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Harald Wagemann M. 1
Maria Inés González A 2
En el número anterior de esta revista se
entregaron antecedentes sobre la preparación del suelo para establecer almácigos
de hortalizas. En esta segunda parte nos
referiremos a la siembra y manejo de la
almaciguera.
CUADRO 1. Productos químicos
recomendados para desinfección
de semillas de almácigos
DESINFECCION DE SEMILLAS
Durante la emergencia de las plantas,
éstas son muy susceptibles al ataque de
hongos que producen la "caída de
almácigos'', que normalmente ocasionan
grandes pérdidas. Aunque el suelo haya
sido tratado es indicado desinfectar la
semilla, especialmente si éstas son producidas por el mismo agricultor, ya que
generalmente las que se adquieren en el
comercio vienen ya tratados con algún
fungicida. Los productos más recomendables se indican en el Cuadro 1, los que
deberían ser usados de acuerdo a las instrucciones del fabricante.
SISTEMAS DE SIEMBRA
Y DOSIS DE SEMILLA
Los almácigos pueden sembrarse al voleo
o en líneas; por las claras ventajas de este
último nos referiremos a este sistema.
11ng. Agrónomo, Prog. Transferencia de Tecnología.
21ng. Agrónomo, Instituto de Educación Rural, Chillán.
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La siembra en línea tiene como ventajas la
facilidad de dosificar la semilla (Cuadro 2)
lográndose una buena distribución, por lo
que se simplifica consiaerablemente el
control de malezas; se obtienen además
plantas muy parejas en cuanto a vigor,
grosor del tallo y sistema radicular, debido
a que la competencia entre ellas por luz,
agua y nutrientes baja considerablemente,
IPA OUILAMAPU Nª 49, 1991
podría además disminuir el problema de
"caída de almácigos" al haber una mejor
aireación entre las hileras. Sin embargo,
requiere más mano de obra y una mayor
superficie en comparación al sistema al
voleo. A pesar de estos aspectos negativos, se debe procurar sembrar de ésta
manera.
SIEMBRA
Una vez que las canchas han sido confeccionadas, el suelo fertilizado, nivelado,
mullido y desinfectado, se da un riego para
proporcionar la humedad adecuada para
obtener una buena germinación. A continuación se procede a trazar los surcos, en
los que de depositará la semilla, a la profundidad indicada (Cuadro 2), en el sentido perpendicular a la cancha. Para tal
efecto se usa un marco rayador el que se
presiona contra el suelo (Foto 1).
CUADRO 2. Epoca, cantidad de semilla requerida por metro cuadrado de almácigo,
metros cuadrados requeridos para sembrar una hectárea, profundidad de siembra,
semilla necesaria para una hectárea y rendimiento de plantas por metro cuadrado.
VII y VIII Regiones
Almá-
m2
cigo
para
1 ha
Cantidad
2
Acelga
Achicoria
Profun..
didad de
siembra
(cm)
Enero-febrero
3
1
Julio-agosto
*Valenciana y Sintética 14.
IPA QUILAMAPU NO 49, 1991
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Foto 1. Trazado de
surcos con el marco
rayador (Foto: H.
Wagemann).
El marco rayador es una estructura de
madera compuesta por tres listones de 1 x
3 pulgadas por 1,1 metro de largo, a los
cuales se le pegan varios listones de forma
triangular de 1 pulgada de ancho y 1,2
metros de longitud, separados a 10 ó 12
centímetros entre sí, dependiendo de la
especie hortícola que se va a sembrar.
En los surcos formados por el marco
rayador se distribuye la semilla a mano
(Foto 2) aplicando la dosis por metro cua~
drado recomendada, luego se tapa con
una capa de tierra desinfectada cuyo es pe-
sor no exceda a un centímetro, o bien con
los dedos se comprimen los costados del
surco; también se puede recurrir a un ras~
trillo liviano, que remueva ligeramente la
superficie, para finalmente apisonar leve~
mente el área sembrada.
El "pisónll es un palo en cuyo extremo se
clava una tabla de 1 pulgada de 30x30
centímetros; su uso evita que queden
bolsas de aire y se logra una buena adherencia de la semilla a la tierra, asegurándose de esta forma una adecuada
emergencia.
Foto 2.
Siembra de
semillas en el
surco.
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IPA OUILAMAPU N2 49, 1991
ALMACIGOS CUBIERTOS
CON TUNEL DE POLIETILENO
O AL AIRE LIBRE
Los almácigos, según la especie que se
trate, se realizan durante todo el año, ya
sea al aire libre o bajo plástico.
Para la mayoría de las hortalizas basta el
uso del primer tipo. Los almácigos cubiertos o protegidos se utilizan con hortalizas
susceptibles a las bajas temperaturas o
daños por heladas, cuyos cultivos deben
iniciarse en los meses fríos.
Como material de cubierta, por su facilidad
de manejo y economía es ampliamente
usado el polietileno de O, 1 milímetros de
grosor y 2 metros de ancho.
Para su instalación se utilizan indistintamente fierros de 3/16 6 1/4 pulgadas,
alambre acerado de 2 milímetros o incluso
varillas de mimbre de 2,2 a 2,5 metros de
largo, cuyos extremos se entierran en los
costados de la cancha generando un arco
de 50 a 60 cm de altura en el centro, debiendo estar separados a 1,5 metros entre
sí. Sobre éstos se extiende el plástico cu·
briendo con tierra los extremos y el borde
del lado desde donde viene el viento predominante; para fijar el otro borde se
pueden usar pesos (tierra o piedras), lo
que permite que éste pueda ser levantado
parcial o totalmente en ocasiones que por
excesos de temperatura sea recomendable (Foto 3).
Previo a la emergencia de las plantas, la
almaciguera se descubre sólo para regar,
posteriormente y siempre que el clima lo
permita, se destapa parcial o totalmente
desde media mañana hasta aproxima~
damente las 16 horas.
Dos semanas antes de la arranca de plantas, se comienza a levantar el plástico
gradualmente hasta retirarlos completamente, con el objeto de "endurecerlas" y
facilitar su adaptación a las condiciones
climáticas del lugar en que serán trasplantadas.
Foto 3. Túnel de almácigos de hortalizas.
IPA QUILAMAPU Níl: 49, 1991
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RIEGO
El agua debe ser de buena calidad, libre de
semillas de malezas y microorganismos
que puedan infectar el almácigo, en lo
posible de pozo. Si usa agua de acequia,
se debe hacer pasar por un estanque o
tambor con el objeto que decanten las
semillas de malezas.
Es de vital importancia que el suelo cuente
con adecuada y permanente humedad,
especialmente en los inicios del almácigo,
para lograr que la germinación de la
semilla sea óptima; para tal efecto se debe
dar un riego 2 días antes de la siembra y
repetirlo 2 días después de ejecutada ésta.
Dependiendo de la capacidad de retención
de humedad del suelo y de la temperatura
ambiental, se puede continuar regando
cada 3 a 4 días.
El último riego se realiza 2-3 días previo a
la arranca de plantas, con el objetivo que
éstas no pierdan su turgencia y se puedan
arrancar fácilmente sin destruir el sistema
radicular.
Los riegos deben realizarse preferentemente en las mañanas o en las tardes, evitando las horas de mayor temperatura.
La frecuencia de riego en los almácigos
cubiertos con plástico es menor ya que es
más baja la pérdida de humedad del suelo.
Si la superficie a regar es pequeña, puede
usarse regaderas; en caso contrario puede
recurrirse a motobombas con aspersores.
Los primeros riegos deben darse de esta
forma hasta que las plantitas tengan un
desarrollo radicular que evite que sean
arrastradas por el agua. Posteriormente
se puede cambiar el sistema de riego,
prescindiendo de los medios antes .indicados e incorporando el método superficial
por inundación, para lo cual se trazan
pequeños regueros a los costados de la
cancha, que conduzcan un pequeño caudal de agua y este se hace pasar sobre la
cancha de almácigo. Se debe asegurar
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que llegue el agua en cantidad suficiente al
centro de la almaciguera.
CONTROL DE MALEZAS
En sus primeras etapas de crecimiento las
diferentes especies hortícolas son muy
vulnerables a la presencia de malezas, ya
que éstas compiten por el agua, nutrientes
y luz, junto con crear condiciones favorables para el desarrollo de enfermedades
fungosas y plagas. Se debe iniciar su control antes que adquieran un desarrollo significativo, y realizarlo las veces que sea
necesario, a fin de Uegar al término con el
almácigo libre de plantas extrañas.
Lo usual es desmalezar a mano. Si la siembra se efectúa al voleo, esta labor será
lenta y compleja; si se ha sembrado en
líneas, entre éstas se puede pasar un raspador y sobre la hilera las malezas se
sacan a mano.
CONTROL DE ENFERMEDADES
Y PLAGAS
Las plantas a pesar de provenir de semillas
tratadas y desarrollarse en suelo desinfectado, pueden ser contaminadas en el almácigo, por lo que hay que estar pendientes de la aparición de síntomas de enfermedades. El producto químico a usar para
su control dependerá de la enfermedad y la
especie hortícola.
Dependiendo de la cantidad y tipo de insectos que aparezcan, en cualquiera de
sus estados de desarrollo, ya sea larvas,
ninfas o adultos, éstos deberán ser eliminados con insecticidas recomendados
para la plaga y especie hortícola afectada.
ARRANCA DE PLANTAS
Se conoce como "arranca" a la labor de
extraer las plantitas de las canchas o alma~
cigueras; el momento de hacerlo depende
de cada especie hortícola, pero en general,
IPAOUILAMAPU W49, 1991
las plantitas deben presentar buen desarrollo.
Trascurridos dos días del último riego se
suelta la tierra mediante una pala, se desprenden las plantas cuidadosamente~ seleccionándolas por tamaño y descartando
las débiles y las que presentan algún daño.
Luego se colocan ordenadamente en cajones, cajas o canastos, y se les cubre con
arpillera o sacos mojados, con el fin de
controlar en alguna medida la pérdida de
humedad. Finalmente se dejan en un lugar
a la sombra y a la espera de ser trasladadas al lugar de plantación.
Se debe arrancar solamente la cantidad
que se plantará durante ese día y la
mañana siguiente, para evitar pérdida de
humedad y marchitamiento.
COMENTARIO FINAL
La confección de almácigos se debe realizar siguiendo todas las recomendaciones
técnicas, con el objeto de obtener una
buena calidad de plantas, que permitan
iniciar el cultivo en buenas condiciones y
asegurar el éxito económico de la producción de hortalizas. •
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