Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 45.951 ORIGINAL Consumo de drogas y riesgo de recaída en la esquizofrenia F. Ariasa, S. Sáncheza y J.J. Padínb aUnidad de Psiquiatría. Fundación Hospital Alcorcón. Alcorcón. Madrid. bPsiquiatra. Lugo. OBJETIVOS: El objetivo de este estudio fue valorar la asociación del consumo de drogas con el riesgo de recaída psicótica en la esquizofrenia. PACIENTES Y MÉTODO: Se incluyeron en el estudio un total de 82 pacientes con diagnóstico de esquizofrenia, de 18-45 años de edad, que inician tratamiento de forma consecutiva en un Centro de Salud Mental. Se evaluaron las variables de consumo, el Índice de Severidad de la Adicción (ASI) y la Escala del Síndrome Positivo y Negativo (PANSS). Se realizó un seguimiento durante un período de 5 años, en el que se valoraron las recaídas, el cumplimiento del tratamiento y la evolución del consumo de drogas. Se llevó a cabo un análisis de supervivencia en el que se comparó el tiempo hasta la recaída entre consumidores y no consumidores de drogas, además de un análisis de regresión de Cox para controlar otras variables clínicas y terapéuticas. RESULTADOS: Un 37,8% de los pacientes tenían una dependencia de drogas a lo largo de la vida (incluido alcohol y otras drogas, excepto tabaco). La prevalencia de dependencia para las distintas drogas fue la siguiente: a opiáceos el 9,8% de los pacientes, a cocaína el 11%, a alcohol el 29,3%, a cannabis el 24,4%, a tabaco el 68,3% y a cafeína el 15,9%. Los pacientes dependientes de cannabis (n = 20) tenían mayor riesgo de recaídas, no alcanzando la significación estadística (p = 0,1). El consumo de drogas con propiedades psicotomiméticas (cocaína, cannabis, LSD, anfetaminas) aumentó de forma significativa el riesgo de recaídas. Este riesgo de recaídas fue 6 veces mayor que en el grupo de no consumidores de estas sustancias cuando se controlaron otras covariables asociadas a las recaídas, como la edad, el subtipo de esquizofrenia, la puntuación en la escala PANSS y el cumplimiento con el tratamiento. CONCLUSIONES: El consumo de sustancias psicotomiméticas aumenta el riesgo de recaídas psicóticas de forma independiente a otras variables clínicas y terapéuticas. Palabras clave: Esquizofrenia. Dependencia de drogas. Recaídas. Evolución. Drug use and risk of relapse in schizophrenia OBJECTIVES: To study the association between drug use and risk of psychotic relapse in schizophrenia. MATERIAL AND METHODS: The sample consisted of 82 patients with schizophrenia, aged between 18 and 45 years old, who began treatment consecutively in a mental health unit. The variables of drug use, the Addiction Severity Index (ASI) and the Positive and Negative Syndrome Scale (PANSS) were evaluated. A 5-year follow up was carried out and relapses, compliance, and drug use were evaluated. A survival analysis was performed by comparing the time until relapse between drug users and non-users. The effect of clinical and therapeutic covariates was analyzed using the Cox regression model. RESULTS: A total of 37.8% of patients showed lifetime drug dependence (including alcohol and other drugs except tobacco). The prevalence of dependence for the different drugs was: opioids 9.8%, cocaine 11%, alcohol 29.3%, cannabis 24.4%, tobacco 68.3%, and caffeine 15.9%. Cannabisdependent individuals (n = 20) had a greater but nonsignificant risk of relapse (p = 0.1). Use of psychotomimetic drugs (cocaine, amphetamines, hallucinogens, and cannabis) increased the risk of relapse. The risk was higher (OR = 6) in this group when corrected for age, psychotic subtype, PANSS score, and compliance. CONCLUSIONS: Use of psychotomimetic drugs increases the risk of psychotic relapse independently of other clinical and treatment factors. Key words: Schizophrenia. Drug dependence. Relapses. Outcome. Correspondencia: Dr. F. Arias Horcajadas. Unidad de Psiquiatría. Fundación Hospital Alcorcón. Avda. Budapest, 4. 28922 Alcorcón. Madrid. Correo electrónico: farias@fhalcorcon.es Psiq Biol 2002;9(2):63-67 63 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Arias F, et al. Consumo de drogas y riesgo de recaída en la esquizofrenia INTRODUCCIÓN La dependencia de drogas en pacientes esquizofrénicos presenta una elevada prevalencia1 y este consumo repercute en las manifestaciones clínicas y en el curso de la enfermedad2. En general, los pacientes psicóticos con consumos asociados presentan un mayor incumplimiento terapéutico y más ingresos psiquiátricos3-6. Se ha descrito un número más elevado de recaídas psicóticas con la dependencia de alcohol7 y de otras drogas8,9, aunque los mecanismos de esta relación no se han establecido. Es posible que el consumo de drogas influya en un menor cumplimiento del tratamiento con antipsicóticos, que ocasione una disminución de las concentraciones plasmáticas de neurolépticos por interacción farmacológica o que produzca una reactivación de los síntomas psicóticos inducidos por la droga. Así, se ha observado que pueden existir interacciones entre los neurolépticos y el consumo de cafeína, tabaco, cannabis, alcohol o cocaína, pudiendo requerir mayores dosis de antipsicóticos por este motivo7,10-13. En trabajos previos hemos observado que la dependencia de drogas se asocia con mayor incumplimiento terapéutico14 y que la dependencia de cannabis se asocia con más recaídas a los 6 meses de seguimiento2. Sin embargo, en este último trabajo sólo registramos 8 recaídas psicóticas y no controlamos otros factores que pudieran intervenir en las recaídas, por lo que prolongamos el período de seguimiento de la misma muestra. El objetivo de este trabajo es valorar la repercusión del consumo de drogas sobre el riesgo de recaída psicótica en un seguimiento más prolongado y controlando otras variables clínicas y terapéuticas asociadas a la recaída. PACIENTES Y MÉTODO La descripción de la muestra se llevó a cabo en nuestro trabajo previo2 y se refleja en la tabla 1. Se incluyeron 82 pacientes con diagnóstico de esquizofrenia según la clasificación CIE-1015, de 18 a 45 años de edad, que acudieron de forma consecutiva a un Centro de Salud Mental, realizando un seguimiento posterior. El período de seguimiento y recogida de datos abarca 5 años, desde enero de 1995 hasta enero de 2000. En la valoración basal se recogieron variables clínicas y toxicológicas y se realizó una entrevista con el Índice de Severidad de la Adicción (ASI)16 y con la Escala del Síndrome Positivo y Negativo (PANSS)17. Según la puntuación en la escala PANSS, los pacientes fueron clasificados en subtipos positivo, negativo o mixto al inicio del tratamiento, considerando la puntuación compuesta de la PANSS y el percentil 75 para la clasificación. La evaluación de los distintos consumos se realizó con la información del paciente y de la familia. Se valoró el tiempo de supervivencia hasta que se produjera una recaída psicótica considerando las pautas para el diagnóstico de la esquizofrenia de la clasificación CIE-10. Durante el seguimiento 64 Psiq Biol 2002;9(2):63-67 TABLA 1. Características sociodemográficas y clínicas Nº Porcentaje Edad (años) 30,5 (DE = 6,5) (rango, 18-43) Varón 59 72 Solteros 68 83 Procedencia urbana 50 61 Convivencia con familia origen 71 87 Nivel de estudios Primarios 53 65 Medios 22 27 Superiores 7 8 Situación laboral Activo 15 17,5 Inactivo 28 34,1 Estudiante 8 9,8 Sus labores 3 3,7 Pensionista 17 32,9 Curso de la esquizofrenia Continuo 8 9,8 Episódico déficit estable 35 42,7 Episódico remitente 26 31,7 Otros 13 15,8 Nº de episodios (n = 78) 0 4 5,1 1 17 21,8 2 23 29,5 3 o más 34 43,6 Tratamiento Haloperidol 10 12,3 Risperidona 18 22 Formas depot 25 30,5 Otros 14 17,1 Combinaciones 12 14,6 Subtipos según puntuación de la PANSS basal Negativa 41 50 Mixta 41 50 EEAG 49,9 (DE = 12,8) (rango, 20-70) Edad de inicio esquizofrenia (años) 21,6 (DE = 4,8) (rango, 12-38) PANSS basal positiva 11,4 (DE = 5,9) (rango, 7-31) PANSS negativa 20,8 (DE = 8,3) (rango, 7-42) PANSS total 58,9 (DE = 16,0) (rango, 31-100) n = 82. se valoró el consumo de drogas, el cumplimiento con el tratamiento (toma de medicación y faltas a las consultas) y las dosis medias de neurolépticos. Las visitas de seguimiento se realizaron según la práctica clínica habitual. Se llevó a cabo una estadística descriptiva y un análisis de supervivencia. Se analizaron las curvas de Kaplan-Meier hasta la recaída según el consumo de drogas y se controlaron los efectos de las covariables mediante un modelo de regresión de Cox. RESULTADOS Un total de 23 (28,0%) pacientes presentaba algún tipo de dependencia de drogas (opiáceos, cocaína, cannabis, anfetaminas o LSD), de los cuales la mayoría (20 pacientes, 24,4% sobre el total) eran dependientes de cannabis. Si se incluía la dependencia de alcohol, 31 pacientes (37,8%) habían presentado algún tipo de drogo- Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Arias F, et al. Consumo de drogas y riesgo de recaída en la esquizofrenia TABLA 2. Modelo de Cox predictivo de recaídas Variable (categoría de referencia) Edad (años) Cumplimiento (inadecuado) Subtipo psicótico (negativo) PANSS negativa Consumo psicotomiméticos (no consumo) OR IC del 95% p 0,85 0,11 13,2 1,2 0,8-0,9 0,03-0,44 2,6-65,6 1,1-1,3 0,0002 0,002 0,002 0,002 6,2 1,6-23,8 0,007 χ2 = 35,9; gl = 5; p < 0,0001. dependencia a lo largo de su vida; este grupo fue considerado inicialmente para el análisis bivariante. El consumo de tabaco fue el más prevalente y 56 pacientes (68,3%) cumplían criterios de dependencia de tabaco. Las diferencias sociodemográficas y clínicas entre estos subgrupos de pacientes dependientes y no dependientes han sido descritas con anterioridad2. Se realizó una media de seguimiento para cada paciente de 21,6 meses (DE = 1,8) (rango de 0-62 meses; mediana de 23 meses; rango intercuartil de 31 meses). Durante el período de seguimiento se produjeron 19 recaídas, 26 pacientes se perdieron durante el seguimiento y 37 permanecían en tratamiento al final del mismo. Las pérdidas presentaron características intermedias entre el subgrupo que permanecía y los que recayeron. La edad era mayor en los que permanecían durante el seguimiento (media de 32,6 años; DE = 0,9), respecto a los que recaían (27,8 años; DE = 1,6) o se perdían para el seguimiento (29,3 años; DE = 1,2) (p = 0,02). Los varones predominaron en el grupo de recaídas, respecto a los que se perdían y los que permanecían (83, 78 y 62% respectivamente; p = 0,2). La edad de inicio de la enfermedad fue de 22,4 años para los que permanecían, de 21 años para las pérdidas y de 20,6 años para las recaídas (p = 0,3). El período de seguimiento de los pacientes fue de 28,8 meses de media para los que permanecían, 33,2 meses para las recaídas y 4 meses para las pérdidas (p < 0,001). No había diferencias en la puntuación de la escala PANSS. El perfil de consumo de sustancias fue similar entre el grupo de pérdidas y los pacientes que seguían en tratamiento y más favorable que en el grupo de las recaídas. Los porcentajes para los pacientes dependientes de tabaco fueron: un 83% para el grupo de recaídas, un 63% para el de pacientes perdidos para el seguimiento y un 65% para los que permanecen; para la dependencia de cannabis las cifras fueron del 39, 26 y 16%, respectivamente, y para la dependencia de drogas, incluyendo alcohol, del 50, 37 y 32%, respectivamente. Al comparar a los pacientes dependientes de drogas (alcohol y drogas ilegales; n = 31) con los no dependientes, los primeros tenían un tiempo de supervivencia 4 meses inferior de media, que no alcanzó la significación estadística (p = 0,2). Tampoco se obtuvieron resul- tados significativos al comparar las dependencias de tabaco y de alcohol de forma aislada. Los 20 pacientes con dependencia de cannabis presentaron 7 recaídas, frente a las 12 de los 62 pacientes sin esa dependencia, con una media de supervivencia 7 meses inferior (30,4 frente a 37,4 meses; p = 0,1). Considerando el grupo de consumidores de sustancias psicotomiméticas a lo largo de la vida (cannabis, cocaína, LSD o anfetaminas) (n = 38), se registraron 13 recaídas (34,2%) frente a seis en el grupo no consumidor (13,6%) (media de supervivencia en grupo de consumidores de 31,3 meses; DE = 3,7; IC del 95%, 24,1-38,5 y media en no consumidores de 40,0 meses; DE = 2,2; IC del 95%, 35,6-44,4; OR = 3,1; p = 0,02). No había diferencias en la edad media o en la edad de inicio de la enfermedad entre los dos subgrupos. En el modelo de regresión de Cox se introdujeron aquellas variables que en el análisis bivariante se asociaron con la presencia de recaídas y aquellas que clínicamente parecían relevantes. Se incluyeron el sexo, la edad, la edad de inicio de la esquizofrenia, la dosis de antipsicóticos (variable categórica con 3 niveles: bajas, medias y altas, utilizando como medida de referencia los miligramos de haloperidol), el cumplimiento con el tratamiento (categorizado en cumplimiento adecuado o malo), el subtipo de esquizofrenia (negativo o mixto), la severidad de la esquizofrenia (según la puntuación en la escala PANSS) y la severidad en el consumo (puntuación en las subescalas de alcohol y drogas del ASI). Como covariables estadísticamente significativas asociadas a las recaídas obtuvimos la edad del paciente (factor protector), el adecuado cumplimiento del tratamiento (factor protector), el subtipo psicótico (mayor riesgo de recaídas en subtipo mixto respecto al subtipo negativo) y la puntuación en la subescala negativa de la PANSS. El consumo de psicotomiméticos aumentó 6 veces el riesgo de recaída (OR = 6,2; IC del 95% 1,6-23,8) cuando se controlaban las otras variables (tabla 2) (figs. 1 y 2). DISCUSIÓN El consumo de drogas con capacidades psicotomiméticas (cocaína, cannabis, LSD, anfetaminas) aumenta el riesgo de recaída psicótica en pacientes esquizofrénicos de forma independiente de otras variables. Cuando se controlan variables que son relevantes en el riesgo de recaída, como el cumplimiento del tratamiento o el subtipo de esquizofrenia, el consumo de estas sustancias puede provocar una recaída posiblemente por su capacidad de inducir síntomas psicóticos. De cualquier forma, no detectamos un inicio más precoz de la enfermedad en estos pacientes. Se ha descrito que el consumo de otras drogas, como el alcohol, favorece las recaídas, posiblemente debido a un peor control del tratamiento6,7,18. NoPsiq Biol 2002;9(2):63-67 65 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Arias F, et al. Consumo de drogas y riesgo de recaída en la esquizofrenia (Modelo de regresión) 1,2 Consumo 1,0 No Consumo Supervivencia acumulada 0,8 0,6 0,4 0,2 0,0 0 10 20 30 40 50 Tiempo supervivencia (meses) Fig. 1. Función de supervivencia según el consumo de psicotomiméticos (modelo de regresión de Cox). 3,5 Consumo 3,0 No Consumo 2,5 Riesgo acumulado 2,0 1,5 1,0 0,5 0,0 0 10 20 30 40 50 Tiempo supervivencia (meses) Fig. 2. Función de riesgo (Hazard) según consumo de psicotomiméticos. sotros no detectamos una influencia del alcohol o del tabaco en el riesgo de recaídas, aunque estos consumos sí repercuten en las manifestaciones clínicas2. En otro estudio de seguimiento realizado en nuestro medio se ha observado que el consumo de cannabis y alcohol aumenta el riesgo de recaídas y el incumplimiento terapéutico, pero cuando se valoró el consumo de alcohol de forma aislada, éste no influyó en el riesgo de recaída9. No podemos conocer el riesgo de recaída que produce el consumo de cocaína por el escaso número de consumi66 Psiq Biol 2002;9(2):63-67 dores. Parece destacado el papel del consumo de cannabis; así, aunque no llegó a alcanzar la significación estadística debido al reducido tamaño de la muestra, se produjo un 15% más de recaídas en el subgrupo de dependientes de cannabis y 7 meses menos de media hasta la recaída. Cuando se aumenta el tamaño del subgrupo, incluyendo consumidores de otras sustancias psicotomiméticas, el efecto resultó ser estadísticamente significativo y se observó también una mayor relevancia clínica, sugiriendo un papel importante de la cocaína. En un estudio similar al nuestro, con un tamaño muestral semejante y un análisis de supervivencia, se detectó un efecto similar del abuso de cannabis sobre el riesgo de recaídas8. Las posibles explicaciones de estos autores fueron la hiperactividad dopaminérgica debida al consumo de cannabis; la influencia del cannabis sobre el metabolismo de los antipsicóticos, que ocasionaría una reducción de las concentraciones plasmáticas a pesar de tomar dosis similares o una mayor vulnerabilidad al estrés y, por consiguiente, mayor facilidad para las recaídas en los psicóticos consumidores de cannabis. Otro estudio con una muestra inferior y un seguimiento prolongado también puso de manifiesto que el consumo de cannabis era un inductor de recaídas psicóticas19. Existe una serie de limitaciones en el presente estudio. La evaluación de los consumos se basó en la información del paciente y la familia y no se realizaron determinaciones toxicológicas, lo que posiblemente infravaloró la prevalencia de éstas. Se consideró la presencia de consumo a lo largo de la vida y no el consumo actual, valorando más el efecto mantenido que el efecto del consumo agudo, efectos que pueden repercutir de forma distinta en las manifestaciones clínicas y en la evolución de la esquizofrenia. El número de pacientes con recaídas fue escaso, lo que limita la valoración de los efectos del consumo sobre la evolución de los pacientes y produce unos intervalos de confianza amplios. Además, se realizaron análisis de subgrupos no previstos inicialmente tras observar que la pertenencia al grupo de dependientes de drogas no se asoció con el riesgo de recaídas, aumentando el número de pruebas estadísticas previstas en un principio. Hubo un número importante de pérdidas con características sociodemográficas y clínicas intermedias entre el grupo que recayó y el que permaneció en tratamiento y, aunque se constató que bastantes de estas pérdidas fueron debidas a cambios geográficos o del profesional que les atendía, posiblemente existe un porcentaje importante de recaídas en este subgrupo que podría modificar los resultados obtenidos. Son necesarios más estudios que intenten controlar los efectos independientes de cada droga sobre el riesgo de recaída psicótica, controlando otras variables clínicas y terapéuticas relevantes, para poder evaluar la magnitud del problema. Son recomendables estudios con Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Arias F, et al. Consumo de drogas y riesgo de recaída en la esquizofrenia muestras más amplias y períodos de seguimiento más prolongados para poder obtener un mayor número de acontecimientos finales para el análisis de supervivencia. BIBLIOGRAFÍA 1. Regier DA, Farmer ME, Rae DS, Locke BZ, Keith SJ, Judd LL, et al. Comorbidity of mental disorders with alcohol and other drug abuse. Results from the Epidemiologic Catchment Area (ECA) study. JAMA 1990;264:2511-8. 2. Arias F, Sánchez S, Padín JJ. Influencia del consumo de drogas en las manifestaciones clínicas de la esquizofrenia [en prensa]. Actas Esp Psiquiatr, 2002. 3. Bartels SJ, Teague GB, Drake RE, Clark RE, Bush PW, Noordsy DL. Substance abuse in schizophrenia: Service utilization and costs. J Nerv Ment Dis 1993;181:227-32. 4. Brady KT, Anton R, Ballenger JC, Lydiard RB, Adinoff B, Selander J. Cocaine abuse among schizophrenic patients. Am J Psychiatry 1990;147:1164-7. 5. DeQuardo JR, Carpenter CF, Tandon R. 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