PASCUA: Celebremos la Vida en Cristo Esta alegría le lleva a generar vida, a convocar a la mesa compartida, a anunciar al Padre de todos que busca a sus criaturas perdidas y últimas. El Hijo del Dios Vivo se implica compasivamente con sus criaturas, es el buen pastor que no se retira ante la adversidad, que no huye ante la amenaza… Jesús se vive desde la Fuente de la Vida. MOTIVACIÓN: El Resucitado es el Crucificado, no es otro, es este Jesús que paso haciendo el bien y que dio su vida como amor hasta el extremo en dolorosa fidelidad al Dios de la Vida y a sus criaturas sufrientes. El Resucitado, no olvidemos que es el Crucificado abandonado y negado, retorna sobre los discípulos ofreciendo una palabra de paz. “La paz con vosotros” es la expresión que más y mejor transmite la profunda experiencia de la Pascua. El Resucitado retorna sobre los que abandonaron y negaron ofreciendo paz y perdón, no afea conductas, no reprocha, no hunde en la culpa, no victimiza, al contrario los reconstruye, los fortalece, los convoca, les prepara la mesa, les infunde su Espíritu que los alienta abriendo sus corazones a la misericordia, la ternura, el perdón y la compasión del Dios de la vida. Pablo dirá “Estoy convencido de que ni muerte ni vida, ni ángeles ni soberanías, ni lo presente ni lo futuro, ni poderes ni alturas ni abismos ni alguna otra criatura nos podrá separar del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús” (Rom 8, 38 -39) Esta y solo ésta es la fuente de nuestra alegría: el retorno del Resucitado infundiendo el Espíritu que nos hace invocar a Dios como ¡Abba! ¿Estamos, como Pablo, convencidos? Tiempo de oración en silencio Espacio para compartir : ¿desde nuestra vocación… cómo Vivir la Pascua hoy y aquí? CANTO FINAL: Magníficat Un año más podemos celebrar el tiempo de Pascua. Tenemos motivos para la alegría, la que Cristo nos da con su Resurrección y su promesa de eternidad junto a Dios. A pesar de obstáculos, limitaciones y conflictos, seguimos celebrando LA VIDA que es más fuerte que la muerte... La celebramos partiendo de la realidad de cada momento histórico que nos toca vivir. Este año se presenta salpicado con realidades y hechos dolorosos, de crisis económica, de hambre y guerra, de promesas que no se cumplen, de corrupción, de peligros ecológicos… pero también empapado con gestos de solidaridad que la mayoría de las veces quedan sin publicidad; y tantos y tantos hechos de vida nueva por parte de grupos y personas que viven su Fe y se entregan al servicio de sus hermanos más desvalidos. Tengamos coraje y no nos cansemos de servir desde el amor y la fe, alabando a Dios por su Bondad. CANTO: ALABO TU BONDAD Todo mi ser canta hoy, por las cosas que hay en mí. Gracias te doy mi Señor, Tú me haces tan feliz. Tú me has regalado tu amistad, confío en Ti, me llenas de tu paz Tú me haces sentir tu gran bondad, yo cantaré, por siempre, tu fidelidad. GLORIA A TI, SEÑOR, POR TU BONDAD. GLORIA, GLORIA, SIEMPRE CANTARÉ TU FIDELIDAD (Bis). Siempre a tu lado estaré, alabando tu bondad. A mis hermanos diré el gran gozo que hallo en Ti. En Ti podrán siempre encontrar fidelidad, confianza y amistad. Nunca fallará tu gran amor ni tu perdón me quieres tal como soy ¿Qué pascua podemos vivir ...? (Respondemos la frase negrita) ¿Qué pascua podemos vivir... Si cientos de nuestros hermanos y hermanas tienen hambre, pasan frío, tienen miedo? Señor, con tu fuerza, ayúdanos a transformar la realidad ¿Qué pascua podemos vivir si el Viernes Santo se eterniza y el domingo es borrado de la vida de tantas personas? Señor, con tu fuerza, ayúdanos a transformar la realidad Qué aleluya podemos entonar ante los ojos huraños de los niños sucios, frente a los ancianos agotados de trabajar y sufrir, ante los hombres separados de los suyos y que ya no verán nunca más? Señor, con tu fuerza, ayúdanos a transformar la realidad ¿Qué hosanna podremos proferir ante cada población "limpiada", ante esas inmensas columnas de deportados? Señor, con tu fuerza, ayúdanos a transformar la realidad ¿Qué gloria podremos cantar en cada misil que equivoca su blanco, en cada edificio que se desmorona, en cada barrio que es incendiado que representa el trabajo de toda una vida? Señor, con tu fuerza, ayúdanos a transformar la realidad ¿Qué amén podemos responder a la autosuficiencia y garantía de los "cabecillas" de la verdad infusa, a la frente arrugada de los dictadores, a la sonrisa hipócrita y a la fría indiferencia de los verdugos, ocupados en masacrar personas indefensas? Señor, con tu fuerza, ayúdanos a transformar la realidad Señor, somos conscientes de la urgencia de inventar soluciones, de encontrar refugios, de crear un ejército humanitario que no mate, sino que socorra, que proteja, en la esperanza aferrada a tu misericordia, a la espera incondicional de tu gracia, a tu perdón ... Señor, con tu fuerza, ayúdanos a transformar la realidad Nuestra historia se ha llenado de luz con tu resurrección (2 coros) La noche de la cruz se ha iluminado para siempre, Jesús, hermano, amigo, Señor. Nuestra débil historia de hombres y mujeres, a menudo desconcertados, se ha llenado de luz. Nos has amado, Jesús, hasta morir en una muerte indigna, pero ese amor tuyo, pleno, total, definitivo, ha abierto las puertas de la vida para siempre. En todas partes, Jesús, en tantas personas y en tantos hechos, podemos descubrir la fuerza luminosa de tu vida. Y por eso ahora, al celebrar tu Pascua, reafirmamos nuestra fe en ti. Tú que eres Hijo de Dios, tú que eres el Enviado del Padre para salvarnos, tú nos llenas de tu mismo Espíritu, a nosotros, y a todos los hombres y mujeres del mundo entero. Es Pascua, Jesús, hermano, amigo, Señor. Es pascua, y tu vida es vida para toda la humanidad. LECTURA: “La Fuente de nuestra alegría es el Señor” (Toni Catalá sj) Sólo la experiencia del amor Incondicional del Dios de la Vida nos trae la alegría y el gozo a nuestra vida consagrada. Todo lo acontecido en la vida, muerte y resurrección del Señor Jesús es manifestación del “amor hasta el extremo”. Jesús se vive arraigado en el compasivo, Jesús experimenta la alegría del Espíritu… Dios es vivido por Jesús como la fuente de su alegría, la alegría de sentirse querido, envuelto por la ternura que provoca la vivencia de filiación, Jesús se vive en el ámbito del Dios que “siente ternura por sus fieles” (Sal 103)