Si se va a formar ¡que se forme!

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juventud rebelde
SEXO
SENTIDO
SÁBADO
23 DE OCTUBRE DE 2010
ESPECIAL
05
A cargo de MILEYDA MENÉNDEZ sentido@juventudrebelde.cu
Asedio sexual laboral
Si se va a formar
¡que se forme!
Para enseñar a los demás, primero has de hacer tú algo muy duro:
has de enderezarte a ti mismo.
Buda
INTERNACIONALMENTE se define
como asedio laboral a la conducta
de carácter sexual, o con connotaciones de esta naturaleza, no deseada por la persona a quien va
dirigida, pero de cuya respuesta depende su contratación, promoción,
ascenso, salud o bienestar en el
trabajo.
Puede ocurrir entre personas
del mismo sexo, de cualquier edad
o del mismo rango, pero lo más
común es el acoso de jefes masculinos a mujeres. El 50 por ciento
de las mujeres que integraron la
muestra en una investigación (consultada en Internet) de la licenciada Karelín López, de la Facultad de
Psicología de la Universidad de La
Habana, dijeron haber sido acosadas de este modo, y muchas lo
veían como algo normal o inevitable.
Aunque la Organización Internacional del Trabajo (OIT) lo contempla en sus propuestas legales, el
tema casi siempre está ausente
de las discusiones laborales, principalmente por su carácter ambiguo a la hora de ser evaluado y por
las consecuencias emocionales y
morales que acarrea, tanto para la
víctima como para el victimario.
Por supuesto, no se considera
asedio una relación voluntaria entre
adultos que trabajan en el mismo
lugar, sea o no bien vista por el resto de la empleomanía: lo distintivo
del acoso es la amenaza y el carácter involuntario de la respuesta,aun
cuando esta satisfaga los intereses del individuo acosador.
Muchas veces la víctima opta
por «no ver» lo que está ocurriendo, hasta que las cosas toman un
matiz más violento (en lo físico o
en lo psíquico) y debe tomar una
decisión. Pueden pasar días,
meses o años, pero la vivencia es
siempre perturbadora, especialmente si se cree no tener opciones dignas, so pena de perder el
empleo en un momento en que el
mercado laboral está tan difícil en
todo el orbe.
Pregunte
sin pena
También inciden las condiciones en el hogar (ser el sostén económico de la familia), la historia de
vida (si ya ha pasado por esta
experiencia antes y qué consecuencias le provocó) y el estado
civil (una persona soltera es más
vulnerable, pero incluso si tiene
pareja puede ser difícil explicar lo
ocurrido, dato que maneja muy
bien el acosador).
Igualmente pesan el nivel educacional y hasta el género, pues los
hombres perseguidos en su trabajo por mujeres se sienten culturalmente compulsados a «hacer su
papel masculino» en muchas ocasiones, mientras que si el acosador
es otro hombre valoran la violencia
como recurso salvador, pasan a ser
victimarios y de todos modos perjudican su estatus laboral.
DAÑOS A TERCEROS
Sea cual sea el desenlace, este tipo de acoso tiene siempre implicaciones laborales, pues perjudica el desempeño de los involucrados y tensa el clima en la entidad, lo cual atenta contra las metas colectivas, al decir del experto
en cultura organizacional Justo Villafañe.
Lamentablemente las legislaciones laborales en la mayoría de
los países suelen ser bastante precarias para enfrentar estas situaciones: o no existen o no se divulgan los mecanismos reales de sanción al acosador y de protección a
la víctima. La idiosincrasia de cada nación y otros problemas urgentes de la misma empresa también contribuyen a relegar el asunto, pero en el último decenio es
más frecuente ver estos casos en
los tribunales latinoamericanos y
europeos.
Más allá del necesario proceso
legal, lo más importante es la huella psicológica, el daño psíquico,
emocional y moral a las personas
implicadas; y no solo a víctima y
victimario, sino también a otros
empleados que contemplan la
situación con el temor de que les
ocurra un día, y hasta a las familias al tanto del hecho, puestas en
la disyuntiva de promover la de-
Foto: Tomada de Internet
nuncia a costa de su bienestar
económico o sufrir callados esa
humillación.
En esto se incluye la pareja oficial del acosador, que por lo general recibe la información distorsionada de su cónyuge, quien maneja la escena habilidosamente y a
veces hasta logra pasar por víctima para eludir sanciones en su
propio hogar.
La solución nunca es fácil, pero
sí es posible. Lo primero es dejar
bien sentado en el ámbito de trabajo que no renunciamos a defender nuestros derechos de la mejor
manera, pase lo que pase, lo cual
implica desarrollar una cultura jurídica desde la adolescencia, y como parte del currículo profesional
de cada gremio, que nos arme para estas situaciones.
Además es preciso tejer una
red social perspicaz que detecte
en cada colectivo u hogar a la persona necesitada de apoyo, le procure tratamiento psicológico y asesoría legal cuando haga falta y
además promueva cambios culturales a nivel macrosocial en cuanto a la supuesta supremacía del
sexo fuerte y a los límites racionales de poder jerárquico en el mundo laboral actual.
Encuentros
¿QUÉ tal si nos encontramos en vivo? Hoy estaremos celebrando el aniversario de JR en el pabellón Cuba, a las 2:30 p.m., y el próximo miércoles nos sumamos a un divertido festival en la Facultad de Matemática
y Computación de la Universidad de La Habana. ¿El tema? ¡Los juegos
sexuales! Nos vemos a las 4:30 p.m. en su Patio de los Laureles.
Hoy damos la bienvenida a mucha gente linda de la Tecla del Duende
que se suma a Encuentros: Rosana, larabas@cucalambe.ltu.sld.cu; Greysi,
gmassanet@estud.ltu.rimed.cu; Yanet, yvalladarez@estud.ltu.rimed.cu;
kary@mayari.hlg.sld.cu;
TOMAR helado puede mejorar la ovulación de
las mujeres y por ende su fertilidad, según
demuestra un estudio realizado recientemente
en Estados Unidos. Otras ventajas del delicioso alimento es que calma dolores menstruales, fortalece los huesos y el sistema inmunológico, ayuda a quemar grasa, regulariza la presión arterial y como sus componentes principales son calcio, ciertos aminoácidos, fibra, lípidos, minerales y proteínas, tomado con moderación ¡no engorda!
I.S.: Llevo siete años con mi
esposo. Nos entendemos
muy bien en las relaciones
sexuales, pero me cuesta
trabajo llegar al orgasmo.
Disfruto de cada momento
de la relación, pero sería
mucho mejor si llegara. Los
que he tenido han sido por
estimulación del clítoris y
tengo que «acomodarme»
para poder llegar. Entonces
me pregunto si será un trastorno que no tenga un orgasmo sin tener que «trabajar» en función de ello. Pienso que la idea es que se llegue el clímax sin tener que
estar planificándolo. He conocido muchachas que han
tenido hasta dos orgasmos
en una relación sexual y veo
eso tan, pero tan lejano…
Tengo 25 años.
Es de destacar que el
disfrute erótico requiere por
un lado de prácticas reveladoras de nuestras preferencias; pero por otro precisa
de una posición subjetiva,
de una predisposición que
no has encontrado aún.
Sería importante aclarar
lo que implica ese «trabajar»
para ti, porque en ello se encuentra parte de los requerimientos de tu cuerpo y
mente para el máximo disfrute. Habría que comenzar
por rescatar eso. Sin embargo, en el amor no es totalmente aplicable el refrán
que dice «Quien no trabaja no
come», justamente porque
tener y trabajar suelen asociarse a otros significados diferentes a los de los verbos
querer, desear, disfrutar…
Para las mujeres suele
ser difícil aprender a complacerse del acto sexual hasta el clímax, aunque si ya
has tenido experiencias orgásmicas no debe estar tan lejano un disfrute sistemático.
Existen posiciones durante
la penetración donde la pareja logra una estimulación similar a la de las caricias genitales que refieres. Si tu
situación persiste,viene bien
la consulta psicológica cara
a cara. Allí sabrán cómo ayudarte.
Mariela Rodríguez Méndez,
máster en Psicología Clínica,
consejera en ITS y VIH/sida y
psicoanalista
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