La Ronda de Doha ante la Posibilidad del Fracaso Lic. Federico Trebucq Economía y Comercio Internacional AI 001/2010 10 de abril de 2010 RESUMEN Tras un largo camino recorrido, las negociaciones de “Doha” presentan un panorama poco alentador en relación al cumplimiento de sus objetivos. La caída de la ronda se percibe como una posibilidad con consecuencias devastadoras para el sistema multilateral de comercio. El desprestigio de la organización, el incremento en los regionalismos y un aumento en el proteccionismo son los efectos inmediatos de un eventual fracaso. La Ronda de Doha ante la Posibilidad del Fracaso Federico Trebucq1 Después de casi un año sin actividad, el pasado 30 de noviembre, se dio comienzo en Ginebra a la 7ª Conferencia Ministerial de la OMC con el objetivo analizar su funcionamiento y el rol que cumple la organización en el sistema multilateral de comercio (SMC). Si bien esta temática no constituye el primer lugar en el orden de sus prioridades, la reunión que se extendió por dos días más, sirvió de marco para que los ministros de los países miembro se mostraran con una fuerte voluntad política para tratar los temas relacionados con la culminación de la “Ronda de Doha para el Desarrollo” en el 2010. Se puede afirmar que el optimismo mostrado descansa sobre bases muy débiles, basta con hacer un breve repaso de la historia reciente para evidenciar la poca capacidad de los miembros en lograr acuerdos vinculantes, dejando un derrotero de promesas y plazos incumplidos. Doha, es la primera ronda de negociaciones desde la creación del organismo en 1995, toma el nombre a partir de la Conferencia Ministerial realizada en Qatar en el año 2001 que se expidió con un nuevo mandato orientado a abordar los problemas del desarrollo con fecha límite para el 1 de enero de 2005. A partir de ahí se la conoció como la “Ronda de Doha para el Desarrollo” y que desafortunadamente aún hoy no ha cumplido con su cometido. 1 El autor es Licenciado en Relaciones Internacionales (UES21), Maestrando en Relaciones Económicas Internacionales (UBA). 2 GRUPO DE ESTUDIOS INTERNACIONALES CONTEMPORÁNEOS El principal problema por el que atraviesan las negociaciones es la dificultad que encuentran los países en desarrollo (PED) en lograr el acceso a mercados de países ricos en productos en los que pueden exportar de manera competitiva. En otras palabras, la negativa de Estados Unidos y la Unión Europea en abrir sus mercados a bienes de origen agrícola, como también industriales intensivos en mano de obra no calificada. Desde el comienzo, las declaraciones de buena voluntad han sido una constante en la retórica de los países miembro, sobre todo de aquéllos que más tienen que ceder para lograr un comercio justo, no obstante, el progreso de las negociaciones ha sido muy lento, debido en gran parte a que la agenda establecida no estaba diseñada para sortear realmente las preocupaciones de los PED. La desconformidad del rumbo tomado en “Doha” por parte de éstos, crispó las negociaciones y lo que tendría que haber sido un gran paso adelante durante la quinta Conferencia Ministerial en Cancún (2003), se transformó en un fracaso al abandonar en bloque la cumbre y dejar las conversaciones en punto muerto. Lo sucedido en Cancún ciertamente constituyó un cambio de dirección; hasta el momento los progresos habían sido pocos y los temas planteados solo hacían referencia a cuestiones reglamentarias en materia de inversiones y procedimientos aduaneros, que superaban ampliamente las capacidades administrativas de los países en desarrollo y no respondían a la altura de los objetivos de “Doha”. Las propuestas en relación a la liberalización de los mercados agrícolas por parte de Estados Unidos y la Unión Europea fueron insuficientes para lograr acuerdos y dejaron la sensación de haber renegado de compromisos anteriores así como también del espíritu del tratado (Stiglitz 2007:). Como resultado las negociaciones se estancaron y lo que nació como una propuesta llena de optimismo, se había convertido en una decepción para muchos de los países menos adelantados (PMA), que prefirieron no continuar ante la posibilidad de alcanzar un acuerdo que termine por perjudicarlos. A partir de ahí, las conversaciones se caracterizaron por desencuentros, suspensiones y por numerosas acusaciones contrapuestas acerca de quiénes eran los culpables del estancamiento y sobre quiénes serían los mas perjudicados. Los países en desarrollo lograron una importante victoria al cambiar la agenda establecida por una que dé prioridad al acceso a mercados en agricultura, servicios y bienes industriales. 3 GRUPO DE ESTUDIOS INTERNACIONALES CONTEMPORÁNEOS Es evidente que las negociaciones han sido organizadas y dirigidas de forma deficiente y que se necesitan cambios para poder lograr la culminación con éxito de la ronda para el desarrollo. Jeffrey Schott2, sostiene que hay dos problemas básicos que superar en pos de lograr mayores avances; el primero es la rigidez de las posturas nacionales y de coalición, tanto por Estados Unidos y la Unión Europea que se rehúsan a ofrecer cambios sustanciales en sus actuales programas, como por el desempeño de las coaliciones de los países en desarrollo, formadas para establecer bloques negociadores fuertes que generalmente tienen dificultades para llegar a un consenso entre sus miembros. La otra problemática hace referencia a las promesas mal concebidas de los mandatos ministeriales, es decir que las declaraciones efectuadas como consecuencia de objetivos ambiciosos, muchas veces superan lo que realmente se puede obtener de una negociación comercial multilateral. Ante este escenario, no es difícil imaginar un posible fracaso de la ronda, las consecuencias serían realmente perjudiciales para la OMC dañando de manera considerable al sistema de comercio mundial. El desprestigio de la organización, el incremento de los regionalismos y un aumento en el proteccionismo, son los efectos inmediatos de esta posibilidad. Desprestigio a la Organización La Organización Mundial de Comercio no colapsaría internamente y continuaría honrando las obligaciones emanadas de los acuerdos existentes, sin embargo, comenzaría un lento y gradual proceso hacia el olvido, provocando que cada vez sea menor el grado de confianza que ejerce como foro de negociaciones comerciales. (Schott 2006:22) Ante esta situación, los mayores perjudicados serían los miembros más pobres y desprotegidos que se constituyen como los principales beneficiarios del sistema multilateral de comercio. Los PMA están sujetos a vulnerabilidades y restricciones, su limitado capital humano y la poca capacidad productiva, sumado a las débiles estrategias de desarrollo y a la imposibilidad de generar políticas comerciales orientadas a crear acuerdos regionales de complementación económica, hacen que el marco de las negociaciones multilaterales se constituya como una opción primordial para lograr mayores avances de cara a la erradicación de la pobreza. 2 Investigador superior del Peterson Institute of International Economics 4 GRUPO DE ESTUDIOS INTERNACIONALES CONTEMPORÁNEOS El aprovechamiento de las cláusulas de Nación Más Favorecida (NMF) y Trato Especial Diferenciado (TED) se erige como una póliza de seguros para estos países, que ante una eventual erosión del sistema agudizaría su precaria situación. Incremento de los Regionalismos El debate multilateralismo – regionalismo, es una discusión instalada desde los comienzos del sistema multilateral de comercio, si bien parecen posiciones contrapuestas, también poseen ciertos vínculos de complementariedad. En base a esto se pueden identificar dos corrientes claramente diferenciables. Por un lado algunos autores sostienen que la proliferación de los acuerdos regionales (AR) tiende a debilitar al sistema multilateral de comercio como ámbito de negociación y puede dar lugar a un incremento en las asimetrías de poder. En consecuencia, reforzar la OMC constituye la única opción para mantener cierto equilibrio en las relaciones comerciales, a medida que se deberían establecer requisitos más estrictos para permitir los AR. (Bertoni 2006:89) La otra corriente hace referencia a principios irreconciliables y consecuencias contrapuestas. Si se tienen en cuenta otras dimensiones de las relaciones económicas internacionales que escapan a los temas de la OMC, en el que los países en desarrollo no siempre logran obtener ventajas o minimizar los costos de insertarse en el proceso de globalización, los acuerdos regionales presentan una opción en la cual se pueden cumplir objetivos que no se alcanzarían fácilmente en el sistema multilateral de comercio. (Bertoni 2006:89) No es objeto de este trabajo determinar cuál de las dos corrientes es dominante, sin embargo, la evidencia empírica muestra que en los periodos donde las negociaciones en el plano multilateral se encontraron estancadas, se manifestó un gran aumento en las iniciativas de integración regional. El espacio comprendido entre los años 1990 y 1994, en el que el futuro del SMC no era muy claro, muchos países como estrategia defensiva y a fin de garantizar el acceso de ciertos mercados comenzaron a concretar acuerdos regionales (Bertoni 2006:86). Es importante mencionar que en la década del noventa, los acuerdos regionales notificados al GATT/OMC llegaron a un total de 156. (http://www.wto.org/english/tratop_e/region_e/regfac_e.htm) Otro ejemplo para marcar esta tendencia, sucedió tras el fracaso de la Conferencia Ministerial de Cancún en 2003, donde el número de acuerdos bilaterales y 5 GRUPO DE ESTUDIOS INTERNACIONALES CONTEMPORÁNEOS regionales se incremento considerablemente alrededor de un total de 250. (http://www.wto.org/english/tratop_e/region_e/regfac_e.htm) Más allá de los pronósticos observables de un incremento acelerado en la concreción de acuerdos ante un potencial fracaso de Doha, la cuestión que reviste de especial importancia a este apartado, es la posibilidad de la existencia de pactos preferenciales entre los países mas ricos del planeta, constituyendo una seria amenaza para el comercio de los PED (Schott 2006:23). Las preferencias arancelarias de un acuerdo Norte-Norte pueden ocasionar desvío de comercio y perjuicios sobre los no socios, en este caso, países en desarrollo que se verían discriminados ante la imposibilidad de ingresar sus productos en los mercados más competitivos del mundo. Aumento del Proteccionismo Una de las funciones principales de las rondas de negociación es amortiguar los impulsos proteccionistas que dañan al sistema de comercio mundial. Al eliminar esta limitante que supone la organización, los países tendrían el camino despejado para imponer medidas que no acatan las disciplinas de la OMC. En un contexto de crisis económica mundial, las tendencias orientadas a imponer barreras al comercio se convierten en opciones tentadoras para proteger las economías nacionales. No obstante, el incremento de éstas simplemente agrava las fuerzas recesivas y lleva a la economía hacia una profunda contracción (Gamberoni, Newfarmer 2009: 1). El tipo de protección no sólo hace referencia a la mantención de aranceles a la importación, sino también al amplio espectro de medidas para-arancelarias que han sido aplicadas por numerosos países durante el último año. Las expectativas sobre la salud de la economía mundial condiciona sensiblemente las políticas comerciales de los países miembro, así como también las promesas efectuadas en el seno de la organización. Un buen ejemplo de esta situación es la rebaja en los subsidios a la agricultura contemplada en los borradores de las negociaciones, que difícilmente se materialicen en el corto plazo. Una vez más los principales perjudicados son los países en desarrollo y los menos adelantados, que basados en economías primarias, dependen del ingreso de sus productos a mercados competitivos de países ricos. 6 GRUPO DE ESTUDIOS INTERNACIONALES CONTEMPORÁNEOS . . . El panorama se vuelve complejo y oscuro al evidenciar tales consecuencias, el futuro del sistema multilateral de comercio es todavía incierto y los tímidos avances logrados a través de tantos años de negociación no alientan las buenas expectativas. Sin embargo, numerosos autores han orientado sus esfuerzos en tratar de encontrar las claves para una salida exitosa de Doha; uno de ellos es el economista y premio Nobel, Joseph Stiglitz, que sostiene que más allá de tecnicismos, las naciones desarrolladas, dado que gran parte del sistema resulta afectado por sus políticas, tienen la responsabilidad de construir la arquitectura del comercio global de manera que mejore la participación de los países en desarrollo. Esta nueva arquitectura debería estar centrada en el acceso a mercados de productos que interesan a los PED y en los que gozan de ventajas comparativas; en la eliminación de subvenciones a la agricultura y de todas aquellas medidas paraarancelarias que minan las promesas de apertura; en diseñar un trato especial y diferenciado que dé a los países menos adelantados flexibilidad para lidiar con sus problemas de desarrollo y minimizar los costes de ajuste. En definitiva una ronda para el desarrollo debería dar prioridad a las reformas que proporcionan los mayores beneficios a los países en desarrollo, ayudar a los gobiernos a avanzar hacia buenas políticas comerciales y abordar de manera efectiva las limitaciones de implementación que afrontan los miembros pobres. (Stiglitz 2008:279) Consideraciones Finales Luego de casi 10 años de negociaciones y habiendo superado en tiempo a su antecesora (ronda Uruguay), la Ronda de Doha se encuentra en una encrucijada que pone en jaque al sistema multilateral de comercio. Probablemente la disposición de objetivos ambiciosos y quizás apresurados contribuyeron a llegar a esta situación. Sin embargo, el déficit fundamental se encuentra en que la ronda no ha cumplido con su misión, es decir, ha habido pocos avances en temas que importan a los países en desarrollo y las cuestiones que inicialmente se trataron reflejan los intereses de los países industriales más avanzados que encontraron una fuerte oposición entre los más pobres, llevando las negociaciones a sucesivos estancamientos. 7 GRUPO DE ESTUDIOS INTERNACIONALES CONTEMPORÁNEOS La posibilidad del fracaso de Doha deja un panorama poco alentador, sobre todo en aquellos países que dependen del ingreso de sus productos a mercados competitivos para lograr avances en su propio desarrollo. El comercio internacional puede ser una herramienta efectiva para erradicar la pobreza y lograr una mejor calidad de vida, en este sentido, la culminación con éxito de la ronda cumplirá un papel decisivo no sólo en aumentar el prestigio de la organización, en la disminución de los regionalismos y en el descenso de las barreras proteccionistas, sino también para sentar las bases de un comercio justo que beneficie a los miembros menos adelantados. Durante la séptima Conferencia Ministerial, los líderes mundiales se mostraron optimistas para cerrar el acuerdo en el 2010, una buena noticia sería que estas declaraciones dejen de lado la retórica de la buena voluntad y comiencen a ser una realidad para consagrar a Doha como una verdadera “Ronda para el Desarrollo”. 8 GRUPO DE ESTUDIOS INTERNACIONALES CONTEMPORÁNEOS BIBLIOGRAFÍA Bertoni Ramiro (2006), “Regionalismo y Multilateralismo ¿Qué tienen para ganar los Paises en desarrollo?”, Notas de la Economia Real, 55, pp 81-107, Centro de Estudios para la Producción, Secretaria de Industria, Comercio y Pequeña y Mediana Empresa. [en linea] disponible en: http://www.cep.gov.ar/descargas_new/panorama_comercio_exterior/estudios_com ercio_exterior/2007/regionalismo_y_multilateralismo.pdf?PHPSESSID=obftxzpg Gamberoni Elisa, Newfarmer Richard (2009), “Trade Protection: Incipient but Worrisome Trends”, Trade Notes , 37, International Trade Department – The World Bank, [en linea] disponible en: http://www.voxeu.org/index.php?q=node/3183 Koopman Georg (2005), “Doha Development Round Perspectives”, Economics Trends, pp 235-240. [en linea] disponible en: www.intereconomics.eu/downloads/getfile.php?id=428 Hufbauer Gary Clyde, Schoot Jeffrey, Foong Wong Woan (2010), “Figuring Out The Doha Round”, Peterson Institute for International Economics, [en linea] disponible en: http://www.voxeu.org/index.php?q=node/4657 Lamy Pascal (2009), “El Comercio como salida a la Crisis”, El Pais, 29 de noviembre, [en linea] disponible en: http://www.elpais.com/articulo/primer/plano/comercio/salida/crisis/elpepueconeg/2 0091129elpneglse_11/Tes Schoot Jeffrey (2006), “Finalización de la Ronda de Doha: qué se debe hacer y quiénes deben hacerlo”, Peterson Institute for International Economics, [en linea] disponible en: http://cdi.mecon.gov.ar/biblio/doc/bid/documentos/9.pdf Stiglitz Joseph, Charlton Andrew (2008), Comercio Justo para Todos. Oxford: Oxford University Press. 9 GRUPO DE ESTUDIOS INTERNACIONALES CONTEMPORÁNEOS