Bodegas y Viñedos Sentencia PRÓLOLGO Apenas tenía diez años. Tal vez sea éste el motivo por el que recuerdo aquel día con tanta nitidez. De pequeño hay momentos que se te graban a fuego, sea cual sea el porqué. Hacía frío y la escasa luz que se colaba por la persiana de mi cuarto provenía de esa vieja farola que, aún hoy, hace guardia frente a la casa de mis padres. Era demasiado temprano pero mi padre me despertó entusiasmado, con una sonrisa que no tardó en contagiarme: ¡ Alberto corre! ¡ Tienes que ver esto! Entre el frío y la premura de sus palabras, me olvidé por completo de que hacía escasos segundos dormía placenteramente. Corrí hacia el armario para buscar mi mejor abrigo mientras el motor del Renault 8 se desperezaba junto al porche. Bajé las escaleras de tres en tres y salté al asiento del copiloto. ¿Qué pasa padre? ¿Adónde vamos? ¡La viña Alberto, hay que llegar antes de que amanezca! Aquello no hizo más que avivar mi curiosidad, aunque opté por no insistir. Estábamos a un par de kilómetros del viñedo, así que me deje caer sobre el respaldo y cerré los ojos, imaginando cientos de miles de finales que jamás superarían al real. El coche se detuvo y supe que el madrugón había merecido la pena. La noche había sido especialmente fría allí arriba y un resplandeciente manto de nieve virgen cubría por completo las vides. No he vivido un amanecer igual. Fue entonces, frente a la viña y junto a mi padre, cuando despertó la que ya se ha convertido en mi verdadera pasión. EL COMIENZO Corría el año 2006 cuando aquellos sueños de niño se fueron materializando. En pleno auge de reestructuración del viñedo español, muchas de las propiedades vitícolas de la familia ya habían sido arrancadas y replantadas con nuevas variedades de vides, por aquel entonces mal denominadas “mejorantes”. En este contexto inevitable, unas seis hectáreas de antiguos viñedos, cuidadas durante décadas por las manos de mi padre, mi abuelo y mi bisabuelo, quedaban sentenciadas a muerte. Fue entonces cuando decidí coger el relevo y emprender este nuevo proyecto, haciéndome cargo de una pequeña parte de las tierras para trabajarla según mi forma de entender el vino. Allí, en apenas un par de parcelas que tenían los días contados, descubrí una nueva y estimulante parte de mi vida: Sentencia. EL VIÑEDO La tierra donde nací, jugué y aprendí a amar el vino es la misma que ve crecer ahora mis ilusiones con cada nuevo racimo. Las micro-parcelas, divididas en dos zonas de la comarca UtielRequena, presentan una orografía y tipología de suelos muy diferentes entre sí. Con un tamaño medio de 0,5 hectáreas por parcela, albergan dos variedades de uva: Los viñedos de Bobal, de origen materno, fueron plantados en su mayoría durante las primeras décadas del s.XX y están situados en el corazón de la comarca. Un poco más al sur encontramos los viñedos de Garnacha, de origen paterno, que fueron plantados durante los años 60 y están situados en la localidad de Los Pedrones, en una pequeña meseta a 730 m de altitud sobre la confluencia entre el río Júcar y el río Cabriel. Estos viñedos, destinados exclusivamente a la elaboración de Sentencia, no sólo se trabajan en base a las prácticas de la viticultura tradicional, sino que en sus cuidados se adoptan nuevas estrategias basadas en la agricultura ecológica y biodinámica. De este modo implantamos una nueva metodología de trabajo con el fin de obtener uvas capaces de mostrar toda la singularidad de nuestras variedades, nuestros suelos y nuestro clima. Para lograrlo redujimos el laboreo, realizamos cambios en la poda de invierno e implantamos nuevos trabajos de la poda en verde, como el aclareo de bayas. Renunciamos al riego y a los abonados convencionales como nutrición del viñedo, sustituyéndolo por un sistema de conservación del suelo basado en aprovechar como nutrientes los propios sarmientos del viñedo tras la poda, y la formación de coberturas vegetales. En cuanto a la lucha frente a las plagas de la vid, raramente se actúa, y en su caso, se hace con productos y en las cantidades permitidas por la agricultura ecológica. Todo ello, tras una exigente selección de la uva, nos permite llevar hasta la bodega los mejores frutos. LA BODEGA Si existe un lugar en la Tierra donde puedo sentirme verdaderamente en paz, ese es sin duda nuestra pequeña bodega. Los sótanos de la antigua bodega familiar, que cerró sus puertas en los años 60 con la llegada del Cooperativismo, albergan hoy la nueva bodega Sentencia. Se trata literalmente de una bodega garaje, con una pequeña sala donde fermentar nuestras uvas en pequeños depósitos de acero inoxidable y una sala de barricas, donde los vinos reposan a la temperatura y humedad constante que nos ofrecen los muros de la antigua bodega. La elaboración de nuestro vino sigue un proceso artesanal y de absoluto respeto a la originalidad de nuestras uvas. La vendimia se realiza de forma manual y es transportada hasta la bodega en cajas. Una vez despalillada, fermenta hasta que la maceración se considera suficiente y se sangra, antes de pasar a una prensa manual. Finalmente, el vino es encubado en barricas de roble, donde realiza la fermentación maloláctica. Antes de su embotellado es sometido a varios trasiegos fijados por el calendario lunar, lo que nos permite evitar procesos de clarificación y estabilización, manteniendo viva la esencia de nuestros caldos. VINOS Sentencia Coupage Experimental Ensamblaje de añadas 2006, 2007 y 2008 Variedades: Bobal 70%, Garnacha y Syrah 30% Crianza: 12 meses Roble francés 90%, Roble americano 10% Producción: 1200 botellas Sentencia Coupage 2009 Añada 2009 Variedades: Bobal 70%, Garnacha y Syrah 30% Crianza: 12 meses Roble francés 90%, Roble americano 10% Producción: 1300 botellas Sentencia Coupage 2010 Añada 2010 Variedades: Bobal 70% Garrnacha y Syrah 30% Crianza: 12 meses Roble francés 90% Roble americano 10% Producción: 1500 botellas Ficha de cata : Sentencia Coupage Experimental 5 y el 6 de diciembre de 2011 Vino tinto de color cereza intenso con ribete violáceo claro muy fino. Deja lágrimas casi traslúcidas, de grosor medio en las paredes de la copa que nos dan una idea de su formidable densidad. En nariz es un vino con hechuras de vino poderoso y frutal inmediatamente desmentidas por una sutilidad y elegancia inusitada en la zona. En los aromas de ataque resalta la fruta roja madura, ciruelas, cerezas, fresas y grosellas, pero tras una leve aireación en la propia copa (yo no decantaría ni airearía nunca este vino) aparecen los aromas de especias que nos han aportado la excelente madera donde se ha criado: clavo, canela, vainilla y un lejano recuerdo de sándalo y palosanto. En la boca es un vino redondo y cremoso, aunque seguirá afinándose en su obligada crianza en botella. No existe astringencia (esa mezcla de añadas ha hecho milagros en el tacto bucal de este vino) y sus excelentes taninos plenos de madurez parecen envolverlo todo. Es un vino franco y honesto, que tras un suave barboteo, refrenda lo descubierto en el olfato, por tanto nos encontramos con una intensa vía retronasal en la que tras las agradables sensaciones frutales y especiadas del inicio, surgen aromas minerales y arcillosos que deleitan nuestros sentidos. Su persistencia es legendaria y su posgusto es largo, intenso, frutal y especiado. El recuerdo es de gran vino, de esos que te hacen soñar con ellos una y otra vez, su “aspecto visual imaginario” se parecería a un bosque de helechos en primavera, pero no umbrío y húmedo, con aromas de humus, setas y castañas, sino un bosque bien ventilado, claro de robles y hayas con algunos matorrales de Laurel y Tomillo. Se asociará perfectamente a quesos curados de pasta dura prensada de largo affinage: Idiazabal, Comté d´Estive, manchego curado, Gouda, Parmesano, Queijo de Sao Jorge, Pecorino Sardo, etc. Asimismo será compañero ideal de cocidos, estofados, guisados, asados y embutidos de Requena. Así como de la caza de pelo y de pluma guisada a fuego lento al amor de la lumbre. Aunque yo me haría una pularda silvestre al horno, rellena de ciruelas rojas, trufas negras y piñones podría ser perfecta con este magnífico vino. Su época ideal para ser disfrutado comienza ahora y es un vino que podrá seguir mejorando durante al menos una década. Sin duda alguna, por calidad, tipicidad y complejidad aromática y también por las sensaciones placenteras que nos produce, es el mejor vino tinto que haya probado jamás proveniente de la Comunidad Valenciana. Se debe de disfrutar en copa Senso Pinot Noir, a unos 16 grados y sin airear, jarrear o decantar previamente. Juan Ferrer Espinosa www.enopata.com Ficha de cata: Sentencia Coupage 2009 20/12/2012 Aspecto: Rojo cereza picota con irisaciones violáceas o “cardenalicias papales”. Vino en el que se percibe con claridad una intensidad glicérica importante, lo que nos avanza una cremosidad en boca. Su capa alta de color informa de una maduración apropiada de la uva y la maceración necesaria en el proceso de elaboración. Nariz: A copa parada se percibe una alta intensidad aromática en la que aparecen noblemente los ligeros matices de la madera como la hoja de cedro y especias sutiles, entre ellas el clavo. Agitando la copa se descubren las notas propias de las variedades utilizadas en el coupage, destacando un aroma de pimientos rojos maduros, que se fusionan perfectamente con los frutos rojos confitados y aromas de hiervas infusionadas como el tomillo y el romero. Los aromas frutales que hemos percibido se armonizan perfectamente con los de su paso por la barrica, creando una buena armonía entre ellos. Boca: Al ataque es cremoso y goloso, con un paso muy sedoso y elegante. Como si nos acariciara el terciopelo en los carrillos de nuestra boca. Su tanino maduro y dulce es el que nos provoca esta sensación tan agradable. La astringencia sutil que nos queda la equilibra una acidez justa, que nos refresca la boca después de haberlo degustado. En el retrogusto se confirman los aromas que encontramos en la nariz. Siendo un vino largo, su elegancia es su sello, algo que lo hace muy personal. Servicio: Temperatura óptima de 16º a 17º. Copa de cáliz ancho y boca estrecha. Como buen ejemplo, una Tempranillo de la casa Riedel. Maridaje: La elegancia de este vino permite el poder tomarlo a cualquier hora. Carnes como el pato, el cerdo o el buey, si es graso y meloso, se acoplan perfectamente. Aunque si tenemos que ponerle un compañero perfecto, sería una pechuga de pato al café. Rafael Perez www.pelegrivalencia.com SENTENCIA coupage 2010 botellas nº 7 y 8 de 1500 Ligeramente menos intenso y profundo que su hermano 2009, ofrece un límpido y atractivo color rojo cereza con ligerísimos matices violáceos, que se funden en el borde de la copa con una fina lágrima que cae lenta pero decidida anunciando un vino de gran densidad y concentración. Tremendamente seductor desde que los primeros aromas de fruta roja dependen al servirlo en la copa. No hace falta marearlo para sentir tremendo potencial y la gran intensidad de este coupage 2010. Limpio. fruta roja madura es protagonista principal de un reparto infinito, donde sinfín de matices suman y suman complejidad y elegancia. se el La un Con solo unos minutos en la propia copa, notas de especias frescas y una sutil mineralidad hacen que el conjunto gane en frescura transportándote a un punto sin retorno. Ya estás sentencia-do. La boca es su punto fuerte, y sin duda, lo que le sitúa al nivel de los grandes vinos. Un mezcla perfecta entre una estructura tremendamente poderosa y una elegancia innata. De ataque franco y directo, evoluciona en la media boca envolviéndola en un manto de seda recordándonos (por si se nos había olvidado) que la fruta es el protagonista. Taninos muy pulidos y redondos, y una frescura y acidez que consiguen que no pueda para de disfrutar copa tras copa. Un falso final “corto” nos engaña por unos instantes para volver en unos segundos como un sutil torrente de sensaciones que parece no tener fin. Me quito el sombrero ante un VINAZO (si me lo permitís) que consigue mostrarnos la versión más elegante, sutil y compleja de una materia prima absolutamente potente y concentrada. Catado en Valladolid los días 16 de Septiembre (botella nº7 de 1500) y 27 de Noviembre (botella nº8 de 1500). Copas utilizadas: Riedel Taster Sommeliers y Spiegelau Authentis Tasting Jaime Suárez Pardo www.quinola.es