TEMA 34: COMO HIJOS, ORAMOS A DIOS, NUESTRO PADRE OBJETIVOS: Enseñar a orar o hablar con Dios nuestro Padre que nos ama. FORMACIÓN DEL CATEQUISTA La oración, necesidad y sostenimiento de la vida del catequista ¿Qué es orar? - “Orar es una conversación con Dios. Cuando lees, Dios te habla a ti; cuanto tú oras, hablas a Dios” (San Agustín) - “Orar, es, tratar de amistad, estando muchas veces, tratando a solas con quien sabemos que nos ama” (Santa Teresa) - “Orar es ponerse en manos de Dios, a su disposición, y escuchar su voz en lo profundo de nuestros corazones” (Teresa de Calcuta) Como catequistas te puedes preguntar: ¿Qué definición recoge más tu propia experiencia de orar? Haz tu propia definición de oración Las fuentes de la oración cristiana El espíritu Santo, es quien nos enseña a recoger el agua viva que está en corazón del orante. La Palabra de Dios, pues a Dios escuchamos cuando leemos su palabra. La Liturgia de la Iglesia, que nos pone en contacto con Dios, nos hace vivir y gustar durante la celebración el Dios que sigue salvándonos. Las virtudes teologales, pues la Fe nos lleva a buscar el rostro de Cristo; la Esperanza que empuja a orar esperando y confiando en El; el amor que experimentamos en la oración y que nos lleva a responder al Señor. El mundo, en el hoy, porque Dios habla y está presente en este mundo, como petición para que este mundo esté presente el Reino de Dios. Como catequistas pregúntate: ¿Qué fuente está más descuidada en tu vida? ¿Qué puedes hacer por mejorarla? Diversas formas de oración cristiana (cf. 2626 al 2649) Las formas esenciales de oración cristiana son: la bendición y la adoración, la oración de petición y de intercesión, la acción de gracias y la alabanza, y la Eucaristía que contiene y expresa todas las formas de oración1. La bendición Es la respuesta agradecida del hombre a los dones de Dios: porque Dios bendice, el corazón de las personas puede bendecir a su vez a Aquel que es la fuente de toda bendición. Adoración La adoración es la prosternación (arrodillarse como muestra de respeto o adoración) del hombre, que se reconoce criatura ante su Creador tres veces santo. Surge cuando la persona se ha sentido tocado por el amor de Dios, por su grandeza, por bondad… Deseando estar en silencio y contemplándolo delante de Él. Sus rasgos característicos son: Humildad profunda de sentirnos pobres ante el Señor de nuestra vida; El silencio contemplativo donde sobran las palabras y el corazón sólo sabe de amor; expresión corporal de rodillas, postrado en tierra, inclinado. La oración de petición Consiste en pedir favores a Dios, tanto espirituales como materiales, para satisfacer las necesidades de uno mismo. Con ello, manifestamos: que creemos en el amor de Dios Padre hacia nosotros, sus hijos; nuestra limitación, necesidad y dependencia de El; la fe de que Dios nos otorgará las ayudas que necesitamos para vivir como cristianos. La oración de petición puede adoptar diversas formas: petición de perdón o también de súplica humilde y confiada por todas nuestras necesidades espirituales y materiales, aunque la primera realidad que debemos desear es la llegada del Reino de Dios. La oración de intercesión Es una oración de petición dirigida a Dios a favor de otros. Nos une y conforma con la oración de Jesús, que intercede ante el Padre por todos los hombres, en particular por los pecadores. Como Jesús es el único intercesor ante el Padre (Cf. Rm 8, 34; 1 Jn 2,1; 1 Tim 2, 5-8). Nosotros lo que hacemos es interceder en el nombre de Jesús o unirnos a su constante oración intercesora al Padre por toda la humanidad. Interceder es lo propio de un corazón que vive conforme a la misericordia de Dios. Oración de acción de gracias Es el agradecimiento que nace de la conciencia de los dones recibidos, del entusiasmo del alma maravillada por esta generosidad, del reconocimiento gozoso ante la grandeza divina. La Iglesia da gracia a Dios incesamente, sobre todo cuando celebra la Eucaristía, en la cual Cristo hace partícipe a la Iglesia de su acción de gracias al Padre. El Antiguo testamento resalta estos salmos de acción de gracias (18, 21, 30, 40, 66, 92, 116, 138). EL Nuevo Testamento Pablo anima a vivir en continúa acción de gracias (1 Tes 5, 18; Ef 5, 19-20; 2 Tes 2, 13). Oración de alabanza. La alabanza es la forma de oración que, de manera más directa reconoce que Dios es Dios; es totalmente desinteresada: canta a Dios por sí mismo y le da gloria por lo que Él es. Es la contemplación de la gloria de Dios que resplandece, nos invade y nos deja absortos. Como catequista pregúntate: ¿Has descubierto algo nuevo al leerlas? ¿Qué oración está más presente cuando rezas? ¿Por qué? ORIENTACIONES PARA LA CATEQUESIS El tema tiene mucha conexión con el tema 16 donde ya se habló de que orar es abrir el corazón a Dios, ponerse delante de Él, escucharle y hablarle con confianza de hijos. La oración es un acto de fe porque no vemos ni oímos a Jesús pero que sabemos que está escuchándonos y que nos habla: cuando leemos atentamente su Palabra (Biblia); cuando los padres o su amigo le recuerda algo bueno que se ha dejado de hacer; cuando escuchamos y leemos las noticias que a veces nos hace pensar; cuando sentimos cosas buenas por dentro que debemos hacer; cuando… Como a rezar se aprende rezando el tema tiene diversos momentos donde debes orar con los niños. Utiliza tu propia experiencia y no te olvides que son niños. TESTIMONIAR LA FE Orar es necesario para ser cristiano Decid con gestos aquellas cosas que son necesarias para vivir. Preguntamos: ¿Pensar qué cosas necesitamos las personas para vivir? Decidla con gestos. Por ejemplo: respirar (abrir la boca y coger aire y expulsarlo); comer (nos llevamos la mano a la boca varias veces); dormir (ponemos las dos manos junta a cara que se inclina un poco y cerramos los ojos); hablar (mover los labios); beber (coger vaso y llevártelo a la boca); rezar (juntas las dos manos y cerrar los ojos); amar (abrazarnos). Llamamos necesario a todo aquello que no puede faltar para vivir. Lee y comenta el primer párrafo hasta sin hablar con Dios, e insiste en lo que consideres conveniente. Orar es rezar con palabra o escuchar en silencio la Palabra de Dios. Lee y comenta el párrafo segundo y quinto y pregunta: ¿Rezas en algún momento del día? Pregunta ¿qué hace cuando rezas? Algunos por las noches da gracias y pide. Después narra tu propia experiencia de lo que haces cuando rezas. Canta con gestos la frase de la página 101: “Dos atrae a todos los hombres al encuentro con Él en la oración”. Cantamos la canción como un amigo le hablo a Dios y preguntamos: ¿Cómo habla con Dios? ¿Quién nos enseñó a hablar con Dios? ¿Cómo es Dios? CANCIÓN “Como un amigo (manos juntas) le hablo (con una mano me señalo la boca) a Dios (extiendo las manos hacia arriba), así Jesús (me toco la barba) me lo enseñó, Jesús paraba hablar (me toco la barba) con Dios (extiendo las manos hacia arriba, para animarse en sumisión, a Dios (extiendo las manos hacia arriba qué es Padre, madre, grande, cerca, amigo (manos juntas) y corazón ( señala el corazón) (bis). INICIAR EN LA CELEBRACIÓN La Eucaristía contiene todas las formas de oración Recordando las oraciones que hacemos dentro de la eucaristía. o Pedimos que nos digan qué oraciones rezan ellos dentro de la misa (Yo confieso, el Padrenuestro, gloria) y si se hacen otras oraciones (peticiones u oración de los fieles donde pedimos y damos gracias). o Después pide que te digan qué tipo de oración es cada una de ellas. El yo confieso (perdón); gloria (de alabanza) el Padrenuestro (petición, alabanza, perdón, acción de gracias) ENSEÑAR A REZAR Rezamos partiendo de la vida Lee y comenta la frase quinta para situar como rezamos en algunos momentos del día. Pedimos que nos digan situaciones malas y buenas que ocurren en casa, con los amigos, el colegio. Las escribimos en la pizarra si hay o bien en un folio para después utilizarla cuando se rece. Enseñamos a rezar partiendo de la vida. Vamos al templo y nos situamos cerca del sagrario, si no se puede ambientamos la sala de catequesis situando sobre la mesa una imagen del Señor o la Biblia. Hacemos los siguientes pasos: o Comienza cantando: Señor, enséñanos a orar, haz que te escuche, quiero hablar contigo. (Variante de la canción de Brotes de olivos: “Señor, enséñanos a orar, quita de mi mente, los esquemas del mundo)”. o Continúa enseñando el gesto de dar gracias (extendemos las manos hacia arriba) y el gesto para pedir (juntamos las dos manos cerca de la barbilla) o Prosigue invitando hacer silencio cerrando los ojos para tomar conciencia de que vamos a estar con Jesús y hablar con Él. o finaliza diciendo en voz alta y despacio lo malo y lo bueno que se ha dicho anteriormente en el apartado anterior, dejando unos instantes para que ellos hagan el gesto y pidan o den gracias. Así hasta que termine. ALENTAR EN LA VIDA CRISTIANA Familiar: Proponer que recen antes de las comidas como acción de gracias por la comida. Personal: que recen por la mañana el Padre nuestro con el sentido de vivirlo durante el día, y por la noche que repasen el día haciendo un examen de conciencia dándole gracias a Dios por las cosas que no ha hecho my bien y por las cosas buenas que ha hecho bien. Puede terminar rezando el Ave María.