17 de junio, Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía Manejo Sostenible de Tierras: Un punto de inflexión en la lucha contra el cambio climático (Adaptado del llamamiento de Monique Barbut, Secretaria Ejecutiva de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la desertificación y la Sequía (CNULD) 17 de junio 2014) En los últimos cinco años, hemos visto los efectos desastrosos de las sequías, las olas de calor, ciclones e inundaciones. De Filipinas, Pakistán y los Estados Unidos hasta el Oriente Medio y el Cuerno de África; la muerte, la escasez de alimentos, la pérdida de viviendas y daños a la infraestructura ha seguido su estela indetenible. Muchos ven con impotencia como los desastres viajan de una región a otra, preguntándonos qué podemos hacer al respecto. Sin embargo, todo el mundo puede hacer algo para marcar la diferencia. La batalla contra el cambio climático se ganará o se perderá en el nivel local, allí donde usted y yo vivimos. Científicos y políticos están de acuerdo en que la catástrofe es evitable si dejamos de emitir gases de efecto invernadero y hacemos un uso más racional de los recursos locales. Aun así, todavía habrá que pagar un alto precio por las emisiones que hemos producido hasta ahora. Se conoce el impacto que deberán afrontar las diferentes regiones. Lo que no sabemos es dónde exactamente aparecerán los efectos más marcados y la magnitud de los daños, lo cual depende, entre otros factores, de la resistencia de la tierra ante tales embates y su capacidad de recuperación. Esto significa que existen muchas más opciones para protegernos del cambio climático de lo que pensamos o de lo que hacemos. Estas opciones se multiplican: - si le damos la debida atención y protección a la tierra en nuestros barrios, - si tomamos medidas prácticas locales que puedan reducir los costos del cambio climático para nuestra familia, la comunidad y el entorno en que vivimos. - Si rehabilitamos nuestros suelos para que puedan filtrar y drenar el agua de manera que podamos reducir la ocurrencia de deslizamientos de tierra, inundaciones y la erosión. - Si arropamos el suelo evitando la evaporación del agua hacia la atmósfera e incrementando la eficiencia de su utilización - Si aprovechamos cada centímetro de suelo en la repoblación forestal, con mayor cobertura vegetal a través de la rotación de cultivos o con intercalados que permitan el máximo aprovechamiento de las potencialidades de los suelos - Si tras el abandono de cada mina, emprendemos la rehabilitación de las áreas. - Si allí, en las regiones donde el agua es escasa, como es el caso del oriente de Cuba, las fuentes de agua dulce subterránea se recuperan y la migración humana, vegetal y animal pudiera ser detenida y reducida. - Si se protege el nacimiento de los ríos - Si convertimos todo desecho orgánico e inorgánico en materia prima de otras producciones - Si los recursos climáticos se convierten en fuente de producción de energía La lista es interminable, su cuantía depende de las condiciones de la localidad, del ingenio de los pobladores para adaptarse a las circunstancias cambiantes. El concepto de TIERRA, en el cual se integran los recursos naturales de suelo, agua, bosques, atmósfera, los recursos climáticos, de infraestructura y el hombre mismo, en estrecho asocio con un enfoque integral basado en el manejo de los ecosistemas con objetivos bien concretos como es la adaptación a las condiciones cambiantes del clima, así como su sostenibilidad económica, ambiental y social, constituyen una herramienta poderosa para el cambio positivo hacia la seguridad alimentaria y para asegurar la vida en el planeta. Tal enfoque, nos hace personalmente capaces de hacer algo para evitar el desastre. No hay que dejar únicamente en manos institucionales la adopción de medidas. La labor de cada ciudadano, cuenta para apoyarla. Cuando nuestras iniciativas individuales se hagan efectivas a nivel de ecosistema, se propaguen de manera amplia y suficiente entre países, regiones y entre todos los actores de la comunidad, haciendo uso de las herramientas de MST, estaremos provocando una transformación de las condiciones locales que tendrán repercusión de carácter global. Esto reducirá el potencial de desastres, incrementa la seguridad alimentaria, la disponibilidad de energía y agua para nuestras necesidades diarias. Enfatizo la necesidad de prestar atención a la protección y recuperación de los suelos, ya que a menudo es el recurso natural olvidado. El suelo cubre sólo el 30% del Planeta, incluyendo montañas, desiertos y glaciares que son inhabitables. La anunciada elevación del nivel del mar amenaza con ahogar las tierras productivas con que contamos. Las sequías recurrentes y las fuentes de agua subterráneas cada vez más reducidas y contaminadas, están reduciendo a su vez la capacidad de los suelos para producir alimentos. Las plantas y los animales, por consiguiente, están migrando. El cambio climático está empujando nuestros ecosistemas a punto de ruptura y la falta de acción sobre la degradación de la tierra nos está costando nuestra seguridad. Demasiadas familias y comunidades están perdiendo sus hogares ante los desastres climáticos extremos. Mil millones de personas pasan hambre. Las naciones están perdiendo territorio, fuentes de empleo y los medios para asegurar sus economías. El precio que costaría detener la degradación y recuperar las tierras afectadas, es una fracción del costo que paga la humanidad debido a los conflictos ambientales, la migración forzada o el desplazamiento interno. Invoquemos hoy, durante la celebración del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, la necesidad de fortalecer la salud de los ecosistemas a través del Manejo Sostenible de las Tierras, para asegurar el bienestar de los pobladores y las pérdidas económicas que se vaticinan con el cambio climático. En Cuba, las acciones de MST son una realidad palpable La cobertura boscosa alcanza el 28% en todo el País, de un potencial de alrededor del 30%; los beneficios de las acciones de mejoramiento y conservación de suelos se extienden por más de 8 mil hectáreas cada año, la aplicación de medidas de MST en los 34 polígonos de suelos, agua y forestal son resultados alentadores y la inclusión de los enfoques de MST dentro de la legislación dirigida a regular el uso de los suelos, el ordenamiento territorial, las normas técnicas del Ministerio de la Agricultura, los resultados científicos más recientes así como el uso del agua en la agricultura, constituyen resultados de importancia en el presente año. Es posible que no eliminemos todos los impactos del cambio climático, pero con tierra sana y productiva muchas tragedias se pueden prevenir. Adaptación de Nery Urquiza directora del CPP-OP15 de Cuba