Sinopsis Comparativa entre la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa

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PATRIARCADO ORTODOXO DE LAS NACIONES.
EXARCADO DE CUBA.
SU TODA SANTIDAD NICOLAS I – PATRIARCA.
www.mission-orthodoxe.org
Sinopsis Comparativa entre la Iglesia Católica
Apostólica Ortodoxa y la Iglesia Católica Apostólica
Romana.
INTRODUCCIÓN
Hay muchos puntos en común entre la Iglesia Ortodoxa y la Iglesia
Romana, pero también existen diferencias, causa de su separación. Entre
ellas, unas se refieren al Dogma, otras a la Liturgia, y también las hay
administrativas.
Se ha despertado la consciencia de muchos católicos ortodoxos interesados
en conocer aún más la milenaria fe de sus antepasados, cristianos de Tierra
Santa. También nos han sido formuladas, por hermanos católico romanos,
innumerables preguntas acerca de nuestra Iglesia, de su hermosa liturgia,
sus íconos y su teología; muchas personas han deseado saber qué
diferencias impiden la unidad plena en la mutua comunión.
No podemos olvidar que ambas iglesias, la Católica Ortodoxa y la Católica
Romana, vivieron más de mil años de fe común, de historia indivisa; a
pesar de la separación ocurrida en el siglo XI, es mucho más lo que las une
que lo que las separa. Es importante conocer sus diferencias para saber
encontrar la verdadera unión y la plena comunión; conociéndose
mutuamente es como mejor se podrán reconocer mutuamente.
Se ha elaborado esta síntesis comparativa intentando dar respuesta a estas
inquietudes, sobre todo para motivar a los cristianos a interesarse por su fe,
conocerla y vivirla intensamente, para ser herederos del Reino de los
Cielos.
No se ha pretendido algo exhaustivo, sino formular una síntesis clara que
permita despejar dudas fundamentales. Esto limita un poco las
explicaciones, sacrificando su desarrollo más profundo en aras de la
claridad.
Se recomienda la lectura de la obra "La Santa Iglesia Ortodoxa", del
Doctor en Teología Profesor José Elías, que constituye un valioso aporte al
conocimiento de la ortodoxia. Los textos citados en esta síntesis
comparativa han sido extraídos de dicha obra, con la debida autorización
del Dr. Elías.
1. ¿DÓNDE SE ENCUENTRAN SUS FELIGRESÍAS?
Tanto fieles ortodoxos como romanos se encuentran en todos los países del
mundo, debido al carácter misionero de ambas iglesias y a los movimientos
migratorios de los pueblos, sobre todo durante el siglo XX. Con todo, se
pueden señalar determinadas zonas del mundo de acuerdo con los
siguientes criterios:
Iglesia Ortodoxa
Iglesia Romana
mayoría de la población
total
Grecia, Chipre, Bulgaria,
Rumania, Serbia,
Montenegro, Rusia,
Bielorrusia, Ucrania, Georgia
España, Portugal, Italia,
Malta, Irlanda, Francia,
Bélgica, Austria,
Eslovaquia, Eslovenia,
Croacia, Polonia, Lituania,
Iberoamérica, Filipinas
mayoría de la población
cristiana
Albania, mundo árabe
República Checa, India,
Canadá
cantidad similar de fieles
al conjunto de
denominaciones
protestantes
Estonia
Alemania, Suiza, Estados
Unidos de América
minoría significativa en un Finlandia
país de dominio
protestante
cantidad similar de fieles
Reino Unido, Noruega,
Dinamarca, Australia,
Nueva Zelanda
Bosnia, Hungría, Letonia, mundo africano, Japón, China
2. PATRIARCADOS.
Son las cabezas o jefaturas de iglesias o diócesis autónomas en lo
administrativo.
Iglesia Ortodoxa
Patriarca de Jerusalén
Patriarca de Antioquía y todo Oriente
Patriarca o Papa de Alejandría
Patriarca de Constantinopla
Patriarca de Moscú
Patriarca de Bulgaria
Patriarca de Rumania
Iglesia Romana
Patriarca o Papa de Roma
Iglesia Ortodoxa
Patriarca de Georgia
Iglesia Romana
Cada patriarcado o iglesia autocéfala tiene No existe autonomía administrativa en
autonomía administrativa para el gobierno los diversos países. El Papa nombra a los
de su iglesia.
obispos de cualquier parte del mundo,
quedando sujetos directamente a él.
Cada patriarca gobierna su iglesia junto al
Santo Sínodo, formado por arzobispos
metropolitanos.
La autonomía es sólo administrativa, ya
que la iglesia es una y universal: la unidad
es en la fe y en la comunión recíproca.
No acepta otro Jefe Supremo de la Iglesia El Papa se proclama cabeza visible de la
que Nuestro Señor Jesucristo, su fundador. Iglesia y representante de Cristo en la
Tierra (Vicario de Cristo). Quien no está
en comunión con el Papa está fuera de la
Iglesia Romana.
3. AUTORIDAD SUPREMA DE LA IGLESIA.
Iglesia Ortodoxa
Iglesia Romana
El Concilio Ecuménico de toda la Iglesia. El Papa.
La infalibilidad reside en la totalidad de El Magisterio del Papa es infalible cuando
la Iglesia, en su Plenitud o Pleroma, ya
habla Ex-Cathedra (Concilio Vaticano I,
que el Soplo del Espíritu Santo la asiste a año 1870).
toda ella.
Ningún hombre es infalible; sólo lo es
Dios.
4. ¿QUIÉNES FUNDAN LAS DIVERSAS IGLESIAS
LOCALES Y CUÁNDO?
Las iglesias son locales en cuanto a territorio o distritos eclesiásticos, pero
son parte inseparable de la Iglesia Universal fundada por Cristo sobre todos
los apóstoles.
1. Iglesia de Jerusalén, Madre de la Iglesia, en Palestina. La dirige el
Apóstol Santiago, su primer obispo.
2. Iglesia de Antioquía, centro principal de Oriente, en Siria. La fundan
San Pedro y San Pablo. San Pedro es su primer obispo. Allí comenzó
la predicación a los gentiles y es donde comenzaron a llamarse
"cristianos" los seguidores de Cristo. Fue llamada Iglesia Madre de
las Naciones.
3. Iglesia de Alejandría, principal centro político, cultural y filosófico
de África, en Egipto. Fue fundada por San Marcos.
4. Iglesia de Roma, primera capital del imperio. Fundada por San Pedro
y San Pablo, unos diez años más tarde que Antioquía. San Pedro
acudió a Roma a dar testimonio de Cristo ante la comunidad
existente. Ambos fueron allí martirizados. Su primer obispo
postapostólico fue San Lino, discípulo de San Pablo.
5. Iglesia de Constantinopla, segunda capital del imperio, fundada por
San Andrés, el primer apóstol llamado por Nuestro Señor.
Muchas ciudades de Oriente tuvieron como fundadores de la Iglesia
Cristiana a los propios apóstoles. Por ejemplo, la Iglesia de Macedonia y
Chipre fue fundada por San Pablo y San Bernabé; la de Atenas, por San
Pablo. Así Corinto, Efeso, Nicea, etcétera. En Occidente, sólo Roma
exhibía esa característica, por lo cual tuvo un gran prestigio entre las
comunidades de España, Italia, Francia, etcétera.
5. UNIDAD Y PRIMACÍA.
«Todos los patriarcas tenían iguales derechos, eran
independientes en la administración de su iglesia y eran
iguales entre sí. Todos los creyentes de la Iglesia han
estado unidos por su fe, sacramentos y prácticas
comunes. Siendo Roma la capital del imperio, se
consideraba a su patriarca el primero entre sus iguales,
siendo esto un título honorífico solamente (1 Concilio
Ecuménico, Artículo 6°; 2° Conc. Ecum. Art. 3°; 4° Conc.
Ecum. Art. 28°; 6° Conc. Ecum. part. 36).
er
Posteriormente, con el establecimiento de la capital del
imperio en Bizancio, se dieron honores similares al
Patriarca de Constantinopla.»
Jamás se planteó en los patriarcados de la Iglesia Indivisa la supremacía de
alguno de ellos sobre los demás.
6. ¿SOBRE QUIÉN SE FUNDÓ LA IGLESIA?
«La palabra "Iglesia" es de origen griego y se refiere a
una asamblea o sociedad de creyentes (del verbo
convocar o llamar).
Cristo fundó su Iglesia como depositaria de la Gracia y
de los medios de salvación y su finalidad es continuar la
obra de la salvación y conducir a los hombres al Reino
de Dios.
Palestina es la cuna del cristianismo, donde Jesús
nació, vivió, actuó, predicó, fue crucificado, resucitó y
subió a los cielos, obrando allá la redención del género
humano. En Pentecostés, envió el prometido Espíritu
Santo a sus apóstoles, quienes, junto con la Santísima
Virgen María, las mujeres y hermanos reunidos en la
misma sala donde se realizó la cena, perseveraban
unánimes en oración y ruego (Hechos I: 13,15). Esta era
la primera Comunidad de los creyentes en Jesús, es
decir, la primera Iglesia Cristiana.
Todos los apóstoles recibieron, en igual medida, el
mandato del Señor. Desde Jerusalén, el evangelio fue
propalado por los apóstoles en los países vecinos.»
7. «TÚ ERES PEDRO Y
EDIFICARÉ MI IGLESIA.»
SOBRE
ESTA
PIEDRA
Es importante conocer el pasaje completo del Evangelio de San Mateo 16,
13-19:
«Viniendo Jesús a la región de Cesárea de Filipo,
preguntó a sus discípulos: ¿Quién dicen los hombres
que es el Hijo del Hombre? Ellos contestaron: unos, que
Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías u
otro de los profetas. Y Él les dijo: Y vosotros, ¿quién
decís que soy?
Tomando la palabra Simón Pedro, dijo: Tú eres el
Mesías, el Hijo de Dios vivo. Y Jesús respondiendo, dijo:
Bienaventurado tú, Simón Bar Jona, porque no es la
carne ni la sangre quien esto te ha revelado, sino mi
Padre, que está en los cielos. Y yo te digo a ti que tú
eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré yo mi Iglesia, y
las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Yo
te daré las llaves del Reino de los Cielos, y cuanto
atares en la tierra será atado en los cielos, y cuanto
desatares en la tierra será desatado en los cielos.»
En griego se distinguen claramente dos vocablos usados por Nuestro Señor:
"petros", al referirse a Pedro, y luego "petra". "Petros" significa
"piedrecita", mientras que "petra" significa "roca", una gran piedra.
Los Santos Padres de la Iglesia han visto en este pasaje evangélico, en la
confesión de Fe de Pedro que Cristo es el Hijo de Dios vivo, a la piedra de
que habla Nuestro Señor, ya que lo dicho por Pedro no le fue revelado por
carne ni por sangre, sino por el propio Padre que está en los cielos; él se
adelantó hablando en nombre de todos los discípulos.
Iglesia Ortodoxa
De esta forma, la Iglesia Ortodoxa ve
fundada la Iglesia sobre todos los apóstoles
y sobre la Fe pronunciada por San Pedro en
aquel momento.
Iglesia Romana
La Iglesia Romana ve en la persona misma
de Pedro el fundamento de la Iglesia, y no
en la Fe por él enunciada bajo inspiración
divina.
Todos somos fundamento de la Iglesia, o
como dice San Pablo, templos vivos del
Espíritu Santo.
Además de este pasaje evangélico, en el conjunto de los Evangelios, en los
Hechos de los apóstoles así como en diversas epístolas, queda muy claro el
fundamento de la Iglesia sobre Doce Columnas -los Santos Apóstolessobre todos los cuales descendió el Espíritu Santo en Pentecostés.
Todos somos miembros del Cuerpo Místico que es la Iglesia, pero una sola
es su cabeza: Cristo Nuestro Señor.
8. APÓSTOLES, OBISPOS Y SUCESIÓN APOSTÓLICA.
Los Apóstoles fueron fundando diversas comunidades actuando como sus
primeros obispos. Para continuar su itinerario misionero, quedaron otros
justos varones como sus sucesores. De esta forma, San Pedro actuó durante
siete años como Obispo de Antioquía, siendo San Evodio su sucesor.
San Pedro murió en Roma, martirizado, según la tradición de la Iglesia,
aunque las Sagradas Escrituras no se refieren a ello.
Iglesia Ortodoxa
Iglesia Romana
La Iglesia de Antioquía, habiendo
tenido como primer obispo a San
Pedro, jamás ha reclamado
supremacía sobre toda la Iglesia,
ya que ella le corresponde a
Cristo.
La Iglesia de Roma, que estaba en
comunión con todos los
patriarcados hasta antes de su
separación, en el año 1054,
reclama para sí la supremacía
sobre toda la Iglesia, basándose en
la jefatura de Pedro, y en el hecho
de que éste haya muerto en Roma.
En la Tierra, a toda la Iglesia le
asiste el Espíritu Santo; cada
patriarcado es parte íntegra de la
Iglesia Universal, ya que se fundó
sobre todos los apóstoles.
9. CONCILIOS
INDIVISA.
ECUMÉNICOS
DE
LA
IGLESIA
La Iglesia Ortodoxa acepta sólo los siete primeros concilios como
Ecuménicos o Universales. Después del Gran Cisma, en 1054, sólo se han
celebrado concilios particulares en el seno de cada iglesia. Por ejemplo, en
Occidente los concilios de Trento (1545), Vaticano I (1869) y Vaticano II
(1962); en Oriente, los concilios de Jerusalén (1672), Constantinopla
(1755) y la Conferencia Panortodoxa de Constantinopla (1923).
«El Primer Concilio fue convocado por el Emperador
Constantino en la ciudad de Nicea, el año 325, donde
fue condenado el arrianismo, herejía que negaba la
completa Dignidad de Cristo; ahí fue compuesta la
primera parte del Credo o Símbolo de la Fe, que en
pocas palabras expresa claramente nuestra creencia y
doctrina cristiana. Este Credo fue completado en sus
últimos artículos en el Segundo Concilio Ecuménico en
Constantinopla (año 381); por ello se llama Símbolo
Niceo-Constantinopolitano. Dicho Credo es obligatorio
para toda la Iglesia Cristiana, y como lo establecieron
los Santos Padres en el Art. 7 del 3 Concilio realizado
en la ciudad de Efeso, nadie bajo anatema, puede
cambiar una sola de sus palabras. Además formuló la
organización visible de la Iglesia, planteando la posición
de las grandes sedes o Patriarcados y también condenó
el macedonianismo, herejía que sostenía que el Espíritu
Santo es una creatura.
er
El Tercer Concilio Ecuménico se celebró en Efeso, año
431, que condenó al nestorianismo (independencia
entre Cristo Dios y Cristo Hombre). El Cuarto Concilio
fue en Calcedonia, año 451; condenó el monofisismo,
que sostenía una naturaleza de Cristo y dio, además, al
Patriarca de Constantinopla el mismo rango de honor
que el de Roma. El Quinto Concilio, Constantinopla (II),
año 533, condenó cierta literatura de índole nestoriana y
conciliatoria con los monofisistas. El Sexto en
Constantinopla (III), año 580, condenó el Monotelismo
(una voluntad en Cristo), y el Séptimo, en Nicea (II), año
787, condenó el iconoclasmo y confirmó la veneración
de las imágenes y reliquias.
Así es como en este período, la Iglesia confirmó su
organización y gobierno terrenal. Además, en él se
expusieron y defendieron las verdades básicas y los
elementos del Culto Ortodoxo por los Padres y Doctores
Ecuménicos.»
Con lo anterior se demuestra que la organización de la Iglesia es de
Derecho Canónico y no de Derecho Divino. Su estructura administrativa
puede verse modificada a lo largo del tiempo, en función de sus
necesidades.
10. CAUSAS DE LA SEPARACIÓN DE ROMA DE LOS
OTROS PATRIARCADOS.
La causa más profunda está centrada en la pérdida de la cultura helénica a
lo largo del Imperio Romano, a contar de la invasión de los bárbaros sobre
Roma y la influencia de elementos asiáticos sobre Constantinopla.
El griego era el idioma culto; en él se escribió casi todo el Nuevo
Testamento, con excepción del Evangelio de San Mateo, y con él se
predicó incluso en Occidente. La palabra "católica" es de origen griego y
significa "universal", "plena" (San Ignacio de Antioquía, siglo II).
Junto al distanciamiento cultural se produjo un distanciamiento en el orden
político, sobre todo a partir de Carlomagno (siglo IX). Fue apareciendo en
Occidente una tendencia a querer ver en el Papa de Roma una pretendida
supremacía -no primacía de honor- sobre el resto de los patriarcados. Esta
tesis fue cobrando fuerza en Occidente, donde Roma, por ser la única sede
de origen apostólico y porque preservaba los antiguos restos del Imperio
Romano Occidental, tuvo una influencia creciente sobre el resto de las
diócesis.
Así, al intentar imponer la supremacía a los patriarcas de Oriente, junto con
una serie de reformas en la práctica litúrgica (comunión con pan ácimo y
no con pan y vino, celibato sacerdotal, etcétera) y la adición de la palabra
"Filioque" al Credo de la Fe cristiana, llevaron a la ruptura.
«Un legado papal, el Cardenal Humberto de
Mourmontiers, Obispo de Silva Cándida, que junto al
Cardenal Federico de Lorena y Pedro Arzobispo de
Amalfi, extralimitándose en sus atribuciones y haciendo
caso omiso de las reglas canónicas, al tiempo de
celebrarse la Santa Misa, precipitadamente, colocaron
en el altar de Santa Sofía la sentencia de excomunión
contra Miguel Cerulario y su clero. A un cardenal no le
corresponde excomulgar a un patriarca: sólo el Santo
Sínodo lo puede hacer. En aquellos momentos el Papa
León IX había fallecido, cautivo de los normandos que
habían ocupado el sur de Italia.
Miguel Cerulario y el Santo Sínodo de Constantinopla
respondieron de igual modo, excomulgando a Roma.
Así se produjo el Gran Cisma de la Iglesia, entre
Occidente y Oriente.
Occidente conoció más tarde una profunda división, en
el siglo XVI, con la reforma protestante, que enfrentó a
media Europa de forma desgarradora. Se encuentra en
la actualidad enormemente dividida en materia
doctrinaria.»
11. LEVANTAMIENTO DE LA EXCOMUNIÓN.
Después de algunos intentos durante nueve siglos, en diciembre de 1965,
fecha histórica para la Iglesia, en tiempos del Patriarca Atenágoras y del
Papa Paulo VI, ambos de bendita memoria, se levanta la recíproca
excomunión y comienza a trabajarse por el restablecimiento de la unidad
plena entre ambas iglesias.
La Iglesia Ortodoxa reza siempre por la unión de todos en la verdadera fe,
transmitida por Nuestro Señor Jesucristo, los Apóstoles y Padres de la
Iglesia, preservada intacta en el oriente cristiano.
12. DIFERENCIAS MÁS DESTACADAS ENTRE LA
IGLESIA ORTODOXA Y LA IGLESIA ROMANA.
En el dogma:
1. La Iglesia Ortodoxa no acepta la adición anticanónica del vocablo
"filioque" al Credo de la Fe.
En los dos primeros concilios ecuménicos, en Nicea y
Constantinopla, se dejó establecido el Credo de nuestra fe cristiana,
sin que nadie bajo anatema pueda cambiarlo. En él se dice "... creo
en el Espíritu Santo, señor y vivificador, que procede del Padre, y
que con el Padre y el Hijo es juntamente adorado y glorificado, que
habló por los profetas...".
La palabra "filioque" significa en latín "y del hijo". Al introducir este
vocablo se modifica el Credo, diciendo "... creo en el Espíritu Santo,
señor y vivificador, que procede del Padre y del Hijo, y que ...", con
lo cual se contraviene lo establecido en los concilios ecuménicos y el
Evangelio de San Juan; incluso un gran Papa, como León III, no
aceptó tal adición, rechazándola al Emperador Carlomagno, haciendo
grabar en placas metálicas el credo auténtico, tanto en griego como
en latín, las que colocó en las paredes de la Basílica de San Pedro en
Roma.
Además del simple cambio a lo establecido en los concilios, suponía
una transformación de los aspectos fundamentales de la doctrina
teológica acerca de la Santísima Trinidad, rompiendo el equilibrio
armónico entre las Tres Personas Divinas. Todo esto tenía su
repercusión en la organización de la iglesia, ya que siendo la teología
del Hijo la Teología de la Unidad, y la del Espíritu Santo la Teología
de la Diversidad, la Iglesia Una y a la vez Diversa -rica en diferentes
tradiciones locales- se vio afectada al alterar el equilibrio de ambas
teologías. Al proceder el Espíritu Santo del Padre y del Hijo, cobraba
más fuerza la idea de unidad y se justificaba un intento de
supremacía sobre la diversidad de la Iglesia.
2. La Iglesia Ortodoxa no acepta el dogma romano de 1870, por el cual el
Papa es infalible cuando habla "Ex Cathedra".
Solamente Dios -ningún ser humano- es infalible. En todo caso, la
infalibilidad otorgada a la Iglesia corresponde a la plena consciencia
de toda ella, expresada en el Concilio Ecuménico Universal con
posterior recepción por parte de toda la Iglesia.
3. La Iglesia Ortodoxa no acepta el dogma romano de 1854 de la
Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María.
La Santísima Virgen María es Madre de Dios; virgen antes, durante
y después del nacimiento de Cristo - por eso se la representa con tres
estrellas en los íconos ortodoxos, sobre la frente y cada hombro.
La Iglesia Ortodoxa no acepta el dogma de la Inmaculada
Concepción de María, o sea, que ella haya nacido sin la mancha del
pecado ancestral u original cometido por Adán y Eva, cuya exclusiva
culpa compromete a todo el género humano.
Sólo Cristo nació exento de mancha. La Virgen María, de la casa de
David, hija de San Joaquín y Santa Ana, nació como todo ser
humano. No cometió ella pecado alguno por propia voluntad, siendo
llena de Gracia del Espíritu Santo. Cuando ella acepta ser Madre del
Salvador, lo hace libremente; y en ese acto humano y libre nos
representa a todos. Así Cristo, el Verbo encarnado, es
verdaderamente hombre al nacer de una hija del género humano.
La Santísima Virgen murió y luego fue llevada al cielo, donde reina
gloriosamente sobre la humanidad. Es nuestra Madre e Intercesora,
más gloriosa que los querubines y serafines.
Si la Virgen no hubiera tenido la mancha del pecado de Adán y Eva,
sería una especie de diosa o ángel corpóreo, por lo que no habría sido
libre -y por tanto humana- su decisión de aceptar la maternidad de
Cristo: Cristo no habría sido verdaderamente hombre - "El Verbo se
hizo carne y habitó entre nosotros". La Santísima Virgen María tenía
plena consciencia de su humana condición cuando exclama: "Mi
alma engrandece el Señor, y exalta de júbilo mi espíritu en Dios mi
salvador".
13. DIFERENCIAS SACRAMENTALES.
Iglesia Ortodoxa
bautismo
Por inmersión del
Por aspersión en la cabeza
bautizando, como Cristo en solamente.
el río Jordán.
Crismación Es administrada por el
o
sacerdote inmediatamente
confirmación después del bautizo, sea de
niño o de adulto.
Otorga los dones del
Espíritu Santo,
potenciando las
particularidades de la
persona. Con el bautismo
se incorpora a la Iglesia; se
une a la familia de los
Hijos de Dios.
Con la confirmación se le
potencia en sus
características personales
de imagen de Dios.
comunión de Bajo las especies de pan y
los fieles
vino consagradas por el
Espíritu Santo, al cual se
invoca en la Divina
Liturgia ("Epíclesis"), tras
recordar las palabras de la
Última Cena: "Tomad y
comed, este es mi
cuerpo...".
confesión
Iglesia Romana
Se administra después de
la Primera Comunión.
Tiene el sentido de renovar
la promesa del bautismo.
Es administrada por el
obispo y,
excepcionalmente, por un
sacerdote con expresa
delegación.
Bajo pan ácimo,
consagrado por el
sacerdote con las palabras
de la Última Cena. Sólo el
sacerdote comulga con las
especies de pan y vino.
Se da a los niños tan
pronto hayan sido
bautizados.
Se da a los niños a partir
del uso de razón.
Se requiere ayuno total
desde las cero horas del
día.
El ayuno es más laxo que
el ortodoxo.
El sacerdote no perdona
El sacerdote perdona los
los pecados, sino que lo
pecados.
implora a Dios, ya que sólo
Iglesia Ortodoxa
Iglesia Romana
Él perdona al pecador que
se arrepiente y confiesa.
El sacerdote actúa más
Actúa más bien como juez.
bien como testigo ante
Dios y como cura del alma
(el pecado es una
enfermedad).
orden
sacerdotal
La absolución es completa,
tanto en lo temporal como
en lo eterno. Por ello no
plantea la ortodoxia la
existencia de un
purgatorio.
La absolución corresponde
a lo temporal, y para ello el
alma requiere de un
purgatorio para la
absolución eterna.
Los consejos y la
penitencia que pueda dar el
confesor son de carácter
pedagógico y terapéutico
para proteger al fiel. No es
parte del sacramento ni se
impone para satisfacer la
justificación divina.
La penitencia es parte del
sacramento y tiene carácter
de sanción por las faltas.
Se impone para reparar o
satisfacer la justificación
divina por los pecados
cometidos.
Puede ser ordenado un
hombre casado, a
requerimiento de su
comunidad ante el obispo,
contando con la venia de
su esposa.
Sólo pueden ser ordenados
los célibes.
Actualmente se ordena a
casados como diáconos.
Un monje puede ser
ordenado como sacerdote.
Lo dicho para el
sacerdocio es válido para
el diaconado.
El obispo es célibe y
usualmente monje.
unción a los Se otorga óleo bendito a
Tenía el carácter de
enfermos
cualquier enfermo, no sólo extremaunción, al borde de
en caso de muerte.
la muerte, pero el Concilio
Vaticano II lo acercó a la
posición ortodoxa.
matrimonio
Es el sacramento del amor;
el fin principal del
matrimonio es el amor de
los esposos, siendo los
hijos una bendición de
El fin principal es la
procreación y educación de
la prole, reconociéndose
actualmente como segundo
fin la ayuda mutua y el
Iglesia Ortodoxa
Iglesia Romana
Dios y fin importante
también del mismo.
auxilio entre los esposos.
El ministro del sacramento
es el sacerdote, al cual
acuden libremente los
novios para que éste, frente
al altar, ruegue a Dios que
bendiga su unión.
Los ministros son los
propios novios,
contrayentes del
matrimonio - fuerte sentido
de contrato, tal vez por
influencia jurídica de la
antigua Roma. El sacerdote
actúa sólo como testigo.
La sustancia del
sacramento es la unión de
los novios, siendo la forma
del mismo la bendición de
Dios. Por ello el ministro
del sacramento es el
sacerdote.
La decisión de planificar la No se aceptan métodos
familia y el método a usar anticonceptivos, salvo los
queda para la decisión en llamados "naturales".
consciencia de los esposos
y de su confesor. No
confundir con el aborto,
que es condenado como un
gran pecado.
De forma excepcional,
como mal menor, establece
el divorcio en el
matrimonio, con disolución
de vínculo, en los casos
siguientes:
No acepta el divorcio.
Existe la llamada "nulidad
matrimonial"; es decir, se
analiza si hubo, en el
momento de contraer
vínculo matrimonial,
1. Locura incurable o
elementos que lo hayan
enfermedad contagiosa de invalidado desde el inicio,
uno de los cónyuges.
aunque a los hijos nacidos
se les considera legítimos.
2. Cadena perpetua o por
largo período de condena,
no revocable.
3. Manifiesta infidelidad
conyugal, abandono de
hogar o requerimiento al
cónyuge de prácticas
reñidas con la moral.
En los dos primeros casos
la Iglesia, como Madre,
rompe el vínculo para
Iglesia Ortodoxa
Iglesia Romana
ayudar a la familia en una
situación difícil, sin que
existan culpables.
En el tercer caso, el
tribunal eclesiástico juzga
y determina la inocencia de
uno de los cónyuges, al
cual se le permite contraer
matrimonio nuevamente.
En todos los casos
señalados rige lo dicho
tanto para el hombre como
para la mujer.
14. OTRAS DIFERENCIAS.
1. La Iglesia Ortodoxa no acepta la existencia del purgatorio, ni la dispensa
o venta de indulgencias.
2. El hombre, en permanente lucha en su proceso de deificación durante la
vida, se puede acercar cada vez más a Dios, mediante la gracia divina que
le es connatural (hecho a imagen y semejanza de Dios).
Más que una estática visión beatífica de Dios, la Iglesia Ortodoxa
plantea una participación humana de las energías increadas o gracia
de Dios.
3. La Iglesia Ortodoxa no es Iglesia-Institución; se centra más en los
problemas espirituales de la salvación de nuestras almas que en los
problemas terrenales contingentes, a los cuales se debe abocar cada laico
como ciudadano de su patria.
No es una iglesia sesgada hacia la normativa jurídica, como la
romana, ni su teología influida por la filosofía. Hay una visión más
espiritual y vital de lo teológico. Dios es Padre al cual se le debe
buscar en el centro de nuestro corazón sin que sea preciso especular
racionalmente con Él ni con lo sagrado.
4. La antropología ortodoxa está basada en el hombre antes de la caída -a
imagen y semejanza de Dios- y no en la naturaleza humana dañada.
La ortodoxia tiene puesta sus esperanzas en Cristo resucitado,
triunfante; mira a la Cruz como símbolo de victoria. Es alegre y
esperanzada, confiada en Dios y su gran misericordia.
5. Su liturgia se conserva invariable desde el tiempo de los Padres de la
Iglesia. Celebra la liturgia de San Juan Crisóstomo, de San Basilio y del
Apóstol Santiago, además de la liturgia de los Dones Presantificados en
Cuaresma.
6. Los íconos representan a los seres transfigurados: es una verdadera
teología pintada. Traen a nuestros ojos el sentido de lo sagrado y la
presencia del espíritu. La Iglesia Ortodoxa sólo venera íconos; no existen
las estatuillas, ni representaciones de lo sagrado que tengan volumen.
7. La música litúrgica no es una decoración de la Santa Misa, sino que
sostén de la oración, a la cual se subordina. Representa la oración más
perfecta. No usa instrumentos musicales, ya que es el hombre quien reza
cantando.
8. No existen diversas órdenes religiosas como en Occidente (franciscanos,
dominicos, jesuitas, agustinos, monjas clarisas, carmelitas, etcétera). Sólo
existe el monacato: monjes y monjas, aunque se reconocen dos o tres
maneras de organizar la vida del convento, según se trate de vida más
participativa o recluida.
«Caracteriza a la Ortodoxia una profunda espiritualidad sacramental,
portadora del Espíritu Santo; una decidida confianza en el Señor; una
firme lealtad a los apóstoles y padres de la Iglesia; una moral
fuertemente enraizada en la Biblia y en los dogmas, y una liturgia de
gran significado teológico, rica en expresividad dogmática; una
liturgia que además de la solemnidad, tiene la particularidad de llegar
íntimamente al corazón de todos; desde el más humilde hasta el más
culto. Una participación y experiencia de la vida sacramental. Un
gobierno democrático y una coparticipación de clérigos y laicos en
las comunidades locales; participación junto a la Jerarquía en la
elección de los ministros eclesiásticos (obispos y sacerdotes). Un
carácter y sentimiento de responsabilidad social y patriótica
íntimamente relacionado con el Kerigma (predicación) evangélico.
La Iglesia Ortodoxa como institución es verdaderamente
democrática; no acepta un sistema autoritario. Preserva el antiguo
sistema de administración; ni uno de libertinaje o anárquico que
conduce al individualismo. Nuestro sistema es de libertad y
disciplina, clérigos y laicos forman una unidad. Los laicos de una u
otra forma participan en la elección del clero. Los laicos juegan un
importante papel en la administración de la iglesia. Cada parroquia
tiene un consejo o comité de laicos, que asisten al presbítero y cada
diócesis tiene un comité representativo, que ayuda al obispo, llamado
Consejo Superior o Diocesano.
Todos ocupan ciertas posiciones y trabajan para el bienestar de la
iglesia. Todos son animados por los mismos principios de vida
espiritual, la misma fe moral, hacia los medios de sacrificación y
comunión con Dios.
Ha cumplido la venerable labor de conjugar la autoridad de Dios y la
libertad del hombre en la formulación de sus doctrinas y reglas
canónicas. Ha asumido la gran tarea de, en la historia, mantener el
equilibrio entre la autoridad y la libertad; la unidad y la autonomía
local: "la unidad y la variedad" (imagen de la Santa Trinidad que
siendo un solo Dios, hay tres Personas).
Nuestra Iglesia es un organismo vivo, que tiene a Cristo por cabeza,
y es la Iglesia del Señor en la Tierra, es la cristiandad original y pura,
es el Cuerpo de Cristo en la Tierra... "Columna y Baluarte de la
verdad" (I Tim. 3:15). La Iglesia Ortodoxa de hoy pertenece a Cristo,
sus miembros tratan de vivir en Cristo, como Él fue revelado,
entendido y enseñado en la Iglesia original e individida.
Nuestro Señor Jesucristo ha fundado sólo una Iglesia. La Iglesia,
Una, Santa, Católica y Apostólica, la cual hasta nuestros días está
representada por la Iglesia Ortodoxa. El significado de cada una de
las características enunciadas es, a saber:
Una: la Iglesia es "una" porque es un solo cuerpo espiritual, tiene una
sola cabeza: Jesucristo, y está animada por un solo Espíritu de Dios
(Efesios 4, 4-6; 1 Corintios 3, O III; Ef.: 1: 22-23). La unidad de la
Iglesia se expresa en la misma confesión de fe, en la comunión, en
las oraciones y en los sacramentos.
Santa: es Santa como su base, Nuestro Señor Jesucristo y porque en
ella mora el Espíritu Santo que siempre la santifica (Juan 14:16).
Católica: (universal o ecuménica) (del griego "Katholikos":
Universal, de "Kata": conforme a; y "olos": todos). Porque su
mensaje está destinado a todos los fieles de todos los lugares,
tiempos y pueblos, porque no está limitada por ningún lugar, tiempo,
pueblo, sino al contrario, está abierta a todo aquel que desee unirse a
ella (Mateo 28:18). Cabe decir que este término no es únicamente de
carácter geográfico, sino que trasciende el tiempo y el espacio y su
doctrina es permanente.
Esta expresión siendo propia de la Iglesia Ortodoxa, la emplean para
autodenominarse otras confesiones cristianas, como la Iglesia de
Roma y la de Inglaterra. Pero su origen helénico les recuerda que
usan un término prestado de la Iglesia Original, indivisa y ortodoxa.
Apostólica: porque conserva sin interrupción la doctrina y la
sucesión de los Dones del Espíritu Santo, desde tiempos de los
apóstoles (Ef. 1,19-20).»
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