Un signo de fe y de compromiso cristiano EL ESCAPULARIO DEL

Anuncio
Un signo de fe y de compromiso cristiano
EL ESCAPULARIO
DEL CARMEN
Los signos en la vida humana y cristiana
Vivimos en un mundo con cantidad de realidades tomadas como símbolo: el rayo
de luz, la llama de fuego, el agua que brota... En la vida de cada día existe también
gestos que expresan y simbolizan valores más profundos: como el compartir la
comida (signo de amistad), el ponerse en fila para una manifestación (signo de
solidaridad), el estar todos en pie (respeto).
Como hombres tenemos necesidad de signos o símbolos que nos ayuden a entender
y vivir.
Como cristianos tenemos a Jesús, el gran don y al mismo tiempo signo eterno del
amor del Padre. El estableció la Iglesia, ella misma como signo e instrumento de su
amor. E incluso utilizó pan, vino, agua para remontarnos a realidades superiores
que no vemos ni tocamos: constituyó signos capaces para dárnoslas
verdaderamente, es decir los Sacramentos.
En la celebración de los Sacramentos los símbolos (agua, aceite, pan, imposición de
las manos, anillos) expresan y operan una comunicación con Dios, que se hace
presente a través de tales cosas concretas y cotidianas.
Además de los signos litúrgicos, existen en la Iglesia otros signos, ligados a un
acontecimiento, a una tradición, a una persona.
UNO DE ESTOS ES EL ESCAPULARIO DEL CARMEN.
Origen del Escapulario
En el Medioevo muchos cristianos querían unirse a las Órdenes religiosas fundadas
entonces: Franciscanos, Dominicos, Agustinos, Carmelitas. Surgió un laicado
asociado a ellas mediante las Confraternidades.
Las Órdenes religiosas trataron de dar a los laicos un signo de afiliación y de
participación en su espíritu y apostolado. Este signo estaba constituido por una
parte significativa del hábito: capa, cordón, escapulario.
Entre los Carmelitas se estableció el Escapulario, en forma reducida, como
expresión de pertenencia a la Orden y de compartir su devoción mariana.
Actualmente el Escapulario de la Virgen del Carmen es un signo aprobado por la
Iglesia y propuesto por la Orden Carmelitana como manifestación del amor de
María por nosotros y como expresión de confianza filial por parte nuestra en Ella,
cuya vida queremos imitar.
El "Escapulario" en su origen era un delantal que los monjes vestían sobre el hábito
religioso durante el trabajo manual. Con el tiempo asumió el significado simbólico
de querer llevar la cruz de cada día, como los verdaderos seguidores de Jesús. En
algunas Órdenes religiosas, como el Carmelo se convirtió en el signo de la decisión
de vivir la vida como siervos de Cristo y de María.
El Escapulario simbolizó el vínculo especial de los Carmelitas a María, Madre del
Señor, expresando la confianza en su materna protección y el deseo de seguir su
ejemplo de donación a Cristo y a los demás. Así se ha transformado en un signo
Mariano por excelencia.
El Escapulario, signo mariano
El Escapulario ahonda sus raíces en la larga historia de la Orden, donde representa
el compromiso de seguir a Cristo como María, modelo perfecto de todos los
discípulos de Cristo. Este compromiso tiene su origen lógico en el bautismo que
nos transforma en hijos de Dios.
La Virgen nos enseña
* a vivir abiertos a Dios y a su voluntad, manifestada en los acontecimientos de
la vida;
* a escuchar la voz (palabra) de Dios en la Biblia y en la vida, poniendo después
en práctica las exigencias de esta voz;
* a orar fielmente sintiendo a Dios presente en todos los acontecimientos;
* a vivir cerca de nuestros hermanos y a ser solidarios con ellos en sus
necesidades.
El Escapulario introduce en la fraternidad del Carmelo, es decir en una gran
comunidad de religiosos y religiosas que, nacidos en Tierra Santa, están presentes
en la Iglesia desde hace más de ocho siglos.
• Compromete a vivir el ideal de esta familia religiosa, que es la amistad íntima con
Dios a través de la oración
•Pone delante el ejemplo de los santos y santas del Carmelo con quienes se
establece una relación familiar de hermanos y hermanas.
•Expresa la fe en el encuentro con Dios en la vida eterna por la intercesión de
María y su protección.
En síntesis y en concreto
EL ESCAPULARIO DEL CARMEN
NO ES
• ni un objeto para una protección mágica (un amuleto)
• ni una garantía automática de salvación
• ni una dispensa para no vivir las exigencias de la vida cristiana, al revés!
ES
•un signo "fuerte" aprobado por la Iglesia desde hace varios siglos, ya que
representa nuestro compromiso de seguir a Jesús como María:
* abiertos a Dios y a su voluntad
* guiados por la fe, por la esperanza y por el amor
* cercanos al prójimo necesitado
* orando constantemente y descubriendo a Dios presente en todas las
circunstancias
• un signo que introduce en la familia del Carmelo
• un signo que alimenta la esperanza del encuentro con Dios en la vida eterna bajo
la protección de María Santísima.
Normas prácticas
• El Escapulario lo impone una vez para siempre, un religioso carmelita u otra
persona autorizada.
• Puede ser sustituido por una medalla que represente por una parte la imagen del
Sagrado Corazón de Jesús, y por otra la de la Virgen. Esta medalla se bendice
cuando se cambia.
• El Escapulario es para los cristianos auténticos que viven conforme a las
exigencias evangélicas, reciben los Sacramentos y profesan una especial devoción a
la Santísima Virgen (expresada con el rezo cotidiano de al menos tres Ave
Marías).
Imposición del escapulario: fórmula
Recibe este Escapulario, signo de una relación especial con María, la Madre de
Jesús, que te comprometes a imitare.
Este Escapulario te recuerde tu dignidad de cristiano, tu entrega al servicio del
prójimo y a la imitación de María.
Llévalo como signo de su protección y como signo de tu pertenencia a la familia
del Carmelo. Estáte dispuesto a cumplir la voluntad de Dios y a comprometerte
en el trabajo por la construcción de un mundo que responda al plan de
fraternidad, justicia y paz de Cristo.
Descargar