1. De dónde vino y cómo nos llegó la Danza y el Pandero 2. Los pueblos primitivos Danzaban 3. No toda la Danza es grata a Dios 4. Las siete fiestas judías 5. Sacerdotes para estar en su presencia 6. El Pandero, instrumento de guerra 1. De dónde vino y cómo nos llegó la Danza Volver al principio Para entender la magnitud de lo que significa la danza como medio de expresión, es necesario que nos remontemos hasta la época de la creación, porque hay congregaciones en las que no se cuenta con este ministerio, toda vez que su pastor o líder considera que la danza y el pandero no son más que una moda e incluso, se quedan sorprendidos cuando observan que dichas expresiones las estable Dios en la misma Biblia. EZEQUIEL 28:13 En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. El ministerio de la danza y el pandero no es una moda, sino una forma de alabar y adorar a Dios, de acuerdo a la enseñanza bíblica. Desde antes de la creación, ya existían las flautas y los tamboriles. El tamboril tiene otros nombres como “estambul”, “top” —que es una palabra de raíz hebrea, y es el pandero con parche o pandereta—. Conocemos todos los instrumentos que Dios dio a Lucero para alabar al Señor, pero éste cayó en soberbia y pretendió que lo alabarán a él. No olvidemos que antes de la caída está la soberbia. La arqueología, ciencia que estudia las culturas en relación con la antigüedad, afirma que difícilmente se podría marcar el tiempo en el que el hombre empezó a danzar, lo que quiere decir que, tal vez, siempre lo ha hecho. El escritor alemán Keler Werner escribió un libro —de la Editorial Omega— llamado: Y la Biblia tenía razón, en el cual cuenta que al leer las Escrituras lo hacía como un libro de cultura general, no le daba ninguna importancia especial, como sí lo hacemos nosotros; el problema de los arqueólogos es que no hacen nada si no ven que el marco cronológico, genealógico, gráfico histórico, tiene una verdad. Werner pensó: “si la Biblia dice esto, tiene que existir”. Cuando leyó que los muros de Jericó se habían caído, se comunicó con otros compañeros, entre todos juntaron dinero para ir a los lugares que estaban marcados en la Biblia y al llegar a ellos excavaron para desmentir lo que decía ese libro. Pero, cuál no sería su sorpresa, cuando al cabo de varios años de ir de un lugar a otro, encontró todo lo que decían las Escrituras. La fe lo embargó, y escribió la obra mencionada. No encontró cómo contradecir la Palabra. 2. Los pueblos primitivos Danzaban Analizando las regiones arqueológicas existentes —como las que tienen pinturas en las cuevas— se llega a la conclusión de que todos los pueblos primitivos practicaron la danza, y que lo hicieron por los mismos motivos y de un modo semejante. Es aquí donde los incrédulos se preguntan: ¿no será que todos los pueblos han tenido un principio o propósito común? Nosotros sabemos que hemos sido creados por Dios, y que procedemos de un mismo tronco fuerte y poderoso; desde que aceptamos esto en nuestro corazón, sabemos que hemos pasado de creación a hijos, y la razón de ello es tener comunión con Dios, para alabarlo. Salmo 50:14 Sacrifica a Dios alabanza, y paga tus votos al Altísimo. La orden de Dios es clara, dale a Él tu alabanza. Salmo 113:1 Alabad, siervos de Jehová, alabad el nombre de Jehová. Todo siervo del Señor tiene que alabar a Dios siempre, en cualquier circunstancia. Las danzas antiguas de los pueblos primitivos, tanto en el Oriente, como en Europa y América, tocan aspectos cruciales de la existencia del hombre, como el nacimiento, la muerte, el amor, la enfermedad y el ciclo interminable del día y la noche. La danza siempre ha sido expresión de esperanza; danzando, la humanidad ha esperado recibir abundantes cosechas, hijos numerosos, victorias en las guerras, fecundidad en los animales, fertilidad en los campos. Si analizamos la danza prehistórica, vemos que se pide todo esto, pero no a Dios, porque ellos creían en una diversidad de dioses, como el de la lluvia, del maíz, de la fertilidad, del sol y otros más. A falta de palabras, los pueblos primitivos expresaban sus emociones y deseos por medio de movimientos, saltos, giros, ademanes, manoteos, o encogiendo los hombros y estirando las manos, o a ritmo de las palmas y tambores. La danza tiene la virtud de expresar sin palabras los movimientos que son sutiles o inconscientes, por ejemplo, un alegre balanceo es expresión de gozo; pero como todos poseemos diferentes temperamentos, para algunas personas un balanceo significa que están sintiendo el gozo en la alabanza; otros necesitamos levantar los brazos, dar giros; algunos hermanos más, sólo hacen movimientos de un lado a otro, pues ésa es la forma en que ellos adoran a Dios. 3. No toda la Danza es grata a Dios Mateo 14:6-7 Pero cuando se celebraba el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio, y agradó a Herodes, 7por lo cual éste le prometió con juramento darle todo lo que pidiese. ¿Cómo habrá sido la danza como para que Herodes le haya cumplido lo que ella le pidió, y le entregara la cabeza de Juan el Bautista? Por eso hay que tener mucho cuidado en lo que se danza. Éxodo 32:19 Y aconteció que cuando él llegó al campamento, y vio el becerro y las danzas, ardió la ira de Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte. Podemos imaginar cómo adoraban al becerro de oro, con el erotismo y la sensualidad que tenían debido a todo lo que habían bebido; aquello era un desenfreno. Dios no se agradó con esa danza, donde además de hacerlo para la idolatría, había en los que la ejecutaban pasiones desordenadas. Gálatas 5:19-21Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a éstas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Si alguien anda en alguna de estas obras de la carne, no le será posible querer danzar para el Señor; el cuerpo no podrá alabarlo, no se dará el fluir del Espíritu Santo. Cuando alguien dice que tiene pecados “chiquitos” y cree que eso no le afecta en su comunión con Dios, está equivocado; su relación sí se deteriora y le obstaculiza danzar, necesita pedir perdón al Señor y cambiar, tal como lo establecen las Escrituras. Él es celoso y quiere sólo para Él la alabanza. La danza ha sido utilizada por el pueblo de Israel en forma individual y colectiva, como manifestación de gozo y regocijo, tanto en una secuencia memorizada, como en una expresión totalmente espontánea. En este pueblo se encuentran involucrados en la alabanza acontecimientos históricos y religiosos. En este último aspecto tienen muchas festividades para el Hijo de Dios que según ellos ha de venir, pues no aceptan a Jesucristo como el Mesías. 4. Las siete fiestas judías 1. Rosh Ha Shana. Es el año nuevo judío, y se festeja el 23 y el 24 de septiembre; eso resulta interesante porque se basa en el calendario lunar, mientras que el nuestro es gregoriano. En esta fiesta es cuando se recuerda que Abraham iba a sacrificar a Isaac, y a partir de aquí empiezan a contar los tiempos. Es una fiesta en donde llevan a cabo cierto tipo de danzas. 2. Sucot. Es la fiesta de los tabernáculos; hay danzas; las mujeres llevan canastos con fruta de la cosecha y de todo aquello que se recolecta. Al danzar dan gracias a Dios por lo recolectado. 3. Hag Matan Tora. Es la festifivdad de la entrega de la Torá. La Tora es el pentateuco, son los primeros cinco libros del Antiguo Testamento. Para el pueblo judío es muy importante recordar el día que Dios entregó la Torá, que significa instrucción, enseñanza. Ellos estudian la Tora como nosotros la Biblia, con la diferencia de que ellos no tienen el Nuevo Testamento porque creen que el Mesías aun no ha venido. Para esta fiesta también hay danzas, que tienen como propósito dar gracias a Dios por su Palabra. 4. Iom Kipur. Es el día de la expiación o perdón, festividad que se realiza como Dios la estableció en la antigüedad, porque aún esperan al Mesías. Durante todo el día le piden perdón a Dios por sus pecados; a nosotros Dios nos ha revelado la verdad del Señor Jesucristo, por medio de quien alcanzamos el perdón de los pecados. 5. Shavuot. Es la fiesta de Pentecostés, de las primicias; es cuando tienen que presentar ante Dios toda primicia, aún lo primogénito. 6. Pesaj. La Pascua celebra el día que Dios sacó a su pueblo Israel de la esclavitud en la que vivía en Egipto. Para nosotros, el Señor Jesucristo es nuestra Pascua, porque él nos sacó también de la esclavitud, del pecado. 7. Januca. Es la fiesta de las luces o luminarias, porque la cantidad de aceite que normalmente alcanzaba para mantener encendida la Menorá durante un solo día, milagrosamente ardió durante ocho días hasta que se pudo elaborar nuevo aceite puro. 5. Sacerdotes para estar en su presencia A nosotros nos toca aprender la manera en que debemos danzar delante de Dios para agradarle; no es danzar por danzar. Debemos recordar que el Señor nos hizo sacerdotes para ministrar en su presencia, y todo tiene que hacerse dentro de lo que Él establece, sobre todo, en el tiempo preciso para estar en su orden. Eclesiastés 3:4 Tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar. Tenemos que danzar en el tiempo preciso. 1 Crónicas 25:6-7 Y todos éstos estaban bajo la dirección de su padre en la música, en la casa de Jehová, con címbalos, salterios y arpas, para el ministerio del templo de Dios. Asaf, Jedutún y Hemán estaban por disposición del rey. 7Y el número de ellos, con sus hermanos, instruidos en el canto para Jehová, todos los aptos, fue doscientos ochenta y ocho. Ser aptos es estar preparados para tomar cualquier ministerio, no sólo para danzar; todos somos aptos para algo, algunos para la danza, otros para la predicación o el evangelismo; algunos más, para tocar instrumentos, lo importante que todos aprendamos danza para alabar a Dios. Debemos ser instruidos en la danza, abrir nuestros ojos y corazón para ser aptos; eso no es sencillo porque, en términos generales, preferimos dedicarnos a otras cosas, como descansar, ver televisión, charlar con algún amigo, o cualquier otra, en vez de escudriñar la Palabra. Hay personas que dicen: “no puedo danzar porque estoy muy grande de edad, y eso es para los jóvenes”. Salmo 148:12-14 Los jóvenes y también las doncellas, los ancianos y los niños. 13Alaben el nombre de Jehová, porque sólo su nombre es enaltecido. Su gloria es sobre tierra y cielos. 14El ha exaltado el poderío de su pueblo; alábenle todos sus santos, los hijos de Israel, el pueblo a él cercano. Aleluya. De acuerdo con la Palabra, no hay edad para alabar y danzar al Señor; el problema es que hay quienes piensan que harán el ridículo, sin embargo, Dios no se fija en la edad o en la condición física, Él nos ama como somos. Si te esfuerzas y eres valiente, como dice en Josué 1:8, Dios te llenará de su unción y bendición. Cierta vez, una hermana que tenía más de 45 años empezó a aprender a tocar el pandero, pero el Pastor de su iglesia le dijo que se saliera “porque ya estaba vieja” y no tenía nada qué hacer con las jovencitas. Ella no sólo se salió del grupo, sino también de esa iglesia y se fue a otra donde pudo aprender a tocar el pandero y a danzar para Dios. En la actualidad, en esa iglesia, ella da clases de pandero y danza. Dios se goza cuando danzas con todo tu amor para Él; danzar es cantar con el cuerpo, es hacer música en silencio, es volcar el alma a través de las manos y los pies, es dibujar con movimientos las intenciones del corazón. 6. El Pandero, instrumento de guerra Al suceder esto, Dios otorgó a la humanidad el privilegio de alabarlo, y para ello le dio los instrumentos necesarios para cantar su gloria y honra. y no sólo esto, sino que la alabanza se convirtió en un azote para el enemigo. El Señor nos da el privilegio de tocar nosotros mismos los instrumentos, y cuando lo hacemos con el pandero es como si descargáramos golpes sobre Satanás. A Satanás no le gusta que alabemos a Dios, no lo soporta. Isaías 30:32 Y cada golpe de la vara justiciera que asiente Jehová sobre él, será con panderos y con las arpas; y en batalla tumultuosa peleará contra ellos. Como cristianos, gozamos al saber que entramos en la guerra espiritual y estamos sobre el enemigo; que lo golpeamos cada vez que tocamos el pandero. m m m m m m m m m