La leyenda de Isis. Esposa y hermana de Osiris, a ella se debía la institición de la familia y la enseñanaza de las mujeres para el arte de tejer y bordar. Los dos esposos reinaban felices sobre Egipto pero la desgracia tenía escondida una triste sorpresa para ellos. Su malvado hermano Seth, celoso de sus éxitos había organizado un engaño para Osiris. Hizo preparar un cofre prometiendo que lo hubiera regalado a quien entrando en ello lo hubiera ocipado entaramente con su cuerpo. El cofre tenía la medidas exactas de Osiris que por cierto cayó en la trampa . Enseguida que entró Seth y sus complices cerraron el cofre y lo arrojaron al Nilo. De inmediato empezaron las perigrinaciones de Isis en búsqueda del cuerpo de su marido. En uno de sus viajes se enteró que el cofre había sido transportado por la corriente del río hasta el mar. Llegado a Biblo se quedó pegado a un matorral que como por hechizo se transformó en una fantástica acacia encerrando el cofre en su tronco. El rey de Biblo al ver el arbol, mandó talarlo para convertirlo en una columna de su palacio. Isis, llegad a Biblo, todas las noches se convertía en golondrina para volar alrededor de la columna donde emitía unos desgarradores gritos a los que nadie hacía caso. Finalmente después de convertirse en institutriz del hijo del rey, obtuvo en regalo el cofre. Una vez abierto trató de devolver la vida a su esposo y trasformada en halcón para producir viento con sus alas sobre el cuerpo del marido quedó fecundada por Osiris. Escondió el tumulo en un lugar pantanoso pero Seth, durante una cazería lo encontró y descuartizó el cuerpo en catorce pedazos que desperdió. Fue así como empezó la búsqueda de Isis de las partes del cuerpo de Osiris y logró recuperarlas todas menos el miembro viril que había sido comido en el Nilo. En cada una de las ciudades donde se recuperaron los trozos de Osiris se levantó un templo. Recompuesto el cuerpo se intentó devolverle la vida pero el propósito salió por mitad porqué Osiris volvió a reinar pero no en la tierra sino en “el lugar que se encuentra más lejos del occidente” el más allá. Pronunciar el nombre de Isis era como una letanía sagrada y se le atribuyeron más de diez mil nombres, su culto llegó hasta en Roma.