LEMA 13 -14: SIEMBRA ESPERANZA GUÍA PARA LA REFLEXIÓN DEL PÓSTER: SIEMBRA ESPERANZA El cartel quiere mostrar que se siembra esperanza en toda acción que sea transformadora y toda acción que sea creadora. Dios Padre crea el mundo y en el corazón de las personas encontramos la esperanza que nos mueve a hacer actos de amor y de servicio a los demás y al mudo. Se muestra a Dios como sembrador de la Tierra, de donde surge el corazón que es el que da sentido a la existencia humana. Dios pone la semilla de Jesús en la tierra. Los diferentes elementos del póster nos ayudan a interpretar, contemplar y reflexionar en torno al lema SIEMBRA ESPERANZA. SUGERENCIAS DE REFLEXIÓN MEDIANTE LOS DIFERENTES ELEMENTOS DEL PÓSTER LAS MANOS DE DIOS PADRE Y MADRE Las manos que aparecen son diferentes la una de la otra, mostrándonos la idea de un Dios Padre y Madre. La mano de la izquierda se dibuja con formas más masculinas y la mano de la derecha con formas más femeninas. Dios padre y madre como presencia amorosa que sostiene el mundo con las manos. Es el amor de Dios el que da vida al mundo y a su existencia. UN CORAZÓN QUE NACE Este Dios Padre y Madre es creador del mundo y del fondo del corazón de cada persona nace la ESPERANZA. EL CORAZÓN DE DIOS El amor de Dios es el motor de la vida y por medio de Jesús que se encarna ese amor. Él nos muestra el rostro humano de Dios. Todos somos uno, hijos del mismo padre y madre. El amor el que engloba el sentido vital de nuestra existencia. En Jesús y a través del compartir encontramos a Dios. UN MUNDO QUE SE PARTE/UN MUNDO QUE SE COMPARTE El gesto de compartir es una muestra de amor y de esperanza en un mundo nuevo, como el pan que es fruto de una misma tierra. Un mundo donde el Norte y el Sur no existen, con igualdad de oportunidades. Donde no hay diferencias, donde la diversidad cultural, étnica y religiosa es una oportunidad de enriquecimiento. DE LA OSCURIDAD HACIA LA LUZ La parte inferior tiene un fondo negro que podría hacer referencia a la situación de crisis actual en diferentes ámbitos. Momentos de oscuridad en nuestras vidas que pueden convertirse en una oportunidad de transformación y de crecimiento. La parte superior, más clara y luminosa quiere simbolizar la esperanza y la luz que han de venir. Un nuevo mañana es posible. El Reino que Jesús soñaba es posible. La esperanza aporta luz a nuestras vidas. Es por medio de los gestos de fraternidad que damos más vida a los demás. EL SOL QUE NACE El sol que nace simboliza la esperanza por la humanidad fundamentada en el amor incondicional, la justicia, los gestos de servicio, el compartir. Un entorno lleno de bondad y vida. Se ilumina y nos guía hacia un horizonte utópico y soñador, en el que hoy ya estamos en camino. El Reino de Dios ya ha empezado y cada uno de nosotros ya estamos implicados en su construcción PEQUEÑOS GESTOS DE ESPERANZA En cada uno de nuestros gestos altruistas, generosos, comprometidos, sembramos esperanza para crear un mundo nuevo, una nueva creación de la que formamos parte. Estos pequeños gestos los descubrimos en cada uno de los pequeños dibujos y escenas distribuidas dentro del mundo, en el que los protagonistas son las personas que con esta forma de entender la vida dan frutos de esperanza. En cada gesto representado en los dibujos encontramos el corazón que simboliza la presencia de Dios en cada acto creativo, y transformador, es decir “Creativador”. Plantar un árbol: contribuir a renovar la creación, esperanza en los frutos, respeto por la Naturaleza, sentirse parte de la creación de Dios. Reciclar: por un mundo más limpio, más agradable y sostenible. Poner en práctica el compromiso de conservar lo que tenemos y que es un regalo para todos. Ayudar: ofrecer a los demás lo que necesiten. Dignificar la vida de los que están peor. Es dando como recibimos realmente. Ofrecer acompañamiento a las personas que caminan solas. Acompañar: es estar presente desde diferentes ámbitos (deporte, clase, grupos juveniles, obras sociales,…) para ayudar a crecer integralmente y hacer el camino con los demás, ayudándolos a encontrar sentido a sus vidas. Hacerse presente entre los niños y jóvenes. Construir comunidad y vivir la fraternidad es una manera de acompañar y de sentirse acompañado. Amistad: que sea la base de toda relación humana en los diferentes estados de vida. Acercarnos a Jesús: en Jesús encontramos la referencia de esperanza. Dios nos ofrece a Jesús como la semilla que siembra esperanza en nuestras vidas. Nos acercamos a Él en todas las acciones esperanzadoras. Mediante la oración, la vida compartida, los gestos de servicio, la atención a los más necesitados,… Construir el reino de Dios: compromiso por la paz, por las causas de los sin voz, por la protesta social y ciudadana ante las injusticias actuales, haciendo grupo, haciendo iglesia con las organizaciones que contribuyen a construir un Reino de justicia y amor. El Reino de Dios. Descubrir nuestra interioridad: descubriendo nuestra interioridad, nos podemos conocer mejor a nosotros mismos, nuestras capacidades y limitaciones. Aprender a querernos a nosotros mismos para poder ofrecer más amor y bondad a los demás. Sacar de dentro a fuera la luz que está viva. En nuestro mundo interior encontramos esperanza y sentido vital. Familia: el escenario donde se aprenden los valores fundamentales y vitales. Son posibles la vida en común, la ternura, el amor incondicional. La vida de familia ha de ser fuente de esperanza, de apoyo y de fraternidad. Como Maristas somos familia, Iglesia Mariana al estilo de María de Nazaret. Contemplar la naturaleza: aprender a disfrutar de la naturaleza admirando la belleza que encontramos en ella. En ella podemos descubrir a Dios y admirar su creación como un regalo. Alegrarse y agradecer el hecho de sentirnos parte de ella.