LINK A PROGRAMA COMPLETO TRIÁNGULO OCAL 2016 Comentarios al trabajo “El cuerpo es el mensaje”. De Johanna Mendoza (Lima). Por: Patricia Ochoa. APG Adolescencia, edad de tiempos maravillosos, todo mundo en lo común guarda recuerdos imborrables de lo que a futuro nombramos como “en mis tiempos...”, son los tiempos de cambios, de movimientos de lo interno, en lo externo y viceversa, de lo real y de lo imaginario. Salir de lo endogámico a lo exogámico, de la familia a la sociedad. Camino antes no nombrado como etapa de la vida, ahora marcada como etapa crucial en el desarrollo, segunda oportunidad para reelaborar lo no elaborado en la primera infancia. Johanna Mendoza comienza con el epígrafe: Para qué he llegado a ser espíritu si no he llegado a él en el cuerpo?. Cita de Antonin Artaud. Que nos adelanta la importancia del cuerpo para llegar a tener un sentido del Ser que abarcará en el trabajo. El protagonismo actual del cuerpo en nuestra historia y más aún, como dice la autora, en éstos tiempos y en la edad de la adolescencia, edad cada vez más prolongada por múltiples situaciones de la vida actual. Tatuajes, piercing, cutting o cortes del cuerpo como escape, moda y señal. La anorexia, la obesidad, el precio de mantener formas esculturales, cuerpo torneado, marcado a través de un exceso de cuidado y ejercicio, el cuerpo como protagonista del sentido del ser, absorbiendo dedicación, tiempo y recursos para su presentación ideal ante el mundo, en la figuración e incluso en su desfiguración. La estética acorde a lo que exige la cultura o el abandono al sentir una sobre exigencia, marcan y acentúan los conflictos psíquicos propios de la edad, donde el imaginario del cuerpo, como menciona Johanna Mendoza, refiriendo a Foucault, es el centro de la vida para el muchacho o la muchacha en desarrollo, en Lima, en México y en el mundo. La globalización hace que se viva de similar forma en toda Latinoamérica. Pero ¿Qué comunica el adolescente con su cuerpo? Como hipótesis se subraya que es la forma de expresar emociones, ansiedades y todo lo que no encuentre un lugar apropiado para expresarse, un escape, una salida. Ahí es donde se acentúa el uso de las marcas en el cuerpo como una forma de elaboración privilegiada. Los fragmentos de casos clínicos muestran cómo en esos adolescentes el cuerpo es el sujeto, como maca, signo de reclamo, diferenciación e intento de individuación. La ruptura del sujeto con los otros. Un intento de dejar marca, huella de su existencia, aún que sea en su cuerpo. Como conclusión, la prevención. ¿Cómo conseguir que el joven o la joven pasen por un tránsito en su desarrollo más generoso? La autora propone: “Son las tempranas experiencias corporales con la presencia de un entorno cálido y consistente las que resultan importantes para la constitución de una imagen corporal que forma parte de nuestra manera de ser y actuar en el mundo en donde el acompañamiento y sostenimiento del ambiente u otros significativos son esenciales para que dicha experiencia sea beneficiosa para el sujeto. Igualmente importante es tomar en consideración que el cuerpo responde a un dispositivo social que nos hace partícipes de un imaginario colectivo.” Que el mensaje del cuerpo acompañe al desarrollo del espíritu, será nuestra labor de acompañamiento para esos chicos y lleven a expresar con la mente y la palabra eso que ponen en el cuerpo, uniendo ambos significantes en el significado. Quiero brevemente agregar algo que rescato mucho del trabajo y me he quedado pensando antes de éste encuentro. Es que a través del recorrido teórico que presenta no olvida mencionar el cuerpo como lienzo de nuestro primer contacto con el mundo, donde marca las sensaciones y muestras de nuestras primeras percepciones sensoriales en interacción con el mundo. Resaltando que es la subjetividad de cada expresión el resultante que se muestra, me parece muy importante cómo se ejemplifica en los casos clínicos lo que a cada sujeto expresa lo que cree que hace con cada muestra en el cuerpo, pero que en compañía de su psicoanalista pueda darse la oportunidad de una nueva lectura, la lectura de lo inconsciente que se manifiesta en cada forma. Muy importante la no generalización en masa de los significados de éstas puestas en acto en el cuerpo, entendemos que no es lo mismo el chico que se adorna o busca una representación, una identidad a través de un pearcing, un tatuaje, al que se llena de agujeros, y no deja piel sin dibujo, del que el corte de la piel a forma de límite del yo, no yo al que lo realiza a forma de micro-suicidio, el cuidado del peso o el extremo en la anorexia o la obesidad mórbida, en fin, todo dependerá de la intensidad y la frecuencia. El cuidado del cuerpo como deseable, mientras no límite otras áreas de creatividad, desarrollo y relación. No se trata de satanizar las prácticas, si no de buscar el para qué de cada sujeto que la realiza.