Estamos en guerra - Ministerio Internacional Dios Proveerá

Estamos en guerra, el estado espiritual de todos los creyentes es guerra. Si queremos ganar las batallas
de este mundo, debemos reconocer que hay un estado “de alerta”. Jesus nunca dijo que la vida cristiana
sería fácil, más bien nos advirtió lo contrario.
En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. Juan 16:33
Cada mañana al despertarnos, aunque no lo queramos aceptar, estamos en guerra. Muchos creyentes
simplemente no toman en serio esta realidad. Pero si hablamos de guerra espiritual debemos recordar
que cada día vivimos en medio de una batalla espiritual tan real como el sol y la luna.
No reconocer esto resultara una derrota inminente. El asunto no es si creo o no creo. O si a la iglesia que
asisto creen en guerra espiritual o no. Esta batalla no cambia de acuerdo a nuestra manera de pensar.
Pero si no lo tómanos en serio, entonces el enemigo de las almas, ganará terreno.
“Para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones”
2 Corintios 2: 11
Estas son tres principales razones por lo que los creyentes son derrotados:
1. El enemigo los toma totalmente desprevenidos.
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a
quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo
en vuestros hermanos en todo el mundo. 2 Pedro 5: 8-9
La palabra nos habla tanto de estar alertas. Vemos el ejemplo que nos da Pedro, que debemos de velar.
También la parábola de Jesús de las diez vírgenes (Mateo 25: 1-13). Y esto lo hace nuestro Dios Padre,
de advertirnos para no estar desprevenidos.
2. Dudan de que los ataques sean reales.
“Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su
incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado. Y les dijo:
Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo;
mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán
fuera demonios; hablarán nuevas lenguas” Marcos 16: 14 al 17
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Pastor Eduardo Peraza
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La duda es pecado. Si no creemos, nada sucede. Nosotros los hijos de Dios, necesitamos la fe, para
operar en todo. Milagros, salvación, sanidades, mover del Espíritu Santo, todo, pero es necesaria la fe.
Por eso Jesus reprochó a los discípulos por la incredulidad y dureza de corazón. En estos mismos
versículos les dice que el que creyere será salvo, pero si no creyere será condenado. También les dice
que las señales seguirán a los que creen, cuales señales? La primera que menciona es “en mi nombre
(Jesucristo) echaran fuera demonios” pero hay que creer. Pero si usted no creo que haya ataques de
demonios, o ataques espirituales, entonces usted no cree a las palabras de Jesus.
Esto lo digo, porque he llegado a muchas iglesias, y algunos miembros de las iglesias (no les puedo decir
creyentes) dicen que eso no, que los ataques espirituales son solo para los que están en el mundo, que
los demonios operan fuera de la iglesia, y así puedo mencionar muchas razones que estas personas
dicen. Y es interesante, porque muchos de estos asisten a iglesias. Por eso digo que el enemigo gana
ventaja sobre el que duda, que la guerra es real.
3. No adquieren conocimiento.
Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te
echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.
Oseas 4: 6
La falta de conocimiento provoca un atraso en todo. No solo en las cosas espirituales o concernientes a
la iglesia. Una persona que no estudie o no asista a la escuela, no aprende a leer ni escribir. Esto lo va a
limitar a muchas cosas. Una persona que solo va a la escuela primaria, cuando sea adulto y quiere un
buen trabajo, va a ser muy difícil porque no tiene conocimiento ni preparación.
Esto sucede a los creyentes. Sin conocimiento de Dios, y de la palabra, vamos a ser destruidos por el
enemigo, ya que Satanás vino para matar, robar y destruir (Juan 10: 10). Pero nuestro maestro no da
una dirección muy sabia y segura.
Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis
verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Juan 8:31-32
Debemos de estar en constante crecimiento y aprendizaje de la palabra de Dios. Sabiendo que estamos
en guerra, pero si continuamos tomados de la mano de Jesucristo, nuestra vida será victoriosa, por eso
así lo mencionó cuando comparó la vid con los pámpanos.
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque
separados de mí nada podéis hacer. Juan 15: 5
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