Aflo 86.—Numero 29.441 VIERNES » DE ABRIL DC 1»34 RKOACCIÓN, ADMINISTRACIÓN T T A I X K R B S : PRECIOS DE SÜ3GRIP0I0N San Bernardo, núm. 68.—MADRID MADRID.—On mea, 2,50; trimeatre, 7; semoBtre, 14; año, 27. PBOvmcus.—TrimMtre, 9 pesetas; aemeatra, 18; año, 36. Portugal, (iibraltar y Marruécoa, el mlamo precio. ExTRAJíJKRO.—Trímetra, 15 pasetM; semest r e , 30; a ñ o , 60. LA DíitíooióN TELBORAWOA: ÉPOCA APARTADO DE CORREOS 101 T«lé!onoc ÍTSSZ y 12633. LÁ ÉPOCA MAllHlr 27 DH ABKII, nS 19;Í4 El P r i m e r o de Mayo Está ahi ya: a la puerta. Hay que esperar que, ganándole la carrera, llegue antes que él el nuevo Gobierno. Pero sería cosa de saber en qué disposición de animo llega, con respecto al propósito que han exteriorizado el partido socialista y la Unión General de Trabajadores, en un maniflesto que ha circulado profusamente y que han reproducido algunos periódicos. Se trata en él—aparte otras incidencias poco congruentes • con su finalidad principal—de preparar el esplendor y la magnificencia del paro absoluto para el próximo día primero. Es decir, •^e que se repita la jornada de humillación que ha venido sufriendo España entera estos tres úl'•imos años, y que con tan brillante éxito fué ensayada el pasado domingo. Y no necesitaremos esforzarnos demasiado paya hacer comprender hasta qué punto estimamos intolerable semejante propósito. Que el 1." de m.ayo sea ñesta nacional es inevitable ya, porque no hay tiempo material para derogar la ley que lo instituyó tal. Ha sido esta ^ina Imprevisión más de quienes tenian el deber °e salir al paso a las demasías de una legislación "«ctarla. No puede, no debe ser fiesta nacional una fiesta "e clase; la fiesta—además—de una clase que se aferra al dogma antinacional y antihumano de la lucha contra las otras clases de la sociedad. No I*uede haber más fiestas nacionales que aquellas Para las que el espíritu de la nación se vista de fiesta. No basta que se inunden las calles de gentes a medio lavar, en busca de las salidas al campo, ni que los alrededores de las ciudades Pueden anegados bajo un piélago de papeles prinSüsos, cortezas de naranja, y de latas vacias. To^0 ello representa, quizá, a un sector de la na^-<^n, sin duda muy digno de tenerse en cuenta, Pero no a la nación. Pero, a pesar de eso, el 1." de mayo será fiesta i^acional. Con todo, ello no será bastante a justificar la parálisis vergonzosa de otros años. No '^ay clase con derecho a perturbar la vida ciudadana en los términos que el designio implica. Un Estado digno de este nombre no puede to^etariu. Menos, cuando se anuncia «con sabor de protesta y pelea», y con un «genuino perfil de í'eto». Todavía menos, cuando tos organizadores ^^nuician que ello «no excluye la finalidad revo^«eionariaK ^lala ocasión, ciertamente, para hablar de es^ Cosas, cuando está seíZe vacante el Ministerio *® la Gobernación. Pero hay, sin duda, ya un mi**«*o en potencia, Dios sabe dónde, que será "^etio que vaya pensando en este primer proble"***'''**mmi.,laai de enítóiitarse, que nO és—-ni mucho menos—baladí. OlARiO FUNDADO EN l . ' D E ABRIL. DE. 1 8 4 9 der»-,';. Los demócratas españoles son unos demócratas «sul generis». Cuando por algún procedimiento alcanzan la mayoría, entonces son demócratas; pero cuando son derrotados en elecciones presididas por un republicano tan probado y con tan alta dignidad masónica como el señor Martínez Barrio, subsistiendo las sectarias municipalidades elegída,s en el arranque pasional fomentado por nubes de calumnias y promesas embusteras, en ese ca.so, apelando a los fueros de las «esencias constitucionales», la minoría vencida trata por todos los medios de impedir que se cumpla la voluntad popular. De haber tenido los gobernantes del 12 de abril el mismo concepto de la democracia, la República no habría venido a España. También ellos, aunque no lo supieran, eran los guardadores de unas «esencias constitucionales» y de unos principios espirituales, y de una civilización que están —éstos si, por ser verdaderos—por encima de lo que en su incompetencia un día votaron víctir#as de inicuo engaño las masas de electores de los Municipios urbanos. Sin embargo, la Monarquía democrática supo morir victima de la ley fatal a la que obedecía su apellido, que no quiso traicionar. A la pregunta de «El Socialista», ¿dónde estás, democracia?, puede responderse que salió de España el 14 de abril. _ )_<3 O O—< Eco omía de orden en it^slia LA T E R C E R A J O R N A D A DE LA CRISIS Es encargado d e f o r m a r Gobierno d o n Ricardo Samper Acudieron esta mañana a Palacio los señores Martínez Barrio, Rico Aveílo, Alba, Gil Robles y Lerroux.—El partido radical da una nota en la que acuerda solidarizarse con su jefe La noticia de haber sido encargado de formar Gobierno el señor Samper es acogida ccn incredulidad en lodcs los círculos.—Se cree—a pesar de todo—que conseguirá formar Gobierno.—Queda la duda de que esta Eolucién sea del agrado del Presidente de la República MARTÍNEZ BARRIO Intentar la fonnaeién de nn Oobierne con base parlamentarla republieana y prolongar la vida de las actuales Cortes. S^ falta esa base o si, para formarla hay que pactar con grupos no republicanos, habría que buscar la concentración de los grupos republicanos. R i c o AtELLO Si no es posible la conéniwción de un Gobierno que pudiera aprobar el Presupuesto y la ley Electoral, debe intentárst la, formación de uno, netamente republicano, eminentemente republicano, constituido por s e ^ r e s desde la extrema derecha a la extrema iziguierda de ese matiz. ALBA Amplió su consulta anterior en vista de la actitud de los distintos grupos parlamentarios GIL ROBLES Aclaró algunos extrem^ de su consulta de ayer y puntualizó la actitud a seguir por la minoria popular agraria en relación con la solución de la crisis. < Entre los periódicos españoles que coquetean con el socialismo creyendo inocentemente que de ese modo aumentan el número de sus lectores, se ha pusto de moda estos días tratar de la situación económica de Italia. Y se ocupan en ese asunto, porque la lira ha flaqueado ligeramente de precio en los mercados internacionales y para defender su cotización .se han decretado algunas rebajas de sueldos, salarlos y rentas a fin de restablecer el equilibrio económico y el del Presupuesto del Estado. A medidas tan sencillas, se las califica hiperbólicamente de draconianas y se estima como el principio del fracaso económico del fascismo y El señor Martínez Barrü» dice debe intentarse hasta la quiebra del contrato tácito que los obre- constituir un Gobierno cea base parlamentaria ros Italianos habían celebrado con Mussollnl cerepublicana y prolongar la vida de las Cortes Pocos minutos antes de las diez llegó al Paladiendo su primogenitura de desórdenes públicos por el plato de lentejas de los jornales elevados. cio Nacional el Presidente de la República. A las diez y media, hora en quf habla sido citado, llePara quienes hayan seguido con alguna aten- gó el expresidente del c|)nseío, señor Martínez ción la crisis económica que sufre el mundo en Barrio, quien tardó en evacuar su consulta cerca general desde fines de 1929, todas estas suposicio- de tres cuartos de hora. | Al sallr> íaoUitó a los ln|firm&dores 1& siguiente nes tienen que parecer harto atrevidas y aventu- •noter ; .\} • ir 'i radas. Lo que Italia acaba de decretar no puede «Mientrító exlita esperiÉ!» de conatituir un calificarse de draconiano al lado de lo que está Gobierno con base parlamentaria republicana dtxíretado y vigente hace varios años en Rusia, creo que su formación debe intentexse y prolonvida de laS actuales Cortes. ni siquiera si se compara con la reacción vigoro- garSi laesa base faltara, o M para formarla fuera sa que, contra el socialismo tuvo Inglaterra el obligado pactar con g r u ^ s parlamentarlos que año 1931, ni con la moratoria general de pagos no Imyan .reconocido y aápitado la República, esextraHiJeros implantada en Alemania cuando los tañase en la necesidad <|e cambiar el rumbo y el Poder a una -soncentracita de todos radleales-kwlallsta^, lil al laftcr de los 4CP0 mi- otorgar lo« «rupos r^«blicaiK». UoneB de econotoia que f'rancla ha implantado No Juzgo oportuno momentáneamente la disoconfesando el fracaso de su parlamentarismo. lución de la Cámara, pero hay que examinar y Lo que ocurre es que cuando la economía na- admitir la posibilidad de esa resolución, previniéndose asi las dificultades que la realidad procional de un país se aparta de los moldes clásicos cure.» de la economía liberal y capitalista para entrar Los informadores preguntaron al señor Martíen las incógnitas órbitas dé la economía dirigida, nez Barrio si creía que la crisis quedaría resuelta «¿Dónde estás, democracia?», pregunta «El Soen el día de hoy. cialista», y la respuesta no es difícil. La demo- todas las medidas que se adopten para hacer —Nada puedo decirles a ustedes—contestó—, frente a los tiempos difíciles han de parecer forcracia está en el Parlamento cuando éste no está pues eso es un asunto que a mí no me compete. —¿Y quién cree usted que ser^ la persona en<llvorclado de la opinión pública. Y ese divorcio zosamente algo arbitrarias. En los tiempos de tormenta económica sólo cargada de formar Gobierno? patente y flagrante durante la desdichada vi—De esto no he'hablado nada, como ustedes ^a de las Constituyentes—en este momento no pueden seguirse dos caminos: el de la inflación de comprenderán, con el Prssidente de la República. existe. El Presidente de la República se ha visto medios de pago, y el de la deflación. El primero, Llegada a Palacio de los señores Rico Avello y obligado a reconocer en su famoso alegato que como procedimiento que es de la trampa adelanAlba las actuales Cortes están «en contacto inmediato te, resulta mucho más cómodo y fácil, porque el Pocos minutos después de salir el señor Mary con origen reciente respecto de la opinión pú- crédito de un Estado moderno permite tales ma- tínez Barrio llegó a Palacio el alto comisario, selabarismos que prácticamente no se le ve el fin ñor Rico Avello. blica». Los periodistas le dijeron que su nombre sahasta que transcurre bastante tiempo. Ese siste«Heraldo de Madrid», en grandes titulares, denaba como el de la persona encargada de formar cía ayer: «La crisis de la amnistía ha puesto de ma es el que han adoptado las democracias de- Gobierno. relieve una pugna entre las Cortes actuales—^por magógicas que en definitiva no han conseguido su sentido derechista e impunista—y la jefatu- sacar adelante el menor bienestar económico de ra del Estado, fiel guardadora de las esencias sus masas. El otro procedimiento de reducir los gastos púconstitucionales». Ahora bien, la ley de Amnisblicos y privados, aumentar los impuestos, redutía figuró en los programas electorales de las CONSULTAS íuerzas triunfantes como medida a tomar tan cir los precios de coste y reducir el tren de vida Durante la tramitüción de una de las pronto se reunieran las Cortes. Si existe alguna de la mayoría de los ciudadanos, resulta dificilípasadas crisis fueron llamados a Palacio ley dictada desde el advenimiento de la Repú- simo y desagradable, por lo mismo que es lo únilos dadores Hernando y Marañón. blica que haya sido querida y votada por el pue- co serlo y racional para salir adelante a los tiemSe decía que esta vez iban a ser conpos de bonanzas. l>lo lo es la de Amnistía. La Constitución, el Essultados los doctores Lafora y Vallejo Nújera. Ejemplo de esa conducta difícil y de sacrificio tatuto de Cataluña, la ley de Congregaciones y ¡Eh FUEGO ESi BELLO! lemas disposiciones fundamentales dictadas por le ofrece espléndido Inglaterr|i con su esfuerzo Como protesta contra el acto de El Eslas Constituyentes eran totalmente desconoci- fiscal en 1918 y con su política de economías en corial, ese fondo lírico de la rasa catala.'las, incluso en sus líneas fundamentales, por los 1931, a la que pudo llegarse porque dos socialisna que hoy, más que nunca, muestra ciertas calificados, los señores Mac Donald y Snowden electores de junio de 1931. ta» inclinaciones por lo inflamable, ha dese sintieron Ingleses antes que socialistas, y abancidido encender grandes hogueras en las La «esencia» fundamental y básica de toda demontañas de los cuatro costmdos de Geniocracia es la voluntad popular y así lo recono- donaron sus antiguos engaflosos ideales. rona. Francia trate de imitar ese ejemplo en cuanto ce la Constitución vigente al definir en su arEsperamos con emoción que un día pienun escándalo de corrupción política le ha permitículo primero que: «España es una República se hoicer una protéHa asi la Casa del Pueblo, ardiendo por los cuatro costados, pademocrática de trabajadores de toda clase, que tido sacudir el yugo de ciertos grupos parlamenra, que se fastidien los de El Escorial. Se organiza en régimen de libertad y de Justicia. tarlos, decidiéndose a legislar por decreto. Y, finalmente, Italia también aceptó esas misEL MAL MENOR Y EL MAYO/ Los poderes de todos sus órganos emanan del mas normas después de su estabilización monetaEl Socialista se congratula de que El Pueblo.» Liberal coincida con él—¡nosotros tam ria, que ha mantenido con dignidad heroica, loCuando el Parlamento se divorcia de la oplbien!—en eso de que la teoría del mal me^ilón púbUca antes de concluir su mandato de- grando un desenvolvimiento económico que ha nor ha sido una vez más contraproducente. be ser disuelto por el Presidente de la Repú- causado el asombro de todos los visitantes exEl Socialista cree, sin duda, que debe blica. Y en el terreno de la más pura doctrina tranjeros en este Año Santo, máxime si se tiene formarse un Gobierno decididamente soPolítica también deben ser reemplazados los ti- en cuenta que se trata de un país que carece de cialista. O sea, que no .se puede comprentulares de los demás poderes cuando se encuen- primeras materias, lo que no ocurre a ninguna der mM claramente el mal mayor. No otra potencia de primera categoría. Si surgen, cabe duda. tran en pugna con el pueblo, de quien éstos como han surgido, algunas dificultades en el hónLAS LmRAS DE CARLOS emanan. relo camino emprendido, no pueden por ello teMARX Sin embargo, quienes, a raíz de un triunfo elec- merse de ningún modo un fracaso total del sisEl mismo periódico publica una noticia toral de carácter puramente administrativo, por tema. Por el contrario, las dificultades serán un de alio interés político. En negritas, pura que destaque más. La cosa es impre^ha interpretación contraria a todo principio de acicate más para mantener su gran disciplina sionante.derecho público, se adueñaron del Gobierno, al social, que tantas cosas ha logrado y que dista Nuevairiente nos dirigimos a nuestros Ser repetidamente desahuciados por el sufragio mucho de ser la dictadura postiza que.algunos corresponsales administrativos para rogar"^-«burgos podridos», vocales del Tribunal de Ga- suponen. les que atiendan la indicai;ión que les rantías, elecciones generales—no vacilan en imhacernos. iPor ningún motivo fl-ehen devolver las Pedir el paso por todos los medios a los favoreIietras que raensualmente les giramos, 'íidos por la confianza popular, de la que cons- Para suseribirse a LA ÉPOCA llame pues si comprenden que no deben pagarusted al teléfono número 129d3 titucionalmente deberían emanar todas los pola, por el lotai. delwn hacerla efectiva por la cantidad que importan los periódicos remitidos. «¿Se puede ser republicano, no en teoría, sino ,;\' lo Otro, para qué era? ¿Para el apeen la realidad española, sin ser revolucionarlo? ritivo de los líderes? No y no.» (De un artículo de Roberto Castrovido ¿EXTRAÑE7AS? en «El Liberal» de hoy.) El nusino órgano de la electri4:idaé aplic.oíta se horroriza áel grito pronunciado en la Cámara por don Honorio Maura. Estamos absolutamente de acuerdo. Es la misma tesis que hemos venido sosteniendo: La ver¿Qué dijo el séfíxk Hfbtíftíf ¿Viva el dadera Eepública es la de Azaña, con sus qu^bÉús ^é 1 ^ ^ ^ > deportaciones, oncarcelamientos, ReV? Pues ya vieron ustedes la aciitud turbas de maleantes operando bajo la protección del Poder público, persecuciones al sentimiendel eóm^añera Larfo, el del eslwo, ron to religioso, paro forzoso y su coronamiento de Casas Viejas. La variedad líbei^t por la que esel señor Maura: —Hombre, dice ust^d Viva el Rey ?/ lo tamos atravesando, coa sus diarios bombardeos de todas las capitales, seguidos por ataques de pisque debe decir es Viva la Monarquía... toleros en todas las esquinas, no satisface a los verdaderos republicanos, que 0iier«n volver a lo ¿Qué horror es ese élUonc.es, camarade antes. No basta que el VoAev publico deje en libertad a los criminales y a^^inos. Es preciso das? Y, en reaüdadl hahienño consejeros me los proteja. Y como tercera variedadjpn constante amenaza mientras dure-Ja República, la dr Estado, ^qué más les da a ustedes el Imperio que el Sooiet? dictadura del proletariado. Rusia, con sus millones do muertos por asesinato o ioanición. La mañana de hoy en Palacio Nuevas consultas y ampliaciones de ¿Dóide estás, democracie? ECOS DEL D Í A El señor Rico AveUo dijo al informador que le dirigió la pregunta: —¿Pero qué dice usted, hombre? Poco después llegó a Palacio el presidente de las Cortes, don Santiago Alba. Se limitó a decir a los informadores que venia a ampliar la consulta que habla evacuado el primer día del planteamiento de la crisis. Si no es posible la continuación de un Gobierno que pudiera aprobar el Presupuesto y la ley Electoral, debe intentarse la formación de un Gabinete netamente republicano, opina el señor Rico Avello Media hora escasa permaneció en la cámara presidencial el alto comisarlo de España en Marruecos, señor Rico Avello. Al salir dijo a los Iníormpadores: —El señor Presidente de la República me h a dispensado el honor de pedirme, en prtmer lugar, Informes de la situación actual del Protectorado en Marruecos, y he tenido la satisfacción de decirle que la situación en aquella zona es completamente satisfactoria, a reserva, claro está, de ampliarle este Informe con detalle sobre todo el problema de Marruecos, que le interesa conocer, según me dijo. Luego el Presidente de la República me hizo también el honor de preguntarme mi opinión sobre la situación política creada con el planteamiento de la crisis total. Naturalmente, alejado yo de Madrid, muy alejado, consagrada mi atención al problema de Marruecos, sin conocimiento debido del planteamiento y causas de la crisis y lejM del «chau-chau> madrileño, le he dicho, añadiendo a esto la consideración de que mi personas y mis consejos son extraordinariamente modestos, que si no era posi^ ble la continuación de un Ooblelmo que pudiera aprobar el Presupuesto y la ley Electoral, debía intentarse la formación de uno presidido por la persona que estimase conveniente el Jefe del Estado, netamente republicano, eminentemente republicano, constituido por sectores desde la extrema derecha republicana a la extrema izquierda de este matiz. El señor Presidente de la República me ha rogado que aplace mi regreso a Marruecos un día o aos, para tener ocasión de hacerme algimas preguntas relativas a asuntos marroquíes. Los periodistas l^BlftftEoa, al d^br esto el señor Rico Avello, de que q«p*« «I i^Mad«nt& dft* la República siga pensazúio en gu« la pexisoaa más Indicada para presidir ese Gobierno habría de ser él, —^No (Hrean UKteáea tal-ceosa. No hay ni a^waw de eso. Ampliación de la consulta del señor Olí Robles Po(»> después de »iiif el Señor Rico Avello llegó a Palacio ei señor dll Robles. Dijo a los periodistas que venía requerido por el Jefe del Estado para ampliar la consulta que evacuó ayer. El presidente de la Cámara amplía su consulta, en vista de la actitud de los distintos grupos parlamentarios Al salir el señor Alba de ampliar su consulta dijo a los periodistas: —Terminadas las ramsvatas, S. E. tñ. Presidente de la República deseaba conocer algunas ampliaciones de mi pensamiento, como presidente de la Cámara, en vista de la actitud de los diferentes grupos parlamentarlos. Se la he expuesto con toda lealtad y absoluto desinterés, y confío, como siempre, en el acierto y el patriotismo del señor Presidente, al cual ayudaremos resueltamente todos los republicanos. —¿Cree usted que este mañana será encargado alguien de formar Gobierno? —Así lo espero y creo que dentro de poco será d^lgnada esa perEK)na. —¿Quién cree usted que será? —De eso nada puedo decir, pues no se lo he preguntado, por no crerlo correcto, al Presidente de la República. El señor Gil Robles manifiesta que ha ampliado la consulta de ayer, aclarando alfoni» extremos A las doce y cuarto terminó de ampliar su corusulta el señor QU Robl^. Al salir, respondiendo a preguntas de los informadores, dijo: —m señor Presidente de la República me ha llamado para ampliar la consulta que evacué ayer. l& conversación que hemos sostenido se ha referido a puntualizar ciertos extremos de la actitud a seguir por la minoría popular agraria, relacionados con la solución de la crisis. Como es natural, nuaitara aotlttBi, en to esencial, es la comunicada en la consulta que evacué ajrer y de la que luego di cuenta a ustedes. No insisto sobre ella, porque lo fundamental está allí expresado y solamente hoy he hecho la aclaración a algunos extremos. Después dijo, contestando a preguntas de un informador, que estimaba que en la mañana de hoy quedaría designada la persona que ha de formar Gobierno. —¿Si a la minoría de Acción Popular se la requiriese para dar algún mlnislaro, qué haría? —Todo cuanto tenía que decir lo hice ayer, y ya les digo que en lo fundamental mantengo todo lo manlfesta£to. El Presidente de la República da cuenta al jefe del Gobierno dimisionario del resultado de las consultas El señor Alcalá Zamuts «e propone encargar la formación de un Gobierno que continúe la política de concUiaeión repnMlcana iniciada por el Gabio^e Lerroux Desde las doce y media hasta la una y cinco permaneció el jefe del Gobierno dimisionario, señor Lerroux, conferenciando con el Presidente. Al saUr dijo a los Informadores: —S. K. el señor Presidente de la República ha tenido la bondad de comunicarme el juicio que ha formado como resultancia de las consultas que ha hecho a las disttntas represntaciones políticas que han acudido a darle su opinión y escuchar su consejo. Como resultante de todas ellas, el señor rtestdente, que todavía no tiene tomada una restrfiKión definitiva, me ha anunciado que esta tarde se proponía confiar a persona que todavía no tienen determinada, el encargo de formar Gobierno, con el objeto de que constituya uno semejante al pasado, que continúe la política de conciliación republicana como estaba realizando el Gobierno que yo tuve el ho^ ñor de presidir. Es posible que esta misma tarde S. E. me haga todavía el honor de algima nueva consulta.«No hay que decir que yo me he puesto a disposición del Presidente en representación del partido radical y en servicio de la República y de la Patria, que son mis dos grandes preocupaciones. —¿A qué hora cree ttsted que será requerido nuevamente? —No lo sé. El Presidente de la República me ha preguntado dónde me encontraré de dos a tres. Yo le he dicho que almuerzo en comida de despedida con el Gobierno dimisionario en el Ministerio de Marina, y allí es posible que me mande recado. Con esto que digo no quiero decir que el ser llamado slgnlílque que esto sea una promesa ni un compromiso. Los términos de la ¿onsuUa del señor Lerroux Un informador preguntó al señor Lerroux si ya podía hacer público el consejo que había dado sobre la solución de la crisis al Presidente de la República, y contestó: —Al evacuar mi consulta yo me expresé en los tórminos que ahora tienen realidad. Es decir, la necesidad de un Gobierno a base del partido radical. Como les dije a ustedes el otro día, el hacer público este consejo me hubiera parecido una coacción, no sólo a S. E., sino sobre las demás personalidades que han venido y que veri con más o menos simpatía al partido radical. Y yo, señores, por ser viejo, tengo un gran respeto a las opiniones de los demás y procuro proceder siempre con la delicadeza necesaria para no coaccionar ni molestar a nadie. " i ? ^ ^^^'^ l"« ^1 finalizar la tarde estará constituido el nuevo Gobierno? —Yo creo que sí. Todo lo que tenia previsto se ha cumplido y, por tanto, hice muy bien en no aceptar la interpelación de los socialistas en el Congreso. Entre los días de tramitación de crisis y los que faltan para presentarse al Parlamento hay los bastantes para que se tranquilicen los espíritus y se restablezca la normalidad parlamentaria, porque así el próximo día ya los espíritus estarán más serenos y tranquilos y se podrá hacer una labor útil. El señor Lerroux dice que no volverá al Poder Un periodista que no había llegado a conocer toda la referencia facilitada por el señor Lerroux se acercó a él preguntándole, en la creencia de que había sido encargado de formar Gobierno, qué gestiones se proponía realizar. El señor Lerroux, vivo e indignado, replicó: —¿Qué gestiones voy yo a hacer? Yo no soy un «pipiólo» al que se pueden hacer estas preguntas. Vo^ solamente a tomar un «vermouth» para comer bien. Yo ya estoy liberado de esta éarga. Pueden ustedes decirlo, para que se enteren todas las fieras revolucionarías a quienes preocupaba tanto que Lerroux volviese al Poder. Que no se preocupen, que no vuelvo. Después añadió: , . *-*Nl &m^ eneargado de férmíur Oeferfwj, ni quiero. . Es llamado -a. PalsMrio M feñor iamper A las dos menos veinte comunicaron a los i ^ rlodistas del Negociado de Prensa de la Residencia, que el señor Presidente habla requerido la presencia de mía personalidad, que vendría dentro de breves momentos. Esta persona, a quien no se encuentra en este momento, vendrá solamente a facilitar unos datos al Jefe del Estado, pero no a evacuar consulta. Más tarde, los periodistas pudieron saber que la persona requerida era el ministro de Industria, dimisionario, señor Samper. El ministro dimisionarlo de Industria, don Ricardo Samper, es encargado de formar Gobierno de amplia concentración de partidos, manifiestamente republicanos Próximamente a las doce menos cuarto llegó m Palacio el señor Samper. Dijo a los periodistas que había sido llamado por el Presidente de la República sin saber para qué, pero que suponía que sería para cambiar impresiones. Algo más de media hora duró la entrevista. Al salir dijo: —Su excelencia ha tenido la bondad de confiarme el encargo de formar Gobierno, terminadas las consultas, el Presidente de la RepttbÜca ha entendido que al interés de éstas convenia la formación de un nuevo Gobierno que se proponga, con la colaboración de las Cortes, seguir una política de conciliación nacional y defensa de la República, y dar solución a los problemas económicos sociales y de legislación complementaria de la fundamental, que están planteados. El encargo para formar ese nuevo Gobierno es con amplia concentración de partidos manifiestamente republicanos. Los periodistas le preguntaron qué gestiones se proponía realizar. —La primera—dijo—es entrevistarme con el señor Lerroux. Voy al Ministerio de Marina, donde tendré con éi un cambio de impresiones. —¿Qué limite tendrá a la derecha el nuevo Gobierno que usted se propone formar? —^Le ruego me perdone no conteste a ninguna pregunta, hasta que tenga una conversación con el señor Lerroux. La mañana en el Parlamento Siguen los comentarios.—Extrafteza por la dralg* nación del seAoi* Samper Esta macana aCTidieron al Congreso los mismos comentaristas de estos días pasados. Por el contrario de estos días, se esperaban las referencias de la calle, y todo el que llegaba era interrogado ansiosamente. Al conocersf, a última hora, la noticia de la desigHación del señor Samper para formar (iobiarno, produjo verdadera extrafleza. El jefe de la Esquerra, al conocer la referencia, dijo: . ., —No puede ser. Lo habrá llamado don Niceío para almorzar juntos. Pues, de no ser así, no se explica... Los diputados socialistas presentes se mostra• han asimismo soi'prendidos de la llamada del señor Samper. Algunos exclamaban: —¡Pero estaremos todos locos! Se relime la minoría radical y acusrda ratificar su adhesión al seAor Lerroux .\ las doce quedó reunida la minoría radical, íisistitrido los señores .Miii'líiiL'Z Barrio, Marraci>, Kwlia, Guaría del llío, Sahi/.ar Alo[\so y Samper. prrsidió el sfiñor.l"lo<.ha, que salió antes de terniÍTiar las deliberaciones, diciendo que .s»; niaruhaba al Ministerio <ie Marina, donde tenia, invitados a su* compafioroR de Goliicnio. _ A la una y iiiedia, liorii, en que te'rminó la rounión, í*e íát'iliLó a los •perniflistas la siguiente nota: <iLa minoría radical, quie Piempne estuvo identificada con su jeff, en <stos'sol^enm-es momentos en ique se ventilan los intVs graves probleniae de la R*púbJi(;a, lo ratifica su adhesión v suiwiviinat;ión, y le otorga *1 más sincero voto d'C <;un-