Domingo XIX del Tiempo Ordinario EDICION REDUCIDA DURANTE EL VERANO Nº 219 - DOMINGO XIX DEL TIEMPO ORDINARIO - Ciclo C - 7 de agosto de 2016 Estad preparados MONICIÓN DE ENTRADA Hermanos: celebramos hoy el domingo décimo noveno del tiempo ordinario. Como cada domingo celebramos el Misterio Pascual de Cristo, que siempre nos pone en tensión, porque lo hacemos esperando que Él vuelva, y eso nos convierte en peregrinos de la fe. En esta Eucaristía se nos invita una vez más a celebrar al Señor que ha venido, que viene y que vendrá. Que la Palabra y el pan de la Vida que el Padre prepara una vez más a su pueblo nos haga firmes en la fe y abiertos en la esperanza del futuro de Dios. ACTO PENITENCIAL (Fórmula 3ª) — Tú, que has venido al mundo para salvarnos: Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad. — Tú, que nos visitas con la gracia de tu Espíritu: Cristo, ten piedad. R. Cristo, ten piedad. — Tú, que vendrás un día a juzgarnos según nuestras obras: Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad. MONICIÓN A LAS LECTURAS En la Palabra de Dios que escucharemos se nos invita a mantener encendida la lámpara de la fe. Dios es el fundamento de nuestra esperanza, como lo fue para el pueblo de Israel. Por eso, si hemos conocido a Jesús, hemos de estar en vela, ceñida la cintura y con la lámpara encendida, como quien espera la venida del Señor. Esa espera será el tiempo de poner en práctica la fe, traducida en obras, hasta el encuentro definitivo con Dios. ORACIÓN DE LOS FIELES Hermanos: la Palabra que hemos escuchado y acogido nos ha enseñado que quien confía a Dios será escuchado y bendecido. Con profunda humildad, dirijamos nuestra oración al Padre. Oremos juntos y digamos: Escucha nuestra Súplica, oh Padre. Domingo XIX del Tiempo Ordinario (C) Lector: • Por la Iglesia: para que todos sus miembros, en las decisiones cotidianas, puedan dejarse guiar por la “columna de fuego” que es Cristo resucitado, meta definitiva para quienes creen en él. Oremos al Señor. • Por todos los que han recibido el ministerio sacerdotal, para que el servicio del anuncio de la Palabra y de la presidencia de la Eucaristía se acompañe de una fe activa y una esperanza firme. Oremos al Señor. • Por todos los hermanos y hermanas de nuestra comunidad parroquial que viven una situación de especial dificultad: para que la escucha de la Palabra y la comunión del Cuerpo Eucarístico del Señor les de consuelo y fortaleza para afrontar en la fe su tribulación. Oremos al Señor. • Por quienes viven con tristeza y angustia ante la posibilidad de una muerte cercana: para que el Espíritu Santo guíe sus corazones para contemplar esa posibilidad como una promesa de eternidad. Oremos al Señor. • Por los hombres que buscan el sentido de su existencia pero no llegan a confiar al Señor su propia vida: para que puedan encontrar en su camino testigos creíbles del Resucitado. Oremos al Señor. • Por aquellos que viven estos días un tiempo de descanso y vacaciones: para que el reposo físico y el alivio espiritual alimenten el aceite de las lámparas de la fe, para esperar al Señor, que viene. Oremos al Señor. • Por nosotros, aquí reunidos para celebrar la Eucaristía: para que sepamos vivir el tiempo que Dios nos concede en la adhesión serena y activa a su voluntad. Oremos al Señor. Sacerdote: Padre Santo, tú que te has manifestado como Dios de la Alianza al sacar a tu pueblo de la esclavitud de Egipto y más aún en la muerte y resurrección de tu Hijo, acoge las oraciones de nuestra comunidad creyente. Que el Espíritu Santo oriente nuestros corazones para que siguiendo a Jesús, la verdadera columna de fuego, podamos llegar un día a gozar plenamente de tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. MONICIÓN AL PADRENUESTRO Como hijos vigilantes en la espera del cumplimiento del Reino de Dios, que viene, oremos al Padre como Jesús nos ha enseñado: Padre nuestro... ORIENTACIONES PARA LA CELEBRACIÓN • Ornamentos de color verde. • Se dice “Gloria”. Se dice “Credo”. • Se dice uno de los prefacios dominicales. Dada la temática de las lecturas sugerimos de forma excepcional utilizar el Prefacio común VI. • En la Plegaria Eucarística se puede decir el embolismo propio del domingo. • No se permiten las misas de difuntos, excepto la misa exequial. Domingo XIX del Tiempo Ordinario (C)