D E CERCA Sergio Rossi Hidrozoos or su tamaño (pequeño, por lo común), su difícil clasificación (a simple vista se confunden con algas u otros grupos sésiles) y su baja biomasa (forman grupos que pueden ocupar grandes espacios, aunque que no suelen superar el 3 % de la biomasa viva en una superficie determinada), los hidrozoos son los grandes desconocidos del sistema bentónico costero. Los hidrozoos que observamos a lo largo de la costa corresponden a un estadio de un ciclo bastante complejo. Se trata del estadio fijo al sustrato, esto es, a rocas, algas, hojas de fanerógama, conchas de caracola, boyas y otros objetos. En su estadio libre, la hidromedusa ejerce de dispersor: flota libre en la columna de agua. Pero, en realidad, ¿quién es el adulto y quién el juvenil? El desarrollo de los hidrozoos puede repartirse en dos fases diferentes, cada una de las cuales presenta sus propios ciclos biológicos, necesidades alimentarias, competencia y crecimiento. Tales fases son: pelágica (la de la medusa, en la columna de agua) y bentónica (la de los pólipos). Sostienen algunos autores que la hidromedusa es el estadio adulto del ciclo; para otros, el hidropólipo constituye el verdadero adulto, en tanto que las medusas se limitaría a ser un simple transporte de productos sexuales lejos del alcance de las colonias progenitoras. No se trata de una controversia bizantina. Saber quién precedió a quién nos aclararía la evolución seguida por ese grupo animal. Además, la fase adulta merecería considerarse la reguladora del ciclo. No acaban las repercusiones para la ciencia. Del conocimiento de la filogenia de los hidrozoos se beneficiaría la investigación sobre la filogenia de grupos más complejos. Se explica, pues, el interés reciente sobre los hidrozoos, cuyos acelerados ciclos sexuales (a veces fáciles de controlar en laboratorio), el desarrollo de sus dos capas (epitelio y endotelio) y el de la masa celular intermedia (mesoglea) pueden ayudar a entender claves del origen y función de los tejidos en animales más “evolucionados”. P 1. Cuando en la columna de agua abunda el alimento (en primavera), los hidrozoos pueden monopolizar durante breves períodos el espacio. Aquí una Aglaophenia sp. está a punto de concluir su ciclo; las bolitas marrón claro son los gonóforos 2. Gracias a las elevadas tasas de ingesta, los hidrozoos crecen de forma acelerada, compitiendo a veces por el espacio con otros organismos de rápido desarrollo como las algas carnosas 42 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, julio, 2003 4. Existen dos grandes grupos de hidrozoos: los atecados y los tecados; el criterio de división atiende a la capacidad o incapacidad de retraerse el pólipo en el interior de una teca o cáliz protector. En este caso observamos un hidrozoo atecado sobre el alga modular Halimeda tuna 3. Los hidrocaules portan los pólipos; suelen distribuirse de forma simétrica. En los pólipos acostumbra basarse la clasificación de estos organismos 5. Vida breve de los hidrozoos. Aquí observamos el avance imparable de otros organismos desde la base del hidrocaule de estos hidrozoos tecados INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, julio, 2003 6. La competencia por el espacio es una constante en la vida de estos y de otros organismos. Los contemplamos aquí arracimados en el borde de una hoja tratando de cerrar su ciclo biológico 43