¡¡UNIVERSIDAD!! J. RODRIGUEZ DEL CASTILLO AGESTA A ntes, cu an do h ab ía sólo unos cu an to s seres electos en cad a región, unos cu an to s hom bres que deseab an te n e r un títu lo , el país organizó unos «Colegios» cen trad o s en V alladolid— sede real— , en S alam anca, trad icio n al y ascética, en B arcelona y Sevilla, etc. E ra n com o cen trales espirituales situ a d a s en los grandes núcleos de población, excepto \ alladolid y S alam an ca, que aú n no eran ta n densos de población com o B arcelona y luego M adrid. Allí se m an ten ían aquellos inicios de U niversidades. Y allí te n ía n que acu d ir los e stu d ia n te s del d istrito u n iv e rsita rio , los m ás próxim os; te n ían que v iv ir en las fam osas «casas de huéspedes», económ icas, só rd idas, m ezquinas, m ás bien d eso rdenad as y e stra fa laria s, con el co rresp o n d ien te sacrificio de la fam ilia. P ero ya entonces, la existencia de la U n iversid ad se refleja en el pueblo y se notó en poco tiem po. E n aquellas cap itales au m e n tó rá p id am en te el n úm ero de profesionales 90 con títu lo , y a que cu alq u ier fam ilia de pequ eñ a econom ía podía te n e r hijos con afán de alcan zar situ acio n es elevadas. Y p o d ían realizarlo con facilidad. La c u ltu ra de algunos se reflejaba en todo el pueblo, en to d o el público. Como si todos se sin tieran p artícip es de una c u ltu ra y de u n a educación m ejor. E ra una satisfacción v er que unos hijos con cap acid ad m en tal suficiente podían elevarse p o r encim a del nivel m edio. Con ello, la posición de aquella región a d q u iría una im p o rta n c ia m ay o r indiscutible. Y ello añ ad ía prestigio a E sp a ñ a. E n su com ienzo, la U niversidad fue sólo «Colegio», c en tro de estudios m ás o m enos regulares. E n general eran regidos p o r eclesiásticos y au to rizad o s por el obispo, siendo en los m ás im p o rta n te s a u to rizad o s p o r el rey , m ás ta rd e . E n la E d ad M edia, E sp añ a te n ía m uchos cen tros o «Colegios» de estu d io . E n general se com ponían de e s tu d ia n - tes ex tra n jero s y se o rg an izab an en relación con el núm ero de h a b ita n te s en la región. E l E stu d io G eneral de S ala m a n ca, de Alfonso IX , sin ser U n iv ersid ad a ú n , era y a m uy concurrido. Lo m ism o que los «Colegios» de V alladolid. Y fue F e rn a n d o I I I quien fundó la U n iv ersid ad de S alam anca y Alfonso X le dio cá te d ra s de L enguas, R etó rica, M edicina, M atem áticas y M úsica. Más ta rd e se hicieron las de L érid a, H uesca, Z aragoza y V alencia, adq u irien d o estas ú ltim as el p redom inio regional. P ero fue el clim a esp iritu a l del R enaoim iento el que v e rd ad e ra m e n te em pu jó a la creación de U niv ersidad es, con su abanico de enseñanzas. Y au n q u e habían sido, esencialm en te, de germ en religioso, se fueron «civilizando» y luego los reyes les fueron d an do su origen. Así, Isab el I hizo la de Z aragoza y la de V alencia. Cisneros hizo la de A lcalá la de B arcelona, Sevilla, G ra n ad a, T oledo, O viedo y S antiago. E n c u a n to a la U n iv ersid ad de O ñ ate, era un «Colegio M ayor» creado por R odrigo M ercado de Z uazola, obispo de A vila, v irre y de N a v a rra y arzobispo de S antiago. El m ism o era de O ñ a te y fue am igo del card en al Cisneros (1543). Pero la escasez de sus re n ta s le llevó a su decadencia en el siglo X V I II y su cierre en 1842. A unqu e se in te n tó re h a b ilita rlo en 1869 y se volvió a ce rrar en 1902. Se h alla b a d e sace rtad a m e n te colobada. * * * De estirpe religiosa, la U n iv e rsid a d h a evolucionado h a cia el laicism o. Como la v id a social m ism a. Mas, actu a lm e n te , lo m ás im p o rta n te de la creación de las U niversidades es a c e rta r en su situación socio-geográíica, en su posición d e n tro de u na p rovincia. C uando las com unicaciones sean ráp id as, co n stan tes y p erfectas, la U n iversidad pu ed e e s ta r en la cap ital. E n cam bio, si las d istan c ia s están m al salvadas p o r las com unicaciones, no deben e s ta r c e n tra d as allí. O ñ ate es un a b u ena m u e stra de ta l error. P o r eso, a c tu a lm e n te , cuando la densid ad de la población es enorm e en las m ayores capitales, allí es donde pueden ra d ic a r las facu ltad es. Sería desacertad o s itu a r un cen tro u n iv ersitario en una zona agrícola por excelencia. Y es siem pre a tin a d o situ arlo en zonas m ás in d u striales, donde la « ren ta p e r c áp ita » es elev a d a , p uesto que allí tod os los hom bres y m ujeres nacen con un im pulso d iferente, con un ím p e tu hacia la c u ltu ra . Y a veces se les obliga a los m uchachos a p erd er enorm es posibilidades y grandes o p o rtu n id a d es, desviándose h e rm o sas inteligencias, cuando no se les da la posibilidad de llegar a la a ltu ra de u na profesión in te lec tu a l o a la cim a de la cu ltu ra. Si querem os hacer u n país elevado, lo prim ero es d a r y e x ten d e r, fa c ilita r al m áxim o, estim u la r la progresión de la c u ltu ra . l)e lo c o n tra rio , el país pierde m uchos años de a d e la n ta m ie n to . D esg raciad am en te, de estos frenazos históricos sabem os m ucho los españoles. Se queda rezagado sobre el ritm o que llevan los dem ás. Y cu an d o no se hace, po r a te n d e r a v e tu sto s intereses creados, entonces se lab o ra c o n tra la p a tria , c o n tra el p ueblo y c o n tra el avance. Los pro g ram as de educación no p u ed en ser in terferid o s p o r fuerzas ocultas o fan tasm a le s, ni p or intereses diversos. Pues en ello no h ay m ás, ni m ayor in terés, que el de los españoles todos. A quel que a te n d ie ra sólo a la necesidad del público, ten ien d o en sus m anos hacerlo, sin escuch ar a los grupos h a b itu a d o s a presio n ar en la política, se h aría un nom bre ilu stre p a ra E sp a ñ a y p a ra su h isto ria. Pues cuando se dirige, con la enorm e resp o n sab ilid ad que se adq uiere, no se pu ed e a te n d e r a in tereses de grupo, au n q u e in flu y an algo en el c am in ar de la política. N i a las sectas organizadas al am p aro de p asad as astucias hábiles, pero a n tip o p u la re s. Sólo se puede escuchar la voz de u n pueblo y el in terés de la H isto ria y seguir el guión de la in stru cció n púb lica m u n d ial. P o rq u e la c u ltu ra es lo único que puede en g ran d ecer a un país. La in d u stria co n tin ú a haciendo secciones,sectores y, en cam bio, la c u ltu ra equ ilibra las clases y m od u la su a c ercam iento. E l odio de clases no crece cu and o el in telecto pred o m in a. E ste se e x a lta con la in c u ltu ra y se fo m en ta con la pasión. Mas el hom bre, c u a n to m ás cu ltiv ad o , suele ser m enos pasional. Son la reflexión y la lógica los que v an in filtrand o, con m uchas consecuencias de serenidad , a m edida que se a d q u iere c u ltu ra . H ay un orgullo en la c u ltu ra , que le fa lta al obrero. Y ese orgullo cura el odio de clases. E sto sólo lo consigue la U n iv ersid ad . C rear c u ltu ra en los grandes centros de població n es u n a obra obligada de to d o E sta d o . G uipúzcoa re p re sen ta 700.000 h a b ita n te s y es exigua de exten sión. H a m o strad o a lo largo de su h isto ria u n a g ran afición y una g ra n a p e te n cia hacia la c u ltu ra . Es la p u e rta de E u ro p a a n u estro país. Y al pueblo que pide c u ltu ra no se le puede escam o tear, ni esc a tim a r grados y clases de c u ltu ra . P o rq u e es ese pueblo el que m ás elevación y m ás a m p litu d va a d a r al esp íritu p o p u la r y el que m ás h a de co lab o rar con las ideas equilib ra d o ra s actu ales. A ese pueblo no se le pu ed e d e ja r en la indigencia in te le c tu a l, porque ello co n stitu y e u n ab an do n o lesional a la p a tria . E s ta n to com o hacer a lp a rg a te ro al hijo que nos pide ser a rq u ite c to o m édico, ser h u m a n ista o filósofo. D ebem os oír y a te n d e r con am or sus aspiraciones. Y se c u n d a r su afición, si querem os ser dignos p ad res de aquel hijo. P ero escu char a u n am igo, egoísta y d e tra c to r, que a c tú a por envidias y egoísm os en c o n tra de n u estro deber, es un delito se n tim e n ta l y pedagógico. G uipúzcoa es u n pueblo que clam a con el corazón y con el cerebro p o r o b te n e r ese c e n tro in te le ctu al co m pleto, lo pide con el sen tim ie n to y con la razó n , po rq u e va viendo p erderse m u ltitu d de valores, lim itad o s, en los graderíos de a b a jo , por fa lta r allí, en la c a p ital, ese m a n a n tia l de la c u ltu ra con to d a s sus facetas. T odos estam os deseando e stim u la r el crecim iento de E sp a ñ a. T odos lu ch aríam o s e sp iritu a lm e n te c u a n to hiciera fa lta , p o r conseguir que la ju v e n tu d —fu tu ro de n u estro país— ten g a todos los m edios a su alcance p a ra crecer, d esarrollarse, in te le c tu alizarse y elevar in tern a c io n a lm en te el v a lo r in te le c tu a l de E sp a ñ a . Lo que nos d ep rim e es v er que se h a g a n oídos sordos a ta n ta n ecesidad, a ta n ta o p o rtu n id a d , segada p o r ser débiles a n te sectores in teresad o s en co n serv ar aquel e sp íritu v e tu s to , pequeño y m ezquino, que padecieron los españoles de a n ta ñ o . T enem os hoy que salir a E u ro p a , tenem os q ue llegar a su nivel. No nos cabe o tra opción. Y creem os que uno de los prim eros m edios es llevar c u ltu ra al pueblo q ue lo pide. P o rque lo necesita en sus e n tra ñ a s, en su v ita lid a d , en su em p u je. P a ra m o s tra r p ro n to al m u ndo que estam os a su nivel. Y no darle la sensación de que som os incapaces, de que som os d iferentes, pero incu lto s, ni hacer pen sar q u e nos n ieg an n u e stro noble afán . P ues el pueblo guipuzcoano seguirá clam an do, a n te la H isto ria , su necesidad y su deseo, con u n a voz cada vez m ás am plia, m ás elevada y m ás h u m a n a . E s com o el cuerpo sed iento que pide agua. C ada in s ta n te crece su necesidad y se hacen sus gritos m ás desgarrad o s. No creem os que ex ista m ás h áb il p olítica, cu an d o se puede realizar, que la de d a r a u n pueblo aquello que está pidiendo, con la lógica, y con la razó n, con la ilusión de elevarse e sp iritu a lm e n te , p a ra h o n ra r a su p a tria . 91