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CIUDAD EDUCATIVA MUNICIPAL HIPATIA
APUNTES
MATERIA: HISTORIA DE ESPAÑA. Curso 2013-14
12.1.- EL REGIMEN DE ISABEL II. LA OPOSICIÓN AL
LIBERALISMO. CARLISMO Y GUERRA CIVIL
Fecha
12.1.- LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL. LAS GUERRAS CARLISTAS
En los últimos años del reinado de Fernando VII se va a producir la transición de un modelo político: el
Absolutismo reformista al Liberalismo moderado.
El origen del conflicto proviene del reinado de Fernando VII, cuando los más radicales absolutistas
formaron un grupo en torno a D. Carlos, hermano de Fernando ,, puesto que el monarca, a pesar de sus
tres matrimonios no había tenido hijos.
En 1829 muere la tercera esposa de Fernando VII se casa con Mº Cristina de Nápoles. Hasta esta fecha el
rey no tenía descendencia por lo que el trono habría de pasar a su hermano CARLOS MARÍA ISIDRO
que lideraba el grupo más reaccionario de los absolutistas.
El conflicto viene a partir de la sucesión al trono. Las leyes de Castilla ( Las partidas ) permitía reinar a las
mujeres aunque le daba prioridad a los varones frente a las mujeres. Estas leyes fueron derogadas por los
Borbones en el s. XVIII. Estas habían sido puestas en vigor en la época de Carlos IV en 1789 mediante
una pragmática sanción, votada en Cortes, pero no publicada, lo que impedía que entrase en vigor.
Al poco de enviudar el rey se casará con su sobrina MARIA CRISTINA de NAPOLES. Al año siguiente,
con independencia del nuevo sexo del embarazo de la reina, el envejecido rey Fernando promulgó en
abril de 1830 la PRAGMÁTICA SANCION [ había sido decretada por Carlos IV pero que no había sido
publicada hasta este momento ] por la que quedaba eliminada la LEY SÁLICA, y por lo tanto las mujeres
podían acceder al trono. En 1830, en OCTUBRE la reina dio luz a una niña, ISABEL DE BORBÓN. Se
va a desencadenar la lucha por el trono entre el tío DON CARLOS / y la Princesa de Asturias D.
ISABEL DE BORBÓN. Los CARLISTAS protestaron por el decreto ya que suponía apartar a D. Carlos de
cualquier posibilidad de acceder al trono.
En el año 32 D. FERNANDO enfermará y los Carlistas reaccionaron presionando hasta que el rey derogó
la PARGMÁTICA SANCIÓN. Otra vez D. Carlos era el heredero . Cuando los Carlistas se disponían a
publicar el nuevo testamento, el rey recuperará la salud y volverá a publicar la PRAGMÁTICA sanción el
31 de Diciembre de 1832, dando el trono definitivo a la futura Rey Isabel II que tenía dos años. Su madre
asume la REGENCIA apoyada por un presidente de Gobierno CEA BERMÚDEZ, y marcada por una
guerra civil entre los CRISTINOS / ISABELINOS partidarios de la Regente y la Princesa de Asturias y los
CARLISTAS partidarios de D. CARLOS.
desde las primeras semanas del nuevo reinado se fueron concentrando partidas ABSOLUTISTAS en
distintas partes del reino. La REGENTE buscará apoyos en el LIBERALISMO. Mientras los militares
carlistas encabezados por el general TOMÁS DE ZUMALACÁRREGUI organizará un ejército.
El carlismo por tanto era un movimiento político que no aceptaba los cambios políticos que se habían
producido en España desde la entrada de ideas liberales, la Constitución de Cádiz y la invasión de tropas
francesas. Pretendía una vuelta al Antiguo Régimen, al poder absoluto de raíz divina, al control del Estado
por una aristocracia que acaparaba altos cargos políticos, eclesiásticos y militares; al control del
pensamiento por parte de la iglesia etc. El reinado de Fernando VII había sido una decepción pues había
continuado en la línea de los déspotas ilustrados, contando con ilustrados para gobernar. La Iglesia apoyó
al Carlismo como forma de evitar la pérdida de poder político y de su control social.
Los Apoyos sociales: Al CARLISMO le apoyaban los sectores más reaccionarios el país: una parte de la
NOBLEZA y miembros ultraconservadores de la administración y del ejército. A estos se unirán el bajo
clero, que veían en D. Carlos una garantía para que la Iglesia no perdiese su influencia , la mayoría del
campesinado
que se oponían a cualquier tipo de reforma fiscal, e importantes sectores del
ARTESANADO que temían cualquier cambio social o económico que traían los liberales que pudieran
hundir sus talleres frente a la gran industria.
En el otro lado estaban los fueros. Tras la guerra de Sucesión, con los Decretos de Nueva Planta tanto
Aragón como Cataluña habían perdido sus fueros y habían tenido que aceptar las leyes castellanas.
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12.1.- EL REGIMEN DE ISABEL II. LA OPOSICIÓN AL
LIBERALISMO. CARLISMO Y GUERRA CIVIL
Fecha
Navarra y el País Vasco en agradecimiento al apoyo dado al candidato Borbón, Felipe V, conservaron los
suyos. El carlismo, al apoyar la restauración de los fueros tradicionales, triunfó en aquellas zonas donde
existía una preocupación por la cuestión foral, tanto por miedo a perder los fueros como en el caso de
Navarra y País Vasco, como en aquellos otros con la intención de recuperarlos como en Aragón y
Cataluña., especialmente en las zonas rurales, donde el mayor descontento con las nuevas formas de vida
que iban apareciendo en las ciudades ligadas a la industria y al comercio.
Por su carácter rural, el carlismo no pudo conseguir el apoyo de las clases ilustradas que veían en el
liberalismo un sistema político más apropiado para sus intereses y su modo de vida. La mayoría de las
ciudades eran liberales ( San Sebastián, Bilbao, Pamplona, Vitoria etc )
En el bando Carlista estaba formado por los LIBERALES MODERADOS, progresistas y revolucionarios.
Casi todo el ejército respaldaba a la regente, así como altos cargos de la Administración y Altas jerarquías
de la Iglesia. Además, contaron con los apoyos de las ciudades [ obreros industriales, burguesía liberal
etc ] y gran parte del campesinado de la zona centro sur.
Respecto a los apoyos exteriores, los carlistas apenas contaron con apoyos exteriores al no tener una
capital ni el aparato institucional. Los CRISTINOS / ISABELINOS contaron con la colaboración de
Portugal, Inglaterra y Francia, e incluso disfrutaban de superioridad militar.
La Guerra Carlista [ 1833 / 1840 ]
La primera Guerra Carlista ( 1833 / 40 ) se desarrolló principalmente en el Norte. En otras zonas de
España se formaron algunas partidas guerrilleras que actuaban casi como bandoleros asolando las
regiones donde actuaban, dirigidas por hombres como el General cabrera en Aragón o el Cura merino,
héroe de la guerra de la independencia.
Fases:
Primera Fase: 1833 / 35:
El gobierno isabelino, carente de recursos, no fue capaz de enviar un ejército bien equipado al norte con
rapidez. Este retraso permitió al dirigente carlista ZUMALACÁRREGUI, militar de carrera y experto en la
guerrilla, adiestrar un ejército de 20.000 hombres. Cuando las tropas isabelinas llegaron se vieron
acosadas por constantes emboscadas y escaramuzas sin conseguir un enfrentamiento en campo abierto.
La primera derrota carlista se produce en Junio de 1835 cuando D. Carlos enfrentándose a su general, se
empeñó en la toma de Bilbao para conseguir una capital para su Estado. ZUMALACÁRREGUI
conseguirá controlar las provincias Vascongadas. Animados por esos éxitos ( y por la necesidad de
conseguir dinero y apoyos internacionales ) don Carlos le ordena en 1835 tomar Bilbao, a pesar de la
opinión contraria de Zumalacárregui. La operación se inició con éxito abriéndose paso hacia Bilbao y
venciendo al general liberal espartero, pero poco después el general Zumalacárregui fue alcanzado por
una bala enemiga muriendo, lo que dejó a los carlistas sin su mejor general. El sitio de Bilbao fue
levantado y durante dos años, la guerra se mantuvo en equilibrio entre ambos bandos.
Ante la brutalidad de las luchas, Inglaterra propuso a los dos contendientes el establecimiento de un
convenio sobre el trato a los prisioneros de guerra. Fue el llamado CONVENIO ELLIOT firmado en el año
1835.
Segunda Fase: 1835 / 37
Para salir del aislamiento realizaron varias incursiones hacia el sur. Buscaban apoyos de las poblaciones
campesinas. Los ejércitos CRISTINOS / ISABELINOS apenas se pudieron oponerse debido a la
inexistencia de recursos económicos. Don Carlos decidió emprender una gran expedición para salir de
las bases del Norte, aunque los expertos militares estaban en contra. LA EXPEDICIÓN REAL de 1837 fue
un fracaso: el ejército carlista cruzo Cataluña y Valencia llegando a los alrededores de Madrid. Se
buscaba presionar a la REGENTE para aceptar un matrimonio entre Isabel / hijo de D. Carlos Los
carlistas esperaban que el pueblo se sumara a su ejército, pero no ocurrió así, y ante la falta de los
efectivos suficientes para atacar la capital, dieron la vuelta y retrocedieron a su base del Norte.
Fase final: 1837 / 40
En esta fase destacarán dos protagonistas: BALDOMERO ESPARTERO por el bando CRISTINO y
RAFAEL MAROTO por el bando CARLISTA. En 1838 el general ESPARTERO que dirigía el ejército
liberal, recibió por fin los recursos necesarios para contar con un ejército numeroso y bien equipado,
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12.1.- EL REGIMEN DE ISABEL II. LA OPOSICIÓN AL
LIBERALISMO. CARLISMO Y GUERRA CIVIL
Fecha
iniciando una nueva campaña en el Norte. Mientras, en el bando carlista la situación se había ido haciendo
más difícil debido a los enfrentamientos entre los propios dirigentes que desembocaron en conspiraciones
y tradiciones. Don Carlos había dado a Maroto el mando supremo de la región del Norte. En febrero del
año 1839 se desencadeno una crisis entre Maroto y un grupo de militares rivales, representantes de la
facción más absolutista, que acabó con el fusilamiento de 6 de ellos. Maroto recibió el apoyo de sus
hombres pero no de D. Carlos. Finalmente cansado y decepcionado por la capacidad del pretendiente y
las intrigas de su corte, inició las negociaciones de paz con Espartero.
Finalmente en agosto de 1839, Maroto firmó el CONVENIO DE VERGARA que reconocía a ISABEL como
legítima y respetaba los fueros. Significaba la RENDICIÓN DEL CARLISMO pero a condición de que se
reconozcan las graduaciones e los militares vencidos. También se reconocía el compromiso de respetar
los fueros.
Navarra, donde la cuestión foral era secundaria, y donde se luchaba por el trono y el altar no acepto este
acuerdo. Para ellos Vergara fue la gran traición, y se convirtió en el centro de resistencia en el Norte, pero
cuando los vascos renunciaron.
Tras el compromiso solo el general CABRERA resistió algún tiempo en la región de Morella ( Castellón )
pero finalmente tuvo que huir a Francia.
El carlismo siguió conservando alguna fuerza en las provincias vascas y sobre todo en Navarra, y solo en
algunos momentos se hablará de la Segunda y Tercera Guerra Carlista: en 1848 cuando cumple Isabel su
mayoría de edad, al fracasar el proyecto de unir en matrimonio a la reina con el heredero de D. Carlos, y
tras la revolución del 68 y la salida de España de Isabel II, que terminó con el regreso de Alfonso XII en
1875. Sin embargo el carlismo siguió vivo en la sociedad vasca, muy ligado a la cuestión foral, y en
Navarra.
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