Buenos Aires, 8 de abril de 2015 Sr. Embajador Noah Mamet Embajada de los Estados Unidos Av. Colombia 4300 Buenos Aires Señor Embajador Noah Mamet: Expreso mi sincero agradecimiento por la carta de fecha 25 de febrero de 2015 firmada por el Sr. Kenneth Roy, Consejero Político de la Embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires, en la que se solicitan mis consideraciones sobre la VII Cumbre de las Américas que será celebrada en la Ciudad de Panamá (Panamá) el 10 y 11 de abril de 20151. Desde el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), organización que trabaja desde 1979 por la defensa y protección de los derechos humanos, estamos convencidos de que el éxito de la Cumbre, como espacio multilateral, depende en gran medida del respeto, por parte de los Estados que la integran, de los principios democráticos y del derecho internacional. En ese sentido, no podemos dejar de manifestar nuestra preocupación por las recientes sanciones establecidas unilateralmente por el gobierno de Estados Unidos (EE.UU) contra funcionarios de la República Bolivariana de Venezuela (Venezuela)2. Este tipo de medidas solo contribuye a la deslegitimación y debilitamiento de los mecanismos multilaterales creados por la comunidad internacional con el objetivo de promover marcos políticos para garantizar la estabilidad y la democracia. Los esfuerzos deberían, en cambio, encaminarse a fomentar y fortalecer el rol e impacto de estos espacios. El desprestigio actual de la Organización de Estados Americanos (OEA) evidencia la imperiosa necesidad de robustecer sus herramientas de abordaje colectivo en detrimento de acciones aisladas por parte de sus Estados miembros. Las sanciones unilaterales de EE.UU contra funcionarios de Venezuela, basadas en la ley 113-278 de diciembre de 2014 y en la Orden Ejecutiva 13692 de marzo de 20153, son por naturaleza arbitrarias y selectivas, y deben, en consecuencia, ser derogadas. 1Véase: http://www.summit-americas.org/septimacumbre.htm Véase: https://www.whitehouse.gov/the-press-office/2015/03/09/executive-order-blocking-property-and-suspending-entrycertain-persons-c 3 Véase: “Executive Order 13692 of March 8, 2015”, disponible en: http://www.treasury.gov/resourcecenter/sanctions/Programs/Documents/venezuela_eo.pdf 2 De hecho las razones que se esgrimen para su fundamento no hacen más que ratificar su arbitrariedad. La ley 113-278, “para la defensa de los DD.HH. y de la Sociedad Civil Venezolana”, está justificada, entre otras ponderaciones, en argumentos económicos como la alta tasa de inflación, la imposición de control de divisas y el alto índice de escasez de productos básicos. Más allá de diferencias políticas e ideológicas en términos económicos, y éxitos y fracasos a los que todos los gobiernos están sujetos en la aplicación de medidas económicas, los países poseen la independencia y soberanía para elegir, implementar y desarrollar sus propias políticas económicas. En ninguna circunstancia tales argumentos resultan aceptables para la aplicación de sanciones. Además se menciona, tanto en la ley como en la Orden Ejecutiva, la ocurrencia de violaciones a los derechos humanos como justificación para su adopción y aplicación. En especial, la Orden Ejecutiva menciona el “uso de la violencia y de violaciones y abusos de derechos humanos en respuesta a protestas contra el gobierno, y prisión y detención arbitraria de manifestantes opositores al gobierno”4. El 16 de marzo 2015, el CELS participó de una audiencia sobre derechos humanos en contextos de protesta en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que fue solicitada en conjunto con organizaciones de diversos países del continente, incluyendo Argentina, EE.UU y Venezuela.5 En esta ocasión fueron destacadas violaciones que ocurrieron y siguen ocurriendo en Caracas y en Ferguson6 que merecen adecuada investigación y sanción, así como el diseño e implementación de políticas que garanticen su no repetición7. De este modo, la audiencia, entre otros hechos, demuestra que, lamentablemente, diversos países de la región, incluso EE.UU, hacen “uso de la violencia y de violaciones y abusos de derechos humanos en respuesta a protestas” y de “prisión y detención arbitraria de manifestantes”. En este contexto, justificaciones del tipo pierden toda legitimidad para sustentar la aplicación de sanciones unilaterales de un Estado a otro, que solo puede entenderse selectiva y arbitraria y que a lo largo de la historia ha resultado inefectiva para la mejora de la protección de los derechos de las personas afectadas. El sistema internacional de protección de los derechos humanos cuenta con mecanismos y órganos enmarcados en organizaciones multilaterales, como la Organización de las Naciones Unidas (NN.UU.) y la OEA. Ellos están encargados de monitorear, hacer observaciones, recomendaciones Traducción libre. Véase: “Executive Order 13692 of March 8, 2015”, disponible en: http://www.treasury.gov/resourcecenter/sanctions/Programs/Documents/venezuela_eo.pdf 5 Véase: http://www.cels.org.ar/comunicacion/?info=detalleDoc&ids=4&lang=es&ss=46&idc=1913 6 Véase: https://youtu.be/_NF0K33bkLI 7 Véase los comunicados de prensa de CELS: “Grave represión de la protesta social en Venezuela”, disponible en: http://cels.org.ar/comunicacion/?info=detalleDoc&ids=4&lang=es&ss=46&idc=1905 y “El CELS y la represión de la protesta social en Venezuela”, disponible en: http://cels.org.ar/comunicacion/?info=detalleDoc&ids=4&lang=es&ss=46&idc=1907; y la nota de PROVEA “Venezuela y EEUU hermanados… en la represión”, disponible en: http://www.derechos.org.ve/2015/03/23/rafael-uzcateguivenezuela-y-eeuu-hermanados-en-la-represion/ 4 e, incluso, tomar decisiones legalmente vinculantes respecto de la situación de los derechos humanos en los países que hayan aceptado su competencia. En vez de procurar medidas unilaterales, las acciones de los Estados deben ante todo encaminarse a fortificar las herramientas y alcance de estos mecanismos. Asimismo, la OE pretende derivar de cuestiones únicamente vinculadas con la realidad doméstica de Venezuela una situación que según sus términos constituiría “una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional”8 de EE.UU. Además de tratarse de un razonamiento falaz, rescata la lógica detrás de la Doctrina de la Seguridad Nacional que, en décadas anteriores, fue el marco para regresiones autoritarias y graves violaciones de derechos humanos. Lamentablemente, los quiebres democráticos no están desterrados en la región como dan cuenta casos tales como los de Venezuela (2002), Honduras (2009) y Paraguay (2012). Tanto la ley, como la OE desconocen parámetros básicos del debido proceso legal al otorgar al Presidente de EE.UU y al Secretario de Tesoro en consulta con el Secretario de Estado el poder de aplicar sanciones a cualquier persona en Venezuela que a su solo criterio pueda entenderse responsable de acciones tales como socavar procesos e instituciones democráticas, limitar o penalizar el ejercicio de la libertad de expresión y de manifestación. Tal discrecionalidad atenta contra pilares esenciales del estado de derecho como el principio de inocencia y el derecho de defensa. En conclusión, es imperioso derogar las normas aquí cuestionadas. Son otras las acciones que deben impulsarse para lidiar eficazmente con violaciones de derechos humanos. Así, como primer paso, instamos a Venezuela a revertir su decisión de denunciar la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH) y a EE.UU a ratificarla. A su vez debe trabajarse para fortalecer el rol de los organismos intergubernamentales, entre ellos la OEA, en el desarrollo de las próximas elecciones parlamentarias en Venezuela de modo que puedan realizarse de manera pacífica, democrática y con respeto al orden constitucional y al estado de derecho. Quedando a la espera de su respuesta, aprovecho esta oportunidad para enviarle mis más cordiales saludos. Traducción libre. Véase: “Executive Order 13692 of March 8, 2015”, disponible en: http://www.treasury.gov/resourcecenter/sanctions/Programs/Documents/venezuela_eo.pdf 8 Gastón Chillier, director ejecutivo Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS)