trona! mantuvo una actitud inicial de negarse a negociar en los términos que proponíamos, pero finalmente accedieron a unas propuestas razonables. - ¿Crees que los empresarios de la madera alicantinos están en buena actitud frente al reto europeo? - Mientras los empresarios de las diferentes industrias del sector de la madera no entiendan que tienen la necesidad de llegar a firmar un Convenio General similar al que hemos firmado en el sector de la construcción no tienen futuro. Lo que tienen ahora es una jungla. Estos empresarios se quejan entre otras cosas de la competencia desleal. En estos momentos la crisis se nota también en ese sentido: está creciendo la importación de productos de madera más barata de otras regiones. Los empresarios de la madera -los de Alicante y los de toda Españadeberían tomarse en serio esta cuestión porque si no no les veo un futuro razonable. -Entonces, el hecho de que hayais logrado un sólo convenio de la madera, no quiere decir que el sector cuente con una patronal que haya avanzado en esa asigna tura pendiente de lograr una mayor estructuración? - Creo que no, porque precisamente en Alicante hay cinco asociaciones de empresarios de la madera, dependiendo de cada actividad. - ¿Cómo ves el debate sindical sobre los numerosos problemas que se están planteando y ,especialmente, ante los próximos congresos? - Yo creo que la celebración de un congreso es la oportunidad histórica para dos cosas: Primero, para hacer balance de lo realizado; y segundo, para poner las con- 14 EL TRABAJO. Octubre 1993 diciones que permitan avanzar a la organización. Es decir, una oportunidad para clarificar democráticamente nuestros logros -y ver si estos se corresponden con los mandatos recibidos en el anterior Congreso-, para valorar nuestros recursos actuales y en función de todo ello, para marcarnos las metas que podemos lograr en el futuro. Yo creo que en la UGT tenemos pendiente un debate que nosotros desde FEMCA ya planteamos -sin éxito- en el XXV Congreso. Se trata de una oportunidad histórica para analizar cuáles son las necesidades de esta organización. Y nuestra propuesta es la de 'profesionalizar' el sindicato -como ocurre en las grandes organizaciones sindicales europeas- para que en su estructura predominen las estructuras profesionales o de sector. Este es uno de los grandes temas que tiene pendiente nuestra UGT: somos una confederación de federaciones de industria y es hora de que no sólo nos empecemos a creer ese discurso. Hay que poner los medios para que lo que prime en el sindicato sean las demandas de los trabajadores desde donde ellos se mueven, que son las estructuras industriales y no las territoriales. - Tal y como están las cosas, ¿cómo ves el Pacto Social tiene futuro? - La situación de crisis por la que está atravesando el país está demandando la necesidad de un Pacto Social, llamese Pacto por el Empleo, llamese como se quiera. En estos momentos la sociedad está demandando corresponsabilidad, tanto a los agentes sociales, como al propio Gobierno, para dar respuesta a la situación de crisis que atraviesa el país. Esa es la actitud que debemos tener los sindicatos. Al decir eso debemos saber lo que implica esta actitud: estamos dispuestos a la moderación salarial, a negociar reformas en el mercado de trabajo, etc... Pero, sin olvidar el esfuerzo solidario que debemos estar dispuestos a realizar, en ningún caso podemos renunciar a las conquistas sociales que se han logrado. No es fácil, son muchas cosas las que inciden en el logro o no del pacto, pero ese es nuestro reto. Si en el sector de la Construcción hemos sido pioneros en la negociación de estas cosas, ¿Como no vamos a estar de acuerdo con determinadas reformas laborales que posibiliten, por ejemplo, que sean los representantes de cada sector los que negocien los sistema~ de contratación más adecu~dos que respondan a las necesidades pecu1iares y específicas de cada sector? Al final, lo que debe quedar patente es que los grandes pactos sectoriales serán los que van a garantizar el gran pacto global.