Página de 19 Aspectos Microbiológicos del Propofol: Contrastes

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Aspectos Microbiológicos del Propofol: Contrastes sobre su uso masivo
Andrés Zorrilla-Vaca1,2, Kevin Escandón-Vargas1,2,3, Leidy Vanessa Brand1, Andrey
Payan4.
1
Programa de Medicina y Cirugía, Facultad de Salud, Universidad del Valle, Cali,
Colombia.
2
Departamento de Microbiología, Facultad de Salud, Universidad del Valle, Cali,
Colombia.
3
Departamento de Anestesiología, Hospital Universitario del Valle, Cali, Colombia.
4
Escuela de Bacteriología y Laboratorio Clínico, Facultad de Salud, Universidad del Valle,
Cali, Colombia.
Correspondencia: Andrés Zorrilla-Vaca. Cll 4B # 36-00. Programa de Medicina y
Cirugía, Facultad de Salud, Universidad del Valle, Cali, Colombia. 760026. Correo:
andres.zorrilla@correounivalle.edu.co
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RESUMEN
Introducción: Las recomendaciones clínicas para el manejo adecuado de anestésicos con
características probióticas, tales como el propofol, son de gran importancia médica. Debido
al amplio uso resulta indispensable comprender el tema del crecimiento microbiológico en
este tipo de anestésicos siendo un tema de especial relevancia vinculado a las características
asépticas de los procedimientos clínicos y a la eficacia de las medidas intrahospitalarias
establecidas.
Objetivo: Realizar una revisión narrativa no sistemática a partir de la evidencia científica
disponible sobre las desventajas de usar propofol sin el cuidado de medidas asépticas y las
características probióticas del anestésico en cuestión.
Métodos y materiales: Se realizó una búsqueda en las bases de datos
PUBMED/MEDLINE, OVID, ScienceDirect, Lilacs, Google Scholar, Scielo, que incluyó
artículos de investigaciones científicas, revisiones sistemáticas, series de casos, cohortes,
ensayos clínicos y reportes de casos entre 1977 y 2014.
Resultados: Se tuvieron en cuenta un total de 56 artículos para la realización de la
actualización en el tema propuesto. Se destaca la existencia nula de estudios sobre el tema
en Latinoamérica durante el período comprendido en la revisión.
Conclusiones: Basados en los riesgos descritos y el uso masivo del propofol hoy en día, se
hace necesario conocer mejor el rol y la asociación entre infección y propofol para
confirmar su papel en este tema a nivel regional, al igual que los cuidados que se deben
tener en cuenta al momento de manipularlos.
ABSTRACT
Introduction: Clinical recommendations for the proper handling of anesthetics with
probiotic characteristics such as propofol are extremely important in the operating theatres.
Therefore, it is important to review literature about the microbiologic properties of propofol
used in operating rooms; due to it is an especial topic of clinical relevance in which there
are several implications such as the aseptic characteristics and the effectiveness of inhospital protocols.
Objective: To complete a non-systematic and narrative review about the scientific
evidence available of the disadvantages of the propofol use without aseptic techniques, and
its probiotic characteristics.
Methods and materials: We conducted a research in data bases PUBMED/MEDLINE,
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OVID, ScienceDirect, Google Scholar, Scielo, which included original articles of scientific
research, systematic reviews, analytical and descriptive studies, and also clinical trials. The
interval of time that we used to make the review was between 1977 and 2014.
Results: The review was made taking into account just 50 articles. We highlight that in
Latin America there were not articles about the topic during the time considered in the
review.
Conclusion: According to the potential risks and the widespread clinical use, it is necessary
to have regional knowledge about the disadvantages of propofol in matter of extrinsic
contamination and also it is urgent to conduct studies about the association of propofol and
infection, well described in stranger literature. And finally, from future regional studies we
could postulate the current infectious status of propofol in Latin America.
INTRODUCCIÓN
En ocasiones durante la práctica médica se suelen emplear sustancias que tienen
propiedades probióticas, es decir, que permiten o incluso estimulan el crecimiento de
microorganismos.(1,2) Dentro de estas sustancias, se encuentra el propofol siendo un
anestésico aplicado de forma intravenosa, con propiedades farmacocinéticas muy rápidas y
que se suele usar como inductor a la anestesia general para procedimientos de corta y larga
duración.
Las recomendaciones clínicas para el manejo adecuado de dicho anestésico con
característica probiótica son de gran utilidad dentro de ciertos escenarios quirúrgicos.(3) Y
por lo tanto, la necesidad de llevar un protocolo adecuado que minimice la probabilidad de
presentar crecimiento bacteriano en sustancias que van entrar en contacto directo con
pacientes, es fundamental, pues en caso de estar contaminados microbiológicamente
conllevarían al desarrollo de infecciones posquirúrgicas.(4–7)
Debido a lo mencionado anteriormente, se hace necesario investigar y revisar
convenientemente la literatura que trate sobre las propiedades microbiológicas del propofol
usado en el medio hospitalario con el fin de aportar evidencia que permita plantear como
hipótesis la existencia del potencial riesgo de contaminación extrínseca que tiene el
propofol manipulado inadecuadamente y así mismo el riesgo de infección posquirúrgica
asociado al mal uso de este anestésico ampliamente usado y preferido por muchos
anestesiólogos.
METODOLOGÍA
Se realizó una búsqueda sin límites de idioma desarrollada en las base de datos electrónicas
PUBMED/MEDLINE, OVID, ScienceDirect, Google Scholar, Scielo, que incluyó artículos
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de investigaciones científicas, revisiones sistemáticas, series de casos, cohortes y ensayos
clínicos, entre 1979 y Agosto 2014, para la realización de una revisión narrativa no
sistemática. Se utilizaron palabras en inglés, como: microbial growth, propofol, extrinsic
contamination, anesthesia, case report. Para la búsqueda en español se emplearon las
palabras “propofol”, “contaminación”, “crecimiento microbiológico”, “anestesiología”,
“reportes de caso”. Se seleccionaron los artículos relevantes y las citas relacionadas que
ayudan a comprender la fisiología y propiedades del propofol como agente de hipnosis,
además de aquellos artículos que relacionaran el anestésico con crecimiento microbiológico
o contaminación. Se incluyeron artículos relevantes para la interpretación y análisis de
riesgo de infección posquirúrgica asociada a la administración del propofol. Tanto la
búsqueda como la selección de los artículos se realizó de forma independiente por los
diferentes autores, y cada investigador realizó lectura, análisis, asociación de nuevas
referencias y construcción literaria para posteriormente ser analizada, validada (por el
grupo de investigación) y corregida bajo el mejor estilo literario. La minoría de artículos
incluidos de países Latinoamericanos es producto de la escasa investigación y publicación
en este tema, y por lo tanto nos acarrea la responsabilidad de argumentarnos con
información de países desarrollados en donde las condiciones sanitarias y de higiene son
distintas. ETOMIDATO..?
RESULTADOS
Se tuvieron en cuenta un total de 50 artículos para la realización de la actualización en el
tema propuesto. La presente revisión resalta el hecho de no haber encontrado estudios a
nivel regional sobre la microbiología y el potencial probiótico del propofol. De esta forma,
se sugiere la ejecución de nuevos estudios sobre la farmacovigilancia del propofol, en parte
justificados por su uso sin aditivos antimicrobianos en la mayoría de hospitales de la red
pública (Fig. 1), a pesar de que las farmacéuticas han empezado a comercializarlo junto con
acompañantes quelantes como el EDTA (ver figura 2).
GENERALIDADES
Generalmente, el propofol está contenido en ampollas que suelen ser de vidrio y son usadas
en quirófanos o también en Unidades de Cuidado Intensivo. El envase como tal tiene un
tapón de caucho que facilita la extracción del propofol con jeringa. Al interior de la
ampolla, el propofol tiene diversas presentaciones, una de ellas es la de una emulsión
blanca cuya composición comúnmente es propofol 1%, excipientes aceite de soya, agua,
glicerol, lecitina, hidróxido de sodio, sin preservativos y sin antimicrobianos (Fig. 1); la
concentración del principio activo (1% = 10 mg/mL) y la cantidad del contenido en la
ampolla (20 mL). En ciertos casos, se suelen encontrar otras sustancias que acompañan la
composición genérica del propofol, tales como EDTA, sin embargo posiblemente por
costos en la mayoría de hospitales públicos no optan por este tipo de presentaciones
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especiales debido a los costos.
El propofol puede ser usado para inducción de hipnosis mediante la administración de
bolos intravenosos o para anestesia de mantenimiento mediante infusión continua. Los
contextos en los que se usa el propofol son diversos, entre ellos están procedimientos
quirúrgicos que necesiten sedación superficial y profunda de corta duración.
Los sitios de inyección de propofol son las líneas endovenosas, con extensiones o llaves de
tres vías.
Características y ventajas
El propofol (2, 6-diisopropilfenol) es un anestésico general no pirogénico, catalogado como
uno de los agentes hipnóticos más potentes y de corta duración con un inicio de acción
cercano a los 40-60 segundos, con una vida media de 20 – 30 minutos mediante
administración intravenosa. Entre los beneficios de la sedación por medio de propofol están
incluidos su farmacocinética, sus efectos hipnóticos, su estabilidad durante el empleo del
mismo, su perfil farmacológico seguro y sus propiedades inmunomodulatorias y antiinflamatorias; además de tener ventajas que lo hacen muy ideal y casi usado universalmente
para la inducción a la anestesia general, entre estas ventajas está el rápido despertar, menor
proporción de pacientes con náuseas y emesis en el posquirúrgico.(8)
La farmacocinética del propofol es muy eficaz, pues actúa en forma casi inmediata
ligándose fuertemente a proteína humanas (97 – 98%), albumina y eritrocitos; así mismo su
metabolismo se debe a gluco y sulfoconjugación hepática, eliminándose los productos de
degradación en un 88% por el riñón.(8) El mecanismo de acción de sus efectos hipnóticos
es aún desconocido.
Mecanismo de acción
Se le ha correlacionado en gran medida su potencia con su liposolubilidad, además de tener
evidencias sobre la depresión que este puede conllevar al sistema nervioso central (SNC)
por su mediación en el sistema gabaérgico. Se sabe que el propofol produce la anestesia
general por modulación selectiva de la actividad del receptor GABAA. Además de también
interactuar con otros dos tipos de receptores del SNC: receptores de glicina y receptores
nicotínicos de acetilcolina.
Actualidad sobre uso
El propofol ha sido ampliamente usado a nivel mundial desde su aprobación en 1989 por la
U.S. Food and Drug Administration (FDA, por sus siglas en ingles). A partir de entonces se
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sabe que cada vez son más los anestesiólogos que prefieren el uso del propofol. Inclusive
en la figura 2 de la presente revisión se logró mostrar este hecho observando al nivel de
publicaciones y citaciones en la base de datos PubMed año tras año, desde 1979 hasta el
2014, evidenciando un comportamiento exponencial y dramático del interés investigativo
sobre dicho fármaco.
MICROBIOLOGÍA EN PROPOFOL
En términos generales el riesgo de infección nosocomial está relacionado con el tipo de
procedimiento clínico (invasivo o superficial) que se realice, su duración y los instrumentos
quirúrgicos que se utilicen.(3) Sin embargo, el uso y la manipulación de agentes sedativos e
inductores de anestesia general como el propofol también están implicados como factores
de riesgo para el desarrollo de infecciones posquirúrgicas.(9,10) El uso intravenoso, la
presentación en emulsión lipofílica y el contenido nulo de preservantes antimicrobianos (a
nivel local, ver Figura 1) han permitido catalogar al propofol como un fármaco de elevado
uso que tiene alta probabilidad de contaminación extrínseca,(4,10) y con alto riesgo ser
reservorio de partículas exógenas de ser en caso de que la ampolla se encuentre expuesta al
ambiente por tiempo prolongado.(11)
A pesar de la evidencia proporcionada por los artículos extraídos para la presente revisión,
el efecto probiótico del propofol contaminado extrínsecamente y la incidencia de
infecciones posquirúrgicas asociadas son aún motivo de controversia entre varios
estudios.(12–16) Algunos autores defienden el uso del anestésico sin ser alarmistas con el
uso de medidas asépticas,(13–15,17) mientras que otros siendo más conscientes consideran
en gran medidas los riesgos de contaminación e infecciones asociadas a la manipulación
excesiva de dicho anestésico.(12,16)
Actualmente, se conocen significativas tasas de incidencias de contaminación que permiten
confirmar los riesgos que se corren durante la manipulación del propofol.(18–20) Dada las
repercusiones clínicas que tiene la inadecuada manipulación del propofol, es por ello que
las farmacéuticas reiteradamente mencionan el uso de un protocolo de especial cuidado
para evitar el potencial riesgo de infección.(4) En este sentido las desventajas del propofol
pueden llegar a tener un fuerte impacto negativo cuando existen conductas inadecuadas en
la manipulación de las ampollas, en las condiciones de almacenamiento o en el tiempo y la
forma de administración intravenosa.(18,19,21,22)
Los estudios incluidos en la revisión permitieron identificar que existe crecimiento tanto de
bacterias como de hongos, promovido a su vez por la contaminación de jeringas que
contienen soluciones de propofol. Entre los microorganismos frecuentemente asociados a la
contaminación intra-hospitalaria del propofol están Staphylococcus aureus,(5,6,20,23) S.
epidermidis,(24) Candida albicans,(25,26) Serratia marcescens,(27,28) Klebsiella
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pneumoniae,(27,28)
Enterobacter
cloacae,(29,30)
y
Pseudomonas
aeruginosa.(5,6,20,25,31–33) También existen reportes sobre la estabilidad prolongada que
adquiere del Virus de la Hepatitis C cuando es cultivado in-vitro en medio de propofol.(34)
Otros estudios microbiológicos incluso relacionan el crecimiento bacteriano con el aumento
proporcional de endotoxinas bacterianas en las soluciones de propofol.(20) Se ha llegado a
confirmar el gran crecimiento de E. cloacae en propofol y al mismo tiempo su asociación
con el riesgo de mortalidad debido a endotoxemia que puede ocurrir en poco tiempo tras ser
usado en pacientes.(29,30,35)
Así mismo, el uso del propofol tiene otras desventajas que frecuentemente no son muy
tenidas en cuenta a la hora de usarlo en la práctica médica. Entre ellas está el conocido
síndrome de infusión de propofol, caracterizado por la hipoxia, hipoperfusión,
dislipidemias y otras alteraciones.(36) Otras desventaja son las frecuentes complicaciones
cardiopulmonares al momento de infusiones de propofol durante colonoscopias, entre
otros.(37)
A continuación se muestran brevemente los resultados de las investigaciones seleccionadas
con el fin de aportar el soporte necesario para demostrar que la problemática podría llegar a
convertirse en un problema de salud pública:
Estudios analíticos
Existen estudios analíticos que aportan evidencia clínica sobre el riesgo de adquirir
infecciones por el uso inadecuado del propofol y su consecuente contaminación. En un
primer momento McNeil et al. evaluaron el riesgo de adquirir infecciones fúngicas
originadas a partir de inóculos en propofol (RR 8.8; p=0.048) y deficientes condiciones
asépticas durante su administración.(25) En otro estudio Henry et al. a partir de un estudio
de casos y controles determinaron los factores de riesgo asociados a infección y
concluyeron que la infusión de propofol era un importante factor de riesgo (OR 22, IC 95%
2.1 - 550).(31) Al mismo tiempo, Heldmann et al. estudiaron el riesgo de infecciones tras
cirugías veterinarias por el uso de propofol en animales, obteniendo significancia
estadística (OR 3.8, IC 95% 1.5 – 9.9).(33) En otro estudio, Bennet et al. estudiaron varios
hospitales con brotes de infecciones posquirúrgicas en los cuales se sospechó el propofol
como causa primaria.(6) Posteriormente, Muller et al. también confirmaron una fuerte
asociación entre infección y el uso del propofol sin antimicrobianos, en donde 7 de 17
(7/17) pacientes expuestos a propofol desarrollaron infección, mientras que ninguno de 18
(0/18) pacientes no expuestos al propofol desarrollaron infección.(38) Ahora bien, el
propofol no sólo muestra tener efectos en bacterias u hongos, sino también se conoce que
tiene efectos en la transmisión del virus de la Hepatitis C usando el anestésico bajo malas
técnicas asépticas en quirófanos.(39,40)
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Entre los estudios analíticos, el más reciente y que abarca con mayor exactitud el tema ha
sido el de Haddad et al, en donde a partir de análisis multivariado (aOR) logran concluir
que el inadecuado uso del propofol incrementa en 1.89 veces el riesgo de desarrollar
infección posquirúrgica y 1.91 veces el riesgo de sufrir sepsis y eventos severos como
choque séptico, lo cual demuestra una vez más lo preocupante en que se puede convertir
esta problemática a la cual anestesiólogos se enfrentan diariamente.(28)
En el mismo estudio también se tiene en cuenta la dosis de propofol utilizada y a partir de
ello se observó un incremento de eventos infecciosos para las dosis mayores a 357 mg con
riesgos que alcanzan 2,37 veces (IC 95%: 1.28 – 4.40), mientras que para dosis iguales o
menores a 357 mg se tiene un riesgo de 1,48 (IC 95% 0.78 – 2.82), lo cual permite denotar
una diferencia significativa entre las dos categorías. En el mismo estudio no se encontró
relación entre mortalidad y el uso de propofol. En el estudio se reportó que los patógenos
más frecuentes asociados al uso de propofol fueron (Klebsiella pneumoniae y Serratia
marcescens), los cuales fueron cultivados a partir de las ampollas del propofol usado.
Como conclusión los autores determinaron que la razón más probable de la contaminación
extrínseca del anestésico fue el uso de una única ampolla para múltiples pacientes. Por otro
lado, los anestesiólogos han asociado el riesgo de contaminación con el tiempo entre la
apertura de la ampolla, la preparación y la administración, al igual que su mantenimiento a
temperatura ambiente.
La contaminación bacteriana del propofol y su uso posterior se ha asociado en varias
ocasiones a reacciones adversas y complicaciones posquirúrgicas, de las cuales las de
mayor importancia son el síndrome de disfunción multiorgánica fatal, la acidosis láctica
severa, la rabdomiólisis, la insuficiencia renal y el colapso cardiovascular.(41,42)
A pesar de todo lo anterior, el propofol es aún el anestésico de uso frecuente debido a sus
costos y su rápida farmacocinética, a pesar de los riesgos de infección a los que se ha
relacionado.
Existen varias teorías que explican el aumento del riesgo de infección por la administración
de propofol. Entre ellas está la disminución de la actividad inmune de los monocitos y los
neutrófilos, y consecuentemente el aumento de la vulnerabilidad de los individuos
expuestos. Estudios in-vitro han demostrado reducción significativa de la actividad de
leucocitos y polimorfonucleares.(43) Otros estudios han atribuido dichas propiedades a la
composición lipídica del propofol, la cual posiblemente bloquea el sistema
monomacrofágico y por ello se reduce parcialmente la actividad fagocítica del sistema
inmune.(44) Otro aspecto está ligado al aumento de los niveles de ácidos grasos en sangre
cuando las infusiones de propofol son largas, debido a las altas dosis de ácidos grasos
proinflamatorios omega 6.(45) Krishnan et al se refiere específicamente a este último
compuesto por su estrecha relación con el riesgo de adquirir infecciones en UCI, sobre todo
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en pacientes tratados con propofol y reportados con elevadas tasas calóricas.(46)
Curiosamente, existen otros anestésicos generales de corta duración en los cuales se ha
demostrado, contrario al propofol, actividad antibacteriana tal como el remifentanilo. El
caso fue propuesto por Apan et al. quienes compararon la efectividad antibacteriana in vitro
del remifentanilo a diferentes concentraciones en combinación con el propofol, obteniendo
resultados positivos y retraso de crecimiento para cepas de S. aureus, P. aeruginosa, E.
coli, C. albicans y S. epidermidis. El estudio concluyó que el compuesto de glicina del
remifentanilo es un agente bacteriostático en concentraciones mayores a 100 µg/mL.(47)
Estudios de tipo descriptivo
En segundo lugar, otros estudios descriptivos han estimado la incidencia de contaminación
de ampollas de propofol. Por un lado, Farrington et al. establecieron una incidencia de
contaminación del 6.0% (3/50) de las ampollas usadas en una Unidad de Cuidado
Intensivo.(48) Un año más tarde, Webb et al obtuvieron retrospectivamente un valor de
5,9% (18/302) en Unidades de Cuidados Intensivos,(19) mientras que Soong et al
relacionaron la contaminación con el efecto multidosis de propofol obteniendo una
incidencia de 4,9% ampollas contaminadas.(49) McHugh et al reportaron 6,3% de
incidencia (16/254) de propofol contaminado administrado en jeringas durante un tiempo
promedio entre 11,6 a 28,8 minutos.(18)
Recientemente, en el año 2013 Chen et al. reportaron cuatro pacientes con infecciones
nosocomiales consecutivas cuya primera sospecha de causalidad fue la contaminación
extrínseca por endotoxinas en las jeringas utilizadas para la inyección de propofol. En estos
casos, se detectaron los patógenos de los pacientes, coincidiendo con las partículas tóxicas
presentes en las jeringas.(29)
ALTERNATIVAS Y RECOMENDACIONES
Debido a los múltiples eventos de infección causados por la exposición de propofol
contaminado,(7) la comunidad científica ha establecido métodos directos y técnicas para
prevenir el crecimiento bacteriano en propofol. Hoy en día se han implementado estrictas
normas recomendadas tanto por las empresas manufactureras como por prestigiosas
instituciones como el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de los
Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), con la finalidad de disminuir la ocurrencia
de infecciones iatrogénicas causadas por la contaminación extrínseca del propofol. Entre las
normas se encuentran:(50–52)


El uso de técnicas asépticas durante su administración.
La desinfección del exterior de las ampollas inmediatamente antes de abrirlas.
Página 10 de 19




El uso de jeringas únicas para cada uso y en lo posible el paso de una única infusión
para cada paciente con una duración menor a las 12 horas.(51,52)
La preparación de las jeringas de propofol en condiciones asépticas inmediatamente
antes del procedimiento anestésico.
El almacenamiento a una temperatura entre 4°C y 22°C.
El uso de una misma ampolla para varios pacientes continúa siendo un aspecto en
discusión.(51,53)
La aplicabilidad de las normas mencionadas anteriormente ha sido cuestionada en
ocasiones en gran parte debido al afán desmedido de ahorrar al máximo residuos y las
precarias condiciones económicas en las cuales se encuentras los sistemas de salud en
Latinoamérica, sin embargo se ha llegado a conocer que aproximadamente un 96.3% del
personal médico suelen descartar cada jerínga de propofol después de un único uso, pero
por otro lado sólo un 19.8% limpian las ampollas antes de ser usadas.(54)
Como alternativa para evitar riesgos de contaminación, está el uso del agente quelante
EDTA (ethylene diamine tetraacetic acid), el cual ha sido implementado por la mayoría de
empresas manufactureras tanto en Norte América como en Europa,(55) quienes han
decidido utilizar el compuesto como retardante de la tasa de crecimiento bacteriano, pues
existe evidencia de que dicho agente quelante limita el crecimiento de bacterias que pueden
llegar a contaminar el anestésico debido deficientes procesos de manipulación y
almacenamiento.(13) La FDA ha aceptado únicamente dos compuestos que pueden
acompañar el contenido de propofol: el EDTA y sodium metabisulphite, sin embargo según
la literatura, existen artículos en el que el EDTA no mostró reducción significativa de
microorganismos puestos experimentalmente en propofol y otros estudios no prefieren el
uso del último compuesto dado que puede alterar la estabilidad de la emulsión de propofol.
A modo de reflexión, existen estudios que atribuyen a los anestésicos locales propiedades
de lisis bacteriana y actividad bacteriostática,(14,15) lo que permite postular que puedan
acompañar a las soluciones probióticas como el propofol, y retardar el crecimiento
bacteriano. Dado que el propofol no viene acompañado de persevantes ni de agentes
antimicrobianos (Ver figura 1) su combinación con sustancias antibacterianas, sería
deseable, tanto por aliviar el dolor generado al aplicar el propofol como por inhibir el
crecimiento bacteriano. Un ejemplo de esto es el acompañamiento con lidocaína, usada en
presentación intravenosa teniendo en cuenta que no debe ser combinada con el propofol al
mismo tiempo debido al riesgo de formación de micelos.(56)
Finalmente, de acuerdo con los resultados de futuros estudios desarrollados a nivel local
que abarquen esta problemática se podrían indicar aspectos de mejoramiento relacionados
con la manipulación y almacenamiento del propofol, para reducir las posibilidades de
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infección nosocomial y otras morbilidades de gran importancia clínica.
CONCLUSIONES
Es necesario conocer a nivel regional la incidencia de contaminación del propofol usado en
cirugías o en unidades de cuidado intensivo con el fin de aportar evidencia que permita
plantear en un futuro el riesgo de infección posquirúrgica asociada a la atención en salud en
los pacientes llevados a procedimientos quirúrgicos en los que se emplee este fármaco.
Posiblemente, a nivel nacional existen diariamente casos de infecciones asociadas al
manejo del propofol (sin agentes antimicrobianos) que afectan a la población más
vulnerable al interior del medio hospitalario. Es por lo anterior que futuros estudios en esta
hipotética asociación permitirían direccionar adecuadamente nuevos esfuerzos y recursos
propios del sistema de salud con el fin de disminuir la morbimortalidad de los pacientes.
Por otra parte, cabe mencionar la cantidad de facetas que muestran los anestésicos
generales, pues entre sus características está la dualidad probiótico (propofol) –
antibacteriano (remifentanilo), que permitiría valorar los métodos de manipulación de los
anestésicos por parte del personal encargado y también evaluar el riesgo de la
contaminación del propofol como medio ideal para el crecimiento bacteriano.
FINANCIACIÓN
La financiación de esta revisión es con recursos propios y asesoría de la Universidad del
Valle (Cali, Colombia) y del Departamento de Anestesiología del Hospital Universitario del
Valle “Evaristo García” (Cali, Colombia).
RESPONSABILIDADES ÉTICAS
Conflicto de intereses
Los autores declaran que no existe ningún conflicto de intereses.
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9.
Página 17 de 19
FIGURAS
Figura 1.
Fig. 1. Imagen de etiqueta de ampolla de propofol usada en quirófano de un hospital de
referencia de la red pública del suroccidente de Colombia. Se resalta en color rojo la
indicación sobre el contenido nulo de aditivos antimicrobianos que suelen acompañar el
propofol como medida de precaución.
Fuente: Autores.
Página 18 de 19
Figura 2.
Fig. 2. Etiqueta de una ampolla de propofol comercializada por una farmacéutica
internacional. La fecha (negra) muestra la indicación sobre el contenido de EDTA como
agente antimicrobiano que previene el riesgo de crecimiento de microbiológico por
contaminación extrínseca.
Fuente: http://www.fda.gov/downloads/Drugs/DrugSafety/DrugShortages/UCM207301.pdf
Página 19 de 19
Figura 3.
1200
995
Aprobación de la
FDA
577 609
615
671 665
721 733 742 736
775 769 800
859
902
466 491 470
390 392 392
121 132
1
7
7 14 11 5
58
185
243
302
1000
852
728 800
600
400
200
23
0
Fig. 3. Aumento exponencial del número de publicaciones indizadas en PubMed (con la
búsqueda mediante la palabra “propofol”) desde 1979 hasta el 2014, refleja el creciente uso
del propofol en salas de operación y demás escenarios hospitalarios. La flecha (roja)
muestra la introducción del anestésico al mercado norte americano, el cual una vez fue
aprobado el anestésico por la FDA (1989), se evidenció un aumento dramático en el interés
de investigar sobre este. *Fuente: autores.
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