“Si yo pudiera, instalaría dispositivos ahorradores en las canillas de mi casa, pero como no puedo…” ¡Tómate el agua en serio! Si instalamos un dispositivo ahorrador en nuestras canillas, podemos reducir el consumo de agua hasta la mitad. “Si yo fuera el único que gasta agua cuando me cepillo los dientes, usaría un vaso en lugar de dejar la canilla abierta, pero como todos la desperdician…” ¡Tómate el agua en serio! Si utilizamos un vaso de agua cuando nos cepillamos los dientes, en lugar de dejar la llave abierta, ahorramos hasta 500 litros de agua al mes por persona. “Si yo viviera en el desierto, tendría que bañarme en menos tiempo, pero como vivo en una ciudad…” ¡Tómate el agua en serio! Si cerramos la llave al enjabonarnos y tomamos duchas de 3 minutos en lugar de 10 minutos, ahorramos unos 1750 litros de agua al mes por persona. “Si yo tuviera una finca, regaría las plantas con el agua sobrante del lavado de las frutas y verduras, pero como vivo en un apartamento…” ¡Tómate el agua en serio! Si utilizamos un recipiente con agua para lavar las frutas y verduras, en lugar de hacerlo con la llave abierta, ahorramos cerca de 120 litros al mes por familia. “Si me quedara sin agua una semana, recogería la lluvia o reutilizaría el agua de la lavadora para asear mi casa, pero como aquí siempre hay…” ¡Tómate el agua en serio! El agua que sobra de la lavadora puede reutilizarse para descargar el inodoro, lavar el carro o limpiar la casa. “Si mi barrio se inundara cuando llueve, no tiraría la basura a la calle, pero como vivo en un tercer piso…” ¡Tómate el agua en serio! Cuando tiramos basuras a la calle, el viento y la lluvia las arrastran a nuestro río y quebradas; provocando contaminación, taponamientos y riesgo de inundaciones. “Si yo pudiera evitar que los bosques desaparecieran, cuidaría las plantas y las fuentes de agua, pero como no puedo…” ¡Tómate el agua en serio! Nuestro río y quebradas son el hogar de millones de organismos que contribuyen al equilibrio del ambiente ¡Cuidarlos es responsabilidad de todos! “Si la quebrada del barrio se pusiera triste, no le arrojaría basuras, pero como el agua no siente...” !Tómate el agua en serio! Evitemos arrojar escombros, residuos sólidos y sustancias contaminantes a los ríos y quebradas, ya que deterioran la calidad del agua y ponen en riesgo nuestro bienestar.