre el proyecto o actividad existente, aunque la evaluación de impacto ambiental considerará la suma de los impactos provocados por la modificación y el proyecto o actividad existente para todos los fines legales pertinentes." Undécimo: Que de la lectura de dicho precepto se desprende que el modelo normativo sobre el que se erige el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental parte de la lógica que la decisión de la autoridad administrativa, en orden a utilizar un Estudio de Impacto Ambiental o una Declaración de Impacto Ambiental, depende de un criterio normativo distinto de la modificación de los impactos ya identificados por el proyecto primitivo, sobre todo si se considera que un proyecto que modifica a otro debe necesariamente hacerse cargo de los impactos acumulativos. Tal argumentación se encuentra por lo demás refrendada en la propia historia de la Ley N° 20.417, en la que se señaló: "primero, se suman los efectos de un proyecto respecto a los otros. Y lo mismo en cuanto a la modificación de un proyecto; o sea, si un proyecto ingresa y es modificado, se suman los efectos adicionales que la nueva implementación va a significar, debiendo considerarse además las resoluciones de calificaciones ambientales." (Historia de la Ley N° 20.417, p. 1891). Décimo Segundo: Que sobre la decisión de la autoridad administrativa en orden a optar por uno o por otro instrumento de evaluación es menester señalar que si bien se está en presencia de una actividad de carácter valorativo, no por ello ésta se transforma en una potestad meramente discrecional, toda vez que conforme se desprende de la lectura de los artículos pertinentes de la Ley de Bases Generales del Medio Ambiente, los efectos, circunstancias y características que hacen exigible la presentación de un Estudio de Impacto Ambiental están planteados sobre conceptos normativos a los que ésta hace alusión como parámetros de regulación, conceptos que por lo mismo están afectos a un control de legalidad, en cuanto la determinación de la existencia de efectos adversos se efectúa teniendo en consideración el cumplimiento de dichos parámetros. Décimo Tercero: Que de lo anteriormente expuesto y razonado se colige que tanto el proyecto original como su modificación pueden ser calificados de manera independiente y a través de procedimientos distintos por la autoridad ambiental, siempre y cuando se tenga en consideración el impacto total que la suma de ambos pueda generar al medio ambiente -lo que habría ocurrido en la especie conforme no sólo se desprende de la propia resolución impugnada, sino que también de los informes emitidos por las distintas reparticiones públicas que participaron del proceso de evaluación, lo que se lee a fojas 199 y siguientes del cuaderno de documentos-, por lo que el obrar de la recurrida, en orden a no exigir respecto del emprendimiento "Ampliación Planta de Secado y Compactado de Cloruro de Potasio" un Estudio de Impacto Ambiental, por no estimarlo procedente, se ajusta a derecho en cuanto se trata de una decisión adoptada por la autoridad competente, en ejercicio de sus facultades, sobre parámetros establecidos por el ordenamiento jurídico y, por ende, no puede ser considerado ilegal por dicha razón. Décimo Cuarto: Que respecto del segundo aspecto de la ilegalidad planteada, que dice relación con el no sometimiento de la modificación del proyecto a un Estudio de Impacto Ambiental por darse cada uno de los supuestos contenidos en las letras d), e) y f) del artículo 11 de la Ley N° 19.300, conviene reiterar que el citado precepto, al indicar cuáles son los proyectos que necesariamente requieren de un Estudio de Impacto Ambiental, establece: "Los proyectos o actividades enumerados en el artículo precedente requerirán la elaboración de un Estudio de Impacto Ambiental, si generan o presentan a lo menos uno de los siguientes efectos, características o circunstancias: d) Localización en o próxima a poblaciones, recursos y áreas protegidas, sitios prioritarios para la conservación, humedales protegidos y glaciares, susceptibles de ser afectados, así como el valor ambiental del territorio en que se pretende emplazar; e) Alteración significativa, en términos de magnitud o duración, del valor paisajístico o turístico de una zona, y f) Alteración de monumentos, sitios con valor antropológico, arqueológico, histórico y, en general, los pertenecientes al patrimonio cultural." Décimo Quinto: Que sobre el particular y tal como se adelantó en el motivo octavo, la Conadi ha informado a fojas 336 ratificando lo obrado en su Ordinario N° 57 de 15 de marzo de 2013, rolante a fojas 148, oportunidad en la que manifestó su conformidad con el proyecto, toda vez que las distancias que median entre la planta de secado y compactado de cloruro de potasio y las comunidades indígenas de Peine y de Socaire son de 35 y 47 kilómetros, respectivamente; que respecto de la probable afectación que ésta ocasionaría al territorio ancestral y patrimonial atacameño, indica que no existen antecedentes ciertos y efectivos que permitan establecerla; y que no ha existido alteración de las aguas y tierras que los actores denuncian como afectadas, antecedentes que en opinión de esta Corte son más que suficientes para desvirtuar las alegaciones planteadas por los recurrentes y estimar que el proyecto "Ampliación Planta de Secado y Compactado de Cloruro de Potasio" no requería de un Estudio de Impacto Ambiental, por no concurrir a su respecto ninguno de los presupuestos exigidos por el artículo citado en la consideración que antecede. Décimo Sexto: Que respecto de la última de las alegaciones vertidas por los actores en su recurso, consistente en no haberse consultado a los pueblos indígenas directamente afectados por el proyecto calificado como ambientalmente favorable, es necesario señalar, en primer término, que conforme fluye de la lectura del recurso intentando en autos, en especial de lo referido a fojas 74, y de la publicación del proyecto respectivo en el Diario Oficial, con fecha 02 de enero de 2013, por el Servicio de Evaluación Ambiental, los recurrentes no obstante estar en pleno conocimiento de la tramitación ante la institucionalidad ambiental del proyecto presentado por S.Q.M. Salar S.A., ninguna gestión realizaron ante la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región Antofagasta en orden a hacer valer su pretensiones pese a que el Sistema de Evaluación Ambiental contempla los mecanismos pertinentes para ello, limitándose a remitir sendas cartas a la Conadi y al Municipio de San Pedro de Atacama, de lo que se colige que mal pudieron tenerse en consideración sus planteamientos si los mismos no fueron hechos valer en las instancias pertinentes estando los actores, como ya se dijo, en conocimiento de la tramitación del proyecto que consideran como causante de una afectación a sus intereses, impidiendo con ello que sus observaciones fueren tenidas en cuenta al momento de resolver. Décimo Séptimo: Que a lo anterior se debe adicionar que conforme el artículo 6° del Convenio N° 169 de la OIT, tal consulta es procedente cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectarles directamente, afectación que de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 7° del mismo Convenio se produce cuando se ven modificadas sus vidas, creencias, instituciones y bienestar espiritual, las tierras que ocupan o utilizan de alguna manera, y la posibilidad de controlar, en la medida de lo posible, su propio desarrollo económico, social y cultural, hipótesis que no se verifican en la especie, toda vez que como ya se expuso en el motivo Décimo Quinto no se vislumbra cómo el proyecto en cuestión pudiese afectar a las comunidades indígenas que accionaron por esta vía, no encontrándose esta Corte, en consecuencia, en posición de adoptar medida alguna tendiente a otorgar cautela a los recurrentes. Décimo Octavo: Que de acuerdo con lo antes razonado no se ha acreditado en la especie la existencia de un acto ilegal que afecte la garantía constitucional consistente en el Derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, por lo que el mismo será rechazado en dicho capítulo. Décimo Noveno: Que respecto de las restantes garantías fundamentales que se refieren como infringidas por los actores -derecho a la igualdad ante la ley y a la propiedad-, no habiéndose desarrollado en el recurso el modo en que las mismas se verían conculcadas con el actuar de los recurridos ni vislumbrándose ello del mérito de los antecedentes, la acción constitucional será igualmente desestimada en lo referente a dichos acápites. Por estas consideraciones y de conformidad con lo que dispone el artículo 20 de la Constitución Política de la República y el Auto Acordado de esta Corte sobre la materia, se revoca la sentencia apelada de tres de diciembre de dos mil trece, escrita a fojas 203 y en su lugar se declara que se rechaza el recurso de protección deducido en lo principal de la presentación de fojas 62. Regístrese y devuélvase. Redacción a cargo del Ministro Sr. Pierry. Rol N° 16817-2013. Pronunciado por la Tercera Sala de esta Corte Suprema integrada por los Ministros Sr. Rubén Ballesteros C., Sr. Héctor Carreño S., Sr. Pedro Pierry A., Sra. María Eugenia Sandoval G., y el Abogado Integrante Sr. Jorge Lagos G. No firma, no obstante haber concurrido al acuerdo de la causa, el Ministro señor Carreño por estar en comisión de servicios. Santiago, 22 de mayo de 2014. Autoriza la Ministra de Fe de la Excma. Corte Suprema. En Santiago, a veintidós de mayo de dos mil catorce, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la resolución precedente. 3. CS, 6.8.2014, Rol 11.947-2014. Santiago, seis de agosto de dos mil catorce. Vistos: Se reproduce la sentencia en alzada con excepción de sus considerandos cuarto, quinto, sexto, octavo y noveno, que se eliminan. Y se tiene en su lugar y además presente: Primero: Que el recurso de protección de garantías constitucionales establecido en el artículo 20 de la Constitución Política de la República constituye jurídicamente una acción constitucional destinada a amparar el legítimo ejercicio de las garantías y derechos preexistentes que en esa misma disposición se enumeran, mediante la adopción de medidas de resguardo de carácter urgente que se deben tomar ante un acto arbitrario o ilegal que impida, amague o perturbe ese ejercicio. Segundo: Que como el fallo en alzada lo expresa, del mérito de los antecedentes reunidos en la tramitación del presente recurso fluye que no ha sido posible establecer que la parte recurrida haya efectivamente incurrido en actos u omisiones arbitrarias o ilegales que conculquen los derechos reclamados. En efecto, habiendo acusado el recurrente la falta de permisos de construcción y la omisión de una resolución de calificación ambiental que autorice el proyecto aludido en el recurso, la Dirección de Obras Municipales de la comuna de San Pedro de la Paz, mediante oficio de fojas 106, ha informado que atendida la naturaleza de las obras ejecutadas por el recurrido, ellas no pueden considerarse como edificaciones, por lo que están fuera del ámbito de aplicación del artículo 116 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones. Por su parte, el Servicio de Evaluación Ambiental señaló en su informe de fojas 167 que por no contar con los antecedentes necesarios, no le es posible informar sobre la pertinencia de que las obras materia de autos deban someterse al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental. Tercero: Que en relación a la necesidad esgrimida en torno al ingreso de las obras materia del recurso al Sistema de Evaluación Ambiental cabe destacar, en lo que respecta a la inquietud del recurrente, que con la nueva institucionalidad ambiental configurada hoy con las modificaciones introducidas a la Ley N° 20.417, de 26 de enero de 2010, que creó entre otros organismos el Servicio de Evaluación Ambiental y la Superintendencia del Medio Ambiente y la dictación de la Ley N° 20.600 de 2012, que creó los Tribunales Ambientales, resulta claro que un conflicto como el que se plantea en autos reconoce, entre las etapas previas de la sustanciación administrativa del mismo, la denuncia a la Superintendencia del Medio Ambiente, entre otros casos, cuando se consideren incumplidas normas ambientales. El texto del artículo 21 de la Ley N° 20.417 previene, en lo que interesa, que: "Cualquier persona podrá denunciar ante la Superintendencia el incumplimiento de instrumentos de gestión ambiental...y normas ambientales, debiendo ésta informar sobre los resultados de la denuncia en un plazo no superior a 60 días hábiles". Ahora bien, del punto de vista del titular del proyecto, este tendrá siempre disponible la opción de la consulta al Servicio de Evaluación Ambiental acerca de la pertinencia del ingreso del mismo al Sistema de Evaluación Ambiental, materia que no es posible de ser resuelta en este procedimiento de cautela. Cuarto: Que como se observa, la contienda traída a esta sede, por su naturaleza, no corresponde a una materia que deba ser dilucidada por la vía de la presente acción cautelar, en tanto ésta no constituye una instancia de declaración de derechos sino que de protección de aquellos que, siendo preexistentes e indubitados, se encuentren afectados por alguna acción u omisión ilegal o arbitraria y, por ende, en situación de ser amparados, presupuesto indispensable que en la especie no se configura. Quinto: Que en virtud de lo razonado el presente recurso de protección no está en condiciones de prosperar, sin perjuicio de otros derechos y acciones que pudieren asistir al recurrente. Por estas consideraciones y de conformidad con lo que dispone el artículo 20 de la Constitución Política de la República y el Auto Acordado de esta Corte sobre la materia, se confirma la sentencia apelada de veintitrés de mayo de dos mil catorce, escrita a fojas 169. Regístrese y devuélvase con sus agregados. Redacción a cargo de la Ministro Sr. Egnem. Rol N° 11947-2014. Pronunciado por la Tercera Sala de esta Corte Suprema integrada por los Ministros Sr. Rubén Ballesteros C., Sr. Patricio Valdés A., Sr. Héctor Carreño S., Sr. Pedro Pierry A., y Sra. Rosa Egnem S. No firma, no obstante haber concurrido al acuerdo de la causa, el Ministro señor Ballesteros por estar con licencia médica. Santiago, 06 de agosto de 2014. Autoriza la Ministra de Fe de la Excma. Corte Suprema. En Santiago, a seis de agosto de dos mil catorce, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la resolución precedente. 4. CS, 12.8.2014, Rol 17.120-2013. Santiago, doce de agosto de dos mil catorce. A fojas 1534, 1539 y 1542: a todo, estése al mérito de autos. Vistos: Se reproduce la sentencia en alzada con excepción de sus considerandos undécimo a cuadragésimo, que se eliminan. Y se tiene en su lugar presente: Primero: Que el recurso de protección de garantías constitucionales establecido en el artículo 20 de la Constitución Política de la República constituye jurídicamente una acción de evidente carácter cautelar, destinada a amparar el legítimo ejercicio de las garantías y derechos preexistentes que en esa misma disposición se enumeran, mediante la adopción de medidas de resguardo de carácter urgente que se deben tomar ante un acto arbitrario o ilegal que impida, amague o perturbe ese ejercicio. Segundo: Que tratándose de la garantía consagrada en el artículo 19 N° 8 de la Carta Fundamental, el inciso segundo del artículo 20 del texto constitucional dispone que el recurso de protección procederá cuando el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación sea afectado por un acto u omisión ilegal imputable a una autoridad o persona determinada, descartando la arbitrariedad y restringiendo con ello el análisis jurídico únicamente a determinar la legalidad del acto u omisión denunciado. Tercero: Que en la especie el acto que se indica como contrario a derecho y cuya invalidación se solicita es la Resolución de fecha 19 de Agosto de 2013, por la que la que la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Arica y Parinacota calificó como ambientalmente favorable el proyecto "Manganeso Los Pumas", presentado por la sociedad denominada Minera Hemisferio Sur S.C.M. Cuarto: Que sobre el particular resulta relevante sostener que no obstante establecerse en la parte final del inciso 1° del artículo 20 de la Carta Fundamental que la interposición del recurso de protección lo es sin perjuicio de los demás derechos que puedan hacerse valer ante la autoridad o los tribunales competentes, no puede perderse de vista que a contar de la dictación de la Ley N° 20.600, de 28 de junio de 2012, que crea los Tribunales Ambientales, son éstos los llamados a conocer de las controversias medioambientales sometidas a su competencia, dentro de las cuales se encuentra -por cierto- la solicitud de invalidación de una resolución de calificación ambiental conforme se desprende de la nuevainstitucionalidad ambiental y, en especial, de la lectura de los artículos 25 quinquies, precepto que contempla la revisión de la Resolución de Calificación Ambiental durante la etapa de ejecución del proyecto; artículos 26 y 28, normas que establecen la obligación de publicitar tanto el proceso de calificación ambiental como su resolución final, y artículos 29 y 30 bis de la Ley N° 19.300, disposiciones que permiten deducir reclamación a cualquier persona natural o jurídica cuyas observaciones no hubieren sido debidamente consideradas en los fundamentos de la resolución de calificación ambiental. Quinto: Que de lo razonado se sigue que si los reclamantes han pedido que esta Corte invalide una resolución de calificación ambiental dictada por la autoridad técnica competente aduciendo que adolece de vicios de legalidad en su otorgamiento, tal pretensión, por sus características, debe ser resuelta en sede de la nueva institucionalidad a que se ha aludido, tanto más si no se vislumbra en el presente caso quebrantamiento de un derecho que haya de restablecerse mediante la acción de protección cautelar urgente que ha sido intentada. Sexto: Que, a mayor abundamiento, lo antes argumentado encuentra su ratificación empírica en cuanto revisado el sitio web de Sistema de Evaluación Ambiental aparece que los recurrentes, Junta de Vigilancia del Río Lluta, Ilustre Municipalidad de Putre y Junta de Vecinos N°1 de la misma comuna, dedujeron sendos recursos de reclamación en contra de la Resolución de Calificación Ambiental objeto de estos autos, los que se encuentran actualmente en tramitación ante el Comité de Ministros referido en el artículo 20 de la Ley N° 19.300, por lo que la materia en examen está sometida al procedimiento adecuado que otorga a las partes las máximas garantías a fin de hacer valer sus pretensiones y derechos, razón en virtud de la cual el presente recurso extraordinario, al haber perdido su real objetivo atendida su índole y naturaleza, no puede prosperar. Séptimo: Que respecto de las restantes garantías fundamentales que se refieren como infringidas por los actores -derechos a la vida, a la igualdad ante la ley y a la propiedad, además de la libertad de culto-, no habiéndose desarrollado en los recursos el modo en que las mismas se verían conculcadas con el actuar de los recurridos ni vislumbrándose ello del mérito de los antecedentes, la acción constitucional será igualmente desestimada en lo referente a dichos acápites. Por estas consideraciones y de conformidad con lo que dispone el artículo 20 de la Constitución Política de la República y el Auto Acordado de esta Corte sobre la materia, se revoca la sentencia apelada de veinticinco de noviembre de dos mil catorce, escrita a fojas 1367 y en su lugar se resuelve que se rechazan los recursos de protección deducidos en lo principal de las presentaciones de fojas 118, 398, 661, 690 y 723 bis. Regístrese y devuélvase. Redacción a cargo del Abogado Integrante Sr. Prieto. Rol N° 17120-2013. Pronunciado por la Tercera Sala de esta Corte Suprema integrada por los Ministros Sr. Rubén Ballesteros C., Sr. Héctor Carreño S., Sr. Pedro Pierry A., Sra. Rosa Egnem S., y el Abogado Integrante Sr. Alfredo Prieto B. No firma, no obstante haber concurrido al acuerdo de la causa, el Abogado Integrante señor Prieto por estar ausente. Santiago, 12 de agosto de 2014. Autoriza la Ministra de Fe de la Excma. Corte Suprema. En Santiago, a doce de agosto de dos mil catorce, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la resolución precedente. 5. CS, 21.8.2014, Rol 8774-2014 Santiago, veintiuno de agosto de dos mil catorce. A fojas 561: no ha lugar. Vistos: Se reproduce la sentencia en alzada con las siguientes modificaciones: A.) En el párrafo segundo del fundamento cuarto sustitúyese la expresión "materias recurridas", por "materias objeto del recurso". B.) Suprímese el párrafo segundo del fundamento séptimo. C.) En el subtítulo que precede al fundamento octavo, signado con la letra b), sustitúyese "del recurso recursivo" por "del derecho al ejercicio recursivo". D.) En el motivo undécimo, reemplazase "ella" por "la Resolución de Calificación Ambiental impugnada". E.) Elimínanse el párrafo final de la letra d) del motivo décimo cuarto. F.) Suprímense los párrafos segundo a sexto del fundamento vigésimo cuarto. G.) Elimínanse los fundamentos noveno, décimo, décimo quinto a décimo séptimo, décimo noveno a vigésimo tercero, vigésimo quinto, vigésimo sexto a vigésimo noveno, del trigésimo primero al trigésimo cuarto y del trigésimo sexto al cuadragésimo. Y se tiene en su lugar y además presente: Primero: Que el recurso de protección de garantías constitucionales establecido en el artículo 20 de la Constitución Política de la República constituye jurídicamente una acción de evidente carácter cautelar, destinada a amparar el legítimo ejercicio de las garantías y derechos preexistentes que en esa misma disposición se enumeran, mediante la adopción de medidas de resguardo de carácter urgente que se deben tomar ante un acto arbitrario o ilegal que impida, amague o perturbe ese ejercicio. Segundo: Que en la especie el acto que se indica como contrario a derecho y cuya invalidación se solicita es la Resolución de fecha 16 de septiembre de 2013, por la que la que la Comisión de Evaluación Ambiental del Servicio de Evaluación Ambiental de la Región de Aysén, calificó como ambientalmente favorable el proyecto "Central Hidroeléctrica Cuervo", presentado por la sociedad Energía Austral S.P.A., acto que en concepto de los recurrentes, -siendo ilegal y arbitrarioamenaza el derecho a la vida e integridad física , así como vulnera también la garantía de igualdad ante la ley y el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, consagrados en el artículo 19 N° 1, 2 y 8, respectivamente, de la Constitución Política de la República. Tercero: Que en lo que concierne a la garantía consagrada en el artículo 19 N° 8 de la Carta Fundamental es necesario precisar que el inciso segundo del artículo 20 del Texto Constitucional dispone que el recurso de protección procederá cuando el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación sea afectado por un acto u omisión ilegal, imputable a una autoridad o persona determinada, descartando la redacción del texto el elemento arbitrariedad y restringiendo con ello el análisis jurídico únicamente a determinar la legalidad del acto u omisión denunciado. Cuarto: Que sobre el particular resulta relevante hacer constar que no obstante establecerse en la parte final del inciso 1° del artículo 20 de la Carta Fundamental que la interposición del recurso de protección lo es sin perjuicio de los demás derechos que puedan hacerse valer ante la autoridad o los tribunales competentes, no puede perderse de vista que a contar de la dictación de la Ley N° 20.600, de 28 de junio de 2012, que crea los tribunales ambientales, son éstos los llamados a conocer de las controversias medioambientales que se encuentren sometidas a su competencia dentro de las cuales se encuentra por cierto la solicitud de invalidación de una resolución de calificación ambiental, conforme se desprende de la nueva institucionalidad ambiental y, en especial, de la lectura de los artículos 25 quinquies -precepto que contempla la revisión de la resolución de calificación ambiental durante la etapa de ejecución del proyecto-; 26 y 28, normas éstas que establecen la obligación de publicitar tanto el proceso de calificación ambiental como su resolución final, y 29 y 30 bis de la Ley N° 19.300, disposiciones que permiten deducir reclamación a cualquier persona natural o jurídica cuyas observaciones no hubieren sido debidamente consideradas en los fundamentos de la resolución de calificación ambiental. Quinto: Que de lo razonado se sigue que si la Corporación, Fiscalía del Medio Ambiente y demás recurrentes han pedido que esta Corte invalide una resolución de calificación ambiental dictada por la autoridad técnica competente aduciendo que adolece de vicios de legalidad en su otorgamiento, tal pretensión, por sus características, debe ser resuelta en sede de la nueva institucionalidad a que se ha aludido, tanto más si no se vislumbra en el presente caso quebrantamiento alguno de un derecho que haya de restablecerse de manera urgente mediante la acción cautelar intentada, sin perjuicio de las medidas a que se refieren los motivos cuadragésimo primero y cuadragésimo segundo del fallo en alzada, las que se mantendrán. Sexto: Que, a mayor abundamiento, lo antes argumentado encuentra su ratificación en cuanto revisado el sitio web de Sistema de Evaluación Ambiental es posible advertir que se ha deducido una serie de recursos de reclamación en contra de la Resolución de Calificación Ambiental objeto de estos autos -algunos de ellos intentados por personas naturales que se hicieron parte del presente recurso de protección-, reclamaciones todas que se encuentran actualmente en tramitación ante el Comité de Ministros referido en el artículo 20 de la Ley N° 19.300, por lo que la materia en examen está sometida al procedimiento adecuado que otorga a las partes las máximas garantías a fin de hacer valer sus pretensiones y derechos, razón en virtud de la cual el presente recurso extraordinario, al haber perdido su real objetivo atendida su índole y naturaleza, no puede prosperar. Séptimo: Que no obstante lo recién concluido en cuanto a que lo relativo a los riesgos y peligros del proyecto materia de autos -detallados en el recurso y que en concepto de los recurrentes amenazan o afectan las garantías que el libelo particulariza-, integra una materia que en su dimensión técnica, como ya se indicó, escapa al ámbito de esta acción constitucional, preciso es hacerse cargo y consignar -ya al margen de la discusión técnica- que uno de los capítulos medulares del arbitrio en análisis tiene su fundamento en la aseveración de haberse incumplido con la dictación de la Resolución de Calificación Ambiental impugnada- la orden expedida por esta Corte Suprema en la sentencia de fecha 11 de mayo de 2012, dictada en los autos Ingreso Corte N° 2463-2012. En lo resolutivo de ese fallo, y dando aplicación al principio preventivo que inspira la normativa medioambiental, se decidió que la entidad titular del proyecto "Central Hidroeléctrica Cuervo", previo a pasar el estudio de impacto ambiental a la Comisión de Impacto Ambiental para los efectos de la aprobación o rechazo de dicho proyecto, debía realizar el estudio de suelo indicado por el SERNAGEOMIN. En el motivo octavo del mismo fallo se aludió al informe del SERNAGEOMIN aparejado a fojas 101, en el que se condicionó el proyecto a la realización de una "predicción y evaluación de impactos y situaciones de riesgo", puesto que debido al fenómeno de flujos piroclásticos -gases volcánicos- y su potencial acceso al río Tabo, "se requiere que el titular del proyecto presente a la autoridad competente un estudio de detalle de las erupciones holocenas enfocado a los depósitos piroclásticos (...), ello en el entorno inmediato del volcán Cay". Se añadió que conforme a los resultados de ese estudio de suelo debería proponerse el plan de prevención correspondiente. Octavo: Que a los efectos de lo precedentemente expuesto perentorio resulta también hacer constar que con arreglo a lo consignado en el fundamento vigésimo cuarto de la sentencia en revisión, y sobre la base del documento que corre de fojas 423 a 427, Ordinario N° 0067 de 16 de enero de 2014, el Director Nacional del SERNAGEOMIN informó que el titular del proyecto materia de autos, cumplió con lo indicado en el Ordinario N° 15.890, de 16 de diciembre de 2011 de ese mismo Servicio, por lo que dicha entidad ha dado por cumplidas las exigencias antes formuladas en relación con el proyecto, habiendo visado favorablemente la Adenda N° 5, y el nuevo Informe Consolidado de Evaluación. Tal Informe Consolidado debió practicarse precisamente en virtud de lo resulto por esta Corte Suprema en los autos ya mencionados, sobre Recurso de Protección Rol N° 24632012. Noveno: Que, en consecuencia, y en lo que respecta al reproche formal hecho valer en el recurso, en cuanto a que la Resolución de Calificación Ambiental impugnada significó incumplir el fallo antes aludido de esta Corte Suprema infraccionando con ello el artículo 3 del Código Civil, tal ilegalidad no aparece configurada toda vez que, conforme se dejó dicho en lo que precede, las observaciones formuladas por el SERNAGEOMIN fueron satisfechas, y en ese contexto, por Oficio Ordinario N° 01401, de 5 de septiembre de 2013, se pronunció sin observaciones respecto del nuevo Informe Consolidado de Evaluación del proyecto, sin perjuicio de las medidas de que se hizo mención en el motivo séptimo de este fallo. Décimo: Que respecto de las restantes garantías fundamentales que se refieren como infringidas por los actores -derecho a la vida e igualdad ante la ley -, no habiéndose desarrollado en el recurso de manera circunstanciada el modo en que las mismas se verían conculcadas con el actuar de los recurridos en relación a cada uno de los recurrentes, la acción constitucional será igualmente desestimada en lo que concierne a dichos acápites. Por estas consideraciones y de conformidad con lo que dispone el artículo 20 de la Constitución Política de la República y el Auto Acordado de esta Corte sobre la materia, se confirma la sentencia apelada de tres de abril de dos mil catorce, escrita a fojas 466. Regístrese y devuélvase con sus agregados. Redacción a cargo de la Ministro Sra. Egnem. Rol N° 8774-2014. Pronunciado por la Tercera Sala de esta Corte Suprema integrada por los Ministros Sr. Rubén Ballesteros C., Sr. Pedro Pierry A., Sra. Rosa Egnem S., y los Abogados Integrantes Sr. Arnaldo Gorziglia B., y Sr. Arturo Prado P. No firma, no obstante haber concurrido al acuerdo de la causa, el Abogado Integrante Sr. Gorziglia por estar ausente. Santiago, 21 de agosto de 2014. Autoriza la Ministra de Fe de la Excma. Corte Suprema. En Santiago, a veintiuno de agosto de dos mil catorce, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la resolución precedente. 6. CS, 3.11.2014, Rol 21.973-2014. Santiago, tres de noviembre de dos mil catorce. Vistos: Se reproduce de la sentencia en alzada con excepción de sus considerandos cuarto a noveno, que se eliminan. Y se tiene en su lugar presente: Primero: Que el recurso de protección de garantías constitucionales establecido en el artículo 20 de la Constitución Política de la República constituye jurídicamente una acción de evidente carácter cautelar, destinada a amparar el legítimo ejercicio de las garantías y derechos preexistentes que en esa misma disposición se enumeran, mediante la adopción de medidas de resguardo de carácter urgente que se deben tomar ante un acto arbitrario o ilegal que impida, amague o perturbe ese ejercicio. Segundo: Que esta Corte estima pertinente reiterar lo que ha resuelto respecto de la legitimación activa de las municipalidades para recurrir de protección en materia ambiental. En efecto, se ha fallado que: "Las Municipalidades pueden desarrollar directamente o con otros órganos de la Administración en sus comunas funciones relacionadas con la protección del medio ambiente, y colaborar en la fiscalización y en el cumplimiento de las disposiciones legales y reglamentarias correspondientes a la protección del medio ambiente dentro de sus límites, tal cometido es residual, es decir, lo ejercen de manera general y en los casos en que no se haya dispuesto por la ley la participación específica de órganos especializados. En el caso de autos la Ley N°19.300, cuyo primer objetivo fue darle un contenido concreto y un desarrollo jurídico adecuado a la garantía constitucional que asegura a todas las personas el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, según se indica en el Mensaje del Presidente de la República, tiene como segundo objetivo crear una institucionalidad que permita a nivel nacional solucionar los problemas ambientales existentes y evitar que surjan otros nuevos. Para ello creó el Servicio de Evaluación Ambiental, el que se desconcentra territorialmente a través de las Direcciones Regionales de Evaluación Ambiental, correspondiendo a las Comisiones a que se refiere el artículo 86 de la citada ley efectuar la evaluación de impacto ambiental. Es decir, los municipios sólo son colaboradores de los organismos técnicos especializados, encargados del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental" (Sentencia Corte Suprema de fecha 04 de agosto 2014, Rol N° 6590-2014). Tercero: Que si bien el municipio recurrente es titular de la acción contemplada en el artículo 54 de la Ley N°19.300, la que se concede para obtener la reparación del medio ambiente cuando se ha producido daño ambiental, no fue aquella la que interpusieron en estos autos. Cuarto: Que atento lo señalado en los fundamentos precedentes, el municipio recurrente no tiene legitimación activa para accionar de protección en contra de la Resolución de Calificación Ambiental N° 026, por la que se califica favorablemente el proyecto denominado "Piscicultura Cocule". Quinto: Que no obstante que lo anteriormente razonado constituye suficiente fundamento para desestimar la acción constitucional intentada, no puede obviarse que, tratándose de la garantía consagrada en el artículo 19 N° 8 de la Carta Fundamental, el inciso segundo del artículo 20 del texto constitucional dispone que el recurso de protección procederá cuando el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación sea afectado por un acto u omisión ilegal imputable a una autoridad o persona determinada, descartando la arbitrariedad y restringiendo con ello el análisis jurídico únicamente a determinar la legalidad del acto u omisión denunciado. Sexto: Que en la especie el acto que se indica como contrario a derecho y cuya anulación se solicita es la Resolución N° 026 de fecha 23 de abril de 2014, por la que la que la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Los Ríos calificó como ambientalmente favorable el proyecto denominado "Piscicultura Cocule". Séptimo: Que sobre el particular resulta relevante hacer constar que no obstante establecerse en la parte final del inciso 1° del artículo 20 de la Carta Fundamental que la interposición del recurso de protección lo es sin perjuicio de los demás derechos que puedan hacerse valer ante la autoridad o los tribunales competentes, no puede perderse de vista que a contar de la dictación de la Ley N° 20.600, de 28 de junio de 2012, que crea los tribunales ambientales, son éstos los llamados a conocer de las controversias medioambientales que se encuentren sometidas a su competencia, dentro de las cuales se encuentra por cierto la solicitud para dejar sin efecto una resolución de calificación ambiental, conforme se desprende de la nueva institucionalidad ambiental y, en especial, de la lectura de los artículos 25 quinquies -precepto que contempla la revisión de la resolución de calificación ambiental durante la etapa de ejecución del proyecto-; 26 y 28, normas éstas que establecen la obligación de publicitar tanto el proceso de calificación ambiental como su resolución final, y 29 y 30 bis de la Ley N° 19.300, disposiciones que permiten deducir reclamación a cualquier persona natural o jurídica cuyas observaciones no hubieren sido debidamente consideradas en los fundamentos de la resolución de calificación ambiental. Octavo: Que de lo razonado se sigue que si la reclamante ha pedido que esta Corte anule una resolución de calificación ambiental dictada por la autoridad técnica competente aduciendo que adolece de vicios de legalidad en su otorgamiento, tal pretensión, por sus características, debe ser resuelta en sede de la nueva institucionalidad a que se ha aludido, tanto más si no se vislumbra en el presente caso quebrantamiento de un derecho que haya de restablecerse mediante la acción de protección cautelar urgente que ha sido intentada. Noveno: Que respecto de la restante garantía fundamental que se refiere como infringida por los actores -derecho a la igualdad ante la ley-, no habiéndose desarrollado en los recursos el modo en que la misma se vería conculcada con el actuar del recurrido ni vislumbrándose ello del mérito de los antecedentes, la acción constitucional será igualmente desestimada en lo referente a dicho acápite. Por estas consideraciones y de conformidad con lo que dispone el artículo 20 de la Constitución Política de la República y el Auto Acordado de esta Corte sobre la materia, se confirma la sentencia apelada de veintiuno de julio de dos mil catorce, escrita a fojas 254. Se previene que la Ministro Sra. Egnem concurre a la confirmatoria teniendo únicamente en consideración para ello lo razonado en los fundamentos quinto a noveno de este fallo. Regístrese y devuélvase. Redacción a cargo del Ministro Sr. Pierry. Rol N° 21973-2014. Pronunciado por la Tercera Sala de esta Corte Suprema integrada por los Ministros Sr. Rubén Ballesteros C., Sr. Héctor Carreño S., Sr. Pedro Pierry A., Sra. Rosa Egnem S., y el Abogado Integrante Sr. Arnaldo Gorziglia B. No firman, no obstante haber concurrido al acuerdo de la causa, el Ministro señor Ballesteros por estar con permiso y el Ministro señor Carreño por estar en comisión de servicios. Santiago, 03 de noviembre de 2014. Autoriza la Ministra de Fe de la Excma. Corte Suprema. En Santiago, a tres de noviembre de dos mil catorce, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la resolución precedente. 7. CS, 12.11.2014, Rol14.263-2014 Santiago, doce de noviembre de dos mil catorce. Vistos: Se reproduce de la sentencia en alzada únicamente su parte expositiva. Y se tiene en su lugar presente: Primero: Que el recurso de protección de garantías constitucionales establecido en el artículo 20 de la Constitución Política de la República constituye jurídicamente una acción de evidente carácter cautelar, destinada a amparar el legítimo ejercicio de las garantías y derechos preexistentes que en esa misma disposición se enumeran, mediante la adopción de medidas de resguardo de carácter urgente que se deben tomar ante un acto arbitrario o ilegal que impida, amague o perturbe ese ejercicio. Segundo: Que como primera cuestión a la que esta Corte debe abocarse se divisa la vinculada con la legitimación que facultaría a las Municipalidades de La Unión y de Río Bueno para deducir los recursos de protección que han presentado en autos. Sobre el particular, ésta Corte ha sostenido que: Las Municipalidades pueden desarrollar directamente o con otros órganos de la Administración en sus comunas funciones relacionadas con la protección del medio ambiente, y colaborar en la fiscalización y en el cumplimiento de las disposiciones legales y reglamentarias correspondientes a la protección del medio ambiente dentro de sus límites, tal cometido es residual, es decir, lo ejercen de manera general y en los casos en que no se haya dispuesto por la ley la participación específica de órganos especializados. En el caso de autos la Ley Nº19.300, cuyo primer objetivo fue darle un contenido concreto y un desarrollo jurídico adecuado a la garantía constitucional que asegura a todas las personas el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, según se indica en el Mensaje del Presidente de la República, tiene como segundo objetivo crear una institucionalidad que permita a nivel nacional solucionar los problemas ambientales existentes y evitar que surjan otros nuevos. Para ello creó el Servicio de Evaluación Ambiental, el que se desconcentra territorialmente a través de las Direcciones Regionales de Evaluación Ambiental, correspondiendo a las Comisiones a que se refiere el artículo 86 de la citada ley efectuar la evaluación de impacto ambiental. Es decir, los municipios sólo son colaboradores de los organismos técnicos especializados, encargados del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (Sentencia Corte Suprema de fecha 4 de agosto 2014, Rol Nº 6.590 2014) Tercero: Que si bien los municipios recurrentes son titulares de la acción contemplada en el artículo 54 de la Ley Nº19.300, la que se concede para obtener la reparación del medio ambiente cuando se ha producido daño ambiental, no corresponde ni se condice con la interpuesta en estos autos. Cuarto: Que atento lo señalado en los fundamentos precedentes, los Municipios recurrentes carecen de legitimación activa para recurrir de protección en contra de la Resolución de Calificación Ambiental Nº 005, por la que se calificó favorablemente el proyecto denominado Piscicultura Río Bueno presentado por la empresa Eco Salmón S.A. Quinto: Que no obstante que lo anteriormente razonado constituye suficiente fundamento para desestimar las acciones constitucionales intentadas, no puede obviarse que, tratándose de la garantía consagrada en el artículo 19 Nº 8 de la Carta Fundamental, el inciso segundo del artículo 20 del texto constitucional dispone que el recurso de protección procederá cuando el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación sea afectado por un acto u omisión ilegal imputable a una autoridad o persona determinada, descartando la arbitrariedad y restringiendo con ello el análisis jurídico únicamente a determinar la legalidad del acto u omisión denunciado. Sexto: Que en la especie el acto que se indica como contrario a derecho y cuya invalidación se solicita corresponde a la Resolución de fecha 27 de enero de 2014, por la que la que la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Los Ríos calificó como ambientalmente favorable el proyecto denominado Piscicultura Río Bueno presentado por la empresa Eco Salmón S.A. Séptimo: Que sobre el particular resulta relevante hacer constar que no obstante establecerse en la parte final del inciso 1º del artículo 20 de la Carta Fundamental que la interposición del recurso de protección lo es sin perjuicio de los demás derechos que puedan hacerse valer ante la autoridad o los tribunales competentes, no puede perderse de vista que a contar de la dictación de la Ley Nº 20.600, de 28 de junio de 2012, que crea los tribunales ambientales, son éstos los llamados a conocer de las controversias medioambientales que se encuentren sometidas a su competencia, dentro de las cuales se encuentra por cierto la solicitud de invalidación de una resolución de calificación ambiental, conforme se desprende de la nueva institucionalidad ambiental, verbigracia, de la lectura de los artículos 25 quinquies precepto que contempla la revisión de la resolución de calificación ambiental durante la etapa de ejecución del proyecto ; 26 y 28, normas éstas que establecen la obligación de publicitar tanto el proceso de calificación ambiental como su resolución final, y 29 y 30 bis de la Ley Nº 19.300, disposiciones que permiten deducir reclamación a cualquier persona natural o jurídica cuyas observaciones no hubieren sido debidamente consideradas en los fundamentos de la resolución de calificación ambiental. Octavo: Que de lo razonado se sigue que si los reclamantes han pedido que esta Corte invalide una resolución de calificación ambiental dictada por la autoridad técnica competente aduciendo que adolece de vicios de legalidad en su otorgamiento, tal pretensión, por sus características, debe ser resuelta en sede de la nueva institucionalidad a que se ha aludido, tanto más si no se vislumbra en el presente caso quebrantamiento de un derecho que haya de restablecerse mediante la adopción de una medida urgente de cautela que haga procedente la vía de la presente acción constitucional. Por estas consideraciones y de conformidad con lo que dispone el artículo 20 de la Constitución Política de la República y el Auto Acordado de esta Corte sobre la materia, se confirma la sentencia apelada de tres de junio de dos mil catorce, escrita a fojas 226. Se previene que la Ministro Sra. Egnem concurre a la confirmatoria teniendo únicamente en consideración para ello lo razonado en los fundamentos quinto a octavo de la presente sentencia. Regístrese y devuélvase. Redacción a cargo de la Ministro Sra. Egnem. Pronunciado por la Tercera Sala de esta Corte Suprema integrada por los Ministros Sr. Rubén Ballesteros C., Sr. Héctor Carreño S., Sr. Pedro Pierry A., Sra. Rosa Egnem S., y Sr. Carlos Aránguiz Z. No firma, no obstante haber concurrido al acuerdo de la causa, el Ministro señor Ballesteros por haber cesado en sus funciones. Santiago, 12 de noviembre de 2014. Autoriza la Ministra de Fe de la Excma. Corte Suprema. Rol Nº 14.263-2014. 8. CS, 6.11.2014, Rol 15.737-2014 Santiago, seis de noviembre de dos mil catorce. Vistos: Se reproduce el fallo en alzada con las siguientes modificaciones: A) En el fundamento cuarto: i.- En el numeral 4, se suprime lo que sigue a continuación de la frase "Estudio de Impacto Ambiental" hasta el punto final. ii.- Se suprimen los numerales 7 y 8. B) En el considerando séptimo: i.- En su párrafo segundo se reemplaza la frase "debemos realizar una primera precisión, ya" por "cabe precisar". ii.- Se eliminan los párrafos tercero y cuarto. C) Asimismo se eliminan los fundamentos sexto, octavo, noveno, décimo y undécimo. Y se tiene en su lugar y además presente: Primero: Que en estos autos se acumularon dos recursos de protección deducidos en contra de Endesa S.A impugnando el acto que se califica como ilegal y arbitrario consistente en la operación del proyecto "Optimización Central Termoeléctrica Bocamina Segunda Unidad" sin contar con una Resolución de Calificación Ambiental que lo autorice. El primer recurso, de fojas 3 y siguientes, de 3 de diciembre de 2013, lo interponen siete sindicatos de trabajadores relacionados con actividades pesqueras y de recolección de Caleta Lo Rojas, VIII Región, esgrimiendo que la actuación de la recurrida vulnera las garantías establecidas en el artículo 19 N°s 2, 3 y 8 de la Constitución Política de la República, toda vez que los recurrentes desarrollan sus actividades en el área de influencia de la Central Termoeléctrica Bocamina de propiedad de la recurrida. Solicitan la paralización del proyecto "Central Termoeléctrica Bocamina Segunda Unidad", en especial lo relacionado con las modificaciones correspondientes al proyecto "Optimización Central Termoeléctrica Bocamina Segunda Unidad", en adelante: "Optimización", mientras no se otorguen las debidas garantías ambientales mediante la evaluación de impacto ambiental del mismo a través de un Estudio de Impacto Ambiental, como lo ordenó esta Corte Suprema en los autos N° 3141-2012. En el mismo recurso y evidenciando los aspectos más sensibles de los derechos afectados, los recurrentes solicitaron orden de no innovar, que fue concedida por resolución de fojas 119, de 16 de diciembre de 2013, la que se mantiene hasta esta fecha, y por ella se dispuso la paralización de las siguientes obras y faenas del proyecto "Optimización": a) termogenerador de 370 mw instalado en la Central Termoeléctrica Bocamina II; b) chimenea de la Central Bocamina II y c) Sistema de refrigeración de la planta, en especial lo que se refiere a la aducción de agua desde el mar. A su turno, por el segundo arbitrio, de fojas 202 y siguientes, interpuesto el 24 de diciembre de 2013, en representación de 118 personas que se identifican como pescadores artesanales, algueros y mariscadores, refiriendo que ejercen sus actividades en la comuna de Coronel, se denuncia que el acto recurrido, ya indicado inicialmente, vulnera su derecho a la igualdad ante la ley, a la igual protección de la ley en el ejercicio de sus derechos y el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, por cuanto la recurrida opera su proyecto al margen la institucionalidad. A través de este medio, se acusa la existencia de riesgos concretos para los recurrentes lo que es posible extraer de un informe de fiscalización ambiental de la Superintendencia del Medio Ambiente en el que se señala que: a) La turbina instalada en la Unidad II posee una capacidad de generación de 370 MW, que es mayor a la indicada en la RCA 206/2007; b) Los caudales utilizados en la Unidad II también son mayores a los establecidos por la aludida RCA; c) La ubicación de la chimenea de la Unidad II no corresponde a lo presentado en el plano de ubicación del proyecto, ni en la evaluación de calidad de aire, situación que puede generar desplazamiento de los puntos de máximo impacto para cada contaminante evaluado y un cambio en las concentraciones estimadas para éstos; d) La obra de descarga se emplaza en una zona intermareal, en un punto ubicado aproximadamente a 7 metros hacia el mar, distinta de la señalada en la aludida RCA; e) Se constató una modificación en el sistema de descarga de Riles de la Unidad I, con signos de data reciente, correspondiente al abovedamiento y cierre perimetral del mismo; f) Se determinó que no estaba operativo el sistema de desulfurizador de la Unidad I. Sobre la base de los hechos denunciados y ante la incertidumbre respecto de los impactos de estas modificaciones, solicitan la paralización inmediata del complejo Termoeléctrico Bocamina Unidades I y II, por tiempo indefinido y mientras éste no se someta a una nueva y completa evaluación, que contemple los efectos del proyecto como un solo todo, o, las medidas que la Corte determine. Segundo: Que en ambos recursos de que da cuenta esta causa se hace mención sintetizada de las obras y actividades no discutidas que se modifican a través del proyecto de Optimización de la Central Termoeléctrica Bocamina Segunda Unidad y a las que se alude en los antecedentes aparejados a estos autos en particular en el Oficio 976 de fs 7 a 10, mismas que se clasifican en tres grupos, a saber: Primer grupo: obras relacionadas con la optimización de la Segunda Unidad, que corresponden a modificaciones necesarias desde el punto de vista del diseño de ingeniería. Con el fin de optimizar la generación de energía, se realizó el cambio del tipo de generador de vapor (caldera), lo cual, a la vez, requirió de la modificación del sistema de refrigeración con agua de mar y del turbogenerador. Segundo grupo: manejo de insumos y residuos: Carbón: Modificación del sistema de transporte, almacenamiento y manejo en cancha de carbón; Caliza: Optimización en el sistema de almacenamiento de caliza; Agua industrial: Modificación de los estanques de almacenamiento de agua industrial; Petróleo diésel: Modificación de los estanques de almacenamiento de petróleo diésel N°2; Otros insumos: Modificación en la capacidad de las bodegas de almacenamiento de insumos; Cenizas: Optimización del sistema de abatimiento de material particulado y sistema de almacenamiento de cenizas volantes y de fondo; y Residuos líquidos: Integración del sistema de tratamiento de Riles. Tercer grupo: adecuaciones de seguridad y respaldo, necesarias para asegurar la operación de la Segunda Unidad. Planta de agua desmineralizada; Transformadores eléctricos; Sistema de generación de aire comprimido; Generador diésel de emergencia; y Medidas de mitigación de ruido. Estos tres grupos de modificaciones tienen efecto en la disposición general de los equipos de la Segunda Unidad (layout). Existen además obras nuevas respecto del proyecto aprobado: Sistema de colección y tratamiento de aguas lluvias para el sistema de manejo de carbón. Obras que se eliminan respecto del proyecto almacenamiento de petróleo ASTM N° 6 de 1000 m3. aprobado: Estanque de Tercero: Que previo a cualquier otro análisis conviene precisar que esta Corte conoció del recurso de protección, Ingreso N° 3141-2012, por el que se impugnó el examen de admisibilidad realizado por el Servicio de Evaluación Ambiental de la VIII Región del Bío Bío, respecto de la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto "Optimización Central Termoeléctrica Bocamina Segunda Unidad" presentado por Endesa S.A., acción fundada en que el referido proyecto debía ingresar al Sistema de Evaluación Ambiental por la vía de un Estudio de Impacto Ambiental, toda vez que el proyecto "Ampliación Central Termoeléctrica Bocamina Segunda Unidad" había sido evaluado por esa vía, siendo calificado favorablemente a través de la RCA N° 206 del año 2007; en consecuencia, la modificación introducida a este proyecto debía igualmente someterse a aquella modalidad de evaluación. Por sentencia de esta Corte de fecha 15 de junio de 2012, revocando el fallo de primer grado, se acogió el recurso mencionado y se dispuso que el proyecto "Optimización Central Termoeléctrica Bocamina Segunda Unidad", fuera sometido a un Estudio de Impacto Ambiental, toda vez que contempla un conjunto de obras y actividades que tienen efecto en el "Proyecto Central Termoeléctrica Segunda Unidad" el que a su turno fue evaluado a través de ese instrumento ambiental, cuyo procedimiento culminó con la dictación de la RCA N° 206 del año 2007. Se concluyó entonces que en el caso concreto, lo establecido en el artículo 11 ter de la Ley N° 19.300 sólo se satisfacía por medio de un Estudio de Impacto Ambiental y no de una Declaración de Impacto Ambiental, pues sólo de ese modo sería posible determinar si las modificaciones introducidas a la planta generadora importarán realmente un mejoramiento ambiental y no un riesgo de esta clase, y/o peligro o daño para el entorno en que se ubica. Cuarto: Que en los antecedentes antes referidos Endesa S.A. expresó ser la titular de la Central Termoeléctrica Bocamina I y II, ubicada la primera unidad en el sector Lo Rojas, comuna de Coronel, aproximadamente a 30 kilómetros de Concepción. Añadió que obtuvo la aprobación ambiental mediante Estudio de Impacto Ambiental del proyecto "Ampliación Central Bocamina Segunda Unidad", a través de la Resolución Exenta N° 206/07, de fecha 2 de agosto de 2007, que corresponde a una central termoeléctrica de 350 MW de potencia, aledaña a la Primera Unidad mencionada, y finalmente también del proyecto "Optimización Central Termoeléctrica Bocamina Segunda Unidad". Respecto del último proyecto mencionado esgrimió que a raíz de estudios de ingeniería realizados a partir del año 2008, Endesa S. A. decidió optimizar el diseño de la Segunda Unidad, circunstancia que le permitiría mejorar su funcionamiento en términos ambientales y de seguridad, sin modificar las características esenciales del proyecto aprobado, lo que, a la vez, podría permitir un aumento de potencia en 20 MW, detallando pormenorizadamente en que consiste la optimización. Quinto: Que, informando ambos recursos acumulados en esta causa, y en lo que dice relación con el fondo del asunto, la recurrida desarrolló una defensa similar a la expuesta en el considerando precedente, puesto que su eje central radicó en argumentar que los ajustes de diseño introducidos por el proyecto de "optimización" al proyecto "Ampliación Central Bocamina Segunda Unidad" resultan ser beneficiosos desde el punto de vista medioambiental, sin que los mismos alteren las características esenciales de aquel aprobado por la RCA N° 206/2007. Sin perjuicio de lo anterior, esgrimió que la operación de la Segunda Unidad, en sus elementos centrales, se ha sujetado a las condiciones y exigencias establecidas en la RCA aludida, en particular en lo que se refiere a la capacidad de generación, pues desde su entrada en operación, a la fecha, no ha excedido la potencia máxima autorizada, esto es, de 350 MW. En lo que toca a las emisiones atmosféricas refiere que ha cumplido con las tasas de emisión comprometidas, así como los límites establecidos en el DS. N° 13/2011. Explica también que se han mantenido los valores medios ponderados de caudal de agua de refrigeración inferiores a los 45.000 m3/h. que es el autorizado; y en cuanto a la descarga de aguas de refrigeración, se cumple con los parámetros establecidos en el DS N° 90/2000. En lo que concierne a la demora en ingresar el proyecto "Optimización" al Sistema de Evaluación, hace presente que era necesario contar con un instrumento eficaz, esto es, un Estudio de Impacto Ambiental, de calidad. Esgrimió además la recurrida la improcedencia de traer a esta sede de protección los hechos fundantes de los recursos en examen, toda vez que la Superintendencia del Medio Ambiente instruyó un procedimiento sancionatorio dirigido en contra de su representada, formulándole cargos, entre los que se encuentran el incumplimiento de la RCA N° 206 del año 2007 y además el de operar el proyecto "Optimización Central Bocamina Segunda Unidad" sin contar con aprobación ambiental, de modo que el asunto se encuentra sometido al imperio del derecho. Explica que en el referido procedimiento administrativo no sólo es posible aplicar sanciones sino que se contempla también la facultad de adoptar medidas cautelares, entre las que se encuentra la paralización solicitada en estos autos, medida que debe estar sujeta al control jurisdiccional de los tribunales ambientales. En relación a esta materia, el abogado de la empresa recurrida expuso en estrados que el campo de acción del recurso de protección, desde la entrada en vigencia de la nueva institucionalidad en materia ambiental, quedó reducido a dos supuestos: a) cuando la autoridad administrativa no inicia el procedimiento sancionatorio; y b) cuando aquélla se niega a incoar el referido procedimiento. Enfatiza que ninguna de esas hipótesis se configura en la especie desde que existe un procedimiento sancionatorio en curso dirigido en contra de su representada. Sexto: Que respecto de la petición del recurso de fojas 3, de requerir que el proyecto "Optimización Central Bocamina Segunda Unidad", sea objeto de un Estudio de Impacto Ambiental cabe precisar que a la fecha de presentación de este arbitrio, el día 3 de diciembre de 2013 no había sido presentado aún al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, el proyecto en referencia, el que fue ingresado formalmente, como Estudio, el día 18 de diciembre de 2013. Ahora bien, para los efectos de la petición concreta contenida en el recurso de fojas 202 y siguientes, en orden a que se disponga el ingreso a Estudio de Impacto Ambiental del Complejo Termoeléctrico Bocamina Unidades I y II, como un solo todo, con el fundamento de haberse incumplido lo ordenado por esta Corte Suprema en los autos Ingreso Corte N° 3141-2012, deberá estarse a lo que con esta misma fecha se decide por este Tribunal en los autos Ingreso N° 11713-2014, cuya vista tuvo lugar en una misma audiencia con esta causa. Séptimo: Que es del caso destacar que la recurrida no ha negado que incorporó anticipadamente los cambios que se buscaba implementar en la Central Bocamina Segunda Unidad por la vía del Proyecto de "Optimización" de la misma Central. Por lo demás, y según obra de los antecedentes allegados en autos -en particular de la reformulación de cargos de que da cuenta el Oficio N° 976, de 26 de noviembre de 2013-, que en el procedimiento administrativo sancionatorio seguido contra Endesa S.A. se constató entre los hechos u omisiones constitutivos de infracción (pág. 13) letra D.1. el siguiente: "La operación por parte de Endesa, de todo o parte, del proyecto "Optimización Central Termoeléctrica Bocamina Segunda Unidad", sin contar con una Resolución de Calificación Ambiental. Dicha infracción (pág. 22 del Oficio) fue calificada en esa instancia y sin perjuicio de la calificación definitiva, como gravísima con arreglo a lo dispuesto por el artículo 36 de la LOSMA (N° 20.417), ello, en cuanto "corresponde a la ejecución de un proyecto, fuera del sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, de conformidad a lo resuelto por la Excma. Corte Suprema". Cabe añadir que en la Resolución Sancionatoria N° 421 de fecha 11 de agosto del presente año, dictada por el Superintendente del Medio Ambiente, agregada a estos autos a fojas 508 en cumplimiento de la medida para mejor resolver decretada a fojas 505, tal calificación se mantuvo. Octavo: Que en relación a lo precedentemente consignado es necesario advertir que con arreglo a lo que expresamente preceptúa el artículo 8 de la Ley N° 19.300, sobre Bases Generales del Medio Ambiente: "Los proyectos o actividades señaladas en el artículo 10 sólo podrán ejecutarse o modificarse previa evaluación de su impacto ambiental, de acuerdo a lo establecido en la presente ley". La disposición transcrita responde a una materialización concreta del principio preventivo que se consagró normativamente en distintas disposiciones de la Ley N° 19.300, cuyo texto fue enviado al Congreso Nacional precedido de un mensaje presidencial que expresamente alude a aquel. Este principio, debe siempre inspirar las decisiones que adopte la autoridad respecto de las acciones que pueden impactar de manera negativa en el patrimonio ambiental del país, toda vez que por su intermedio se busca evitar el deterioro o la generación de daños en el medioambiente. Noveno: Que es necesario además hacer constar que de los autos Ingreso Corte N° 3141-2012, que se han traído a la vista, aparece que si bien Endesa S.A. no figuró en ellos como recurrida, le fue requerido informe, de modo que no pudo menos que conocer oportunamente los términos del fallo allí dictado con fecha 15 de junio de 2012, por esta Corte, máxime si con fecha 12 de julio de 2012 el Servicio de Evaluación Ambiental puso en conocimiento de su representante legal la Resolución 154 de ese servicio, por lo que, en cumplimiento a lo ordenado por la Corte Suprema se puso término al procedimiento de evaluación ambiental del proyecto Optimización Central Termoeléctrica Bocamina Segunda Unidad ingresado por vía de declaración , extractándose además considerandos de ese fallo que motivaron la dictación del acto administrativo de que se daba noticia. Décimo: Que lo antes expuesto deja en evidencia, para los efectos que interesa a estos autos, el actuar ilegal de la recurrida, por cuanto, según lo dispone el artículo 8 de la Ley N° 19.300, las modificaciones de un proyecto relacionado con las actividades del artículo 10 del mismo cuerpo normativo, sólo pueden ejecutarse una vez que hayan sido evaluados sus impactos ambientales, lo que en la especie no aconteció, pues, como se señaló, la Central Termoeléctrica Segunda Unidad, que entró formalmente en operación el 29 de octubre de 2012, ha tenido y tiene ya incorporados los ajustes contenidos en el proyecto de "Optimización", que sólo fue ingresado a Estudio de Impacto Ambiental el 18 de diciembre de 2013 , esto es, un año más tarde desde el inicio de las operaciones. Undécimo: Que establecido lo anterior y frente a la alegación de la recurrida de estar siendo sustanciada esta materia en un procedimiento administrativo seguido por la autoridad ambiental pertinente y por ende, bajo el imperio del derecho, perentorio resulta precisar que ello, siendo efectivo, no es óbice para el ejercicio por parte de esta Corte, de las facultades conservadoras de que está investida la jurisdicción para que, frente a la perturbación o amenaza de perturbación, de alguna de las garantías consagradas en el artículo 20 de la Constitución Política de la República, en razón de alguna acción u omisión ilegal y/o arbitraria, se dispongan la o las medidas de cautela urgentes que la situación denunciada aconseje y amerite -con la cobertura y prontitud que esta sede proporciona- y todo ello, entre tanto se substancian y afinan los procedimientos seguidos ante las autoridades, o los tribunales ordinarios, o especiales, que deban resolver sobre el fondo del conflicto planteado. Duodécimo: Que esta Corte, en fallos anteriores, ha reconocido que si bien la parte final del inciso 1° del artículo 20 de la Carta Fundamental señala que la interposición del recurso de protección lo es sin perjuicio de los demás derechos que se puedan hacer valer ante la autoridad o los tribunales competentes, no cabe duda que a contar de la dictación de la Ley N° 20.600, de 28 de junio de 2012, que crea los tribunales ambientales, son éstos los llamados a conocer de las controversias medioambientales puestas en la órbita de sus competencias, y entre ellas, por cierto, se hallan distintas aristas de entre las materias propuestas a través de estos recursos. Desde luego, es el Superintendente quien tiene la facultad para sancionar a la recurrida por un eventual incumplimiento de la Resolución de Calificación Ambiental, como también por la operación de un proyecto sin contar con el instrumento de evaluación ambiental que la autorice. En este aspecto, es en el procedimiento administrativo respectivo que ha debido determinarse si la operación del proyecto de "Optimización Central Bocamina Segunda Unidad", está o no incluido en el incumplimiento de la RCA N° 206/2007, y determinar además, específicamente, cuales son los incumplimientos de este instrumento ambiental, estableciendo la sanción pertinente. Esta resolución que pone término al procedimiento sancionatorio puede ser impugnada por quien o quienes revisten el carácter de interesado, a través de una reclamación ante el respectivo Tribunal Ambiental, conforme lo establece el artículo 17 N° 2 de la Ley N° 20.600. Cabe tener presente sin embargo, que en la especie no se persigue ni corresponde la sanción de la recurrida, sino que cautelar los derechos fundamentales que se estiman conculcados por aquélla. Conviene reiterar que la presente acción constituye una medida de tutela urgente de modo que, si en el curso de su substanciación se detectan riesgos o amenazas graves en relación a las garantías antes aludidas cuyo acaecimiento sea verosímil, corresponderá adoptar las medidas que se estimen conducentes para otorgar la debida protección. Décimo Tercero: Que, bajo el prisma expuesto en el considerando precedente, corresponde analizar si la actuación ilegal de la recurrida, -quien no ha negado, como se indicó, que incorporó en la construcción del proyecto "Ampliación Central Bocamina Segunda Unidad" las modificaciones introducidas por el proyecto "Optimización Central Bocamina Segunda Unidad", sin haber obtenido previamente la resolución de calificación ambiental que las apruebe, -constituye una perturbación, o amenaza de vulneración, de las garantías constitucionales esgrimidas por los recurrentes, puesto que para que un recurso de protección pueda prosperar, no es suficiente que el acto impugnado sea ilegal, sino que el mismo debe conculcar las garantías constitucionales del artículo 19 de la Constitución Política de la República que específicamente se señalen en el artículo 20 de la referida carta fundamental. Décimo Cuarto: Que puestas en operación anticipadamente las obras mencionadas en el Proyecto Optimización Central Termoeléctrica Bocamina Segunda Unidad, con las especificaciones ya indicadas en el fundamento segundo, sin contar con Evaluación de Impacto Ambiental, tal circunstancia significó en los hechos llevar a cabo la puesta en marcha de la Central Bocamina Segunda Unidad, a partir del 29 de octubre de 2012 sobre bases distintas a las aprobadas por la RCA 206/2007, y ello en aspectos de suyo relevantes. Dentro de los hechos más destacados en ambos recursos acumulados en esta causa, y sobre el que ha recaído -entre otros- orden de no innovar, está aquél relacionado con el manejo de aguas de refrigeración mediante la aducción de agua de mar. Es así como, según aparece de los antecedentes allegados en autos -y en particular del Oficio 976 de 26 de noviembre de 2013 sobre reformulación de cargos que da cuanta de las inspecciones realizadas por disposición de la Superintendencia del Medio Ambiente a la Central Termoeléctrica Bocamina, cuanto de lo que fluye de los informes evacuados a raíz del fenómeno natural de varazones de langostinos y otras especies que significó el ingreso de organismos hidrobiológicos a los sistemas de captación de aguas de la Central Termoeléctrica indicada (a raíz de modificaciones introducidas sin RCA a la operatividad de Bocamina Segunda Unidad)- que, en el hecho, y para los efectos que interesa, operaron cambios en el sistema de refrigeración con agua de mar con un caudal superior al considerado en la RCA mencionada, y con una potencia instalada de 370 MW, en lugar de los 350 MW indicada en el proyecto original aprobado, todo lo cual llevó a consignar, entre los hechos constitutivos de infracción grave, en el punto A6 de los cargos, la siguiente conclusión: "Se constató que Empresa Nacional de Electricidad S.A. no cuenta con unidades implementadas para hacerse cargo de la succión masiva de recursos hidrobiológicos a través del sifón de captación de aguas de refrigeración de la Unidad II. Décimo Quinto: Que en presencia de estos antecedentes y de los informes técnicos evacuados por organismos sectoriales, como Sernapesca, que entregó su parecer en informe de 15 de junio de 2012 y 20 de julio del mismo año -dando cuenta de alteraciones en el medio acuático marino en razón del significativo caudal de agua de mar succionada por la Central Termoeléctrica para sus procesos de enfriamiento, incorporándose en la succión la biota, a lo que cabe añadir el uso de cloro y otros componentes químicos utilizados como anti incrustantes, a todo lo que cabe agregar el aumento de temperatura de los efluentes-, resulta relevante para la decisión de este aspecto de los recursos en particular, y por tener íntima relación con ello, hacer constar que, con fecha 1 de abril de 2013 se dedujo recurso de protección en contra de Endesa S.A. acción que culminó con el fallo dictado por esta Corte Suprema en los autos Ingreso Corte N° 9852-2013, con fecha 9 de enero de 2014. Por esta decisión, se acogió la acción constitucional incoada por no existir, a esa fecha, certeza de haberse adoptado las medidas necesarias para impedir que hechos como los expresados siguieran produciéndose, no obstante haberse reformulado los cargos a la Empresa, con fecha 26 de noviembre de 2013, como ya se ha indicado. En el citado fallo, se consideraron todos los informes evacuados por los organismos sectoriales y técnicos, la investigación llevada a cabo por la PDI, la Fiscalía Local, etc., y además de la reformulación de cargos ya mencionada en este fallo, Oficio 976, haciéndose mención expresa y especial del Informe evacuado en la causa tenida a la vista Rol N° 408-2013, por el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura de la Región del Bío-Bío, en el que se sugiere analizar el problema producido en el contexto de los puntos 7.9 y 7.11 de la respetiva RCA "en cuanto a la implementación de medidas de mitigación y compensación frente a eventuales efectos ambientales no previstos". En conclusión, y acogiéndose el recurso por la sentencia ya aludida, se dispuso que: "la recurrida deberá realizar las operaciones de la planta de generación termoeléctrica Bocamina I y II sólo si su funcionamiento no importa en la succión de las aguas amenazadas un daño a especies y recursos hidrobiológicos y cumple estrictamente con la correspondiente Resolución de Calificación Ambiental, debiendo en consecuencia la autoridad ambiental fiscalizar ese funcionamiento de manera periódica para así evitar el ingreso de biota en la bocatoma de agua de mar; y, en caso contrario, adoptar todas las medidas que las circunstancias determinen, entre ellas, la paralización del funcionamiento de la central hasta que se subsane su incorrecta operación". Décimo Sexto: Que en esta etapa del razonamiento es necesario puntualizar que a la época de dictarse el fallo antes aludido, la Central Termoeléctrica Bocamina Segunda Unidad estaba paralizada en virtud de la orden de no innovar dictada en el primer recurso de protección incoado en estos autos, el 3 de diciembre de 2013 y que la sentencia referida en el fundamento que precede, sólo dio cuenta de los hechos de los que hasta esa fecha se tenía conocimiento. Décimo Séptimo: Que para los efectos de resolver las peticiones planteadas en los recursos de que trata esta causa, en relación a la implementación en el sistema de refrigeración de modificaciones en el proceso de aducción de agua de mar, es necesario revisar y constatar si los antecedentes examinados por esta Corte en los autos Ingreso N° 9852-2013, ya calificados allí como constitutivos de hechos que importan a lo menos una amenaza a la garantía consagrada en el número 8 del artículo 19 de la Constitución Política de la República lo que se estimó necesario cautelar por la vía del recurso de protección, han sido o no, revertidos o subsanados con las medidas entonces dispuestas por este Tribunal. Décimo Octavo: Que para una mayor comprensión sobre la secuencia de los hechos se hace necesario explicar que en el cuerpo de la Resolución N° 39 de 28 de enero de 2014, por la que la autoridad administrativa dispuso medidas provisionales se expuso que, con posterioridad a los eventos de febrero y marzo de 2013 que significaron el ingreso de biota en la bocatoma de agua de mar de la Central Termoeléctrica ya mencionada, Endesa S.A ingresó al sistema de Evaluación de Impacto Ambiental una consulta de pertinencia relativa a la ejecución de una prueba piloto en los sifones de la Primera y Segunda Unidad, consistente en la instalación y operación de barreras tecnológicas para evitar dicho ingreso, específicamente por la vía del sistema primario de burbujas y una red de retención secundaria (sistema de mallas) alrededor de la captación de agua de los sifones, lo que fue aceptado por el Servicio de Evaluación Ambiental mediante Resolución Exenta N° 241/2013, de fecha 27 de septiembre de 2013, autorizándose al titular para llevar a cabo la prueba piloto propuesta con la finalidad de hacerse cargo de los impactos ambientales no previstos y constatados. Décimo Noveno: Que en la misma Resolución precedentemente indicada se señaló que con posterioridad y con ocasión del fallo dictado por esta Corte en los autos N° 9852-2013 con fecha 9 de enero 2014, personal de la Sup ntendencia del Medio Ambiente, de la Gobernación Marítima de Talcahuano, del Sernapesca de la Región del Bío-Bío y de la Seremi de Salud, realizó a la Central Termoeléctrica, en ambas Unidades, actividades de fiscalización, verificando que sólo la primera Unidad se encontraba en actividad, condiciones en las que se pudo constatar que el sistema de protección instalado en torno a la campana de succión se encuentra colapsado y roto (red anchovetera perimetral), y que la cortina de burbujas implementada para controlar el acercamiento de peces y otros vertebrados a la red perimetral, se encuentra funcionando en forma irregular. En concordancia con lo recién expresado se hizo constar además en la Resolución en comento, que el 21 de enero de 2014, Endesa S.A comunicó que el sistema de succión de agua de enfriamiento succionó peces (posiblemente sardinas o anchovetas) de talla y cantidad desconocida, y luego, el 28 de enero del año en curso, se produjo un segundo evento de succión de peces, esta vez de un cardumen de sardinas que pasó por alto la red de protección; en esta oportunidad la cantidad de succionada fue muy superior a la anterior, todo ello debido a la rotura de la malla sifón. Frente a estos hechos, en el punto 13 de la Resolución, la Superintendencia concluye que las medidas de la Prueba Piloto no están funcionando y por ende el impacto ambiental consistente en la succión de biomasa no cuenta con ninguna medida asociada, "lo que trae como consecuencia la existencia de un riesgo inminente de que dichos eventos sigan produciéndose". En las circunstancias antes descritas y previa autorización del Tribunal Ambiental, se dispuso como medida provisional la clausura total y temporal del proyecto Central Termoeléctrica Bocamina Primera Unidad, por el termino de 15 días corridos, impartiéndose a Endesa S.A. una serie de instrucciones de prevención, control y reparación, específicamente en la letra d) de lo resolutivo se indica que: "Adicionalmente el titular deberá evaluar la eficacia de las medidas aprobadas mediante la Resolución Exenta N° 241/2013", y se le instó a que, de ser necesario, propusiera nuevas medidas que logren dar una respuesta efectiva al impacto ambiental relacionado, de manera de evitar un incidente de succión de biomasa. Vigésimo: Que con posterioridad a las actuaciones especificadas, Endesa S.A. solicitó el alzamiento de la medida de suspensión en atención a las nuevas medidas adoptadas de acuerdo a los antecedentes que acompañó y que se remitieron a la División de Fiscalización. Esta División, previo informe de la Notario Público, Myriam Sánchez Sepúlveda, que inspeccionó el lugar con un monitor con pantalla, dando cuenta de haber señales de haberse reparado la red perimetral y sistema de burbujas; y luego de una visita inspectiva de la fiscal instructora del procedimiento administrativo, que no realizó observaciones, se hizo lugar a lo pedido, y con ello se reanudó la actividad de la Primera Unidad de la Central. En lo que respecta a la Segunda Unidad, paralizada en virtud de la orden de no innovar dispuesta en esta causa, en el Oficio N° 100 de 23 de enero de 2014, remitido a esta Corte Suprema por el Superintendente del Medio Ambiente, se señaló que en la actividad de inspección de fecha 16 de ese mes, se constató que pese a que no está en funcionamiento se pudo advertir el ingreso de microalgas al área próxima de la campana de succión; se advirtió además que la red anchovetera perimetral destinada como prueba piloto no ha sido efectiva, por lo que se dejó constancia en el acta de la exigencia al titular en orden a asegurar inmediatamente la correcta operación y control para evitar el ingreso de biomasa a los sistemas de succión de operación. Vigésimo primero: Que en el escenario precedentemente descrito, no es posible soslayar el tenor de los oficios que corren a fojas 294 y 299 de esta causa, ambos dirigidos al Director del Servicio del Evaluación Ambiental, VIII Región del Bío Bío, puesto que, no obstante que corresponden a informes que se expiden en el contexto del Estudio de Impacto Ambiental del proyecto "Optimización Central Termoeléctrica Bocamina Segunda Unidad", aquellos dan cuenta de antecedentes que resultan de cualquier manera útiles a los acotados efectos de decidir sobre las medidas cautelares de urgencia aquí impetradas. En este contexto, revelador aparece el informe del Gobernador Marítimo de Talcahuano de fojas 299 de fecha 4 de febrero de 2014, en lo que dice relación con las obras nuevas implementadas para obtener la reducción de ingreso de biomasa, ya instaladas desde mediados de octubre de 2013, en cuanto concluye que este sistema no logra evitar el ingreso de biota por lo que sugiere que el titular presente una alternativa con las "mejores tecnologías disponibles para tal efecto". A su turno, en el informe de Sernapesca de fojas 294 de fecha 7 de febrero de 2014, se solicita al titular del proyecto reevaluar, replantear y realizar las modificaciones correspondientes al sistema de filtros piloto en la bocatoma de succión de agua de mar que eviten el ingreso de biomasa al proceso, como ha estado ocurriendo en forma sucesiva en el proyecto actual con ingreso de algas y peces. Puntualiza el informe que el sector en que se ubica la bocatoma es de alta productividad de huevos, larvas y juveniles de especies hidrobiológicas y de zonas de desove de especies de interés comercial, las que sustentan las pesquerías de la región. Se indica además la necesidad de analizar la disminución de la abundancia y riqueza planctónica y de la macrobiótica, toda vez que la succión de agua de mar causa alteración o disminución en la biota, especialmente planctónica que ingresa a los procesos y que sufre schock de temperatura, cloro y fuerza física por succión y choque en las mallas (macrobiota). Se alude al impacto que realiza el titular por el aumento de la succión en 5000 m3/h adicionales, sin tomar en cuenta el efecto recién descrito. Se reitera que no se han presentado medidas mitigatorias adecuadas por lo que se le solicita evaluar "el uso de tecnologías innovadoras que minimicen el ingreso de biota acuática por la bocatoma de succión a los procesos de enfriamiento...". En idéntico sentido se ha vertido, en este aspecto, la Resolución N° 421 del Superintendente del Medio Ambiente, que pone término al procedimiento sancionatorio incoado en contra de Endesa S.A y que se agregó en estos autos a fojas 508 como medida para mejor resolver. Vigésimo segundo: Que, en consecuencia, por aparecer del mérito de los antecedentes analizados, que en lo que concierne al problema planteado respecto del sistema de refrigeración ligado al proceso de succión de agua de mar, una vez puesto en práctica el proyecto de "Optimización de la Central Termoeléctrica Bocamina Segunda Unidad", con la utilización de los caudales ya precisados, y habiendo quedado en evidencia que con posterioridad al fallo dictado por esta Corte en los autos rol N° 9852-2013 de fecha 9 de enero de 2014, se constató la insuficiencia de las nuevas medidas propuestas e implementadas por Endesa S.A. para evitar el ingreso de biomasa, no cabe sino concluir que persisten, en este aspecto, las amenazas graves a la garantía prevista por el artículo 19 N° 8 de la Constitución Política de la República que afectan a los recurrentes y en general a los ciudadanos que habitan y laboran en la zona de influencia de la Central Termoeléctrica tantas veces mencionada, vulnerando su derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, y por todo ello, a raíz de actos que han significado infracción de la legislación medioambiental, calificada como grave, tanto preliminarmente en la reformulación de cargos a Endesa S.A., según consta en el Oficio Ord. N° 976 de 26 de noviembre de 2013, como en la Resolución Sancionatoria N° 421, allegada en fojas 508. Vigésimo tercero: Que, además de lo anterior y como quiera que, tanto en estos antecedentes como en la sede administrativa, la recurrida ha reconocido que al entrar en operaciones la Central Termoeléctrica Bocamina Segunda Unidad no se encontraba instalado el desulfurizador de la Primera Unidad, condición especifica prevista en el punto 4.2.1 de la RCA N° 206/2007, en tanto el mismo tiene por objeto reducir las emisiones de SOx, resulta racional exigir su instalación en el más breve plazo. Vigésimo cuarto: Que lo anteriormente asentado justifica que esta Corte adopte las medidas de cautela indispensables para la protección impetrada, entre tanto se sustancia y decide, por las vías correspondientes, de acuerdo a lo ya indicado en los motivos undécimo y duodécimo, el conflicto integral que afecta a la Central Termoeléctrica Bocamina. Por estos fundamentos y lo dispuesto por el artículo 20 de la Carta Fundamental y el Auto Acordado de esta Corte Suprema aplicable en la especie, se confirma la sentencia apelada de fecha veintinueve de mayo último, escrita a fojas 395 con las siguientes declaraciones: A) Que no obstante que cesa con esta fecha la orden de no innovar dispuesta en esta causa, la Central Termoeléctrica Bocamina Segunda Unidad no podrá reanudar sus operaciones hasta tanto no ofrezca suficiente garantía -que calificará el Superintendente del Medio Ambiente previo informe de los organismos sectoriales Sernapesca de la Región del Bio- Bío y la Dirección de Territorio Marítimo- que implementará a la brevedad nuevas medidas específicas de real y efectiva solución al problema relativo a la succión de agua de mar e ingreso de biota a causa de este proceso, y ello, de acuerdo a las mejores tecnologías disponibles al efecto, de las que se hizo mención en el oficio de fojas 299 y siguientes, y a las que se alude en la Resolución Sancionatoria N° 421 del Superintendente del Medio Ambiente de fecha 11 de agosto de 2014, agregada fojas 508 y siguientes. B) La Central Termoeléctrica Bocamina deberá tener afinada la instalación del desulfurizador de la Primera Unidad, comprometido en la RCA N° 206/07, en el más breve plazo, cuyo cumplimiento supervigilará de modo particular la autoridad medioambiental. C) Que en relación a los demás aspectos denunciados como vulneraciones, a cuyos efectos se ha impetrado protección, regirán las medidas dispuestas en la letra b) de lo resolutivo del fallo en revisión. Se deja constancia que para resolver como se hizo, esta Corte dio aplicación a las reglas pertinentes sobre los acuerdos. Así al existir discordia de votos, se procedió conforme lo dispone el artículo 86 del Código Orgánico de Tribunales, por lo que cada opinión particular fue sometida a votación separada. En este contexto la opinión del Ministro señor Brito de confirmar la sentencia de primer grado ordenando, además, la paralización del funcionamiento del proyecto "Optimización de la Central Termoeléctrica Bocamina Segunda Unidad" por carecer de Resolución de Calificación Ambiental -lo que evidencia una actividad al margen de la legalidad (motivo décimo)- no fue compartida por ningún otro miembro del Tribunal, por lo que debió ceder ante la que, con su voto, alcanzó mayoría. Se previene que el Ministro señor Brito no comparte lo expuesto en el considerando duodécimo del fallo que antecede toda vez que a su juicio la circunstancia de haberse dictado las leyes N° 20.417 y N° 20.600, que consagran la nueva institucionalidad en materia medioambiental, no incide en la procedencia de la acción de protección de garantías constitucionales, toda vez que es nuestra Carta Fundamental la que expresamente establece en su artículo 20 que su ejercicio es "sin perjuicio los demás derechos que pueda hacer valer ante la autoridad o los tribunales correspondientes". En consecuencia, la dictación de los cuerpos legales antes aludidos, en forma alguna merman o disminuyen la competencia cautelar de las Cortes de Apelaciones y de la Corte Suprema para analizar las materias que son propuestas a través del arbitrio en estudio, siendo relevante poner de manifiesto que en relación a la vulneración de la garantía prevista en el artículo 19 N° 8 de la Constitución Política de la República se deben analizar todas aquellas materias que puedan configurar un acto ilegal que atente en contra de tal garantía. Acordado con el voto en contra de los Ministros señor Ballesteros y señora Sandoval, quienes estuvieron por revocar el fallo en alzada y rechazar la acción de protección, fundados en las siguientes consideraciones: Primero: Que no obstante establecerse en la parte final del inciso 1° del artículo 20 de la Carta Fundamental que la interposición del recurso de protección lo es sin perjuicio de los demás derechos que puedan hacerse valer ante la autoridad o los tribunales competentes, no puede perderse de vista que a contar de la dictación de la Ley N° 20.600 de 28 de junio de 2012, que crea los tribunales ambientales, son éstos los llamados a conocer de las controversias medioambientales que se encuentren sometidas a su competencia. En el Mensaje de la Presidenta de la República con el que se inicia el proyecto de ley que crea el Tribunal Ambiental, N°1419-357 de 28 de octubre de 2009, se expresa que: "el Ejecutivo ha accedido a la creación de un Tribunal Ambiental, pero en el contexto de un acceso a una tutela judicial efectiva por parte de los ciudadanos en estas materias, de modo de no restringir su competencia sólo al control de las decisiones de la Superintendencia, sino que también ampliarlo a todo el contencioso de la Ley N° 19.300, permitiendo de ese modo, el igual acceso a la jurisdicción a todos los ciudadanos". Segundo: Que, resulta imprescindible consignar además que quienes disienten no pueden abstraerse del hecho que con posterioridad a la vista de este recurso el Superintendente del Medio Ambiente dictó la Resolución N° 421 de 19 de agosto de 2014, la que puso término al procedimiento sancionatorio descrito en el considerando cuarto numeral sexto de la sentencia impugnada -incorporada en estos autos a fojas 508 en virtud de la medida para mejor resolver dictada a fojas 505- sancionando a la empresa Endesa S.A. por haber incurrido en distintas infracciones, entre las que se encuentra ejecutar el proyecto de "Optimización" sin contar con resolución de calificación ambiental, la que es calificada como gravísima por el ente administrativo imponiendo una multa de 977 U.T.A, disponiendo a continuación del numeral (ix) del resuelvo "Primero" que "en relación a la elusión sancionada, se hace la prevención que, de acuerdo al inciso primero del artículo 8 de la Ley N° 19.300, los proyectos o actividades señaladas en el artículo 10 de la misma ley, sólo podrán ejecutarse o modificarse previa evaluación de su impacto ambiental, de acuerdo a la normativa vigente". En contra de la referida resolución, según informó a esta Corte el Tercer Tribunal del Medio Ambiente, se interpusieron tres reclamaciones conforme lo establece el artículo 17 N° 2 de la Ley N° 20.600, las que se encuentran actualmente en tramitación. Tercero: Que en esta materia cabe destacar que la referida Resolución N° 421, sustentándose en informes de fiscalización, analizó los eventuales riesgos medioambientales derivados de la infracción constatada. Además realizó un análisis de las medidas provisionales que fueron decretadas en el procedimiento administrativo. En esta última materia se debe destacar que una vez que en los autos Ingreso Corte Suprema N° 9852-2013 se dicta sentencia definitiva que acoge el recurso de protección, el 9 de enero del presente año, la autoridad administrativa llevó a cabo una fiscalización el día 16 del mismo mes, concurriendo personal de la Superintendencia del Medio Ambiente, de la Gobernación Marítima de Talcahuano, del Sernapesca de la Región del Bío-Bío y de la Seremi de Salud, verificando que sólo la Primera Unidad se encontraba en actividad, ya que la Segunda Unidad estaba paralizada producto de la orden de no innovar decretada en estos autos por la Corte de Apelaciones de Concepción el 3 de diciembre de 2013. Luego de la referida fiscalización la autoridad administrativa dictó la Resolución N° 39 de 28 de enero de 2014, por la que dispuso medidas provisionales fundadas en la constatación de las condiciones deficientes en las que funcionaba el sistema diseñado por la empresa -contenidos en la Prueba Piloto aprobada por la Superintendencia mediante Resolución N° 241/2013, de fecha 27 de septiembre de 2013- para enfrentar el impacto ambiental no previsto en la RCA N° 206/2007 consistente en la succión de biomasa y, en el hecho que con posterioridad a tal fiscalización se produjeron dos eventos de succión de biota informados por Endesa S.A. En las circunstancias antes descritas, previa autorización del Tribunal Ambiental, se dispuso como medida provisional la clausura total y temporal del proyecto Central Termoeléctrica Bocamina primera Unidad, por el termino de 15 días corridos, impartiéndose a Endesa S.A. una serie de instrucciones de prevención, control y reparación, las que posteriormente fueron reevaluadas y sustituidas por la autoridad conforme a las facultades que le son otorgadas en el artículo 48 de la Ley N° 20.417. Cuarto: Que en este punto del análisis se debe señalar que conforme al artículo 2° de la Ley N° 20.417 la Superintendencia del Medio Ambiente es el organismo que tiene por objeto ejecutar, organizar y coordinar el seguimiento y fiscalización de las Resoluciones de Calificación Ambiental. Entre las funciones entregadas por la ley destacan -en lo que interesa al recurso- aquellas contenidas en la letra a) del artículo 3°: "Fiscalizar el permanente cumplimiento de las normas, condiciones y medidas establecidas en las Resoluciones de Calificación Ambiental, sobre la base de las inspecciones, controles, mediciones y análisis que se realicen, de conformidad a lo establecido en esta ley"; en la letra g): "Suspender transitoriamente las autorizaciones de funcionamiento contenidas en las Resoluciones de Calificación Ambiental o adoptar otras medidas urgentes y transitorias para el resguardo del medio ambiente, cuando la ejecución u operación de un proyecto o actividad genere un daño grave e inminente para el medio ambiente, a consecuencia del incumplimiento grave de las normas, medidas y condiciones previstas en dichas resoluciones"; y en la letra h): "Suspender transitoriamente las autorizaciones de funcionamiento contenidas en las Resoluciones de Calificación Ambiental o adoptar otras medidas urgentes y transitorias, para el resguardo del medio ambiente, cuando la ejecución u operación de los proyectos o actividades, genere efectos no previstos en la evaluación y como consecuencia de ello se pueda generar un daño inminente y grave para el medio ambiente". En este mismo orden de ideas, se debe consignar que conforme al artículo 48 de la ley antes referida una vez iniciado el procedimiento sancionador, el instructor del procedimiento, con el objeto de evitar daño inminente al medio ambiente o a la salud de las personas, podrá solicitar al Superintendente la adopción de alguna de las medidas provisionales señaladas en la norma, estableciéndose distintos requisitos dependiendo de la intensidad de la medida que se pretenda decretar. Quinto: Que de lo expuesto fluye que, tal como lo establece el fallo impugnado, la materia objeto de la acción de protección se encuentra sometida al imperio del derecho, puesto que la Superintendencia del Medio Ambiente inició un proceso administrativo para investigar eventuales incumplimientos de la RCA N° 206/2007. Una vez iniciado el procedimiento reformuló los cargos incluyendo entre ellos operar el proyecto de "Optimización" sin contar con resolución de calificación ambiental. Luego, la referida autoridad administrativa dictó la Resolución N° 421 que puso término al procedimiento sancionatorio, la que, según certificó el Tercer Tribunal del Medio Ambiente a fojas 619 fue reclamada por Endesa S.A y porMarisol Ortega y otros, reclamaciones que generaron dos procesos jurisdiccionales que se tramitan actualmente con los roles N° 6-2014 y 7-2014. En este punto es imprescindible retomar la idea expuesta en el fundamento primero de esta disidencia del fallo, esto es, que desde la entrada en vigencia de la nueva institucionalidad en materia medioambiental consagrada en la Ley N° 20.417 y Ley N° 20.600, la acción de protección sólo puede prosperar si se detecta la existencia de riesgos inminentes a las garantías constitucionales que requieran una cautela inmediata y urgente, requisitos que no se cumplen en la especie desde que la autoridad administrativa adoptó, dentro de la órbita de su competencia, las medidas provisionales para cautelar los riesgos generados por la operación de la Primera Unidad, quedando consignado que si no se adoptaron medidas respecto de la Segunda Unidad, ello se debió a que ésta se encontraba paralizada producto de la orden de no innovar decretada en estos autos. Sexto: Que, en la especie, la circunstancia que la operación del proyecto de "Optimización" se lleve a efecto sin contar con resolución de calificación ambiental, así como las demás materias que se denuncian en autos por los recurrentes, se encuentren sometidas al imperio del derecho, cuyo conocimiento se encuentra pendiente ante el tribunal que establece la ley, determina que esta Corte no tenga que otorgar la cautela urgente e inmediata que se solicita respecto de las garantías que se denuncian como vulneradas. Séptimo: Que como corolario de lo anterior resulta que es improcedente acoger la acción impetrada, menos aún para ordenar que, como lo hace el fallo en alzada, los organismos sectoriales y la Superintendencia del Medio Ambiente realicen fiscalizaciones, toda vez que ello es una obligación que les impone la ley, por lo que es innecesario que por la presente vía se reitere su ejercicio. En este aspecto, se debe puntualizar que una vez que cese la orden de no innovar decretada en estos autos, es la autoridad administrativa encargada de la fiscalización en materia medioambiental -Superintendencia del Medio Ambientela que deberá velar por dar íntegro cumplimiento al fallo dictado en la causa rol ingreso Corte Suprema N° 9852-13, debiendo adoptar las medidas provisionales que estime pertinente en relación a la operación de la Segunda Unidad de la Central Termoeléctrica Segunda Unidad, como asimismo deberá velar porque se cumpla lo dispuesto en el resuelvo "Primero" párrafo segundo del punto (ix) de la Resolución N° 421, descrito en el fundamento segundo precedente. Redacción a cargo de la Ministro señora Egnem y de la prevención y disidencia, sus autores. Regístrese y devuélvase con sus agregados. Rol N° 15737-2014. Pronunciado por la Tercera Sala de esta Corte Suprema integrada por los Ministros Sr. Rubén Ballesteros C., Sr. Carlos Künsemüller L., Sr. Haroldo Brito C., Sra. Rosa Egnem S., y Sra. María Eugenia Sandoval G. No firma, no obstante haber concurrido a la vista y al acuerdo de la causa, la Ministro señora Egnem por estar con permiso. Santiago, 06 de noviembre de 2014. Autoriza la Ministra de Fe de la Excma. Corte Suprema. En Santiago, a seis de noviembre de dos mil catorce, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la resolución precedente.