Tiempo Ordinario. Domingo 20. Asunción de María

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Servicio Litúrgico Dominical
Domingo 20. Asunción de María (Ciclo C )
Edita: musicaliturgica.com
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A G O S T O
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ASUNTA EN CUERPO Y ALMA
Durante siglos se ha presentado a María como la mujer ideal,
y se ha utilizado su actitud de obediencia a Dios para justificar
el sometimiento de la mujer a su marido. Sin embargo, María
no es un modelo para la mujer, sino para todos los creyentes.
El Apocalipsis la presenta como figura de la Iglesia y el Evangelio, ensalza la fe de María que, lejos de justificar la subordinación al hombre, es una actitud de protesta contra el domino
del hombre sobre el hombre. La Asunción de María en cuerpo
y alma a los cielos es un anticipo de la nueva creación. El todopoderoso despliega su brazo para ensalzar a los humildes y
dispersar a los soberbios, también para elevar la humildad de
nuestra carne. Y la resurrección de la carne está inseparablemente unida a la exaltación de los humildes.
LITURGIA DEL DOMINGO 19 DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO C)
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Apocalipsis 11, 19; 12, 1-6. 10
Y se abrió el Santuario de Dios en el cielo, y apareció el arca de su alianza en el Santuario, y
se produjeron relámpagos, y fragor, y truenos, y temblor de tierra y fuerte granizada.
Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y
una corona de doce estrellas sobre su cabeza; está encinta, y grita con los dolores de parto y
con el tormento de dar a luz. Y apareció otra señal en el cielo: Un gran Dragón rojo, con siete
cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas siete diademas. Su cola arrastra la tercera parte de las estrellas de cielo y las precipitó sobre la tierra. El Dragón se detuvo delante de la
Mujer que iba a dar a luz, para devorar a su Hijo en cuanto lo diera a luz. La Mujer dio a luz a
un Hijo varón, el que ha de regir todas las naciones con cetro de hierro; y su hijo fue arrebatado hasta Dios y hasta su trono. Y la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar preparado
por Dios para ser allí alimentada doscientos sesenta días.
Oí entonces una fuerte voz que decía en el cielo: "Ahora ya ha llegado la salvación, el poder
y el reinado de nuestro Dios y la potestad de su Cristo, porque ha sido arrojado el acusador
de nuestros hermanos, el que nos acusaba día y noche delante de nuestro Dios."
SALMO 44, 10. 11-12. 16.
R/ De pie a tu derecha está la reina enjoyada con oro de Ofir.
Hijas de reyes salen a tu encuentro, / de pie a tu derecha está la reina, / enjoyada con oro de Ofir / R
Escucha, hija, mira: inclina el oído, /olvida ti pueblo y la casa paterna; /
prendado está el rey a tu belleza: / póstrate ante él, que él es tu Señor. / R
Las traen entre alegría y algazara, / van entrando en el palacio real./ R
SEGUNDA LECTURA Carta de S. Pablo a los Corintios 15, 20-27
Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos como primicias de los que durmieron. Porque,
habiendo venido por un hombre la muerte, también por un hombre viene la resurrección de los
muertos. Pues del mismo modo que en Adán mueren todos, así también revivirán en Cristo.
Pero cada cual en su rango: Cristo como primicias; luego los de Cristo en su Venida. Luego, el
fin, cuando entregue a Dios Padre el Reino, después de haber destruido todo Principado, Dominación y Potestad. Porque debe él reinar hasta que ponga a todos sus enemigos bajo sus pies.
El último enemigo en ser destruido será la Muerte. Porque ha sometido todas las cosas bajo
sus pies. Mas cuando diga que "todo está sometido", es evidente que se excluye a Aquel que
ha sometido a él todas las cosas.
CANTOS PARA LA CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA
Entrada: Hija del pueblo, Maria CLN 327; Santa Maria del camino; Hija de Sión. Cantos varios.
Introito en Latin: Signum magnum
Misa : De Angelis
Salmo y Aleluya : De pie a tu derecha está la reina (Propio)
Ofertorio. Los rosales en flor; Tomad Virgen pura. Cantos varios
Comunión. Cerca de ti, Señor. CLN 702; El Señor hizo en mí maravillas. Canta mi alma al Señor
Final: Salve Regina. CLN. 302. Madre de nuestra alegría. CLN. 317
El Magníficat es un cántico resurreccional porque anuncia que Dios destroza los planes destructores
de los que oprimen al mundo y explotan a la humanidad. La fe en la Asunción de María es esencialmente un compromiso a favor del cambio radical de unas estructuras empecatadas.
EVANGELIO DE San Lucas 1, 39-56
En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la
región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de
Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e
Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran
voz, dijo: "Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu
seno; y de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a
mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la vos de tu saludo,
saltó de gozo el niño en mi seno. Feliz la que ha creído que
se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!
Y dijo María: Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso,
Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón. Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó
de bienes y despidió a los ricos sin nada. Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia como lo había anunciado a nuestros padres- en favor de Abraham y de su linaje por
los siglos."
Virgen pura, hoy quiere Dios
Que subáis del suelo al Cielo,
Pues cuando quisisteis vos,
Él bajó del Cielo al suelo.
Si en la tierra daros quiso
Dios del bien que allá tenía,
¿Qué os dará en el paraíso,
Donde todo es alegría?
El amor vuestro y de Dios
Hoy se encuentran en el vuelo,
Pues por Él a Dios vais vos,
Y Él a vos vino del Cielo.
El Padre os da la corona,
El Hijo su diestra mano,
Y la Tercera Persona
Os da su amor soberano.
Alcanzáis, Virgen, de Dios
Premios, honras y consuelo,
Y por Él sois Cielo vos,
Y Él por vos hombre en el suelo.
Juan López de Úbeda
ASUNCION DE LA VIRGEN MARIA
En cierta ocasión un deportista, después de haber dado más que
suficientes muestras de su gran juego en el deporte, fue llamado
por el Presidente del Comité Internacional Olímpico y le dijo: “sube
a este estrado para que todo el mundo reconozca tus méritos y tu
buena deportividad”. El deportista sonrojado contestó:
“¿yo?... no merezco tales honores... he sido uno más en el equipo.”
El máximo responsable deportivo le apostilló: “has sido uno más...
pero tu humildad y tu saber jugar en equipo, tu honestidad y tu nobleza, tu valentía y tu dar cabida a los otros... han hecho algo nunca visto en el terreno de juego”. El deportista, en medio de una
fuerte ovación general, fue obligado a subir escaleras arriba a un
gran estrado preparado para los triunfadores.
En el corazón del verano María atraviesa las nubes y las estrellas,
el sol y la luna para ser coronada por el mismo Dios: ES EL DIA DE
SU ASUNCIÓN
Es elevada hacia la presencia del Padre porque supo estar con el
corazón del hombre.
Asciende hacia una realidad que nos trasciende porque vivió y convivió en medio de la condición humana.
Hoy, María, es puesta sobre el podium de la fe. Es ceñida con aquella medalla que, lejos de brillar en oro y plata, resplandece adornada por las estrellas que la hicieron grande en la tierra: ¡Miremos
hacia el cielo!. Tal vez, si lo hacemos con los ojos de la Fe, veremos
que María marca un sendero entre el cielo y la tierra por el que todos estamos llamados a subir y contemplar lo que Ella misma hoy
nos descubre: LA GLORIA DEL MISMO DIOS.
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