Un muro en la frontera México-Estados Unidos

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Una barrera a nuestro ambiente compartido
El muro fronterizo entre México y Estados Unidos
Una barrera
Ana Córdova y Carlos de la Parra
(coordinadores)
Con la colaboración de Luis Fernando Abitia,
Héctor Moya, José Luis Castro y Eduardo Peters
a nuestro ambiente
compartido
El muro fronterizo entre
México y Estados Unidos
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
Instituto Nacional de Ecología
El Colegio de la Frontera Norte
Consorcio de Investigación y Política Ambiental
del Suroeste
Primera edición: octubre de 2007
D.R. © El Colegio de la Frontera Norte
Carretera Esc Tijuana-Ensenada km 18.5
San Antonio del Mar C.P. 22709
Ensenada, B.C. México
www.colef.mx
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat)
Blvd. Adolfo Ruiz Cortines 4209 Col. Jardines de la Montaña 14210
Deleg. Tlalpan México, D.F.
www.semarnat.gob.mx
Instituto Nacional de Ecología (INE-Semarnat)
Periférico Sur 5000, col. Insurgentes Cuicuilco,
C.P. 04530. México, D.F.
www.ine.gob.mx
Consorcio de Investigación y Política Ambiental del Suroeste (SCERP)
250 Campanile Drive
San Diego, CA, EE.UU.
www.scerp.org
Diseño de portada: Álvaro Figueroa
Foto de portada: istockphoto.com
Traductores: Trans-Lang, Inc., San Diego, California
ISBN: 968-7947-62-4
ISBN-13: 978-968-7947-62-4
Impreso y hecho en México
Índice
Presentación del Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales
11
Juan Rafael Elvira Quesada
Presentación de El Colegio de la Frontera Norte
13
Presentación del Instituto Nacional de Ecología
15
Introducción
17
Tonatiuh Guillén López
Adrián Fernández Bremauntz
Carlos de la Parra y Ana Córdova
Primera parte. Un muro en la frontera MéxicoEstados Unidos
La protección ambiental y la seguridad en la frontera 31
México-Estados Unidos: el asunto del muro fronterizo analizado
en contexto
Paul Ganster
En la frontera hace falta cooperación, no muros
43
Afuera del muro...
49
Los muros y sus impactos en un contexto histórico mundial
57
Mary Kelly
Exequiel Ezcurra
Lyndsay Carlisle
Segunda parte. Fauna
Posibles impactos de la construcción y operación del muro fronterizo sobre la fauna. Discusión de especialistas
65
Los impactos del muro fronterizo sobre los mamíferos silvestres
77
Los osos negros frenados por la frontera 87
Héctor Moya
Rurik List Cora Varas
Tercera parte. Ecosistemas
Posibles impactos de la construcción y operación del muro fronterizo sobre la flora. Discusión de especialistas
95
Riesgos ecológicos de la construcción del muro fronterizo
107
Las ecorregiones de la frontera norte de México
117
Prioridades para la conservación de la biodiversidad
en la frontera norte de México
131
Eduardo Peters
Hugo Riemann
César Cantú, Patricia Koleff y Andrés Lira-Noriega
Patricia Koleff, Andrés Lira-Noriega, Tania Urquiza y Eduardo Morales
Cuarta parte. Ambiente físico
Posibles impactos de la construcción y operación del muro fronterizo sobre el ambiente físico. Discusión de especialistas
147
Juan Manuel Rodríguez Esteves y José Luis Castro Ruiz
Impactos visibles de barreras físicas ya existentes en la frontera 169
Oscar Romo
Quinta parte. Aspectos legales y
diálogo de sectores
Marco legal. Discusión de especialistas
177
Opciones y herramientas legales para la seguridad y protección ambiental
183
El muro fronterizo y la violación de principios
187
Ópticas y estrategias: el diálogo de los sectores
195
José Luis Castro Ruiz
Rick Van Schoik
Carlos A. de la Parra y Ana Córdova
Luis Fernando Abitia
Anexo metodológico. Actividades realizadas en las mesas de trabajo
199
Perfiles de los autores
201
Directorio de participantes
209
Luis Fernando Abitia y Héctor Moya
Presentación SEMARNAT
Presentación del Secretario de Medio
Ambiente y Recursos Naturales
L
entre México y Estados Unidos abarca desiertos, cordilleras, ríos, humedales, esteros y acuíferos compartidos, con variadas zonas
climáticas y una notable biodiversidad, incluidas especies endémicas, así
como parques nacionales y áreas naturales protegidas. Podemos hallar, entre
otras muchas especies, cactáceas de zonas secas, como el sahuaro, y animales
únicos en el mundo, amenazados o en riesgo de extinción, como el berrendo, el
borrego cimarrón, el lobo mexicano, el oso negro, el jaguar, el puma y el ocelote,
entre otros.
Teniendo como trasfondo este patrimonio, la construcción de barreras físicas
entre ambos países resulta un tema de preocupación, por sus impactos en el
capital natural compartido. Y ante la falta de información científica respecto de
las afectaciones ambientales del proyecto, y atendiendo también las preocupaciones planteadas por la sociedad civil, el 3 y 4 de mayo de 2007, por iniciativa
de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) se llevó a
cabo un taller técnico-científico sobre los impactos ambientales potenciales del
muro fronterizo entre Estados Unidos y México. En las instalaciones de El Colegio
de la Frontera Norte, se logró la participación de 55 reconocidos expertos de
los sectores gubernamental, académico y no gubernamental de ambos países,
quienes buscaron identificar y discutir los posibles resultados ambientales de
la construcción del muro, con el fin de brindar elementos técnicos ambientales
para la discusión bilateral y la toma de decisiones en esta materia.
a región fronteriza
11
Con base en las deliberaciones de esta taller, Una barrera a nuestro ambiente
compartido. El muro fronterizo entre México y Estados Unidos recopila análisis y
alternativas a los potenciales impactos que podrían derivarse de la construcción
del muro en la región sobre la flora, la fauna y el ambiente de esta importante
franja de territorio binacional.
La calidad de los especialistas participantes en esta obra la convierten en una
referencia sólida para un diálogo binacional informado, imbuido del espíritu de
colaboración impulsado por el Convenio de La Paz y por otros instrumentos de
cooperación para el desarrollo sustentable que han suscrito México y Estados
Unidos.
Juan Rafael Elvira Quesada
Secretario de Medio Ambiente y
Recursos Naturales (Semarnat),
México
12
Una barrera a nuestro ambiente compartido
Presentación de El Colegio de la Frontera Norte
Presentación de El Colegio
de la Frontera N orte
L
México y Estados Unidos ha sido un espacio donde históricamente se expresa con énfasis la compleja interacción entre ambos países,
oscilando entre cooperación y distancia; entre la interacción cotidiana y la
frialdad de las respectivas capitales; entre la esperanza y las víctimas de la aventura migratoria no documentada. Paradójicamente, conforme ambas naciones
estrechan sus redes productivas, comerciales y financieras, construyendo una
estructura económica en América del Norte, la línea divisoria se convierte en una
severa barrera, lejana al entendimiento y ajena a una globalización que avanza
en la dirección contraria.
Hasta hace pocos años, el trazo de los límites entre ambas naciones era casi
simbólico, considerados en su forma material. En espacios extensos no existían
marcas que separaran los territorios, incluso ni en las áreas urbanas de las principales poblaciones fronterizas; sin embargo, rompiendo con esa historia de vecindad
y de recíproca confianza, el gobierno de Estados Unidos ha convertido la frontera
en una barrera casi infranqueable, mediante muros dobles y hasta triples, y no
sólo en las áreas urbanas colindantes sino también en aquellos espacios antes
abiertos, preservados en su estado natural.
El nuevo muro fronterizo, más allá de sus implicaciones de política internacional y sobre las relaciones bilaterales, ha tenido elevados costos humanos
y, crecientemente, impactos negativos sobre especies y ecosistemas que no
saben de fronteras. Ambos países comparten las riquezas del medio ambiente,
a frontera entre
13
para lo cual se requiere de políticas sustentables que, en efecto, satisfagan los
respectivos intereses nacionales. En este rubro hay un reto para la creatividad
y la cooperación bilateral, en sustitución de alternativas unilaterales o de altos
costos sociales y ambientales, como es el caso del muro fronterizo y las barreras
que está levantando.
En este libro se presentan argumentos y datos que demuestran que el muro
fronterizo afecta la reproducción de especies animales y vegetales, poniendo en
riesgo su supervivencia. Para El Colegio de la Frontera Norte es motivo de gran
satisfacción el haber colaborado con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Naturales, así como con el Instituto Nacional de Ecología en el desarrollo de los
talleres de análisis que dieron origen a la publicación conjunta del presente libro.
Ha sido una experiencia ejemplar de cooperación el que una institución académica
e instituciones de gobierno, hayan dedicado sus esfuerzos a un tema central de
la actual agenda bilateral entre México y Estados Unidos.
Tonatiuh Guillén López
Presidente de El Colegio
de la Frontera Norte
14
Una barrera a nuestro ambiente compartido
Presentación de El Instituto Nacional de Ecología
Presentación del Instituto
Nacional de Ecología
E
México y Estados Unidos se comparten extensas áreas
silvestres, como son los desiertos Sonorense y el Chihuahuense, que han
evolucionado durante milenios para dar lugar a la impresionante riqueza
biológica actual.
El Instituto Nacional de Ecología realiza investigación aplicada para resolver
problemas ambientales en México, y la frontera norte nos llama la atención por
su complejidad ecológica y su dinamismo socio-económico, situación que con
frecuencia conlleva profundas afectaciones del entorno natural.
El muro que construye Estados Unidos como fórmula para intentar resolver
problemas de seguridad y de migración ilegal en esa frontera traerá problemas
ecológicos diversos, como la fragmentación de los hábitats y la alteración de los
flujos superficiales de agua, lo que puede eventualmente llevar a la irreversible
pérdida de especies
En la opinión de algunos expertos el muro no resolverá ni los problemas
de inmigración ilegal ni los de seguridad que enfrenta nuestro vecino del
norte. Se convertirá tan sólo en un costoso paliativo político que genere temporalmente, una falsa percepción de protección y de menor vulnerabilidad.
El muro representa un anacronismo con evocaciones medievales, planteado
como una solución que evade el diálogo y obstruye la posibilidad de que dos
países diseñen y “edifiquen” conjuntamente otras medidas que cumplan con
dos objetivos perfectamente compatibles: el deseo de Estados Unidos de
n la frontera entre
15
proteger mejor sus fronteras y el anhelo de México por preservar sus valiosos
ecosistemas compartidos.
Debido al rápido crecimiento poblacional y al consecuente aumento de las
presiones sobre los recursos naturales en la frontera, se hace indispensable contar
con un acuerdo binacional ágil, transparente y de carácter preventivo sobre los
impactos ambientales transfronterizos asociados con actividades y obras proyectadas por los dos países. Hace más de veinte años que los gobiernos de México
y Estados Unidos cooperan exitosamente para atender problemas ambientales
fronterizos como la contaminación del aire, el manejo adecuado de residuos, la
atención a emergencias (como derrames e incendios), y el establecimiento de
áreas naturales protegidas contiguas.
La política del “buen vecino” no debiera aplicarse de forma selectiva o caprichosa, ignorándola ocasionalmente con la toma de decisiones unilaterales que
claramente afectan a la otra parte. La relación entre México y Estados Unidos ha
vivido situaciones complejas a través de la historia; sin embargo, la mayoría de
las diferencias se han resuelto a través del diálogo constructivo y respetuoso. En
el Instituto Nacional de Ecología pensamos que el caso del muro fronterizo no
debe ser la excepción. Demos oportunidad a que nuestros expertos e instituciones
trabajen juntos para encontrar soluciones que nos hagan sentir orgullosos, que
acerquen aún más a nuestros pueblos y que sirvan de ejemplo para otras fronteras
en el mundo que enfrentan problemas semejantes.
Adrián Fernández Bremauntz
Presidente del Instituto Nacional
de Ecología
16
Una barrera a nuestro ambiente compartido
Introducción
Introducción
Carlos A. de la Parra y Ana Córdova
C
ada día es menor la superficie de ecosistemas sin perturbaciones en
el mundo. La expansión de la actividad humana transforma a los
hábitats, fragmentándolos y degradándolos de diversas maneras.
Algunos procesos de fragmentación generan lo que se conoce como efecto de
borde o frontera; otros, por su naturaleza abrupta, simplemente interrumpen
los flujos de agua, energía, suelo y seres vivos con consecuencias que no son
siempre del todo previsibles.
La iniciativa de construir una barrera física en la frontera entre México
y Estados Unidos ha despertado la preocupación de ecólogos y especialistas
por la perturbación que tendrá esa barrera sobre ecosistemas notables que
se encuentran a lo largo de la línea internacional. En marzo de 2005, las
organizaciones ambientalistas Defenders of Wildlife (Defensores de la Vida
Silvestre) y Wildlands Project (Proyecto de Tierras Silvestres) realizaron un
primer taller en Tucson, Arizona convocando a actores importantes de la región como las universidades de Arizona y Estatal de Arizona, representantes
de refugios de vida silvestre y parques nacionales potencialmente afectados,
y personal de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (USCBP)
para discutir los efectos del muro propuesto. Un segundo taller se celebró
en octubre de 2006, teniendo como metas: (1) identificar los corredores de
vida silvestre y las especies más sensibles en Arizona y Nuevo México, y (2)
recomendar alternativas para la mitigación y protección de estos recursos.
17
Como resultado de este encuentro se definieron cuatro corredores críticos en
la región y especies indicadoras para cada uno de ellos, entre los que destacan
el oso negro y el jaguar en la región del río San Pedro y otras más. Ambos
talleres fueron los primeros esfuerzos por identificar y describir con detalle
los impactos al ambiente de un probable muro fronterizo, aunque ambos se
enfocaron exclusivamente a la región fronteriza de Arizona y Nuevo México.
No obstante dicha preocupación, el Presidente Bush firmaría, días después
del segundo taller, la Ley del Cerco Seguro o Secure Fence Act, iniciando así
el proceso de construcción del muro.
Ante la inminencia de la construcción y la falta de información científica
respecto a las afectacio­nes ambientales que ocasionaría el proyecto a lo largo
de la frontera, aunado a la preocu­pación de la sociedad civil, el Secretario de
Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) planteó la necesidad de
documentar, para uso del sector oficial mexicano, los impactos concretos que
tendría un muro en los términos planteados por el gobierno estadounidense.
Su iniciativa respondía así a una solicitud de acción por parte del Senado de la
República, y a recomendaciones formuladas por el Consejo Consultivo para
el Desarrollo Sustentable de la SEMARNAT. Como plan de acción para documentar los efectos que tendría el muro, dicha secretaría acordó que el Instituto
Nacional de Ecología (INE), conjuntamente con El Colegio de la Frontera Norte
(COLEF), convocaran una reunión amplia de especialistas de ambos lados de
la frontera para discutir el estado del arte del conocimiento científico sobre
los impactos de una barrera colocada en la frontera México-Estados Unidos.
Así se celebró el Primer Taller Técnico-Científico sobre los Posibles Impactos
Ambientales del Muro Fronterizo, en Tijuana, Baja California el 3 y 4 de mayo
de 2007. Los resultados de ese taller están contenidos en la presente obra.
Este libro representa, principalmente, un primer acercamiento binacional
al conocimiento de los probables impactos ambientales que implicará el muro
fronterizo propuesto por el gobierno estadounidense. En cierto sentido, esta
obra constituye también un compendio de reflexiones sobre la vecindad entre
México y Estados Unidos, y la clase de efectos perturbadores que tendrá una
muralla física en esta yuxtaposición de dos países con dos culturas, dos economías, dos sistemas políticos, que se mantienen en un esfuerzo permanente
por integrarse pero sin mezclarse, sin confundirse. La diferencia en los niveles
de desarrollo entre México y Estados Unidos constituyen una frontera de
enormes magnitudes y complejidades, cuya geometría y esencia se define día
con día. A lo largo de la historia del desarrollo social y económico de América
del Norte, esta frontera ha representado y sigue representando el mayor reto
18
Una barrera a nuestro ambiente compartido
Introducción
para la integración comercial y económica de sus naciones, objetivo último
establecido al firmarse el Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN) entre México, Estados Unidos y Canadá en 1992.
La creciente integración comercial de México y Estados Unidos la confirman las cifras históricas de comercio entre ambos países,1 y su integración
social avanza conforme se naturaliza la interacción entre ambos pueblos. Así
vemos crecer la presencia de norteamericanos en México, como turistas o
colonos en ciudades del interior o centros vacacionales, mientras la población
transmigrante de origen mexicano se ha convertido en una de las minorías
con mayor presencia al norte de la frontera. En las poblaciones inmediatas
a la línea internacional, las comunidades fronterizas viven una dinámica
compartida en el día a día de carácter eminentemente local o regional, cuya
interacción en ambos lados de la frontera se intensifica con el paso del tiempo
y el crecimiento natural de las ciudades.
Lejos de esta realidad ocurrieron los trágicos eventos del 11 de septiembre
de 2001, que cambiarían de manera tan notable la convivencia fronteriza. La
otredad, como atinadamente menciona Exequiel Ezcurra en esta obra, cobró
una cara misteriosa y enigmática para la sociedad estadounidense, y la vecindad con México se volvió un fenómeno más complejo y más complicado aún.
La Seguridad Nacional suplantó cualquier otro tema en la política exterior de
Estados Unidos, y su gobierno federal procedió a su aplicación sin distingos
para vecinos o amigos. La preocupación por la migración mexicana se fusionó
con el miedo al ingreso de terroristas por sus fronteras, y la agenda de seguridad interna en Estados Unidos desplazó, entre otras, a la agenda ambiental
en la frontera con México.
E sfuerzos
por una buena vecindad
En el contexto de una creciente interdependencia entre ambos países, los
gobiernos de México y Estados Unidos definieron como prioritario estimular el desarrollo económico, y como vía para ello, facilitar el intercambio de
bienes y servicios entre ambas economías. El TLCAN se propuso “eliminar
obstáculos al comercio y facilitar la circulación transfronteriza de bienes y
servicios entre los territorios”; “promover condiciones de competencia leal
en la zona de libre comercio”; “aumentar sustancialmente las oportunidades
1 Véase, por ejemplo, las estadísticas de la Oficina del Censo de Estados Unidos, Foreign Trade Statistics,
Country Data, U.S. Trade Balance with Mexico, U.S. Census Bureau, accesible en http://www.census.
gov/foreign-trade/balance/c2010.html#top, Octubre 2007.
19
de inversión”; “proteger y hacer valer, de manera efectiva, los derechos de
propiedad intelectual”; y “establecer lineamientos para la ulterior cooperación
trilateral regional y multilateral encaminada a ampliar y mejorar los beneficios
de este Tratado”. (TLCAN, Artículo 102) En resumen, se trataba de eliminar
las fronteras, las barreras y obstáculos que existieran en la infraestructura
física (carreteras, instalaciones de comunicación, instalaciones en puertos de
entrada, etc) o en los marcos legales respectivos.
En materia ambiental, los dos países se manifestaron “convencidos de la
importancia de conservar, proteger y mejorar el medio ambiente y de que la
cooperación en estos terrenos es un elemento esencial para alcanzar el desarrollo sustentable, en beneficio de las generaciones presentes y futuras”.2 Los
acuerdos que dieron vida a la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza
(COCEF) y al Banco de Desarrollo de América del Norte (BDAN) se firmaron
en noviembre de 1993, ratificando la convicción de los gobiernos de que “la
cooperación es de beneficio mutuo al atender problemas ambientales similares en cada país”.3 El acuerdo reforzaba, a su vez, el Acuerdo de Cooperación
Ambiental de América del Norte, que incluye a Canadá, firmado un año antes
en eventos sucesivos en las ciudades capital de los tres países, y el Acuerdo de
La Paz de 1983 en el que México y Estados Unidos sellaban su voluntad por
“cooperar en el campo de la protección ambiental en la zona fronteriza sobre
la base de igualdad, reciprocidad y beneficio mutuo”.4
No obstante las buenas intenciones manifestadas por Estados Unidos en los
acuerdos ambientales de carácter trilateral con sus dos vecinos y un segundo
bilateral con México, tres años después de ello le impondría fuertes cortapisas
a su política ambiental. Presa de presiones políticas por la presencia de 3.5
millones de indocumentados, y motivado quizás por el tema de las elecciones
presidenciales de 1996, el Congreso aprobó la Ley de Reforma a la Inmigración Ilegal y Responsabilidad del Inmigrante (IIRIRA, 1996), facultando al
Procurador General (Attorney General) para obviar cualquier ley ambiental
con el fin de reforzar la seguridad en la frontera con México.5
2 Acuerdo entre el Gobierno de los Estados Unidos de América y el Gobierno de los Estados Unidos
Mexicanos sobre el Establecimiento de la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza y el Banco de
Desarrollo de América del Norte.
3 Convenio entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América sobre Cooperación
para la Protección y Mejoramiento del Medio Ambiente en la Zona Fronteriza (Convenio de La Paz),
declaraciones.
4 Ibíd., Artículo 1.
5 La Sección 102(a) instruye al Procurador General adoptar medidas, como instalar barreras y caminos
y remover obstáculos visuales, que “frenen cruces ilegales”, y la Sección 102(c) faculta obviar (waive)
20
Una barrera a nuestro ambiente compartido
Introducción
Diez años después, y mediando el único ataque terrorista ocurrido en la
historia en suelo norteamericano, la clase política de Estados Unidos se volcó casi en forma unánime a favor de medidas que blindaran su frontera con
México, temerosos de ser acusados por los electores o sus oponentes políticos
de ser tibios en cuanto a medidas de seguridad o antimigratorias. Paul Ganster
nos relata en este libro la sucesión de programas emprendidos para “sellar la
frontera” y describe de manera amplia el razonamiento y contexto político
mediante el cual cobraron fuerza en Estados Unidos los argumentos en favor
de reforzar el muro. Su colaboración incluye una descripción y análisis del
Décimo Reporte de la Junta Ambiental del Buen Vecino dedicado, justamente,
al tema de ambiente y seguridad fronteriza.6
A mbiente
o seguridad : falsa dicotomía
La estrategia y acciones norteamericanas por alcanzar mayor seguridad demuestran un abandono a los principios de colaboración y buena vecindad
con México fomentados a lo largo de décadas, y un desdén por el análisis de
fondo sobre los problemas de seguridad en la frontera. En el origen está la
incongruencia de un gobierno que por décadas le apostó a la colaboración y
al desarrollo, y que hoy supone que un muro que divide y deteriora el paisaje
y su balance natural puede contribuir a la seguridad de todo un país. Sellar la
frontera con México para evitar sus problemas es análogo a atacar los síntomas
y no la causa, o el así llamado remedio al final del tubo.
Plantear esta falsa dicotomía y pretender conquistar la seguridad a través
de la exclusión representa una enorme tragedia en materia de política exterior
de Estados Unidos hacia México. Las bases sólidas de una política de seguridad pasan por una economía sana pero también por un estado ambiental
sano. Agua limpia y abundante, bosques saludables, recursos pesqueros bien
manejados, y fuentes energéticas suficientes son pilares fundamentales de una
real seguridad nacional. El deterioro ambiental al interior de México, al igual
que en el resto del mundo en desarrollo, es uno de los factores que motiva la
migración y ha convertido a zonas en los estados de Oaxaca y Guerrero, entre
los “ordenamientos de la Ley de Especies Amenazadas (Endangered Species Act) de 1973 y la Ley de
Política Ambiental (National Environmental Policy Act) de 1969”.
6 La Junta Ambiental del Buen Vecino es un Comité independiente de asesoría al Presidente de Estados
Unidos que funciona conforme al Acta del Comité Federal de Asesoría (FACA). Su misión consiste en
asesorar al Presidente y al Congreso de Estados Unidos sobre las prácticas ambientales y de infraestructura
de “buena vecindad” a lo largo de la frontera de Estados Unidos con México.
21
otros, en zonas de expulsión. Según Myers y Kent (1995), la vulnerabilidad
de pobladores en zonas degradas ocasionan la migración de 25 millones los
ya llamados refugiados ambientales. Esta cifra es ya comparable con otros
27 millones de refugiados tradicionales por razones políticas, religiosas, o
guerras intestinas de índole étnica, y seguirá creciendo al incrementarse la
vulnerabilidad asociada al cambio climático. En México se estima la cifra de
refugiados ambientales en un millón al año (Myers 2005), sin que exista un
cálculo adecuado sobre la proporción de los mismos llegan a la frontera norte
buscando cruzarla.
La expulsión de población del campo mexicano tiene estímulos adicionales. En su intervención en el taller técnico-científico, Ezcurra aporta la
reflexión sobre cómo los subsidios con que cuenta la industria agrícola de
Estados Unidos se convierten en causa componente de la migración mexicana al poner en competencia dos sistemas agrícola-financieros a través del
mismo TLCAN. En esta lucha desigual, los agricultores de baja tecnificación
en México no están en condiciones de competir y se convierten en agentes
perdedores que se verán obligados a dejar su actividad y territorio, en gran
medida para migrar al norte de la frontera, justamente para participar en la
industria agrícola-financiera que los desplazó.
En ese sentido, el TLCAN, como instrumento armonizador de las economías, tiene en su haber éxitos, como la generación de empleos a través de la
industria maquiladora en ciudades, y fracasos, como la exacerbación de la
pobreza en el campo mexicano. El éxodo de la fuerza laboral y la degradación
de los recursos naturales en el campo mexicano son deficiencias que también
tienen orígenes históricos internos, que le exigen al Estado mexicano una reflexión autocrítica para replantear adaptativamente su estrategia de desarrollo
y renovar su gestión. Así pues, la migración transfronteriza es un fenómeno
extremadamente complejo, en el que juegan un papel asuntos diversos tanto
nacionales como binacionales, y como tal requiere de reflexión profunda y
de acciones conjuntas integrales. Acciones simplistas y unilaterales, como la
construcción del muro, no son soluciones reales a este fenómeno.
Contrario a lo planteado en la estrategia de seguridad del gobierno norteamericano, la promoción a la protección ambiental y la conservación de
los recursos naturales son parte consustancial de una estrategia en favor de
la seguridad. No obstante, en el debate político, el gobierno estadounidense
ha fomentado una falsa dicotomía entre ambiente y seguridad que producirá
efectos graves no sólo para el ambiente, sino también para la seguridad y la
vecindad en la frontera.
22
Una barrera a nuestro ambiente compartido
Introducción
R etrocesos
en diplomacia ambiental
La segunda tragedia en la política elegida por Estados Unidos se observa en
el sensible retraso en su diplomacia ambiental con México. Hace más de dos
décadas que Estados Unidos y México coincidieron en las formas de armonizar su vecindad en materia ambiental mediante la firma del Convenio de La
Paz. Lamentable es que hoy la gestión conjunta alcanzada entre dependencias homólogas a lo largo de 25 años sea desarticulada por un solo objetivo
mal concebido. Los convenios comerciales y ambientales no sólo plasmaron
la voluntad de los dirigentes de ambos países por lograr una frontera tersa
y bien hilada, sino que dieron vida a varios de los programas ambientales
fronterizos que hoy son ejemplo en la colaboración bilateral entre ambos
países. Durante esas dos décadas, la Agencia de Protección Ambiental de
Estados Unidos (USEPA) se convirtió en el soporte principal de una sucesión
de programas, como el Programa Integral Ambiental Fronterizo (PIAF), el
Programa Frontera XXI, y Frontera 2012. Esta colaboración ambiental entre
ambos países ha sido un factor en el desarrollo institucional no sólo de la gestión ambiental del gobierno federal mexicano, sino también de los gobiernos
estatales fronterizos. Como productos adicionales de esta colaboración se
cuentan los programas de áreas protegidas hermanadas; el Comité Trilateral de
Vida Silvestre, que se comparte con Canadá; el esfuerzo conjunto por las aves
migratorias de América del Norte; los proyectos para el rescate de humedales
de América del Norte, financiados por la Ley de Conservación de Humedales
(NAWCA), que sustenta las aves acuáticas migratorias; entre otros. Adicional
a la estrecha relación entre autoridades ambientales del gobierno federal están
las colaboraciones de alcance regional, estatal y local, entre las que se cuentan
la Conferencia de Gobernadores de los Diez Estados Fronterizos, numerosas
comisiones bilaterales (Comisión de las Californias, Sonora-Arizona, etc.), y
coordinaciones de carácter municipal entre ciudades hermanas.
Acompañando al acercamiento oficial, y algunas veces rebasándolo, se
generó el activismo ambiental fronterizo. Comunidades en ambos lados de la
frontera asumieron el reto de ser agentes proactivos en la gestión ambiental,
y organizaron foros y conferencias, como nos recuerda Mary Kelly, que le
dieron vitalidad a la colaboración transfronteriza. Esta colaboración oficial
y popular ha sido el activo que permitió avances significativos en el manejo
compartido de información, planes y recursos, y la solución de problemas. La
construcción del muro, amén de los impactos físicos que generará al ambiente,
amenaza desarticular a ese activo. Pero su pérdida no solucionará las amena23
zas de seguridad que se esgrimen como reales, sino más bien debilitarán una
fuente importante de solidaridad por proteger un territorio concebido como
compartido ecosistémica y culturalmente.
En el binomio seguridad y ambiente, la actual política oficial estadounidense mantiene una tensión que se empieza a revertir en contra de sus propios
fines. Por un lado, las medidas de seguridad emprendidas amenazan seriamente joyas del ambiente de Norteamérica ubicadas a lo largo de la frontera; por
el otro, engañosamente enfocan hacia la frontera los esfuerzos por remediar
deficiencias en el desarrollo y las políticas que se ubican a miles de kilómetros
tanto al norte como al sur. Dicho de otra forma, los problemas de seguridad
que teme Estados Unidos son de mayor escala tanto en el tiempo como en el
espacio, que una línea fronteriza.
Contexto
y contenido de esta obra
Una barrera a nuestro ambiente compartido. El muro fronterizo entre México
y Estados Unidos surge con dos objetivos. Primero, recopilar estudios científicos disponibles en la materia y consolidar el trabajo iniciado en el Primer
Taller Técnico-Científico sobre los Posibles Impactos Ambientales del Muro
Fronterizo. Dicho taller reunió a 55 expertos, regionalmente reconocidos en
una amplia gama de disciplinas ambientales y asociadas y provenientes de
organismos gubernamentales, no gubernamentales, y académicos de ambos
lados de la frontera.
Para establecer un marco común de referencia e iniciar las reflexiones, el
taller arrancó con ponencias ma­gistrales sobre aspectos generales del muro
y sus implicaciones, seguidas de presentaciones temáticas sobre los impactos
previsibles sobre flora, fauna y ambiente físico, así como conside­raciones
acerca del marco legal. Posteriormente, los especialistas se dividieron en
mesas temáticas para discutir y complementar la información presentada
anteriormente. A través de presentaciones en plenario de los resultados de
cada mesa de trabajo, se continuó el enriquecimento del material generado.
En una segunda etapa, se discutieron las conclusiones generales del taller
y se rea­lizó un ejercicio de propuestas de acciones prioritarias por sec­tores
(academia, organizaciones no gubernamentales y sector gubernamental),
a partir de los escenarios planteados durante las sesiones anteriores. Este
libro recoge las presentaciones y discusiones de estos días e incluye además
otras aportaciones solicitadas ex profeso para complementar lo generado
en el taller.
24
Una barrera a nuestro ambiente compartido
Introducción
El segundo objetivo de esta obra es contribuir a reorientar el debate sobre
el muro fronterizo a un plano en el que prive la información y la ciencia, aportando además una perspectiva espacial y temporal amplia, que contraste con
el enfoque altamente politizado e imediatista con el que, mayormente, se ha
abordado el tema. A través de la documentación de los impactos ambientales
del muro, es que la presente obra pretende promover este nivel de análisis,
holístico y de largo plazo, entre tomadores de decisiones, actores y representantes políticos, medios de comunicación y población en general. En última
instancia, la información aquí presentada pretende servir, además, como un
elemento que facilite el diálogo binacional entre los gobiernos de México y de
Estados Unidos en el marco de un espíritu de colaboración que permita evitar
los daños previsibles en los ecosistemas que compartimos ambos países.
En su primera parte, esta obra presenta cuatro contribuciones que abordan el concepto y la casuística de la construcción de muros realizada por
un estado nación con la finalidad de evitar males que percibe controlables
mediante una barrera. Paul Ganster, Presidente de la Junta Ambiental del
Buen Vecino, nos ilustra acerca de los procesos, las presiones, y la respuesta
legislativa que promovió la clase política de Estados Unidos para concretar
la construcción del muro. Su ensayo muestra los retos y oportunidades de la
coyuntura actual y lo que refleja el diálogo y la relación entre ambos países.
Para Mary Kelly, el problema central en el caso del muro es la ruptura de la
colaboración que percibe como necesaria para lograr armonizar en el mediano
plazo los objetivos de conservación de ecosistemas únicos en la frontera con la
seguridad que buscan las dependencias gubernamentales en Estados Unidos.
Exequiel Ezcurra ahonda en las complejidades de la relación México-Estados
Unidos, y en las dificultades de un modelo de desarrollo que no encuentra
el camino para reducir la pobreza ramplona en lo que él le llama el “México
profundo de Bonfil”. Lyndsay Carlisle aporta el caso de cercos construidos en
otros lugares del mundo para limitar la actividad de una especie, y describe el
proceso y los efectos que provocaron sobre los ecosistemas y las sociedades
en aquellos lugares.
La segunda parte se enfoca en los impactos previsibles del muro sobre la
fauna. Héctor Moya comienza la sección con una reseña del análisis que hicieron los expertos durante el taller, acompañada de un cuadro que sintetiza
la discusión. Rurik List hace un recuento de los mamíferos silvestres cuyas
poblaciones dependen de un tránsito libre a través de la frontera y de los peligros que supone para ellos la obstaculización de estos movimientos. Cora
Varas nos describe la situación crítica del oso negro en varias secciones de la
25
zona fronteriza y el tipo de acciones que se deben tomar para salvaguardar la
viabilidad de sus poblaciones .
En la tercera parte se analizan los impactos sobre los ecosistemas. Eduardo
Peters nos presenta la esencia de la nutrida discusión en el taller sobre la flora
fronteriza, base de la estructura ecosistémica regional, y los impactos a que se
verá sujeta en caso de construcción del muro. Hugo Riemman escribe sobre
los diversos riesgos inherentes a la fragmentación de los ecosistemas fronterizos, caracterizados por una alta biodiversidad. En seguida, César Cantú,
Patricia Koleff y Andrés Lira presentan un análisis de vacíos y omisiones de
conservación a nivel ecorregional en la franja fronteriza de 100 km. Patricia
Koleff, Andrés Lira, Tania Urquiza y Eduardo Morales concluyen este apartado
con un análisis de sitios prioritarios para la conservación de la biodiversidad
en la franja fronteriza. Todas las contribuciones de esta sección enfatizan la
amenaza que representaría el muro para la viabilidad de especies y ecosistemas,
patrimonio de la humanidad.
La cuarta parte de este libro es una revisión sobre los impactos al medio
físico (el agua, el suelo, y el aire), y refleja las preocupaciones vertidas durante
el taller, mismas que Juan Manuel Rodríguez y José Luis Castro nos relata.
Ese apartado ofrece una serie de imágenes sobre el muro propuesto en varios
sitios de la frontera entre California y Baja California.
En la quinta y última parte se analizan los preceptos legales que la iniciativa del muro trastoca, y explora en un ejercicio desarrollado en el taller las
acciones que podrían tomar de manera diferenciada los sectores de la sociedad
para abordar las amenazas ambientales que representa el muro. . La relatoría
y conclusiones de la mesa de trabajo corrió por cuenta de José Luis Castro,
mientras que Rick Van Schoik nos ofrece un perspectiva sobre los procedimientos utilizados por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para
construir el muro. Los autores abordamos el recuento de principios de política
ambiental trastocados por el muro fronterizo, y Luis Fernando Abitia nos relata
las diferencias que afloraron en las visiones de cada uno de los sectores.
Conclusiones
y siguientes pasos
Este esfuerzo conjunto de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y su titular, el Instituto Nacional de Ecología, y El Colegio de la Frontera
Norte ha tenido como meta develar ante la sociedad y los gobiernos de ambos
países realidades que son menos evidentes pero más significativas en el fragor
de un debate político de corto plazo. La sociedad fronteriza que habita tanto en
26
Una barrera a nuestro ambiente compartido
Introducción
México como en Estados Unidos reconoce los enormes retos que la economía
globalizada le impone a esta frontera y los conflictos asociados a la demandas de
sectores de alcance nacional que deben atender los gobiernos nacionales, mismos
que se agolpan justo en la línea fronteriza. En su quehacer diario, la sociedad
fronteriza procura elementos que contribuyan a equilibrar las necesidades de
hoy con un futuro incluyente, integral, y de largo plazo, y sensibilizar a ambos
poderes federales que del otro lado del cerco hay un amigo y no un rival.
Lo que está muy claro, al final del día, es que las medidas de efectividad
aparente, excluyentes, unilaterales, y con visiones de corto plazo son batallas
pírricas para una sociedad pujante como la que habita ambos lados de la frontera entre México y Estados Unidos. Las circunstancias aquí exigen capitalizar
la diversidad, ser creativo y no simplista, construyendo soluciones a la altura
real de los problemas.
Antes de ofrecer los siguientes pasos trazados por las instituciones que
patrocinaron esta obra, hacemos un alto para agradecer a quienes con su
visión, esfuerzo, y dedicación hicieron posible esta obra. Primeramente, a
Enrique Lendo Fuentes, Emilio Cedrún Vázquez y Patricia Ramírez Zúñiga,
de la Unidad Coordinadora de Asuntos Internacionales de SEMARNAT, por
haber concebido que la reacción adecuada ante la iniciativa de un muro en
la frontera era conocer la verdad hasta sus detalles. Nuestro reconocimiento
a ellos, así como a Mateo Castillo y Bertha Helena de Buen, de la Unidad
Coordinadora de Participación Social y Transparencia, y a Lucero Álvarez
Padilla de El COLEF también por el empuje en la organización del taller
técnico-científico celebrado en Tijuana.
Luis Fernando Abitia, Héctor Moya y Eduardo Peters, fueron columnas
indispensables para la planeación y ejecución del taller y, posteriormente, con
el apoyo de José Luis Castro, para la compilación y organización de los materiales resultantes y de aquéllos que se enconmendaron ex profeso. Queremos
reconocer y agradecer su colaboración, dedicación y entusiasmo.
A Rick Van Schoik y al Consorcio SCERP agradecemos el participar como
socio de esta publicación y el apoyo brindado para difundirla en amplios
sectores de Estados Unidos.
Por la coordinación editorial, queremos dar un sincero y muy especial
agradecimiento a Raúl Marcó del Pont por su enorme contribución a la
edición de este libro y por su amable disposición en las horas difíciles de
su formación. Igualmente, agradecemos a Érika Moreno de El COLEF y a
su equipo de correctores por las contribuciones a secciones específicas de
esta obra.
27
Derivado de ese primer taller y la elaboración de esta obra se construye
de manera más nítida una agenda de investigación que permitirá conocer
aspectos identificados que requieren mayor esclarecimiento. Al cierre de esta
edición, la SEMARNAT, el INE y EL COLEF nos preparábamos para realizar
un segundo taller para discutir las dimensiones económicas del impacto ambiental que potencialmente provocará el muro fronterizo. El propósito de ese
segundo taller es hacer el mejor uso de la ciencia y la técnica de valoración
económica para hacer del conocimiento público el costo que representará para
ambas sociedades la pérdida de la calidad ambiental regional en afectaciones
a especies y deterioro de ecosistemas.
En el trabajo de organización de ese segundo taller hemos estrechado lazos
de trabajo con las organizaciones promotoras de eventos similares, tales como
Defenders of Wildlife y Wildlands Project. Hemos, a su vez, identificado investigadores que realizan trabajo sobre la ecología de la región y economistas
en valuación de recursos naturales en ambos países con quienes sumaremos
esfuerzos, deseosos de seguir aportando al diálogo entre los dos países y a una
toma decisiones que contribuya a una frontera más armónica y justa.
B ibliografía
Murcia, C. 1995. Edge effects in fragmented forests: implications for conservation.
Trends in Ecology and Evolution 10: 58-62.
Lidicker, W. Z. J. 1999. Responses of mammals to habitat edges: an overview. Landscape Ecology 14: 333-343.
GNEB, 2007. Protección Ambiental y Seguridad en la Frontera de los Estados Unidos
y México, Décimo Informe de la Junta Ambiental del Buen Vecino. Disponible en:
http://www.epa.gov/ocem/gneb/gneb10threport/espanol-gneb-10th-report.pdf.
Myers, N. 2005. Environmental Refugees: An Emergent Security Issue, Paper given
at the 13th Economic Forum. Session III- Environment and Migration. Praga,
23-27 de mayo de 2005.
Myers, N. y J. Kent. 1995. Environmental Exodus: An Emergent Crisis in the Global
Arena. The Climate Institute, Washington DC.
28
Una barrera a nuestro ambiente compartido
Primera parte
Un muro en la frontera
México-Estados Unidos
Muro
Foto: Jim Rorabaugh
En esta sección se presentan reflexiones generales sobre los muros, sus origenes y sus consecuencias, desde el punto de vista ambiental como desde la
perspectiva de sus implicaciones sobre las sociedades humanas y las relaciones
entre vecinos. Tres de estos capítulos se basan en las conferencias magistrales
ofrecidas durante el taller.
Protección ambiental y seguridad
L a protección ambiental y la seguridad
en la frontera M éxico -E stados Unidos:
el asunto del muro fronterizo
analizado en contexto
Paul Ganster
I ntroducción
A
continuación se presenta un resumen en esencia del contenido del
Décimo reporte de la Junta Ambiental del Buen Vecino (GNEB, por
sus siglas en inglés) Protección ambiental y seguridad fronteriza a lo
largo de la frontera México-Estados Unidos, que se relaciona directamente
con la discusión sobre la construcción del muro a lo largo de la frontera
entre México y Estados Unidos. Este ensayo comenta también el contexto
de la discusión sobre el muro fronterizo y las implicaciones de los asuntos
relacionados con la seguridad sobre la frontera y la cooperación entre ambas
naciones; y aunque el trabajo presenta partes del mencionado reporte , el
material adicional, la interpretación y las conclusiones son responsabilidad
del autor y no reflejan las políticas de la GNEB.
La Junta Ambiental del Buen Vecino es un panel federal estadounidense
que cada año envía al Presidente y al Congreso un reporte de carácter consultivo sobre asuntos ambientales fronterizos. El grupo está constituido por
representantes de dependencias federales estadunidenses, de los estados y
municipios fronterizos, de las tribus de la región fronteriza, académicos,
miembros de la iniciativa privada y delegados de organizaciones no gubernamentales; la junta, a grandes rasgos, es representativa de la frontera y sus
asuntos ambientales. El décimo reporte de la GNEB se publicó en marzo del
31
2007 (los reportes de la GNEB se pueden cnosultar en: www.epa.gov/ocem/
gneb/gneb_president_reports.htm).
Para su Décimo reporte al Presidente y al Congreso, la Junta analizó cómo
se entrecruzan las actividades de protección ambiental y de seguridad del
territorio nacional estadunidense (homeland security) en la frontera MéxicoEstados Unidos. Incluye una serie de recomendaciones sobre cómo el gobierno
federal de Estados Unidos puede ayudar a mantener una fuerte protección ambiental en la zona fronteriza, fortaleciendo a la vez las actividades de seguridad
en la frontera. Aun reconociendo que algunas personas cruzan ilegalmente en
vehículos por las principales garitas, la Junta decidió enfocarse en los cruces
indocumentados, los problemas de seguridad y los asuntos ambientales en
las áreas rurales. El reporte también contempló el movimiento de materiales
peligrosos a través de las garitas, pero este tema no se relaciona directamente
con el asunto del muro fronterizo y por lo tanto no se tratará aquí.
Antes de hablar de los aspectos del Décimo reporte de la GNEB que se
relacionan a la discusión sobre el muro fronterizo, se presentarán los antecedentes y las tendencias que hiceron que creciera la atención en materia de
seguridad en la frontera y el muro fronterizo. Estos incluyen una compleja
interacción de asuntos de seguridad, protección civil y asuntos ambientales
en la región fronteriza en el transcurso de la última década y media.
A ntecedentes
E l TLC
y la migración
Parte de los debates sobre el tratado de Libre Comercio (TLC) giraron en
torno al asunto de la migración. Quienes apoyaban el TLC argumentaron
con éxito que el TLC daría lugar a la creación de empleos en México, y
reduciría las presiones migratorias sobre Estados Unidos. Irónicamente,
durante aproximadamente la primera década de la era del TLC se observó
una migración indocumentada sin precedentes hacia Estados Unidos, lo que
convirtió a este tema en un asunto nacional y no sólo un tema fronterizo
de debate político.
E ndurecimiento
de la frontera
Las políticas recientes de Estados Unidos en relación con la migración indocumentada fueron impulsadas por el Congreso y enfatizan primordialmente
32
Un muro en la frontera México-Estados Unidos
Protección ambiental y seguridad
el reforzamiento de la vigilancia fronteriza con mayor número de personal
asignado y la construcción de infraestructura a lo largo de la frontera. En el
transcurso de cinco años, se agregaron diversos programas para diferentes
sectores de la frontera: (1) Manteniendo la Línea (Hold the Line, El Paso, 1993);
Operación Guardián (Gatekeeper, San Diego, 1994); Operación Salvaguarda
(Safeguard, región central de Arizona, 1995) y Río Grande (región sureña
de Texas, 1997). A medida que se anunciaban estos programas, el Congreso
estadunidense aumentaba significativamente el presupuesto de la Patrulla
Fronteriza para más personal e infraestructura que incluía muros, iluminación,
tecnología de sensores, trazo de rutas de acceso, construcción de rampas para
lanchas, despeje de vegetación, además de retenes en el interior a distancia
de la línea internacional.
Estos programas tuvieron una serie de efectos. La Operación Guardián y
Manteniendo la Línea, por ejemplo, se concentraron inicialmente en las zonas
densamente urbanas de El Paso y San Diego y redujeron significativamente
el flujo de cruces indocumentados en esas áreas clave. En el sector de San
Diego, estas acciones reencauzaron el flujo de migrantes a las montañas hacia
el este de las zonas urbanas, y a medida que se incrementó la vigilancia de las
zonas rurales de San Diego, el flujo se redirigió nuevamente hacia las zonas
desérticas de California y Arizona. Una consecuencia imprevista de estas
políticas fue el incremento en los riesgos para los migrantes y las muertes
por exposición a un terreno hostil y un clima extremoso, así como un alarmante número de accidentes de tráfico de vehículos de contrabandistas que
transportaban migrantes.
Tráfico
de drogas y contrabando humano
Durante la década de 1990, el tráfico de drogas a través de la frontera México-Estados Unidos aumentó en las ciudades mexicanas fronterizas al igual
que la violencia ligada a las drogas, la cual en ocasiones se desbordaba hacia
las comunidades fronterizas estadunidenses. El contrabando de migrantes a
través de la frontera algunas veces involucraba el movimiento de drogas, lo
cual incrementó la preocupación por la porosidad de la frontera. La mezcla
del tráfico de drogas y el contrabando humano a través de la frontera terrestre
inyectó un nivel de violencia en el trato entre agentes de la Patrulla Fronteriza
y los migrantes indocumentados cuando anteriormente su interacción había
sido en su mayor parte benigna.
33
E l 11 de septiembre del 2001
del Territorio N acional
y el
D epartamento
de
S eguridad
Los ataques terroristas en Nueva York y Washington. D.C. el 11 de septiembre del 2001 provocaron un escrutinio aún más severo de la frontera entre
México-Estados Unidos. A pesar de que la mayoría quienes participaron en
el ataque del 11 de septiembre tenían visas vencidas y ninguno de ellos había
entrado ilegalmente por la frontera sur de Estados Unidos, la frontera mexicana se perfiló como un elemento crítico en la defensa contra el terrorismo. La
porosidad de esta región se convirtió en un punto focal de debates políticos
sobre la seguridad norteamericana. El argumento central era que si miles de
migrantes indocumentados podían fácilmente cruzar la frontera, también los
terroristas podrían hacerlo.
Todos estos eventos y tendencias han hecho que los asuntos de seguridad
del territorio nacional sean de primordial importancia para todas las agencias
federales, así como para las agencias estatales y locales. Cuando los asuntos de
seguridad entran en conflicto con políticas y prácticas existentes, la preocupación
por la seguridad adquiere la prioridad dominante. Esto ha sido especialmente
evidente en lo que se refiere a la seguridad fronteriza, donde el movimiento para
endurecer la frontera por medio de la construcción de muros, barreras, caminos
de acceso y demás elementos de infraestructura ha creado tensiones y conflictos
con otras agencias, particularmente aquéllas que manejan tierras vulnerables,
al igual que con ambientalistas y comunidades locales. Hasta cierto grado, la
preocupación por la seguridad fronteriza va a contracorriente de la creciente
participación local y pública y de la cooperación transfronteriza en asuntos de
naturaleza ambiental y temas relacionados, que se ha desarrolaldo durante los
treinta años posteriores a la firma del Acuerdo de La Paz en 1983.
L a L ey de tar jetas
ID A ct of 2005)
de identificación reales del
2005 (the R eal
La Ley sobre identificaciones reales del 2005 incrementó la autoridad federal
sobre la frontera al facultar al Departamento de Seguridad Nacional (Department of Homeland Security, DHS por sus siglas en inglés) pasar por alto los
requisitos legales relacionados con la revisión de los impactos sobre recursos
ambientales y culturales al construir la infraestructura fronteriza. En el 2005,
las partes restantes de la infraestructura del muro en el área de San Diego se
construyeron gracias a las provisiones de esta ley. Bajo su amparo, la cons34
Un muro en la frontera México-Estados Unidos
Protección ambiental y seguridad
trucción pudo avanzar sin tomar en consideración la protección ambiental
y otras provisiones de una larga lista de leyes federales. Éstas incluyen la Ley
Nacional de Protección Ambiental (National Environmental Protection Act,
NEPA), la Ley de Especies en Peligro de Extinción (Endangered Species Act),
la Ley del Manejo de Zonas Costeras (Coastal Zone Management Act), la Ley
de Agua Limpia (Clean Water Act), la Ley Nacional de Preservación Histórica
(National Historic Preservation Act), la Ley del Tratado de Aves Migratorias
(Migratory Bird Treaties Act), la Ley de Aire Limpio (Clean Air Act) y la Ley de
Procedimientos Administrativos (Administrative Procedures Act). La Ley del
Muro Seguro del 2006 (Secure Fence Act of 2006) y la Iniciativa de la Frontera
Segura del 2006 (Secure Border Initiative of 2006) del Departamento de Seguridad del Territorio Nacional (DHS) agudizaron el enfoque de la aplicación
de ley en esta zona e incrementaron la movilización de recursos.
El elevado nivel de vigilancia en la frontera que incluyó un incremento significativo en infraestructura y una ampliación en el número de dependencias
y de personal, acarreó conflictos en varias áreas. Primeramente, las tensiones
surgieron entre el mandato de seguridad del DHS y la autoridad para manejar
y proteger tierras federales vulnerables por parte de varias agencias federales
administradoras de tierras, incluyendo el Servicio Nacional Forestal (National
Forest Service), el Servicio de Parques Nacionales (National Park Service), la
Oficina de Manejo de Tierras (Bureau of Land Management) y la Comisión
Internacional de Límites y Aguas, entre otras. En segundo lugar, los grupos
comunitarios, los gobiernos locales y estatales y los académicos protestaron
por los impactos, ambientales y de otros tipos, causados por incrementar
la construcción del muro (véase, por ejemplo, Mumme 2005). Finalmente,
estas preocupaciones empezaron a ser articuladas cada vez más por las partes
afectadas en México.
E l D écimo
(GNEB)
reporte de la
J unta A mbiental
del
B uen Vecino
La discusión previa plantea los antecedentes y el contexto para el Décimo reporte de la Junta Ambiental del Buen Vecino, así como la actual controversia
en torno a la construcción del muro fronterizo. Como ha señalado la Junta
en reportes anteriores al Presidente y al Congreso, continúan existiendo una
variedad de problemas serios en torno al manejo y la protección ambiental.1
1 Los reportes anuales anteriores de la GNEB están disponibles en: http://www.epa.gov/ocem/gneb/
gneb_president_reports.htm.
35
Estos retos incluyen la dificultad para administrar los recursos hídricos en
un contexto binacional; el conflicto que producen las demandas de agua que
genera un rápido crecimiento económico y urbano, con reservas limitadas de
agua en un clima árido; la complejidad de manejar especies amenazadas y en
peligro de extinción en una región transfronteriza; y abordar la contaminación
del aire dentro de las cuencas atmosféricas binacionales. Hoy en día, con la
preocupación exacerbada por la seguridad, estas condiciones ambientales,
de por sí frágiles, están siendo sujetas a presiones adicionales, tanto por el
incremento en actividades de seguridad como por el flujo de migrantes indocumentados y contrabandistas.
La preocupación ambiental en relación con el muro fronterizo va más allá
de lo referente a la construcción de la infraestructura. Por el contrario, el muro
se comprende mejor si se contempla como parte de un complejo de actividades
y estructuras físicas asociadas ael aumento de seguridad en la frontera. Esto
incluye rutas de acceso, el incremento de agentes y vehículos, la construcción
de muros y barreras para los vehículos, caminos de patrullaje, los reflectores
tipo estadio y los sensores a distancia (sensores enterrados, cámaras de video,
entre otros). El impacto del paso de indocumentados también es significativo.
Los migrantes indocumentados han abierto veredas en algunas áreas de vegetación previamente virgen dentro de áreas protegidas; estas veredas no sólo
destruyeron un hábitat valioso, sino que crearon nuevos canales para el escurrimiento pluvial, acelerando la erosión y la sedimentación. En las áreas donde
los contrabandistas pudieron derribar cercos o donde no existían barreras
contra vehículos, los transportes no autorizados abrieron nuevos caminos, que
también perturbaron el hábitat y la fauna y provocaron la erosión acelerada
en muchas zonas. El área total ocupada por veredas y caminos generados por
actividades ilícitas es sorprendentemente elevada.
El
impacto de los migrantes en los tohono o ’odham
Otras actividades relacionadas con el cruce de migrantes han contribuido a
generar impactos ambientales a lo largo de la frontera. Los migrantes generalmente llevan consigo botellas de plástico con agua y mochilas con sus efectos
personales, comida y cambios de ropa. La mayor parte de estos artículos
los abandonan en el camino, a medida de que consumen el agua y dejan de
necesitar las cobijas. Al aproximarse a los puntos donde se encuentran con
los vehículos de los contrabandistas, abandonan sus mochilas y toda su ropa,
excepto la que traen puesta, para poder pasar desapercibidos en los ambientes
36
Un muro en la frontera México-Estados Unidos
Protección ambiental y seguridad
urbanos a donde se dirigen. La cantidad total de residuos sólidos abandonados es significativa. Un estudio de la nación tonoho o’odham en la frontera
entre Sonora y Arizona concluyó que los 1,500 migrantes indocumentados
que transitan diariamente dejan en promedio cada uno cuatro kilogramos de
basura, un total de 6,000 kg de residuos sólidos acumulados cada día. Además,
hay muchas bicicletas y vehículos abandonados en las rutas de los migrantes
(véase, por ejemplo, Wolf 2003). Las políticas de la tribu no van de acuerdo
con la instalación de un muro a lo largo de su frontera con México, ya que
sus tierras tradicionales se extienden unos 200 kilómetros hacia el interior de
México y hay aproximadamente 1,500 tohono o’odham que viven en pueblos
en México. Sin embargo, el flujo de migrantes, contrabandistas y patrulleros
a través de sus tierras han impactado su medio ambiente y la calidad de vida
de los miembros de la tribu, por lo que recientemente las autoridades de la
tribu dieron su consentimiento para que la Patrulla Fronteriza extendiera
la barrera contra vehículos en algunas secciones de sus 120 kilómetros de
frontera con México.2
L os
impactos en bosques nacionales
Los migrantes también han causado otros impactos ambientales. En el
Bosque Nacional Cleveland, y en otras áreas naturales protegidas en la frontera, el número de incendios forestales causados por fogatas de migrantes y
cigarrillos tirados sin precaución ha sido un problema recurrente. Hubo un
tiempo cuando fue necesario asignar personal de tiempo completo para que
patrullara a caballo las rutas de migrantes, para apagar adecuadamente las
fogatas que dejan abandonadas. Los agentes del Bosque Nacional Cleveland
reportan que el incremento en la vigilancia fronteriza que provoca un descenso
en el número de migrantes, también reduce el número de incendios forestales.
Los agentes en el Bosque Nacional de Coronado, en el sur de Arizona, reportan
una experiencia similar con los impactos de la migración.
El
reto de la seguridad en la frontera y la protección ambiental
Visto contra este telón de fondo, es evidente el conflicto de roles entre las
dependencias encargadas de la protección ambiental y las responsables de la
seguridad en la frontera. El reto global que la GNEB eligió abordar en su Déci2 Comunicación personal con el jefe de la tribu, Ned Norris, el 25 de julio de 2007.
37
mo reporte fue: cómo equilibrar las actividades de seguridad en la frontera con
la calidad ambiental. La GNEB contempló estos problemas en dos diferentes
contextos geográficos: 1) las áreas rurales a lo largo de la frontera, donde se
localiza la mayoría de las áreas naturales protegidas; y 2) los cruces urbanos
en las garitas. Sin embargo, este trabajo se enfocará sólo a los aspectos rurales
del muro fronterizo descritos en el reporte de la Junta.
El
tráfico humano indocumentado en los tramos rurales
La GNEB señaló que, debido al gran impacto del paso de migrantes indocumentados en áreas rurales, el incremento en protección fronteriza, que
incluye una combinación de barreras físicas, un despliegue de tecnología y
un aumento de personal, en ocasiones surtía un efecto inmediato benéfico
sobre el medio ambiente. Por ejemplo, la construcción de cercos de lámina
de acero y la presencia de más agentes de la patrulla fronteriza en el sector de
San Diego puso fin al tráfico peatonal a través de los sitios de reproducción
de aves en peligro de extinción en la Reserva Nacional para Investigación
del Estuario del Río Tijuana. O en Arizona, aumentar las barreras físicas y la
vigilancia en el Refugio Nacional de Vida Silvestre de Cabeza Prieta permitió
que el murciélago hocicudo regresara a sus nidos tradicionales en las cuevas
cercanas a la instalación del muro fronterizo.
L os retos y los siguientes pasos a tomar
La Junta identificó una serie de retos en la protección ambiental fronteriza
en vista de los flujos de migrantes y contrabandistas, y de la infraestructura
y actividades de aplicación de la ley por parte de las autoridades. Para cada
uno de estos retos, se identificaron los pasos siguientes requeridos para
abordarlos.
La lista de pasos a seguir para abordar los retos identificados tiene varios
temas en común. Lo más importante es que las dependencias de seguridad
estén concientes de los impactos ambientales potenciales y que actúen en
forma proactiva, tanto en términos de sus propias prácticas y políticas como
en lo que se refiere a trabajar con las partes afectadas en la frontera. Entre las
partes afectadas clave en la frontera se encuentran las organizaciones para el
manejo de tierras y las dependencias que trabajan para preservar recursos naturales y culturales en la región fronteriza. También es importante desarrollar
mejor comunicación con las comunidades locales. Otra serie de sugerencias
38
Un muro en la frontera México-Estados Unidos
Protección ambiental y seguridad
Retos
Pasos a seguir
1. Los caminos y las veredas
destruyen los hábitats y causan
erosión
• Combinar tecnología e infraestructura para minimizar
la huella de la aplicación de ley.
• El DHS necesita identificar y proteger las áreas vulnerables.
• Mejorar la comunicación entre dependencias.
• Crear una dependencia federal competente para abordar
impactos de seguridad sobre el medio ambiente.
2. Los migrantes indocumentados y los contrabandistas dejan
basura y desechos sólidos.
• Proporcionar ayuda del gobierno federal para ayudar a
las tribus, los terratenientes particulares, las comunidades
rurales y las dependencias de manejo de tierras a mitigar
el problema.
3. Un muro impenetrable puede
causar problemas para la vida silvestre en las áreas vulnerables.
• Convocar a una convención nacional sobre tecnología
de cercos/barreras.
• Hacer uso extensivo de los peritos en el campo para
revisar la construcción de la infraestructura fronteriza y
evaluar su impacto potencial sobre el ambiente.
4. Oportunidades limitadas para
la colaboración entre dependencias de seguridad y las de manejo
de tierras.
• Establecer un equipo de interdependencias para desarrollar estrategias.
• Colocar personal federal de enlace en los estados fronterizos para fortalecer la cooperación entre dependencias.
por parte de la Junta se relaciona con el diseño de los muros y barreras a ser
construidos a lo largo de la frontera. Es evidente, señala la Junta, que un mismo
diseño estandarizado no puede funcionar en todos los tramos de la frontera.
En algunas áreas que son corredores importantes para la migración de vida
silvestre o que son hábitats transfronterizos conectados, será necesario desarrollar alternativas permeables. Esto requerirá una mezcla de infraestructura
innovadora, tecnología de barreras y despliegue de personal.
E jemplos
de cooperación
El Décimo reporte de la GNEB también identificó una serie de ejemplos en
los que la cooperación entre dependencias de seguridad y las de otro tipo
hizo posible incrementar la protección, y a la vez cuidad o mejorar el medio
ambiente. Un caso a señalar es el proyecto de remoción del cedro salino en
el Río Colorado. Durante el 2006, el Equipo de Trabajo de Manejo de Tierras
39
Fronterizas (Borderlands Management Task Force, BMTF) en Yuma, Arizona,
lanzó este proyecto, que engloba dependencias locales estatales, federales y
tribales: la Patrulla Fronteriza, el DHS, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército
de Estados Unidos (U.S. Army Corps of Engineers), la Oficina de Manejo de
Tierras (BLM), la Oficina de Recuperación (Bureau of Reclamation), la Nación
cocopah, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (USFWS),
los Campos de Prueba de Yuma (Yuma Proving Grounds), el Departamento
de Caza y Pesca de Arizona (Arizona Game and Fish), y la Oficina del Sheriff
del Condado de Yuma. El trabajo consiste en la remoción y adelgazamiento
del cedro salino para mejorar el acceso y la visibilidad y también restaurar
la vegetación nativa de álamo, mesquite y sauce. Esto mejora la seguridad,
aborda problemas culturales de la Nación cocopah y restaura la vegetación
natural de la zona.
D iscusión
El Décimo reporte de la GNEB plantea una variedad de cuestionamientos
con respecto al muro fronterizo y la reacción negativa que ha producido en
las comunidades fronterizas en México y Estados Unidos. Con frecuencia, los
efectos ambientales negativos se exageran o no están basados en un análisis
científico suficiente. Al mismo tiempo, los efectos positivos de la construcción
del muro y de las barreras normalmente no se mencionan. Contrariamente a
la percepción generalizada, el DHS sí realiza revisiones ambientales regulares
y estudios de impacto ambiental, pero no los abre a discusión en los foros comunitarios convocados para obtener retroalimentación del público. Como a
muchos investigadores, grupos ambientalistas, agentes locales y ambientalistas
no se les mantiene informados, suponen que no se están considerando los
impactos ambientales de los proyectos de seguridad en la frontera. La reacción
negativa se debe en gran medida a la falta de un adecuado programa de relaciones públicas de parte del DHS. En la misma línea, la falla de las autoridades
estadunidenses al no notificar a las autoridades mexicanas de la construcción
del muro, originó un considerable resentimiento en los círculos oficiales, entre
los ambientalistas y los miembros de la comunidad en México.
En mayo del 2007, aparecieron artículos en la prensa local y nacional sobre
los planes del DHS de construir secciones del muro en la parte baja del Río
Bravo (véase, por ejemplo, Brezosky 2007),lo que produjo una fuerte reacción
negativa entre los residentes y los funcionarios electos de las comunidades del
Valle de la Parte Baja del Río Bravo. Al estar separados por el río, por la zona de
40
Un muro en la frontera México-Estados Unidos
Protección ambiental y seguridad
inundación y por los diques en ambas márgenes del río, muchos funcionarios
locales no veían la necesidad de construir un nuevo muro. Al mismo tiempo,
estas comunidades tiene una relación estrecha con las comunidades al otro
lado del río y no querían poner en riesgo los vínculos productivos, por lo que
a sus ojos era una infraestructura innecesaria. Incluso miembros de la Patrulla
Fronteriza entrevistados recientemente por el autor de este trabajo manifestaron que construir un muro no era necesario en las áreas en cuestión.
A pesar de los errores evidentes, desde que salió el Décimo Reporte de la
GNEB en marzo del 2007, parece haber una conciencia creciente en la DHS
de que el asunto del muro fronterizo requiere de enfoques diferentes en las
distintas áreas de la frontera. El 7 de junio del 2007, en la Onceava Conferencia de Asuntos Fronterizos Parlamentarios de México-Estados Unidos de
la Cámara de Comercio de México-Estados Unidos en Washington, D.C.,
David V. Aguilar, Jefe de la Patrulla Fronteriza, reconoció con claridad que se
requieren diferentes combinaciones de asignación de personal, tecnología e
infraestructura, para las diversas secciones de la frontera, y así poder atender
las preocupaciones ambientales. Pláticas informales del autor con agentes de
la Patrulla Fronteriza en el campo tuvieron como resultado un análisis similar
de la necesidad de ser sensible a las diversas condiciones a lo largo de la frontera, al momento de instalar el muro. La presión de ajustar un solo modelo
para todos parece venir de parte de los jefes de dependencias y miembros del
Congreso que no están familiarizados con la realidad de la frontera y que no
comprenden las diferencias regionales en condiciones ambientales, sociales
y políticas.
La controversia en torno a los planes para el muro fronterizo y la enérgica
reacción en esta región y en México revela una falla estructural en las relaciones
ambientales entre México y Estados Unidos para esta porción del territorio.
Aunque el espíritu del Acuerdo de La Paz y otros convenios binacionales
sugieren que se envíe notificación cuando algún proyecto de un lado de la
frontera pueda causar impactos al otro país, no existe un procedimiento de
rutina para que esta comunicación ocurra ni un mecanismo estructurado
para analizar y mitigar impactos ambientales transfronterizos. Por ejemplo,
no se consultó a México cuando se otorgaron permisos para una gran planta
generadora de electricidad en San Diego, en Mesa de Otay, a varios kilómetros
de la frontera. No se le informó a Estados Unidos cuando México permitió la
instalación de dos grandes plantas generadoras de electricidad en Mexicali.
Todas estas instalaciones aportan a las cuencas atmosféricas grandes cantidades de contaminantes que afectan a la población en ambos países. No se
41
tomaron en cuenta los impactos ambientales transfronterizos del revestimiento
del Canal Todo Americano en Valle Imperial cuando se diseñó e implementó
el proyecto. Finalmente, los efectos ambientales transfronterizos de la construcción del muro aparentemente no fueron valorados ni comunicados a las
partes afectadas en México. En consecuencia, muchos residentes fronterizos
y otras partes afectadas, así como el gobierno de México, han expresado su
preocupación por la construcción del muro fronterizo.
A mitad de la década de 1990, la Comisión de Cooperación Ambiental
(CCA), un organismo trilateral, comenzó a redactar un acuerdo transfronterizo que proporcionaría un proceso transparente para abordar asuntos
con probables impactos ambientales transfronterizos entre Estados Unidos
y Canadá, y entre Estados Unidos y México.3 Los gobiernos de estas dos últimas naciones se enfrascaron en discusiones sobre dicho documento y nunca
llegaron a un acuerdo. En consecuencia, ambas comparten la responsabilidad
por las controversias actuales en torno a los impactos transfronterizos de los
proyectos en la región, ya sea en relación al muro fronterizo, el revestimiento
del Canal Todo Americano o el otorgamiento de permisos para ubicar infraestructura energética en sitios cercanos a la frontera.
B ibliografia
Brezosky, L. 2007. Border fence riles Valley Leaders. The Eagle.com (Bryan-College
Station, TX) (Associated Press wire story, published May 2, 2007 in The Eagle.
com). Disponible en: http://209.189.226.235/stories/050207/texas_20070502024.
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Mumme, S. 2005. The Real ID Act and the Tijuana Border Fencing: The New Politics
of Security and Border Environmental Protection”. Paper presented at the Annual
Conference of the Association for Borderlands Studies, Phoenix, A.
Wolf, A., A. Spitz, G. Olson, A. Zavodska y M. Algharaibeh. 2003. Characterization of
the Solid Waste Stream of the Tohono O’odham Nation. Journal of Environmental
Health 65(8): 9-15.
3 El sitio web de la CCA contiene un análisis de antecedentes, una redacción del tratado y otros materiales relacionados con el Texto del Acuerdo de Norteamérica para la valoración de impactos ambientales transfronterizos: http://www.cec.org.
42
Un muro en la frontera México-Estados Unidos
En la frontera hace falta cooperación
En la frontera hace falta
cooperación, no muros
Mary Kelly
M
uchos de los aquí presentes* recordamos numerosos seminarios
excelentes sobre la frontera, que se llevaron a cabo a finales de los
años noventa y a principios de esta década; seminarios que reunían
a trescientas o cuatrocientas personas de organizaciones no gubernamentales,
gobierno y el medio académico. Aunque en teoría, estos seminarios trataban
sobre contaminación y conservación, el tema central era la cooperación
binacional. Necesitamos revitalizar ese espíritu de cooperación para hacer
frente a los muchos peligros que actualmente amenazan la frontera a la que
llamamos hogar y que es tan importante para nosotros.
La amenaza más reciente es la propuesta del muro fronterizo. este tipo
de obras no son algo nuevo; los chinos se dedicaron durante 2,000 años a
construir, reconstruir y mantener una muralla que detuviera a los invasores
del norte. El Muro de Berlín fue diseñado para mantener a la gente dentro
de Berlín, para evitar que emigraran a Alemania Occidental en busca de mejores empleos. Estos diques no se erigían entre amigos sino entre enemigos.
No podemos consentir algo semejante en la relación entre México y Estados
Unidos, cuando muchos de nuestros gobernantes afirman, y así debe ser
necesariamente, que nos une un vínculo de amistad.
Es importante que no permitamos que la lucha en relación con este muro
determine nuestro curso. Es una realidad que gran parte de la población en
* Trascripción de la plática impartida durante la reunión, revisada por la autora.
43
Estados Unidos tiene la idea de que nuestras fronteras son inseguras y que
esto, de alguna manera, hace que nuestro país sea vulnerable, por lo tanto,
ya sea que esa percepción sea correcta o no, necesitamos buscar alternativas.
Yo quisiera hablar sobre algunos de los asuntos relacionados con el muro
en la parte oriental de la frontera y sobre algunas posibles alternativas a esta
barrera física.
El río Bravo, pasando la presa Falcón, no es lo que se consideraría un río
grande, pero hay muchos sitios especiales a lo largo de su curso. Ésta es una
zona en la que se planea construir el muro fronterizo. Están considerando
levantar el muro sobre tierra, no a lo largo del cauce medio del río, pero aún
así, esto da lugar a muchos cuestionamientos.
El valle a ambos lados de la parte baja del río Bravo es un sitio con enorme
riqueza biológica. Las comunidades de la zona han sabido aprovechar esta
riqueza, no sólo para su propio disfrute, sino también para desarrollar en torno
a ella una industria de enorme importancia. El ecoturismo en la parte baja del
río Bravo genera millones de dólares, y su derrama beneficia a México. Cuando
toda la población de personas jubiladas viajan desde el medio oeste de Estados
Unidos para pasar sus inviernos en el valle, cruzan la frontera hacia México
para ir de compras, en busca de medicinas o para tomar una buena margarita,
y esto resulta de provecho para todo el Valle. Actualmente, el ecoturismo es
la principal industria en el valle de la parte baja de este río.
El ocelote, que es una especie muy amenazada y muy vulnerable, cruza la
frontera en este sitio. ¿Qué ha hecho Estados Unidos para proteger toda esta
riqueza en el valle? Hemos invertido millones de dólares en la adquisición de
tierras para áreas protegidas a nivel local, estatal, federal y a nivel de organizaciones no gubernamentales. Hemos pasado las últimas dos décadas gastando
millones para proteger este hábitat ¿y ahora vamos a construir un muro que lo
atraviese? Es insensato desde el punto de vista económico, independientemente
de lo que haya que decir desde una perspectiva ambiental.
Muchas personas en Estados Unidos cuestionamos si todo esto que se
dice sobre el muro fronterizo es sólo discurso o si es real. Como muchos de
ustedes saben, y no es un secreto, ya que aparece en todos los diarios y en los
programas de radio, la Ley del Muro Seguro (Secure Fence Act) de 2006 tenía
claramente un objetivo político interno. Estaba diseñada para presionar a
los demócratas ante la inminencia las elecciones. Muchos senadores, que de
otra manera no hubieran votado por esta ley, lo hicieron. Nuestros senadores
de Texas, ambos republicanos, manifestaron muchas dudas sobre esta ley.
Intentaron modificarla para dar a las comunidades fronterizas locales mayor
44
Un muro en la frontera México-Estados Unidos
En la frontera hace falta cooperación
voz en las decisiones. Sin embargo, al final de cuentas, bajo una gran presión
política, votaron a favor de ella. Intentaron conciliar con las autoridades locales asegurándoles que el Departamento de Seguridad del Territorio Nacional
(DHS, por sus siglas en inglés) colaboraría con ellos para definir qué tipo de
barrera se levantaría en cada sitio. ¿Sería una barrera virtual, únicamente con
tecnología, o habría una barrera física?
Pero los sucesos no se desarrollaron de acuerdo a las promesas. Hubo un
artículo publicado por la AP sobre un memorándum interno del Departamento de Seguridad del Territorio Nacional que fue descubierto por autoridades
locales del Valle del Río Bravo. En él se señalaban todas las ubicaciones del
muro: mostraba dónde se levantaría, qué tipo de barrera sería, etc. Las autoridades locales estaban sumamente descontentas. El lenguaje que utilizaban
en el artículo era fuerte, calificando el hecho como una “idiotez absoluta”,
declarando que se mantendrán firmes en su oposición y que el muro provocaría un “caos general.” Y ambos senadores texanos, Cornyn y Hutchinson,
respondieron diciendo: “Esto no fue lo que contemplamos. Conseguiremos
que el DHS colabore con ustedes. Sabemos que es necesario proteger el derecho a la propiedad privada.” Muchas de las tierras donde se construirá el
muro en Texas son propiedad privada, y el derecho a ella, a las armas y a un
gobierno limitado son parte de la forma de vida en este estado. En términos
de la realidad financiera, hay 1.2 mil millones de dólares aprobados bajo la
Ley del Muro Seguro, los cuales pueden aplicarse en muchas cosas; no todo
tiene que utilizarse para construir el muro. Una buena parte se está empleando para asegurar la frontera virtualmente, utilizando sensores a distancia y
otros medios.
El muro en el área de Tijuana–San Diego ha costado aproximadamente
5 millones de dólares por milla. Si construimos 700 millas de una muralla
como ésta, costaría 3.5 mil millones. Ciertamente esto no es una cantidad
excesiva para Estados Unidos, pero tampoco es insignificante. Me atrevería
a afirmar que el cálculo está bastante subestimado, ya que no considera todos
los costos relacionados con la expropiación de terrenos o la tramitación de
servidumbres sobre las tierras particulares y los años de litigio que esto puede
requerir. Permitimos que el DHS no se sujetara a las leyes ambientales para
levantar estos muros, pero eso no significa que obvie las protecciones constitucionales que defienden la propiedad privada. Las ciudades en Estados Unidos
presentarán batalla en este punto. Considero entonces que mucho de esto es
sólo discurso y seguirá siéndolo hasta las elecciones del 2008. No sabemos
si en algún momento se convertirá en realidad; no podemos descartar esa
45
posibilidad, pero quizás aún tenemos tiempo. Pero para hacer frente a esta
situación necesitamos presentar alternativas, por lo que terminaré exponiendo
una para la parte baja del río Colorado.
Tenemos el caso de la región conocida como la sección limítrofe o tramo
internacional. Es el cauce principal del río Colorado, pasando la presa Morelos y bajando hasta la frontera internacional en San Luis Río Colorado. Es un
paraje extraordinario que básicamente ha sobrevivido gracias a filtraciones de
agua inadvertidas de la presa Morelos y a las inundaciones, cada vez menos
frecuentes, provenientes del río Colorado. No ha sido canalizado ni redirigido.
Aún se observan plantaciones de álamo y sauce, y algunos de los mejores hábitats ribereños con vegetación nativa que quedan en la parte baja de este río.
Alberga muchas especies de aves, como lo podrá corroborar Osvel Hinojosa,
Director de Agua y Humedales, Pronatura Noroeste; quien ha estado ahí,
año tras año, y pudo localizarlas a todas. Es un hábitat remanente realmente
importante. Si procedemos acertadamente, podemos protegerlo.
A pesar de los múltiples cambios en el canal del río, sigue siendo un río
natural, serpenteante; y a pesar de ser la frontera, se mueve constantemente.
Sigue habiendo, hoy en día, algunos sitios muy hermosos en la sección limítrofe. El agua no es abundante, pero hay un poco. Sin embargo, también hay
una invasión severa de tamarisco, de pino salado, lo que ocasiona no sólo los
Foto: Fred Phillips
46
Un muro en la frontera México-Estados Unidos
En la frontera hace falta cooperación
problemas ambientales que todos conocemos (consumo excesivo de agua,
degradación del hábitat, disminución en el acceso de las comunidades locales
al río), sino que también repercute en la seguridad fronteriza. Proporciona
un escondite para las personas que victimizan a los migrantes que cruzan
la zona limítrofe. Y en este sitio se da un nivel extremo de violencia contra
los migrantes. Los arbustos de pino salado interfieren con lo que la Patrulla
Fronteriza acostumbra llamar control operativo de este segmento, porque su
visión del área está obstaculizada. De tal forma que se ha despejado un poco
a manera de proyecto piloto, en tierras cocopah, donde se ha retirado el pino
salado dejando únicamente la vegetación nativa. Esto es una muestra del potencial que existe por toda la zona limítrofe para abordar, no sólo la seguridad
fronteriza y los asuntos de protección de los migrantes, sino también para
lograr una restauración ambiental importante.
Los humedales al este de Yuma, donde la ciudad del mismo nombre tomó
una sección del río Colorado que bordeaba tierras tribales, así como terrenos
propiedad de la ciudad y tierras de cultivo privadas, padecía una invasión
semejante de pino salado. Se había convertido en un basurero, donde había
gente viviendo entre el tamarisco, acarreando muchos problemas de seguridad
pública. Pero Yuma, a través del Yuma Crossings Natural Heritage Area, llevó
a cabo un admirable proyecto de restauración. Esta zona, antes tan degradada,
ahora se ha convertido en la joya de la corona para la ciudad de Yuma a orillas del río. Ha permitido a la comunidad reencontrarse con el río; se ve a la
gente caminando con sus perros, celebrando pachangas, disfrutando la puesta
del sol; y ha resuelto los problemas de seguridad pública. Esto ha tenido un
alto costo financiero y tal vez haya maneras más económicas de lograrlo que
como lo hizo el Proyecto de Humedales del Este de Yuma, pero éste es un
modelo local que ha atraído el interés de sectores importantes en la región.
Actualmente se está construyendo ahí un gran complejo hotelero que apoya
su turismo invernal, el cual se basa en gran medida en la observación de aves,
que han ido retornando al sitio. Y ahora Yuma comienza a voltear hacia la
zona limítrofe y se pregunta: “¿Sería posible hacer lo mismo en esa zona y a
la vez ayudar a resolver algunos de los problemas de seguridad fronteriza que
se presentan en ese segmento del río?”. Lo último que desean las autoridades
locales de Yuma, e incluso la Patrulla Fronteriza, es que se coloque un muro en
ese tramo de la zona limítrofe, pero es necesario que cuenten con alternativas;
y considero que en parte es nuestra responsabilidad como conservacionistas
generar esas opciones o por lo menos buscarlas. Despejar el tamarisco y
regenerar la vegetación nativa nos permitiría establecer un corredor que sea
47
benéfico para la vida silvestre o las especies en peligro y a la vez proporcione
un campo de visibilidad que favorezca la aplicación de ley en la frontera; y
esto podría realizarse a lo largo de ambas márgenes del río.
Environmental Defense, en estrecha colaboración con Pronatura Noroeste,
contrató a expertos en la materia para preparar un diseño preliminar de una
estrategia de restauración que hemos presentado ante varias dependencias,
tanto en Estados Unidos como en México. Este enfoque trae consigo múltiples
beneficios. El área podría transformarse en una ventaja económica, como
ocurre en el valle de la parte baja del río Bravo; ahí las áreas protegidas han
generado millones para la economía local y se han convertido en un bien
comunitario, proporcionando espacios recreativos para la gente, donde
puedan reconectarse con el río, especialmente las comunidades del lado
mexicano que solían disfrutar de esos espacios y ahora se han desligado del
sitio. Esto podría ser una oportunidad para revitalizar para ellos este beneficio. El Yuma National Heritage Area ha propuesto un diseño conceptual
para un proyecto piloto de restauración en el área de Hunters’ Hole, en la
zona limítrofe, y Pronatura está explorando un proyecto piloto paralelo del
lado mexicano del río.
Estos proyectos piloto, y la restauración de la zona limítrofe en general,
pueden brindar un espacio de cooperación binacional para resolver estos
problemas y evitar recurrir a soluciones dominadas o impulsadas únicamente
por Estados Unidos. Podría servir de modelo para otras regiones de la frontera;
y más aún, quizás podría simultáneamente generar empleos, ayudando a los
agricultores locales a cultivar plantas nativas que se utilicen para la restauración, no sólo de la zona limítrofe, sino posiblemente a lo largo de todo el
corredor ripario del Delta del Río Colorado, otras partes del Delta e incluso
hacia el norte, en la porción estadunidense de la cuenca del Colorado. Y finalmente, esto puede servir como modelo para otras partes de la frontera, donde
podemos cooperar para generar soluciones inteligentes, y no sólo levantar un
muro entre amigo y enemigo.
48
Un muro en la frontera México-Estados Unidos
Afuera del muro...
Afuera del muro...
Exequiel Ezcurra
M
uchísimas gracias al Secretario Juan Elvira,* a la Secretaría de
Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a El Colegio
de la Frontera Norte (Colef), y al Instituto Nacional de Ecología
(INE-Semarnat) por invitarme a participar en esta reunión. Muchos de los
que estamos aquí, amigos entrañables de muchos años, llevamos décadas en
estas lides. Hemos visto las altas y las bajas de los problemas ambientales en
la frontera, hemos forjado nuestro carácter y nos hemos endurecido en esas
luchas; hemos adquirido temple en esos conflictos.
Yo vine al norte por primera vez en 1979 con un proyecto para iniciar
áreas protegidas en la frontera. En aquella época para México proteger la
frontera era prácticamente un tabú; había una consigna de muchos años en la
Secretaría de Relaciones Exteriores seguida la pie de la letra de no crear áreas
protegidas sobre la línea de la frontera; y para entonces no existía ninguna.
Fue en ese contexto que hicimos, con varios colegas, el proyecto de la reserva
del Pinacate, que por supuesto fracasó estrepitosamente. Se elaboró también,
hace muchos años, un proyecto para proteger la Sierra de Maderas del Carmen, colindante con el Parque Nacional de Big Bend, en Texas, y la iniciativa
naufragó también dentro del gobierno federal. Fue hasta que Luis Donaldo
Colosio llegó a la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) que realmente se
* Transcripción de la plática impartida durante la reunión, revisada por el autor.
49
pudo desempolvar el proyecto y trabajar de manera seria en la idea de crear
áreas protegidas en la franja fronteriza, hermanadas con reservas en los Estados Unidos a través de corredores biológicos. Gracias al apoyo entusiasta y
generoso de Luis Donaldo, en 1993 se pudo decretar la Reserva de la Biosfera
de la Sierra de El Pinacate y el Gran Desierto de Altar, y dos años después el
Cañón de Santa Elena y Maderas del Carmen. El tabú se había roto, y las áreas
protegidas fronterizas eran una realidad.
Hay una lección muy importante en esta anécdota: un proyecto para
hacer una reserva, pensado en el año 1979, se vio realizado en 1993. Hubo
que esperar 15 años para que las cosas realmente fructificaran, para que el
esfuerzo inicial finalmente diera resultados. El medio ambiente en la frontera
es, en mi experiencia, un tema de mucha paciencia y que requiere de los que
trabajamos en estas cuestiones que durante décadas no quitemos el dedo del
renglón, para que eventualmente algunas de nuestras ideas lleguen a la Cuidad de México, a las oficinas del gobierno federal, a Washington D.C., a las
oficinas del gobierno federal americano, y entonces, eventualmente, algunas
cosas empezarán a pasar.
Vengo del Museo de Historia Natural de San Diego, una institución que
se enorgullece de ser binacional, y que desde hace 135 años promueve la cooperación científica a través de la frontera. Es realmente para mí un motivo
de enaltecimiento ser parte de este museo que ha mantenido históricamente,
por muchas décadas, una relación fructífera entre colegas de ambos lados de
la línea divisoria. Por ejemplo, en la primera mitad del siglo XX, cuando en el
Senado norteamericano se hablaba de la posibilidad de invadir Baja California
y apropiársela para los Estados Unidos, el Museo de San Diego tuvo siempre
la posición muy clara de respetar la autoridad de México y de trabajar científicamente en la región con respeto y consideración para la soberanía del país
y para los investigadores y naturalistas mexicanos. Tenemos en los archivos
de la institución largas correspondencias, por ejemplo, con Miguel Ángel de
Quevedo por una cantidad de proyectos científicos que fueron ejecutados en
colaboración regional y dieron resultados extremadamente importantes para
la conservación.
Menciono esas experiencias porque realmente creo que es este tipo de
esfuerzos lo que necesitamos en la frontera, reuniones como la de hoy, en
la que podemos vernos la cara, platicar, y pensar cómo podemos hacer para
lograr objetivos regionales juntos, independientemente de los esfuerzos que
se hacen en Washington, D.C. o en la Ciudad de México, en los lugares donde
se toman las grandes decisiones nacionales. Y menciono la capital mexicana
50
Un muro en la frontera México-Estados Unidos
Afuera del muro...
porque durante varias décadas la renuencia hacia la cooperación ambiental
fronteriza venía del D.F. y no de Washington. Ahora la situación ha cambiado, y es desafortunado; pero básicamente lo que hay que tener en esto es una
perspectiva de largo plazo.
También quiero mencionar, de una manera rápida, un proceso político
que podríamos llamar “la tormenta perfecta”. El primer elemento se gestó
en el año 1992, cuando empezaron las negociaciones del Tratado de Libre
Comercio, (TLC) del cual ya hablaron Mary Kelly y Paul Ganster —dos
personas que también llevan muchísimo tiempo trabajando en estos asuntos
del medio ambiente fronterizo y que tienen una trayectoria realmente muy
trascendente en la región—. Yo trabajaba en aquella época con el Lic. Colosio,
y algunas voces —dentro de las cuales me quiero incluir— planteábamos una
preocupación severa acerca de qué iba a pasar cuando la agricultura subsidiada
empezara a entrar desde la Unión Americana y cuál iba a ser el impacto de los
subsidios que se otorgan en el cinturón agrícola de los Estados Unidos sobre
las regiones deprimidas del país. Desafortunadamente había tanto optimismo
y tanta presión por la firma del TLC que el tema nunca se pudo discutir de
una manera seria y pasó, por desgracia, lo que muchos temíamos: la entrada
a México de la agricultura biotecnológica de los Estados Unidos con grandes
subsidios. Un granjero norteamericano en el corn belt recibe por hectárea en
subsidios mucho más de lo que obtiene legítimamente de ingreso por la venta
de su producto un agricultor de maíz oaxaqueño. Con el TLC nos sumamos
nosotros también a esos verdaderos absurdos de la producción moderna de
alimentos, de la misma manera que una vaca en la Unión Europea recibe
dos euros de subsidio al día, bastante más que el ingreso promedio de los
habitantes de muchas regiones de África. Esto explica claramente porqué
tantas personas quieren migrar; realmente el TLC dejó a un sector grande de
la sociedad mexicana totalmente desprotegido, y áreas inmensas de Oaxaca,
de Guerrero, de Michoacán, de Chiapas, particularmente aquellas regiones
de agricultura tradicional que Guillermo Bonfil definía como el “México
profundo”, quedaron inermes frente al aluvión de productos agrícolas con
los cuales no podían competir.
En México, una de las repercusiones del libre comercio de productos
agrícolas subsidiados fue el deterioro de los términos de intercambio para el
México rural y eso nos generó no sólo un problema de migración acelerada
hacia los Estados Unidos sino también una acentuación de las contradicciones
entre los dos Méxicos: el del norte, relativamente rico en recursos económicos,
y un México en el sur cada vez más desesperado y cada vez más deprimido.
51
Los seres humanos, desde tiempos inmemoriales, migramos hacia donde
percibimos mejores oportunidades de desarrollo personal, y hacia donde podemos encontrar mejores recursos. Por ello, la llegada de productos agrícolas
subsidiados necesariamente generó un movimiento migratorio acelerado e
inesperado, con repercusiones muy grandes en las presiones migratorias sobre
nuestras ciudades en México, y también hacia los Estados Unidos. El avance
de la injusticia social y de la inequidad, y la expulsión acelerada de campesinos
del campo mexicano en los estados más empobrecidos fueron realmente las
consecuencias sociales más duras del TLC. Algunos lo temieron, algunos lo
predijeron, la mayoría de nuestros dirigentes no lo pudo ver a tiempo, pero esa
es la dolorosa realidad con la cual tenemos que vivir, y que tarde o temprano
deberemos enfrentar como sociedad.
El otro elemento de la tormenta perfecta fue la tragedia del 11 de septiembre
del 2001, que desató realmente un proceso cultural involutivo en los Estados
Unidos: el miedo al otro, el temor a lo que Ortega y Gasset llamaba “la otredad”, el miedo a otras culturas, a lo foráneo, a lo ajeno, a lo extranjero, y el
terror, en muchos casos irracional, a lo que algunos perciben como la invasión
hispana, la invasión de personas que llegan del sur. En ese contexto —el de
un México empobrecido y el de una sociedad en los Estados Unidos cada vez
más paranoicamente temerosa de otras culturas y otras naciones— creo que
es necesario entender el proyecto del muro fronterizo.
A lo largo de esta reunión hemos hablado del muro fronterizo, pero, como
muy bien nos lo han mostrado Paul Ganster y Mary Kelly, en realidad no se
trata de una única barda sino de una serie de esfuerzos, en algunos casos
meramente efectistas, en otros más bien de corte electoral, y en otros casos
francamente histéricos, por generar alguna distancia hacia a lo que se percibe como una amenazadora masa de migrantes potenciales del sur. Quizás la
víctima más importante de todo esto durante los últimos cinco años fue la
caída de los ideales de cooperación ambiental en esta porción del territorio,
y que afectó seriamente la labor de quienes hemos estado trabajando durante décadas en esta región. Los sueños que alimentamos por años, el trabajo
colaborativo en áreas protegidas binacionales y corredores biológicos, los
estudiantes que iban de una universidad mexicana a una norteamericana y
viceversa, los investigadores jóvenes americanos con beca Fulbright que venían a trabajar en conservación en México, el trabajo de campo compartido,
todo ese espíritu de visiones de cooperación, están en este momento profundamente deprimidos, por lo menos a nivel de las esferas gubernamentales,
de la toma de decisiones de los gobiernos federales a ambos lados de la línea
52
Un muro en la frontera México-Estados Unidos
Afuera del muro...
limítrofe. Y eso nos afecta a todos porque vivimos en esta región y, nos guste
o no, tenemos que vivir juntos, y tenemos que colaborar y trabajar juntos si
queremos progresar como región.
Quiero ahora pasar a analizar someramente algunos aspectos ambientales
del muro, como preámbulo a las presentaciones de varios colegas y especialistas
excelentes que van a hablar del tema en mucho mayor detalle y con mejor
conocimiento que yo. De entrada, me resulta sorprendente que desde el punto
de vista científico no sepamos gran cosa sobre las obras del muro. Los científicos ambientales hemos estado, con algunas excepciones, singularmente fuera
del debate. Desafortunadamente, ignorar la zona fronteriza no es nuevo para
los científicos ambientales. Si revisamos las colecciones biológicas, como los
herbarios de la UNAM, del Museo de San Diego, de Berkeley, o de Arizona, o
las colecciones de aves o de mamíferos de las mismas instituciones, se pueden
encontrar muchísimos más ejemplares, por ejemplo, de la Sierra de la Giganta en Baja California Sur que del Pico de Tecate en la región fronteriza. Al
menos durante décadas, si no es que durante un siglo, los científicos hemos
tenido algo así como una especie de “vergüenza fronteriza”. Los proyectos de
investigación descansan más en zonas alejadas de la frontera y son pocos los
proyectos que han generado información consistente sobre la propia zona
fronteriza. Existen, afortunadamente, algunas excepciones que vale la pena
mencionar, sobre todo por parte de investigadores del Colegio de la Frontera
Norte como Lina Ojeda y Carlos de la Parra que llevan años trabajando en
la región fronteriza y que han abierto brecha en la investigación ambiental
regional, pero aún así son muy pocos en relación a una frontera del tamaño
de la línea de casi tres mil kilómetros que une y separa a ambos países.
Por supuesto que podemos ya hacer algunas inferencias sobre la tragedia
de algunas especies cuyas distribuciones biológicas cruzan la frontera; ya las
han mencionado otros expositores y no voy a insistir en esto porque estoy
seguro que vamos a seguir hablando de ellas a lo largo de esta reunión: el
berrendo, el oso negro, el borrego cimarrón, el lobo mexicano, el jaguar, el
ocelote, y muchas especies de animales más pequeños, posiblemente menos
carismáticos pero de gran importancia ecológica, como muchos pequeños
roedores que tienen poblaciones que se comunican a través de la frontera, o
la codorniz del desierto, por citar sólo unos pocos. Y también hablaremos de
impactos fuertes a nivel de subespecies que ni siquiera conocemos muy bien
pero que son de importancia científica grande. Hay, por ejemplo, algunas poblaciones melánicas tanto de insectos como de roedores en los negros basaltos
de la Sierra de El Pinacate que muestran coloración clara en los sustratos de
53
granito en los Estados Unidos, y se mantiene un cierto flujo genético entre
las dos poblaciones disyuntas. Esa importante circulación reproductiva,
necesaria para mantener la diversidad genética de las especies distribuidas a
través de la frontera, va a desaparecer o se va a ver seriamente afectada con el
impacto que ya están generando las actividades de vigilancia y construcción
a lo largo de la línea.
Por otro lado, ya hay un deterioro significativo y muy importante, mencionado por Mary Kelly, generado por las rutas y brechas de los polleros.
Éste es un problema que como mexicanos tenemos que asumir críticamente:
las brechas que abren los polleros a lo largo de toda la franja fronteriza y el
impacto ambiental que tiene este infame tráfico humano y afecta severamente
el ambiente fronterizo con su secuela de basura, aclareo y destrucción de la
vegetación natural. Desafortunadamente, y como respuesta de parte de la
Border Patrol, estas acciones generan inmediatamente más aclareos y más
destrucción, en una espiral de acciones con consecuencias realmente nefastas
para el ambiente.
Aunque no es el motivo central de esta reunión, el aspecto social del
proyecto del muro fronterizo es también extremadamente importante y no
puede ser soslayado, porque de varias maneras se relaciona también con lo
ambiental. Varios grupos étnicos, como los cucapá, los kumiai, o los tohono
o’odham, tienen sus poblaciones distribuidas a través de la línea fronteriza,
y muchos de ellos la han cruzado libremente durante siglos y se consideran
tanto mexicanos como norteamericanos. El impacto social de las nuevas restricciones al tráfico fronterizo sobre estas poblaciones indígenas y sobre sus
interacciones tribales y familiares es muy severo.
Uno de mis músicos y poetas favoritos es Roger Waters, que estuvo hace
poco dando un concierto en la ciudad de México. En su disco The Wall, hecho cuando formaba parte del grupo de rock Pink Floyd, escribió un poema,
“Afuera del muro”, que dice así: “Solos o en parejas / los que realmente te
quieren / caminan hacia arriba y hacia abajo fuera del muro / Algunos van
de la mano / y otros agrupados en bandas / Los corazones desangrados y los
artistas / guardan vigilia / y cuando ya han entregado su totalidad / algunos se
tambalean y caen / Después de todo no es fácil / estrellar tu corazón / contra el
muro de un loco malévolo.”1 De manera singular, la letra de Waters simboliza
1 Outside the wall: All alone, or in twos / the ones who really love you / walk up and down outside the wall
/ Some hand in hand / and some gathered together in bands / The bleeding hearts and artists / make their
stand / And when they’ve given you their all / some stagger and fall, after all it’s not easy / banging your
heart against some mad bugger’s wall.
54
Un muro en la frontera México-Estados Unidos
Afuera del muro...
lo que podría ser la conclusión fácil de esta reunión y de todo lo que hemos
estado discutiendo: achacarle el problema del muro fronterizo a lo que muchos
perciben como las acciones de un “loco malévolo,” una política desafortunada
pero transitoria, que va a estar operando por dos años más y que después se
va a ir. Desde una postura autocomplaciente, podríamos pensar que tenemos
muy poco que ver con toda la decisión del muro, que la justicia histórica está
de nuestro lado, y que las cosas van a cambiar por sí solas.
Pero el problema es mucho mas complicado, desafortunadamente, que la
mera coyuntura política en los Estados Unidos. La tragedia del muro no es
sólo un producto de una decisión unilateral en Washington —que sí existe y
que sí es un problema—, no es sólo un resultado del chovinismo y del miedo a
los extranjeros en los EE.UU. —que sí existen y que también son un gran problema—. En mi opinión la situación es mucho más compleja: mientras exista
tanta pobreza en el sur profundo de México el sueño de la integración cultural
en América del Norte estará siempre aplastado por la realidad de la miseria
y de la inequidad; mientras los granjeros americanos continúen recibiendo
los subsidios que hoy obtienen y frente a ello, la expectativa de vida al nacer
de un campesino de la Mixteca mexicana sea menor a los 40 años; mientras
en México coexista la miseria que existe en ciertos estados con algunas de las
fortunas más grandes del mundo, el problema de la frontera crecerá.
Es un problema de ambos países, no es, en mi opinión, un problema sólo
de los Estados Unidos. Los muros, desafortunadamente, no los inventó un
loco malévolo hace seis años; la idea de un muro para separar sociedades
contrastantes es una cosa tan antigua como las civilizaciones humanas, una
anti utopía que ha ocurrido, desafortunadamente, en muchas culturas a lo
largo de la historia. La vergüenza de los muros no es privativa de la línea
fronteriza. He visto muros igual de altos, igual de infranqueables en Santa
Fe, en las Lomas de Chapultepec, y en muchísimos otros lugares en México;
y es importante decirlo, y decirlo con valentía. Tenemos que entender esta
dolorosa realidad, porque si no, no vamos a resolver este problema. Es un
problema de todos, no es sólo un problema de un conflicto entre naciones; es
un problema derivado de un nueva economía internacional que no deja lugar
para los grupos más marginados, para aquellos que Franz Fannon llamaba
los “condenados de la tierra.”
El interrogante final que quiero abordar es, aceptando que efectivamente
la pobreza extrema y la inequidad en el contexto de una economía globalizada
estén en la raíz del problema fronterizo: ¿qué hay con eso, qué podemos hacer
para mitigar el impacto ambiental sobre la franja fronteriza? En mi opinión,
55
México tiene que promover el diálogo para avanzar en la resolución de los
problemas ambientales fronterizos, y si no se pueden dar pasos en este sentido,
tenemos que promover el diálogo otra vez, y otra vez. Así logramos que se
decretara la reserva del Pinacate, así conseguimos la reserva de Maderas del
Carmen, así hicimos posible que el cóndor de California esté hoy volando
nuevamente en Baja California. Fueron décadas de trabajo, de insistir, y de
luchar contra burocracias centrales que muchas veces no entienden o que son
sordas a las demandas locales. Esa es la experiencia más vital que tenemos los
conservacionistas, la de la paciencia y el trabajo continuo y dedicado. Ahora
estamos librando esta batalla en el campo del ambiente fronterizo, y también
en el campo del cambio climático global, dos puntos sobre los cuales el gobierno de México quiere, con toda justicia, avanzar. Pero las hemos librado
en el pasado y en muchos casos con éxito. Y, por qué no, tenemos que dar
estas nuevas luchas, tenemos que prepararnos para trabajar mucho tiempo
en eso y finalmente, lo vuelvo a decir, tenemos que dialogar como lo estamos
haciendo hoy. Y si fracasamos, no tenemos más opción que volver a dialogar,
y si fracasamos nuevamente, hay que volver a dialogar y llevar el diálogo a las
capitales de los dos países.
La justicia histórica se construye a partir del trabajo de la sociedad civil, y
en este caso tenemos que construirla. Tenemos que ser pacientes, y podemos
serlo porque la historia, creo yo, en este asunto está del lado de los conservacionistas, del lado de los que luchamos por la conservación de la diversidad
de la naturaleza y de las culturas, de nuestro lado.
56
Un muro en la frontera México-Estados Unidos
Los muros y su impacto
Los muros y sus impactos en
un contexto histórico mundial
Lyndsay Carlisle
E
n casos de conflicto territorial, el viejo refrán de “los buenos cercos
propician buenos vecinos” lleva siglos guiando las políticas. Desde la
Gran Muralla China en el siglo V a.C. (BBC News 2007) al reciente
Muro Israelí en la Margen Occidental (Gaouette 2003), muros, cercos y otras
barreras llevan miles de años dividiendo poblaciones. Estos proyectos han
tenido grandes impactos sobre las sociedades y los ambientes naturales en que
fueron construidos, y la documentación de sus consecuencias puede servir
como una guía importante para quienes diseñan políticas al considerar una
de las barreras más importantes de nuestros tiempos: la de la frontera entre
México y Estados Unidos.
Con diseño de doble valla y proyectado para abarcar una extensión de 1,127
km, el muro, junto con los caminos, sensores, reflectores y cámaras que lo
acompañan, ya está parcialmente aprobado. El Congreso de Estados Unidos
ha destinado $1.2 mil millones de dólares para la construcción de 595 km de
muro fronterizo para finales del 2008 (Ustinova 2007). Socialmente, el proyecto
ya ha originado tensiones, no sólo en México sino también en Estados Unidos.
Mientras que las autoridades mexicanas hablan sobre alternativas, el gobierno
de norteamericano ha aprobado leyes que permiten pasar por alto muchas
protecciones legales, incluyendo leyes ambientales como la Ley de especies en
peligro de extinción (Endangered Species Act), que pudieran frenar el proceso
de construcción (Kerasote 2007). Las comunidades locales adyacentes al muro
57
lamentan su falta de inclusión en el proceso de planeación, pero muchos
norteamericanos afirman que un gobierno más severo es el precio que hay
que pagar por tener una frontera segura. El muro está diseñado para detener
la migración ilegal de México hacia Estados Unidos (Ustinova 2007), pero al
entorpecer el tránsito humano también se obstruye la circulación animal, la
polinización y la dispersión de propágulos, y en última instancia, se provocan
alteraciones en los delicados ecosistemas a lo largo de la frontera.
Este tipo de impactos de ninguna manera carece de precedentes. La Gran
Muralla China es uno de los muros más famosos del mundo. Esta muralla, que
supuestamente es visible desde el espacio exterior, ha impactado enormemente
durante miles de años el desarrollo social y ecológico de China. Construida
originalmente para defender sus fronteras durante el Periodo de los Reinos
Combatientes, la muralla se modificó a través de los años para unir a China
y a la vez, para mantener fuera a otros invasores posteriores, sobre todo a los
mongoles y a los manchúes. Finalmente, estos últimos conquistaron China
y establecieron la dinastía Ts’ing, pero la muralla permanece hasta hoy y se
extiende unos 6,400 km (Zimmerman 1997).
Sin embargo, la Gran Muralla ha tenido efectos sobre el desarrollo de
China que van mucho más allá de lo militar; ha creado diferencias sociales
permanentes, enraizadas en las antiguas divisiones entre aquellos habitantes
de la estepa pastoral vecina y los que vivían dentro de China, un país que se
ha convertido en uno de los gigantes industriales de más rápido crecimiento
en el mundo (Jagchid et al. 1991). Además, hay evidencias recientes de que la
muralla ha causado una diferenciación genética significativa entre las especies
vegetales que habitan a cada uno de sus lados (Su et al. 2003).
Hay estudios de grandes carreteras que muestran resultados similares en
el caso de animales. Se estudió la carretera de Ventura, en California, y se
demostró que al ser un límite artificial del territorio reproductivo, entorpeció
la migración animal, lo que a su vez produjo diferenciación genética (Riley et
al. 2006). Las barreras humanas, como la Gran Muralla China y la Carretera
de Ventura entre otras, tienen el poder de influenciar no sólo la dinámica
social de la fauna, sino también la dinámica genética de especies importantes
de flora y fauna.
Hay otros límites que son menos famosos que la Gran Muralla, pero que
también pueden constituir un poderoso ejemplo. En la década de 1950, el
gobierno de Botswana construyó una serie de cercos para resolver el conflicto
inherente entre la vida silvestre y el ganado. Resulta notable que los cercos
construidos en el delta de Okavango para evitar la propagación de enfermeda58
Un muro en la frontera México-Estados Unidos
Los muros y su impacto
des del ganado, han contribuido enormemente a una disminución en la vida
silvestre local. A ñúes azules, cebras, búfalos, antílopes y otras especies se les
ha cortado su ruta migratoria, lo que ha provocado su muerte por deshidratación y por enredarse en los cercos intentando alcanzar las reservas de agua.
Es importante señalar que otros estudios sugieren que estos efectos dañinos
pueden revertirse al retirar algunos de los cercos (Mbaiwa 2006).
Se ha observado efectos similares en los alrededores de la frontera entre
China y Mongolia, donde miles de gacelas han sido encontradas muriendo por
inanición o ya muertas debido a que una valla de hierro impide su migración.
Algunas de ellas han sido cazadas por zorras, que no son sus depredadores
naturales, porque su estado de debilidad les impide alcanzar refugio. Algunas mueren intentando saltar la valla. Las comunidades locales de la región
están trabajando con las autoridades nacionales para establecer una reserva
internacional para las gacelas, con la esperanza de que eso ayude a aminorar
el problema (China Taiwán 2004).
Es interesante, sin embargo, que las autoridades citan la degradación de
los pastizales como la causa principal de que las gacelas mueran de inanición.
Eso podría llevarnos a pensar entonces que para salvar a dicha especie es más
importante restaurar el medio ambiente que quitar la valla o desarrollar una
reserva. Sin embargo, un estudio realizado en Mongolia sostiene que los espacios cercados que el gobierno chino promueve para desarrollar pastizales en la
Región Autónoma Interna de Mongolia en realidad han acelerado el proceso
de degradación. Por lo tanto, aparentemente la valla no sólo constituye una
barrera física que impide la migración de las gacelas, sino que es también
la causa de la destrucción de sus reservas alimenticias. Estos dos ejemplos
nos enseñan que debemos prestar atención y tener cuidado de preservar los
hábitats de la vida silvestre, las reservas de alimento y de agua, así como los
patrones migratorios (Williams 2003).
Los ejemplos finales mostrarán cómo en ocasiones las barreras divisorias
pueden tener consecuencias imprevistas para comunidades locales humanas
y de vida silvestre. El primer ejemplo es uno de los desastres de cercado más
famosos en la historia. El Cerco del Dingo, de aproximadamente 5,320 km
de longitud, fue construido para mantener a esta especie fuera del sureste de
Australia, con el fin de proteger a las ovejas que ahí pastaban. El cerco fue
construido por el gobierno durante los años cincuenta y contaba con el apoyo
entusiasta de los rancheros ovejeros; pero produjo un problema mucho mayor
del que podrían haber ocasionado los dingos. Dado que es un depredador de
los canguros, retirarlo ocasionó que la población de estos últimos creciera, re59
duciendo el número de ovejas que la tierra puede sostener (Kerasote 2007).
Otro ejemplo es un muro que se encuentra en las cercanías de la frontera
entre India y Pakistán. En realidad es una pared de lodo con un laberinto de
alambre de púas, construido en territorio disputado, en Cachemira, y está
diseñado para mantener a la población india a salvo de los guerrilleros pakistaníes, en un área que ha sido el motivo de dos de las tres guerras que ha
habido entre ambas naciones. El muro es parte de un proyecto de seguridad
de 2,897 km de longitud, cuya construcción aparentemente está ocasionándole
a los indios mayor sufrimiento. Por un lado, la barrera está erigida dentro
de la línea fronteriza, limitando el acceso de agricultores a sus granjas que
ahora quedan del otro lado del muro (Lakshmi 2003). Un segundo efecto,
aún más sorprendente, es que el muro trastornó los patrones migratorios de
osos y leopardos, ocasionando que los animales deambulen hacia las aldeas
y ataquen a las personas, provocando muchas muertes. Se han realizado
esfuerzos para evitar los incidentes repartiendo folletos que advierten a los
aldeanos del peligro, pero aún no se ha encontrado una solución al problema
(Pahalwan 2006).
No todas las desgracias provocadas por la construcción de barreras involucran animales y migración. El año pasado, una lluvia de siete días, que
normalmente habría sido una bendición para los agricultores palestinos,
se convirtió en una pesadilla cuando sus cosechas se inundaron, porque el
Muro de la Margen Occidental, construido por Israel como una frontera de
seguridad entre su país y Palestina, formó una represa. El agua fue retenida
durante una semana y pronto se mezcló con todo tipo de contaminantes e
incluso con aguas residuales y permaneció estancada durante tres días, por
no estar dispuesto Israel a abrir las puertas hasta que se logró una coordinación en los niveles más altos. La inundación destruyó todas las cosechas, la
única fuente de ingreso para la gente, y ocasionó NIS 1.5 millones en daños
estimados (aproximadamente $330,000 dólares) (Saad 2005).
Los daños no son el único problema. La construcción del muro está afuera de la Línea Verde y algunos afirman que Israel lo está construyendo para
anexarse permanentemente una gran parte de la Margen Occidental. El muro
está ubicado en territorio disputado, donde muchos consideran que queda la
nueva frontera efectiva, y ocasiona que la mayoría de las fuentes de agua potable queden del lado israelí (Arsenault 2004). La mayoría de los palestinos lo ve
como un intento de destruir su economía y quitarlos de la Margen Occidental
de forma definitiva; por su parte, los israelíes lo consideran una medida de
seguridad necesaria para acabar con la violencia transfronteriza y proteger a
60
Un muro en la frontera México-Estados Unidos
Los muros y su impacto
sus ciudadanos (Gaouette 2003). Junto a todos los desacuerdos, está el muro y
su mal manejo que ha ocasionado que en el 2006, comunidades agrícolas sanas
fueran transformadas, en cuestión de horas, en sentinas de contaminación, y
que granjeros saludables se precipitaran hacia la ruina financiera.
Todos estos casos muestran que a lo largo de la historia hay temas recurrentes, en lo referente a la construcción de muros, que ilustran lecciones
importantes para quienes definen las políticas hoy en día en relación al muro
fronterizo entre México y Estados Unidos. Nos relatan historias de seguridad
nacional, de desórdenes políticos, de fortaleza humana, del reino vegetal y
animal, y de inundaciones y escasez de agua. Sin embargo, al final de cuentas
todos relatan la misma historia, la que describe una huella ecológica masiva
que afecta bancos genéticos, migración, supervivencia y sustento de los seres
humanos. Muestran que los muros tienen el potencial no sólo de dividir, sino
de destruir. El conocimiento que nos brindan estos proyectos y algunas de
sus consecuencias demuestran que la naturaleza es compleja y que alterar su
equilibrio puede causar incontables daños no sólo a los pastizales, las plantas y
los animales, sino a los seres humanos también. Para proteger los recursos, la
vida silvestre y las personas que habitan a lo largo de la frontera, es necesario
no repetir los mismos errores.
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62
Un muro en la frontera México-Estados Unidos
Segunda parte
Fauna
Lobo mexicano (Canis lupus baileyii).
Foto: Rurik List
En esta sección se presenta una discusión sobre los posibles impactos que
podría tener la construcción y operación del muro fronterizo sobre la fauna
regional, basada en el análisis que realizaron expertos en el taller. Se incluyen,
además, un capítulo que trata sobre los efectos que sufrirán los mamíferos
silvestres y otro sobre el caso particular de los osos negros
Posibles impactos del muro sobre la fauna
Posibles impactos de la construcción
y operación del muro fronterizo
sobre la fauna
Discusión de especialistas
Héctor Moya
I ntroducción
L
os principales efectos identificados sobre la fauna como resultado de
la posible construcción y operación del muro fronterizo, se relacionan
principalmente con el libre tránsito de los animales a través de la frontera
y con la destrucción de sus hábitats naturales. Los especialistas coincidieron
en señalar que también se presentarían impactos negativos en los procesos de
dispersión, migración e intercambio genético entre las poblaciones.
P rincipales
impactos sobre la fauna
Los expertos reunidos identificaron siete impactos previsibles sobre la fauna
de la región fronteriza.
I. Efecto de borde por fragmentación
En hábitats fragmentados el efecto de borde tiene impactos negativos sobre
la distribución y abundancia de los animales.
II. Contracción del área de actividad de individuos
El establecimiento de una muralla fragmentaría territorios, disminuiría el
área de actividad y modificaría los ámbitos hogareños de muchas especies
65
animales.
III. Barrera a la dispersión y a movimientos migratorios
El muro impediría el libre tránsito de la fauna entre ambos países y esto
afectaría los procesos naturales de dispersión y migración.
IV. Interrupción del intercambio genético
Las barreras físicas, además de aislar a las poblaciones, evitan el intercambio
genético entre los individuos.
V. Proliferación de fauna nociva y/o exótica
Las zonas sujetas a disturbios antropogénicos favorecen la proliferación
de fauna exótica y nociva, como ratas y algunas aves. Esta fauna podría
impactar directa o indirectamente a las poblaciones silvestres.
VI. Contaminación por iluminación eléctrica
La iluminación eléctrica en las zonas aledañas podría afectar a varias
especies de animales de hábitos nocturnos como algunos depredadores,
dispersores y polinizadores. También afectaría el desplazamiento de aves
migratorias nocturnas que transitan por las zonas fronterizas.
VII. Contaminación por ruido
El efecto del ruido sobre la fauna puede ocasionar estrés y generar efectos
metabólicos, hormonales, y en la conducta.
E species
animales que se verán afectadas por el establecimiento
del muro fronterizo
El grupo de trabajo convino que las afectaciones por la construcción y operación
del muro tendrán mayor impacto principalmente sobre las especies que se encuentran bajo algún grado de riesgo (enlistadas en la NOM-059-SEMARNAT-2001)
como son: el berrendo (Antilocapra americana), el bisonte americano (Bison
bison), el borrego cimarrón (Ovis canadensis), el jaguar (Panthera onca), el lobo
mexicano (Canis lupus baileyi), el ocelote (Leopardus pardialis), el oso negro (Ursus
americanus), el perrito llanero de cola negra (Cynomys ludovicianus), el puerco
espín norteño (Erethizon dorsatum), el tlalcoyote o tejón (Taxidea taxus), la zorra
del desierto (Vulpes velox), la codorniz de Moctezuma (Cyrtonyx montezumae),
el guajolote silvestre (Meleagris gallopavo), así como diversas especies de peces de
ríos y arroyos fronterizos y otras especies medianas y pequeñas que se distribuyen
66
Fauna
Posibles impactos del muro sobre la fauna
en valles y otros sitios puntuales a lo largo de la frontera.
I nformación
disponible
En la mesa de discusión se identificó la existencia de una amplia lista de
información general sobre el tema, dentro de los que destacan: el efecto
de borde en la fauna, los hábitos de especies de grandes mamíferos y el
impedimento que el muro conlleva para su libre transito; el efecto de
las barreras en la dispersión, evidencias visuales y registros de grandes
mamíferos cruzando la zona fronteriza; los impactos de la iluminación
eléctrica y del ruido.
Vacíos
de información o investigación
Se identificaron las siguientes carencias en información necesaria para el
análisis puntual de los impactos sobre la fauna.
No se tiene certeza sobre la ubicación las áreas en que se construirá el muro
y sus características estructurales.
No se conoce en México una evaluación del impacto ambiental por el muro
fronterizo.
Hay desconocimiento sobre el impacto ambiental del flujo migratorio humano
sobre la fauna.
No existe un inventario o un listado de las especies que se verán afectadas.
Se desconocen las áreas de actividad, de los territorios y ámbitos hogareños
de muchas especies animales fronterizas.
No se conocen los movimientos de dispersión y migración de todas las especies
críticas que se verán impactadas.
Se desconocen los sitios críticos de conectividad para la fauna.
No se cuenta con una descripción de zonas que se verán fragmentadas.
No hay modelos ni se conocen los efectos específicos del aislamiento genético
que ocasionaría el muro sobre las poblaciones animales de muchas de las
especies.
Se desconoce qué especies pueden ser candidatas para aplicar la estrategia de
translocación de individuos.
Se desconoce la magnitud del impacto de la iluminación sobre la fauna de
hábitos nocturnos, así como todas las posibles rutas de migración de
murciélagos; y
No se cuenta con información acerca de los efectos que tendrá el ruido sobre
las especies animales fronterizas.
67
S oluciones
a los vacíos de información e investigación
En la mesa de trabajo se determinó que para solucionar los vacíos en información
e investigación es necesario lo siguiente: difundir a todos niveles la información
sobre los riesgos de la construcción del muro fronterizo e identificar aliados
potenciales para trabajar de forma conjunta (a ambos lados de la frontera) para
generar el conocimiento necesario para la adecuada toma de decisiones. También
es necesario determinar los sitios prioritarios de conectividad para la fauna y
proponer estrategias de conservación de los mismos; llevar a cabo investigación
que permita conocer las características del establecimiento de territorios y los
ámbitos hogareños de las especies animales que se verán afectadas; generar información precisa sobre la distribución y los movimientos de la fauna afectada
a ambos lados de la frontera; generar modelos y realizar investigación sobre
los efectos de aislamiento en poblaciones animales fronterizas en la estructura
genética de especies críticas; investigar, como última alternativa, las especies que
pueden ser candidatas para aplicar la estrategia de translocación de individuos;
realizar investigación científica sobre los efectos de la iluminación y el ruido en
poblaciones e individuos animales.
Posibles
soluciones a los impactos potenciales
Aunque el consenso general del grupo de trabajo fue que la mejor forma de
evitar los impactos es evitando la construcción del muro, se identificaron
algunas posibles soluciones de carácter general como: promover que se evite
la fragmentación de los hábitats a través de diversas alternativas al muro fronterizo; establecer sitios prioritarios de conectividad para la fauna y proponer
estrategias de conservación de los mismos; consolidar e implementar el concepto de wilderness (grandes corredores verdes que unan a ambas naciones)
y replicar casos exitosos de manejo de hábitat en región fronteriza. También
se sugiere el uso de tecnología alternativa de visión nocturna, de bajo impacto, que no transmita radiofrecuencias u ondas sonoras perceptibles por los
animales y además el bajo tránsito de vehículos.
Conclusiones
La mejor manera de evitar los impactos que la construcción y operación del
muro tendrían sobre la fauna es evitando su construcción. Sin embargo, ante
68
Fauna
Posibles impactos del muro sobre la fauna
la posibilidad de que se concrete este proyecto es necesario crear alternativas
al muro, al mismo tiempo que se generen esfuerzos binacionales para conservar y proteger la fauna y los ecosistemas compartidos entre ambas naciones.
Las alternativas al muro fronterizo deberán permitir la continuidad de todos
los procesos biológicos y ecológicos que rigen a todas las especies animales y
vegetales de la región fronteriza.
Participaron
en esta mesa :
Adriana Nelly Correa Sandoval
Carlos Manterola y Piña
Evaristo Meza López
Gabriel Solano Cuellar
Laura López Hoffman
Rurik List Sánchez
Salvador Contreras Balderas
Cora Varas-Nelson
Osvel Hinojosa
Jessica Pikielec
Héctor Moya
69
Análisis de impactos potenciales del muro fronterizo sobre la fauna
Impacto
I. Efecto de borde por fragmentación
Descripción
En hábitats fragmentados el efecto de borde tiene impactos negativos
sobre la distribución y abundancia de los animales.
Información
disponible
• Existe suficiente información publicada al respecto.
Vacíos de
información o
investigación
• No hay descripción de zonas de fragmentación que se generarán ni
evaluación de impactos concretos sobre la fauna de esas zonas.
• Se desconocen los sitios prioritarios de conectividad.
• Se desconocen cuales son las áreas en que se construirá el muro y
las características del mismo.
• México no cuenta con una evaluación de impacto ambiental del
muro fronterizo
• No existe un inventario o un listado completo de las especies que se
verían afectadas.
• Se desconoce el impacto ambiental del flujo migratorio humano
sobre la fauna.
70
Soluciones a
los vacíos de
información e
investigación
• Identificar sitios prioritarios de conectividad para la fauna y
proponer estrategias de conservación de los mismos.
• Difundir a todos niveles la información sobre los riesgos de la
construcción del muro fronterizo
• Realizar la identificación de aliados potenciales para trabajar de
forma conjunta (en ambos lados de la frontera) para generar el
conocimiento necesario para la adecuada toma de decisiones.
Posibles soluciones
a los impactos
potenciales
• Establecer sitios prioritarios de conectividad para la fauna y
proponer estrategias de conservación de los mismos.
• Consolidar e implementar el concepto de “wilderness” en áreas
protegidas (grandes corredores verdes que unan a los países).
• Replicar casos exitosos de manejo de hábitat en región fronteriza.
• Evitar la fragmentación de los hábitats a través del desarrollo de
alternativas al muro fronterizo.
Fauna
Posibles impactos del muro sobre la fauna
II. Contracción del área de actividad de
individuos
III. Barrera a la Dispersión y a
movimientos migratorios
El establecimiento de una barrera
fragmentaría territorios, disminuiría el
área de actividad y modificaría los ámbitos
hogareños de muchas especies animales.
El muro representaría una barrera que
impediría el libre tránsito de la fauna entre
ambos países. Se afectarían los procesos
naturales de dispersión y migración.
• Se conocen las hábitos de especies de
grandes mamíferos y los impedimentos que
tendrían para cruzar el muro.
• Existe suficiente información
teórica publicada al respecto.
• Existe evidencia visual y registros de grandes mamiferos cruzando la zona fronteriza.
• Hay desconocimiento sobre las áreas
de actividad, los territorios y los ámbitos
hogareños de muchas especies animales.
• No se conocen los movimientos de dispersión y migración de todas las especies
críticas que se verán afectadas.
Misma información de la columna anterior
Misma información de la columna anterior
Misma información de la columna anterior
Misma información de la columna anterior
(Continúa)
71
Análisis de impactos potenciales del muro fronterizo sobre la fauna (continúa)
Impacto
72
IV. Interrupción del intercambio genético
V. Proliferación de fauna
nociva y/o exótica
Descripción
Las barreras físicas, además de aislar a las
poblaciones, evitan el intercambio genético
entre los individuos. En el área del muro, el
movimiento de los grandes mamíferos se
vería interrumpido, especialmente las especies encontradas en la NOM-059-SEMARNAT-2001 (Berrendo, Borrego Cimarrón,
Jaguar, Oso Negro, Ocelote, Lobo Mexicano,
Perrito Llanero, Codrorniz de Moctezuma,
Pavo silvestre, entre otros) así como diversas especies de peces de ríos y arroyos de la
frontera. También se verían afectadas especies
medianas y pequeñas que se distribuyen en
valles y otros sitios puntuales.
Información
disponible
• Existe suficiente información teórica publi- • Existe suficiente inforcada al respecto.
mación teórica publicada
al respecto.
Vacíos de
información o
investigación
• No se conocen los efectos específicos
del aislamiento genético sobre las poblaciones animales que se verían afectadas.
• Se desconoce qué especies pueden ser candidatas para aplicar la estrategia de translocación de individuos.
• Se desconocen cuales son las áreas en que
se construirá el muro y las características del
mismo.
• México no cuenta con una evaluación de
impacto ambiental del muro fronterizo
• No existe un inventario o un listado
completo de las especies que se verían
afectadas.
Fauna
Las zonas sujetas a disturbios antropogénicos
favorecen la proliferación de fauna exótica
y nociva, como ratas y
algunas aves. Esta fauna
podría impactar directa
o indirectamente a las
poblaciones silvestres.
• No se conocen con
exactitud las zonas que
serán sujetas a mayor
disturbio.
• Se desconocen cuales
son las áreas en que se
construirá el muro y las
características del mismo.
• México no cuenta
con una evaluación de
impacto ambiental del
muro fronterizo
• No existe un inventario
o un listado completo de
las especies que se verían
afectadas.
Posibles impactos del muro sobre la fauna
VI. Contaminación por iluminación eléctrica
VII. Contaminación por ruido
La iluminación eléctrica en las zonas aledañas
podría afectar a varias especies de animales de
hábitos nocturnos como algunos depredadores,
dispersores y polinizadores. Afectaría, además,
al desplazamiento de aves migratorias nocturnas que transitan por las zonas fronterizas.
El efecto del ruido sobre la fauna puede
ocasionar estrés y generar efectos metabólicos, hormonales y en la conducta.
• Existe información documentada sobre los
impactos de la iluminación eléctrica sobre los
animales.
Manci, K.M., D.N. Gladwin, R. Villella,
and M.G. Cavendish. 1988. Effects of aircraft noise and sonic booms on domestic
animals and wildlife: a literature synthesis. U.S. Fish and Wildl. Serv. National
Ecology Research Center, Ft. Collins,
CO. NERC-88/29. 88 pp.
• Se desconoce la magnitud del impacto de la
iluminación sobre la fauna de hábitos nocturnos de la región fronteriza.
• No se conocen todas las posibles rutas de
migración de murciélagos que pudieran verse
afectadas.
• Se desconocen cuáles son las especies que se
afectarían.
• Se desconocen cuales son las áreas en que
se construirá el muro y las características del
mismo.
• México no cuenta con una evaluación de
impacto ambiental del muro fronterizo
• No existe un inventario o un listado completo
de las especies que se verían afectadas.
• Se desconoce el impacto ambiental del flujo
migratorio humano sobre la fauna.
• Se desconocen cuales son las áreas en
que se construirá el muro y las características del mismo.
• México no cuenta con una evaluación
de impacto ambiental del muro fronterizo.
• No existe un inventario o un listado
completo de las especies que se verían
afectadas.
• Se desconoce el impacto ambiental del
flujo migratorio humano sobre la fauna.
73
Análisis de impactos potenciales del muro fronterizo sobre la fauna (continúa)
Impacto
74
IV. Interrupción del intercambio genético
V. Proliferación de fauna
nociva y/o exótica
Vacíos de
información o
investigación
• Se desconoce el impacto ambiental del flujo • Averiguar o solicitar los
migratorio humano sobre la fauna.
detalles del proyecto de
construcción del muro
fronterizo.
Soluciones a
los vacíos de
información e
investigación
• Investigar los efectos de aislamiento
en poblaciones animales en ambos
lados de la frontera sobre la estructura
genética de especies críticas.
• Investigar, como última alternativa, qué
especies pueden ser candidatas para aplicar
la estrategia de translocación de individuos a
ambos lados de la frontera.
• Difundir a todos niveles la
información sobre los riesgos de la
construcción del muro fronterizo.
• Realizar la identificación de aliados
potenciales para trabajar de forma conjunta
(en ambos lados de la frontera) para generar
el conocimiento necesario para la adecuada
toma de decisiones.
• Difundir a todos niveles
la información sobre los
riesgos de la construcción
del muro fronterizo.
• Realizar la identificación
de aliados potenciales para
trabajar de forma conjunta
(en ambos lados de la
frontera) para generar el
conocimiento necesario
para la adecuada toma de
decisiones.
Posibles
soluciones a
los impactos
potenciales
• Establecer sitios prioritarios de conectividad
para la fauna y proponer estrategias de
conservación de los mismos.
• Consolidar e implementar el concepto de
“wilderness” en áreas protegidas (grandes
corredores verdes que unan a los países).
• Replicar casos exitosos de manejo de hábitat
en región fronteriza.
• Evitar la fragmentación de los hábitats a
través del desarrollo de alternativas al muro
fronterizo.
• Establecer sitios
prioritarios de conectividad
para la fauna y proponer
estrategias de conservación
de los mismos.
• Consolidar e implementar
el concepto de “wilderness”
en áreas protegidas
(grandes corredores verdes
que unan a los países).
• Replicar casos exitosos de
manejo de hábitat en región
fronteriza.
• Evitar la fragmentación
de los hábitats a través del
desarrollo de alternativas al
muro fronterizo.
Fauna
Posibles impactos del muro sobre la fauna
VI. Contaminación por iluminación eléctrica
VII. Contaminación por ruido
• Desarrollar investigación científica sobre
los efectos de la iluminación en poblaciones e
individuos animales.
• Desarollar investigación científica sobre los efectos del ruido en poblaciones e
individuos animales.
• Difundir a todos niveles la
información sobre los riesgos de la
construcción del muro fronterizo.
• Realizar la identificación de aliados
potenciales para trabajar de forma conjunta
(en ambos lados de la frontera) para generar el
conocimiento necesario para la adecuada toma
de decisiones.
• Difundir a todos niveles la
información sobre los riesgos de la
construcción del muro fronterizo.
• Realizar la identificación de aliados
potenciales para trabajar de forma
conjunta (en ambos lados de la frontera)
para generar el conocimiento necesario
para la adecuada toma de decisiones.
• Uso de tecnología alternativa de visión
nocturna, de bajo impacto y que no transmita
radiofrecuencias u ondas sonoras perceptibles
por los animales.
• Uso de tecnología alternativa. Bajo
tránsito de vehículos y reducción en el
uso de maquinaria.
75
Los impactos del muro sobre los mamíferos silvestres
Los impactos del muro fronterizo
sobre los mamíferos silvestres
Rurik List
I ntroducción
L
a composición de los ecosistemas de la porción fronteriza entre México
y los Estados Unidos es el resultado de miles de años de movimientos de
la flora y fauna hacia el norte o hacia el sur. Como ejemplo, tenemos que
a lo largo de las planicies costeras elementos neotropicales se han desplazado
hacia la partes septentrionales, y con las glaciaciones, elementos neárticos se
establecieron y aún permanecen en las Sierras Madre Oriental y Occidental.
Esto fue posible debido a la ausencia de barreras que les impidieran el movimiento en ambos sentidos durante periodos prolongados.
Desde la Muralla China no ha existido otro proyecto de construcción de
una barrera física a la escala que se plantea el muro fronterizo entre México
y los Estados Unidos. Un proyecto de tal envergadura, que incluye un muro
sólido de metal, otro paralelo de malla, alambre de púas y caminos de servicio
y vigilancia, inevitablemente tendrá efectos en la biodiversidad regional debido
a la pérdida, degradación y fragmentación del hábitat, al incremento en la
actividad humana, la perturbación de la estructura social de las poblaciones,
la reducción del acceso a recursos y hábitat vitales, el aislamiento y fragmentación de las poblaciones y la aversión de ciertas especies a los caminos, entre
otros aspectos (Jackson 2000).
77
La
importancia del libre movimiento de las especies
La dispersión de los juveniles para abandonar el territorio natal y conquistar
nuevos territorios, la búsqueda de pareja, el desplazamiento para obtener
alimento y refugio, el huir de los depredadores o de perturbaciones, y los
movimientos migratorios altitudinales o latitudinales, se pueden dar en la
medida que existe libertad de movimiento para las especies. Estos flujos son
necesarios para las poblaciones de mamíferos, y en particular para los grandes
carnívoros, que por su talla, por mantener poblaciones numéricamente bajas,
por contar tasas reproductivas bajas y por hallarse en los escalones superiores de la cadena trófica, corren un mayor riesgo de extinción por presiones
antropogénicas o por aislamiento genético (Purvis et al. 2000). Pero si en
poblaciones pequeñas llegan ocasionalmente individuos llevando nuevos
genes e incrementando el número de ejemplares, aumenta la viabilidad de
esa población (Weaver et al. 1996, Hellgrena et al. 2005).
Individuos de muchas especies tienen su área de actividad en la zona fronteriza. En estudios realizados 50 kilómetros al sur de la frontera hemos visto
que, por ejemplo, para zorras del desierto (Vulpes macrotes) y para coyotes
(Canis latrans), los alambres de púas, como los que actualmente dividen la
frontera en diversas secciones, no son un impedimento para sus movimientos,
y el área de actividad de esas dos especies se puede encontrar a los dos lados
de uno o más de este tipo de cercos (List et al. 2003, List y Madconald 2003).
De forma similar, los venados bura (Odocoileus hemionus) y cola blanca (O.
virginianus) y los berrendos (Antilocapra americana) normalmente saltan los
cercos ganaderos o pasan bajo el cable inferior cuando éste tiene una separación del piso mayor a 30 cm (Feldhamer et al. 1986, Scott 1992, Harrington
y Conover 2006). La configuración actual del cerco fronterizo, donde no hay
muro, permite el movimiento de estos animales pero la nueva propuesta haría
imposible el paso de los mamíferos no voladores.
L os
efectos del muro fronterizo en la fauna a lo largo de
la región
Ante el escenario de cambio climático se espera que cambie la distribución
de muchas especies de flora y de fauna (Peterson et al. 2002), las cuales se
desplazarán paulatinamente; pero si hay una muralla fronteriza durante un
tiempo lo suficientemente largo, podría convertirse en el cerco de la extinción,
al impedir que las especies modifiquen su distribución, desplazándose de los
78
Fauna
Los impactos del muro sobre los mamíferos silvestres
sitios cuyas condiciones se están alterando hacia aquellos con condiciones
favorables (Brown et al. 1997, Gian-Reto et al. 2002).
El libre movimiento ha permitido, y debe seguirlo haciendo, la continuidad
de los procesos ecológicos y evolutivos para todas las especies que habitan
la región fronteriza. El mapa 1 muestra áreas aproximadas donde existe
información del desplazamiento de algunas especies de un lado al otro de
la frontera, pero obviamente también sucede con muchos otros mamíferos,
además de aves, reptiles y anfibios, por lo que también pueden resultar afectados. Por ejemplo, las aves que vuelan poco, como los guajolotes silvestres
(Meleagris gallopavo), se ven perjudicadas por los caminos (MacDougal et
al. 1991), y las codornices ven limitadas sus posibilidades de ir de un lugar
a otro por la pérdida de la cubierta vegetal del suelo (Stromberg 1990). Las
poblaciones de roedores y muchas especies de aves en zonas con pastizales
o matorrales pueden resultar afectadas por una mayor depredación por aves
rapaces, gracias a la ventaja que representan las estructuras artificiales, como
las del muro fronterizo, como sitios de percha y anidación (Burger et al., 1994,
Suhonen 1994).
Entre las especies en riesgo de esta región se hallan el jaguar (Pantera onca),
el ocelote (Leopardos pardalis), el lobo mexicano (Canis lupus baileyi), el oso
negro (Urdus americanus), la zorra del desierto, el tejón (Taxidea taxus), y a
Mapa 1. Áreas aproximadas para las que existe información del movimiento de algunas especies de
un lado a otro de la frontera y que serían afectadas por la construcción de un muro fronterizo
79
otros que no son carnívoros pero que también están en riesgo, como el perrito
llanero de cola negra (Cynomys ludovicianus), el berrendo, el borrego cimarrón
(Ovis canadensis) y el puercoespín (Erethizon dorsatum, Pacheco et al. 2000).
Una de las especies que actualmente despierta más interés es el jaguar, debido
a que desde que hace más de diez años se empezaron a registrar individuos
en el sur de Arizona y de Nuevo México, de donde se consideraban extintos
(Brown y López González 2000). Estos se están desplazando desde una población reproductiva en el centro-norte de Sonora, a través de las sierras, y
cruzan a los Estados Unidos (Friederici 2006), pero como utilizan áreas donde
se proyecta el muro fronterizo, su construcción detendría su recuperación
natural en aquella nación.
El borrego cimarrón tuvo una distribución muy amplia en el norte de México y en el sureste de los Estados Unidos, pero desapareció por distintas causas
y se ha reintroducido en varios lugares. Para mantener poblaciones viables
se requiere que la especie se encuentre en ambos países, debido al reducido
tamaño de las sierras donde vive. Existen al menos tres registros de borregos
cimarrones que han cruzado de las poblaciones reintroducidas en Arizona
y en Nuevo México a Chihuahua y a Sonora (Pelz Serrano et al. 2006). De
volverse realidad esta nueva contención, la recuperación natural del borrego
cimarrón en el norte de México y la viabilidad de sus poblaciones en la zona
fronteriza sufriría las mismas consecuencias que los jaguares.
Por su parte, el berrendo en México tiene poblaciones muy pequeñas. Se
estima que quedan alrededor de 1,500 individuos (Sánchez Cordero et al.
2007), y tanto la subespecie de Sonora como la de Baja California dependen
de un cerco permeable. En la figura 1 se observa un grupo de berrendos
en las estribaciones de la Sierra de San Luis, en la frontera, en uno de los
sitios donde se planea construir el muro. De construirse dicha barrera en
esta zona, la población de berrendos del lado mexicano se vería disminuida
de manera importante.
Todos los años, en varios sitios del norte mexicano se matan y se
capturan osos negros porque se acercan a centros poblacionales. Esto
sucede con mayor frecuencia en la zona del occidente de Chihuahua y el
norte de Sonora. Por ejemplo, en julio del 2006, se capturó un oso en la
colonia menonita de Las Virginias, y gracias a que tenía una etiqueta del
Departamento de Caza y Pesca de Arizona, fue posible saber que diez días
antes lo habían atrapado en las montañas Peloncillos (E. Ponce Guevera,
comunicación personal). Entre ambos puntos hay una distancia de 135
kilómetros, los cuales no recorrió en línea recta sino que tuvo que mo80
Fauna
Los impactos del muro sobre los mamíferos silvestres
Figura 1. Grupo de berrendos en las estribaciones de la Sierra de San Luis, justo en la frontera, en
uno de los sitios donde se planea construir el muro (Foto: Karla Pelz Serrano)
verse a lo largo de las montañas y cruzar en una zona donde se proyecta
construir el muro (véase figura 2).
La circulación de los osos se da tanto al norte como al sur durante la
dispersión, las sequías cuando vagan en busca de alimento, o cuando buscan
pareja. El muro impediría este desplazamiento. Es necesario recordar que la
población de oso negro en el Parque Nacional Big Bend existe gracias a los
individuos que se movieron de México hacia el norte, cruzando el río Bravo
(Hellgrena et al. 2005). Una vez más, la viabilidad de estas poblaciones puede
verse disminuida por el muro.
El perrito llanero de cola negra es el único caso que mencionaremos de una
especie pequeña y con poca movilidad; durante la dispersión sus desplazamientos llegan a ser de siete km, aunque normalmente no se mueven mas allá de 200
m de sus madrigueras. Alguna vez su distribución se extendía desde el sur de
Canadá hasta el norte de México, y son muy relevantes porque se consideran
especies clave, gracias a que son presa de muchos otros animales, a que sus
madrigueras representan un refugio para otras especies, y a que modifican el
paisaje haciendo un ecosistema característico, lo que permite que haya una
gran diversidad en los pastizales que ellos ocupan (Miller et al. 2000).
81
Figura 2. La población de oso negro del Big Bend en Texas se recuperó gracias al movimiento de
individuos desde Coahuila. La población del norte de la Sierra Madre Occidental quedaría separada
en al menos dos poblaciones por el muro fronterizo (Foto: Rurik List)
En México se encuentra la mayor colonia de perritos llaneros que queda en
toda Norteamérica (Ceballos et al. 1993). A principios del siglo XX los perritos llaneros fueron exterminados por envenenamiento prácticamente de casi
todo el territorio de Arizona y Nuevo México, pero desde hace cuatro años,
han empezado a restablecerse en el suroeste de Nuevo México a partir de las
poblaciones que habitan del lado mexicano de franja fronteriza (B. Brown, comunicación personal). En el norte de Sonora hay un par de pequeñas colonias
de esta especie que, si se les permite, podrían poblar nuevamente el extremo
sur de Arizona, de donde hoy están ausentes. El muro fronterizo detendría
no sólo la posibilidad de restauración del perrito llanero sino del ecosistema
característico que generan estos roedores y que hacen biológicamente ricos a
los pastizales de Norteamérica.
Otro caso a destacar es el lobo mexicano, que desapareció del norte de
México durante la primera mitad de los años 1980, pero ha sido reintrodu82
Fauna
Los impactos del muro sobre los mamíferos silvestres
cido desde 1998 en los Estados Unidos, en las montañas sur, centro y norte
de Arizona. Sabemos de al menos dos lobos mexicanos que llegaron recientemente a la frontera: uno fue capturado muy cerca de esa zona, en territorio
estadounidense (M. Philips, comunicación personal), y al otro lo mataron en
un rancho del lado mexicano. Al parecer, este último tenía un microimplante.
La recuperación natural de esta especie, a través de la migración de los lobos
en Estados Unidos a México, se vería interrumpida si se coloca un muro en
el límite entre ambas naciones.
Hay muchas otras especies que pueden verse afectadas de manera negativa
con la construcción del muro, como jaguaroundis (Herpailurus jaguarondi),
puercoespines, pumas (Puma concolor), venados. Y también existen otras
que, aunque sus poblaciones no desaparecerían y probablemente no se verían
afectadas de manera significativa, verían interrumpido el flujo de genes entre
las poblaciones al norte y sur del cerco propuesto. Vale destacar aquí que el
impacto va más allá de la propia estructura de esta valla fronteriza; también
es necesario considerar la influencia nociva, particularmente en los carnívoros nocturnos, de las potentes luces de vigilancia, tipo estadio, así como
el efecto nocivo del patrullaje constante sobre dichas especies. Finalmente,
otro aspecto a evaluar es que si el muro se construye por secciones, como se
propone, la gente va a tratar de seguir cruzando, salvo que el movimiento y
el impacto de este tráfico se trasladará hacia sitios sin cercado, hacia zonas
más remotas pero muy importantes biológicamente, como la Sierra de San
Luís o Maderas del Carmen.
Conclusiones
Actualmente existen amenazas para la vida silvestre a ambos lados de la
frontera. En abril de 2007, durante el desarrollo de una evaluación de la única
población de bisontes (Bison bison) silvestres de México y del suroeste de los
Estados Unidos (List et al. en prensa), se fotografió un desarrollo agrícola
gigantesco (figura 3), que se empezó a desarrollar ilegalmente a principios
del 2007, y que va a afectar los movimientos tanto de los bisontes como de
los berrendos, que también viven en esa zona y se mueven al norte y al sur
de la frontera.
Ante esto, debemos considerar el flujo de fauna como materia de otro
tratado binacional, como los que existen para controlar el flujo del agua en
los ríos Bravo y Colorado. Tanto en México como en los EE.UU. debemos
asegurarnos que la fauna permanezca a ambos lados de la frontera. Y esto
83
84
Fauna
de interés binacional que deben ser tratados por ambos países (Foto: Rurik List)
Figura 3. Fotografía aérea de desarrollo agrícola en el lado mexicano de la frontera, en Janos, Chihuahua, mostrando problemas ambientales actuales
Los impactos del muro sobre los mamíferos silvestres
no se va a lograr con una muralla, sino construyendo acuerdos sobre cómo
solucionar los grandes problemas que actualmente tenemos a ambos lados
de esta frontera común.
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86
Fauna
El oso negro frenado por la frontera
Los osos negros frenados
por la frontera
Cora Varas
E
l oso negro (Ursus americanus) ha estado presente en Norteamérica
desde hace por lo menos tres millones de años (Wooding y Ward 1997).
Históricamente, el oso negro se ha dado en todos los hábitats boscosos
de América del Norte, desde la línea arbórea en Alaska y Canadá, hasta Florida
y el norte de México (LeCount 1987). Actualmente se les puede encontrar
en 32 entidades de Estados Unidos y en todas las provincias y territorios de
Canadá, excepto en la Isla del Príncipe Eduardo, y existen registros históricos
de osos negros en seis estados de México.
Las poblaciones contemporáneas de oso negro están desigualmente distribuidas por Estados Unidos (Servheen et al. 1999) y México (Don-Crider
1995, Varas et al. 2006). En el siglo XX, el oso negro era considerado un impedimento para el desarrollo y para la seguridad de los humanos (Miller 1990).
Esta actitud, combinada con la destrucción y la fragmentación de su hábitat
y la caza indiscriminada en los siglos XIX y XX (Onorato y Hellgren 2001)
han ocasionado que muchas poblaciones fueran eliminadas, sobre todo en el
sur de Estados Unidos (Miller 1990). Actualmente, existen reglamentos implementados para manejar y proteger al oso negro; sin embargo, las amenazas
por la alteración y fragmentación de su hábitat son especialmente agudas en
el sur de Estados Unidos (LeCount 1990). Además, el tráfico ilegal en órganos
de oso, sobre todo vesículas, ha originado preocupación por los efectos de
la caza furtiva sobre algunas poblaciones de osos (McCracken et al. 1995).
87
Este tráfico fue un motivo importante para incluirlo en el listado de CITES,
Apéndice II, implementado en junio 1992 (McCracken et al. 1995).
La preocupación por la supervivencia a largo plazo de las poblaciones de
oso negro en Arizona (LeCount y Yarchin1990) y México (Sierra Corona et al
2004) está creciendo. Un error en su manejo podría reducir inadvertidamente
el tamaño de sus poblaciones; como resultado, podrían tardar muchos años en
recuperarse (Miller 1990). Los osos tienen un ciclo de vida largo (>20 años),
una madurez reproductiva tardía (la primera cría a los 3-7 años), una tasa
reproductiva baja (2 cachorros/2 a 6 años) (LeCount 1982a, 1983), y una inversión parental energéticamente costosa (Kolinosky 1990). En consecuencia,
las poblaciones de osos negros se recuperan más lentamente de las bajas que
la mayoría de los mamíferos de Norteamérica (Kolinosky 1990).
En México, esta especie se halla en peligro (Servheen et al. 1999, Semarnat 2002). Se sabe poco sobre su distribución; no obstante, hay registros de
osos negros en los estados de Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León,
Zacatecas y Durango (Sierra-Corona et al. 2005). Su futuro es incierto. Su
hábitat se ha reducido a un 30% de su extensión histórica (Pelton et al. 1994)
y la información disponible sobre las características de su modo de vida está
incompleta. La mayor parte de la información publicada en México sobre ellos
viene de Coahuila (Don Crider 1995) y Sonora (Sierra-Corona et al. 2005).
Se necesita información adicional sobre esta especie en riesgo para tomar
decisiones administrativas coherentes para su protección.
El hábitat del oso negro en Arizona y México consiste principalmente en
bosques templados de coníferas y deciduas. Estos hábitats se dan en las “islas
de montaña” (parajes montañosos con una altura por encima de los 2,000 m)
y se encuentran separados por un “mar” de hábitat de desierto y pastizales.
Sin embargo, una sola isla de montaña es demasiado pequeña para sostener
poblaciones viables de osos negros; estos se desplazan a través las tierras bajas
desérticas que separan las islas (LeCount y Yarching 1990). Las tierras bajas
con un marcado impacto humano o con barreras, pueden interferir con el
movimiento de los osos negros; en consecuencia, estas poblaciones están
propensas al aislamiento. Por ejemplo, la creación de un muro impenetrable
podría fragmentar la población de osos de Arizona y la de Arizona-México.
Las islas de montaña en el suroeste de Estados Unidos forman el Archipiélago Madrense. Esta región única incluye 27 serranías a lo largo de cuatro
estados (Arizona y Nuevo México en Estados Unidos, y Sonora y Chihuahua
en México). Las comunidades forestales en la región sonorense de las islas de
montaña constituían un hábitat continuo hasta hace unos 8,000 o 10,000 años
88
Fauna
El oso negro frenado por la frontera
(Van Devender 1977). Desde entonces, los parajes boscosos en las montañas se
han vuelto relativamente aislados unos de otros. En este hábitat fragmentado
del suroeste, los biólogos necesitan saber si los osos negros se desplazan entre
las islas de montaña y cómo lo hacen, para que puedan preservar los corredores
migratorios que apoyarán la viabilidad de sus poblaciones a largo plazo.
Las poblaciones son difíciles de inventariar y monitorear porque los
animales se dan en densidades relativamente bajas y son secretivos por naturaleza. Hay una variedad de técnicas que se utilizan para obtener censos
de población, estimaciones de movimiento y densidad. Se puede utilizar la
observación directa para estimar el tamaño y las tendencias de poblaciones
pequeñas, como se hace con los osos grizzlys en los Parques Nacionales de
Glacier y Yellowstone (Hayward 1989). Otro procedimiento que se utiliza es el
de captura-marcaje-recaptura (Kolenosky 1986) y radio telemetría (Vashon et
al. 2003). Una opción recientemente desarrollada, económica y eficiente para
obtener estimados poblacionales es el uso de marcadores moleculares.
Los marcadores de ADN mitocondrial (mtDNA) proporcionan información sobre el historial evolutivo en línea materna, flujo genético y diversidad
genética. Los resultados de estudios de mtDNA pueden utilizarse para inferir
la migración femenina y la separación histórica de ancestros maternos. El
patrón del mtDNA es sensible a las reducciones en el tamaño de la población
pero insensible al flujo genético mediado por machos (Avise et al. 2004).
La región de control del mtDNA es polimórfica a nivel intraespecífico y es
adecuada para estudios forenses, de variabilidad genética, filogeografía, y la
asignación de unidades evolutivas y de manejo.
Estudiamos los movimientos de osos negros entre ciertas islas de montaña
seleccionadas en México (por ejemplo, Sierra San Luis, al norte de la Sierra
Madre Occidental) y en Arizona (Chiricahuas, Huachucas, Pinaleños, Rincons, Catalinas y la región de Four Peaks) usando marcadores moleculares.
Los resultados preliminaries indican que el haplotipo más común aparece en
las poblaciones de México, Arizona, Nuevo México y las Montañas Rocallosas centrales. Esto indica que los osos de las Montañas Rocallosas del norte,
en Arizona y la región fronteriza entre México-Arizona vienen de la misma
línea. La parte sur de las tierras fronterizas entre México y Arizona pudieran
haber albergado un refugio después del último periodo glaciar, cuando los
osos se desplazaron de México hacia las Montañas Rocallosas. Sin embargo,
el sentido del movimiento no puede determinarse sólo con nuestra tabla de
datos, se requiere de muestras y marcadores adicionales de ADN. Actualmente estamos analizando otra región de ADN mitocondrial y un conjunto
89
de 12 microsatélites de ADN nuclear para obtener mayor resolución. Es muy
probable que exista una conexión entre las poblaciones de osos en México
y las de Arizona. Esperamos que los análisis adicionales de genes mtDNA y
microsatélites proporcionen una mejor resolución con relación a la dirección
histórica del movimiento de los osos negros.
Un segundo hallazgo indica que los osos negros de las islas de montaña del
desierto Sonorense, en la Sierra Madre Occidental no comparten ningún haplotipo con los osos negros de las islas de montaña del desierto Chihuahuense en
la frontera entre México y Texas y en Texas. En consecuencia, es posible que las
dos poblaciones mexicanas de oso negro sean históricamente independientes,
y no parecen haber tenido intercambio genético significativo desde el último
periodo glaciar. Esto significaría que hay por lo menos dos linajes diferentes de
oso negro cruzando en la frontera entre México y Estados Unidos.
Un muro impenetrable frenaría la migración de osos de Estados Unidos
hacia México, la cual podría ser la única fuente de migrantes para el oso
negro de Sonora, México, que está en peligro de extinción. La conectividad
de los hábitats en Estados Unidos y México ha permitido la dispersión de
poblaciones fuente en Coahuila, México hacia sub-poblaciones en Texas
(Don-Crider y Hellgren 1996, Onorato y Hellgren 2001, Onorato at al.
2004), haciendo posible la viabilidad a largo plazo de la metapoblación en
el Parque Nacional de Big Bend. Las acciones de la actual administración
estadounidense podrían acabar con este movimiento en ambos sentidos, que
es vital para la supervivencia del oso negro.
B ibliografía
Don-Crider, D. L. 1995. Population characteristics and home range dynamics of a
black bear population in northern Coahuila, Mexico. M.S. thesis, Texas A&M
University, Texas, EE.UU.
LeCount, A. L. 1987. Causes of black bear cub mortality. International Conference on
Bear Research and Management 7: 75-82.
LeCount, A. L. y J. C. Yarchin. 1990. Black bear habitat use in east central Arizona.
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Miller, S. D. 1990.Population management of bears in North America. International
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Morrison, R. B.1991. Quaternary geology of the southern Basin and Range province.
Quaternary Nonglacial Geology: Conterminous U.S. R. B. Morrison. Boulder,
Colorado, The Geological Society of America. K-2: 353-371.
90
Fauna
El oso negro frenado por la frontera
Onorato, D. P., E. C., Hellgren, R. A. Van Den Bussche y D. L. Doan-Crider. 2004.
Phylogeography patterns within a metapopulation of black bears (Ursus americanus) en el American Southwest. Journal of Mammalogy 85:140-147.
Onorato, D. P. y E. C. Hellgen. 2001. Black bear at the border; natural recolonization
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Pelton, M. R. F. VanManen, A. Coley, K. Weaver, J. Pederson y T. Eason. 1994. Black
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Servheen, C., S. Herrero y B. Peyton. 1999. Status Survey and Conservation Action
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Sierra-Corona, R., I. A. Sáyago Vásquez, M. Silva Hurtado, C.A. López-Gonzáles. 2005.
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Van Devender, T. R. 1977. Holocene Woodlands in the Southwestern Deserts. Science
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Varas, C., C. A. López Gonzáles, J. Ramírez, P. Krausman y M. Culver. 2006. Population structure of black bears in Northern Mexico. Borders, Boundaries and Time
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Deserts. December 2006. Bill Halvorson (ed.). USGS Southwest Biological Science
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Wooding S., R. Ward. 1997. Phylogeography and Pleistocene Evolution in the North
American black bear. Molecular Biology and Evolution 14:1096-1105.
91
Tercera parte
Ecosistemas
Floración en la sierra
Foto: Claudio Contreras Koob
En esta sección se presenta una discusión sobre los posibles impactos que
podría tener la construcción y operación del muro fronterizo sobre la flora,
basada en el análisis que realizaron expertos en el taller. Asimismo, se incluyen
tres capítulos sobre los efectos del muro sobre ecosistemas y la biodiversidad
a nivel regional y ecorregional.
Impactos potenciales a la flora
Posibles impactos de la construcción
y operación del muro fronterizo
sobre la flora
Discusión de especialistas
Eduardo Peters
I ntroducción
E
n la región fronteriza de México y Estados Unidos se comparten importantes ecosistemas, destacando los desiertos Sonorense y Chihuahuense
así como zonas templadas con importantes componentes montañosos
e islas de montaña. El conocimiento científico ha documentado ampliamente
que los procesos ecológicos se ven afectados por el aislamiento, por ello se
estima que la construcción de una barrera física, como es el muro, afectará a
la flora y a las interacciones que ésta tiene con la fauna y el flujo de agua en
ambos lados de la frontera. En esta mesa de trabajo se analizaron los impactos
potenciales de la construcción del muro sobre la flora, así como sus posibles
soluciones o alternativas.
P rincipales
impactos sobre la flora
I. Remoción, fragmentación y efecto de borde sobre las comunidades
vegetales.
La remoción de especies vegetales causa fragmentación del hábitat y esto
a su vez aumenta el efecto de borde que tiene impactos negativos sobre la
composición de especies, la distribución y la abundancia de las plantas.
95
II. Introducción y establecimiento de especies invasoras y exóticas.
Las zonas sujetas a disturbios antropogénicos favorecen el establecimiento
de especies invasoras que podrían impactar directa o indirectamente a las
poblaciones silvestres.
III.Pérdida del sustrato (erosión y compactación del suelo).
La remoción de la cubierta vegetal, el uso de maquinaria, el tránsito vehicular y de personas, la formación de senderos y caminos, y la remoción
de suelo son factores altamente erosivos que generan daños ecológicos
irreversibles, afectando a las especies de flora y los servicios ambientales
que éstas promueven.
IV.Interrupción o alteración de los patrones de dispersión de propágulos, colonización y polinización.
El establecimiento del muro puede constituir una barrera física para el
libre tránsito de los dispersores o de los propágulos mismos. Además,
la iluminación, los radares y otras medidas pueden afectar la conducta
y la distribución de polinizadores nocturnos como los murciélagos, los
dispersores de propágulos e insectos, afectando el intercambio genético
entre poblaciones.
V. Alteración de las comunidades vegetales por cambio de los flujos hídricos y
remoción de suelo.
El agua juega un papel importante en la dispersión de semillas y propágulos
vegetales. La modificación o interrupción de dichos flujos afectarán los
patrones de dispersión existentes. La remoción de suelo genera un cambio
en la estructura del mismo que puede a su vez afectar la composición y
abundancia de la comunidad vegetal presente en el sitio afectado.
VI.Alteración del microclima.
La remoción de la vegetación natural tiene un impacto sobre la proporción
de calor en el suelo, sobre la absorción y la evaporación de agua, generando alteraciones en el microclima (temperatura, humedad relativa, albedo,
precipitación, corrientes de aire, etc).
96
Ecosistemas
Impactos potenciales a la flora
I nformación
disponible
El grupo analizó la información disponible para cada impacto identificado.
Se reconoció que existe amplia literatura sobre la flora de los desiertos de
Chihuahua, Sonora y Baja California. Se recomendó que será útil, para atender y documentar la problemática, revisar los estudios de impacto ambiental
de proyectos previos realizados en la región fronteriza, los reportes técnicos
de trabajos realizados por instituciones de gobierno y académicas, los bancos de datos de desmonte y deforestación, así como los listados de flora y
tipos de vegetación a lo largo de la frontera. Se señaló la necesidad de hacer
búsquedas para identificar publicaciones científicas vinculadas con la flora
de la región y sus posibles impactos, así como trabajos específicos como los
que se están realizando en la cuenca del río Tijuana relativos a la pérdida de
cubierta vegetal.
Vacíos
de información o investigación
Se resaltaron importantes carencias de información entre los cuales destacan:
la relación de la pérdida de la cubierta vegetal con la recarga de acuíferos en
las zonas áridas y semiáridas; la relación de la pérdida de la cubierta vegetal
con la erosión del suelo y desertificación; el escaso conocimiento sobre las
especies invasoras potenciales y sus efectos en las comunidades naturales de
ambos lados de la frontera; la caracterización de fragilidad por tipo de suelo
y zona geográfica.
S oluciones
a los vacíos de información e investigación
La mesa identificó una serie de acciones que pueden reducir las carencias de
conocimiento respecto a los impactos potenciales sobre la vegetación a causa
de la construcción y operación de muro; a continuación se mencionan los más
destacados. Realizar estudios de investigación meticulosos de los impactos
en zonas donde ya existe una barrera física en la frontera. Generar una base
de datos proveniente de fuentes científicas confiables acerca de los efectos de
la pérdida de cubierta vegetal. Orientar a fondos de financiamiento, como
SEMARNAT-CONACYT y CONAFOR-CONACYT, para que establezcan
áreas prioritarias de estudio en la zona y destinen recursos para el apoyo de
estudios. Promover como temas prioritarios de estudio la identificación y
caracterización de especies invasoras potenciales y sus efectos en las comu97
nidades naturales de ambos lados de la frontera. Por último, otro tema de
investigación detectado como prioritario es la caracterización de fragilidad
por tipo de suelo y zona geográfica.
Posibles
soluciones a los impactos potenciales
El grupo de trabajo exploró y sugirió algunas medidas útiles para solventar y
atender los impactos potenciales del muro con respecto a la flora. En primer
lugar la mesa se manifestó, como primera medida, en la necesidad de buscar
alternativas a la construcción del muro e incluso promover la creación de corredores florísticos transfronterizos. De no ser posible esa acción, si se quiere
reducir el impacto sobre la flora será necesario: a) buscar un diseño lo menos
agresivo que permita el paso de semillas y propágulos, b) reducir al mínimo
la franja que utilizaría la construcción del muro, y c) utilizar sistemas de seguridad que no interfieran con los polinizadores y animales dispersores.
Al terminar la construcción será necesario restaurar las áreas afectadas
por al construcción con especies nativas y con técnicas de descompactación
del suelo y control de erosión. Además, para reducir el daño se recomienda
una estrategia de mitigación y compensación.
De manera más específica surgieron recomendaciones como minimizar
las áreas expuestas al efecto de borde; establecer medidas de cuarentena y
profilácticas; hacer un monitoreo permanente para evitar la introducción
y establecimiento de especies invasoras y exóticas; minimizar el uso de maquinaria pesada; proponer que el diseño de la construcción permita la libre
acción de los polinizadores, la dispersión de propágulos y la colonización
de plantas nativas; establecer bancos de germoplasma en ambos lados del
muro y propiciar el intercambio de propágulos entre poblaciones disyuntas;
impedir la modificación de los patrones hídricos en las microcuencas y permitir drenes que respeten tales patrones; así como no modificar la topografía
(geomorfología) del área.
G rupos
que actualmente trabajen el tema o que puedan
trabajarlo
El grupo de trabajo identificó las siguientes instituciones académicas y de
gobierno que están trabajando algunos tópicos útiles para enfrentar la problemática: Universidad Autónoma de Nuevo León (Recarga de acuíferos en
función de la cubierta vegetal en zonas semiáridas), la Universidad Autónoma
98
Ecosistemas
Impactos potenciales a la flora
de Baja California (División de ecosistemas en la zona de las Californias, Tecate), CONAFOR, CEMEX-SUL ROSS UNIVERSITY(Vegetación en la zona
del Río Bravo del Big Bend), SEMARNAT (Manifestaciones de Impacto Ambiental), GOBIERNOS ESTATALES (Manifestaciones de Impacto Ambiental)
Universidad de Arizona, COLEF, UAT, Texas A&M, Instituto de Ecología de
la UNAM, Instituto Nacional de Ecología (Delta del río Colorado, control de
pino salado; Río Bravo).
Conclusiones
Existe suficiente evidencia técnica y científica para señalar daños potenciales a
la flora en ambos países por la construcción del muro. Dentro de los principales
impactos se destacan destrucción y degradación de los hábitats; aislamiento;
pérdida de la conectividad; e introducción de especies exóticas e invasoras.
La solución más viable es que el gobierno de Estados Unidos reconsidere su
propuesta y resguarde su frontera mediante algún mecanismo alternativo o,
en su defecto, considere en el diseño del muro alternativas que minimicen
el impacto sobre la flora, el ambiente físico y la fauna asociada. Además, de
llevarse acabo la construcción, se recomiendan medidas de mitigación y
compensación. Por último se tienen ubicados con buena claridad los grupos
que actualmente están trabajando temas relacionados en la región.
Participaron
en esta mesa :
Exequiel Ezcurra
César Cantú
Laura López Hoffman
Eduardo Peters
Pedro Arce Serrano
99
Análisis de impactos potenciales del muro fronterizo sobre flora
Impacto
100
I. Remoción, fragmentación y efecto de borde sobre las
comunidades vegetales
Descripción
En hábitats fragmentados el efecto de borde tiene impactos
negativos sobre la composición de especies, la distribución y
abundancia de las plantas.
Información
disponible
Literatura sobre los desiertos de Chihuahua, Sonora y BC.
Estudios de impacto ambiental de proyectos previos.
Reportes técnicos.
Bancos de datos de desmonte y deforestación.
Listados de flora y tipos de vegetación a lo largo de la frontera.
Publicaciones científicas.
Trabajos de cambio de uso de suelo.
Efectos de la pérdida de cubierta vegetal en la cuenca del Río
Tijuana (Lina Ojeda-COLEF).
Vacíos de
información o
investigación
Estudios de la relación de la pérdida de la cubierta vegetal con la
recarga de acuíferos, en las zonas áridas y semiáridas.
Estudios de la relación de la pérdida de la cubierta vegetal con la
erosión del suelo y desertificación.
Soluciones a
los vacíos de
información e
investigación
• Realizar estudios de investigación meticulosos de los impactos
• Generar una base de datos proveniente de fuentes científicas
confiables acerca de los efectos de la pérdida de cubierta vegetal.
• CONACYT-CONAFOR establezca áreas prioritarias de estudio y
destine recursos para el apoyo de estudios.
Posibles soluciones
a los impactos
potenciales
• Minimizar las áreas expuestas al efecto de borde.
• Buscar alternativas a la construcción del muro.
• Crear corredores florísticos transfronterizos.
• Proponer que el diseño sea lo menos agresivo (reducir la franja
que utilizaría la construcción del muro).
• Restaurar, terminando la construcción, con especies nativas
en áreas afectadas por la construcción, y con técnicas de
descompactación del suelo y control de erosión.
• Compensar el daño ocasionado.
Ecosistemas
Impactos potenciales a la flora
II. Introducción y establecimiento de
especies invasoras y exóticas
Las zonas sujetas a disturbios
antropogénicos favorecen la
proliferación de especies invasoras
que podría impactar directa o
indirectamente a las poblaciones
silvestres.
III. Pérdida del sustrato (erosión y
compactación del suelo)
La remoción de vegetación, el uso de
maquinaria, el tránsito vehicular y de
personas, la formación de senderos y caminos
y la remoción de suelo son factores altamente
erosivos que generan daños ecológicos
irreversibles.
Literatura sobre erosión y compactación del
suelo.
Reportes técnicos.
Bases de datos de CONAGUA.
Publicaciones científicas.
Trabajos de cambio de uso de suelo.
Estudios de impacto ambiental de proyectos
previos.
Poco conocimiento sobre las especies
invasoras potenciales y sus efectos en las
comunidades naturales de ambos lados
de la frontera.
Caracterización de fragilidad por tipo de suelo y
zona geográfica.
• Realizar estudios de fragilidad por tipo de
suelo y zona geográfica
• Estudios de los procesos de recuperación y
restauración del suelo según tipo de suelo y zona
geográfica.
• Establecer medidas de cuarentena y
profilácticas.
• Monitoreo permanente para evitar
la introducción de establecimiento de
especies invasorasy exóticas.
• Buscar alternativas a la construcción
del muro.
• Crear corredores florísticos
transfronterizos.
• Minimizar el uso de maquinaria pesada.
• Restaurar, terminando la construcción,
con especies nativas en áreas afectadas por la
construcción, y con técnicas de descompactación
del suelo y control de erosión.
• Buscar alternativas a la construcción del muro.
• Crear corredores florísticos transfronterizos.
• Proponer que el diseño sea lo menos agresivo
(reducir la franja que utilizaría la construcción
del muro).
(Continúa)
101
Análisis de impactos potenciales del muro fronterizo sobre flora (continúa)
Impacto
I. Remoción, fragmentación y efecto de borde sobre las
comunidades vegetales
Posibles soluciones
a los impactos
potenciales
Grupos que
actualmente
trabajen el tema
o que puedan
trabajarlo
102
Ecosistemas
UANL (Recarga de acuíferos en función de la cubierta vegetal en
zonas semiáridas), UABC (División de ecosistemas en la zona
de las Californias, Tecate), CONAFOR, CEMEX-SUL ROSS
UNIVERSITY(Vegetación en la zona del Río Bravo del Big
Bend), SEMARNAT (MIA’s), GOBIERNOS ESTATALES (MIA’s)
Universidad de Arizona, COLEF, UAT, Texas A&M. Instituto de
Ecología de la UNAM.
Impactos potenciales a la flora
II. Introducción y establecimiento de
especies invasoras y exóticas
III. Pérdida del sustrato (erosión y
compactación del suelo)
• Proponer que el diseño sea lo menos
agresivo (reducir la franja que utilizaría
la construcción del muro).
• Restaurar, terminando la construcción,
con especies nativas en áreas afectadas
por la construcción, y con técnicas de
descompactación del suelo y control de
erosión.
• Compensar el daño ocasionado.
• Restaurar, terminando la construcción,
con especies nativas en áreas afectadas por la
construcción, y con técnicas de descompactación
del suelo y control de erosión.
• Compensar el daño ocasionado.
103
Análisis de impactos potenciales del muro fronterizo sobre flora (continúa)
Impacto
IV. Interrupción o alteración de los patrones de dispersión de
propágulos, colonización y polinización
Descripción
El establecimiento del muro puede constituir una barrera física para el
libre tránsito de los dispersores o de los propágulos mismos. Además,
la iluminación, los radares y otras medidas pueden afectar la conducta
y la distribución de polinizadores nocturnos como los murciélagos y
de los dispersores de propágulos, afectando el intercambio genético
entre poblaciones.
Información
disponible
Existe suficiente información teórica publicada al respecto.
Vacíos de
información o
investigación
Soluciones a
los vacíos de
información e
investigación
Posibles soluciones
a los impactos
potenciales
104
Ecosistemas
• Proponer que el diseño de la construcción permitan la libre acción
de los polinizadores, la dispersión de propágulos y la colonización de
plantas nativas.
• Establecer bancos de germoplasma en ambos lados del muro y propiciar el intercambio de propágulo entre poblaciones disyuntas.
• Buscar alternativas a la construcción del muro.
• Crear corredores florísticos transfronterizos.
• Proponer que el diseño sea lo menos agresivo (reducir la franja que
utilizaría la construcción del muro).
• Restaurar, terminando la construcción, con especies nativas
en áreas afectadas por la construcción, y con técnicas de
descompactación del suelo y control de erosión.
• Compensar el daño ocasionado.
Impactos potenciales a la flora
V. Alteración de las comunidades vegetales
por cambio de los flujos hídricos y remoción
de suelo
VI. Alteración del microclima
El agua juega un papel importante en la dispersión de semillas y propágulos vegetales. La
modificación o interrupcón de dichos flujos
afectarán los patrones de dispersión existentes.
La remoción de suelo genera un cambio en la
estructura del mismo que puede, a su vez, afectar la composición y abundancia de la comunidad vegetal presente en el sitio afectado.
La remoción de la vegetación natural tiene
un impacto sobre la proporción de calor en el
suelo, sobre la absorción y la evaporación de
agua, generando alteraciones en el microclima (temperatura, humedad relativa, albedo,
precipitación, corrientes de aire, etc).
Existe suficiente información teórica publicada al respecto.
• Impedir la modificación de los patrones hídricos en las microcuencas y permitir drenes
que respeten tales patrones.
• No modificar la topografía (geomorfología)
del área.
• Buscar alternativas a la construcción del
muro.
• Crear corredores florísticos transfronterizos.
• Proponer que el diseño sea lo menos
agresivo (reducir la franja que utilizaría la
construcción del muro).
• Restaurar, terminando la construcción,
con especies nativas en áreas afectadas
por la construcción, y con técnicas de
descompactación del suelo y control de
erosión.
• Compensar el daño ocasionado.
• Buscar alternativas a la construcción del
muro.
• Crear corredores florísticos
transfronterizos.
• Proponer que el diseño sea lo menos
agresivo (reducir la franja que utilizaría la
construcción del muro).
• Restaurar, terminando la construcción,
con especies nativas en áreas afectadas
por la construcción, y con técnicas de
descompactación del suelo y control de
erosión.
• Compensar el daño ocasionado.
105
Riesgos ecológicos de la construcción del muro
Riesgos ecológicos de la construcción
del muro fronterizo
Hugo Riemann
D
urante la última década, los esfuerzos de conservación han llevado
a identificar aquellas regiones de elevada riqueza biológica que por
efecto de las actividades humanas presentan un alto riesgo de pérdida
de especies. Esas regiones, conocidas como Hotspots, se localizan en distintos
ecosistemas del planeta (Myers et al. 2000). De las 34 que actualmente se tienen
delimitadas, tres se distribuyen en México (Conservation International 2007).
La Mesoamericana, la Provincia Florística Californiana y la Región Madreana.
Las dos últimas cruzan la frontera norte de nuestro país. La Provincia Florística
Californiana (PFC) se distribuye a lo largo de más 293,800 km² desde el sur
del estado de Oregon y abarca gran parte del estado de California y la parte
noroeste del estado de Baja California. Esta provincia florística se caracteriza
por su diversidad de comunidades, entre los que se encuentran bosques de
coníferas, pastizales, humedales, matorrales costeros y chaparrales, para mencionar los más conspicuos. La riqueza vegetal se estima en aproximadamente
3,488 especies, de las cuales 61% tiene su distribución circunscrita a esta parte
del planeta. Algunas de estas especies endémicas se presentan en más de un
tipo de comunidad y son de distribución amplia dentro de la provincia florística. Sin embargo, una importante proporción presenta áreas de distribución
restringida a cientos, o inclusive decenas de kilómetros cuadrados, lo que las
pone en riesgo de desaparición por efecto de los cambios en el uso del suelo.
La región que abarca el suroeste del estado de California y noroeste de Baja
107
California presenta tipos de vegetación de dunas costeras, matorral costero
y chaparral. Algunas de las especies que se localizan en estas comunidades a
ambos lados de la frontera internacional, como las cactáceas Bergerocactus
emoryi y las compuestas Hazardia orcuttii, Adenothamnus validus, están propuestas a integrarse como especies sujetas a protección especial dentro de la
Norma Oficial Mexicana de especies en riesgo debido a la acelerada pérdida
de su presencia en comunidades naturales.
La región Madreana se extiende principalmente a lo largo de las cordilleras
de las Sierras Madre Oriental, Occidental y eje Neovolcánico, desde el estado
de Chiapas en el sureste del país hasta el sur de los estados de Arizona, Nuevo
México y Texas, donde se distribuye en más de 40 cumbres o “islas del cielo”.
Una proporción importante de estas cumbres forman parte de la red de áreas
protegidas del sur de los Estados Unidos. En la península de Baja California
ocupa las partes más elevadas de las sierras que atraviesan esta unidad fisiográfica (figura 1). Con una extensión mayor a los 461,200 km², contiene una
cuarta parte de la flora mexicana. Esta región representa un corredor natural
para especies migratorias del norte de Estados Unidos o Canadá (aves, murciélagos o mariposas) que se reproducen en México. En la región Madreana
se localizan 40% de las especies de pinos y más del 30% de las especies de
encinos del mundo y un número estimado de 525 especies de aves.
Si bien los ecosistemas de mayor riqueza de especies en México están
localizados en su porción sureste , las comunidades de bosques templados o
de zonas áridas son los que presentan el mayor porcentaje de especies endémicas. Los matorrales de la región Tamaulipeca y de los desiertos Sonorense
y Chihuahuense, y los bosques de coníferas y encinos forman parte de un
complejo de regiones florísticas que penetran hacia los estados de California,
Arizona, Nuevo México y Texas, en lo que se ha denominado desde el punto
de vista florístico, mega México (Rzedowski 1991).
El enorme capital biológico mexicano, que se refleja tanto en la riqueza de
especies como en la diversidad de comunidades biológicas, y que sitúa a esta
nación entre el grupo de los megadiversos, ha sido uno de los motores que ha
impulsado a la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) a delimitar regiones prioritarias para la conservación.
En este sentido se han establecido regiones terrestres, marinas, hidrológicas
y de importancia para la conservación de aves. A la fecha, con base en su capital biológico, los servicios ambientales que prestan o su importancia como
corredores biológicos y el bajo deterioro en el que se encuentran, se tienen
delimitadas 152 Regiones Terrestres Prioritarias para la conservación (RTP).
108
Ecosistemas
Riesgos ecológicos de la construcción del muro
De los 3,141 km de longitud de la frontera internacional, 27% tiene colindancia
con 11 de estas regiones (mapa 1 y cuadro 1, páginas siguientes).
Uno de los primeros efectos de la modificación del entorno natural es la
fragmentación del paisaje; sus consecuencias se manifiestan en los distintos
niveles de complejidad de los sistemas biológicos (cuadro 2). La apertura de
caminos y carreteras; las actividades agrícola, silvícola, ganadera y minera; así
como los asentamientos humanos ocasionan que las comunidades biológicas
que en condiciones naturales presentaban una distribución continua a lo largo
de gradientes naturales, se fragmenten y presenten un grado de aislamiento
parcial o total formando parches que ya no son muestras representativas de
las comunidades originales y que han perdido gran parte de sus características
distintivas.
El cúmulo de conocimientos que la ciencia ecológica engloba desde la
perspectiva tanto teórica como práctica nos permite elaborar escenarios de
las posibles consecuencias de la modificación del entorno fronterizo en el
contexto de la construcción de un muro y sus repercusiones a largo plazo.
El número de especies que una comunidad contiene responde no sólo a la
conjugación de factores históricos y ambientales; se relaciona también con el
área que ésta ocupa. Los modelos de Olof Arrhenius (1921), posteriormente
reelaborados por el ecólogo americano Frank W. Preston (1948, 1962), forman
parte del sustento teórico que ha permitido explicar esta relación entre área
y riqueza de especies. Con la fragmentación del paisaje natural las comunidades biológicas que éste contiene pierden unidad, formando un mosaico
de parches de tamaño diverso y con un grado de aislamiento entre sí que
puede ser parcial o total, y que dependerá de la capacidad de dispersión o
desplazamiento de las especies que contienen. A medida que la fragmentación
aumenta y los parches son más pequeños, disminuye el número de especies
al interior de cada parche de vegetación, y además, la riqueza de especies de
todos los parches será menor a la que contenía la comunidad original. Las
primeras poblaciones en desaparecer son las de individuos que: a) requieren
amplios territorios para alimentarse y mantener una población reproductiva
como es el caso de los felinos y osos y b) aquéllas cuyas especies se catalogan
como “raras”, por el reducido tamaño de sus poblaciones. La desaparición de
depredadores promueve la proliferación de las poblaciones de roedores que
inciden no sólo sobre la comunidad vegetal sino también afectan la economía
agrícola regional y promueven el aumento de especies que se consideran nocivas o peligrosas como coyotes y víboras cascabel, sus depredadores naturales.
El aumento de las especies de roedores puede convertirse en un riesgo a la
109
110
Ecosistemas
Función como
corredor biológico
(km)
protección especial
Especies o grupos
amenazados,
en peligro o bajo
(Continúa)
Sierra de Juárez3(1)
Baja California 4,568
15.40
Chaparral, Corredor entre
Borrego cimarrón,
matorral desértico, las sierras de la
puma
bosque de pino
península y las
sierras de
California
Gran desierto de Sonora
7,146
139.06
Vegetación de
Corredor dentro
Cactáceas, reptiles,
Altar-El Pinacate3, 4 (2)
dunas y matorral
del desierto
aves
desértico costero Sonorense,
Arizona- Sonora
Baja California
Cananea-San Pedro3 (3) Sonora
3,325
66.91
Pastizal natural,
Corredor biológico
Oso negro lince,
bosque de encino
entre los desiertos puma, águila real
chihuahuense, Sonorense,
Sierras montañosas
de Arizona
Sierra de San Luis-
Chihuahua-
10,339
94.62
Pastizal, bosque de
Corredor entre
Bisonte, venado
Janos3 (4)
Sonora
encino, bosque de las sierras sureñas de bura, hurón, perrito
pino, matorral EE.UU. y la Sierra
de las praderas
desértico
Madre Occidental
Médanos de Chihuahua
3,167
57.92
Vegetación halófila
Región relictual
Yuca y plantas
Samalayuca(5)
y de dunas
anuales y formas
subterráneas
Región 2
Entidades Superficie Extensión a
Comunidades
en km²
lo largo de naturales
la frontera Cuadro 1. Regiones prioritarias para la conservación en la frontera México-Estados Unidos1
Función como
corredor biológico
(km)
protección especial
(Continúa)
Varias especies
de encinos y
nogales
Oso negro, castor,
peces, 24 especies
de aves
Especies maderables,
aves
Castores, cactáceas
y aves riparias
Especies o grupos
amenazados,
en peligro o bajo
Chihuahua-
3,435
117.24
Matorral desértico
Corredor biológico
Elena4 (6)
Coahuila
micrófilo, matorral hacia la región del
desértico rosetófilo, Big Bend
pastizal natural
Sierra Maderas Coahuila
2,083
30.41
Chaparral, pastizal,
Corredor biológico
del Carmen3, 4 (7)
matorral desértico hacia la región del rosetófilo, bosque Big Bend
de pino
Sierra El Burro-
Coahuila
8,909
23.86
Chaparral, matorral
Conecta las regiones
Río San Rodrigo3(8)
submontano, matorral terrestres prioritarias
espinoso tamaulipeco, de Cinco manantiales
matorral desértico y Matorral tamaulipeco
rosetófilo, bosque de del bajo Río Bravo
encino, pastizal
Cinco Manantiales
Coahuila
3,161
27.78
Matorral espinoso
Conecta la RTP
(9)
tamaulipeco, matorral Matorral tamaulipeco
submontano, bosque de del bajo Río Bravo
encino pastizal
y Sierra el Burro-Río
San Rodrigo
Región 2
Entidades Superficie Extensión a
Comunidades
en km²
lo largo de naturales
la frontera Cuadro 1. Regiones prioritarias para la conservación en la frontera México-Estados Unidos (continúa)
Riesgos ecológicos de la construcción del muro
111
112
Ecosistemas
Función como
corredor biológico
(km)
protección especial
Matorral espinoso
Corredor para ambos
tamaulipeco, mezquital, lados de la frontera
matorral desértico rosetófilo
Vegetación halófila,
Zona de transición
vegetación de dunas, con la fauna neártica
matorral espinoso
tamaulipeco, selva baja
espinosa
1 Fuentes: Arriaga et al. 2000, Benítez et al. 1999, CONANP 2007.
2 El número entre paréntesis corresponde al de la figura 1.
3 Coincidente con Áreas de importancia para la conservación de Aves (AICA).
4 Incluida total o parcialmente dentro de un área natural protegida.
Matorral Tamaulipeco Coahuila, 10,425
264.83
del Bajo Río Bravo (10) Nuevo León, Tamaulipas Laguna Madre3, 4
Tamaulipas
8,554
29.10
(11)
Total
65,112
867.13
Región 2
Entidades Superficie Extensión a
Comunidades
en km²
lo largo de naturales
la frontera Cuadro 1. Regiones prioritarias para la conservación en la frontera México-Estados Unidos (continúa)
157 especies en
riesgo en la región
fronteriza con
EE.UU.
Aves
Especies o grupos
amenazados,
en peligro o bajo
áreas protegidas en los EE.UU. y hotspots. Los números de las RTP corresponden al cuadro 1
Mapa 1. Frontera internacional México-Estados Unidos. Regiones terrestres prioritarias para la conservación en México (RTP),
Riesgos ecológicos de la construcción del muro
113
salud humana, como en el caso de la enfermedad de Lyme, producida por
la espiroqueta Borrelia burgdorferi y transmitida por garrapatas del género
Ixodes, que parasita aves y mamíferos (Allan et al. 2003).
La fragmentación de las poblaciones en núcleos aislados repercute en sus
características genéticas. El aislamiento de pequeños grupos reproductivos
eleva la tasa de reproducción entre individuos emparentados permitiendo
la aparición de caracteres no deseados, lo que es preocupante en especies de
importancia biológica y económica.
La disminución en el tamaño de las poblaciones animales o su aislamiento ocasionado por la fragmentación del paisaje, reduce la frecuencia
de encuentros entre individuos reproductivos. Consecuencia de ello es que
las poblaciones abaten su tasa de reproducción a niveles de los que no se
pueden recuperar. Los individuos jóvenes prereproductivos y reproductivos
disminuyen en número, las poblaciones se vuelven seniles, y aun cuando éstas sigan persistiendo en los parches remanentes de hábitat natural, su baja o
nula capacidad reproductiva las destina a desaparecer al no existir individuos
jóvenes que mantengan la pirámide poblacional en equilibrio.
Con la fragmentación del paisaje surgen condiciones de borde previamente inexistentes. A lo largo de los linderos, el entorno natural sufre drásticas
modificaciones, la remoción de la vegetación original, la compactación y la
contaminación del suelo promueve la introducción de especies no representativas de la biota original. El área lindero forma una red interconectada
de condiciones alteradas que son propicias para la dispersión de especies
nocivas, agresivas y de difícil erradicación, que modifican las condiciones
naturales e impactan la economía regional. La alteración del entorno natural
a lo largo de los bordes forma un gradiente desde el lindero hacia el interior.
A medida que el paisaje se fragmenta en parches más pequeños la condición
de borde alcanza las zonas núcleo, modificando de manera permanente la
comunidad original.
La transformación del paisaje por el efecto de obras de ingeniería altera el
drenaje natural cambiando el curso de cauces y arroyos estacionales. También
promueve la pérdida de suelo por erosión que se acumula en las partes bajas,
azolvando vasos y represas, en las que se establecen comunidades estacionales
de vegetación y que representan sitios de refugio, pernocta y anidación de
aves migratorias.
Los efectos de la fragmentación del paisaje pueden no ser perceptibles
de manera inmediata, sin embargo, estos son casi siempre irreversibles y
conforman una concatenación de factores causales que se van sucediendo en
114
Ecosistemas
Riesgos ecológicos de la construcción del muro
el tiempo y que tienen como consecuencia la pérdida de capital biológico y
la disminución en la capacidad de los ecosistemas para suministrar bienes y
servicios.
Aun cuando en el futuro se diese un proceso para eliminar el muro fronterizo, sus efectos permanecerían por largo tiempo, e inclusive algunos de ellos
serían permanentes y quedarían como una cicatriz más que las decisiones
políticas imprimen sobre nuestro planeta.
B ibliografía
Allan, B., F. Keesing y R. Ostfeld. 2003. Effect of Forest Fragmentation on Lyme Disease
Risk. Conservation Biology 17: 267-272.
Arrhenius, O. 1921. Species and Area. The Journal of Ecology 9: 95-99.
Arriaga, L., J. Espinoza, C. Aguilar, E. Martínez, L. Gómez y E. Loa (coord.). 2000.
Regiones terrestres prioritarias de México. Comisión Nacional para el Conocimiento
y uso de la Biodiversidad, México.
Benítez, H., C. Arizmendi y L. Márquez. 1999. Base de Datos de las AICAS. CIPAMEX,
CONABIO, FMCN y CCA. México. Disponible en: http://www.conabio.gob.mx.
Myers, N., R. Mittermeier, C. Mittermeier, G. da Fonseca y Jennifer Kent. 2000. Biodiversity hotspots for conservation priorities. Nature 403: 853-858.
Preston, F. 1948. The commonness and rarity of species. Ecology 29: 254-283.
Preston, F. 1962. The canonical distribution of commonness and rarity. Ecology 43:
185-215, 410-432.
Rzedowski, J. 1991. Diversidad y orígenes de la flora fanerogámica de México.
Acta Botánica Mexicana 14: 3-21.
Para mayor información, consultar el sitio de Conservation Internacional, 2007,
Biodiversity hotspots. Disponible en: http://www.biodiversityhotspots.org/xp/
Hotspots.
115
Las ecoregiones de la frontera norte
L as ecorregiones de la frontera
norte de M éxico
César Cantú, Patricia Koleff
y Andrés Lira-Noriega
I ntroducción
M
éxico, Estados Unidos de América (EE.UU.) y Canadá, conforman el
subcontinente América del Norte cuyo vasto territorio (21,315,221
km2) se extiende desde la zona intertropical hasta el ártico (15° a
los 85° de latitud Norte). En él hay un amplio gradiente latitudinal, con una
compleja orografía y una gran diversidad de ambientes, formando un complejo mosaico ecológico. Muchos de sus ecosistemas se extienden entre estos
países formando un continuum por lo que muchas especies de organismos
son comunes a sus territorios.
En la zona de contacto entre México y EE.UU. convergen dos regiones
biogeográficas, la Neártica, que avanza desde el norte, y la Neotropical, que
avanza desde el sur. Ello, en buena medida, determina la presencia de una gran
diversidad de organismos y ecosistemas (Rzedowski 1991), razón por la cual
ambas naciones forman parte de los 17 países considerados megadiversos a
nivel global (Mittermeier et al. 1999). En dicha zona de contacto convergen
las serranías oriente y occidente, y se comparten dos de los grandes desiertos
de Norteamérica, el Sonorense y el Chihuahuense, reconocidos por el elevado
nivel de endemismos (Rzedowski 1991).
Las ecorregiones nos permiten contar unidades geográficas que comparten
una gran mayoría de sus especies y dinámicas ecológicas, y reúnen condiciones
117
ambientales similares donde ocurren interacciones ecológicas de las cuales
depende su persistencia a largo plazo (CCA 1997). Éstas pueden definirse a
distintas escalas anidadas, que agrupan unidades similares desde biomas (como
desiertos y bosques), hasta unidades definidas por características geomorfológicas, tipos de vegetación y composición de especies. A escala del subcontiente,
son 15 las ecorregiones de nivel 1 z escala 1:40-50 millones; 52 las de nivel 2, z
escala 1:20-30 millones, y 200 las de nivel 3, estas últimas z escala 1: 2-4 millones
(CCA 1997). México ha avanzado en definir el nivel 4 (N4), identificando 96
ecorregiones a escala 1:1 millón (INEGI-CONABIO-INE 2007).
Las unidades ecorregionales han sido utilizadas en los últimos años para
definir las prioridades de conservación a escala global y regional. El objetivo es
proteger la mayor cantidad de áreas representativas con elementos especiales,
y asegurar la persistencia de poblaciones y procesos ecológicos (Dinerstein
et al. 1995; Olson et al. 2001; Olson y Dinerstein 2002; Loucks et al. 2003;
Hoekstra et al. 2005; Balmford et al. 2005; Burgess 2006). Por ejemplo, Olson
y Dinerstein (2002) seleccionaron 200, de un total de 867, como ecorregiones terrestres prioritarias a nivel mundial. Entre éstas destacan 142 como
sobresalientes a escala global, regional, biorregional o local, 72 de las cuales
son consideradas críticas o amenazadas, 39 vulnerables, y 28 relativamente
estables o intactas.
México sobresale entre los países de América con mayor superficie prioritaria para la conservación. Destacan cinco de las seis ecorregiones consideradas
como prioritarias: chaparral y bosques de California, desiertos de Sonora y
Baja California, bosques de pino y encino de las Sierras Madre Oriental y
Occidental, bosques secos mexicanos del sur, y los desiertos Chihuahuense
y de Tehuacán (Olson y Dinerstein 2002). Estas cinco ecorregiones se localizan principalmente en México, aunque se extienden más allá de la frontera
geopolítica, hasta territorio estadounidense.
En seguimiento al Programa de Trabajo de áreas protegidas, acordado en
2004 en la séptima reunión de las partes del Convenio de Diversidad Biológica,
la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), en colaboración con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas
(CONANP), ha coordinado los análisis de vacíos y omisiones de conservación
de las ecorregiones N4 (veánse detalles en Koleff et al. en revisión).
Con base en los resultados del estudio a escala nacional, el presente trabajo tiene como objetivo determinar los niveles de representatividad de las
16 ecorregiones N4 que entran en contacto con la zona fronteriza de EE.UU.
(cuadro 1, figura 1), en relación con las 13 áreas protegidas (AP) (diez de
118
Ecosistemas
10.2.2.6
10.2.2.1
10.2.4.1
10.2.4.3
11.1.1.3
11.1.3.1
11.1.1.2
10.2.4.4
12.1.1.1
10.2.4.2
12.1.2.1
Sierras y Lomeríos con bosques de coníferas, encinos y mixtos 6,050
Planicie aluvial de la cuenca del Rio Bravo-La Cochina 355,865
con vegetacion xerófila
Piedemontes y Planicies con pastizal, matorral xerófilo y 12,877,393
bosques de encinos y coníferas
Planicie Interior Tamaulipeca con matorral xerófilo
6,590,056
Sierras y Lomeríos con bosques de coníferas, encinos y 113,798
mixtos (de Juárez)
Planicies del centro del Desierto Chihuahuense con 15,767,680
vegetación xerófila micrófilo-halófila
Lomerios y Planicies con matorral xerófilo, pastizal y 3,206,424
elevaciones aisladas con bosques de encinos y coníferas
Planicie Costera Tamaulipeca con vegetación xerófila o 1,173,783
sin vegetación aparente
Sierra con bosques de coníferas, encinos y mixtos
13,644,674
Lomeríos y Planicies con matorral xerófilo y chaparral
2,277,045
Lomeríos y sierras bajas del Desierto Chihuahuense Norte 5,914,534
2,229,007 69.5 52,690
768,724 65.5
146,546 4.6
54,114
7,461
1.0
2.4
0.2
3.4
(Continúa)
748,130 5.5
170,741 1.3 16,437 9.6
153,239 6.7
881,807 38.7 1,820 0.2
762,780 12.9 2,401,397 40.6 232,298 9.7
4.6
5,158,231 32.7 179,081 3.5
545,516 3.5
9,412
3,070
0
4,521,515 68.6
89,111 78.3
0
107,789 1.6
3,082 2.7
6.7
0
0
857,423
0
0
108,907 0.8
100
100
6,050
355,865
0
0
0
0
Clave N4
Ecorregiones N4
México ANP ANP Muro Muro ANP ANP
(ha)
México México buffer buffer muro muro
(ha)
(%) 100 km 100 km buffer buffer
(ha)
(%) 100 km 1 00 km
(ha) (%)
fronteriza), indicando la superficie proporcional en el país y en AP
Cuadro 1. Ecorregiones N4 (INEGI-CONABIO-INE 2007) de la zona fronteriza del norte de México (área total y en la franja de 100 km de la zona
Las ecoregiones de la frontera norte
119
120
Ecosistemas
9.5.1.1
13.2.1.1
9.5.1.2
9.6.1.1
9.6.1.2
Desiertos del Alto Golfo (Altar, El Pinacate, corredor 6,465,017 931,096 14.4 4,046,581 62.6 866,868 21.4
Mexicali-San Felipe, cuencas de Asunción, Sonyta y
San Ignacio-Aribaipa)
Lomeríos y Sierras con matorral xerófilo y bosques de encino 2,229,909 332,065 14.9 801,359 35.9 162,789 20.3
Elevaciones mayores del Desierto Chihuahuense con 1,220,104 636,317 52.2 536,231 43.9 237,194 44.2
vegetacion xerofila, bosques de coniferas, de encinos y mixtos
Humedales del delta del Río Colorado
391,673 238,668 60.9 330,892 84.5177,894 53.8
Humedales de la Laguna Madre
346,597 237,802 68.6 272,720 78.7179,690 65.9
Total
72,580,600 5,006,052 6.9 23,427,654 32.32,126,703 9.1
Clave N4
Ecorregiones N4
México ANP ANP Muro Muro ANP ANP
(ha)
México México buffer buffer muro muro
(ha)
(%) 100 km 100 km buffer buffer
(ha)
(%) 100 km 1 00 km
(ha) (%)
fronteriza), indicando la superficie proporcional en el país y en AP (continúa)
Cuadro 1. Ecorregiones N4 (INEGI-CONABIO-INE 2007) de la zona fronteriza del norte de México (área total y en la franja de 100 km de la zona
y las áreas protegidas (veánse en el cuadro 1 los nombres de las claves)
Figura 1. Ecorregiones N4 (INEGI-CONABIO-INE 2007) de la zona fronteriza del norte de México
Las ecoregiones de la frontera norte
121
jurisdicción federal y tres estatales) a lo largo de la frontera y a la cobertura
de los tipos de vegetación natural primaria (cuadro 2, figura 2) que existe en
estas ecorregiones fronterizas.
M étodos
Se siguió el método desarrollado en el programa de análisis de vacíos y omisiones de conservación (GAP, por sus siglas en inglés; Scott et al. 1993), que
consiste en determinar el nivel de representatividad en las AP de las ecorregiones que entran en contacto con la frontera norte de México, trazando como
límite máximo para el análisis el área comprendida hasta 100 km dentro en
territorio nacional. En el análisis se incluyeron solamente aquellas AP mayores
a 100 ha (Conanp-CONABIO sin publicar). Además, se evaluó el nivel de
representatividad considerando la cobertura de vegetación, una variable de
gran importancia tanto para evaluar los sesgos en la representatividad de los
sistemas de AP como para identificar prioridades para la conservación. Para
esto se usó la cobertura más reciente de uso del suelo y vegetación (Serie III,
INEGI, 2005). Todas las coberturas digitales fueron combinadas y analizadas
con el programa ArcViewTM versión 3.2.
Para los propósitos de este trabajo, se consideró como umbral de la meta de
conservación la proporción actual del territorio nacional protegido (11.4%),
para determinar cualquier cifra menor como omisión de conservación. Es
decir, las ecorregiones o tipos de vegetación con valores menores a 11.4%
de su superficie decretada como AP son omisiones mientras que aquéllas no
cubiertas por ninguna AP se consideran vacíos.
R esultados
y discusión
Para la zona fronteriza de 100 km hay un total de 16 ecorregiones N4, de las
96 registradas para México, que están en contacto con los EE.UU. Estas ecorregiones en toda su extensión suman 72,580,600 ha, que representa 32.3%
de la extensión total del país. Las ecorregiones que destacan por su extensión
son: 10.2.4.1, Planicies del centro del Desierto Chihuahuense con vegetación
xerófila micrófilo-halófila; 13.2.1.1, Sierra con bosques de coníferas, encinos
y mixtos; y 12.1.2.1, Piedemontes y Planicies con pastizal, matorral xerófilo
y bosques de encinos y coníferas. Dichas ecorregiones se engloban en las
Grandes Planicies y Desiertos de Norteamérica, California Mediterránea, y
Elevaciones Semiáridas Meridionales, extendiéndose a lo largo de México y
122
Ecosistemas
Matorral rosetófilo costero
Palmar natural
Matorral espinoso tamaulipeco
Mezquital
Pastizal halófilo
Vegetación de galería
Pastizal natural
Bosque de tascate
Matorral desértico micrófilo
Matorral desértico rosetófilo
Bosque de pino
Bosque de encino
Bosque de galería
Matorral submontano
Vegetación halófila
Matorral sarcocaule
439,068
11,449
2,555,497
2,516,180
1,823,487
136,639
6,323,740
158,903
19,588,232
10,210,408
5,219,836
6,879,257
20,624
2,389,509
2,765,285
5,208,915
139,433
1,508
95,810
36,204
96,881
29,095
227,357
9,523
1,190,273
1,382,033
371,205
857,566
1,324
538,487
990,979
1,230,711
31.8
13.2
3.7
1.4
5.3
21.3
3.6
6.0
6.1
13.5
7.1
12.5
6.4
22.5
35.8
23.6
2,046
54
1,973,337
428,946
618,824
26,201
1,674,936
21,102
6,714,246
2,012,713
111,921
561,064
6,404
393,919
597,976
271,104
0.5
0.5
77.2
17.0
33.9
19.2
26.5
13.3
34.3
19.7
2.1
8.2
31.1
16.5
21.6
5.2
0
0
11,822
4,573
17,298
982
88,855
1,269
529,951
184,925
11,351
64,983
803
72,207
124,395
58,226
Vegetación Primaria Serie III México
AP México
AP
Muro
Muro buffer
AP
(INEGI 2005)
(ha)
(ha)
México
buffer 100 km/
muro
(%)
100 km México
buffer (ha)
(%)
100 km
(ha)
en la franja de 100km de la zona fronteriza), indicando la superficie proporcional respecto a México y AP
Cuadro 2. Vegetación primaria (INEGI 2005) en las ecorregiones de la zona fronteriza del norte de México (área total y
(Continúa)
0
0
0.6
1.1
2.8
3.7
5.3
6.0
7.9
9.2
10.1
11.6
12.5
18.3
20.8
21.5
AP
muro
buffer
100 km/
Muro
buffer
km (%)
Las ecoregiones de la frontera norte
123
124
Ecosistemas
Vegetación de desiertos arenosos
Bosque de pino-encino
Matorral crasicaule
Bosque de encino-pino
Vegetación de dunas costeras
Bosque de ayarín
Selva baja espinosa caducifolia
Total
2,158,605
5,733,148
1,205,357
3,048,387
146,421
26,386
242,919
78,808,254
827,724
689,430
123,931
481,868
34,762
3,613
13,876
9,373,591
38.3
12.0
10.3
15.8
23.7
13.7
5.7
11.9
1,515,457
62,588
1,732
106,481
7,987
843
25
17,109,906
70.2
1.1
0.1
3.5
5.5
3.2
0.0
21.7
401,954
19,859
642
42,612
5,148
843
25
1,642,723
Vegetación Primaria Serie III México
AP México
AP
Muro
Muro buffer
AP
(INEGI 2005)
(ha)
(ha)
México
buffer 100 km/
muro
(%)
100 km México
buffer (ha)
(%)
100 km
(ha)
en la franja de 100km de la zona fronteriza), indicando la superficie proporcional respecto a México y AP (continúa)
Cuadro 2. Vegetación primaria (INEGI 2005) en las ecorregiones de la zona fronteriza del norte de México (área total y
26.5
31.7
37.1
40.0
64.5
100
100
9.6
AP
muro
buffer
100 km/
Muro
buffer
km (%)
Figura 2. Tipos de vegetación primaria (INEGI 2005) de las ecorregiones de la zona fronteriza del norte de México y sus AP
Las ecoregiones de la frontera norte
125
EE.UU., por lo que comparten áreas de distribución de un gran número de
especies, muchas de las cuales se encuentran en riesgo de extinción debido
a las fuertes amenazas que enfrentan (US EPA-SEMARNAP 2001). Dos ecorregiones son exclusivas de la región fronteriza: 11.1.1.2, Sierras y Lomeríos
con bosques de coníferas, encinos y mixtos; y 10.2.4.3., Planicie aluvial de la
cuenca del Río Bravo-La Cochina con vegetación xerófila, las cuales son, por
tanto, endémicas a esta región (cuadro 1, figura 1).
Dos grandes regiones que cubren una gran extensión del territorio mexicano en la frontera norte han sido identificadas a escala mundial como hotspots.
Así se definen los lugares con mayor riqueza biológica y más amenazados en
el mundo (Mittermier et al., 1999), con un nivel insuficiente de protección
en relación con la biodiversidad que albergan. Tal es el caso de la Provincia
Florística de California, que se extiende desde California, en los EE.UU., hasta
la parte más norteña de la Península de Baja California y de los bosques de
pino-encino del Madroterciario, que incluyen las sierras Madre Oriental y
Occidental y sus extensiones dentro del territorio estadounidense.
En cuanto a la protección de la biodiversidad en México, actualmente
existen 382 AP, (123 federales, 247 estatales y 12 municipales) que cubren
11.4% del país. De éstas, 13 (10 federales y 3 estatales) se encuentran dentro
de las ecorregiones que se extienden hasta la zona fronteriza, cubriendo un
total de 2,126,703 ha, es decir, 9% de la región de estudio, por debajo de la
media nacional protegida (11.4%) (figura 1). Estos datos resaltan la importancia de incrementar los esfuerzos de conservación, así como de fomentar
o fortalecer los esfuerzos transfronterizos, ya que a pesar de que en la región
existen AP relativamente grandes (e.g. Alto Golfo de California y Delta del Río
Colorado; y Cuenca del Río Álamo), hay tres ecorregiones que son vacíos de
conservación: 10.2.4.3, Planicie aluvial de la cuenca del Río Bravo-La Cochina
con vegetación xerófila; 11.1.1.2, Sierras y Lomeríos con bosques de coníferas,
encinos y mixtos; y 12.1.2.1, Piedemontes y Planicies con pastizal, matorral
xerófilo y bosques de encinos y coníferas. Dichas ecorregiones representan
5.2% de la superficie total de las 16 ecorregiones. Asimismo, ocho ecorregiones
son omisiones de conservación, y su extensión equivale a 69% de la extensión
total de las ecorregiones fronterizas (cuadro 1, figura 1).
La cubierta digital de Uso del Suelo y Vegetación de la Serie III (INEGI
2005) para la República Mexicana registra un total de 96,969,388 ha de vegetación primaria, es decir, 48% de la extensión del país, de las cuales 17.6%
se encuentran en las ecorregiones de la zona fronteriza norte (Fig. 2). Sin
embargo, la cobertura de vegetación primaria abarca 73% de la superficie si
126
Ecosistemas
Las ecoregiones de la frontera norte
se consideran las 23,427,654 ha que cubren las 16 ecorregiones de estudio.
Esto significa que esta región del país tiene un mejor grado de conservación
respecto al resto de México, ya que a nivel nacional la cobertura de vegetación
primaria considerando el territorio completo del país, en AP, es 5.7%, mientras
que en las ecorregiones de la frontera norte es 9.6% (cuadro 2, figura 2).
Por otra parte, dos de los tipos de vegetación primaria (matorral rosetófilo
costero y palmar natural) no están incluidas en las AP de las ecorregiones
de estudio. Estas comunidades vegetales suman 2,100 ha, menos de 0.1% de
la extensión total de las ecorregiones fronterizas. Por otro lado, nueve de las
comunidades vegetales son omisiones de conservación, cuya extensión total de
13,582,226 ha representa 79.4% del territorio que comprende las ecorregiones
de la frontera norte (cuadro 2, figura 2).
Conclusiones
La continuidad de los sistemas ecológicos entre México y los EE.UU. es
una condición natural, ajena a los límites políticos artificiales establecidos.
La fragmentación de las ecorregiones que se extienden entre ambos países,
compartiendo ambientes y biota comunes, es una amenaza que pone en riesgo
su estabilidad ecológica. De hecho, áreas protegidas como el parque nacional
Big Bend, buscan la conservación más allá de las fronteras. En este sentido la
identificación de esfuerzos de cooperación transfronterizos han cobrado importancia y señalan la necesidad de apoyar la conservación de la biodiversidad
en la zona limítrofe entre ambos países (US EPA-SEMARNAP 2001).
Los procesos biológicos fundamentales (dispersión, migración, reproducción, etc.) para muchas especies de distribución transfronteriza se verán alterados por la presencia del muro que se pretende construir. La interrupción de las
ecorregiones que comparten espacios entre México y EE.UU. es un poderoso
agente de disturbio sin posibilidades de mitigación que alterará la estabilidad
ecológica de la región. Los impactos ecológicos de dicha obra ponen en riesgo
la biodiversidad de la región y consecuentemente el patrimonio natural, no sólo
de los mexicanos o estadounidenses, sino de la humanidad en su conjunto.
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Ecosistemas
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129
Prioridades para la conservación de la biodiversidad
Prioridades para la conservación
de la biodiversidad en la frontera
norte de
México
Patricia Koleff, Andrés Lira-Noriega,
Tania Urquiza y Eduardo Morales
La
biodiversidad en la frontera norte de
M éxico
P
ese a la imagen tan difundida de desiertos inhóspitos y sin vida, la región
más norteña de México, que tiene su frontera con los Estados Unidos de
América (EE.UU.), corresponde a una zona con gran diversidad de especies y ecosistemas entre los que destacan los desiertos Sonorense y Chihuahuense,
y los humedales como el Delta del Río Colorado y la Laguna Madre.
El Convenio de La Paz, firmado en 1983, estableció que la franja fronteriza
del lado mexicano se extiende desde la frontera internacional Mexico-EE.UU.
hasta una línea imaginaria ubicada a 100 kilómetros al sur de la misma EE.UU.
(Chávez y Suárez 1998). En esta zona se tienen registradas hasta la fecha en el
Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad (SNIB) 4,052 especies
de plantas, de las cuales 3,874 son plantas vasculares, que representa alrededor
de 18% de la flora vascular conocida para México (Villaseñor 2003). Además,
se han registrado 44 especies de hongos, 454 especies de invertebrados, principalmente crustáceos, 260 especies de peces y 1,870 especies de vertebrados
terrestres (44 anfibios, 184 reptiles, 1,467 aves y 175 mamíferos). Esta biodiversidad es extremadamente alta aún cuando existen sesgos importantes en
el conocimiento más detallado de la región (mapa 1).
Por la biodiversidad que alberga la zona, y en particular los altos niveles de
endemismo de diversos grupos de organismos, se han decretado importantes
131
Mapa 1. Registros georreferenciados de ejemplares en la frontera México - EE.UU. para diferentes
grupos taxonómicos en el SNIB (entre paréntesis se indica el número de registros): hongos (223);
plantas: algas (491), briofitas (20), pteridofitas (248), gimnospermas (328), angiospermas (15,874);
invertebrados: artrópodos (642), crustáceos (723), otros invertebrados (176); vertebrados: peces
(3,411), anfibios (1,554), reptiles (8,212), aves (8,340), mamíferos (3,678). Del número total de
especies registradas 68 son endémicas y 235 se encuentran enlistadas en alguna categoría de
riesgo en la NOM-059-Semarnat-2001
áreas protegidas (AP), como las del Alto Golfo de California, El Pinacate y
Gran Desierto de Altar, Laguna Madre y Delta del Río Bravo, Maderas del
Carmen, y Cañón de Santa Elena, entre otras. La biodiversidad documentada
en las AP en la franja fronteriza reporta 85 especies de plantas y animales en
peligro de extinción, así como 450 especies raras o endémicas, y otras 700
especies migratorias neotropicales; podemos citar como ejemplos al pez cachorrito del desierto (Cyprinodon macularis), el águila real (Aguila chrysaetos)
y las culebras endémicas Natrix erythrogaster transversa y Coluber constrictor
stnegerianus (Chávez Alzaga et al. 1998).
En el contexto de la biodiversidad de la frontera del norte (FN) de México, el área se extiende a lo que Rzedowski (1991) denominó “Megaméxico
1”, que abarca todo el territorio nacional e incluye además las zonas áridas
sonorense, chihuahuense y tamaulipeca que se extienden en los EE.UU., y que
corresponde a un intento por describir de manera integrada la riqueza, los
endemismos y los procesos biogeográficos en donde los procesos evolutivos
han dado origen a una flora moderadamente rica y de formas biológicas especializadas. Este concepto resulta útil para entender el fenómeno de combi132
Ecosistemas
Prioridades para la conservación de la biodiversidad
nación de efectos boreales y meridionales, tanto en la flora como en la fauna
en términos de diversificación de especies y en la determinación de taxones
de distribución restringida. Esto significa que se comparten muchas especies
en la frontera de México-EE.UU. dado que la distribución de éstas no está
asociada a divisiones políticas sino a las condiciones fisiográficas, climáticas
y edáficas, entre otras.
L os
retos de la conservación transfronteriza
Las prácticas de conservación se deben realizar a nivel del ecosistema para
poder proteger a la biodiversidad de una manera más eficiente, por lo que es
necesario trascender los límites de las AP y las fronteras políticas (Zbicz 2003).
Específicamente, en la frontera México-EE.UU. se pueden citar varios ejemplos
en donde la cooperación binacional se vuelve imprescindible para la protección
de especies raras y amenazadas (Hernández et al. 2006, Wolf et al. 2006) ya
que se han registrado 31% de las especies enlistadas como amenazadas en los
EE.UU. mientras que México reporta 85 especies en peligro de extinción en
esta región; consecuentemente, la conservación en la FN representa un gran
reto (van Schoik 2005). Entre las amenazas que enfrentan estas especies se
encuentra el acelerado crecimiento industrial y urbano desde 1960 (Purcell
et al. 2005), tanto en ciudades fronterizas de México (e.g. Mexicali, Tijuana,
Ciudad Juárez) como en los Estados Unidos de América (e.g. San Diego, el
Paso, Brownsville). Esta frontera representa una zona de gran actividad económica, la cual ha promovido un desarrollo muy importante para la región
incrementado el flujo de habitantes entre ambos países; sin embargo, asociado
a este fenómeno se han presentado impactos negativos sobre el ambiente como
asentamientos humanos irregulares, la contaminación de los mantos freáticos
y el consecuente impacto sobre los recursos naturales.
Otra grave amenaza la constituyen las especies exóticas invasoras. Particularmente los ecosistemas áridos y semiáridos del norte han sufrido mayores
invasiones de especies exóticas en el país, tales como el zacate buffel (Pennisetum ciliare), el cedro salado o tamarisco (Tamarix ramosissima) y diversas
especies de peces que han desplazado a poblaciones de flora y fauna nativas
(Chávez Alzaga et al. 1998, Glenn et al. 2005, Franklin et al. 2006).
Estas amenazas, aunadas a la propuesta norteamericana de construir un
muro fronterizo, generarán mayor fragmentación de los ecosistemas y traerán
consigo importantes deterioros en las comunidades de plantas y animales,
impidiendo el libre movimiento de poblaciones silvestres entre México y los
133
EE.UU. (Cohn 2007) al eliminar corredores biológicos y ecosistemas, lo que
pone en estado crítico su conservación a largo plazo. Las barreras físicas ,como
los muros y los cercos, ponen en riesgo a muchas poblaciones de animales. Se
ha documentado, por ejemplo, que los cercos veterinarios que cubren miles
de kilómetros en Botswana han causado la elevada mortandad de animales
silvestres con reducciones importantes en las poblaciones en los últimos 20
años (Mbaiwa et al. 2006). También se ha demostrado una alta mortalidad en
aves a causa de los cercos (Baines et al. 2007), en particular para las no voladoras o aquéllas que usan estratos bajos de la vegetación. Más aún, el muro en
la frontera mexicana, además de fragmentar a las poblaciones bióticas, tiene
el potencial de afectar el comportamiento y ritmo circadiano* de animales
silvestres y la fisiología en plantas (Grigione et al. 2004, Rich et al. 2006) por
el efecto del alumbrado nocturno.
M étodos
de identificación de sitios prioritarios para la
conservación en la frontera norte
Para identificar los sitios prioritarios en la FN se usó el programa marxan,
versión 1.8,, el cual con base en métodos de optimización, selecciona sitios
donde hay más especies y ecosistemas de interés para la conservación, considerando simultáneamente las principales amenazas que enfrentan, en el menor
área posible (Ball et al. 2000). El análisis se llevó a cabo usando una rejilla
de unidades muestreales de 256 km2 a escala nacional, garantizando que se
cumplieran las metas asignadas para todas las especies y tipos de vegetación
seleccionados. Aquí se presentan los resultados de las unidades (n =1,087)
que intersectaron con la zona fronteriza de 100 km.
Para establecer las metas deseadas para la conservación in situ de cada especie y tipo de vegetación que deben ser prioridades se consideraron diversos
criterios que fueron discutidos en talleres con especialistas organizados por la
Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)
en los que se analizaron más de 2,546 coberturas y se seleccionaron 1,450 para
llevar a cabo los análisis. Para eliminar sesgos en los datos de colecciones (como
los descritos en la figura 1) se usaron coberturas de la distribución potencial
para especies de vertebrados terrestres y de plantas en la nom-059-Semarnat2001 (cuadro 1). Las metas de conservación se expresaron en proporción del
* Los ritmos circadianos son aquellos ritmos biológicos que tienen una frecuencia próxima a la diaria,
es decir, entre 20 y 28 horas.
134
Ecosistemas
Prioridades para la conservación de la biodiversidad
Cuadro 1. Ejemplos de especies de vertebrados terrestres en los sitios de alta y muy alta prioridad
para la conservación de la biodiversidad en la frontera norte de México
Grupo
Anfibios
Aves
Mamíferos
Nombre científico
Notophthalmus meridionalis
Urosaurus nigricaudus
Sauromalus ater
Heloderma suspectum
Crotalus enyo
Crotalus exsul
Apalone spinifera
Lepidochelys kempii
Chelonia mydas
Caretta caretta
Crotophaga sulcirostris
Spizastur melanoleucus
Thryomanes bewickii
Salpinctes obsoletus
Nucifraga columbiana
Laterallus jamaicensis
Euptilotis neoxenus
Colinus virginianus
Colaptes auratus
Melospiza melodia
Carpodacus mexicanus
Caracara plancus
Cairina moschata
Rhynchopsitta pachyrhyncha
Amazona viridigenalis
Ara militaris
Ara macao
Gymnogyps californianus
Panthera onca
Leopardus wiedii
Leopardus pardalis
Ursus americanus
Ursus arctos
Antilocapra americana
Canis lupus
Erethizon dorsatum
Tamiasciurus mearnsi
Nombre común
salamdra
lagartija arbolera
iguana
monstruo de Gila
víbora de cascabel
víbora de cascabel
tortuga de caparazón blando
tortuga golfina
tortuga verde
caguama
garrapatero pijuy
águila blanquinegra
chivirín cola oscura
chivirín saltaroca
cascanueces americano
polluela negra
trogón orejón
codorniz coutí
carpintero de pechera
gorrión cantor
gorrión mexicano
caracara quebrantahuesos
pato real
cotorra serrana
loro tamaulipeco
guacamaya verde
guacamaya roja
cóndor de California
jaguar
tigrillo
ocelote
oso negro americano
oso plateado
berrendo
lobo gris americano
puerco espín
ardilla de San Pedro Mártir
(Continúa)
135
Cuadro 1. Ejemplos de especies de vertebrados terrestres en los sitios de alta y muy alta prioridad
para la conservación de la biodiversidad en la frontera norte de México (continúa)
Grupo
Nombre científico
Sciurus arizonensis
Leptonycteris nivalis
Geomys personatus
Neotoma macrotis
Microtus californicus
Scalopus aquaticus
Scapanus latimanus
Nombre común
ardilla gris
murciélago
tuza
rata magueyera
ratón
topo
topo ciego
área geográfica de distribución del taxón o tipo de vegetación, y se definieron
criterios para establecer sus valores, tales como la endemicidad y tamaño del
área de distribución, categorías de riesgo en listas de especies amenazadas de la
nom-059-Semarnat-2001 o la UICN, o bien si son sujetas de protección por la
Convención Internacional de Tráfico de Especies Silvestres (CITES). Las metas
de conservación más altas fueron asignadas a los taxones y tipos de vegetación
con áreas de distribución más restringida o aquéllas con mayores amenazas; por
ejemplo, en la FN destacan el cóndor de California (Gymnogyps californianus),
la nutria (Scalopus aquaticus) y el matorral crasicaule y el bosque de táscate
primarios, que ocupan menos de 1% del territorio nacional (véanse detalles de
la metodología descrita en Koleff et al. en revisión).
Una de las ventajas de este análisis es la factibilidad para seleccionar sitios
viables para tratar de garantizar la permanencia de las especies y los ecosistemas. La factibilidad se evalúa mediante la cuantificación de amenazas a la
biodiversidad en cada unidad de muestreo y puede incluir la actual y futura
modificación de los paisajes en variables como uso de suelo, tasas de deforestación e infraestructura humana (Chan et al. 2006). Se seleccionaron 21
variables de amenazas a la biodiversidad que se jerarquizaron asignándoles
valores de acuerdo a su impacto (véanse detalles en Koleff et al. en revisión),
dando el mayor peso a los factores de cambio de cobertura, uso de suelo y
fragmentación de la vegetación primaria, que se han reconocido como las
mayores amenazas (Wiegand et al. 2005), alterando la diversidad y composición biótica, así como importantes procesos ecológicos como el reciclaje de
nutrientes y la polinización (Laurance et al. 2002).
Finalmente, se realizó un análisis de ordenación para comprender la relación entre sitios de muy alta prioridad para la conservación con respecto a
la composición de especies, utilizando el programa pc-ord (McCune et al.
136
Ecosistemas
Prioridades para la conservación de la biodiversidad
1999). Estos sitios fueron identificados por ecorregión N4 (INEGI-ConabioINE 2007) como un criterio de unificación ecológico para tratar de identificar
la existencia de asociaciones con dichas unidades.
Análisis de las prioridades de conservación en la frontera norte
Las AP en la franja fronteriza cubren 9.39% de su área; este porcentaje se
encuentra por debajo de 12% referido como la superficie que un país mínimamente debe tener en reservas ecológicas (Rodrigues et al. 2004).
El programa de optimización permitió identificar 208 sitios prioritarios,
de los cuales 85 son de muy alta prioridad, ya que en ellos hay elementos
únicos para poder alcanzar las metas de conservación y comprenden 7.82%
del total de las unidades muestreales en la franja fronteriza. El siguiente conjunto corresponde a 123 sitios de alta prioridad que incrementan a 19.14%
la superficie prioritaria (mapa 2). Sin embargo, sólo 8.65% del total los 208
sitios prioritarios (1.65% del área total en la franja fronteriza) están bajo la
protección de AP federales, estatales y municipales.
Estos sitios se traslapan con las áreas de importancia para la conservación
de las aves (AICA, 19.13%,), las regiones hidrológicas prioritarias (RHP,
Mapa 2. Sitios de muy alta y de alta prioridad para la conservación de la biodiversidad en la frontera
norte de México. Se muestran las zonas con mayor cambio de uso de suelo (zonas de uso agrícola,
pecuario y forestal), las principales carreteras y las localidades de las principales poblaciones en la
frontera norte
137
26.05%) y las regiones terrestres prioritarias (RTP, 43.46%) (mapa 3). La mayor
coincidencia se dio con las RTP, que reflejan amplias zonas de importancia
para la biodiversidad e integridad ecológica funcional. Por ejemplo, algunas
son regiones con endemismo florístico muy alto (RTP 10, 83), otras presentan
los últimos remanentes de tipos de vegetación restringida o amenazada (RTP
9,10, 12) o tienen la presencia de especies endémicas, en peligro de extinción
o de alto valor cinegético como el venado bura (Odocoileus hemionus), los
osos (Urus arctos y U. americanus eremicus), el castor (Castor canadensis) y
el águila real, entre otras especies (RTP 14, 41, 49, 72, 73, 83; véase Arriaga
Cabrera et al. 2000).
Por otro lado, los sitios de muy alta prioridad que no coincidieron con
ninguna AP, RTP, RHP o AICA también destacan por tener tipos de vegetación
primaria restringida o amenazada (e.g. chaparral, bosques de pino, encino
y táscate) y se caracterizan por la alta riqueza de grupos taxonómicos (e.g.
cactáceas, pinos, encinos y mamíferos endémicos) y la presencia de especies
raras, endémicas o amenazadas que alcanzaron valores muy altos de metas de
conservación, como el ciprés de Guadalupe y el cóndor de California.
En los sitios de alta y muy alta prioridad se identificaron 168 especies
de vertebrados terrestres que destacan por su rareza y endemicidad, ya sea
porque sus áreas de distribución son muy pequeñas en toda la extensión del
Mapa 3. Sitios de muy alta y de alta prioridad para la conservación de la biodiversidad en la
frontera norte de México y las áreas protegidas (AP), regiones terrestres prioritarias (RTP), áreas de
importancia para la conservación de las aves (AICA) y regiones hidrológicas prioritarias (RHP)
138
Ecosistemas
Prioridades para la conservación de la biodiversidad
Cuadro 2. Ejemplos de especies de plantas en los sitios de alta y muy alta prioridad para la
conservación de la biodiversidad en la frontera norte de México
Familia
Nombre científico
Pinaceae
Cupressaceae
Zamiaceae
Magnoliaceae
Lauraceae
Bixaceae
Cactaceae
Palmae
Agavaceae
Pinus muricata
Pinus catarinae
Pinus johannis
Abies guatemalensis
Calocedrus decurrens
Cupressus guadalupensis
Dioon edule
Magnolia schiedeana
Litsea glaucescens
Amoreuxia wrightii
Echinocereus lindsayi
Stenocereus eruca
Ferocactus viridescens
Ferocactus chrysacanthus
Ferocactus johnstonianus
Brahea edulis
Agave polianthiflora
Manfreda brunnea
Nombre común
pino obispo
piñón de Catraina
piñón blanco
abeto u oyamel
cedro de incienso
ciprés de Guadalupe
palma de la virgen
magnolia
laurel silvestre
botón de oro
órgano-pequeño de Jaraguay
pitayo chirinola
biznaga-barril verdosa
biznaga-barril de Isla de Cedros
biznaga-barril del Ángel de la Guarda
palma de Guadalupe
mescalito
amole de huaco
territorio mexicano, porque tienen distribuciones limítrofes y apenas abarcan
una pequeña porción del territorio en el norte, o porque se encuentran en
alguno de los listados de especies en la nom-059-Semarnat-2001, la UICN o
CITES. Algunos ejemplos se muestran en el cuadro 2. Faltaría agregar varias
especies migratorias cuyo estado de conservación puede verse amenazado
fuertemente por los cambios en el paisaje en la zona fronteriza. Se ha señalado la importancia de trabajos de cooperación transfronteriza para asegurar
la conservación de muchas de ellas, como lo muestra el trabajo de Wolf et al.
(2006) sobre aves marinas en la costa oeste del borde. Algunas de las especies
críticas que aquí señalamos han sido reconocidas en otros trabajos por ser
especies que han recibido poca atención en su conservación (Ceballos et al.
1998, EPA-Semarnat 2005, Zamora-Arrollo et al. 2005).
Dentro del conjunto de las plantas en los sitios prioritarios destacan especies de diversas familias (cuadro 2) y varios tipos de vegetación como los bosques de ayarín, encino, pino, encino-pino y táscate; el chaparral; los matorrales
crasicaule, espinoso tamaulipeco, rosetófilo costero, sarcocaule y submontano;
el mezquital; los pastizales halófilo y natural, la selva baja espinosa caducifolia
139
y la vegetación de desiertos arenosos y halófila, que se encuentran en formas
primarias y secundarias, las cuales pueden ser importantes a considerar en
estrategias de conservación.
Por otra parte, se requiere información sobre el estado de las poblaciones
de la mayoría de las especies que aquí se enlistan para evaluar qué consecuencias puede tener en el corto plazo la construcción del muro fronterizo sobre
la genética y viabilidad de las poblaciones. Indiscutiblemente, el cambio de
hábitat en la zona fronteriza representa una amenaza para la evolución de
los ecosistemas naturales. Se desconoce cómo pueden afectar los cambios en
los elementos del paisaje, por ejemplo, debido a la incorporación de especies
leñosas cuando existe la transformación de pastizales naturales a matorral o
por el impacto de especies introducidas que alteren la composición de insectos
u otros recursos para la fauna que depende de ellos (Hernández et al. 2006).
De acuerdo con el análisis de ordenación de los sitios de muy alta prioridad,
la composición de especies que albergan estos sitios prioritarios a lo largo
de la FN es diferente conforme nos movemos de este a oeste, y guarda una
Figura 1 (página siguiente). Análisis de ordenación (DCA) de los sitios de muy alta prioridad. Este análisis
permite ubicar los sitios de muestreo a lo largo de ejes cuantitativos con base en su composición de
especies. Los sitios que se encuentran cercanos en el diagrama tienen una composición similar. En el
eje 1, se aprecia un gradiente que representa un cambio en la composición de especies a lo largo de
la franja fronteriza de oeste a este. La mayor diferencia a lo largo de este eje se observa entre los sitios
que se encuentran en ecorregiones N4 (INEGI-CONABIO-INE 2007) del oeste y las del este del país. A
lo largo del eje 2 se aprecia una separación de los sitios que coinciden con zonas de planicies costeras
y humedales en el este de la franja (9.5.1.2 y 9.5.1.1) con respecto a las demás ecorregiones. Diez de
las 16 ecorregiones N4 fronterizas traslapan con los sitios de alta y muy alta prioridad; en orden oesteeste son: 11.1.1.3 Lomeríos y planicies con matorral xerófilo y chaparral; 11.1.3.1 Sierras y Lomeríos
con bosques de coníferas, encinos y mixtos (de Juárez); 10.2.2.6 Desiertos del Alto Golfo (Altar, El
Pinacate, corredor Mexicali-San Felipe, cuencas de Asunción, Sonoyta y San Ignacio-Aribaipa); 12.1.1.1
Lomeríos y Planicies con matorral xerófilo, pastizal y elevaciones aisladas con bosques de encinos y
coníferas; 10.2.4.1 Planicies del centro del Desierto Chihuahuense con vegetación xerófila micrófilohalófila; 10.2.4.2 Lomeríos y sierras bajas del Desierto Chihuahuense Norte con matorral xerófilo,
micrófilo-rosetófilo ; 10.2.4.4 Elevaciones mayores del Desierto Chihuahuense con vegetación xerófila,
bosques de coníferas, de encinos y mixtos; 9.6.1.2 Lomeríos y sierras con matorral xerófilo y bosques de
encino; 9.5.1.2 Planicie Costera Tamaulipeca con vegetación xerófila o sin vegetación aparente; 9.5.1.1
Humedales de la Laguna Madre. Este ejercicio nos permite concluir que es indispensable considerar
los sitios de muy alta prioridad de cada una de de las ecorregiones para asegurar la conservación de
un mayor número de especies y de ecosistemas
Prioridades para la conservación de la biodiversidad
estrecha relación con las ecorregiones N4 (figura 1). Este resultado sugiere
que el enfoque de conservación no debe hacerse exclusivamente a través de
sitios puntuales, sino considerando regionalizaciones que consideren criterios
ecológicos y evolutivos para asegurar la continuidad de los procesos que en
dicha región se presentan. En este sentido, se enfatiza la necesidad de mantener
los flujos entre ecosistemas y ecorregiones libres de barreras artificiales.
A manera de conclusión
Enfrentamos grandes retos de conservación de la biodiversidad en México,
los cuales pueden acentuarse en la FN por la construcción del muro. En este
141
trabajo hemos mostrado que hay una gran diversidad en el norte del país que
requiere que se refuercen las acciones para su conservación; en particular
para numerosas especies que son exclusivas de esta región, pero también de
las ecorregiones que se extienden más allá del territorio nacional.
La cooperación internacional ha sido recurrente en muchos de los trabajos que aquí hemos citado para favorecer a la conservación de muchas de las
especies que se distribuyen en esta zona, algunas de las cuales han sufrido
drásticas reducciones en sus poblaciones en alguno de los dos países, por lo
que se enfrentan retos aún mayores para mantenerlas viables.
Este trabajo muestra que una parte importante de la biodiversidad de
México habita en la zona más norteña y que se requiere fortalecer su conservación y manejo, para lo cual los ejercicios de planeación son de gran utilidad. Sin embargo, el muro no parece la solución más viable al problema de
migración ilegal a los EE.UU. y los problemas ambientales asociados (Cohn
2007), pero sí una amenaza más a las que ya enfrentan la flora y fauna de la
zona fronteriza de México.
Agradecimientos
Agradecemos a Rocío Esquivel, Ignacio March, César Cantú, Jorge Soberón,
Gerardo Ceballos, Adolfo Navarro, Óscar Flores, Leticia Ochoa, Víctor Sánchez-Cordero, Marcia Tambutti, Melanie Kolb, Pedro Díaz Maeda, Jesús Alarcón y a quienes han integrado la información básica que ha sido fundamental
para el análisis, especialmente a Juan Manuel Martínez, Elizabeth Moreno,
Cecilia Fernández, Susana Ocegueda, Diana Hernández, Rocío Villalón y
Ariadna Marín. También agradecemos al personal del SSIG de la Conabio
y el apoyo en todas las tareas logísticas para el desarrollo de los talleres de
Nubia Morales, Gloria Espinosa y Magali Santillán.
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Ecosistemas
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144
Ecosistemas
Cuarta parte
Ambiente físico
Cardón
Foto: Claudio Contreras
En esta sección se presenta una discusión sobre los posibles impactos que podría tener la construcción y operación del muro fronterizo sobre el ambiente
físico, en particular agua, aire y suelo. Asimismo se incluye una descripción
de los tipos de barrera física que ya se observan en la zona fronteriza y sus
impactos asociados.
Impactos potenciales al ambiente físico
Posibles impactos de la construcción
y operación del muro fronterizo
sobre el ambiente físico
Discusión de especialistas
Juan Manuel Rodríguez Esteves y José Luis Castro Ruiz
I ntroducción
L
a frontera entre México y Estados Unidos posee una extensión aproximada de 3,185 km. entre Tijuana Baja California y Matamoros, Tamaulipas. La construcción de una barrera física en esta región modificaría
de manera significativa el ambiente físico, el cual es producto de millones de
años de evolución. Los principales impactos ambientales se presentarán de
manera diferente en los componentes agua, aire y suelo, y sus efectos se manifestarán directamente en la calidad y salud de la flora, la fauna y la sociedad
fronteriza. En este apartado se presentan los principales impactos potenciales
sobre el ambiente físico originados por la construcción del muro fronterizo
entre México y Estados Unidos, de acuerdo a la discusión sostenida por los
especialistas durante el Taller Técnico-científico sostenido en Tijuana.
P rincipales
impactos identificados
C omponente agua
a. Obstrucción y modificación de los flujos de alivio, desagües y arroyos
Al obstruir los cauces de ríos y arroyos, y en áreas donde se ha modificado
la red de drenaje natural, es frecuente observar estancamiento de agua,
avenidas repentinas de agua e inundaciones provocadas por el agua de
147
lluvia o deshielo, con lo que se afecta tanto a los ecosistemas como a los
asentamientos humanos y aumenta el riesgo de inundación en zonas de
menor altitud. Adicionalmente, la obstrucción y modificación de cauces
provoca el desvío de la escorrentía hacia las partes bajas, que muchas veces
corresponde a las zonas de riego agrícola o asentamientos humanos.
b. Reducción de la capacidad de recarga de los acuíferos
La reducción de infiltración provoca un rápido abatimiento de los acuíferos
y, con ello, la disponibilidad de agua para las comunidades.
c. Riesgos de inundación
En zonas donde se han presentado desvíos de cauces sin las debidas obras
complementarias aumenta el riesgo de inundaciones, riesgo que se exacerba
con el registro de lluvias intensas aguas-arriba de la cuenca.
d. Problemas de salud pública
Al poco tiempo de estancamiento del agua en un cauce, empieza el proceso
de incubación de algunas especies de mosquitos y moscas trasmisoras de
enfermedades diversas. Esto genera un problema de salud pública, especialmente cuando se combina con altas temperaturas y deficiencias en la
alimentación de las comunidades.
C omponente aire
a. Generación de partículas suspendidas
El suelo desnudo por efecto de la remoción de cubierta vegetal es sujeto
a procesos erosivos que incluyen el tránsito vehicular y de personas. La
construcción y operación del muro promueven este fenómeno y pueden
ocasionar el ascenso de partículas a la atmósfera.
b. Emisión de contaminantes atmosféricos por fuentes fijas y móviles
La maquinaria, los vehículos y los procesos de combustión por actividades
de construcción y operación del muro generan un importante número de
gases y partículas contaminantes que se depositan en la atmósfera, especialmente gases de efecto invernadero (GEI).
C omponente suelo
a. Modificación del entorno físico y natural:
La construcción de un muro con poco más de 1,120 km. de extensión
148
Ambiente físico
Impactos potenciales al ambiente físico
provocará cambios en el paisaje físico y natural al incorporar elementos de
origen antrópico que perturbarían los flujos de los elementos naturales de
la región. Por otro lado, se presentarían cambios de uso del suelo y modificación de las formas del relieve (topografía) al momento de transformar
el entorno físico con la construcción del muro.
b. Compactación del suelo
El tránsito de maquinaria pesada, de vehículos automotores de seguridad
fronteriza, y el paso de personas provocarían la compactación del suelo, y con
ello dificultad para el desarrollo de las comunidades vegetales de la región.
c. Pérdida de la capacidad de infiltración
La pérdida de la capacidad de infiltración del agua hacia los acuíferos
estaría de igual manera asociada a la compactación del suelo y al desvío
de cauces debido a la barrera física y al tránsito de vehículos.
d. Contaminación por desechos sólidos y líquidos
La introducción de vehículos y personas provocaría la producción de desechos sólidos y líquidos en regiones donde el impacto ambiental asociado
a la actividad humana aún no se presenta de manera intensa.
e. Procesos erosivos
La modificación del balance entre los sistemas naturales de la frontera
(suelo-agua-organismos) aceleraría la erosión debido a la eliminación de
la cubierta vegetal y la compactación del suelo.
f. Introducción de materiales y sustancias no nativas
El paso de personas a lo largo y a través del muro fronterizo, traería como
consecuencia la introducción de materiales y sustancias externos al ambiente natural. Al momento de que estos materiales y sustancias cumplan
con su ciclo de caducidad, posiblemente se convertirían en desechos sólidos
(basura) y líquidos (descargas contaminantes).
I nformación
disponible
Los participantes de esta mesa coincidieron en que existe información muy importante, aunque dispersa, que permite diagnosticar la problemática. Entre estas
fuentes se encuentran documentos y estudios de la Comisión Internacional de
149
Límites y Aguas (CILA); el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos;
el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI); el Servicio
Geológico de Estados Unidos; la Comisión Nacional del Agua (CNA) y la Comisión Nacional Forestal (incluyendo el Inventario Nacional Forestal) entre otros.
También hay información valiosa en reportes de diversas ONG, y en demandas
legales de grupos ambientalistas en ambos lados de la frontera. También existen
fotografías aéreas e información de estaciones de monitoreo de calidad del aire en
California y Arizona que pueden ser útiles en el análisis de los posibles impactos
del muro sobre los diferentes componentes del ambiente físico.
Vacíos
de información y de investigación
Aunque existe una gran variedad de información que se puede utilizar para
conocer con mayor objetividad el impacto potencial del muro, se requiere
generar investigación sobre:
a. la fragmentación de hábitats en la región fronteriza México-Estados Unidos
b. la evaluación del impacto ambiental regional de las obras propuestas
c. la predicción de los posibles impactos a diferentes escalas
d. la contaminación del aire de ambos lados de la frontera
S oluciones
a los vacíos de información e investigación
Entre las estrategias para abordar los vacíos de información propuestas por
los participantes en la mesa de ambiente físico se distinguen las siguientes:
a. Identificar a las agencias proveedoras de información
b. Proponer mecanismos de intercambio de información bilateral
c. Crear un sitio WEB para concentrar la información de las diversas fuentes
d. Crear modelos de simulación de los posibles impactos ambientales
e. Promover proyectos de investigación y monitoreo binacional sobre los
efectos de la contaminación del aire en la región fronteriza
f. Realizar mediciones periódicas de la calidad del aire
Posibles
soluciones a los impactos
Las propuestas para mitigar y evitar los impactos potenciales del muro incluyen
acciones a tomarse desde el diseño de la barrera física hasta la operación del muro.
150
Ambiente físico
Impactos potenciales al ambiente físico
Algunas medidas: generar diseños alternativos a un muro sólido, usar métodos
de construcción no permanentes, materiales permeables y cercos vivos, reducir
la huella de la carretera paralela al muro y utilizar demarcadores, entre otros.
I nstituciones
que podrían participar con información o
investigación
Algunas instituciones que, tentativamente, podrían coordinarse para implementar una estrategia para producir información y diseñar proyectos de
investigación interdisciplinarios: CONACYT, grupos ambientalistas, Junta de
Manejo del Agua de California, contratistas a cargo del diseño y construcción
del muro, naciones indígenas, NOAA, CILA/IBCC, CONAGUA, INE-SEMARNAT, organismos estatales y municipales operadores del agua.
Conclusiones
Los antecedentes de construcción de obras civiles han arrojado resultados que
nos permiten vislumbrar que en el corto plazo se presentarían problemas en
los tres componentes analizados en esta sección. La construcción de un muro
entre México y Estados Unidos generaría más problemas que beneficios. Los
impactos potenciales aquí analizados no solamente afectarían al medio físico de
la región, sino a la biota y al ambiente natural en general, inclusive a la población
asentada y próxima a ella. El diseño del muro fronterizo debe replantearse de su
propuesta inicial para hacerlo, desde su construcción y hasta la operación, más
amigable con la dinámica física, natural y social de su región binacional.
Participaron
en esta mesa
Francisco Bernal
Oscar Romo
Paul Ganster
Carlos Angulo Guerrero
Fernando Macías Cruz
Gonzalo Bravo
José Uriel Ordóñez Pérez
Laura Silvan
Mary Kelly
Polióptro Martínez Austria
151
Análisis de impactos potenciales del muro fronterizo sobre el ambiente físico
Agua
Impacto
I. Modificación de los flujos de alivio, desagües y arroyos
Descripción
En áreas donde se ha modificado la red de drenaje natural es frecuente
observar estancamiento de agua, avenidas repentinas de agua e
inundaciones.
Información
disponible
• Información de la CILA sobre la línea divisoria internacional
• Fotografias aéreas
• Demandas de los grupos ambientalistas
• Información del cuerpo de ingenieros de los EUA
• Informes de ONGs
• Inventario Nacional Forestal
• Cartografía INEGI, USGS, BLM, CONAGUA
Vacíos de
información o
investigación
• Información sobre fragmentación de los ecosistemas de la frontera
norte
• Inexistencia de una Manifestación de Impacto Ambiental regional
• Se desconocen las predicciones de los posibles impactos
Soluciones a
los vacíos de
información e
investigación
• Identificar a las agencias proveedoras de información
• Proponer mecanismos de intercambio de información bilateral
• Crear un sitio Web para concentrar la información
• Crear modelos y simulaciones de los posibles impactos
Posibles soluciones • Diseño de alternativas al muro
a los impactos
• Métodos de construcción no permanentes
potenciales
• Utilización de material filtrante
• Cercos vivos
152
Ambiente físico
Impactos potenciales al ambiente físico
II. Reducción de la capacidad de infiltración
para los acuíferos
III. Riesgos de inundación
La reducción de infiltración provoca un rápido abatimiento de los acuíferos.
En zonas donde se han presentado
desvíos de cauces sin las debidas obras
complementarias, aumenta el riesgo de
inundaciones, riesgo que se exacerba con el
registro de lluvias intensas aguas-arriba de
la cuenca.
• Información de la CILA sobre la línea
divisoria internacional
• Fotografias aéreas
• Demandas de los grupos ambientalistas
• Información del cuerpo de ingenieros de
los EUA
• Informes de ONGs
• Inventario Nacional Forestal
• Cartografía INEGI, USGS, BLM,
CONAGUA
• Estudio de zonas vulnerables (COLEF)
• Información de CONAGUA
• Información CILA (boletines
hidrométricos)
• Información sobre fragmentación de los
ecosistemas de la frontera norte
• Inexistencia de una Manifestación de
Impacto Ambiental regional
• Se desconocen las predicciones de los
posibles impactos
• La magnitud de la afectación
• Identificar a las agencias proveedoras de
información
• Proponer mecanismos de intercambio de
información bilateral
• Crear un sitio Web para
concentrar la información
• Construcción de drenes alternos para
alivio en base a diseño hidrológico
(Continúa)
153
Análisis de impactos potenciales del muro fronterizo sobre el ambiente físico (continúa)
Agua
Impacto
Grupos que
actualmente
trabajen el tema
o que puedan
trabajarlo
154
Ambiente físico
I. Modificación de los flujos de alivio, desagües y arroyos
• Grupos ambientalistas, Junta de Manejo del Agua de California,
Contratistas a cargo de la construcción, las Naciones Indígenas,
NOAA, CILA/IBWC, CONAGUA, INE, SEMARNAT, Organismos
operadores de agua.
Impactos potenciales al ambiente físico
II. Reducción de la capacidad de infiltración
para los acuíferos
• Grupos ambientalistas, Junta de Manejo
del Agua de California, Contratistas a cargo
de la construcción, las Naciones Indígenas,
NOAA, CILA/IBWC, CONAGUA, INE,
SEMARNAT, Organismos operadores de
agua.
III. Riesgos de inundación
• Grupos ambientalistas, Junta de
Manejo del Agua de California,
Contratistas a cargo de la construcción,
las Naciones Indígenas, NOAA, CILA/
IBWC, CONAGUA, INE, SEMARNAT,
Organismos operadores de agua.
155
Análisis de impactos potenciales del muro fronterizo sobre el ambiente físico (continúa)
Agua
Impacto
IV. Obstrucción de cauces
Descripción
Al obstruir los cauces de ríos y arroyos, el agua de lluvia o deshielo se
estanca en lugares específicos, con lo que aumenta el riesgo de inundación en zonas de menor altitud.
Información
disponible
• Estudio de zonas vulnerables (COLEF)
• Información de CONAGUA
• Información CILA (boletines hidrométricos)
Vacíos de
información o
investigación
• La magnitud de la afectación
Soluciones a
los vacíos de
información e
investigación
• Identificar a las agencias proveedoras de información
• Proponer mecanismos de intercambio de información bilateral
• Crear un sitio Web para concentrar la información
• Crear modelos y simulaciones de los posibles impactos
Posibles soluciones
a los impactos
potenciales
Grupos que
actualmente
trabajen el tema
o que puedan
trabajarlo
156
Ambiente físico
• Grupos ambientalistas, Junta de Manejo del Agua de California,
Contratistas a cargo de la construcción, las Naciones Indígenas,
NOAA, CILA/IBWC, CONAGUA, INE, SEMARNAT, Organismos
operadores de agua.
Impactos potenciales al ambiente físico
V. Problemas en zonas de riego
VI. Problemas de salud publica por estancamiento de agua
La obstrucción y modificación de cauces
provoca el desvío de la escorrentía hacia las
partes bajas, que muchas veces corresponde
a las áreas bajo riego agrícola.
Al poco tiempo de estancamiento del agua en
un cauce, empieza el proceso de incubación
de algunas especies de mosquitos y moscas
trasmisoras de enfermedades.
• Estudio de zonas vulnerables (COLEF)
• Información de CONAGUA
• Información CILA (boletines
hidrométricos)
• Estudio de zonas vulnerables (COLEF)
• Información de CONAGUA
• Información CILA (boletines
hidrométricos)
• La magnitud de la afectación
• La magnitud de la afectación
• Identificar a las agencias proveedoras de
información
• Proponer mecanismos de intercambio de
información bilateral
• Crear un sitio Web para
concentrar la información
• Crear modelos y simulaciones de los
posibles impactos
• Identificar a las agencias proveedoras de
información
• Proponer mecanismos de intercambio de
información bilateral
• Crear un sitio Web para
concentrar la información
• Crear modelos y simulaciones de los
posibles impactos
• Construcción de drenes alternos para
alivio en base a diseño hidrológico
• Construcción de drenes alternos para
alivio en base a diseño hidrológico
• Grupos ambientalistas, Junta de
Manejo del Agua de California,
Contratistas a cargo de la construcción,
las Naciones Indígenas, NOAA, CILA/
IBWC, CONAGUA, INE, SEMARNAT,
Organismos operadores de agua.
• Grupos ambientalistas, Junta de Manejo
del Agua de California, Contratistas a cargo
de la construcción, las Naciones Indígenas,
NOAA, CILA/IBWC, CONAGUA, INE,
SEMARNAT, Organismos operadores de
agua.
157
Análisis de impactos potenciales del muro fronterizo sobre el ambiente físico (continúa)
Aire
Impacto
158
I. Generación de partículas suspendidas
Descripción
El suelo desnudo por efecto de la deforestación es sujeto
a procesos erosivos que incluyen el tránsito vehicular y
de personas. Este fenómeno puede ocasionar el levantamiento de partículas a la atmósfera.
Información disponible
• Estaciones de monitoreo fijas y móviles en California y Arizona
• Catálogos de las maquinarias a utilizar
Vacíos de información o
investigación
• No existe un programa específico de monitoreo de
contaminación de aire
Soluciones a los vacíos de
información e investigación
• Promover proyectos de investigación y monitoreo
sobre los efectos de la contaminación del aire en la
zona fronteriza
• Realizar mediciones periódicas de la calidad del
aire
Posibles soluciones a los
impactos potenciales
• Diseño alternativo de barreras físicas
• Métodos de construcción no permanentes
• Utilización de material filtrante
• Cercos vivos
Ambiente físico
Impactos potenciales al ambiente físico
II. Emisiones de contaminantes atmosféricos de fuentes fijas y móviles
La maquinaria, los vehículos y los procesos de combustión por actividades humanas generan un importante número de gases y partículas contaminantes de la atmósfera, especialmente gases de efecto invernadero.
• Estaciones de monitoreo fijas y móviles en California y Arizona
• Catálogos de las maquinarias a utilizar
• No existe un programa específico de monitoreo de contaminación de aire
• Promover proyectos de investigación y monitoreo sobre los efectos de la contaminación
del aire en la zona fronteriza
• Realizar mediciones periódicas de la calidad del aire
• Diseño alternativo de barreras físicas
• Métodos de construcción no permanentes
• Utilización de material filtrante
• Cercos vivos
159
Análisis de impactos potenciales del muro fronterizo sobre el ambiente físico (continúa)
Suelo
Impacto
160
I. Modificación del entorno físico y natural
Descripción
La construcción del muro provocará cambios en el paisaje que
perturbarían los flujos de los elementos naturales de la región. Por
otro lado, se presentarían cambios de uso del suelo y modificación
de las formas del relieve (topografía) al momento de transformar
el entorno físico con la construcción del muro.
Información
disponible
• Información de la CILA sobre la línea divisoria internacional
• Fotografías aéreas
• Demandas de los grupos ambientalistas
• Información del cuerpo de ingenieros de los EUA
• Informes de ONG
• Inventario Nacional Forestal
• Cartografía INEGI, USGS, BLM
Vacíos de
información o
investigación
• Información sobre fragmentación de los ecosistemas de la
frontera norte
• Inexistencia de una Manifestación de Impacto Ambiental
regional
• Se desconocen las predicciones de los posibles impactos
Soluciones a
los vacíos de
información e
investigación
• Identificar a las agencias proveedoras de información
• Proponer mecanismos de intercambio de información bilateral
• Crear un sitio Web para concentrar la información
• Crear modelos y simulaciones de los posibles impactos
Ambiente físico
Impactos potenciales al ambiente físico
II. Compactación del suelo
III. Pérdida de la capacidad de infiltración
El tránsito de maquinaria pesada, de
vehículos automotores de seguridad
fronteriza, y el paso de personas
provocarían la compactación del suelo, y
con ello dificultad para el desarrollo de las
comunidades vegetales de la región.
La pérdida de la capacidad de infiltración
del agua hacia los acuíferos estaría de igual
manera asociada a la compactación del suelo
y al desvío de cauces debido a la barrera física
y al tránsito de vehículos.
• Información de la CILA sobre la línea
divisoria internacional
• Fotografías aéreas
• Demandas de los grupos ambientalistas
• Información del cuerpo de ingenieros de
los EUA
• Informes de ONG
• Inventario Nacional Forestal
• Cartografía INEGI, USGS, BLM
• Información de la CILA sobre la línea
divisoria internacional
• Fotografías aéreas
• Demandas de los grupos ambientalistas
• Información del cuerpo de ingenieros de
los EUA
• Informes de ONG
• Inventario Nacional Forestal
• Cartografía INEGI, USGS, BLM
• Información sobre fragmentación de los
ecosistemas de la frontera norte
• Inexistencia de una Manifestación de
Impacto Ambiental regional
• Se desconocen las predicciones de los
posibles impactos
• Información sobre fragmentación de los
ecosistemas de la frontera norte
• Inexistencia de una Manifestación de
Impacto Ambiental regional
• Se desconocen las predicciones de los
posibles impactos
• Identificar a las agencias proveedoras de
información
• Proponer mecanismos de intercambio de
información bilateral
• Crear un sitio Web para
concentrar la información
• Crear modelos y simulaciones de los
posibles impactos
• Identificar a las agencias proveedoras de
información
• Proponer mecanismos de intercambio de
información bilateral
• Crear un sitio Web para concentrar la
información
• Crear modelos y simulaciones de los
posibles impactos
(Continúa)
161
Análisis de impactos potenciales del muro fronterizo sobre el ambiente físico (continúa)
Suelo
Impacto
162
I. Modificación del entorno físico y natural
Posibles soluciones
a los impactos
potenciales
• Diseño alternativo de barreras físicas
• Reducción de la huella de la carretera
• Métodos de construcción no permanentes
• Utilización de material filtrante
• Cercos vivos
• Utilización de demarcadores
Grupos que
actualmente trabajen
el tema o que puedan
trabajarlo
• Grupos ambientalistas, contratistas a cargo de la construcción,
las Naciones Indígenas, los tres niveles de gobierno
Ambiente físico
Impactos potenciales al ambiente físico
II. Compactación del suelo
• Diseño alternativo de barreras físicas
• Reducción de la huella de la carretera
• Métodos de construcción no permanentes
• Utilización de material filtrante
• Cercos vivos
• Utilización de demarcadores
• Grupos ambientalistas, contratistas a cargo
de la construcción, las Naciones Indígenas,
los tres niveles de gobierno
III. Pérdida de la capacidad de infiltración
• Diseño alternativo de barreras físicas
• Reducción de la huella de la carretera
• Métodos de construcción no permanentes
• Utilización de material filtrante
• Cercos vivos
• Utilización de demarcadores
• Grupos ambientalistas, contratistas a cargo
de la construcción, las Naciones Indígenas,
los tres niveles de gobierno
• Grupos ambientalistas, contratistas a cargo • Grupos ambientalistas, contratistas a cargo
de la construcción, las Naciones Indígenas, de la construcción, las Naciones Indígenas,
los tres niveles de gobierno
los tres niveles de gobierno
163
Análisis de impactos potenciales del muro fronterizo sobre el ambiente físico (continúa)
Suelo
Impacto
164
IV. Contaminación por desechos sólidos y líquidos
Descripción
La introducción de vehículos y personas provocaría la
producción de desechos sólidos y líquidos en regiones donde
el impacto ambiental asociado a la actividad humana aún no
se presenta de manera intensa.
Información disponible
• Información de la CILA sobre la línea divisoria
internacional
• Fotografías aéreas
• Demandas de los grupos ambientalistas
• Información del cuerpo de ingenieros de los EUA
• Informes de ONG
• Inventario Nacional Forestal
• Cartografía INEGI, USGS, BLM
Vacíos de información o
investigación
• Información sobre fragmentación de los ecosistemas de la
frontera norte
• Inexistencia de una Manifestación de Impacto Ambiental
regional
• Se desconocen las predicciones de los posibles impactos
Soluciones a los vacíos
de información e investigación
• Identificar a las agencias proveedoras de información
• Proponer mecanismos de intercambio de información
bilateral
• Crear un sitio Web para concentrar la información
• Crear modelos y simulaciones de los posibles impactos
Ambiente físico
Impactos potenciales al ambiente físico
IV. Contaminación por desechos sólidos y
líquidos
VI. Introducción de sustancias y materiales
no nativos
La introducción de vehículos y personas
provocaría la producción de desechos sólidos y líquidos en regiones donde el impacto
ambiental asociado a la actividad humana
aún no se presenta de manera intensa.
El paso de personas a lo largo y a través
del muro fronterizo, traería como
consecuencia la introducción de materiales
y sustancias externos al ambiente natural
que después pueden convertirse en
desechos sólidos y líquidos.
• Información de la CILA sobre la línea
divisoria internacional
• Fotografías aéreas
• Demandas de los grupos ambientalistas
• Información del cuerpo de ingenieros de
los EUA
• Informes de ONG
• Inventario Nacional Forestal
• Cartografía INEGI, USGS, BLM
• Información de la CILA sobre la línea
divisoria internacional
• Fotografías aéreas
• Demandas de los grupos ambientalistas
• Información del cuerpo de ingenieros de
los EUA
• Informes de ONG
• Inventario Nacional Forestal
• Cartografía INEGI, USGS, BLM
• Información sobre fragmentación de los
ecosistemas de la frontera norte
• Inexistencia de una Manifestación de
Impacto Ambiental regional
• Se desconocen las predicciones de los posibles impactos
• Información sobre fragmentación de los
ecosistemas de la frontera norte
• Inexistencia de una Manifestación de
Impacto Ambiental regional
• Se desconocen las predicciones de los
posibles impactos
• Identificar a las agencias proveedoras de
información
• Proponer mecanismos de intercambio de
información bilateral
• Crear un sitio Web para concentrar la información
• Crear modelos y simulaciones de los
posibles impactos
• Identificar a las agencias proveedoras de
información
• Proponer mecanismos de intercambio de
información bilateral
• Crear un sitio Web para
concentrar la información
• Crear modelos y simulaciones de los
posibles impactos
(Continúa)
165
Análisis de impactos potenciales del muro fronterizo sobre el ambiente físico (continúa)
Suelo
Impacto
166
IV. Contaminación por desechos sólidos y líquidos
Posibles soluciones a los
impactos potenciales
• Diseño alternativo de barreras físicas
• Reducción de la huella de la carretera
• Métodos de construcción no permanentes
• Utilización de material filtrante
• Cercos vivos
• Utilización de demarcadores
Grupos que actualmente
trabajen el tema o que
puedan trabajarlo
• Grupos ambientalistas, contratistas a cargo de la
construcción, las Naciones Indígenas, los tres niveles de
gobierno
Ambiente físico
Impactos potenciales al ambiente físico
IV. Contaminación por desechos sólidos y
líquidos
VI. Introducción de sustancias y materiales
no nativos
• Diseño alternativo de barreras físicas
• Reducción de la huella de la carretera
• Métodos de construcción no permanentes
• Utilización de material filtrante
• Cercos vivos
• Utilización de demarcadores
• Grupos ambientalistas, contratistas a cargo
de la construcción, las Naciones Indígenas,
los tres niveles de gobierno
• Diseño alternativo de barreras físicas
• Reducción de la huella de la carretera
• Métodos de construcción no
permanentes
• Utilización de material filtrante
• Cercos vivos
• Utilización de demarcadores
• Grupos ambientalistas, contratistas a
cargo de la construcción, las Naciones
Indígenas, los tres niveles de gobierno
• Grupos ambientalistas, contratistas a cargo
de la construcción, las Naciones Indígenas,
los tres niveles de gobierno
• Grupos ambientalistas, contratistas a
cargo de la construcción, las Naciones
Indígenas, los tres niveles de gobierno
167
Las alteraciones al medio físico
Impactos visibles de barreras físicas
ya existentes en la frontera
Oscar Romo
E
l muro fronterizo es un objeto y como tal se construye. Toda edificación
tiene un impacto ambiental, tanto al momento de erigirla como a lo
largo de su existencia.
Se prevé que la construcción del muro fronterizo no cubrirá la totalidad
de la frontera, sino sólo los sitios de mayor tránsito, donde se considera necesario demostrar fuerza frente a la presencia de migrantes. Algunos sitios en
los que se contempla reforzar mayormente el muro son: Calexico, Columbus,
Laredo, y San Diego. En el área de Tijuana-San Diego se estima que la huella
de esta muralla podría cubrir 30 metros de ancho, un una franja paralela a
la frontera, y que en algunos casos esta su impacto podría llega a ser hasta
de 200 metros.
La huella a lo largo de la frontera puede afectar espacios valiosos que hay
que salvar, como cañones y la Reserva para la Investigación del Estero del Río
Tijuana, un sitio que proporciona servicios ambientales para los dos países.
A continuación se muestran una serie de imágenes de tramos en donde
ya existen barreras en la zona de Tijuana-San Diego, con comentarios sobre
su efectividad y sus impactos.
Figura 1 (página siguiente). Muro continuo ubicado en la zona de Tijuana-San Diego. Obsérvese que forma una barrera de varios metros de alto
impenetrable para flujos de agua, suelo, semillas y animales. Asimismo se ve
que la franja que ocupa es de decenas de metros de ancho.
169
170
Ambiente físico
Las alteraciones al medio físico
Figura 2 (página anterior abajo). Una opción que probó no ser efectiva
en obstaculizar a migrantes se encuentra rodeando la planta internacional de
tratamiento de aguas negras. En ésta existen columnas de concreto con una
extensión de metal desplegado de entre 6 y 8 metros de altura, seguidas de
una sección no pavimentada con sensores y luces. Colinda con la carretera
y, le sigue otro camino seguido de un tercer cerco y un corredor de servicio.
Aún así, existe tráfico de migrantes en este sitio.
Figura 3 (abajo). El muro a las costas del océano Pacifico no ha detenido
a los migrantes, y tiene que ser remplazado constantemente por el efecto del
agua salada que lo oxida y corroe.
Figura 4 (página siguiente). El muro que disecciona los cañones y las
mesetas costeras de la reserva del río Tijuana. A la derecha (norte), Estados Unidos y el estero del río; a la izquierda (sur), del lado mexicano, se
encuentra el Cañón del Matadero, un dren natural de unos 12 kilómetros
de largo que concluye en la reserva del río Tijuana en Estados Unidos. La
imagen muestra las rampas de acceso construidas para las patrullas de
Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y la erosión causada por dicha
obra.
171
El uso de bancos de material para la creación de caminos es una práctica
que conlleva un enorme impacto. En muchos casos se crean rutas de acceso
sobre cañones recortando mesetas, reduciendo su altura en decenas de metros, y utilizando el material generado para rellenar cañones intermedios.
En el Cañón del Matadero se estima que se afectó con estas prácticas un
área de un km de ancho. Una vez realizado el daño se pretende remediarlo
revistiendo con plantas nativas de la región. Pero esto puede ser extremadamente costoso, además de que la efectividad puede no ser muy alta. Por
ejemplo, la reserva del río Tijuana restauró un banco de materiales utilizando
recursos científicos y económicos con un costo de 15 millones de dólares.
Cinco años después, de las 160 especies que estaban presentes sobrevivieron
solamente diez.
Figura 5 (página siguiente arriba). Los cambios en la topografía que se
requieren para construir el muro y caminos crean una amplia huella, la cual
se trata de compensar aplicando hidro-siembra. Sin embargo, el suelo ya esta
erosionado y sin nutrientes, por lo que las plantas difícilmente sobrevivirán.
Figura 6 (página siguiente abajo). Esta imagen muestra nuevamente la
amplitud de la franja de impacto directo del muro y los caminos asociados,
a lo largo de todo el muro.
172
Ambiente físico
Las alteraciones al medio físico
173
En otras áreas, como el Cañón Zapata, se ha modificado de tal forma la
topografía que el agua que escurría de México hacia Estados Unidos ahora
lo hace en sentido inverso, creando acumulación del lado mexicano y una
huella de 200 a 300 metros de ancho junto al muro. Esto trae consigo cambios
en los movimiento del agua y suelo, y genera enfermedades a los habitantes
de dicha zona. Éste es un ejemplo donde el impacto lateral directo del muro
excede los 30 m planeados.
En zonas cercanas a Tecate, B.C. preocupa la ampliación de los caminos de
vigilancia paralelos al muro, ya que esa zona tiene probablemente el ecosistema
de la cuenca del río Tijuana mejor conservado.
174
Ambiente físico
Quinta parte
Aspectos legales y
diálogo de sectores
Biznaga con frutos
Foto: Claudio Contreras
En esta sección se analizan los preceptos legales y los principios que la iniciativa del muro trastoca. También explora, en la descripción de un ejercicio
desarrollado en el taller, las acciones que podrían tomar de manera diferenciada los sectores de la sociedad para abordar las amenazas ambientales que
representa.
Aspectos legales y diálogo de sectores
Marco Legal
Discusión de especialistas
José Luis Castro Ruiz
I ntroducción
S
e estima que la construcción y posterior operación del muro fronterizo
a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos es un evento que
tendrá importantes implicaciones en los acuerdos y tratados vigentes entre
ambos países, así como en los marcos legales nacionales que regulan el manejo y
protección de los recursos naturales. En la mesa de trabajo sobre el marco legal se
analizó esta problemática, así como sus posibles vías de abordaje y solución.
P rincipales
impactos
El grupo comenzó identificando la ausencia de un marco legal que contemple el desarrollo e impactos de una obra como la construcción del muro. La
discusión posterior se centró en términos generales en dos grandes temas:
los impactos de la construcción del muro en el marco legal existente, y la
cooperación binacional entre ambos países.
I mpactos
al marco legal vigente
En la actualidad, el marco legal está conformado por los marcos legales
en cada país, así como por acuerdos, tratados e instituciones binacionales,
177
como son el IBWC en EE.UU. y el CILA en México, el Acuerdo de La Paz, y
el TLCAN entre otros. En ausencia de un marco apropiado, se concluyó que
las violaciones más fuertes y más contundentes al marco vigente se darán a
nivel internacional en relación con algunos tratados internacionales como la
Convención RAMSAR sobre humedales de importancia internacional, y el
de la CAN, por el Acuerdo de Cooperación de América del Norte. También
se identificó una violación al Acuerdo de la Paz en los artículos 1º, 6º, y 7º,
así como de algunos convenios firmados por los Estados Unidos y México
en materia de aguas. En relación a la legislación nacional norteamericana, se
identificaron violaciones claras a El NEPA, el Clean Water Act y el Endangered
Species Act, entre otros.
Un elemento contextual que exacerba los impactos legales de un proyecto
como éste está dado por el estado de excepción con el que cuenta el departamento de Homeland Security en Estados Unidos para la instrumentación de
programas y políticas que buscan prevenir situaciones de terrorismo. Bajo este
esquema, ciertos lineamientos del marco legislativo norteamericano, como
la presentación de evaluaciones de impacto ambiental, pueden exceptuarse,
de modo que no es posible acreditar perfectamente una violación al marco
jurídico nacional estadounidense.
C ooperación
binacional
En relación con la inexistencia de un marco legal que pudiera reglamentar
una obra como la construcción del muro, el grupo discutió el estado de la
colaboración entre ambos países, tanto institucional como de iniciativas locales y regionales, para abordar eventos o problemáticas que tienen lugar en su
zona fronteriza y que puedan afectan a ambos. En este sentido se abordaron
los siguientes aspectos:
No existe un marco legal supranacional: las decisiones que se toman en un
país repercuten más allá de sus fronteras por lo que es necesario contar
con un marco legal binacional que considere una visión integradora de los
problemas ambientales y socioeconómicos fronterizos.
Mecanismos internacionales de cooperación: Es necesario generar información sobre los mecanismos internacionales de cooperación para la toma
de decisiones binacionales, a fin de activarlos. Crear nuevos mecanismos
de cooperación. En cuanto a instituciones binacionales se mencionó en
numerosas ocasiones que es necesario trabajar con la Comisión de Coope178
Aspectos legales y diálogo de sectores
Aspectos legales y diálogo de sectores
ración de América del Norte ya que es un organismo idóneo para tratar
este problema binacional.
Grupos binacionales de trabajo: el grupo identificó la necesidad de formar
grupos binacionales de trabajo donde estén representados organizaciones
civiles, agentes del gobierno, y la sociedad en su conjunto.
En relación con lo anterior, se destacó la necesidad de generar un marco
legal que propicie la cooperación no gubernamental, la consulta pública y el
cabildeo. También se planteó que se deben reforzar los mecanismos legales ya
existentes para que funcionen adecuadamente y no se siga violando el espíritu
de los acuerdos de cooperación y los tratados internacionales; en este aspecto
se debe involucrar a la CCA y generar sitios RAMSAR.
Otra observación desarrollada aquí es la pertinencia de desarrollar marcos
intergubernamentales entre los gobiernos municipales de ambos lados de la
frontera para fomentar la cooperación y una planeación que dé solución a
los problemas ambientales desde la perspectiva local. Un ejemplo de este tipo
de cooperación son los acuerdos entre ciudades hermanas de México y Estados Unidos, los que si bien no tienen el carácter de tratados internacionales
formales, su instrumentación permite que los niveles locales involucrados
generen una fuerza política cuya suma funja como presión tanto en México
como en Washington.
En relación con la participación de la sociedad civil, se consideró la existencia de varias organizaciones en Estados Unidos que pueden trabajar para
oponerse al muro, entre ellas el Environmental Defense. Se mencionó que en
México, si bien existen algunas organizaciones, estas son menos numerosas,
sobre todo tratándose de derecho ambiental; sin embargo, hay grupos de la
sociedad civil que estarían dispuestos a presentar una posición concreta.
Se habló de que es importante trabajar y crear los mecanismos legales para
llegar a una evaluación de impacto ambiental transfronteriza basada en el
Convenio de la Paz y el TLCAN para poder solucionar este tipo de problemas,
y se coincidió en que el problema del muro representa una coyuntura que se
puede aprovechar para generar mejores mecanismos de cooperación entre
los dos países en materia ambiental.
I nformación
disponible
En la discusión desarrollada en esta mesa de trabajo, se identificó la violación de algunas leyes y acuerdos tanto nacionales como internacionales por
179
los impactos de la construcción del muro. Este ejercicio de verificación se
puede extender a otras leyes y acuerdos para complementar la información
anterior.
En relación con los mecanismos internacionales de cooperación y la
creación de grupos de trabajo binacionales, existe un cúmulo de información
generada por la academia, los organismos e instituciones binacionales existentes que cubren la frontera entre México-Estados Unidos, así como por los
diferentes grupos que han desarrollado iniciativas de cooperación binacional
a nivel regional y local a lo largo de la misma.
Vacíos
de información e investigación
Sobre la ausencia de un marco legal que norme la creación de proyectos como
el muro en la frontera, se consideró la necesidad de desarrollar investigación y
generar información desde perspectivas que complementen la que existe hoy,
con el objetivo de conceptualizar y entender mejor los impactos potenciales
que ese tipo de obras generan y que puedan quedar plasmadas en marcos
legales más incluyentes y efectivos en torno a los problemas ambientales y
socioeconómicos fronterizos.
Posibles
vías de solución a los impactos potenciales
Ante la inminencia de la construcción del muro, y la imposibilidad de contar
con un marco legal nacional o binacional que prevea y sancione consecuentemente los múltiples efectos de dicha obra, una vía de acción que se hace
imprescindible es la generación y circulación de información en torno a dichos
impactos y cómo afectan al marco legal existente. Esta actividad requerirá del
apoyo de las instituciones académicas y de los grupos que promuevan actividades de colaboración binacional a lo largo de la franja fronteriza.
G rupos
que actualmente trabajen el tema o que puedan
trabajarlo
Existen diferentes instituciones y organizaciones a lo largo de la frontera cuyas
agendas de trabajo e investigación pueden dar cabida directa o indirectamente al tema de la construcción del muro y sus implicaciones en el marco
legal ambiental. Entre éstas se encuentran las instituciones académicas a
ambos lados de la frontera, como las que forman parte del Southwest Center
180
Aspectos legales y diálogo de sectores
Aspectos legales y diálogo de sectores
for Environmental Research and Policy (Universidad Estatal de San Diego,
Universidad Estatal de Arizona, Universidad Estatal de Nuevo México, Universidad de Utah, Universidad de Texas El Paso) y sus contrapartes mexicanas
(Universidad Autónoma de Baja California, El Colegio de la Frontera Norte,
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Instituto Tecnológico de Ciudad
Juárez y el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey) entre
otras. También están los diferentes grupos que han emprendido iniciativas
de colaboración binacional y cuya composición incluye representantes del
gobierno federal, estatal y local, instituciones académicas, ONG, así como a
miembros de la comunidad. Entre estos se hallan el Consejo Consultivo de la
Cuenca del Río Tijuana (BWAC), el Comité de Oportunidades Binacionales
y Regionales (COBRO), la Paso del Norte Water Task Force, y la Coalición
de la Cuenca del Rio Bravo, además de otros grupos de trabajo en diferentes
cuencas binacionales. También están los grupos regionales de trabajo del
programa Frontera 2012.
Conclusiones
La construcción y operación del muro se dará bajo la ausencia de un marco
legal tanto nacional como internacional que sea capaz de normar las características y efectos potenciales de una obra de ese tipo. Esta situación da pie
indudablemente a la problemática que se ha discutido en esta mesa, pero por
otro lado, representa una importante coyuntura que deberá ser aprovechada
para explorar marcos reglamentarios más completos e internacionalmente
acordados en torno a la conservación de los recursos naturales con que cuenta
la frontera común entre México y Estados Unidos, y las formas de instrumentarlos. Este esfuerzo deberá ser colectivo, involucrando a los diferentes actores
que se han mencionado aquí.
Participaron
en esta mesa :
Mateo Castillo Ceja
Rodrigo Sánchez Célis
José Carmelo Zavala
Pablo Uribe
Flavio Olivieri
Laura López Hoffman
181
182
Paul Ganster
Rick Van Schoik
Carlos F. Lascurain Fernández
Vicente Sánchez Murguía
Carlos Israel Vázquez
José Luis Castro Ruiz
Aspectos legales y diálogo de sectores
Opciones y herramientas legales
Opciones y herramientas legales
para la seguridad y protección
ambiental*
Rick Van Schoik
E
l Departamento de Seguridad Nacional (DHS) sí cumplió la Ley
Nacional de Política Ambiental (NEPA), con un par de exclusiones y
exenciones. Dado que es una dependencia nueva, tiene una forma muy
diferente de conducir su evaluación ambiental. DHS realiza evaluaciones y
valoraciones ambientales, que son muy diferentes de los estudios tradicionales
que NEPA ha exigido en el pasado. Concluyen con una sumatoria al final muy
similar al sistema de alerta de DHS en colores rojo, naranja, amaraillo y verde;
al final terminan simplemente con un color verde, amarillo o rojo, para las
acciones que DHS quiere emprender. Desafortunadamente, la mayoría de las
veces obtienen luz verde y solo una cuantas amarillas.
Mucho del trabajo en la sección del muro en San Diego fue autorizado
hace una década, y pienso que, irónicamente, el Departamento (DHS) probablemente hubiera construido todo más barato, más rápido, y de una manera más amable políticamente si hubieran cooperado con las dependencias
ambientales; pero escogieron mejor luchar cuesta arriba en contra de dicha
reglamentación y las inquietudes correspondientes.
Las fronteras representan el extremo de nuestra soberanía. Todos evocan
la soberanía como un asunto sagrado, y hasta cierto punto sí lo es. Significa,
por ejemplo, el límite de nuestra responsabilidad ambiental. Pero la Suprema
* Extractos de la transcripción de la presentación realizada en el taller, revisada por el autor.
183
Corte de Estados Unidos ha confirmado muchas veces, para el caso de la Ley
de Especies en Peligro y, recientemente, para el caso de los gases de efecto
invernadero, la responsabilidad de Estados Unidos sobre las acciones de su
gobierno.
La Ley de Identidad Real (Real ID Act) de 2005 autorizó exenciones a
leyes ambientales que han sido utilizadas en tres ocasiones (octubre 2007).
El año pasado, 850 millas de cerco fueron autorizados y el Congreso destinó
suficientes fondos para concluir la sección de 14 millas en San Diego-Tijuana
e iniciar otros tramos de cerco. Esta construcción es inminente.
M ecanismos
legales internos y tipos de cerco
El muro está construido en lo que se conoce como la Reserva Roosevelt cuando ocurre en terrenos federales. El gobierno federal, independientemente de
quien sea el propietario, quien los mantenga o maneje esos terrenos, se los
concede al DHS. Sobre terrenos privados, existe una combinación de compra
tierras y expropiación para que DHS pueda construir sobre ellas. Concretan
memoranda de entendimiento con dependencias estatales o locales que le
permiten a dicha dependencia hacer lo que quiera.
Hay varios tipos de cercos y muros que se están proponiendo, la mayoría
de carpacter permanente, pero algunos de carácter temporal. El triple cerco o
muro fue diseñado por uno de nuestros laboratorios de investigación, el Laboratorio Nacional Sandia. No obstante, hay opciones a las barreras físicas. El
titular de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) platica sobre el éxito que el
espera que tengan estos muros virtuales. Son conocidos como el Cerco Virtual
Boeing, el nombre del contratista, o SBI (Iniciativa Frontera Segura).
Pero quisiera describir mejor el inicio de una oportunidad: el intercambio de información en ambos sentidos sobre quién está cruzando, de dónde
vienen, qué cosas podrían o no traer consigo. Asimismo, los implementos de
seguridad pueden desplegarse en capas o por zonas, para que no todo esté
manifiesto en la línea fronteriza o a cien metros a cada lado. Al compartir información, se incrementa la seguridad por todo México al igual que en Estados
Unidos. La influencia de Estados Unidos dentro de un territorio extranjero,
en este caso México, por medio de algún tipo de intercambio de soberanía,
puede promover la seguridad, la salud y la vitalidad en ambos lados.
El ejemplo de qué tan extensivo puede ser este cerco virtual lo constituyen
los globos de radar atados, que han existido durante mucho tiempo y que se
usan para detectar avionetas que llevan droga. Recientemente el DHS anunció
184
Aspectos legales y diálogo de sectores
Opciones y herramientas legales
que varias docenas de millas a la redonda de Sasabe, Arizona, va a levantar
nueve torres, de treinta metros de alto, equipadas con radares, sensores,
cámaras de infrarrojo y cámaras normales. La ventaja es que no son muros.
Esta capa de tecnología requiere de mucho soporte y mucha gente no está
de acuerdo con el aspecto visual, pero es mejor que una muralla que parta el
hábitat por la mitad.
N uevos
enfoques en seguridad con responsabilidad
ambiental
Nuevamente, la ironía consiste en que podrían haber cooperado con los
reglamentos ambientales y haber construido más, a menor costo y más rápido. Quisiera sugerir que podríamos imaginar una Ley de Responsabilidad
Ambiental de Seguridad; el congresista Filner se ha ofrecido a proponerla.
Es paralela a la Ley de Responsabilidad Ambiental Militar que él ha venido
trabajando en el Congreso desde hace años. También quisiera sugerir que,
así como pensamos en los Sistemas de Manejo Ambientales que tienen un
apartado de seguridad, pudiera haber un Sistema de Manejo de la Seguridad
con un apartado ambiental.
Considero que una gran oportunidad es la realización y notificación de
Evaluaciones de Impacto Ambiental Transfronterizos (E.I.A.T.). Hay, en efecto,
una capacidad crítica para hacerlo: ha existido durante más de una década,
hay organizaciones nacionales e internacionales para guiarnos y hay formatos
qué seguir. Simplemente no lo hemos hecho.
Canadá sí convocó a Estados Unidos a considerar algo además de cercos.
Por ello me pregunto por qué México no puede por lo menos lograr que
Estados Unidos considere las evaluaciones transfronterizas TEIA a través
de estas evaluaciones estratégicas SEA que no serían tan ajenas al sistema de
Estados Unidos.
185
El muro fronterizo y el atropello a los principios
El muro fronterizo y el atropello
a los principios*
Carlos A. de la Parra y Ana Córdova
El
muro fronterizo y el atropello a los principios
L
a oposición a la edificación del muro tiene dos vertientes, una ambiental
y otra legal. En este apartado se presentan los aspectos sobresalientes
del debate en torno al primer aspecto que envuelve la propuesta de
construcción de un muro fronterizo. Varios autores de esta obra han mencionado algunos cuerpos de ley que facultan al Departamento de Seguridad
Nacional (DHS) a proceder con la edificación del muro sin contemplar la
legislación ambiental vigente en Estados Unidos. Aquí hacemos un recuento
de la evolución que sufrió el marco de ley hasta alcanzar esa condición de
exención, que si bien libera al gobierno de un procedimiento, no proscribe
los cuestionamientos y críticas.
Control
de la migración
Para el gobierno norteamericano, la construcción del muro fronterizo tiene la
finalidad de generar mayor confianza en que el Gobierno Federal ha cobrado
control de sus fronteras (control our borders). El mensaje que el gobierno desea
* El presente trabajo fue realizado con información proporcionada por Gustavo Alanís y Pablo Uribe
del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA)
187
transmitir a su pueblo se aprecia hasta en los nombres con que ha bautizado
sus programas: Hold the line (Detener la línea); Operation Gatekeeper (Operación Guardián)¸ Safeguard (Salvaguarda).
En el origen de estas iniciativas aparece el fenómeno migratorio y no
el terrorismo. De la Ley de Reforma Migratoria (Ilegal Immigration and
Immigrant Responsaility Act, IIRIRA-1996) se desprenden las primeras
exenciones a los ordenamientos contenidos en leyes ambientales que el
Congreso norteamericano considera que entorpecerían el trabajo de sellar
la frontera.
Al margen de los impactos ambientales que se conoce tendrá el muro,
grupos civiles, académicos, y líderes de opinión en ambos países cuestionan
un procedimiento que se percibe ajeno al marco de ley o al espíritu de una
vecindad entre socios comerciales y amigos en la que priva la concordia. En
ese sentido, queda claro que las exenciones o waivers dictadas por las legislaturas en el Capitolio han podido legalizar las agresiones al ambiente, pero no
legitimarlas. Pesa fuerte en el ánimo de una sociedad combativa, participativa,
entre los que se cuentan varios alcaldes de poblados fronterizos en Estados
Unidos,1 ver cómo un objetivo estrechamente concebido provoca el resquebrajamiento de un cuerpo de ley en materia ambiental construido a lo largo
de 35 años ya de activismo ambiental.
Esa sociedad estadounidense avecinada en la frontera con México, que por
también décadas exigió a su gobierno ser proactivo, intervenir y presionar
para que México cumpliera con leyes ambientales en la frontera, hoy debe
preguntarse si su propio país, Estados Unidos, es un país de leyes o no. La
legislación de 1996 dice textualmente:
(c) Exención. – Los ordenamientos de la Ley de Especies en Peligro de
1973 (16 U.S.C. 1531 et seq.) y la Ley Nacional de Política Ambiental
de 1969 (U.S.C. 4321 et seq.) quedan exentuadas en la medida en que
el Procurador General l o determine como necesario para asegurar una
expedita construcción de barreras y caminos bajo esta sessión.
En estos tiempos en que los incidentes del 11 de septiembre parecen explicar la actitud de Estados Unidos en torno a sus fronteras, conviene recordar que
la legislación de Reforma Migratoria de 1996 ya permitía el incumplimiento
2 Véase, por ejemplo Border mayors infuriated by DHS’s plans to build through Valley, J. Osborne, The
Monitor, 2 de mayo de 2007, página 1A. Disponible en: www.monitor.com
188
Aspectos legales y diálogo de sectores
El muro fronterizo y el atropello a los principios
de legislación ambiental; la nueva H.R. 418 solo enmienda la redacción para
especificar las atribuciones del Titular de DHS.
Al margen de cualquier ordenamiento de ley, el Secretario de Seguridad
Territorial (Homeland Security, DHS) tendrá la autoridad de obviar y
obviará toda legislación, a entera discreción de dicho Secretario, cuando
así lo determine como necesario para garantizar la expedita construcción
de barreras y caminos bajo esta sección” (Sección 102[c] de la Ley de
Reforma Migratoria de 1996).
Entre las leyes que puede obviar el Titular de Homeland Security se incluye
toda la legislación ambiental.
El segundo artículo de la enmienda señala que “ninguna corte tendrá
jurisdicción (competencia) para (A) atender cualquier causa o reclamo sobre
cualquier acción emprendida o cualquier decisión tomada por el Secretario
de DHS; o (B) ordenar compensación de daños supuestamente causados por
tales acciones o decisiones...”
Las agresiones al ambiente más tangibles hasta la fecha las desarrolla la
Patrulla Fronteriza (Border Patrol) en sus recorridos a lo largo de la línea
internacional, que se traduce en compactación y erosión de suelos por el
tránsito intenso en medio de ecosistemas delicados, principalmente el desierto de Sonora-Arizona. Los impactos aún no han sido precisados de manera
específica, aunque se presume que territorialmente ocurren principalmente
en EUA. Los impactos más sobresalientes se refieren a la vegetación desértica
de la zona, y el tránsito de migrantes por la Reserva del Pinacate, obligados
por las barreras establecidas y el patrullaje en otras zonas.
De manera adicional a los impactos a la flora o fauna de la zona, preocupa
casos particulares como la construcción planeada de una porción del cerco,
que aún no se construye, por un arroyo que fluye de Tijuana hacia el estero
del Río y que se conoce como el Cañón del Matadero (Smuggler’s Gulch).
De construirse, dicho cerco actuaría como tapón al flujo de agua natural y
podría provocar deslaves e inundaciones al anegarse el agua en el arroyo por
las colonias de Tijuana que bordean dicho cañón. El impacto a la infraestructura y los daños económicos de lado mexicano, como los mismos impactos al
ambiente, son efectos colaterales de rango menor, para los cuales el gobierno
norteamericano no tiene respuesta, y cuyo recurso legal es prácticamente
nulo para los afectados.
189
L egislación
de
E stados U nidos
nulificada
Dado que el Congreso estadounidense ha exentado al DHS de acatar leyes
ambientales, más que violaciones a leyes nacionales pudiéramos hablar de
preceptos de ley nulificados por el Congreso para la construcción del muro.
El listado de leyes que dejarán de atenderse son las siguientes:
•
•
•
•
•
•
•
Ley de Aire Limpio, o Clean Air Act
Ley de Agua Limpia, o Clean Water Act
Ley Nacional de Política Ambiental, o National Environmental Policy Act
Ley de Manejo de la Zona Costera, o Coastal Zone Management Act
Ley Costera de California, o California Coastal Zone Act
Ley de Especies en Peligro, o Endangered Species Act
Ley de Calidad Ambiental de California, o California Environmental Quality
Act
De estas siete legislaciones identificadas, el caso de tres leyes que serán
obviadas por el proyecto del muro fronterizo amerita mayor mención.
National E nvironmental Policy A ct, of 1969, NEPA (L ey N acional
P olítica A mbiental )
de
Conforme lo establece la Sección 102 de NEPA, toda obra o actividad que
emprende el Gobierno Federal requiere de una evaluación de impacto ambiental y una propuesta de las acciones de mitigación respectivas. En los
ordenamientos de dicha Sección 102(C) y (D) existen bases para que el DHS,
previo a implementar la construcción del muro debería reportar (1) el impacto
ambiental y las acciones para mitigar que hubiese considerado, (2) exponer
las alternativas al muro que consideró, y (3) reportar el impacto ambiental
que no se podrá evitar, manifestando así mismo los alcances que tendrá este
impacto en contraste con mantener en el largo plazo. Nada de esto conoce
el público en general en el caso del muro fronterizo, dado que DHS no ha
recorrido este camino y desconoce lo que provocará su acción.
C lean Water A ct of 1972, CWA (L ey
de
A gua L impia )
Más que violar disposiciones en la Ley de Agua Limpia, la construcción del
muro impedirá recomendaciones importantes en el manejo integrado de
190
Aspectos legales y diálogo de sectores
El muro fronterizo y el atropello a los principios
cuencas que son parte del objeto de dicha Ley. El muro fronterizo impondrá
varias alteraciones al flujo natural del agua que impedirán un manejo integrado
de la cuenca. Primero, interpondrá un obstáculo al flujo natural en cañones y
arroyos, cambiando el transporte de sedimento, acumulando suelo arrastrado
en algunos sitios, anegando aguas de arroyos en otros, con la sensible baja
en calidad de agua. Segundo, cambiará la topografía y alterará la dirección
de flujos y escorrentía a lo largo de la frontera, alterando así el flujo natural.
La Sección 1329 (TITLE 33, § 1329) recomienda una manejo integrado de
cuencas que se dificultará dado que existen varias cuencas hidrológicas en
ambos países a lo largo de la frontera.
E ndangered S pecies A ct of 1973, ESA (L ey
de
E species
en
P eligro)
En la Sección 7 de la Ley de Especies en Peligro contiene ordenamientos
claros para aquellas obras del Gobierno Federal de Estados Unidos que serán
construidas en sitios donde se conoce la presencia de especies amenazadas.
Varias de las especies que se documentan en esta obra se encuentran enlistadas en la legislación mexicana (NOM-059-ECOL-2001) y la norteamericana
(Endangered Species List). Las violaciones al espíritu y la intención del ESA
son claras tanto para los efectos en Estados Unidos como en México, pues esta
legislación requiere que el gobierno federal sea solidario (Sección 8) con los
esfuerzos en territorio internacional que haga un gobierno extranjero.
R etroceso
en la colaboración ambiental bilateral y
multilateral
Buscando no perder el contexto general en el que ocurre la construcción del
muro, en el fondo de la Reforma Migratoria de 1996, la Ley de Identidad
(Real ID) 2005, y la Ley del Cerco Seguro de 2006 está el entredicho en el que
queda el Convenio entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos
de América sobre Cooperación para la Protección y Mejoramiento del Medio
Ambiente en la Zona Fronteriza o Convenio de La Paz. Firmado en 1983 por
los Presidentes Ronald Reagan y Miguel de la Madrid, el acuerdo diplomático
ambiental marcó el inicio de soluciones conjuntas a problemas ambientales
que realmente aquejaban a poblaciones fronterizas de ambos países.
El Convenio de La Paz representa el marco formal del que se desprenden
los programas de cooperación ambiental fronterizo desarrollados por ambos
países, tales como el Programa Integral Ambiental Fronterizo (PIAF), el Progra191
ma Frontera XXI, y el actual Programa Frontera 2012. El Convenio constituye
un parteaguas en el trabajo ambiental bilateral entre México y Estados Unidos,
y representa la voluntad manifiesta de los dos países por atender asuntos ambientales de manera coordinada y conjunta. Anterior a la firma del convenio no
existía un mecanismo para darle cauce a diferencias en materia ambiental en la
frontera, tales como el derramamiento de aguas residuales en la zona Tijuana-San
Diego o Nogales-Nogales—entre otras, o la problemática del vertido de residuos
peligrosos en suelo mexicano producto del alto grado de industrialización y
controles ambientales en Estados Unidos y la creciente industrialización y un
rezago en legislación y conciencia ambiental en México. Los artículos de mayor
relevancia para la cooperación entre ambos países son:
Artículo 1º que se refiere a la cooperación para “la protección ambiental en la
zona fronteriza sobre la base de igualdad, reciprocidad y beneficio mutuo”
Artículo 7º el cual señala que las partes evaluarán los “proyectos que puedan
tener impactos significativos en el medio ambiente de la zona fronteriza,
para que se puedan considerar medidas apropiadas para evitar o mitigar
impactos ambientales”
La edificación del muro convierte en letra muerta al Convenio de La Paz,
tanto en el principio de colaboración que se consolidó por su firma hace 25 años,
como en la práctica en cualquier lugar que lo considere necesario el DHS.
Otros convenios de orden multilateral signados por Estados Unidos están en juego también. La Declaración de Estocolmo (1972), que establece el
compromiso de las Partes con el ambiente humano y la conservación de los
recursos naturales, manifiesta en el Principio 2 la convicción a salvaguardar
“para el beneficio de generaciones presente y futuras” la flora, la fauna, el
agua y los ecosistemas naturales, recursos que se encuentran notablemente
distribuidos a lo largo de la frontera.
El Convenio Ramsar (1971) sobre humedales establece en su Artículo 3 que
“las partes contratantes deberán elaborar y aplicar su planificación de forma
que favorezca la conservación de los humedales”. Las edificación del muro
cruzará arroyos que desembocan en el estero del Río Tijuana, una reserva
de investigación que forma parte de la lista de Sitios Ramsar de Importancia
Internacional. El muro se convertiría en un obstáculo, y el aporte natural de
sedimento y nutrientes se vería obstruido. Las obligaciones adquiridas por
el gobierno de Estados Unidos ante la Convención Ramsar podrían verse
comprometidas su aplicación en la frontera.
192
Aspectos legales y diálogo de sectores
El muro fronterizo y el atropello a los principios
Conclusiones
Las determinaciones de carácter legal en su política interior en Estados Unidos, en el caso del muro, tendrán repercusiones en varios frentes. Su primer
frente, el interno, presenta reacciones encontradas de carácter político al existir
un amplio sector de la sociedad, especialmente en la región fronteriza, que
se opone a la construcción del muro, a pesar de que el Congreso, por la vía
legislativa, haya sancionado los excesos en contra del ambiente. El segundo
frente es en el terreno de la relación bilateral con México, al violar acuerdos
explícitos plasmados en el Convenio de La Paz y contrariar varias acciones
emprendidas en otros esfuerzos de colaboración. El tercer frente se refiere a
cómo Estados Unidos incumple acuerdos multilaterales firmados hace décadas, como es el caso de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Ambiente
Humano (Declaración de Estocolmo).
El planteamiento que hacemos de que Estados Unidos transgrede principios, aunque no viole sus leyes, es una evocación a los principios que originaron
esas leyes a las que ahora se encuentra inmune el DHS. Los fines de protección
a especies amenazadas, a un ambiente humano sano, al fomento de manejo
integrado de cuencas, y el conocimiento y manifestación del impacto ambiental
de una acción son principios que deben ser sustentados y no evadidos por un
marco legal. Por lo menos así lo consideraron varias legislaturas de Estados
Unidos hace unas décadas en el pasado.
193
Ópticas y estrategias: el diálogo de los sectores
Ópticas y estrategias: el diálogo
de los sectores
Luis Fernando Abitia
Ó pticas
y estrategias : el diálogo de los sectores
D
espués de la identificación y discusión de los impactos ambientales
potenciales por la construcción y operación del muro fronterizo, y sus
posibles soluciones, los expertos que acudieron al taller y participaron
en las cuatro mesas temáticas de trabajo (impacto en flora, impacto en fauna,
impacto en el medio físico y marco legal), se reunieron en tres distintas mesas
de acuerdo a su sector de origen. Los tres sectores representados en el taller
fueron: académicos, organizaciones no-gubernamentales y gobierno.
A partir de las soluciones previamente identificadas en las mesas temáticas
cada sector planteó posibles acciones a tomar para enfrentar los problemas
ambientales causados por el muro fronterizo. Este ejercicio permitió simular
el diálogo e interacción que se desarrolla cuando estos sectores encaran un
mismo problema, así como las distintas funciones, intereses, forma de operar
de éstas, y las dificultades que enfrentan al interactuar entre ellas.
Como primer parte del ejercicio cada sector representado en el taller formuló una serie de acciones a tomar. En una segunda parte, cada uno de los
grupos representados intercambió opiniones y observaciones con los otros
dos sectores. Finalmente, eligieron cada uno de los grupos tres acciones
prioritarias con posibilidad de desarrollar, tomado en cuenta el consenso y/o
aprobación previa de los otros dos sectores. Como era de esperarse el diálogo
195
intersectorial provocó algunos puntos de divergencia y dificultades en la
negociación.
Las principales dificultades que enfrentaron los sectores al entablar el
diálogo se relacionan con el tiempo, los recursos económicos y seguimiento
a las acciones propuestas. Mientras que los académicos y ONG se inclinaron
por acciones lineales a largo plazo para garantizar una solución definitiva
a los problemas identificados, el sector gubernamental optó por acciones
inmediatas que quizás no tengan el impacto esperado a largo plazo pero
que sí proyecte notoriedad inmediata. Tanto los miembros de ONG como
el sector académico realizaron una petición de recursos económicos al
gobierno para la realización de más estudios (académicos) y la implementación de programas (ONG). También se le pidió al gobierno que respalde
los mecanismos necesarios para estructurar los objetivos y seguimiento a
las acciones.
Las acciones prioritarias que identificaron respectivamente el sector
académico, la ONG y el sector gubernamental se engloban en generación
de información y estudios; la difusión de los problemas ambientales generados por el muro entre los distintos actores que puedan tomar medidas de
acción; y la cooperación binacional entre los gobiernos de México y Estados
Unidos. Un punto de acuerdo relevante surgido en la discusión final del
diálogo intersectorial fue la propuesta de crear un órgano que reúna y de
seguimiento a todas las propuestas. Las tres acciones prioritarias para cada
sector fueron:
A cademia
•
Diagnóstico, recopilación y sistematización de información.
Búsqueda de financiamiento para la investigación en temas de ecología
fronteriza.
• Divulgación socialización y retroalimentación de la información en todos
los niveles
•
ONG
•
Identificación de un líder que trasmita, defienda y estimule el diálogo
(llevar la agenda al Congreso).
• Campaña de comunicación e información: medios, tomadores de decisiones y activismo.
196
Aspectos legales y diálogo de sectores
Ópticas y estrategias: el diálogo de los sectores
•
Identificación de sitios prioritarios y su conservación a través de distintos
mecanismos: áreas naturales protegidas (ANP) y regiones prioritarias de
conservación (RPC).
G obierno
•
Construir el diálogo de consenso binacional, a través del Acuerdo de La
Paz, entre los gobiernos de México y EE. UU. para tratar los temas de los
impactos ambientales potenciales del muro fronterizo.
• Fortalecer el hermanamiento y promover ANP y sitios prioritarios transfronterizos con responsabilidad compartida como alternativas al muro.
• Entregar a los tomadores de decisiones de los gobiernos de México y EE.
UU. los resultados de este taller y de futuros esfuerzos.
197
Las ecoregiones de la frontera norte
Anexo metodológico. Actividades
realizadas en las mesas de trabajo
Luis Fernando Abitia y Héctor Moya
Para cumplir con el objetivo del foro de identificar y documentar los posibles
impactos ambientales que podrían ocasionar la construcción y el establecimiento del muro fronterizo, los participantes del foro se reunieron en cuatro
mesas temáticas:
1) Flora
2) Fauna
3) Ambiente físico
4) Marco legal
En cada mesa de trabajo se identificaron: (1) los impactos potenciales por
la construcción del muro, (2) la información científica disponible, (3) la información que no existe, (4) soluciones a los vacíos de información, (5) Posibles
soluciones a los impactos potenciales (6) los grupos que estén trabajando en
el tema, y (7) los posibles apoyos logísticos y/o financieros para llevar a cabo
las soluciones identificadas (ver cuadro en la página siguiente).
La actividad de las mesas temáticas de trabajo se realizó de a siguiente
manera:
1. Cada uno de los miembros de la mesa temática identificaron de manera individual los impactos ambientales por la construcción y operación del muro.
199
2. De los impactos identificados de manera individual los participantes de
cada mesa temática consensuaron y eligieron los impactos que consideraron más trascendentes y los anotaron en la Tabla de Trabajo.
3. Una vez registrado el impacto en la tabla trabajo, los participantes de cada
mesa discutieron y llenaron el resto de los rubros de la tabla.
4. En sesión plenaria un representante de cada mesa presentó los resultados
obtenidos.
5. Por último, en la misma sesión plenaria se discutieron los resultados presentados por cada mesa.
Tabla de Trabajo 1
Mesa temática:
Impacto:
Impacto
(Mencionar el o los aspectos en los que tendrá
influencia el desarrollo de esta afectación)
Información disponible Los trabajos o datos
con que se cuenta respecto a la problemática
mencionada)
Vacíos en investigación e información
(Identificar cuales son los principales vacíos
en la información e investigación referentes al
impacto)
Soluciones a los vacíos de información e
investigación
(Los materiales documentales o laborales que
sea necesario desarrollar, impulsar, investigar o
apoyar para la resolución de la afectación)
Posibles soluciones a los impactos potenciales
(Mencionar las distintas soluciones reales que
pueden darse afectación identificada
Grupos que actualmente trabajen el tema o que
puedan trabajarlo
(Se mencionan los grupos de trabajo que ya
presentan un avance respecto a la problemática
mencionada)
Apoyos logísticos
Posibles instituciones nacionales o internacionales que apoyen académica, financiera y
logísticamente el proyecto)
200
Aspectos legales y diálogo de sectores
(Construcción u operación)
Perfiles de los autores
Perfiles de los autores
Luis Fernando Abitia. Asistente de Investigación y Asistente Académico del
Secretario General Académico en El Colegio de la Frontera Norte. Su tema
de investigación es el manejo y la gestión del recurso hidráulico en la franja
fronteriza de EE.UU.-México, y el análisis de políticas públicas ambientales. Es
Maestro en Administración Integral del Ambiente de El Colegio de la Frontera
Norte y ha impartido cátedra en la Maestría en Desarrollo Sostenible del Centro
de Enseñanza Técnica y Superior (CETyS) en Baja California.
Cesar Cantú Ayala. Profesor-Investigador de la Facultad de Ciencias Forestales
de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y es miembro del Sistema
Nacional de Investigadores, nivel 1, del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
(CONACYT). Cuenta con un doctorado rer nat con especialidad en Zoología de la
Facultad de Ciencias Formales y Naturales de la Universidad de Viena, Austria, y
realizó una estancia sabática con el Dr. Michael Scott, Profesor de la Universidad
de Idaho en EE. UU. Desde el año 2007 se desempeña como Presidente del Comité
de Áreas Naturales Protegidas del Consejo Estatal Forestal del Estado de Nuevo
León y desde 1994 es Presidente de la Comisión de Áreas Naturales Protegidas
del Consejo Consultivo de Flora y Fauna Silvestre del mismo estado. Fue director de la Facultad de Ciencias Forestales de la UANL en el periodo 1993-1996 y
asesor de los gobiernos de los estados de Nuevo Léon, Tamaulipas, Durango y
Coahuila en materia de áreas naturales protegidas del 2000 al 2007. Sus trabajos
de investigación incluyen estudios para determinar los criterios para establecer
201
áreas protegidas y estudios de vacíos y omisiones de conservación en México a
diferentes escalas.
Lyndsay Carlisle. Candidata en su tercer año para una Licenciatura en Estudios
Urbanos y Planeación en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).
Escribió este ensayo de impacto cuando realizaba un internado en el Instituto
Nacional de Ecología (INE) durante el verano del 2007, en México, D.F. Actualmente trabaja entre MIT y Lawrence, Massachusetts con el Programa MIT@
Lawrence como parte de una clase práctica que enfatiza el aprendizaje en el campo
y el trabajo conjunto comunidad-institución. Trabaja con la Ciudad de Lawrence,
una organización comunitaria y otros estudiantes y profesores de MIT para generar investigación para el Plan de Estratégico de la Ciudad para la Revitalización
de las Colonias por Áreas, que a su vez formará parte de una solicitud para una
Subvención Conjunta para el Desarrollo Comunitario ante el Departamento de
Vivienda y Desarrollo Urbano de Estados Unidos.
José Luis Castro Ruiz. Profesor-investigador adscrito a la Dirección General Regional del Noreste de El Colegio de la Frontera Norte en Monterrey, Nuevo León.
Tiene el grado de Doctor en Planeación Urbana y Regional por la Universidad
del Sur de California en Los Angeles, California, EUA., y es miembro del Sistema
Nacional de Investigadores. Sus áreas e intereses de investigación comprenden el
desarrollo urbano de la frontera México-Estados Unidos, los servicios públicos
urbanos y el manejo de agua urbano en dicha región, así como el manejo transfronterizo de ese recurso. Cuenta con diferentes publicaciones en inglés y español en las
temáticas referidas. En el plano profesional ha sido Director del Departamento de
Estudios Urbanos y Medio Ambiente, Director General de Asuntos Académicos y
Director General de Vinculación Institucional en la misma institución. Asimismo
ha desarrollado trabajo de consultoría en áreas relacionadas a su especialidad para
distintos niveles gubernamentales en México y Estados Unidos.
Ana Córdova. Directora General de Investigación de Ordenamiento Ecológico
y Conservación de Ecosistemas en el Instituto Nacional de Ecología, el órgano
de investigación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de
México. Antes de este cargo se desempeñó, como consultora de la Comisión para
la Cooperación Ambiental de América del Norte y The Nature Conservancy; como
Directora del Centro de Calidad Ambiental del Tecnológico de Monterrey, campus
Chihuahua; y como analista técnico en la Dirección General de Desarrollo Rural
del Gobierno del Estado de Chihuahua, México, entre otras posiciones. Tiene una
licenciatura en biología de la Universidad de Harvard y maestría y doctorado en
política y manejo de recursos naturales de la Universidad de Cornell. Sus intereses profesionales y de investigación incluyen la planeación territorial, el manejo
202
Una barrera a nuestro ambiente compartido
Perfiles de los autores
colaborativo de recursos naturales, el manejo de conflictos, la sustentabilidad
urbana, el manejo de residuos sólidos y tecnologías alternativas.
Carlos A. de la Parra Rentería. Profesor-Investigador de El Colegio de la Frontera Norte (El COLEF) desde 1986, actualmente Secretario General Académico
de dicha institución. Doctor en Planificación Ambiental por la Universidad de
Michigan, con 18 años de experiencia en el campo del desarrollo sustentable,
manejo de recursos hidráulicos y la gestión de políticas públicas relativa al manejo
ambiental en la Frontera México-EE.UU. Director original del Proyecto de Sistema
Descentralizado de Tratamiento y Reúso de Aguas Negras en Zonas Urbanas
(SIDETRAN), hoy conocido como Ecoparque dentro de El Colef de 1986 a 1994.
Durante cuatro años y medio (2002-2006) ha ocupado cargos en la Secretaría de
Medio Ambiente y Recursos Naturales, primero como Delegado Federal en Baja
California y luego como Representante de dicha Secretaría en Estados Unidos con
rango de Ministro de la Embajada de México en Washington, DC.
Exequiel Ezcurra. Doctor en Ciencias, investigador y ecólogo de profesión y
maestro por vocación. Exequiel ha dedicado su vida a la conservación en especial de los desiertos de México y el Golfo de California. Ha contribuido al
conocimiento y a la conservación de la naturaleza mediante la investigación,
los cargos públicos, la divulgación, la museografía y la cinematografía científica.
Recientemente fue Presidente del Instituto Nacional de Ecología y actualmente
es el director del Centro de Investigación de la Biodiversidad de las Californias
y el decano del Museo de Historia Natural de San Diego. Durante su carrera ha
escrito y editado más de 100 publicaciones y ha recibido muchas distinciones a su
trabajo destacando el Conservation Biology Award de la Society for Conservation
Biology en 1994 y el Pew Fellowship en 2006 (el mayor reconocimiento mundial
a la conservación marina).
Paul Ganster. Catedrático de Historia del Instituto de Estudios Regionales de las
Californias y Director Asociado de la Oficina de Programas Internacionales en la
Universidad Estatal de San Diego. Es autor de más de cincuenta artículos, capítulos
de libros y trabajos editados sobre cuestiones de política referentes a la región
fronteriza México – E.E.U.U., asuntos ambientales fronterizos, historia social latinoamericana y estudios fronterizos comparativos. Es coautor con David Loret de
U.S.-Mexican Border into the Twenty-First Century (Rowman & Littlefield, 2008).
Ha sido Conferencista Fulbright en Costa Rica y consultor para el desarrollo de
programas para la Agencia de Información de Estados Unidos en universidades
de México, Bolivia, Costa Rica y Ecuador. El Dr. Ganster también ha sido profesor
invitado en la Escuela de Economía de la Universidad Autónoma de Baja California
en Tijuana. Realizó sus estudios de Licenciatura en la Universidad de Yale y obtuvo
203
su Doctorado en UCLA. Es director de la Junta Ambiental del Buen Vecino, un
panel federal que asesora al presidente y al congreso estadunidense sobre asuntos
ambientales fronterizos y el Comité de Oportunidades Regionales Binacionales
(COBRO) de la Asociación de Gobiernos de San Diego. El Dr. Ganster también
dirige el Comité Gerencial para el Consorcio de Investigación y Política Ambiental
del Suroeste (SCERP) y es miembro del Comité de Salud y Medio Ambiente de la
Alianza Fronteriza para el Comercio.
Mary Kelly. Abogada Principal y Co-Directora de Programa de Tierra, Agua y Vida
Silvestre en Environmental Defense. Environmental Defense es una organización
nacional en Estados Unidos que combina el derecho, la ciencia y la economía para
buscar soluciones, duraderas y eficientes en costo, a los problemas ambientales
más graves. La oficina de Environmental Defense en Texas, ubicada en Austin, fue
establecida en 1990. La Lic. Kelly tiene casi 20 años de experiencia como abogada
ambiental en Texas, habiendo trabajado en su práctica profesional privada así como
en el sector no-lucrativo. Dirige proyectos de Environmental Defense para proteger y
restaurar hábitat, ríos, deltas costeros por todo Estados Unidos. La Lic. Kelly ingresó
a Environmental Defense en octubre del 2002, tras 11 años como Directora Ejecutiva
del Centro de Estudios sobre Políticas en Texas. Anteriormente, fue socia en el despacho Henry, Kelly & Lowerre y antes de eso en varios despachos más, representando
a ciudadanos y gobiernos locales en diversos asuntos ambientales. Con frecuencia
es conferencista en convenciones legales a niveles estatal y nacional.
Patricia Koleff. Ingresó a la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de
la Biodiversidad (CONABIO) en 1994. Desde septiembre de 2003 es Directora
de Análisis y Prioridades de CONABIO, entre los programas que tiene a cargo
están la coordinación del Segundo Estudio de País, los análisis de vacíos y omisiones en conservación, las especies exóticas invasoras, la repatriación de datos de
colecciones del extranjero, así como, brindar información y asesoría a diversos
sectores con el Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad. También se
ha desempeñado en la CONABIO como Subdirectora de Inventarios Bióticos (1996
a 1999) y Coordinadora de Análisis y Servicios Externos (2002-2003). Realizó
estudios de licenciatura en Biología y de maestría en la UNAM, en donde también fue profesora en la carrera de Biología en la Facultad de Estudios Superiores
Zaragoza y en el Diplomado de Biología Comparada de la Facultad de Ciencias.
Ha impartido varios cursos de uso y manejo de información de biodiversidad en
México y otros países de América Latina. Cuenta con estudios de doctorado sobre
patrones de diversidad beta en la Universidad de Sheffield en el Reino Unido. Ha
participado en más de 40 congresos nacionales e internacionales y cuenta con más
de 25 publicaciones de artículos científicos, de difusión y capítulos de libros. Es
204
Una barrera a nuestro ambiente compartido
Perfiles de los autores
miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel I desde 2003. Su investigación está enfocada al manejo de información sobre biodiversidad y al estudio de
los procesos y patrones espaciales de la diversidad biológica desde la perspectiva
de la macroecología, sus determinantes e implicaciones para la conservación.
Andrés Lira-Noriega. Biólogo de la Facultad de Ciencias y Maestro en Ciencias
Biológicas de la Universidad Autónoma de México (UNAM). Durante este trayecto
se ha especializado en la descripción y el análisis de los patrones de diversidad de
especies a distintas escalas espaciales. Se ha interesado por entender los factores
que determinan la riqueza de especies a nivel local y regional y la diversidad
beta (su interpretación y medición), relacionado con aspectos teóricos de nicho
ecológico. Ha participado en diversos congresos nacionales e internacionales
y cuenta con más de cinco publicaciones en artículos científicos y de difusión.
Actualmente trabaja en la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la
Biodiversidad (CONABIO) en los análisis de vacíos y omisiones en conservación
y como Analista del Segundo Estudio de País, una evaluación sobre el estado del
conocimiento de la diversidad biológica de México, su conservación y pérdida,
su uso sustentable, y su relación con el bienestar humano.
Rurik List. Investigador Asociado del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México. Es Doctor en Filosofía (Ecología) de la Universidad
de Oxford, Inglaterra. En 1989 comenzó a trabajar en conservación de carnívoros
de los pastizales de Norteamérica, con el hurón de patas negras, y desde 1994
trabaja en el estudio y conservación de los pastizales del noroeste de Chihuahua,
particularmente en el ecosistema de los perros llaneros y con los carnívoros y
otras especies en riesgo características de este ecosistema.
Eduardo Morales. Coordinador de Información y Servicios Externos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO). Obtuvo
su título de Biólogo y Doctor en Ciencias en la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM) y es miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Sus áreas
de interés son la ecología de poblaciones y la conservación de la biodiversidad.
Ha trabajado como profesor asociado en el Instituto de Ecología de la UNAM
y en el Instituto Politécnico Nacional. En CONABIO está a cargo de integrar la
información en el Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad y brindar datos e información técnica a diversos usuarios como gobierno, academia y
organizaciones civiles que trabajan en temas relacionados con la biodiversidad.
Héctor Moya Moreno. Jefe del Departamento de Ecología de Comunidades del
Instituto Nacional de Ecología. Anteriormente se desempeñó como enlace de
Evaluación Técnica en la Dirección de Vida Silvestre de la Secretaria de Medio
Ambiente y Recursos Naturales (2006) y como profesor/investigador en la Univer205
sidad del Mar en Puerto Escondido, Oaxaca, en el periodo 2002-2003. Es Maestro
en Ciencias por la Universidad Nacional Autónoma de México. Sus intereses de
estudio se centran en los efectos de la estructura del hábitat, la disponibilidad de
alimento sobre ensamble y estructura de comunidades de aves, y la evaluación de
bosques templados de la Cordillera Volcánica Transmexicana.
Eduardo Peters. Biólogo y candidato a doctor en ecología por la Universidad
Nacional Autónoma de México. Ha trabajado en diversos proyectos de ecología,
conservación, manejo sustentable y restauración de los recursos naturales con
énfasis en las zonas áridas de México. Además tiene especial interés en la docencia
y la difusión de la ciencia, por lo que imparte cátedras en distintas universidades
y realiza publicaciones de diversa índole sobre biodiversidad y conservación ambiental. Desde 2001 trabaja en el Instituto Nacional de Ecología y actualmente se
desempeña como Director de Conservación de los Ecosistemas.
Hugo Riemann. Doctor en Ecología por el Instituto de Ecología de la Universidad
Nacional Autónoma de México. Adscrito al Departamento de Estudios Urbanos y
del Medio Ambiente de El Colegio de la Frontera Norte donde se desempeña con
el cargo de Profesor – Investigador titular B desde 1992. Es miembro del sistema
nacional de investigadores. Sus principales líneas de investigación están relacionadas con la conservación, ecología y biogeografía de zonas áridas. Ha trabajado
sobre la distribución y el estatus de protección de la flora endémica de la península
de Baja California y en la creación de nuevas propuesta de conservación a partir de
la integración de recursos bióticos y culturales. Imparte en posgrado las materias
de Biología de la Conservación y Estadística Multivariada.
Juan Manuel Rodríguez Esteves. Director del Departamento de Estudios Urbanos y del Medio Ambiente de El Colegio de la Frontera Norte, posee el grado
de doctor en Ciencias Sociales con especialidad en Antropología Social, título
otorgado por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología
Social (CIESAS Unidad Occidente). En los últimos años se ha dedicado al estudio
de la problemática ambiental fronteriza y más recientemente a la antropología de
los desastres, con especial énfasis a la región fronteriza México-Estados Unidos.
Oscar Romo. Es Director del Programa de Entrenamiento Costero para la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos con sede, en la
Reserva Nacional de Investigación del Estero del Rió Tijuana en Imperial Beach,
California; desde el año 2000 es Catedrático de la Universidad de California en
San Diego, en la división de Estudios Urbanos y Planeación, donde Imparte los
cursos de Desarrollo Sustentable y Sistemas Urbanos Globales. Cuenta con más de
30 años de experiencia docente en Universidades de México, España y los Estados
Unidos, países donde realizó estudios de postgrado. Es Maestro en Ciencias de la
206
Una barrera a nuestro ambiente compartido
Perfiles de los autores
Computación y realiza estudios de Doctorado en Ciencias Ambientales. En 1995
fue electo como miembro del Consejo Consultivo Nacional para el Desarrollo
Sustentable de la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México,
posición que conserva hasta la fecha. Participó como miembro del Consejo Asesor
de la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza desde su fundación en 1995
hasta el año 2004. Funge como delegado ante la Comisión de Desarrollo Sustentable
de la Organización de la Naciones Unidas; en el 2003 la Comisión Internacional
de Límites y Aguas, Sección Estados Unidos le designo miembro de su Consejo
Ciudadano. El pasado mes de Abril, fue reconocido como “Ambientalista del Año”
por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos.
Tania Urquiza-Haas. Asistente en la Coordinación del Análisis de vacíos y omisiones en conservación y del Segundo Estudio de País de la Comisión Nacional
para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO). Realizó estudios
de licenciatura en Biología en la Facultad de Ciencias de la UNAM, y estudios
de Doctorado en Ecología en la Universidad de East Anglia en el Reino Unido.
Su investigación ha estado enfocada a evaluar los efectos que las perturbaciones
humanas tienen sobre la composición y estructura de las comunidades bióticas en
selvas tropicales. Ha participado en diversos congresos nacionales e internacionales
y cuenta con más de tres publicaciones en artículos científicos y de difusión.
D. Rick van Schoik. Director del Consorcio de Investigación y Política Ambiental
del Suroeste (CIPAS/SCERP). Desde 1998 ha sido el primer y único Director
Ejecutivo del CIPAS/SCERP, y Catedrático en Medio Ambiente y seguridad energética, Programa en Ciencia, Políticas, Seguridad Internacional y Resolución de
Conflictos (ISCOR), Facultad de Artes y Letras, Universidad Estatal de California,
San Diego (San Diego State University). Ha demostrado su capacidad para desarrollar y manejar propuestas de financiamiento para la investigación multidisciplinaria, binacional, ambiental en materia ecológica, hídrica, energética, y asociada
a salud pública, entre las que cuenta un contrato multianual, multimillonario
de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (USEPA). Obtuvo su
grado de Maestro en Ciencias de San Diego State Univesrsity, con licenciatura en
oceanografía e ingeniería de la Academia Naval de Estados Unidos. Es miembro
del Consejo Directivo de varios organizaciones educativas en materia ambiental,
de transporte y energía. Ha encabezado, editado, escrito varios capítulos en la
serie de monografías SCERP, y publica en revistas científicas, profesionales, y
para el público en general.
207
Directorio de participantes
Directorio de participantes
Luis Fernando Abitia. El Colegio de la Frontera Norte (COLEF). The College [for
Studies] of the Northern Border. Asistente de Investigación. Research Assistant.
luisferabitia@hotmail.com
Lucero Alvarez. El Colegio de la Frontera Norte (COLEF). The College [for Studies]
of the Northern Border. Asistente de la Secretaría General Académica. Assistant,
Office of the Provost. lalvarez@dns.colef.mx
Marielos Alvarez. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Baja
California (SEMARNAT-BC) . Secretariat of Environment and Natural Resources,
Baja California. Subdelegada de Planeación. Planning Director. maria.alvarez@
semarnat.gob.mx
Carlos Angulo. California Environmental Protection Agency (CALEPA) . Secretaría de Protección al Ambiente. California. Coordinator of Border Environmental
Infrastructure. Coordinador de infraestructura ambiental fronteriza. cangulo@
calepa.ca.gov
Pedro Arce Serrano. Gobierno del Estado de B.C. Baja California State Government. Director de Impacto Ambiental. Environmental Impact Director. parce@
baja.gob.mx
Francisco Bernal Rodríguez. Comisión Internacional de Límites y Aguas
(CILA). International Boundary and Water Commission (IBWC). Representante
en Mexicali. Representative in Mexicali. fbernal@cilamexeua.gob.mx
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Gonzalo Bravo. Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza (COCEF) . Border
Environment Cooperation Commission (BECC). Gerente de Comunicaciones y
Relaciones Comunitarias. Communications and Community Relations Manager.
gbravo@cocef.org
José R. Campoy. Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP)
/ Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). National
Commission of Natural Protected Areas / Secretariat of Environment and Natural
Resources. Director de Reserva de la Biosfera Alto Golfo de California y Delta del
Rio Colorado. Director of the Upper Gulf of California and Colorado River Delta
Biosphere Reserve. jcampoy@conanp.gob.mx
César M. Cantú Ayala. Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) - Facultad de Ciencias Forestales. Autonomous University of Nuevo León - School of
Forestry. Profesor / Investigador. Presidente del Comité de ANP-NL. Professor
/ Researcher. President of the NPA-NL Committee. ccantu@fcf.uanl.mx, ccantu@
prodigy.net.mx
Mateo Castillo. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) / Unidad Coordinadora de Participación Social y Transparencia (UCPAST).
Secretariat of Environment and Natural Resources / Social Participation and Transparency Coordinating Unit. Titular. Department Head. mcastillo@semarnat.gob.
mx
José Luis Castro Ruiz. El Colegio de la Frontera Norte (COLEF). The College [for
Studies] of the Northern Border. Investigador. Researcher. jlcastro@colef.mx
Emilio Cedrún Vázquez. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(SEMARNAT) / Unidad Coordinadora de Asuntos Internacionales (UCAI). Secretariat of Environment and Natural Resources / International Affairs Coordination
Unit. Director General Adjunto de Asuntos Fronterizos . Deputy Director General
of Border Affairs .emilio.cedrun@semarnat.gob.mx, ecedrun@sagarpa.gob.mx
Salvador Contreras Balderas. Bioconservación A.C. Bioconservation. Presidente y Coordinador. President and Coordinator. saconbal@gmail.com, saconbal@
axtel.net
Ana Córdova. Instituto Nacional de Ecología (INE) / Secretaría de Medio Ambiente
y Recursos Naturales (SEMARNAT). National Institute of Ecology / Secretariat
of Environment and Natural Resources. Directora General de Investigación de
Ordenamiento Ecológico y Conservación de Ecosistemas. Director General for
Research on Ecological Landuse Planning and Ecosystem Conservation. acordova@
ine.gob.mx
Adriana Nelly Correa Sandoval. Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM). Monterrey Institute of Technology and Advanced
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Una barrera a nuestro ambiente compartido
Directorio de participantes
Studies. Coordinadora de la Comisión Técnica de Política Económica, Ambiental
y Social para el Desarrollo Sustentable. Coordinator of the Technical Commission
on Economic, Environmental and Social Policy for Sustainable Development. ancs@
itesm.mx
Carlos de la Parra. El Colegio de la Frontera Norte (COLEF). The College [for
Studies] of the Northern Border. Secretario General Académico. Provost. cdelap@
colef.mx
Margarita Diaz. Proyecto Fronterizo de Educación Ambiental. Border Environmental Education Project. Directora. Director. margarita@proyectofronterizo.
org.mx
Exequiel Ezcurra. San Diego Natural History Museum. Museo de Historia Natural
de San Diego. Museum Provost. Decano del Museo. eezcurra@sdnhm.org
Paul Ganster. San Diego State University. Universidad Estatal de San Diego. Director
Institute for Regional Studies of the Californias. Director del Instituto de Estudios
Regionales de las Californias.pganster@mail.sdsu.edu, irsc@mail.sdsu.edu
Isabel Granillo. The Nature Conservancy (TNC) –Ensenada. The Nature Conservancy (TNC) -Ensenada. Nature Conservancy Program – Mexico. Programa
Nature Conservancy - México. igranillo@tnc.org
Ana Luisa Guzmán. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO). National Commission for the Knowledge and Use of
Biodiversity. Secretaria Ejecutiva. Executive Secretary. aguzman@xolo.conabio.
gob.mx, se@xolo.conabio.gob.mx
Osvel Hinojosa. PRONATURA Noroeste. PRONATURA Noroeste. Director de
Conservación. Director of Conservation. osvelhh@gmail.com
Laura López Hoffman. University of Arizona. Universidad de Arizona. Student.
Estudiante. lauralh@email.arizona.edu
Mary Kelly. Environmental Defense. Environmental Defense. Co-Director Land,
Water and Wildlife Program. Co-Directora del Programa de Tierra, Agua y Vida
Silvestre. mkelly@environmentaldefense.org
Carlos F. Lascurain Fernández. El Colegio de Veracruz. The College [for Studies] of Veracruz. Subdirector Académico. Academic Assistant Director. cflasc@
prodigy.net.mx, cflasc2@hotmail.com
Enrique Lendo Fuentes. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(SEMARNAT) / Unidad Coordinadora de Asuntos Internacionales (UCAI). Secretariat of Environment and Natural Resources / International Affairs Coordination
Unit. Titular. Department Head. enrique.lendo@semarnat.gob.mx
Rurik List Sánchez. Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) / Instituto de Ecología / Laboratorio de Ecología y Conservación de Fauna Silvestre.
211
National Autonomous University of Mexico /Institute of Ecology /Ecology and
Wildlife Conservation Lab. Investigador. Researcher. rlist@prodigy.net.mx
Roberto Karlo López Páez. Senado de la República. Mexican Senate. ConsultorApoyo al Senador Jaime Díaz Ochoa. Consultant working with Senator Jaime Díaz
Ochoa. rlopezpaez@gmail.com
Fernando Macías Cruz. Gobierno del Estado de B.C. Baja California State Government . Subsecretario de Protección al Ambiente. Undersecretary for Environmental
Protection. fmacias@baja.gob.mx
Carlos Manterola y Piña. Unidos Para la Conservación A.C. United for Conservation. Director General. General Director. cmanterola@unidosparalaconservacion.org
Polioptro Martínez Austria. Instituto Mexicano de Tecnología del Agua
(IMTA). Mexican Institute of Water Technology. Director General. General Director.
director_general@tlaloc.imta.mx
Evaristo Meza López. Gobierno del Estado de B.C. Baja California State Government. Coordinador de Vida Silvestre. Wildlife Coordinator. emeza@baja.gob.mx
Gabriela Moeller. Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA). Mexican
Institute of Water Technology. Coordinadora de Tratamiento y Calidad del Agua.
Water Quality and Treatment Coordinator. gmoeller@tlaloc.imta.mx
Héctor Moya Moreno. Instituto Nacional de Ecología (INE) / Secretaría de
Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). National Institute of Ecology / Secretariat of Environment and Natural Resources. Jefe del Departamento
de Ecología de Comunidades. Head of the Department of Community Ecology.
hmoya@ine.gob.mx
Flavio Olivieri. Consejo Consultivo de Desarrollo Sustentable (CCDS) Región
Noroeste. Sustainable Development Advisory Board, Northwest Region. Consejero.
Consultant.olivieri@saic.com, FLAVIO.A.OLIVIERI@saic.com
José Uriel Ordóñez Pérez. Consejo Consultivo de Desarrollo Sustentable (CCDS)
Región Noroeste. Sustainable Development Advisory Board, Northwest Region.
Consejero. Consultant. uordonez@gruporeco.com
Eduardo Peters Recagno. Instituto Nacional de Ecología (INE) / Secretaría de
Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). National Institute of Ecology
/ Secretariat of Environment and Natural Resources. Director de Conservación de
Ecosistemas. Director of Ecosystem Conservation. edpeters@ine.gob.mx
Jessica Piekielec. University of Arizona. Universidad de Arizona. Student. Estudiante.piekiele@email.arizona.edu, jessica.piekielek@pima.edu
Patricia María Ramírez Zúñiga. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Naturales (SEMARNAT) / Unidad Coordinadora de Asuntos Internacionales
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Una barrera a nuestro ambiente compartido
Directorio de participantes
(UCAI). Secretariat of Environment and Natural Resources / International Affairs
Coordination Unit. Jefa de Departamento de Frontera Norte. Head of the Department for the Northern Border. patricia.ramirez@semarnat.gob.mx
David Rangel Corona. Senado de la República. Mexican Senate. Titular de enlace
en B.C. del Senador Jaime Díaz Ochoa. Head of Baja California liaison for Senator
Jaime Díaz Ochoa. david.rangel@pan.senado.gob.mx
Juan Manuel Rodríguez Esteves. El Colegio de la Frontera Norte (COLEF)
/ Departamento de Estudios Urbanos y del Medio Ambiente. The College [for
Studies] of the Northern Border /Department of Urban and Environmental Studies.
Director de Departamento. Department Director. jesteves@colef.mx
Oscar Romo. Consejo Consultivo de Desarrollo Sustentable (CCDS) Región Noroeste. Sustainable Development Advisory Board, Northwest Region. Consejero.
Consultant. oromo1@hotmail.com, oromo@tijuanaestuary.org
Rodrigo Sanchez Celis. Gobierno del Estado de B.C. Baja California State Government. Coordinador Jurídico. Legal Coordinator. rsanchezc@baja.gob.mx
Vicente Sánchez Munguia. El Colegio de la Frontera Norte (COLEF) / Departamento de Administración Pública. The College [for Studies] of the Northern
Border /Public Administration Department. Investigador. Researcher. vsanchez@
colef.mx
Laurie Silvan. Proyecto Fronterizo de Educación Ambiental. Border Environmental
Education Project. Directora. Director. silvan@proyectofronterizo.org.mx
Gabriel Solano Cuéllar. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(SEMARNAT) / Dirección General de Vida Silvestre. Secretariat of Environment
and Natural Resources / General Office of Wildlife. Jefe del Departamento de Planes
de Manejo. Head of the Department of Management Plans. gsolano@semarnat.
gob.mx
María Fernanda Suárez. Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). Secretariat
of Foreign Relations. Jefe del Departamento de Mecanismos Bilaterales. Head of
the Department of Bilateral Mechanisms. fsuarez@sre.gob.mx
Pablo Uribe Malagamba. Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA).
Mexican Center of Environmental Law. Representante en el Noroeste. Representative
in the Northwest. pablou@cemda.org.mx
Rick Van Schoik. Southwest Consortium for Environmental Research and Policy
(SCERP). Consorcio de Investigación y Política Ambiental del Suroeste. Director.
Director. scerp@mail.sdsu.edu
Cora Varas-Nelson. University of Arizona. Universidad de Arizona. Estudiante,
Coordinadora del Programa de Minorías. Student, Minority Program Coordinator.
cora@ag.arizona.edu, cora@email.arizona.edu
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Carlos Israel Vázquez León. El Colegio de la Frontera Norte (COLEF). The
College [for Studies] of the Northern Border. Investigador. Researcher. cvazquez@
colef.mx
Kathryn C. Viatella. The Nature Conservancy. The Nature Conservancy. Project
Director. Directora de Proyecto. kviatella@tnc.org
Cristina Villeda Facio. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Baja
California (SEMARNAT-BC). Secretariat of Environment and Natural Resources,
Baja California. Jefe de la Unidad de Planeación. Head of the Planning Department.
cristina.villeda@semanat.gob.mx
Enrique Villegas Ibarra. Gobierno del Estado de B.C. Baja California State
Government. Secretario de Protección al Ambiente. Secretary of Environmental
Protection. evillegas@baja.gob.mx
José Carmelo Zavala Álvarez. Centro Industrial de Gestión Ambiental (CIGA).
Industrial Center for Environmental Management. Director. Director. jczavalascc@
telnor.net
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Una barrera a nuestro ambiente compartido
Una barrera a nuestro ambiente compartido
El muro fronterizo entre México y Estados Unidos,
coordinado por Ana Córdova y Carlos A. de la
Parra se terminó de imprimir y encuadernar en
los talleres de la empresa Comunicación Objetiva,
Loma 30, San Ángel, México, D.F., durante el mes
de noviembre de 2007
La formación y el cuidado de la producción
estuvieron a cargo de Raúl Marcó del Pont Lalli
Se tiraron 2,000 ejemplares
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