Amor y muerte en la poesía de Xavier Villaurrutia TESINA PARA

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UNIVERSIDAD
AUTÓNOMA
UNIDAD
METROPOLITANA
IZTAPALAPA
DIVISIÓN DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES
Amor y muerte en la poesía de Xavier Villaurrutia
TESINA PARA OBTENER EL TíTULO
DE LICENCIADO EN LETRAS HISPÁNICAS
ALUMNO: R. Robertokamírez Rosales
MATRkULA: 87340038
MATERIA: Seminario de Investigación: Lírica.
PROFESOR: Sergio René Lira Coronado
LECTOR: Hernán Silva Bahamonde
Enero del 2000
A mis queridos padres
Roberto y Gudalupe
Con gratitud y amor.
A mis hermanos
Rosa Ma., Carlos V., Ma. de Lourdes
y Ana Cecilia.
Con cariño para Befo, mi sobrino
- -
_,_
I
.
Con cariño para mi compañem
y amigo Raúl Aiejandm Arias A .
Para mis amigos
Raúl, Carlos, Eduardo y Mano Luis
Para Oliverio Mata Valerio
Con especial afecto
.-
Si te llevo en mi prendida
y te acaricio y escondo;
si te alimento en el fondo
de mi mas secreta herida;
si mi muerte te da vida
y goce mi frenesí,
¿que será, Muerte, de ti
. -cuando al salir yo del mundo,
deshecho el nudo profundo,
tengas que salir de mí?.
Xa vier Villaurntie
El amor ROS condujo a la muerte.
Dante
1
INTRODUCCI6N
Xavier Villaurrutia (1903- 950) -es uno de los poetas fundamentales de la
Literatura Mexicana del siglo XX. Perteneciente a la llamada generación de los
Confernporáneos, su obra poética significó un enriquecimiento en los caminos de la
poesía mexicana de su momento.
Villaurrutia se nos presenta, junto con otros distinguidos poetas del grupo,
como José Gorostiza, Carlos Pellicer y Jorge Cuesta, como un verdadero innovador que
sabe integrar los caminos de la vanguardia a la tradición literaria mexicana, adoptando
formas líricas que incorporan los recursos literarios de la poesía pura y la influencia de
poetas vanguardistas franceses. De esta manera, la obra poética de Villaumitia adquiere
rasgos de originalidad que lo constituyen como uno de los más grandes poetas del siglo
y permiten que
su influencia se refleje en la obra de posteriores poetas fundamentales
en la lírica mexicana, como Alí Chumacero y Octavio Paz.
La obra de Villaurrutia esta enmarcada en algunos tópicos literarios que lo
definen y le dan a su poesía esa singularidad que nos hace identificarla de inmediato.
Entre sus preocupaciones líricas dos de las fundamentales son el tema del amor y el
tema de la muerte, como líneas directrices de toda su poesía como llega a afirmar
Octavio Paz de su persona: "No era un hombre de ideas, era un hombre
extraordinariamente inteligente. Incapaz de creer en nada se aisló en un mundo privado,
poblado por los fantasmas del erotismo, el sueño y la muerte"l
Octavio Paz. "Xavier Viiiaumitia en persona y obra", en Xavier Viilaumtia. Antología, prói. y
selecc. d e ..., F:C:E:, México, 1990 (Letras Mexicanas). p. 39.
2
Y esta carácterizacibnes fmdammtal en este poeta. Su aguda inteligencia io
hace un sczlitairio, una conciencia que se consume en su propia d e d a d , recordándonos
aquellos versus de Muerte sin fin de Gwosüza:
$21
inteligencia, sdadad en llamas,
que todo lo coIscic3es sin creario!*
Ante el mundo de la realidad, que la inteligencia del poeta rechaza por
enconttacio incapaz de dar cabida 8 sus mbs intimas asplracíones, es
necesario
refugiase en viejas faantasmas que permitan vivir y por eso Villaurrutia se refugia 8n los
fantamas de! sueño,el erotismo y ta muerte, siguiendo una dinámica escapista, Como
ya io habían &tentado la$ poetas barrocos (wérdege a Sor Juana Inés de la Cruz y su
juego de ficciones).
L.os temas del amor y la muerte son fundamentales para Villaumrtia anta una
imposibilidad de malitam en el amor que no se nombrá, el poeta tiene que huir al
mundo del suelia, en donde no bay impedimentos para la realiracl6n amorosa, aunque
ésta se presente como un dejarse llevar por la indotencia, por el silencio y por la soledad.
En este contexto, la Única solución que encuentra el poeta es la muerte,
corno feaWad autrintimmnte segura, k, que representa una posibilidad de vivir y de
amar. No en vano un potsma dave de Viltaumitia se titula con un verso de ki fWna
Comedia de Dartte: Amor mndusse nai ad una mode. Así, ia muerte se convierte en
compañera y amada del paeta, ai grada de personificarla y enoontraria íntimamente
unida a su propia vida.
Eatos dgs temas fundamentales de la poesía de Viltaumtia me movieron a
m&ar una aproximación a &unos ct4, sus poemas, para analizar la manera como se
presentan los dos tópicas en ellos.
3
Por las dimensiones del presente trabajo no podré abarcar todo el corpus
poético de Villaurrutia, que aunque breve, posee una vasta materia de análisis por su
calidad y profundidad y cuyo tratamiento total requeriría un estudio de mayores
dimensiones que el presente; no obstante intentaré profundizar en el análisis de los
poemas seleccionados.
I- LA OBRA DE VlLLAURRUTlA EN LAS LETRAS MEXICANAS.
Xavier Villaurrutia perteneció a una de las generaciones de escritores
mexicanos más importantes del siglo XX: la generación de los Contemporáneos, junto
con otros destacados miembros del grupo como Enrique González Rojo, Jaime Torres
Bodet, Bernardo Ortiz de Montellano, Carlos Pellicer, Jose Gorostiza, Salvador Novo,
Jorge Cuesta y Gilbert0 Owen.
El grupo de los Contemporáneos representó en las letras mexicanas una
auténtica inmersión en la estética y el espíritu contemporáneos, superando de esta
manera las limitaciones del Modernismo tardío, aunque sin negar la influencia de este
movimiento en el grupo, sobre todo a traves de la obra de poetas como Enrique
González Martinez, José Juan Tablada y Ramón López Velarde.
__
-
~
.
,
Encontramos en los miembros de la generación una serie de rasgos comunes
que los identifican, como es la actitud crítica ante la cultura nacional de su momento,
como afirma Jorge Cuesta de su mismo grupo:
Quienes se distinguen en este grupo de escritores tienen de común con todos
los jóvenes mexicanos de su edad, nacer en México; crecer en un raquitico medio intelectual; ser autodidactas; conocer la literatura y el arte principalmente en
revistas y publicaciones europeas; no tener cerca d e ellos sino muy pocos ejemplos brillantes, aislados, confusos y discutibles; carecer d e estas compañías mayores que decidan desde la más temprana juventud un destino; y, sobre todo, en-
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.,-.
-.
4
contrarse inmediatamente cerca de una producción literaria ni artística cuya cualidad esencial ha sido una absoluta falta d e crítica. Esta última condición es la más
importante. Ésta decidió el carácter de este grupo d e escritores [...I
y mas adelante afirma: "Casi todos, si no puede decirse que son críticos, han
adoptado una actitud crítica, su virtud común ha sido la desconfianza, la incredulidad. Lo
primero que negaron fue la fácil solución de un programa, de un ídolo, de una falsa
tradición. Nacieron en crisis y han encontrado su destino en esta crisis: una crisis crÍtica"4
De esta manera los rasgos que distinguirán al grupo de los Contemporáneos
es esa actitud crítica ante la cultura de su momento, contra el reduccionismo nacionalista
que se pretendía imponer en el arte y la literatura mexicanos.
Por otro lado encontramos en el llamado por el propio Villaurrutia un grupo
sin grupo5 los elementos de un escepticismo que lo apartará de otros escritores cuyo
proyecto estético se encasillaba en ideales políticos, sociales o espirituales. Esto no
sucede con la mayoría de los Contemporáneos, decepcionados ante los proyectos de
construcción del país basados en la Revolución Mexicana. Esa actitud se agudiza en el
subgrupo de ContemporSneos calificado por Guillermo Sheridan como la Generacidn
Bicápite, integrada por el binomio Villaurrutia-Novo6
En ese contexto es donde hay que ubicar la obra poética de Villaumtia, que
ante este escepticismo tiene que refugiarse en los viejos fantasmas que señalaba Paz y
a los cuales lo conducen su extaordinaria inteligencia y su capacidad de convertir en
materia poética las mas profundas experiencias vitales.
Ante la imposibiiidad de creer en una utopía nacionalista o religiosa, inmerso
en un profundo escepticismo, Villaurrutia se refugia en el mundo de los sueños, donde
Jorge Cuesta. "¿Existe una crisis en nuestra literatura de vanguardia?", en Poesía y critica,
selecc. y pres. de Luis Mano Schneider, CONACULTA, México, 1991 (lecturas Mexicanas.
Tercera Serie, 31), pp. 273-274.
Ibidem., p. 274.
Xavier Villaurrutia. "La poesía de los jóvenes en Mexico", en Obras. Poesía. Teatro. frosas
Varias. Crítica, pr61. de AIC Chumacero, recopilación de textos de Miguel Capistrán, All Chumacero
y Luis Mario Schneider, 2a. ed. aum., 6a. reirnp., F:C:E:, México, 1996 (ietrqs Mexicanas), p. 828
Cfr. Guillermo Sheridan. Los Confemporáneosayer, F:C:E:, Méxiy, I$%. pp. 44-82 passim.
,'
I
1, ,
5
verá realizado su amor, un amor con caracerísticas muy peculiares, ya que es un amor
que no se puede pronunciar en voz alta:
Dichoso amor el nuestro, que nada y nadie nombra,
prisionero olvidado, sin luz y sin testigo.
Amor secreto que convierte en miel la sombra
_ _.-.
. - .
(Madrigalsombrío, p. 84)7
Y no sólo será el sueño el que lo lleve a vivir en plenitud, sino que a través de
esa huida, de este misterio de amor clandestino (clara alusión a la homosexualidad), se
llegará a otro fantasma que sirve de refugio al poeta: la muerte, como lo afirma en una
conferencia el propio Villaurrutia:
[...I porque en momentos como los que ahora vivimos, la muerte es lo único que no le pueden quitar al hombre; le pueden quitar la fortuna, la vida, la ilusión, pero la muerte ¿quién se la va a quitar? Si la muerte la llevamos, como
decía un poeta, dentro, como el fruto lleva la semilla. Nos acompaña siempre,
desde el nacimiento, y la muerte crece con nosotros. La muerte es también una patria a la que se vuelve, por eso es posible que haya un libro de versos que se llama Nostalgia de la muerte, nostalgia d e lo ya conocido. La muerte -es algo ya conocido por el hombre8
De esta manera la muerte estará presente en la vida del poeta, como
presencia absoluta que dará sentido a su propia existencia. La muerte se personificará y
se convertirá en una compañera, una suerte de amada, unida tan íntimamente al poeta
que sólo la misma muerte podrá separar:
Si te llevo en mí prendida
y te acaricio y escondo;
si te alimento en el fondo
de mi más secreta herida;
si mi muerte te da vida
y goce mi frenesí
¿que será, Muerte, de ti
cuando al salir yo del mundo,
En adelante se citarán los poemas del autor por la edición de Obras del F.C.E., preparada por
Alí Chumacero, indicando entre paréntesis el nombre del poema y el número de la pagina de
donde se toma la cita.
Xavier Villaurrutia. "Introducción a la poesía mexicana"en Obras, p. 77-í
6
deshecho el nudo profundo,
tengas que salir de mí?
( Décima Muerte, p. 73)
Así, el sueño, el amor clandestino y la muerte se convertirán en auténticos
refugios del poeta, ofreciéndote la posibilidad de una nueva manera de vivir, la que se
expresará a través de su experiencia poética.
I¡.- L A VlVENCiA DEL AMOR.
El tema del amor en Villaurrutia esta íntimamente ligado a la muerte. En los
Nocturnos del libro Nosfalgia de la Muerte, cuyo título es ya muy significativo,
encontramos poemas en los que la ideas del amor se identifica con el morir. En Nocturno
de /a alcoba, el poeta basa su visión del amor en un mundo gobernado por la muerte.
Ella es la responsable de la situación de los amantes. La muerte viene a ocupar el vacío
y la imposibilidadde la posesión del amante:
Entonces sólo yo sé que la muerte
es el hueco que dejas en el lecho
cuando de pronto y sin razón alguna
te incorporas o te pones de pie.
(Nocturno de la alcoba, p. 61)
Entonces surge la conciencia de que lo Único que une a la pareja es esa
muerte, la que lleva a un sentimiento de desolación y soledad compartida:
Y solo, sólo yo sé que la muerte
es tu palabra trunca, tus gemidos ajenos
y tus involuntarios movimientos oscuros
cuando en el sueño luchas con el ángel del sueño.
La muerte es todo esto y mas que nos circunda,
y nos une y separa alternativamente,
que nos deja confusos, atónitos, suspensos,
7
con una herida que no mana sangre.
Entonces, sólo entonces, los dos solos, sabemos
que no el amor sino la oscura muerte
nos precipita a vernos cara a cara a los ojos,
y a unirnos y estrecharnos, más que solos y náufragos,
todavía más, y cada vez más, todavía.
(Nocturno de la alcoba, p. 61)
Encontramos en este fragmento la huida hacia el mundo del sueño, como
Jacob luchando con el angel. El poeta siente la distancia que lo separa del ser amado y
su inútil deseo de poder asirlo. Es entonces cuando toma conciencia que la experiencia
del amor sólo puede ser una experiencia de muerte, como llega a afirmar Salvador
Reyes Nevárez, refiriendose a este proceso amor-muerte:
En el momento amoroso la muerte irrumpe con lo que desune a los amantes.
Es en la alcoba, un muro, un cristal, un silencio. Un silencio sobre todo, es decir, una rotura en la comunicación de los dos seres. Han cesado de hablarse, y cada uno rueda por su vertiente como hundiéndose en una intimidad que será inaccesible para el otro. Un silencio, un cristal, un muro. Un muro que surge
entre los dos, y deshace en forma violenta y dolorosa aquella dualidad que pudo parecer inescindible ...El amante se hunde, irremediablemente, en su ser
singular, carente, abandonado. Cada paso que la persona amada inicie sin --que aparezca la explicación ante los ojos del amante es una fuga, un romp;---miento de la pareja.9
-
Esta misma actitud la encontramos en otros poemas de Villaurrutia. En
Nocturno Amor, la complicidad del amante se ve interrumpida por la frialdad de esa
unión:
Guardas el nombre de tu cómplice en los ojos
pero encuentro tus párpados mas duros que el silencio
y antes que campartirlo matarías el goce
de entregarte en el sueño con los ojos cerrados
sufro al sentir la dicha con que tu cuerpo busca
el cuerpo que te vence más que el sueño
y compara la fiebre de tus manos
con mis manos de hielo
y el temblor de tus sienes con mi pulso perdido
y el yeso de mis muslos con la piel de los tuyos
que la sombra corroe con su lepra incurable.
(Nocturno Amor, pp- 49-50)
Salvador Reyes Nevárez. El amor y la amistad en el mexicano, México, 1952, p. 53, citado por
Eugene L. Moretta. La poesia de Xavier Ui/laurufia,F:C:E:, México, 1976,p. 98.
a
En Nocturno de los ángeles, la visión nocturna se presenta como presagio de
un deseo amoroso oculto:
Si cada uno dijera en un momento dado.
en sólo una palabra, lo que piensa
las cinco letrasdet deseo formarían una enorme cicatriz luminosa.
(Nocturno de los ángeles, p. 55)
Y en el ambular de estos ángeles se descubren las miradas del amor
homosexual:
Cambian miradas, atreven sonrisas,
forman imprevistas parejas.._
.........................................................
Caminan, se detienen, prosiguen.
Cambías miradas, atreven sonrisas.
Forman imprevistas parejas.
...........................................................
y, cuando duermen, sueñan no con los ángeles sino con los
mortales.
(Nocturnode los ángeles, pp. 56-57).
En posteriores poemas, incluidos en Canto a la primavera y otros poemas,
Villaurrutia se nos manifiesta de una manera más explícita sobre su concepción poética
del tema del amor. En Amor condusse noi ad una morfe, el poeta presenta a la
experiencia amorosa como un abandono, que la asemeja con la experiencia de la
muerte. Es por medio de este abandono del amor que se llega a la muerte:
Pero amar es también cerrar los ojos,
dejar que el sueño invada nuestro cuerpo
como un río de olvido y de tinieblas,
y navegar sin rumbo, a la deriva:
porque amar es, al fin, una indolencia.
(Amor condusse no¡ ad una morte, p. 77)
Y nuevamente aparece el sueño y el olvido que antecede al acto de morir y
permite que todos los miembros del cuerpo se vayan abandonando, como en la corriente
9
de un río, imagen tan de la preferencia de los autores barrocos, como en algunos
poemas metafísicosde Quevedo.
Pero el punto inicial de esta concepción del amor es la angustia del mismo,
ante la imposibilidadde su realización:
Amar es una angust'a] Úna pregunta,
una suspensa y luminosa duda;
es querer saber todo lo tuyo
y a la vez un temor de al fin saberlo.
(Amor condusse noi ad una morte, p.76)
Esta desesperación lleva al poeta a la cólera ante la frustración del amor:
Amar es una cólera secreta,
una helada y diabólica soberbia.
.....................................................
Amar es una sed, fa de la llaga
que arde sin consumirse ni cerrarse,
y el hambre de una boca atormentada
que pide más y más y no se sacia
Amar es una insólita lujuria
y una gula voraz, siempre desierta,
(Amor condusse no¡ ad una morte, pp.76-77).
Esta insatisfacción genera un sentimiento de desencanto en el poeta, que
ante la imposibilidadde ver realizado su amor, sólo se puede solucionar con la muerte:
Amar es provocar el dulce instante
en que tu piel busca mi piel despierta;
saciar a un tiempo la avidez nocturna
y morir otra vez la misma muerte
provisional, desgarradora, oscura.
(Amor condusse no¡ ad una morte, p. 78)
10
En el Soneto de la esperanza vuelve a aparecer esta angustia y
desesperación por lo inalcanzable del objeto amoroso, como constante de esta
concepción poética del amor:
Amar es prolongar el breve instante
de angustia, de ansiedad y de tormento
en que, mientras espero, te presiento
en la sombra suspenso y delirante.
(Soneto de la esperanza, p.78).
Es un breve instante, pero I!eno de angustia y de ansiedad. Una
desesperación provocada por una constante actitud de espera y de incertidumbre, lo que
lleva a un profundo sentimiento de frustración, sólo resuelto con el acto de morir. Esto se
ve en forma mucho mas explícita y clara en Décimas de nuestro amor:
A mí mismo me prohibo
revelar nuestro secreto,
decir tu nombre completo
o escribirlo cuando escribo.
Prisionero de ti, vivo
buscándote en la sombría
caverna de mi agonía.
Y cuando a solas te invoco,
en la oscura piedra toco
tu impasiblecompañía
(Décimas de nuestro amor, p. 79)
Surge entonces La imagen plástica de la caverna y de la sombra, como
elementos necrófilos de esta actitud de agonía amorosa, que es en Última instancia una
experiencia de muerte.
El poeta ha querido es esta desolación salvar al amante con su propia
muerte, pero es inútil el intento, ya que ambos participan de la misma experiencia, ya
que el dolor es compartido:
Por el temor de quererme
tanto como yo te quiero.
he preferido, primero,
para salvarte, perderme.
11
Pero está mudo e inerme
tu corazón de tal suerte
que si no me dejas verte
es por no ver en la mía
la imagen de tu agonía:
porque mi muerte es tu muerte.
(Décimas de nuestro amor, p. 79)
Y en este proceso aparece el deseo del aniquilamiento, del nihilismo como
alivio a este tormento y a esta angustia:
Si nuestro amor esta hecho
de silencios prolongados
que nuestros labios cerrados
maduran dentro del pecho;
y si el corazón desecho
sangra como la granada
en su sombra congelada,
¿por qué. dolorosa y mustia,
no rompemos esta angustia
para salir de la nada?
(Décimas de nuestro amor, p. 79)
La ausencia del ser amado provoca este profundo dolor y esta impotencia,
que va sumergiendo a! poeta en la soledad y cuando pareciera surgir una esperanza,
esta se diluye en un profundo desengaño:
Te alejas de mí pensando
que me hiere tu presencia,
y no sabes que tu ausencia
es mas dolorosa cuando
la soledad se va ahondando,
y en el silencio sombrio,
sin quererlo, a pesar mío,
oigo tu voz en el eco
y hallo tu forma en el hueco
que has dejado en el vacío.
........................................
Y si no habrá amanecer
en mi noche interminable
¿de que sirve que yo hable
en el desierto, y que pida,
para reanimar mi vida,
remedio a lo irremediable?
(Décimas de nuestro amor, p. 80)
12
Finalmente, al concluir el poema Villaurrutia se resigna a guardar la imagen
del amante en la fantasía, como Sor Juana Inés de La Cruz en el soneto Detente sombra
_,__
. -. -
~
de mi bien esquivo, consciente de que es inútil el afán de la posesión amorosa,
intuyendo a ciegas la presencia del ser amado:
Mi amor por ti ¡no murió!
Sigue viviendo en la fría,
ignorada galería
que en mi corazón cavó.
Por ella desciendo y no
encontraré la salida,
pues será toda mi vida
esta angustia de buscarte
a ciegas, con la escondida
certidumbre de no hallarte.
(Décimas de nuestru amor, p. 82)
En el poema Nuestro amor, Villaurrutia volverá a caracterizar este sentim,ato
amoroso, fugitivo e imposible de realizarse, lo que generará angustia y dolor y
suspenderá a la manera de una espera infinita:
Si nuestro amor no fuera,
al tiempo que un secreto,
un tormento, una duda,
una interrogación;
(Nuestm amor, p. 82)
Y aparece nuevamente el sueño como Única posibilidad de realización y que
propicia la más profunda desolación y soledad:
si nuestro amor no fuera
el sueño doloroso
en que vives si mí.
dentro de mí, una vida
que me llena d e espanto;
si no fuera un desvelo,
un grito iluminado
en la noche profunda;
(Nuestru amor, p. 82)
Todos los condicionales que aparecen en el poema van caracterizando este
singular amor, que tiene como esencia la imposibilidad y el fracaso. El deseo de la unión
13
de los cuerpos, con la frustración de no conseguir esta unión se expresan al final del
poema, cuando en la conclusión del periodo condicional, se afirma que ésta es la
verdadera esencia de este curioso amor, destinado a no realizarse:
Si juntos nuestros labios
desnudos como cuerpos,
y nuestros cuerpos juntos
como labios desnudos
no formaran un cuerpo
y una respiración,
jno fuera amor el nuestro,
no fuera nuestro amor!
(Nuestro amor, p- 83)
En el poema &seo
vuelve a aparecer esta caracterización del amor. La
soledad y la angustia vuelven a tomar un lugar preponderante en este anhelo de amar y
querer alcanzar la consumación definitiva, la que no llegará nunca y dejara una
sensación de frustración en el poeta:
Amarte por la soledad, si en ella me dejas
Amarte por la ira en que mi razón enciendes.
Y, mas que por el goce y el delirio.
amarte por la angustia y por la duda.
(Deseo, pp. 84-85).
Esta actitud en el sentimiento amoroso se explicaría por el hecho de qua
__ -
. -
_I_.
Villaurrutia plantea un amor clandestino y proscrito, referencia al amor homosexual, que
el poeta encuentra irrealizable.
Este amor se vivirá en foma oculta y secreta y estará prohibido mencionarlo
en voz alta. Permanecerá oculto como la semilla en el fruto y sólo se permitirá revelarse
a tos amantes, que COMO ya hemos visto encontrarán imposible de realizar en plenitud,
escapando al muhdo onírico o al aniquilamiento que produce la muerte para realizarlo,
como se expresa acertadamente en las imágenes poéticas del Madrigal sombrío, donde
se hace un juego de claroscuros que definen perfectamente las contradicciones de este
amor:
14
Dichoso amor el nuestro, que nada y nadie nombra:
prisionero olvidado, sin luz y sin testigo.
Amor secreto que convierte en miel la sombra,
corno la ftorescencia en la cárcel del higo.
(Madrigal sombrío, p. 84)
Esta concepción y vivencia de la experiencia amorosa conducirá al poeta a la
expresión del tópico de la muerte, en la que aparecerán otros aspectos de la poesía de
Villaurrutia, fundamentales para comprender su poética y su particular manera de su
expresión lirica.
111.-
LA PRESENCIA DE LA MUERTE
El tema de la muerte es fundamental en la poesía de Villaurrutia y la
presencia de
la muerte se da de manera inmanente, a diferencia de otros autores de la
tradición poética española. Afirma Ramón Xirau: "Villaurrutia, excesivamente subjetivo
para dar con símbolos universales de la muerte [como los poetas barrocos españoles],
3iue su muerte, la hace pan de todas las noches aunque no sin miedo, sin
--- -- . desesperación. Y si el amor revelaba la experiencia de la muerte, ahora es el amor el
que confunde con la muerte y el amor mismo es muerte"10
Toda la trayectoria poética de Villaurrutia aparece inmersa en este tópico,
a m o uno de los fantasmas esenciales en que el poeta se refugiará para ver realizado su
anhelo de plenitud, como afirma Octavio Paz.
Esta nostalgia de la muerte es la expresión de su búsqueda obsesiva dentro
de
sí mismo, como algo muy arraigado que se lleva con ta misma vida, como afirma
Hubert0 Batis en un ensayo sobre nuestro poeta: "Villaurrutia se decide a buscar la
lo
Ramón
Xirau. Tres poetas de la soledad, Antigua Librería Robredo, México, 1955, p. 33.
15
muerte en la vida que la padece, a perseguirla, a paladearla; no importa que el precio
sea terminar por desearla, sentir- por __ ella nostalgia, descubrirla con todas sus
~
implicaciones"' 1
Y no sólo aparecerá la muerte como un tema más, sino que los otros dos
temas fundamentales de su poesía, el amor y el sueño, estarán girando alrededor de el,
hasta el grado de llegar a personificar a la misma muerte e identificarla como compañera
y amada.
Es a partir de los Nocturnos del libro Nosfalgia de la Muerte donde aparecerá
en forma obsesiva este tema. En Nocturno en que nada se oye, el silencio se convierte
en cómplice del descubrimiento de la propia muerte:
En medio de un silencio desierto como la calle antes del crimen
sin respirar siquiera para que nada turbe mi muerte.
(Nocturno en que nada se oye, p. 47)
los sentidos de su cuerpo se vuelven más agudos y permiten la presencia
del sueño y de la muerte en este escenario nocturno, que se comunican en forma
callada; fhánafos e hypnos, como hermanos gemelos y caras de la misma moneda:
muda telegrafía a la que nadie responde
porque el sueño y la muerte nada tienen ya que decirse.
(Nocturno en que nada se oye, p. 48)
En Nocfurno muerto el poeta nos describe esa sensación de abandono que
va creando la propia muerte, con la posibilidad de realmente encontrarse con esa
experiencia:
Primero un aire tibio y lento que me ciña
como la venda al brazo enfermo de un enfermo
y que me invada Juego como el silencio frío
Hubert0 Batis. "Vidaamor-muerte en los Nocturnos de Xavier Villaurrutia", Revista Mexicana de
Literatura, 3-4, matzo-abril (1964), p. 35
16
al cuerpo desvalido y muerto d e algún muerto.
(Nocturnomuerto,p. 52)
Esa sensación del alivio que da la la curación de un enfermo es la misma que
la muerte da a la vida. Y aparece otro elemento d e la producción poética d e Villaumtia:
la experiencia. A pesar d e s u aguda inteligencia, el poeta nunca pierde la dimensión de
lo inmediato, d e la experiencia próxima que lo hace sentir e n came propia aquello que le
parece más acertado d e expresar, como señala acertadamente Tomás Segovia: "Su
tema, como todos lo saben, es la muerte. Dos o tres ideas, tomadas además de
diferentes lugares y compartidas con muchos contemporáneos y bastantes
predecesores, bastan a este poeta llamado intelectual para construir una de las obras
más sobrecogedoras que hay. Dos o tres ideas; todo io demás es experiencia"'*
Y esta experiencia lo hará expresar la propia sensación d e s u muerte, como
soledad y silencio. En el Nocturno antes señalado expresa Villaumtia:
La tierra hecha impalpable silencioso silencio,
la soledad opaca y la sombra ceniza
caerán sobre mis ojos y afrentarán mi frente.
(Nocturno muerto, p. 52)
Terceto que nos recuerda alguno d e los mejor logrados en la poesía
metafísica d e Quevedo.
En Nocturno en que habla la muerte, aparece ésta personificada, como
presencia oculta que acompaña siempre al poeta, escondida entre s u s objetos
personales:
Si la muerte hubiera venido aquí, a New Haven,
escondida en un hueco de mi ropa en la maleta,
en el bolsillo d e uno d e mis trajes,
entre las páginas de un libro
como la señal que ya no me recuerda nada;
si mi muerte particular estuviera esperando
l2Tomás Segovia. "Xavier Villaumitia", Revista Mexicana de Liferafura,16-18, octubre-diciembre
(1960), p. 54
17
una fecha, un instante que sólo ella conoce
para decirme: “Aquí estoy.
Te he seguido como la sombra
que no es posible dejar así nomás en casa;
como un poco de aire cálido e invisible
mezclado al aire duro y frío que respiras;
como el recuerdo de lo que más quieres;
como el olvido, sí, como el olvido
que has dejado caer sobre las cosas
que no quisieras recordar ahora.
Y es inútil que vuelvas la cabeza en mi busca:
estoy tan cerca que no puedes verme,
estoy fuera de ti y a un tiempo dentro.
(Nocturno en que habla la muerte, p. 54)
La presencia de la muerte como compañera de la vida se hace notoria y es
tan estrecho el vínculo que se establece entre el poeta y ella que llega a integrarse a su
persona, como el aire que respira, o los recuerdos que no se pueden olvidar. En el
Nocfumo asistimos a la personificación de la muerte, que de esta manera se convierte
en su acompañante inseparable, de la que no se puede huir:
Nada es el mar que corno un dios quisiste
poner entre los dos;
nada es la tierra que los hombres miden
y por la que matan y mueren;
ni el sueño en que quisieras creer que vives
sin mí, cuando yo misma lo dibujo y lo borro;
ni los días que cuentas
una vez y otra vez a todas horas,
ni las horas que matas con orgullo
sin pensar que renacen fuera de ti.
Nada son estas cosas ni los innumerables
lazos que me tendiste,
ni las infantiles argucias con que has querido dejarme
engañada, olvidada.
{Nocturno en que habla la muerte, p. 54)
Nada de lo existente dentro o fuera del poeta puede romper ese vínculo
establecido con su propia muerte. l a misma muerte se dirige a él para recordarle que su
presencia es lo más próximo que puede experimentar y sentir, le habla como una tierna
compañera que se convierte en cómplice de su intimidad:
18
"Aquí estoy, ¿no me sientes?
Abre los ojos; ciérralos, si quieres"
(Nocturno en que habla la muerte, p- 55)
Y el poeta queda desconcertado ante esta presencia misteriosa, pero que
sabe es muy real, como su sombra, como una compañía inseparable
Y me pregunto ahora,
si nadie entró en la pieza contigua,
¿quién cerró cautelosamente la puerta?
¿Qué misteriosa fuerza de gravedad
hizo caer la hoja del papel que estaba en la mesa?
¿Por qué se instala aquí, de pronto,, y sin que yo la invite
la voz de una mujer que habla en la calle?
(Nocturno en que habla la muerte, P- 55)
Ya es inútil resistirse a esa misteriosa compañía, que se encuentra con el
poeta en los momentos mas Íntimos, como es en el acto de la escritura, unido a él como
su propia sangre y que imprime su sello en la creación poética:
Y al oprimir la pluma- . algo como la sangre late y circula en ella,
y siento que las letras desiguales
que escribo ahora,
mas pequeñas, más trémulas, mas débiles,
ya no son de mi mano solamente.
(Nocturno en que habla la muerfe, p- 55)
Nostalgia de la muerfe concluye con un poema genial, en el cual la Muerte se
ha transformado ya no sólo en compañía sino en amada. El poeta se convierte en
enamorado de su propia muerte, a la que identifica como una compañera juguetona y
desvalida que sufrirá con la separación del poeta en el acto real de morir, El poema se
titula Décima Muede:
iQué prueba de ta existencia
habrá mayor que la suerte
19
de estat,?risriendosin verte
y muriendo en tu presencia!
Esta lúcida conciencia
de amar a lo nunca visto
y de esperar lo imprevisto;
este caer sin llegar
es la angustia de pensar
que puesto que muero existo.
{Décima Muerte, p. 70)
La sensación de estar cayendo en la Muerte despierta la conciencia del poeta
y lo
coloca ante lo inefable de su propia muerte. Se retoma el viejo adagio cartesiano,
pero ahora con la certidumbre de que morir es io único verdadero que asegura la
existencia.
Es inútil sustraerse a esta presencia, ya que la Muerte se presenta como un
todo, que abarca a los cuatro elementos y que rodea por entero al poeta:
Si en todas partes estás,
en el agua y en la tierra,
en el aire que se encierra
y en el incendio voraz;
y si en todas partes vas
conmigo en el pensamiento,
en el soplo de mi aliento
y en mi sangre confundida,
¿no serás, Muerte, en mi vida,
agua, fuego, polvo y viento?
(Décima Muerte, p. 70)
Y en el momento de la posesión de esta Muerte ya no es necesario el suefio,
porque se estará viviendo un sueño eterno que es la propia Muerte. Por eso el poeta
quiere recibirla en completa vigilia:
No duermo para que al verte
llegar lenta y apagada,
para que al oír pausada
tu voz que silencios vierte,
para que al tocar la nada
que envuelve tu cuerpo yerto,
para que a tu olor desierto
20
pueda, s3n-sombra de sueño,
saber que de ti me adueño,
sentir que muero despierto.
(Décima Muerte, p. 71)
Y este enamoramiento de la Muerte abre la posibilidad de seguir viviendo
más allá de ia tumba, en un auténtico abrazo de amor que presenta a la Muerte como
amada que lleva a un auténtico vivir:
l a aguja del instanter0
recorrerá su cuadrante
todo cabrá en un instante
del espacio verdadero
que, ancho. profundo y señero,
será elástico a tu paso
de modo que el tiempo cierto
prolongará nuestro abrazo
y será posible, acaso,
vivir después de haber muerto.
(Décima Muerte, p. 72)
l a presencia de la Muerte es absoluta y se encuentra hasta en los elementos
más íntimos del poeta, corno presencia siempre activa y dinámica que se llega a
encontrar, en forma paradójica, hasta en la misma ausencia:
iHasta en la ausencia estás viva!
Porque te encuentro en el hueco
de una forma y en el eco
de una nota fugitiva;
porque en mi propia saliva
fundes tu sabor sombrío,
y a cambio de lo que es mío
me dejas sólo el temor
de hallar hasta en el sabor
la presencia del vacío.
(Décima Muerte, p. 72)
21
El nudo que se establece-con la Muerte es tan sólido que sólo ella lo podrá
romper; por eso el poeta se preocupará por la suerte de la misma cuando él muera , ya
que la unión es tan estrecha que la Muerte se sentirá desamparada sin él:
Si te llevó en mí prendida
y te acaricio y escondo;
si te alimento en el fondo
de mi más secreta herida;
si mi muerte te da vida
y goce mi frenesí,
¿qué será, Muerte, de ti
cuando al salir yo del mundo,
deshecho el nudo profundo,
tengas que salir de mí?
(Décima Muerte, p. 73)
Esta conciencia de la Muerte corno amada nos recuerda el final de Muerte sin
fin de José Gorostiza, donde también la Muerte se presenta como una compañera
juguetona y amorosa que acecha al poeta:
Desde mis ojos insomnes
mi muerte me esta acechando,
me acecha, sí, me enamora
con su ojo Ianguido
¡Anda, putilla de rubor helado,
anda, vámonos al diablo!13
A final de Décima Muerte el poeta se confiesa vencido y asume la espera
incesante de esta Muerte que alimenta su propia esperanza y se convierte
auténticamente más íntimo y genuino de su ser:
En vano amenazas, Muerte,
cerrar la boca a mi herida
y poner fin a mi vida
con una palabra inerte.
¡Qué puedo pensar al verte,
si en mi angustia verdadera
tuve que violar la espera;
l3José Gorostiza.
Op, cif,.p. 149
en lo
22
si en vista de tu tardanza
para llenar mi esperanza
no hay hora en que yo no muera!
(Décima Muerte, p. 73)
De esta manera la Muerte adquiere dimensiones totalizadoras en el poeta y
da sentido a su existencia. No hay hora de su vida en que no se encuentre esta
presencia absoluta de su propia muerte, dando una trayectoria a su vida y alimentando
la esperanza de seguir existiendo mas allá de los umbrales del morir.
Esta idea se presenta en forma más precisa en los epitafios que escribe
Villaurrutia como conclusión de su quehacer poético. En ellos se expresa la conciencia
de un perdurar más allá de la muerte, como una doble acción de soñar y de despertar:
Agucé la razón
tanto, que oscura
fue para los demás
mi vida, mi pasión
y mi locura.
Dicen que he muerto.
No moiiré jamás:
jestoy despierto!
(Epitafios, p. 90)
En el segundo Epitafio, el poeta presenta una especie de final de su
existencia en donde invita a ser olvidado. Este enamorado de la Muerte ha encontrado
finalmente en el mismo sueño, hermano gemelo de la Muerte su definitivo descenso y
plenitud, por eso invita al caminante a que no se le despierte de este soñar:
Duerme aquí, silencioso e ignorado,
el que en vida vivió mil y una muertes.
Nada quieras saber de mi pasado.
23
Despertar es morir. ¡No me despiertes!
(Epitafios, p. 90)
AI fin el poeta encuentra su plenitud, en este dormir en el sueño de la Muerte
y en el abandono de s u s fuerzas e n una corriente a la deriva que le produce una gran
tranquilidad y una gran paz, que son las del olvido.
D e esta manera Villaurmtia cierra s u ciclo temático sobre el amor y la muerte
con la conclusión d e que sólo en la plenitud que se adquiere con la Muerte es posible
acceder a la vida y a la paz definitivas.
CONCLUSIONES
Con esta breve aproximación a algunos poemas d e Villaunutia se ha
pretendido mostrar la manera en que el poeta ha incorporado los temas del amor y la
muerte a su poesía. Estos dos temas- són fundamentales e n su expresión poética y
constituyen, junto con el tópico del sueño, los puntales de toda s u producción.
La manera singular e n que presenta la dialéctica entre el amor y la muerte lo
caracterizan y dan la originalidad a s u poesía, pues aunque esta ubicada en la tradición
necrófila d e la literatura hispánica, encontramos rasgos que la emparentan con la
concepción ludo-dramática que se tiene d e la muerte e n la cosmovisión mexicana, la q u e
parte desde los tiempos prehispánicos y se enriquece con la tradición barroca
novohispana, perdurando hasta nuestros días en las tradiciones populares del Día de
Muertos.
Pero también debemos d e reconocer la presencia d e una angustia y d e una
imposibilidad del amor personal, motivado por la especial condición del poeta, io que lo
lleva a una liberación y a un anhelo d e realización amorosa a través d e la muerte.
24
Estos dos elementos se--&njugan en la poesía de Villaumtia para darle su
específica configuración poética.
Por las dimensiones de este trabajo me ha sido imposible abarcar todos los
aspectos que serían necesarios para realizar un análisis exhaustivo de este poeta,
aproximándome a otros poemas claves de su producción; no obstante dejo para futuros
estudios el cornpietar el análisis y la investigación sobre otros aspectos de la poesía de
este singular escritor mexicano. La aproximación realizada sirva de muestra para
comprobar la excelente calidad de la expresión poética de este autor, reconocido como
uno de los más grandes poetas del pasado siglo XX y uno de los que con su obra
enriqueció de manera particular la tradición literaria de nuestro país.
25
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26
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_ _ - .- . -
27
íNDlCE
INTRODUCCI~N ............................................................................
I
1.- LA OBRA DE VILLAURRUTIA EN LAS LETRAS
MEXICANAS ...............................................................................
3
11.- LA VIVENCIA DEL AMOR ..........................................................
6
111.- LA PRESENCIA DE LA MUERTE.............................................
14
CONCLUSIONES ..........................................................................
23
_^.....
- -
BlBLlOGRAF~A..............................................................................
25
íNDiCE ........................................................................................... 27
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