SECTOR: Productivo GRUPO: Industria NOMBRE: Aportes para la definición Lineamientos Programáticos en Industria de Nota: el presente es un trabajo académico que representa la opinión de sus autores; la Fundación Wilson Ferreira Aldunate no asume posición al respecto aunque fomenta su publicación y distribución como aporte al debate nacional y a la búsqueda de consensos y acuerdos entre todas las fuerzas políticas. Fundación Wilson Ferreira Aldunate Grupo Industrias Desarrollo del Sector Industrial Primer documento de trabajo Premisas básicas. El desarrollo del sector industrial no puede darse ajeno al desarrollo productivo general y éste requiere de un contexto global económico y social determinado. Para que un país como el nuestro, de mercado reducido, tenga un desarrollo que permita a sus habitantes alcanzar un nivel de vida digno, es necesario que esté abierto a los mercados internacionales, de modo que sus producciones de bienes y servicios accedan al mercado global y puedan desarrollar economías de escala en su actividad. Como es sabido y aceptado el desarrollo de cualquier sector de la economía de un país, está fuertemente condicionado por el marco general en el que dicho sector realice su actividad. Por lo tanto no es pensable analizar las posibilidades de un sector si no se lo hace en vinculación con otros sectores de la economía, regulado todo ello por un marco jurídico claro, sencillo, estable y de evolución previsible. Asimismo para que un sector de la economía crezca, es necesario que en él se realicen inversiones en forma permanente. Seguridad jurídica, estabilidad macroeconómica, carga tributaria adecuada (la menor posible), legislación laboral equilibrada, relaciones laborales maduras entre empresarios y trabajadores arbitradas por el Estado en caso de conflictos, disponibilidad de mano de obra calificada y calificable, infraestructura de transporte ágil y eficiente, abastecimiento confiable y permanente de insumos energéticos a precios competitivos, comunicaciones de alta velocidad, acceso a mercados con tarifas preferenciales, clima general de seguridad y una burocracia estatal que no moleste (eficaz y eficiente); son algunos de los elementos que los inversores (sean éstos nacionales o extranjeros) procuran en un país para establecer un negocio. Según un documento elaborado por la Cámara de Industrias del Uruguay 1 , los principales obstáculos que los empresarios encuentran para la inversión son: • • • • 1 Baja rentabilidad en relación al riesgo Débil situación financiera Incertidumbres por los cambios en las relaciones laborales Incertidumbre en la política económica Encuesta de Inversión Industrial, Informe anual 2008, 21 de octubre de 2008 Antecedentes y situación actual. Para elaborar el capítulo industrial de un plan de gobierno resulta conveniente analizar la historia de la industria en el Uruguay. En los albores de la nación, la menguada producción industrial se basaba en la producción de materias primas con poco valor agregado, fundamentalmente carne salada, lana escasamente industrializada, cueros sin curtir y otros productos básicos, que serían procesados principalmente en Europa. Algunos de los productos que el país importaba en esos tiempos eran elaborados en el extranjero con materias primas exportadas desde acá. Con el paso de los años el país comenzó una etapa de mayor industrialización apoyada por una mayor demanda de nuestros bienes, en buena parte generada por los conflictos y guerras internacionales. Estos acontecimientos hicieron propicia la sucesiva instalación de algunos emprendimientos industriales de relativa importancia para la época: • Frigoríficos (Nacional, Artigas, Swift, Anglo, etc.) • Textiles (Campomar y Soulas, Ildu, Phuasa) • Curtiembres (Lanza, Suizo Uruguaya, Bama, Ramponi, Paycueros, etc.) todos ellos generadores de miles de puestos de trabajo industriales, los que a su vez generaban una gran cantidad de empleos indirectos. Cabe señalar además que algunas de estas fábricas se ubicaron en el interior, contribuyendo a la descentralización del país. A su vez la falta de elementos importados, como ciertas materias primas, insumos, repuestos, materiales de empaque y embalaje, maquinaria, etc., forjaron un entramado de pequeñas y medianas empresas industriales, las que se concretaron sin una adecuada planificación y con escasa tecnología, dado que el mercado consumía sin mayores exigencias de calidad y/o precio, por la situación que se vivía en el viejo continente y la condición de poca apertura de la economía local. Así el Uruguay comenzó a recibir importantes ingresos de divisas y de capital humano, que huía de la guerra. La emigración trajo a nuestras costas excelentes técnicos y oficiales de todas las especialidades y miles de emigrantes con tesón, voluntad de trabajo y sacrificio. Conjuntamente con esta fuerza de trabajo llegaron también intelectuales y académicos del viejo continente, quienes contribuyeron a enriquecer nuestro nivel cultural. Con este escenario, el Uruguay vivió, durante muchos años, una bonanza relativa que no supo capitalizar. Siguió a ello una etapa posterior de evolución, con estatización de empresas industriales y de servicios, condonaciones de deudas, socialización de los medios de producción y de ciertas empresas. A esa altura y debido a la evolución del contexto internacional, se iniciaba la recuperación de las economías de Europa y del Lejano Oriente (Japón y Corea), para el país se invirtieron los términos de intercambio y la situación en general comenzó a declinar. Los gobiernos de la época implementaron diversas protecciones a la industria nacional (medidas económicas, comerciales y cambiarias), para tratar de mantener en funcionamiento un sector que incrementaba su ineficiencia y atraso tecnológico, pero que empleaba numerosa mano de obra. Esta socialización de las pérdidas tampoco dio resultado y buena parte de los empleados cesantes fueron incorporados como funcionarios públicos. Llegando a las décadas del 60 y 70, comienza la agitación social, que culmina con un gobierno militar carente de ideas desarrollistas, que crea otra burbuja apoyada en endeudamiento indiscriminado, con medidas de control cambiario, reintegros y apoyos a las exportaciones de ciertos bienes. A partir de 1985 luego del retorno a la democracia comienza una de las etapas más difíciles para sector industrial. Este tuvo que adecuarse, en primer lugar, al fenómeno mundial de la globalización y, en segundo término, al MERCOSUR. Todo ello sin estar preparado para competir internacionalmente sin las protecciones de antaño. Esta situación estaba agravada por las mayores escalas de producción no sólo de China, sino también de los competidores de nuestra propia región. La respuesta del Estado a esta problemática ha sido insuficiente hasta ahora, tanto en lo que hace a instrumentos para mejora de la competitividad sistémica, como en lo atinente a la imprescindible adecuación o ampliación de la infraestructura, etc. Hoy el país ha recibido, en diversos sectores, grandes emprendimientos con tecnología de punta, pero aún hay mucho por hacer. El Sector Industrial genera actualmente el 24% del PIB nacional, estando más 5 puntos porcentuales de esta cifra concentrados en tres emprendimientos radicados en zonas francas. En lo que hace a exportaciones, éstas se encuentran muy concentradas, tanto en lo que hace a productos (10 productos 2 dan cuenta de más del 70% del total exportado en lo que va del año 2008) como en lo que respecta a empresas 3 . 2 Carne, celulosa, cereales, preparaciones alimenticias, lácteos, oleaginosos (soja y girasol), madera, cueros terminados, combustibles y manufacturas de plástico. 3 Veinticinco empresas (arroz, combustibles, lácteos, oleaginosas, madera, carne, cueros procesados, envases plásticos, productos químicos, cebada, oro, preparaciones a base de pescado) hacen más del 50% de las exportaciones totales y, de ellas, diez exportan más del 35% del total. Asimismo es de destacar que la mayoría de los bienes exportados tienen bajo valor agregado o son insumos para otras empresas industriales. El próximo gobierno deberá no solamente tomar todas las medidas que estén a su alcance para atraer la mayor cantidad de inversión extranjera, sino que deberá incentivar la promoción de emprendimientos nacionales con empresarios uruguayos, los cuales se encuentran desmotivados por la falta de políticas de estado, macro y micro económicas de largo alcance, que permitan a las empresas planificar a largo plazo. Para lograr un crecimiento adecuado a las expectativas de la sociedad se requiere de un mayor nivel de inversión y actividad en el sector industrial. Por otra parte un crecimiento de este sector conlleva una mayor demanda por servicios de todo tipo, por lo que también ellos crecerán impulsados por la mayor actividad industrial. El efecto en el caso de las agroindustrias también se manifiesta sobre el sector primario de la economía, pues no sólo le aumenta la demanda por los bienes que en él se producen, sino que reduce sus costos de logística, lo que se traduce en mejores precios para los productores. Visión de un Uruguay competitivo con desarrollo social. Aspiramos a un país: • donde el derecho a la propiedad privada esté asegurado, en equilibrio con los demás derechos constitucionales; • donde la calidad de su sistema educativo ofrezca efectivamente igualdad de oportunidades, incorpore eficazmente el conocimiento como agente de crecimiento económico y productivo, profundice la cultura de la innovación y el emprendimiento y atienda las necesidades de capacitación de los diferentes sectores de la sociedad; • donde la innovación tecnológica se constituya en un claro agente de cambio económico y social; • con centros de Investigación, Desarrollo e Innovación acordes a las necesidades productivas; • que propicie un ambiente adecuado para inversiones y fortalezca la actividad de las PyMEs favoreciendo su competitividad; • que haya consolidado su imagen internacional, cuyas empresas compitan con productos diferenciados, respaldados por una marca país, con una política exterior que fomente una red de acuerdos con las más diversas economías del mundo; • con un Estado eficiente y eficaz, promotor del desarrollo, moderno en su gestión, soporte de una nación libre, próspera, justa y plural, concentrando su labor sustantiva en actividades orientadas al bien colectivo (principio de subsidiariedad). • con desarrollo armónico de las diferentes regiones y zonas, que mediante reglas claras permitan la coexistencia de empresas líderes con una multiplicidad de PyMEs, así como la instalación de centros de capacitación e investigación acordes a las necesidades productivas. Propuestas para una política de desarrollo industrial. La visión de un Uruguay competitivo internacionalmente, que genere oportunidades para todos sus ciudadanos en el marco de un desarrollo social, sólo se logra a partir de un enfoque sistémico, conformado por: • credibilidad internacional, tanto en lo que hace a la calidad de sus políticas públicas, como de las entidades de acreditación, certificación, auditorías, etc.; • institucionalidad fuerte y cohesionada; • adecuación de la estructura del Estado y descentralización política; • marco regulatorio de relaciones laborales que garantice tanto a empresarios como a trabajadores el adecuado equilibrio de derechos y obligaciones y brinde un ámbito confiable para la solución de diferencias; • fortalecimiento y jerarquización de las funciones fiscalizadoras, inspectivas, registradoras y certificadoras del Estado, sin que ello involucre una pesada carga burocrática ni económica para la actividad económica; • política macroeconómica que garantice la estabilidad; • política de apertura y mantenimiento de mercados agresiva, con énfasis en la ampliación de los acuerdos comerciales, tanto en lo bilateral como en el orden multilateral (OMC); • integración productiva basada en cadenas de valor; • conjunto de políticas activas -sectoriales y de desarrollo regional- que fortalezcan la competitividad microeconómica; y • fortalecimiento del MERCOSUR comercial, basado en el reconocimiento y atención de las asimetrías y en el respeto de la normativa vigente. En consecuencia las propuestas a desarrollar en el grupo de Industrias intentarán contemplar estos aspectos. Asimismo se deberá tener en cuenta muy especialmente la necesidad de interacción con otros grupos de trabajo. Ing. Quím. Washington Durán Coordinador Montevideo, 27 de octubre de 2008