Política La Plata, lunes 13 de enero de 2003 9 SE DESCONOCE EL LUGAR DÓNDE SERÁN INHUMADOS SUS RESTOS A los 76 años, murió el ex presidente de facto Leopoldo Fortunato Galtieri El dictador falleció en el Hospital Militar víctima de un paro cardíaco no traumático provocado por una complicación en el cáncer de páncreas que padecía. Desde julio cumplía arresto domiciliario por orden de un Juez, en la causa que se investiga la desaparición de militantes Montoneros El ex dictador Leopoldo Fortunato Galtieri, quien se convirtió en el tercer presidente de facto de Argentina durante la dictadura iniciada a mediados de los años ‘70 y que promovió la guerra por la recuperación de las Islas Malvinas, falleció ayer en las primeras horas de la madrugada a los 76 años en el Hospital Militar Central, a causa del agravamiento de un cáncer de páncreas que lo afectaba desde hace un tiempo considerable. El deceso se produjo a las 4:15, como consecuencia de un paro cardiorespiratorio, según confirmó la teniente coronel médica Alicia Matto, de ese centro hospitalario, quien indicó que el agravamiento de la salud fue causado por una afección pancreática y una enfermedad vascular periférica “que se le declaró en los últimos días”. El militar se encontraba internado en ese nosocomio desde la semana pasada y en agosto último había sido operado de una afección toráxica, según informaron fuentes del centro asistencial. Los familiares del dictador que desde julio de 2002 cumplía arresto domiciliario en el marco de una causa por el secuestro y la desaparición de militantes Montoneros, guardaban hasta el momento un gran hermetismo respecto de dónde serían inhumados sus La salida de Jorge Rafael Videla y de José Martínez de Hoz del Ejecutivo, en marzo de 1981, dejó al desnudo una economía parada sobre bases muy débiles que produjo en el transcurso de ese año la estampida del dólar y la caída de varias instituciones bancarias, como el Banco de Intercambio Regional (BIR), que produjo un terremoto financiero en toda la Argentina. Así, aprovechó el histórico reclamo argentino por las Islas Malvinas para lanzar un operativo militar que desencadenó una guerra con el Reino Unido de Gran Bretaña, que contó con el apoyo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y los Estados Unidos, principalmente. “Tengo 400 argentinos muertos y, si es necesario, la Argentina está dispuesta a cuatro mil o cuarenta mil más”, manifestó Galtieri el 2 de mayo de 1982 cuando un torpedo británico hundió el crucero “Belgrano”, buque insignia de la Argentina, que perdió a 400 de sus jóvenes marinos. Una vez finalizado el conflicto bélico, y tras su dimisión como jefe de Estado, el ex militar golpista fue condenado posteriormente a doce años de prisión, por su responsabilidad en la conducción del conflicto bélico librado en el archipiélago. “Se encontraba acompañado por su familia” al momento del deceso “y estaba inconsciente”, informó la médica El ex jefe de la Armada, Eduardo Emilio Massera, continúa internado en grave estado en el Hospital Naval restos. En ese contexto, voceros el Estado Mayor del Ejército informaron que “aún se desconoce dónde serán velados e inhumados los restos del teniente general retirado Leopoldo Fortunato Galtieri” y añadieron que “se trata de una serie de trámites que están realizando sus familiares y que aún no han concluido”. El ex dictador había nacido en la localidad bonaerense de Caseros en 1926, se graduó en la Escuela de las Américas en 1949, y era comandante del Tercer Cuerpo de Ejército cuando se produjo el golpe militar que derrocó a la presidenta María Estela Martínez de Perón en 1976. Posteriormente, se desempeñó como miembro de la Junta Militar durante el gobierno del general Roberto Viola, hasta que lo nombraron presidente, cargo que asumió el 22 de diciembre de 1981, y al que debió renunciar el 17 de junio de 1982, como consecuencia de la derrota de Argentina ante Gran Bretaña en la guerra del Atlántico Sur. Con su particular estilo verborrágico y autoritario, el ex presidente de facto poco después de asumir descartó toda posibilidad de una normalización democrática, al afirmar: “las urnas están bien guardadas”. Desde su llegada a la presidencia, alimentó la idea de tomar una acción que le permitiera al ya endeble gobierno militar consolidarse en el poder. Suicidio. La última carta que Galtieri jugó desde el poder fue la guerra de Malvinas “No estoy arrepentido por todo lo que hice” Lo dijo Galtieri en una de sus últimas apariciones públicas. Era amante del whisky y, según sus íntimos, le gustaba dar órdenes mientras se miraba al espejo El ex dictador, Leopoldo Fortunato Galtieri, del que se señaló su afición al whisky y a las poses grandiosas, no podía salir del país debido a que el magistrado español Baltasar Garzón dictó en 1997 prisión provisional incondicional y libró en su contra ordenes de detención internacional en un causa que investiga la muerte de tres ciudadanos españoles. Garzón basó su orden de captura en el testimonio de Vicente Ramiro Montesinos, cónsul español en la ciudad de Rosario entre 1975 y 1977, cuando Galtieri estaba al frente del Segundo Cuerpo de Ejército en Santa Fe. “Me dijo que eran unos subversivos y que los grupos de tarea actuaban bajo sus ordenes”, aseguró Montesinos, que en aquella época se reunió con el presidente de facto para saber el destino de esos tres españoles. En el 2002, la justicia italiana comenzó un proceso contra Galtieri, el general Jorge Videla, también en arresto domiciliario, y el ex almirante Eduardo Emilio Massera, que agoniza estos días en el Hospital Naval la Capital Federal. En los últimos años, el ex presidente de facto fue objeto de numerosos “escraches” protagonizados por organizaciones de derechos humanos y ex combatientes de Malvinas, realizados frente a su domicilio particular, en el barrio porteño de Villa Devoto. Refugiado en su casa de Villa Devoto y reconciliado con su mujer, Lucía Noemí Gentile, el ex dictador de los ojos azules, que según sus íntimos daba órdenes mientras se miraba cada día al espejo, pasó los últimos días de su vida pintando al óleo y dando paseos matutinos. En mayo de 1999, en una entrevista a la revista Gente, con motivo del 17 aniversario de la invasión de las Malvinas, dijo: “No me arrepiento de lo que hice”. A los 76 años, el ex militar -indultado en 1989, junto con Aldo Rico y Mohamed Alí Seineldín, por el ex presidente Carlos Menem- había salido airoso en los juicios por las violaciones a los derechos humanos, pero actualmente corría el riesgo de perder su buena racha. El hecho por el cuál era investigado en la actualidad ocurrió en 1977, cuando comandaba el Tercer Cuerpo de Ejército, con base en Rosario, provincia de Santa Fe. El 17 de septiembre de ese año, un grupo de tareas asaltó la casa sita en Santiago 2815, y secuestró a Emilio Etelvino Vega, de 33 años, María Esther Ravelo, de 23 años -ambos ciegos-, a Iván Alejandro Vega, de 3 años, y al perro lazarillo de los dos jóvenes. La pareja fue luego asesinada, y esa casa fue ocupada durante varios años por efectivos de la Gendarmería Nacional. Pese a la condena que sufrió por su conducción de la guerra contra el Reino de Gran Bretaña, concurrió hasta el año pasado a varias ceremonias realizadas por el Ejército, en los que recibió una buena acogida entre todos sus camaradas de armas. El ex presiden de facto, desde julio de 2002 estaba con prisión domiciliaria, en el marco de una investigación que lleva a cabo el juez federal Claudio Bonadío, por la desaparición de veinte militantes montoneros en 1980.