Cómo empezar una start-up Crear una empresa puntocom sin capital inicial es posible. A través de las ideas de Paul Graham en "How to Start a Start-up" y mi experiencia en Loquo hasta su venta a eBay, este artículo incluye recomendaciones para los emprendedores. He tomado el título del genial ensayo de Paul Graham, How to Start a Start-up, para comparar la evolución de Loquo desde que nació hace casi tres años, hasta su venta a eBay hace unas semanas, con las recomendaciones del autor (Graham ya vendió su start-up a Yahoo). También añado algunas ideas (de Alzado.org y mi experiencia propia) para animar a los que tienen en mente crear su propia puntocom. Hay dos diferencias fundamentales entre este artículo y el de Paul Graham. La primera que Graham centra su ensayo en una start-up genérica (en su caso una empresa de software), sin embargo yo me centraré en una puntocom basada en Internet. La segunda que en el articulo original se presta especial atención a la captación inicial de capital y más específicamente de capital riesgo (VC, venture capital). En cambio en este artículo he preferido tomar como referencia una start-up sin capital inicial y con el trabajo de los fundadores como una única inversión. Este modelo ha funcionado en los casos de Craigslist.org y Loquo.com, honestamente no creo que deban ser excepciones. Me gustaría hacer constar que la mayoría de ideas de este artículo están tomadas del gran ensayo de Graham, cuya lectura recomiendo. Es duro comenzar un proyecto desde 0, de lo contrario todo el mundo lo haría, pero no es algo al alcance de una minoría de elegidos ni mucho menos. Como comenta Graham podrían existir el doble de start-ups de las que existen y sería bueno para todos. Inicios de Loquo.com Loquo comenzó su andadura al más puro estilo de start-up de garaje. El primer año estuvo alojado en un servidor en el salón del piso de Ubaldo Huerta (su fundador) en el barrio del Raval de Barcelona con una conexión ADSL. De hecho desde el principio hasta la venta a eBay Ubaldo ha estado trabajando desde su casa. Mi contacto con Loquo comenzó a raíz de descubrir el sitio por un mensaje de Ubaldo a la lista de correo usabilidad de Cadius.org solicitando opiniones al poco de abrir el sitio. Me pareció que era muy bueno, pero el problema del arranque desde 0 anuncios lo vi complicado. Seis meses más tarde me di cuenta que el sitio empezaba a despegar y decidí hacerle una entrevista en Alzado. Al poco nos hicimos amigos y empecé a seguir su crecimiento más de cerca, lo que me llevó a escribir un segundo artículo en Alzado, ya conocía mucho más las tripas del sitio y tenía más cosas interesantes que contar. Gradualmente empecé a colaborar cada vez más y más con el sitio y desde mediados de 2004, tras dejar mi puesto en usabilidad en la Caixa.es y convertirme en consultor independiente el año anterior, me convertí en colaborador de Loquo. El sitio crecía exponencialmente en anuncios y páginas vistas. Luego más colaboradores, entre ellos algunos amigos se involucraron, hasta que finalmente hace un mes llego la venta a eBay y nos desligamos del proyecto con pena y alegría al mismo tiempo. Dureza del inicio: motivación y desmotivación Todo proceso de empezar algo de 0 es como tener una gran montaña delante de ti que tienes que escalar y donde el único combustible es tu motivación, por tanto el mayor riesgo es desmotivarse y abandonar. En ese caso la clave es mantener todo el tiempo la motivación alta y la mejor manera de evitar que baje es andar ligero de equipaje, evitar cualquier pesada carga que en los momentos más duros y de motivación más baja contribuya al pensamiento de abandonar. Evitar cargas consiste calcular lo realmente necesario e imprescindible para ir completando etapas con éxito, de tal manera que las metas sean alcanzables en un plazo razonable, sin mucho desgaste y no parezcan imposibles. Si para la primera etapa de escalar la montaña no te hace falta una chaqueta goretex cara, ahórrate el dinero, la carga y quién sabe si finalmente te hará falta o no. Otro de los mayores riesgos aunque parezca algo banal, es hablar demasiado. No hay que confundir pensarlo todo bien antes de empezar, con divagar infinitamente. La pasión por reunirse y discutir todo antes de hacer algo bloquea las acciones, lo que se suele llamar "paralysis by analysis". Una buena idea no vale nada Paul Graham tiene más razón que un santo cuando dice que una buena idea no vale absolutamente nada, porque lo realmente difícil no es tener la idea, sino hacerla funcionar. La idea detrás de Loquo no era nada especialmente brillante a simple vista, un clon de Craigslist.org, el sitio de estadounidense de anuncios clasificados que ha tenido un éxito sin precedentes. Ahora plantearlo así es engañoso y tendencioso. Primero, no es tan fácil ser el primero identificar una idea de éxito que aún no ha sido llevada a ciertos mercados. Segundo, llamar a Loquo un clon de Craigslist sería como llamar a Google un clon de Altavista, porque les copiaron la caja de texto y el botón buscar. La idea detrás de la mayoría de negocios es sencilla y precisamente eso los hace funcionar. Externamente un sitio de anuncios no puede ser muy diferente de otro, lo difícil es que funcione. En cualquier sitio la diferencia está en el interior. Otra cosa que deja claro el poco valor de la idea inicial es que pronto comenzaron a aparecer multitud de clones de Loquo (más de 5), que incluso copiaban los anuncios de Loquo. Vuelvo a insistir que como lo importante no es la idea, sino hacerlo bien, que te copien o no, no importa mucho. Loquo siguió haciéndolo mejor que la competencia, los clones no afectaron a su crecimiento y además empezó a dar licencia Creative Commons a sus anuncios, para que los copiase quien quisiera. Estaba claro que luchar por los derechos de copia era una batalla perdida de antemano. No quiero decir que la idea no sea importante, es algo esencial y cualquier idea no vale, debe ser una buena idea. A lo que me refiero es que ahora mismo tengo como 10 ideas interesantes para Alzado.org, pero eso no tiene ningún mérito porque lo realmente difícil es ponerlas en marcha. Si quisiera llevar a cabo alguna de las ideas, primero debería conseguir que los tres fundadores (Luis, César y yo) nos pongamos de acuerdo en que la idea vale la pena, más tarde hacer los prototipos, luego que Luis encuentre tiempo en sus madrugadas para programarlos, posteriormente refinar y corregir errores tanto de enfoque como de programación, todo ello para finalmente descubrir a los X meses si funciona o no (y eso que no partiríamos de 0 sino de 220.000 páginas vistas, mayo 2005). Me río yo del valor de mis 10 magníficas ideas. Para hacer funcionar la idea es importante la flexibilidad. Comenta Paul Graham que aunque tu idea sea buena contiene errores y es crítico descubrirlos lo antes posible. No hay empecinarse en hacer funcionar la idea en el planteamiento inicial sino explorarr las oportunidades inesperadas cuando aparezcan. No hay que tener miedo de compartir la idea, es indispensable para mejorarla. Olvídate del “pobre de mí, me han robado la idea”, no sería cierto. El hueco en el mercado y la competencia El otro requisito al que Graham da importancia es que exista un hueco en el mercado. Sin embargo no se refiere a una nueva idea en un mercado virgen (el sueño de cualquiera), sino que exista algo que no se este haciendo lo suficientemente bien o que se pueda mejorar mucho. En el caso del mercado de los anuncios clasificados en España cuando apareció Loquo estaba dominado por los gigantes Segundamano y Anuntis (ahora fusionados y pertenecientes al grupo francés Trader.com) y que claramente no apostaban por Internet. Sus grandes plantillas y modelo de negocio no debían funcionar bien en Internet y supongo que le debían tener terror a un medio donde con un pequeño equipo de personas se podía hacer lo mismo y mejor, pero con el inconveniente de no tener un modelo de negocio claro para mantener una empresa tan grande. Estas webs usaban prácticas tan peregrinas como tener que enviar un SMS premium (1 euro) para saber el teléfono de contacto de un anunciante. Esto aparte de ir contra la lógica natural de que si alguien paga es quien se anuncia, uno se arriesgaba a que por ejemplo el piso anunciado, ya estuviese alquilado. El otro aspecto que la competencia descuidaba era el posicionamiento en buscadores. Sus sitios rankeaban muy mal en Google, lo que hacía que aunque tuvieran un flujo de anuncios del mundo físico, quedasen a merced de la gente que ya conocía el periódico en papel, recordase la url y de su imagen de marca. Esto les complicaba captar nuevos clientes y les llevaba a perder su cuota de mercado a pasos agigantados con el creciente uso de Google como primer sitio para comenzar cualquier tarea en Internet. Loquo por el contrario prácticamente estaba presente en los primeros resultados de Google en casi todas las búsquedas donde tenía contenidos. La usabilidad de Loquo también era buena, mucho mejor que la competencia. Aún así hay que tener claro que la usabilidad es un elemento imprescindible, pero no suficiente para que una web funcione, es un elemento crítico, pero no el único necesario. Así que estando de los primeros en Google teníamos tanto anunciantes como lectores de anuncios sin invertir nada en publicidad. Como éramos fáciles de usar no perdíamos demasiados de estos visitantes. Me gustaría puntualizar que en mi opinión no hay que tener más miedo del necesario a la típica afirmación “ese mercado esta ya demasiado saturado, no hay hueco”. Evidentemente es más fácil atacar un mercado con poca competencia que con mucha, pero es mucho más difícil y arriesgado ser el revolucionario descubridor de algo completamente nuevo, que mejorar algo que ya se sabe que funciona, sobre todo cuando el diseño web está aún en pañales y hay mucho que mejorar. La gente, el equipo Si una idea no vale nada y el valor está en hacerla funcionar, quien marca la diferencia es la gente capacitada para ello. La gente si es un elemento realmente decisivo, no la idea. Una idea la puedes cambiar sobre la marcha, pero difícilmente puedes cambiar a una persona. No tengo reparos en decir que el equipo de Loquo era excepcional, la lista interna de correo para compartir ideas, tenía un nivel altísimo. Pero aún así pienso que lo definitivo fue la actitud abierta, las ganas de hacer cosas y de hacerlas bien. La formación del equipo en Loquo fue un tanto sui generis por las características del proyecto. Como Loquo no tenía ingresos, ni había una empresa constituida detrás, pues no era más que un grupo de personas integrado por los fundadores Ubaldo y Lissette y más tarde por los colaboradores. No había un procedimiento para la incorporación de personas, cada caso fue distinto, pero todos coincidimos en darnos cuenta de la buena idea que era Loquo y en nuestras ganas de aprender como funcionaba por dentro un proyecto así. En la mayoría de casos fueron los colaboradores los que buscaron a Loquo y no al revés, interesarte espontáneamente por Loquo, era el mejor aval para incorporarte al equipo. Generalmente cada colaborador abría una ciudad, la suya de residencia. No había ninguna obligación, era un proyecto colaborativo “a la Linux”, cada uno trabajaba lo que quería y cuando quería. El gran número de personas involucradas en Loquo fue algo específico del proyecto Loquo y su crecimiento descentralizado por ciudades, por lo que no creo que se pueda extrapolar a cualquier proyecto. Graham recomienda entre 2 y 4 fundadores para iniciar start-up. Para uno solo es demasiado trabajo, pero demasiada gente complicará tomar decisiones. Yo diría que dos o tres son el número perfecto. Aunque los colaboradores de Loquo pudiésemos parecer incautos incorporándonos a un proyecto sin condiciones claras, el común denominador de todos era el deseo de aprender. No perdíamos nada ni estábamos obligados a nada, unos hacíamos más y otros menos, eso es lo natural. También es normal que el tiempo disponible de cada colaborador sea variable. Es inevitable que el que tenga más tiempo libre durante puntualmente trabaje más que el resto, luego suele pasar lo contrario. Aunque pueda parecer extraño considero que esta práctica si es extrapolable a otros proyectos. En mi opinión personal, empezar a hablar de repartir cuando no hay nada que repartir y de obligaciones cuando no hay beneficios, no tiene mucho sentido. Si no te fias del resto de fundadores quizás te deberías plantearte por qué estás en un proyecto con gente de la que no te fias. Evidentemente si en el inicio alguien pone dinero la cosa cambia (hay contratos y todo eso), pero en un proyecto desde 0 y sin recursos la flexibilidad basada en confianza mutua es vital. En mi caso como consultor independiente de usabilidad muchas de mis ideas radicales de usabilidad que la mayoría de clientes no se atrevían a implementar, las pude poner a prueba con Loquo y sus millones de páginas vistas al mes. Esa experiencia vale literalmente su peso en oro para mis próximos proyectos e informes. Perfiles y formación del equipo Habla Paul Graham que debe obligatoriamente haber perfiles técnicos entre los fundadores y estoy de acuerdo. Si no tienes un programador en el equipo de fundadores puedes ir olvidándote. Pensar en la tecnología como algo que puedes subcontratar o encargar a alguien sin el estar en el corazón del equipo, no funciona. Simplemente porque si no conoces al detalle las consecuencias tecnológicas de cada decisión, lo tienes complicado, por mucho que te lo expliquen. Y eso sin contar con la agilidad para hacer cambios que te permite que uno de los fundadores sea un programador. No me refiero a que un proyecto deba estar controlado en exclusiva por los programadores, normalmente los programadores tienen problemas en entender lo que realmente quiere el cliente final. A lo que me refiero es que es más fácil y rápido que un programador aprenda a entender al cliente que un economista aprenda conceptos avanzados de tecnología. En el caso de Loquo, los dos miembros fundadores, Lissette y Ubaldo eran programadores, y la mayoría de los colaboradores eran muy buenos en algún área técnica. El modelo de negocio En mi opinión el modelo de negocio no es lo más complicado de una puntocom y no debe ser lo que más te preocupe al principio. Primero céntrate en crear algo bueno y hacerlo funcionar, luego ten paciencia y tómate el tiempo que haga falta. Si la web funciona, es decir, tiene mucho tráfico, el modelo de negocio se hará evidente poco a poco. No me refiero a olvidarse completamente del modelo de negocio, como se hizo en la época de la burbuja. Hay que tener algunas ideas, pero tener un modelo de negocio detallado desde el principio (a no ser que seas una tienda online) es muy peligroso, porque lo más probable es que no funcione y tus predicciones sean erróneas. Hasta que no ves como tus usuarios usan tu sitio durante un tiempo (al menos un año, pero diría que hasta dos o tres) es muy complicado saber por qué servicios estarían dispuestos a pagar (a no ser que tengas una tienda online, claro). Lo más normal es que con el tiempo el modelo de negocio vaya apareciendo poco a poco cada vez más claro y de manera casi espontánea. En Loquo, aunque no hubo tiempo para implementarlo, se fue viendo cada vez más claramente el modelo de negocio, solo hay que echar un vistazo al sitio y los foros para saberlo. Ha llegado el caso de que algunos usuarios nos demandaban “pagar” en ciertas secciones, lo que nos hacia mucha gracia. Otros incluso decían que Ubaldo era comunista porque todos los anuncios eran gratis en Loquo. Otros en cambio preveían intenciones maléficas de cobrar por todo en el futuro ;) Aunque no tengo ni idea de lo que va a pasar en el futuro con Loquo (ahora que lo controla eBay), tengo claro que en Internet todo o casi todo tiene que ser gratis para que funcione. El éxito de ElMundo.es es entenderlo claramente y vivir de la publicidad, como nos comentaba su director Gumersindo Lafuente que nunca pasarían a pago, frente al gran error de ElPais.es al pasar todo a pago, error que por cierto, acaba de enmendar tras dos años. Se puede cobrar por servicios específicos premium, pero no por los contenidos centrales del sitio. En esta línea aprox. el 95% de anuncios de Craigslist.org son gratis, solo cobra por las ofertas de trabajo. Además “ofertas de trabajo” no es una categoría cualquiera, los particulares no ponen ofertas, por tanto no les afecta, solo a las empresas. En mi artículo “No diseñes tu web para ganar dinero” lo expongo extensamente. El servicio principal de una web, su “core” y el 95% de sus contenidos, tienen que ser gratis. El modelo de negocio, los servicios de pago, tienen que ser una mínima parte y aparecer más tarde conforme sean demandados. La gente que piensa que los sitios gratuitos o casi gratuitos cuando tengan monopolio de facto empezaran a cobrar por todo, está en un error. Precisamente esta es la gran ventaja de Internet, cuando la competencia está a un click, es complicado crear monopolios porque apenas hay coste del cambio. ¿Cuánto tiempo tardaría la gente en pasarse a otro buscador si Google dejase de funcionar bien? No tendría que instalar o desinstalar nada. En pocos meses se hundiría, por eso hace poco Steve Ballmer, CEO de Microsoft, decía que Google era una empresa volatil que puede desaparecer en pocos años. Microsoft en cambio tiene un producto instalado físicamente en los ordenadores con las ataduras que eso genera, incluso aunque la empresa desapareciese mañana su sistema operativo seguiría siendo usado durante años. No digo que crea que eso vaya a suceder, pero desde la perspectiva de Balmer Google es muy débil. Tiempo y dinero Aunque Paul Graham habla en su artículo sobre cómo conseguir venture capital (capital riesgo), yo no voy a hablar de captar recursos financieros para iniciar un proyecto. Primero porque desconozco como hacerlo, segundo porque he visto algunos casos que han funcionado sin capital inicial (Craigslist y Loquo) y tercero porque creo que en España no es tan fácil conseguir capital como en EE.UU. No se a vosotros, pero lo del capital riesgo no es que me suene lejano, es que me suena casi a ciencia ficción. No tener dinero es un inconveniente importante, pero no insalvable. El propio Graham afirma que cuando consigues un capital para invertir lo que consigues realmente es tiempo en forma de salarios para pagar horas de trabajo. O sea que aunque no tengas dinero, si tienes tiempo, ya tienes un capital. Eso si, asegúrate de que realmente tienes ese tiempo disponible. También doy por supuestas dos cosas: • Odias y desconoces a partes iguales todo lo que tenga que ver con papeleo burocrático para obtener subvenciones y ayudas públicas. En mi opinión lo malo no es solo lo complicado del tema, es simplemente desmotivador usar tiempo redactando aburridas memorias para proyectos que no sabes si te van a aceptar. No es lo mío. • No sabes como funcionan ni tienes contactos con firmas de fondos de capital riesgo. Como decía antes creo que en España las firmas de capital riesgo no abundan y debe ser difícil si no tienes contactos en ese mundo. En todo caso si luego te va bien seguro que se te arrima alguna y te ofrece invertir. O sea, que si tu único capital es tu tiempo y el de los otros fundadores tienes dos opciones: • Poner el máximo de capital sobre la mesa dedicando jornada completa a tu proyecto. Deberás vivir de tus ahorros entre dos y tres años, lo que es arriesgado, pero menos que tener que pedir un préstamo que no sabes si podrás devolver. En el peor de los casos siempre podrás reincorporarte al mercado laboral con una experiencia muy valiosa. • Dedicar tu tiempo libre aparte de tu jornada laboral. El proyecto ira más lento, tendrá limitaciones de envergadura y tus relaciones de pareja/familia se pueden resentir. La ventaja es que no arriesgas mucho. Una solución intermedia puede ser empezar invirtiendo tu tiempo libre y si luego la cosa se ve que funciona dedicarse a tiempo completo. El "tiempo libre" es un concepto un poco engañoso. Hay gente que en su tiempo libre es capaz de trabajar más que en su jornada laboral y otros a los que su jornada laboral le deja “huecos”. En cualquier caso no vas a llegar muy lejos si no le echas muchas horas. Respecto al dinero que hace falta para elementos físicas, en realidad de lo imprescindible ya sueles tener dos cosas, ordenador y conexión a Internet, por tanto solo te falta espacio en un servidor para empezar. No es nada descabellado empezar con un plan de hosting de 9 dólares al mes en Hostgo o similar. Lo realmente importante de gastar poco no es el dinero propiamente dicho. Lo importante es que cuando vengan los tiempos duros, es decir, trabajar y no ver progresos, no te sientas como que no ganas nada y encima pierdes dinero. Poder decirte a ti mismo “vale, no gano, pero tampoco pierdo dinero” mantendrá tu motivación alta hasta que superes el bache. En Loquo la minimización de costes fue un arte. Inicialmente el servidor de Loquo estaba en casa de Ubaldo bajo una linea ADSL y para no desbordar el espacio de disco y enlentecer la descarga, solo se permitía colgar una única imagen y solo en ciertas categorías. Ubaldo desde el inicio hasta la venta a eBay trabajaba a jornada completa desde casa, puso todo su capital (tiempo) sobre la mesa. Recomiendo evitar cualquier gasto fijo a toda costa. Tener un servidor dedicado de 150 euros al mes, puede parecer un coste asumible inicialmente, pero todos los costes fijos iniciales dan problemas. A poco que se te presente un nuevo gasto fijo de 150 o 200 euros, te empezará a doler, y aunque lo puedas pagar, debilitará tu motivación y aumentará la sensación de “estoy tirando el dinero en algo que no se si va a funcionar”. A la gente que piensa montar una tienda online le diría que evite costes fijos de almacenamiento y gestión de un stock, ¿por que no usar el stock de una tienda física ya existente? De este modo la tienda online con tu propia marca es un cliente más de la tienda física que se encarga de todo, recibe los pedidos y hace los envíos, Hasta que no tengas un gran volumen de ventas tus precios no van a ser los más baratos, pero lo único que arriesgas es el trabajo de montar la web, tendrás todo el tiempo del mundo para hacer cambios y mejoras hasta que funcione, sin perder dinero cada mes. Evidentemente tendrás que trabajar duro para que tu tienda sea mejor que las otras, no será fácil, pero hay muchas áreas donde las tiendas online son realmente malas. Crecer lentamente Dice Paul Graham que las circunstancias les obligaron a crecer lentamente y eso resultó bueno. En el caso de Loquo también sucedió así de manera espontánea. Los colaboradores iban apareciendo poco a poco, lo que daba tiempo a que conociesen la cultura y funcionamiento del sitio web antes de que entrasen los siguientes. Como no se pagaba a nadie por hacer el trabajo “aburrido”, todos teníamos que hacer todos los tipos de trabajo, tanto la moderación, como el soporte técnico. Moderar los anuncios de un sitio como Barcelona con 2.000 anuncios nuevos cada día te da más información sobre como la gente usa los sitios de anuncios que cualquier explicación. Responder al soporte técnico te hace saber realmente que problemas tiene la gente con el sitio. Los que tienen dinero para trabajadores específicos para el soporte no saben lo que se pierden. Comenta Graham que lo mejor de todo es la buena imagen que das cuando el propio programador coge personalmente el teléfono de soporte y puede solucionar el problema o prometer una solución sin inventársela. En el caso de Loquo la gente no llamaba demasiado al teléfono o ni enviaba muchos e-mails (pensamos que gracias a la buena usabilidad de Loquo), pero Ubaldo atendía personalmente las llamadas telefónicas. Igualmente podías ver las fotos de los colaboradores locales que te respondían al correo, normalmente en unas pocas horas. En un proyecto de este tipo el teléfono y el e-mail son elementos básicos para generar confianza, son tu contacto con la gente. Las fotos del equipo también son importantes. No tener una gran marca también es una ventaja. Las grandes marcan tratan de humanizarse, tu no lo necesitas, ya eres una persona, solo tienes que dejar que tus usuarios / clientes te vean como tal. Detectar el error Dice Graham que debes tener bien claro que al principio te vas a equivocar y vas a meter la pata hasta el fondo. Por tanto la clave es detectar y corregir los errores lo antes posible. Para ello la solución no es discutir (divagar) a priori durante meses. Por mucho que discutas los errores los vas a cometer igual luego. Mejor crea un prototipo inicial lo antes posible. Es más fácil detectar los errores sobre algo físico que sobre ideas en el aire. Un prototipo inicial es algo que se debe poder hacer como máximo en una semana, e incluso en un día, si requiere más tiempo que ese, entonces no es un prototipo. Eslabón débil Si tu modelo tiene una “pata física”, un contacto con el mundo real, lleva cuidado porque entonces no depende de ti y quedas a merced de que ciertas personas se comporten como tu esperas. Por ejemplo, si basas la comunicación en el e-mail tienes que tener en cuenta que en España mucha gente no responde al e-mail de inmediato y otros ni siquiera lo leen todos los días, por tanto, si la inmediatez es importante, quizás el e-mail no es el mejor sistema de comunicación. También es peligroso esperar que los profesionales del sector X cambien sus prácticas radicalmente. La gente tiene su propia manera de trabajar y es más fácil que adopten una pequeña mejora en su "manera" que cambien totalmente a otra opción (la tuya) por muy buena que sea. Grandes clientes Lanzarte a por los grandes clientes es atractivo, pero complicado. Normalmente los captará alguien con mayor capacidad comercial que tú. Cierto que acceder a estas grandes empresas suena perfecto, todos tus problemas resueltos de una sola vez con un contrato de muchos ceros, pero en la práctica es una lotería. Paul Graham comenta que en su caso se dedicaron a las pequeñas empresas que siempre son más accesibles. Entender el crecimiento No sobreestimar las predicciones de tráfico del sitio a corto plazo, ni subestimarlas a largo plazo. Aunque el sitio duplique el número de páginas vistas cada tres meses, el doble de muy poco, sigue siendo muy poco, no te desanimes porque vas bien. A largo plazo un crecimiento de este tipo desbordará las previsiones, pero a corto plazo puede dar la impresión de no avanzar en absoluto. Ahora, si empiezas un sitio nuevo de 0 y tu tráfico no se duplica (como mínimo) cada 6 meses seguramente tienes un grave problema. ¿Cuánto te cuesta vender? Hay modelos de negocio que tienen sentido, pero requieren grandes inversiones/tiempo con lo que el beneficio puede ser marginal si luego no hay operaciones masivas. Por eso el programa AdSense de Google es tan interesante, se monta en 10 minutos y no tiene costes de gestión o mantenimiento, son todo beneficios. Excesiva complejidad inicial Graham recomienda no ser demasiado ambicioso con grandes proyectos que abarquen todo. Mejorar algo grande es complicado, pero mejorar algo pequeño es relativamente fácil. Los nichos en el mercado suelen estar en cosas concretas sencillas que podrían funcionar mejor. Además si haces algo más pequeño, es más fácil de usar, más barato y por tanto más fácil de vender. Luego siempre estarás a tiempo de añadirle más cosas cuando sea necesario. Generación de contenidos ad infinitum Comprometerse a generar constantemente contenidos para un sitio web con un pequeño equipo es un modelo de funcionamiento muy problemático. Cualquier sitio necesita el mayor volumen posible de contenidos para generar tráfico a través de Google, pero hacerlo a costa de un pequeño equipo desgasta mucho. La opción más sencilla es crear comunidad, permitir a los usuarios generar contenidos, que envíen artículos o noticias, que publiquen sus opiniones sobre productos, crear foros de debate, etc. El coste de oportunidad y el retorno de inversión El "coste de oportunidad" es un concepto que creo que alguna gente ignora en España y la verdad es que tiene un nombre bien raro. Simplemente significa ¿y no sería mejor emplear mis recursos en otra cosa? Cuando haces algo, dejas de hacer otras cosas, la cuestión es que si lo que dejas de hacer sería más o menos productivo que lo que haces. El coste de oportunidad es especialmente importante cuando tienes un montón de cosas que hacer, tienes ideas y más ideas pendiente. Es lo que suele pasar en este tipo de proyectos. Sin embargo cuando tu único capital es tu tiempo no administrarlo bien es igual que perder dinero. Tener en cuenta el retorno de inversión de cada tarea te dará la clave para centrarte en la tarea más importante cuando tienes muchas cosas pendientes de hacer. Temas legales Al igual que en el punto de cómo captar capital, no tengo ni idea de temas legales referentes a sitios web (ni me interesan), supongo que la mayoría de lectores de este artículo estarán en la misma situación. Mi opinión es que al principio del proyecto te preocupes por ellos lo mínimo necesario. Si al principio no tienes modelo de negocio, no hay dinero de por medio y no es necesario crear una empresa ni darte de alta de autónomo. Respecto a cumplimiento de la LSSI con indicar tu NIF, una dirección física y unas condiciones de privacidad, yo diría que es suficiente para empezar. Otros ejemplos de proyectos Como la idea de este artículo es animar a la gente a montar algo, para que no parezca algo irreal y lejano aquí van ejemplos de gente que ya lo ha hecho. Tener una consultora y aprovechar los tiempos muertos entre desarrollos y reaprovechar código que ya tienes para montar algo tiene mucho sentido. Es lo que han hecho por ejemplo en Evolucy.com, creando hace un par de meses Caldoso.com un buscador exclusivo para el BOE (Boletín Oficial del Estado) que facilita mucho encontrar información en este documento oficial tan ilegible. Debería facilitar mucho la vida a abogados, asesores y empresas, pronto veremos si realmente lo hace. Buscavuelos.com te busca el mejor precio de un billete de avión incluyendo compañías de bajo coste. Ha sido creado entre otros por Oscar Frias . Lo he probado y funciona bien, ya veremos si la gente también se anima a probarlo. David de Prado de Dnxgroup.com ha creado la tienda de fundas para iPod iAlbea. En inglés y apuntando a un mercado muy específico. Toni Vicens, que trabaja en sistemas en la Mutua General de Cataluña se ha lanzado al teóricamente saturado mercado online de venta de vino con Vinissimus.com .