UNIVERSIDAD AUTÓNOMA UNIDAD METROPOLITANA IZTAPALAPA DIVISIÓN DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES Amor y muerte en la poesía de Xavier Villaurrutia TESINA PARA OBTENER EL TíTULO DE LICENCIADO EN LETRAS HISPÁNICAS ALUMNO: R. Robertokamírez Rosales MATRkULA: 87340038 MATERIA: Seminario de Investigación: Lírica. PROFESOR: Sergio René Lira Coronado LECTOR: Hernán Silva Bahamonde Enero del 2000 A mis queridos padres Roberto y Gudalupe Con gratitud y amor. A mis hermanos Rosa Ma., Carlos V., Ma. de Lourdes y Ana Cecilia. Con cariño para Befo, mi sobrino - - _,_ I . Con cariño para mi compañem y amigo Raúl Aiejandm Arias A . Para mis amigos Raúl, Carlos, Eduardo y Mano Luis Para Oliverio Mata Valerio Con especial afecto .- Si te llevo en mi prendida y te acaricio y escondo; si te alimento en el fondo de mi mas secreta herida; si mi muerte te da vida y goce mi frenesí, ¿que será, Muerte, de ti . -cuando al salir yo del mundo, deshecho el nudo profundo, tengas que salir de mí?. Xa vier Villaurntie El amor ROS condujo a la muerte. Dante 1 INTRODUCCI6N Xavier Villaurrutia (1903- 950) -es uno de los poetas fundamentales de la Literatura Mexicana del siglo XX. Perteneciente a la llamada generación de los Confernporáneos, su obra poética significó un enriquecimiento en los caminos de la poesía mexicana de su momento. Villaurrutia se nos presenta, junto con otros distinguidos poetas del grupo, como José Gorostiza, Carlos Pellicer y Jorge Cuesta, como un verdadero innovador que sabe integrar los caminos de la vanguardia a la tradición literaria mexicana, adoptando formas líricas que incorporan los recursos literarios de la poesía pura y la influencia de poetas vanguardistas franceses. De esta manera, la obra poética de Villaumitia adquiere rasgos de originalidad que lo constituyen como uno de los más grandes poetas del siglo y permiten que su influencia se refleje en la obra de posteriores poetas fundamentales en la lírica mexicana, como Alí Chumacero y Octavio Paz. La obra de Villaurrutia esta enmarcada en algunos tópicos literarios que lo definen y le dan a su poesía esa singularidad que nos hace identificarla de inmediato. Entre sus preocupaciones líricas dos de las fundamentales son el tema del amor y el tema de la muerte, como líneas directrices de toda su poesía como llega a afirmar Octavio Paz de su persona: "No era un hombre de ideas, era un hombre extraordinariamente inteligente. Incapaz de creer en nada se aisló en un mundo privado, poblado por los fantasmas del erotismo, el sueño y la muerte"l Octavio Paz. "Xavier Viiiaumitia en persona y obra", en Xavier Viilaumtia. Antología, prói. y selecc. d e ..., F:C:E:, México, 1990 (Letras Mexicanas). p. 39. 2 Y esta carácterizacibnes fmdammtal en este poeta. Su aguda inteligencia io hace un sczlitairio, una conciencia que se consume en su propia d e d a d , recordándonos aquellos versus de Muerte sin fin de Gwosüza: $21 inteligencia, sdadad en llamas, que todo lo coIscic3es sin creario!* Ante el mundo de la realidad, que la inteligencia del poeta rechaza por enconttacio incapaz de dar cabida 8 sus mbs intimas asplracíones, es necesario refugiase en viejas faantasmas que permitan vivir y por eso Villaurrutia se refugia 8n los fantamas de! sueño,el erotismo y ta muerte, siguiendo una dinámica escapista, Como ya io habían &tentado la$ poetas barrocos (wérdege a Sor Juana Inés de la Cruz y su juego de ficciones). L.os temas del amor y la muerte son fundamentales para Villaumrtia anta una imposibilidad de malitam en el amor que no se nombrá, el poeta tiene que huir al mundo del suelia, en donde no bay impedimentos para la realiracl6n amorosa, aunque ésta se presente como un dejarse llevar por la indotencia, por el silencio y por la soledad. En este contexto, la Única solución que encuentra el poeta es la muerte, corno feaWad autrintimmnte segura, k, que representa una posibilidad de vivir y de amar. No en vano un potsma dave de Viltaumitia se titula con un verso de ki fWna Comedia de Dartte: Amor mndusse nai ad una mode. Así, ia muerte se convierte en compañera y amada del paeta, ai grada de personificarla y enoontraria íntimamente unida a su propia vida. Eatos dgs temas fundamentales de la poesía de Viltaumtia me movieron a m&ar una aproximación a &unos ct4, sus poemas, para analizar la manera como se presentan los dos tópicas en ellos. 3 Por las dimensiones del presente trabajo no podré abarcar todo el corpus poético de Villaurrutia, que aunque breve, posee una vasta materia de análisis por su calidad y profundidad y cuyo tratamiento total requeriría un estudio de mayores dimensiones que el presente; no obstante intentaré profundizar en el análisis de los poemas seleccionados. I- LA OBRA DE VlLLAURRUTlA EN LAS LETRAS MEXICANAS. Xavier Villaurrutia perteneció a una de las generaciones de escritores mexicanos más importantes del siglo XX: la generación de los Contemporáneos, junto con otros destacados miembros del grupo como Enrique González Rojo, Jaime Torres Bodet, Bernardo Ortiz de Montellano, Carlos Pellicer, Jose Gorostiza, Salvador Novo, Jorge Cuesta y Gilbert0 Owen. El grupo de los Contemporáneos representó en las letras mexicanas una auténtica inmersión en la estética y el espíritu contemporáneos, superando de esta manera las limitaciones del Modernismo tardío, aunque sin negar la influencia de este movimiento en el grupo, sobre todo a traves de la obra de poetas como Enrique González Martinez, José Juan Tablada y Ramón López Velarde. __ - ~ . , Encontramos en los miembros de la generación una serie de rasgos comunes que los identifican, como es la actitud crítica ante la cultura nacional de su momento, como afirma Jorge Cuesta de su mismo grupo: Quienes se distinguen en este grupo de escritores tienen de común con todos los jóvenes mexicanos de su edad, nacer en México; crecer en un raquitico medio intelectual; ser autodidactas; conocer la literatura y el arte principalmente en revistas y publicaciones europeas; no tener cerca d e ellos sino muy pocos ejemplos brillantes, aislados, confusos y discutibles; carecer d e estas compañías mayores que decidan desde la más temprana juventud un destino; y, sobre todo, en- __ .,-. -. 4 contrarse inmediatamente cerca de una producción literaria ni artística cuya cualidad esencial ha sido una absoluta falta d e crítica. Esta última condición es la más importante. Ésta decidió el carácter de este grupo d e escritores [...I y mas adelante afirma: "Casi todos, si no puede decirse que son críticos, han adoptado una actitud crítica, su virtud común ha sido la desconfianza, la incredulidad. Lo primero que negaron fue la fácil solución de un programa, de un ídolo, de una falsa tradición. Nacieron en crisis y han encontrado su destino en esta crisis: una crisis crÍtica"4 De esta manera los rasgos que distinguirán al grupo de los Contemporáneos es esa actitud crítica ante la cultura de su momento, contra el reduccionismo nacionalista que se pretendía imponer en el arte y la literatura mexicanos. Por otro lado encontramos en el llamado por el propio Villaurrutia un grupo sin grupo5 los elementos de un escepticismo que lo apartará de otros escritores cuyo proyecto estético se encasillaba en ideales políticos, sociales o espirituales. Esto no sucede con la mayoría de los Contemporáneos, decepcionados ante los proyectos de construcción del país basados en la Revolución Mexicana. Esa actitud se agudiza en el subgrupo de ContemporSneos calificado por Guillermo Sheridan como la Generacidn Bicápite, integrada por el binomio Villaurrutia-Novo6 En ese contexto es donde hay que ubicar la obra poética de Villaumtia, que ante este escepticismo tiene que refugiarse en los viejos fantasmas que señalaba Paz y a los cuales lo conducen su extaordinaria inteligencia y su capacidad de convertir en materia poética las mas profundas experiencias vitales. Ante la imposibiiidad de creer en una utopía nacionalista o religiosa, inmerso en un profundo escepticismo, Villaurrutia se refugia en el mundo de los sueños, donde Jorge Cuesta. "¿Existe una crisis en nuestra literatura de vanguardia?", en Poesía y critica, selecc. y pres. de Luis Mano Schneider, CONACULTA, México, 1991 (lecturas Mexicanas. Tercera Serie, 31), pp. 273-274. Ibidem., p. 274. Xavier Villaurrutia. "La poesía de los jóvenes en Mexico", en Obras. Poesía. Teatro. frosas Varias. Crítica, pr61. de AIC Chumacero, recopilación de textos de Miguel Capistrán, All Chumacero y Luis Mario Schneider, 2a. ed. aum., 6a. reirnp., F:C:E:, México, 1996 (ietrqs Mexicanas), p. 828 Cfr. Guillermo Sheridan. Los Confemporáneosayer, F:C:E:, Méxiy, I$%. pp. 44-82 passim. ,' I 1, , 5 verá realizado su amor, un amor con caracerísticas muy peculiares, ya que es un amor que no se puede pronunciar en voz alta: Dichoso amor el nuestro, que nada y nadie nombra, prisionero olvidado, sin luz y sin testigo. Amor secreto que convierte en miel la sombra _ _.-. . - . (Madrigalsombrío, p. 84)7 Y no sólo será el sueño el que lo lleve a vivir en plenitud, sino que a través de esa huida, de este misterio de amor clandestino (clara alusión a la homosexualidad), se llegará a otro fantasma que sirve de refugio al poeta: la muerte, como lo afirma en una conferencia el propio Villaurrutia: [...I porque en momentos como los que ahora vivimos, la muerte es lo único que no le pueden quitar al hombre; le pueden quitar la fortuna, la vida, la ilusión, pero la muerte ¿quién se la va a quitar? Si la muerte la llevamos, como decía un poeta, dentro, como el fruto lleva la semilla. Nos acompaña siempre, desde el nacimiento, y la muerte crece con nosotros. La muerte es también una patria a la que se vuelve, por eso es posible que haya un libro de versos que se llama Nostalgia de la muerte, nostalgia d e lo ya conocido. La muerte -es algo ya conocido por el hombre8 De esta manera la muerte estará presente en la vida del poeta, como presencia absoluta que dará sentido a su propia existencia. La muerte se personificará y se convertirá en una compañera, una suerte de amada, unida tan íntimamente al poeta que sólo la misma muerte podrá separar: Si te llevo en mí prendida y te acaricio y escondo; si te alimento en el fondo de mi más secreta herida; si mi muerte te da vida y goce mi frenesí ¿que será, Muerte, de ti cuando al salir yo del mundo, En adelante se citarán los poemas del autor por la edición de Obras del F.C.E., preparada por Alí Chumacero, indicando entre paréntesis el nombre del poema y el número de la pagina de donde se toma la cita. Xavier Villaurrutia. "Introducción a la poesía mexicana"en Obras, p. 77-í 6 deshecho el nudo profundo, tengas que salir de mí? ( Décima Muerte, p. 73) Así, el sueño, el amor clandestino y la muerte se convertirán en auténticos refugios del poeta, ofreciéndote la posibilidad de una nueva manera de vivir, la que se expresará a través de su experiencia poética. I¡.- L A VlVENCiA DEL AMOR. El tema del amor en Villaurrutia esta íntimamente ligado a la muerte. En los Nocturnos del libro Nosfalgia de la Muerte, cuyo título es ya muy significativo, encontramos poemas en los que la ideas del amor se identifica con el morir. En Nocturno de /a alcoba, el poeta basa su visión del amor en un mundo gobernado por la muerte. Ella es la responsable de la situación de los amantes. La muerte viene a ocupar el vacío y la imposibilidadde la posesión del amante: Entonces sólo yo sé que la muerte es el hueco que dejas en el lecho cuando de pronto y sin razón alguna te incorporas o te pones de pie. (Nocturno de la alcoba, p. 61) Entonces surge la conciencia de que lo Único que une a la pareja es esa muerte, la que lleva a un sentimiento de desolación y soledad compartida: Y solo, sólo yo sé que la muerte es tu palabra trunca, tus gemidos ajenos y tus involuntarios movimientos oscuros cuando en el sueño luchas con el ángel del sueño. La muerte es todo esto y mas que nos circunda, y nos une y separa alternativamente, que nos deja confusos, atónitos, suspensos, 7 con una herida que no mana sangre. Entonces, sólo entonces, los dos solos, sabemos que no el amor sino la oscura muerte nos precipita a vernos cara a cara a los ojos, y a unirnos y estrecharnos, más que solos y náufragos, todavía más, y cada vez más, todavía. (Nocturno de la alcoba, p. 61) Encontramos en este fragmento la huida hacia el mundo del sueño, como Jacob luchando con el angel. El poeta siente la distancia que lo separa del ser amado y su inútil deseo de poder asirlo. Es entonces cuando toma conciencia que la experiencia del amor sólo puede ser una experiencia de muerte, como llega a afirmar Salvador Reyes Nevárez, refiriendose a este proceso amor-muerte: En el momento amoroso la muerte irrumpe con lo que desune a los amantes. Es en la alcoba, un muro, un cristal, un silencio. Un silencio sobre todo, es decir, una rotura en la comunicación de los dos seres. Han cesado de hablarse, y cada uno rueda por su vertiente como hundiéndose en una intimidad que será inaccesible para el otro. Un silencio, un cristal, un muro. Un muro que surge entre los dos, y deshace en forma violenta y dolorosa aquella dualidad que pudo parecer inescindible ...El amante se hunde, irremediablemente, en su ser singular, carente, abandonado. Cada paso que la persona amada inicie sin --que aparezca la explicación ante los ojos del amante es una fuga, un romp;---miento de la pareja.9 - Esta misma actitud la encontramos en otros poemas de Villaurrutia. En Nocturno Amor, la complicidad del amante se ve interrumpida por la frialdad de esa unión: Guardas el nombre de tu cómplice en los ojos pero encuentro tus párpados mas duros que el silencio y antes que campartirlo matarías el goce de entregarte en el sueño con los ojos cerrados sufro al sentir la dicha con que tu cuerpo busca el cuerpo que te vence más que el sueño y compara la fiebre de tus manos con mis manos de hielo y el temblor de tus sienes con mi pulso perdido y el yeso de mis muslos con la piel de los tuyos que la sombra corroe con su lepra incurable. (Nocturno Amor, pp- 49-50) Salvador Reyes Nevárez. El amor y la amistad en el mexicano, México, 1952, p. 53, citado por Eugene L. Moretta. La poesia de Xavier Ui/laurufia,F:C:E:, México, 1976,p. 98. a En Nocturno de los ángeles, la visión nocturna se presenta como presagio de un deseo amoroso oculto: Si cada uno dijera en un momento dado. en sólo una palabra, lo que piensa las cinco letrasdet deseo formarían una enorme cicatriz luminosa. (Nocturno de los ángeles, p. 55) Y en el ambular de estos ángeles se descubren las miradas del amor homosexual: Cambian miradas, atreven sonrisas, forman imprevistas parejas.._ ......................................................... Caminan, se detienen, prosiguen. Cambías miradas, atreven sonrisas. Forman imprevistas parejas. ........................................................... y, cuando duermen, sueñan no con los ángeles sino con los mortales. (Nocturnode los ángeles, pp. 56-57). En posteriores poemas, incluidos en Canto a la primavera y otros poemas, Villaurrutia se nos manifiesta de una manera más explícita sobre su concepción poética del tema del amor. En Amor condusse noi ad una morfe, el poeta presenta a la experiencia amorosa como un abandono, que la asemeja con la experiencia de la muerte. Es por medio de este abandono del amor que se llega a la muerte: Pero amar es también cerrar los ojos, dejar que el sueño invada nuestro cuerpo como un río de olvido y de tinieblas, y navegar sin rumbo, a la deriva: porque amar es, al fin, una indolencia. (Amor condusse no¡ ad una morte, p. 77) Y nuevamente aparece el sueño y el olvido que antecede al acto de morir y permite que todos los miembros del cuerpo se vayan abandonando, como en la corriente 9 de un río, imagen tan de la preferencia de los autores barrocos, como en algunos poemas metafísicosde Quevedo. Pero el punto inicial de esta concepción del amor es la angustia del mismo, ante la imposibilidadde su realización: Amar es una angust'a] Úna pregunta, una suspensa y luminosa duda; es querer saber todo lo tuyo y a la vez un temor de al fin saberlo. (Amor condusse noi ad una morte, p.76) Esta desesperación lleva al poeta a la cólera ante la frustración del amor: Amar es una cólera secreta, una helada y diabólica soberbia. ..................................................... Amar es una sed, fa de la llaga que arde sin consumirse ni cerrarse, y el hambre de una boca atormentada que pide más y más y no se sacia Amar es una insólita lujuria y una gula voraz, siempre desierta, (Amor condusse no¡ ad una morte, pp.76-77). Esta insatisfacción genera un sentimiento de desencanto en el poeta, que ante la imposibilidadde ver realizado su amor, sólo se puede solucionar con la muerte: Amar es provocar el dulce instante en que tu piel busca mi piel despierta; saciar a un tiempo la avidez nocturna y morir otra vez la misma muerte provisional, desgarradora, oscura. (Amor condusse no¡ ad una morte, p. 78) 10 En el Soneto de la esperanza vuelve a aparecer esta angustia y desesperación por lo inalcanzable del objeto amoroso, como constante de esta concepción poética del amor: Amar es prolongar el breve instante de angustia, de ansiedad y de tormento en que, mientras espero, te presiento en la sombra suspenso y delirante. (Soneto de la esperanza, p.78). Es un breve instante, pero I!eno de angustia y de ansiedad. Una desesperación provocada por una constante actitud de espera y de incertidumbre, lo que lleva a un profundo sentimiento de frustración, sólo resuelto con el acto de morir. Esto se ve en forma mucho mas explícita y clara en Décimas de nuestro amor: A mí mismo me prohibo revelar nuestro secreto, decir tu nombre completo o escribirlo cuando escribo. Prisionero de ti, vivo buscándote en la sombría caverna de mi agonía. Y cuando a solas te invoco, en la oscura piedra toco tu impasiblecompañía (Décimas de nuestro amor, p. 79) Surge entonces La imagen plástica de la caverna y de la sombra, como elementos necrófilos de esta actitud de agonía amorosa, que es en Última instancia una experiencia de muerte. El poeta ha querido es esta desolación salvar al amante con su propia muerte, pero es inútil el intento, ya que ambos participan de la misma experiencia, ya que el dolor es compartido: Por el temor de quererme tanto como yo te quiero. he preferido, primero, para salvarte, perderme. 11 Pero está mudo e inerme tu corazón de tal suerte que si no me dejas verte es por no ver en la mía la imagen de tu agonía: porque mi muerte es tu muerte. (Décimas de nuestro amor, p. 79) Y en este proceso aparece el deseo del aniquilamiento, del nihilismo como alivio a este tormento y a esta angustia: Si nuestro amor esta hecho de silencios prolongados que nuestros labios cerrados maduran dentro del pecho; y si el corazón desecho sangra como la granada en su sombra congelada, ¿por qué. dolorosa y mustia, no rompemos esta angustia para salir de la nada? (Décimas de nuestro amor, p. 79) La ausencia del ser amado provoca este profundo dolor y esta impotencia, que va sumergiendo a! poeta en la soledad y cuando pareciera surgir una esperanza, esta se diluye en un profundo desengaño: Te alejas de mí pensando que me hiere tu presencia, y no sabes que tu ausencia es mas dolorosa cuando la soledad se va ahondando, y en el silencio sombrio, sin quererlo, a pesar mío, oigo tu voz en el eco y hallo tu forma en el hueco que has dejado en el vacío. ........................................ Y si no habrá amanecer en mi noche interminable ¿de que sirve que yo hable en el desierto, y que pida, para reanimar mi vida, remedio a lo irremediable? (Décimas de nuestro amor, p. 80) 12 Finalmente, al concluir el poema Villaurrutia se resigna a guardar la imagen del amante en la fantasía, como Sor Juana Inés de La Cruz en el soneto Detente sombra _,__ . -. - ~ de mi bien esquivo, consciente de que es inútil el afán de la posesión amorosa, intuyendo a ciegas la presencia del ser amado: Mi amor por ti ¡no murió! Sigue viviendo en la fría, ignorada galería que en mi corazón cavó. Por ella desciendo y no encontraré la salida, pues será toda mi vida esta angustia de buscarte a ciegas, con la escondida certidumbre de no hallarte. (Décimas de nuestru amor, p. 82) En el poema Nuestro amor, Villaurrutia volverá a caracterizar este sentim,ato amoroso, fugitivo e imposible de realizarse, lo que generará angustia y dolor y suspenderá a la manera de una espera infinita: Si nuestro amor no fuera, al tiempo que un secreto, un tormento, una duda, una interrogación; (Nuestm amor, p. 82) Y aparece nuevamente el sueño como Única posibilidad de realización y que propicia la más profunda desolación y soledad: si nuestro amor no fuera el sueño doloroso en que vives si mí. dentro de mí, una vida que me llena d e espanto; si no fuera un desvelo, un grito iluminado en la noche profunda; (Nuestru amor, p. 82) Todos los condicionales que aparecen en el poema van caracterizando este singular amor, que tiene como esencia la imposibilidad y el fracaso. El deseo de la unión 13 de los cuerpos, con la frustración de no conseguir esta unión se expresan al final del poema, cuando en la conclusión del periodo condicional, se afirma que ésta es la verdadera esencia de este curioso amor, destinado a no realizarse: Si juntos nuestros labios desnudos como cuerpos, y nuestros cuerpos juntos como labios desnudos no formaran un cuerpo y una respiración, jno fuera amor el nuestro, no fuera nuestro amor! (Nuestro amor, p- 83) En el poema &seo vuelve a aparecer esta caracterización del amor. La soledad y la angustia vuelven a tomar un lugar preponderante en este anhelo de amar y querer alcanzar la consumación definitiva, la que no llegará nunca y dejara una sensación de frustración en el poeta: Amarte por la soledad, si en ella me dejas Amarte por la ira en que mi razón enciendes. Y, mas que por el goce y el delirio. amarte por la angustia y por la duda. (Deseo, pp. 84-85). Esta actitud en el sentimiento amoroso se explicaría por el hecho de qua __ - . - _I_. Villaurrutia plantea un amor clandestino y proscrito, referencia al amor homosexual, que el poeta encuentra irrealizable. Este amor se vivirá en foma oculta y secreta y estará prohibido mencionarlo en voz alta. Permanecerá oculto como la semilla en el fruto y sólo se permitirá revelarse a tos amantes, que COMO ya hemos visto encontrarán imposible de realizar en plenitud, escapando al muhdo onírico o al aniquilamiento que produce la muerte para realizarlo, como se expresa acertadamente en las imágenes poéticas del Madrigal sombrío, donde se hace un juego de claroscuros que definen perfectamente las contradicciones de este amor: 14 Dichoso amor el nuestro, que nada y nadie nombra: prisionero olvidado, sin luz y sin testigo. Amor secreto que convierte en miel la sombra, corno la ftorescencia en la cárcel del higo. (Madrigal sombrío, p. 84) Esta concepción y vivencia de la experiencia amorosa conducirá al poeta a la expresión del tópico de la muerte, en la que aparecerán otros aspectos de la poesía de Villaurrutia, fundamentales para comprender su poética y su particular manera de su expresión lirica. 111.- LA PRESENCIA DE LA MUERTE El tema de la muerte es fundamental en la poesía de Villaurrutia y la presencia de la muerte se da de manera inmanente, a diferencia de otros autores de la tradición poética española. Afirma Ramón Xirau: "Villaurrutia, excesivamente subjetivo para dar con símbolos universales de la muerte [como los poetas barrocos españoles], 3iue su muerte, la hace pan de todas las noches aunque no sin miedo, sin --- -- . desesperación. Y si el amor revelaba la experiencia de la muerte, ahora es el amor el que confunde con la muerte y el amor mismo es muerte"10 Toda la trayectoria poética de Villaurrutia aparece inmersa en este tópico, a m o uno de los fantasmas esenciales en que el poeta se refugiará para ver realizado su anhelo de plenitud, como afirma Octavio Paz. Esta nostalgia de la muerte es la expresión de su búsqueda obsesiva dentro de sí mismo, como algo muy arraigado que se lleva con ta misma vida, como afirma Hubert0 Batis en un ensayo sobre nuestro poeta: "Villaurrutia se decide a buscar la lo Ramón Xirau. Tres poetas de la soledad, Antigua Librería Robredo, México, 1955, p. 33. 15 muerte en la vida que la padece, a perseguirla, a paladearla; no importa que el precio sea terminar por desearla, sentir- por __ ella nostalgia, descubrirla con todas sus ~ implicaciones"' 1 Y no sólo aparecerá la muerte como un tema más, sino que los otros dos temas fundamentales de su poesía, el amor y el sueño, estarán girando alrededor de el, hasta el grado de llegar a personificar a la misma muerte e identificarla como compañera y amada. Es a partir de los Nocturnos del libro Nosfalgia de la Muerte donde aparecerá en forma obsesiva este tema. En Nocturno en que nada se oye, el silencio se convierte en cómplice del descubrimiento de la propia muerte: En medio de un silencio desierto como la calle antes del crimen sin respirar siquiera para que nada turbe mi muerte. (Nocturno en que nada se oye, p. 47) los sentidos de su cuerpo se vuelven más agudos y permiten la presencia del sueño y de la muerte en este escenario nocturno, que se comunican en forma callada; fhánafos e hypnos, como hermanos gemelos y caras de la misma moneda: muda telegrafía a la que nadie responde porque el sueño y la muerte nada tienen ya que decirse. (Nocturno en que nada se oye, p. 48) En Nocfurno muerto el poeta nos describe esa sensación de abandono que va creando la propia muerte, con la posibilidad de realmente encontrarse con esa experiencia: Primero un aire tibio y lento que me ciña como la venda al brazo enfermo de un enfermo y que me invada Juego como el silencio frío Hubert0 Batis. "Vidaamor-muerte en los Nocturnos de Xavier Villaurrutia", Revista Mexicana de Literatura, 3-4, matzo-abril (1964), p. 35 16 al cuerpo desvalido y muerto d e algún muerto. (Nocturnomuerto,p. 52) Esa sensación del alivio que da la la curación de un enfermo es la misma que la muerte da a la vida. Y aparece otro elemento d e la producción poética d e Villaumtia: la experiencia. A pesar d e s u aguda inteligencia, el poeta nunca pierde la dimensión de lo inmediato, d e la experiencia próxima que lo hace sentir e n came propia aquello que le parece más acertado d e expresar, como señala acertadamente Tomás Segovia: "Su tema, como todos lo saben, es la muerte. Dos o tres ideas, tomadas además de diferentes lugares y compartidas con muchos contemporáneos y bastantes predecesores, bastan a este poeta llamado intelectual para construir una de las obras más sobrecogedoras que hay. Dos o tres ideas; todo io demás es experiencia"'* Y esta experiencia lo hará expresar la propia sensación d e s u muerte, como soledad y silencio. En el Nocturno antes señalado expresa Villaumtia: La tierra hecha impalpable silencioso silencio, la soledad opaca y la sombra ceniza caerán sobre mis ojos y afrentarán mi frente. (Nocturno muerto, p. 52) Terceto que nos recuerda alguno d e los mejor logrados en la poesía metafísica d e Quevedo. En Nocturno en que habla la muerte, aparece ésta personificada, como presencia oculta que acompaña siempre al poeta, escondida entre s u s objetos personales: Si la muerte hubiera venido aquí, a New Haven, escondida en un hueco de mi ropa en la maleta, en el bolsillo d e uno d e mis trajes, entre las páginas de un libro como la señal que ya no me recuerda nada; si mi muerte particular estuviera esperando l2Tomás Segovia. "Xavier Villaumitia", Revista Mexicana de Liferafura,16-18, octubre-diciembre (1960), p. 54 17 una fecha, un instante que sólo ella conoce para decirme: “Aquí estoy. Te he seguido como la sombra que no es posible dejar así nomás en casa; como un poco de aire cálido e invisible mezclado al aire duro y frío que respiras; como el recuerdo de lo que más quieres; como el olvido, sí, como el olvido que has dejado caer sobre las cosas que no quisieras recordar ahora. Y es inútil que vuelvas la cabeza en mi busca: estoy tan cerca que no puedes verme, estoy fuera de ti y a un tiempo dentro. (Nocturno en que habla la muerte, p. 54) La presencia de la muerte como compañera de la vida se hace notoria y es tan estrecho el vínculo que se establece entre el poeta y ella que llega a integrarse a su persona, como el aire que respira, o los recuerdos que no se pueden olvidar. En el Nocfumo asistimos a la personificación de la muerte, que de esta manera se convierte en su acompañante inseparable, de la que no se puede huir: Nada es el mar que corno un dios quisiste poner entre los dos; nada es la tierra que los hombres miden y por la que matan y mueren; ni el sueño en que quisieras creer que vives sin mí, cuando yo misma lo dibujo y lo borro; ni los días que cuentas una vez y otra vez a todas horas, ni las horas que matas con orgullo sin pensar que renacen fuera de ti. Nada son estas cosas ni los innumerables lazos que me tendiste, ni las infantiles argucias con que has querido dejarme engañada, olvidada. {Nocturno en que habla la muerte, p. 54) Nada de lo existente dentro o fuera del poeta puede romper ese vínculo establecido con su propia muerte. l a misma muerte se dirige a él para recordarle que su presencia es lo más próximo que puede experimentar y sentir, le habla como una tierna compañera que se convierte en cómplice de su intimidad: 18 "Aquí estoy, ¿no me sientes? Abre los ojos; ciérralos, si quieres" (Nocturno en que habla la muerte, p- 55) Y el poeta queda desconcertado ante esta presencia misteriosa, pero que sabe es muy real, como su sombra, como una compañía inseparable Y me pregunto ahora, si nadie entró en la pieza contigua, ¿quién cerró cautelosamente la puerta? ¿Qué misteriosa fuerza de gravedad hizo caer la hoja del papel que estaba en la mesa? ¿Por qué se instala aquí, de pronto,, y sin que yo la invite la voz de una mujer que habla en la calle? (Nocturno en que habla la muerte, P- 55) Ya es inútil resistirse a esa misteriosa compañía, que se encuentra con el poeta en los momentos mas Íntimos, como es en el acto de la escritura, unido a él como su propia sangre y que imprime su sello en la creación poética: Y al oprimir la pluma- . algo como la sangre late y circula en ella, y siento que las letras desiguales que escribo ahora, mas pequeñas, más trémulas, mas débiles, ya no son de mi mano solamente. (Nocturno en que habla la muerfe, p- 55) Nostalgia de la muerfe concluye con un poema genial, en el cual la Muerte se ha transformado ya no sólo en compañía sino en amada. El poeta se convierte en enamorado de su propia muerte, a la que identifica como una compañera juguetona y desvalida que sufrirá con la separación del poeta en el acto real de morir, El poema se titula Décima Muede: iQué prueba de ta existencia habrá mayor que la suerte 19 de estat,?risriendosin verte y muriendo en tu presencia! Esta lúcida conciencia de amar a lo nunca visto y de esperar lo imprevisto; este caer sin llegar es la angustia de pensar que puesto que muero existo. {Décima Muerte, p. 70) La sensación de estar cayendo en la Muerte despierta la conciencia del poeta y lo coloca ante lo inefable de su propia muerte. Se retoma el viejo adagio cartesiano, pero ahora con la certidumbre de que morir es io único verdadero que asegura la existencia. Es inútil sustraerse a esta presencia, ya que la Muerte se presenta como un todo, que abarca a los cuatro elementos y que rodea por entero al poeta: Si en todas partes estás, en el agua y en la tierra, en el aire que se encierra y en el incendio voraz; y si en todas partes vas conmigo en el pensamiento, en el soplo de mi aliento y en mi sangre confundida, ¿no serás, Muerte, en mi vida, agua, fuego, polvo y viento? (Décima Muerte, p. 70) Y en el momento de la posesión de esta Muerte ya no es necesario el suefio, porque se estará viviendo un sueño eterno que es la propia Muerte. Por eso el poeta quiere recibirla en completa vigilia: No duermo para que al verte llegar lenta y apagada, para que al oír pausada tu voz que silencios vierte, para que al tocar la nada que envuelve tu cuerpo yerto, para que a tu olor desierto 20 pueda, s3n-sombra de sueño, saber que de ti me adueño, sentir que muero despierto. (Décima Muerte, p. 71) Y este enamoramiento de la Muerte abre la posibilidad de seguir viviendo más allá de ia tumba, en un auténtico abrazo de amor que presenta a la Muerte como amada que lleva a un auténtico vivir: l a aguja del instanter0 recorrerá su cuadrante todo cabrá en un instante del espacio verdadero que, ancho. profundo y señero, será elástico a tu paso de modo que el tiempo cierto prolongará nuestro abrazo y será posible, acaso, vivir después de haber muerto. (Décima Muerte, p. 72) l a presencia de la Muerte es absoluta y se encuentra hasta en los elementos más íntimos del poeta, corno presencia siempre activa y dinámica que se llega a encontrar, en forma paradójica, hasta en la misma ausencia: iHasta en la ausencia estás viva! Porque te encuentro en el hueco de una forma y en el eco de una nota fugitiva; porque en mi propia saliva fundes tu sabor sombrío, y a cambio de lo que es mío me dejas sólo el temor de hallar hasta en el sabor la presencia del vacío. (Décima Muerte, p. 72) 21 El nudo que se establece-con la Muerte es tan sólido que sólo ella lo podrá romper; por eso el poeta se preocupará por la suerte de la misma cuando él muera , ya que la unión es tan estrecha que la Muerte se sentirá desamparada sin él: Si te llevó en mí prendida y te acaricio y escondo; si te alimento en el fondo de mi más secreta herida; si mi muerte te da vida y goce mi frenesí, ¿qué será, Muerte, de ti cuando al salir yo del mundo, deshecho el nudo profundo, tengas que salir de mí? (Décima Muerte, p. 73) Esta conciencia de la Muerte corno amada nos recuerda el final de Muerte sin fin de José Gorostiza, donde también la Muerte se presenta como una compañera juguetona y amorosa que acecha al poeta: Desde mis ojos insomnes mi muerte me esta acechando, me acecha, sí, me enamora con su ojo Ianguido ¡Anda, putilla de rubor helado, anda, vámonos al diablo!13 A final de Décima Muerte el poeta se confiesa vencido y asume la espera incesante de esta Muerte que alimenta su propia esperanza y se convierte auténticamente más íntimo y genuino de su ser: En vano amenazas, Muerte, cerrar la boca a mi herida y poner fin a mi vida con una palabra inerte. ¡Qué puedo pensar al verte, si en mi angustia verdadera tuve que violar la espera; l3José Gorostiza. Op, cif,.p. 149 en lo 22 si en vista de tu tardanza para llenar mi esperanza no hay hora en que yo no muera! (Décima Muerte, p. 73) De esta manera la Muerte adquiere dimensiones totalizadoras en el poeta y da sentido a su existencia. No hay hora de su vida en que no se encuentre esta presencia absoluta de su propia muerte, dando una trayectoria a su vida y alimentando la esperanza de seguir existiendo mas allá de los umbrales del morir. Esta idea se presenta en forma más precisa en los epitafios que escribe Villaurrutia como conclusión de su quehacer poético. En ellos se expresa la conciencia de un perdurar más allá de la muerte, como una doble acción de soñar y de despertar: Agucé la razón tanto, que oscura fue para los demás mi vida, mi pasión y mi locura. Dicen que he muerto. No moiiré jamás: jestoy despierto! (Epitafios, p. 90) En el segundo Epitafio, el poeta presenta una especie de final de su existencia en donde invita a ser olvidado. Este enamorado de la Muerte ha encontrado finalmente en el mismo sueño, hermano gemelo de la Muerte su definitivo descenso y plenitud, por eso invita al caminante a que no se le despierte de este soñar: Duerme aquí, silencioso e ignorado, el que en vida vivió mil y una muertes. Nada quieras saber de mi pasado. 23 Despertar es morir. ¡No me despiertes! (Epitafios, p. 90) AI fin el poeta encuentra su plenitud, en este dormir en el sueño de la Muerte y en el abandono de s u s fuerzas e n una corriente a la deriva que le produce una gran tranquilidad y una gran paz, que son las del olvido. D e esta manera Villaurmtia cierra s u ciclo temático sobre el amor y la muerte con la conclusión d e que sólo en la plenitud que se adquiere con la Muerte es posible acceder a la vida y a la paz definitivas. CONCLUSIONES Con esta breve aproximación a algunos poemas d e Villaunutia se ha pretendido mostrar la manera en que el poeta ha incorporado los temas del amor y la muerte a su poesía. Estos dos temas- són fundamentales e n su expresión poética y constituyen, junto con el tópico del sueño, los puntales de toda s u producción. La manera singular e n que presenta la dialéctica entre el amor y la muerte lo caracterizan y dan la originalidad a s u poesía, pues aunque esta ubicada en la tradición necrófila d e la literatura hispánica, encontramos rasgos que la emparentan con la concepción ludo-dramática que se tiene d e la muerte e n la cosmovisión mexicana, la q u e parte desde los tiempos prehispánicos y se enriquece con la tradición barroca novohispana, perdurando hasta nuestros días en las tradiciones populares del Día de Muertos. Pero también debemos d e reconocer la presencia d e una angustia y d e una imposibilidad del amor personal, motivado por la especial condición del poeta, io que lo lleva a una liberación y a un anhelo d e realización amorosa a través d e la muerte. 24 Estos dos elementos se--&njugan en la poesía de Villaumtia para darle su específica configuración poética. Por las dimensiones de este trabajo me ha sido imposible abarcar todos los aspectos que serían necesarios para realizar un análisis exhaustivo de este poeta, aproximándome a otros poemas claves de su producción; no obstante dejo para futuros estudios el cornpietar el análisis y la investigación sobre otros aspectos de la poesía de este singular escritor mexicano. La aproximación realizada sirva de muestra para comprobar la excelente calidad de la expresión poética de este autor, reconocido como uno de los más grandes poetas del pasado siglo XX y uno de los que con su obra enriqueció de manera particular la tradición literaria de nuestro país. 25 Alonso, Amado. Mateda y forma en poesia, Gredos, Madrid, 1988 (Biblioteca Románica Hispánica). Batis, Huberto. "Vida-amor-muerte en los Nocturnos de Xavíer Víllaumitia", Revisfa Mexicana de Litemturn, 3-4, marzo-abril (1964), pp. 33-46. Blanco, José Joaquín. Crónica de la poesía mexicana, 5a: ed., Posada, México, 1987 Cázares Hernandez, Laura, María Christen y otros. Técnicas actuales de investigación documental, 2a. ed., Trillas-UAM, México, 1987. Cuesta, Jorge. Poesia y critica, selecc. y pres. de Luis Mano Schneider, CONACULTA, México, 1991 ( Lecturas Mexicanas. Tercera Serie, 31). Durán Manuel (ed.). Antologia de la *vista (Letras Mexicanas, 11I). 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