SARMIZEGETUSA Marta Morcillo Rodríguez Historia del Arte, 3º B Universidad de Valencia INDICE 1- Rumania y Transilvania……………………………………………………3 2- Roma y Trajano………………………………………………………………4 2.1- El ejército romano……………………………………………………5 3- Los Dacios y Sarmizegetusta…………………………………………..6 3.1- El ejército Dacio………………………………………………………10 3.2- Primera guerra Dacia 101-102…………………………………11 3.3- La batalla de Tapae………………………………………………….12 3.4- Segunda guerra Dacia 105-106………………………………..13 4- Bibliografía………………………………………………………………………15 -2- 1-RUMANIA Y TRANSILVANIA Rumanía es un estado europeo situado en el centro de Europa, siguiendo la dirección este-oeste, pero más al sur, si tomamos en cuenta los meridianos. Desde el punto de vista geográfico, Rumanía no se encuentra en los Balcanes, porque el límite septentrional de esta región es el Danubio y Rumanía está situada más allá del Danubio, en la zona de los Cárpatos. El país tiene lazos antiguos, históricos, con los pueblos balcánicos. Además, en los Balcanes han vivido y siguen viviendo rumanos. En Rumanía se encuentra gran parte de los Cárpatos, la cadena montañosa europea más importante, después de los Alpes. El resto del país está formado por colinas y mesetas- de las cuales la más extensa y la más conocida es la de Transilvania – y por llanuras. En el centro del país se encuentra la meseta de Transilvania, rodeada por el círculo de los Cárpatos, como si se tratara de las murallas de una fortaleza. Transilvania es una región plena de historia. En el eje de la separación entre oriente y occidente la zona ha sido testigo en numerosas ocasiones de guerras. La región fue parte de la provincia romana de Dacia, consecuencias de las disputas entre los Dacios. Después de la victoria del emperador Trajano frente al rey dacio Decébalo, en 106 d. C. (cuando empezó un proceso de romanización en la Dacia conquistada). Tras la retirada administrativa de Aureliano, en 271 d. C., sufrió invasiones de pueblos como los hunos, gépidos o ávaros. Sus habitantes antes de que llegara el imperio romano, fueron los eslavos. Transilvania fue siempre, y aún es, una de las zonas más ricas de Rumania, con un suelo fértil y una economía pujante. Obviamente es una zona de gran valor, sino no hubiera sido tan codiciada por diversos grupos ya en la Edad Media. -3- 2- ROMA Y TRAJANO Trajano accede al poder de Roma en el 98, y no soportó la actitud arrogante del caudillo dacio Decébalo, el cual, como consecuencia del tratado del año 89 con Roma, recibía de ésta una subvención anual que podía considerarse un tributo y tenía, además, a su disposición técnicos romanos empleados en la construcción y mejora de las fortalezas dacias. Decébalo finalmente se creyó lo suficientemente fuerte como para iniciar una política expansionista y de enfrentamiento con Roma y formó una coalición contra ella. Concertó una alianza con los buros, pueblo germánico establecido al norte de Dacia, y con otros bárbaros, probablemente los seminómadas que vivían entre los Cárpatos, el mar Negro y el Danubio; también es posible que contactara con los partos. Un hombre de la inteligencia y el carácter de Decébalo era una clarísima amenaza para el poder romano. Protegido por los montes Cárpatos y bien surtido con el oro que proporcionaban las ricas minas bajo su control, Decébalo no se contentó con haber derrotado a Roma y mantenido el control de su territorio, sino que inició una política agresiva atacando las líneas de comunicaciones que llevaron la situación al límite. Posiblemente lo que el rey dacio pretendía era provocar la invasión romana confiando en que las legiones volverían a estrellarse contra sus fuerzas y la violenta geografía. Pero lo que Decébalo no calculó fue que el que se encontraba al mando del ejército romano era un hombre que no iba a permitir que nadie amenazase a Roma. La actitud provocativa hacia Roma por parte de Decébalo fue una de las causas que desencadenaron la Primera Guerra Dacia (101-102); otra, y además importante, fue de carácter económico. Los desmesurados derroches de Domiciano; la crisis económica que sufría Italia en su agricultura, en su comercio y su artesanía, sectores afectados por la competencia de los productos provinciales de mejor calidad o más baratos; la restringida mano de obra servil y la disminución de la natalidad que disminuía la capacidad de consumo; hacían que la situación financiera romana fuera delicada. En esa situación la conquista de Dacia, los nuevos impuestos que de allí se percibirían, y especialmente los ingresos procedentes de sus ricas minas de oro compensarían en parte a las arcas imperiales. Inmediatamente después de subir al trono Trajano, se iniciaron los primeros preparativos para la guerra. -4- 2.1-EL EJÉRCITO ROMANO El ejército que participó en las Guerras Dacias estaba compuesto por un cuerpo de élite: las legiones. Cada legión era un cuerpo permanente bajo el mando de un legatus. Las tropas auxiliares estaban formadas por hombres libres, pero no disfrutaban de la ciudadanía romana. Las unidades auxiliares eran de infantería o de caballería. En caso de peligro, se destacaban legiones y tropas auxiliares de un lugar a otro. Estos desplazamientos los hizo Trajano durante las guerras de Dacia. El armamento y el equipaje de los soldados de la época de Trajano lo obtenía el soldado al alistarse, y para ello recibía un dinero. Era propiedad suya. Los soldados se encargaban de procurarse nuevas armas, de mantenerlas en buen uso y de repararlas. Trajano fue un militar experto con amplia popularidad en el ejército, que dirigió un formidable y eficaz ejército en las Guerras Dacias, y que supo rodearse de grandes auxiliares. Su destreza y la de sus colaboradores llevaron al éxito la misión dacia. -5- 3-LOS DACIOS Y SARMIZEGETUSA La familia típica de los dacios estaba formada por abuelos, padres, hijos, tenían que hacer grandes esfuerzos por mantener a todos, sus diez-doce miembros, hasta la pasada primera edad de hierro. La mayoría de los dacios eran ganaderos y agricultores, cultivaban algunos cereales sobre todo mijo, hortalizas y vid. Las mujeres sabían cardar la lana de las ovejas y tejerla. Se practicaba también la alfarería. Las casas de los dacios-getas, sobre todo las de las zonas montañosas, eran casas de superficie, de madera pegada con arcilla. Algunas casas estaban enterradas o semienterradas en la tierra. Los dacios como todos los pueblos europeos de aquel entonces, estaban divididos en diferentes grupos y categorías sociales y profesionales. La base de la sociedad, es decir el grupo más numeroso, que ejercía una actividad creadora de valores materiales, la representaban los hombres libres desde el punto de vista jurídico. Vivian en comunidades rurales y eran agricultores, pastores, artesanos e incluso pequeños comerciantes. Los aristócratas vivían en casas amplias y algunos en verdaderas fortalezas. Éstas estaban situadas a lo alto de las colinas y se hacían al principio de tierra y madera, rodeadas de una zanja y una muralla de tierra para defenderlas. Hacia finales de la antigua era, se pasó a la construcción de las grandes fortalezas de piedra, sobre todo en Transilvania, donde se encontraría el núcleo del estado dacio-geta. Como todos los antiguos pueblos europeos, los dacio-getas eran politeístas, aunque tuvieron, en ciertos periodos de su historia, un dios principal. El más conocido y venerado fue Zalmoxis(Fig1), el dios de la tierra, de los sembrados y de la fertilidad, sobre el cual los dacios creían que tenía su morada debajo de la tierra. -6- (Fig1)Dacios enviando un mensajero a Zalmoxis Su rival fue Gebeleizis, dios de todo el cielo, de la tormenta y del relámpago. A todos se les consagraban en lugares especiales para rezar, santuarios o templos estos eran de dos categorías: rectangulares o redondos, de madera o piedra. Los santuarios más grandes y más importantes se descubrieron en el centro de Dacia, en la Transilvania meridional. Los dacios sabían escribir con letras griegas y latinas, pero la alfabetización era escasa, una excepción, como en casi todo el mundo antiguo, sobre todo fuera de las fronteras del estado romano. El emperador Domiciano, después de la guerra contra los dacios, envió al senado una carta que había recibido del rey Decébalo, mientras los aliados de éste le mandaron más tarde al emperador Trajano un mensaje escrito en yesca, a través del cual se le pedía hacer las paces con los dacios-getas. En una vasija de culto de la capital de Dacia, del siglo I d.C ; hay una inscripción con letras latinas y sesenta bloques de piedra de la misma capital – Sarmizegetusta – que tienen inscritas una, dos y hasta tres letras griegas. Por lo tanto, hay que admitir que el rey, los jefes de las tribus aliadas, los sacerdotes y los de la corte sabían escribir. Se supone que podría haber existido hasta una chancillería en la corte – pero el resto del pueblo no tenía tales conocimientos y tampoco sentía su falta. Después de más de siglo, uno de los sucesores más conocidos fue Diurpaneus, más tarde apodado Decébalo, el poderoso, rehízo la unidad del estado dacio. El país abarcaba un tercio del territorio de Rumanía de hoy, pero estaba mejor organizado. La metalurgia estaba mucho más avanzada: el hierro descubierto en un único taller procedía de 50 -7- toneladas de mineral. El arado con azada de piedra y el torno rápido del alfarero se habían generalizado en Dacia, hacía tiempo. El sistema de fortificaciones con sede en Sarmizegetusta, la fortaleza más importante y la capital del estado, llegó, bajo el cetro de Decébalo, a su forma clásica. Sarmizegetusa está situada al oeste de Rumania, en el condado de Hunedoara. La población está asentada sobre las ruinas de la antigua capital romana de la Dacia, Ulpia Traiana; así, Sarmizegetusa Regia fue la capital y el más importante centro militar, religioso y político de los dacios. Erigido en lo alto de una montaña de 1.200 metros, la fortaleza fue el núcleo del sistema defensivo estratégico en las montañas de Orastie, que comprende seis ciudadelas. Sarmizegetusa Regia fue la capital de Dacia antes de las guerras con el Imperio Romano. Mapa de los restos de Sarmizegetusa Algunos dicen que fue construida entre los siglos III-II a.C, pero hay quienes piensan que es 600 años más vieja. El sitio consta de tres sectores principales: la fortaleza, el área sagrada y el barrio civil. Para la construcción de la fortaleza, los dacios nivelaron y aterrazaron una gran superficie. Estando rodeada por una muralla de piedra y madera, usando la técnica del murus dacicus(Fig2). No nos quedan vestigios de la distribución interna dado que fue demolida por las tropas romanas tras la conquista de la capital. La fortaleza, un cuadrilátero formado por enormes bloques de piedra, se construyó en cinco terrazas. (Fig2)Restos de la Muralla Dacia -8- (Fig3)Sarmizegetusa Regia. Área sacra La zona sagrada es circular(Fig3). Los más importantes y más grandes, incluye una serie de templos rectangulares. Las bases de las columnas aún son visibles. Tal vez la construcción más enigmática en el lugar es el gran santuario circular. Consistía en una "D. El diseño de la configuración de madera tiene una amplia similitud con el monumento de piedra Stonehenge en Inglaterra. El "andesita dom"(Fig4) parece haber sido usado como un reloj de sol. Esta idea es apoyada por las influencias conocidas en la cultura de la Grecia helenística, influencias que pueden haber incluido ideas sobre geometría y astronomía. Los civiles vivían por debajo de la fortaleza, en los asentamientos construidos sobre terrazas artificiales, como el de Fetele Albe. Había agua corriente, a través de tuberías de cerámica(Fig5), en sus residencias. (Fig4) Santuarios de andesita -9- (Fig5)Tubería 3.1-EL EJÉRCITO DACIO Los romanos se enfrentaron a un ejército organizado en el cual Decébalo había introducido la disciplina romana y a imponentes fortificaciones situadas en lugares estratégicos que dificultaron gravemente el avance del ejército de Trajano. Cierto es que la Europa del norte, la que se encontraba tras la línea formada por el Rin y el Danubio, poseía unas costumbres y unos modos de vida muy diferentes a los desarrollados al sur de estos dos grandes ríos, pero los pueblos que allí habitaban eran sociedades desarrolladas en muchas formas, con estructuras tribales complejas, religiones ancestrales y tradiciones milenarias. Prueba de ello es precisamente el tremendo esfuerzo que Trajano debió poner en juego para conseguir conquistar la Dacia. El emperador hubo de enfrentarse al mejor ejército que en ese momento batallaba en toda la Europa no romana, superior tácticamente incluso al germano. La imagen más conocida de los guerreros dacios es la que ilustra la Columna Trajana, hombres vestidos con un sencillo pantalón largo, un gorro puntiagudo y armados de las temibles falces, “espadas curvas” de aproximadamente un metro de longitud con una hoja curva que, manejadas con ambas manos, eran capaces de cortar un brazo o una pierna limpiamente. El ejército estaba bien organizado, estaba provisto incluso de armas para la guerra. Se trataba de infantería ligera, aunque sus temibles armas la conferían una potencia de choque tremenda, capaz de abrirse paso entre las filas romanas, destrozando línea tras línea. Fue tal el impacto de estas armas que hubo que reforzar las bóvedas de los cascos. Además de las falces había otros elementos que formaban parte integrante del sistema - 10 - militar dacio: su peculiar geografía, con los montes Cárpatos al este de la gran llanura húngara, y las formidables fortificaciones que habían ido construyendo y remodelando a través de los siglos. Estas fortalezas, levantadas en enclaves cuidadosamente escogidos, eran auténticas obras de arte de la ingeniería militar que asombraron a los romanos por la perfección y la armonía de sus elementos. Había fortificaciones de piedra que ascendían de la roca y estaban perfectamente integradas en ella. Y también había terraplenes de tipo celta con muros de tierra sólidamente construidos a partir de un armazón de vigas de madera, unidas entre sí por el sistema de anclaje de cola de milano, que impedían que la tierra se moviera. Las seis fortalezas principales del sistema defensivo principal dacio eran: Sarmizegetusa, Blidaru, Piatra Rosie, Costesti, Capalna y Banita. Mientras tanto, Roma había conquistado toda la Península Balcánica y la frontera del imperio había llegado al Danubio. Dobrogea fue conquistada en el año 46d.C; anexionada a la provincia romana Moesia (situada en los territorios de Bulgaria y Serbia de hoy). Los ataques romanos en contra de Dacia se incrementaron con el paso del tiempo, continuaron con intermitencias, durante veinte años, hasta someter a Decébalo. Éste no se dejó impresionar por los romanos, porque era maestro en la guerra y muy hábil, sabía cuándo atacar y cuándo retirarse a tiempo. Decébalo, soñaba con reconstruir el imperio que su antepasado Burebista forjó en la época de César, demostró ser un buen general, un aventajado estratega y un digno competidor de Trajano. Gracias a estas cualidades, salvó a su país hasta comienzo del siglo I d.C. Entonces llegó a Roma el emperador más hábil de todos los tiempos, el que consiguió la mayor extensión del Imperio Romano. Se llamaba Trajano. Fue él quien sometió Dacia tras dos guerras. 3.2-PRIMERA GUERRA DACIA 101-102 Decébalo, que pensó que podia vencer a Roma y que había permitido que los bandidos asaltaran las fronteras romanas participando de su botín y haciendo caso omiso a las embajadas romanas que le pedían que cesaran los asaltos, veía ahora cómo todo su poder se le echaba encima. Trece años habían transcurrido desde que los últimos soldados romanos habían marchado hacia el corazón de la Dacia, cuando Trajano ordenó a su ejército iniciar su invasión. Decébalo, prudentemente, se había retirado con sus fuerzas hacia el interior del país, siempre tratando de dejar a su paso la tierra quemada para impedir que los romanos pudieran abastecerse. Sin embargo, la previsión del emperador hispano permitió a los romanos disponer de reservas logísticas suficientes para afrontar la campaña sin penurias. La caballería romana consiguió establecer contacto con las fuerzas que se retiraban hacia Tapae y los exploradores atacaron sin misericordia las largas columnas en repliegue. No obstante, el grueso del ejército dacio consiguió llegar a esta ciudad. - 11 - 3.3- LA BATALLA DE TAPAE En esta campaña fueron movilizadas siete legiones, una cohorte de infantería y otra de caballería de la Guardia Pretoriana, cuarenta cohortes de infantería auxiliar, treinta cohortes mixtas y dieciocho alas de caballería. Lo que nos da un total teórico de más de 80.000 hombres. Sin embargo, es completamente imposible que todos esos efectivos tomaran parte conjuntamente en la campaña por varias razones. En primer lugar, porque no era necesario, y Trajano, que era un comandante muy cualificado, jamás hubiera permitido que la frontera del Danubio quedara sin protección llevándose con él a todo el ejército. Es obvio que habría dejado suficientes reservas como para poder asegurar las fronteras en caso de necesidad o para servir como refuerzos más adelante. Y, en segundo lugar, los acuartelamientos permanentes no quedaban desiertos tras la partida de una legión porque siempre permanecía un destacamento guardándolos hasta el retorno del grueso de la unidad. En los campamentos permanecería posiblemente una cohorte en el caso de una legión, lo que aseguraba que la zona quedaba suficientemente protegida con presencia militar. Decébalo organizó una resistencia muy eficaz basada en fortalezas muy bien situadas y protegidas y en una serie de audaces golpes contra las tropas romanas en su avance. Sin embargo, esta estrategia se vino abajo al desarticularla Trajano poniendo sitio a cada una de las fortalezas y ocupando el territorio prácticamente palmo a palmo. Ante esta desesperada situación, el rey dacio ideó un ingenioso plan: formó frente a Tapae a sus 30.000 infantes armados con los temibles espadones curvos, ocultó en el bosque a 10.000 jinetes dacios y sármatas y en los montes a los arqueros sármatas y a los guerreros de las tribus montañesas para coger a Trajano en una trampa que de conseguir cerrarse sería mortal de necesidad. Sin embargo, el emperador hispano siempre llevó la iniciativa aún cuando estaba dentro de una trampa: a cada maniobra de Decébalo respondía con una brillante contramaniobra. Vista la ferocidad del ataque de la infantería dacia, si los romanos no hubieran podido neutralizar las amenazas de los flancos, aquel valle se hubiera convertido en su tumba, pero la excelente exploración y las oportunas contramedidas de Trajano evitaron que Decébalo les atrapara en aquella ratonera. Debido a la experiencia de combate y la profesionalidad de las tropas, éstas dieron la victoria a Roma. Trajano, que ya había previsto una emboscada, envió exploradores que descubrieron 10.000 jinetes sármatas y dacios ocultos en los bosques del monte Semenic. Además, ordenó a Tercio Juliano que se aproximara a Tapae desde el este, con lo que las líneas de avance de ambos ejércitos formaban un ángulo de 90°. Las tres legiones de Juliano se internaron en el bosque y atacaron a la caballería de Decébalo por la retaguardia mientras su caballería y las cohortes auxiliares, actuando como un cuerpo independiente, penetraron en el bosque desde el sur y desde el norte en un movimiento de flanqueo para envolver a los dacios. Mientras tanto, Trajano había desplegado su ejército ante las tropas de Decébalo, que ordenó el ataque inmediato contra las cuatro legiones de Trajano - 12 - mientras esperaba la oportunidad para ordenar el asalto de las tropas ocultas en los montes Banatului. Sin embargo, esta maniobra también había sido prevista por el emperador, que había apostado treinta cohortes mixtas al mando de Lucio Licinio Jura para cubrir sus empinadas laderas, dejando además veinte cohortes de infantería auxiliar como reserva táctica situadas de tal manera que pudieran acudir rápidamente a cualquiera de los tres frentes abiertos. El ataque principal dacio fue terrorífico. Miles de guerreros se arrojaron sobre las legiones blandiendo sus temibles falces curvas, pero las líneas romanas aguantaron la carga y el ataque se convirtió en una terrible batalla campal. Entretanto, la infantería auxiliar ascendía las laderas de Banatului, impidiendo que las tropas dacias de aquella posición pudieran intervenir en la batalla atacando el flanco de la línea romana. En Semenic las cosas tampoco les iban bien a los dacios, ya que Tercio Juliano había derrotado a la caballería de Decébalo y sus legiones avanzaban desplegadas por los bosques, obligando a los dacios a retirarse a Tapae. La fortaleza de las unidades romanas y su disciplina impidió que las líneas se rompieran. Frente a esto nada pudieron hacer los dacios que comenzaron a retirarse del campo de batalla. Sin embargo, el terreno en el que tanto había confiado Decébalo para montar su emboscada no era precisamente el más indicado para organizar una retirada masiva. Las tropas que se enfrentaban a los romanos ante Tapae se vieron pronto flanqueadas por las alas del ejército de Trajano, y en ese punto se produjo una masacre y el ejército dacio quedó desmembrado. Tras la derrota el rey Decébalo sólo pudo tratar de escapar de los romanos sin pensar ni siquiera en montar una resistencia organizada. Después de la primera guerra, cuyo desenlace había sido sólo una victoria romana parcial, no concluyente, Decébalo se declaró, formalmente, súbdito de los romanos, pero ya estaba pensando en la revancha. El emperador tampoco tenía intenciones pacíficas. 3.4-SEGUNDA GUERRA DACIA 105-106 Poco más de dos años había transcurrido desde que Decébalo se rindiera. Cuando el rey dacio, en un golpe de audacia y de desprecio a los tratados firmados, secuestró a Longino, comandante romano de la guarnición de Sarmizegetusa y un viejo amigo de Trajano. El emperador, siguiendo la misma estrategia que su ya mortal enemigo, se dispuso a ganar tiempo iniciando una serie de negociaciones con Decébalo. Y Longino, sabiendo cual era su deber, en cuanto tuvo oportunidad se suicidó para dejar a su amigo, el emperador, las manos libres. Ahora ya no se trataba de una campaña más, de una guerra de conquista o de sofocar una rebelión. Decébalo había atacado directamente la Dignitas de Trajano, y con ello había puesto en duda su Auctoritas no sólo ante los dacios, sino ante todo el Imperio y el emperador romano tomará represalias. Lo cierto es que Trajano no estaba desprevenido. - 13 - Trajano le ordenó al arquitecto Apolodoro de Damasco construir un puente sobre el Danubio, en un lugar llamado Drobeta (hoy Turnu-Severin). Sería una de las construcciones más grandiosas de la antigüedad, y sus huellas se notan hasta hoy en el noroeste de Rumanía, a las orillas del Danubio. En el año 103 dieron comienzo las obras que concluyeron en 105. El puente se sostenía sobre pilares de piedra que proyectaban arcos de madera, ya que Trajano quiso que en previsión de cualquier problema grave la superestructura pudiera ser destruida rápidamente para evitar una invasión masiva a través del puente. Los dos extremos del puente penetraban en dos campamentos fortificados, por lo que quien quisiera cruzar el puente sin permiso debería antes conquistar ambos campamentos. En la primavera del año 106 el ejército de Trajano cruzó el Danubio para terminar de una vez con Decébalo. Aplastando con furia cualquier intento de resistencia, el emperador penetró de nuevo en Dacia destruyendo las ciudades y obligando a un sorprendido Decébalo a retirarse a Sarmizegetusa, donde confiaba montar la última y definitiva resistencia contra el ejército. Por este puente y por otros, un ejército romano de unos 150 000 soldados se acercó durante el año 105, desde varias direcciones y sitió Sarmizegetusa, la capital del país. Sin embargo, la cruel fiereza del ataque romano había sido perfectamente calculada por Trajano, ya que obligó a los caudillos dacios a rendirse en masa acusando a su rey de obligarles a empuñar las armas y romper el tratado de paz. Con gran habilidad Trajano perdonó la vida de los que así llegaban ante él, y pronto el rey Decébalo se encontró solo, apoyado únicamente en la propia capital y las fortalezas reconstruidas tras la rebelión. Al comienzo del verano del año 106, los defensores de la fortaleza, al quedar sin agua y comida, se entregaron a los romanos y Sarmizegetusa fue destruida. Los romanos descubrieron el tesoro dacio, de oro fino y plata, que transportaron con orgullo a Roma y del cual el emperador iba a ofrecer a la plebe, como de costumbre, panem et circenses, es decir pan y juegos del circo. La fortuna dacia iba a llenar por un tiempo el tesoro agotado del imperio. Pero la satisfacción no fue plena porque Decébalo, junto con un puñado de soldados fieles, ordenó incendiar la ciudad para cubrir su huida; sin embargo, los romanos estaban atentos a esa posibilidad y enviaron en su persecución a la caballería. Uno de los escuadrones, al mando de Tiberio Claudio Máximo, consiguió dar con la pista del rey. Decébalo se refugió en las montañas, donde seguía luchando. La resistencia fue de corta duración porque un destacamento romano encontró a los prófugos. Acorralado, Decébalo se suicidó; su cabeza y su mano derecha se mostraron al emperador y luego se expusieron en Roma, ante la muchedumbre, para que ésta estuviera convencida de que el gran enemigo del imperio había fallecido. En Roma, las fiestas para celebrar la victoria contra los dacios duraron 123 días. Se crearon figuras de porcelana y objetos de cerámica que reflejaban la derrota de Dacia. Para recordar el mismo evento, en el año 113, en el nuevo foro construido, se levantó el célebre monumento llamado ‘’ La columna de Trajano’’. Una columna de mármol, adornada con una sucesión de bajorrelieves. Éstos cuentan en imágenes las guerras entre los dacios y los romanos. El monumento se ha conservado - 14 - hasta hoy en Roma, cerca de la Plaza Venecia y se considera el acta de nacimiento del pueblo rumano. La antigua capital de los dacios, Sarmizegetusa Regia, fue declarada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1999 junto con el resto de fortalezas dacias de las montañas Orastie. 4-BIBLIOGRAFÍA: POP, IOAN AUREL., Los Rumanos y Rumania. Cluj-Napoca (Klausenburg) : Rumänisches Kulturinstitut, 2006. BLÁZQUEZ, J. M., Trajano, Barcelona, 2003. CHRISTOL, M., NONY, D., De los Orígenes de Roma a las invasiones Bárbaras, Madrid, 2005. CONNOLLY, P., Las legiones romanas. Madrid, 1989. GOLDSWORTHY, A., Grandes generales del Ejército Romano. Campañas, estrategias y tácticas. Barcelona, 2005. GÓMEZ PANTOJA, J. (Coord.), Historia Antigua (Grecia y Roma), Barcelona, 2009. LAGO, J. I., Trajano. Las Campañas de un Emperador Hispano, Madrid, 2008. LANE FOX, R., El mundo clásico: la epopeya de Grecia y Roma, Barcelona, 2007. 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