SOLUCIONARIO LA CELESTINA Fernando de Rojas Solucionario a cargo de Nicola Giuliano AUSTRAL EDUCACIÓN Solucionario: La casa de Bernarda Alba Por Giuliano Nicola En este solucionario sólo se da respuesta a las preguntas cerradas, el resto de preguntas, en las que en la formulación ya se sugieren pistas y orientaciones precisas, se dejan al buen criterio del profesor de la asignatura. ACTIVIDADES DEL BLOQUE A: LOS PERSONAJES ENTRE IMAGEN Y PALABRA Actividad 1. La Celestina y Picasso Hay que buscar en internet una imagen del conocido cuadro de Pablo Picasso “La Celestina” y realizar un retrato escrito de ella. Al realizar este retrato, se deben mencionar por lo menos los siguientes elementos: • La mujer retratada por Picasso tiene ceguera, o catarata, en el ojo izquierdo. Esto provoca una sensación desagradable en el espectador, y le da a la mujer una imagen malvada. • El otro ojo tiene una mirada muy profunda que desconcierta y demuestra su inteligencia y astucia. • Tiene canas y arrugas. Estos dos elementos muestran su vejez. • Su manera de vestir, con capucha y mantela oscura, dan a la mujer una imagen de bruja. Después, hay que comparar el retrato del la Celestina picassiana con el retrato de la alcahueta del libro de Fernando de Rojas. En concreto, hay que buscar los pasajes en los que se describe el aspecto físico y caracterial de la protagonista como en los siguientes: • La descripción que hace de ella Sempronio cuando la define una “vieja barbuda, hechicera, astuta y sagaz” (primer acto) • La descripción que hace de ella Pármeno cuando la define “puta vieja alcoholada” y “alcahueta y un poquito hechizera” (primer acto) 1 Solucionario: La casa de Bernarda Alba Finalmente hay que subrayar la semejanza entre las dos Celestinas señalando, sin embargo, que en el texto de Fernando de Rojas nunca se hace referencia a la ceguera de la protagonista. Actividad 2. Los personajes en una palabra En esta actividad hay que buscar en el texto de La Celestina las referencias al aspecto físico y al carácter de los personajes principales y secundarios más importantes. Una vez encontradas las referencias, hay que tratar de definir cada personaje completando la tabla propuesta. La siguiente tabla es un ejemplo completo: CELESTINA CALISTO MELIBEA SEMPRONIO PÁRMENO ELICIA AREÚSA Vieja, Hermoso, de Bellísima, rubia, de Maduro, De Joven, Joven, barbuda, miembros pelo fuerte ronca, con hermosa hermosa flaca grandes, trenzado, fuerte ojos largo y joven, verdes voz barba, y joven rasgados, de largas pestañas y y cejas delgadas, de boca pequeña y dientes blancos, de pecho alto y senos pequeños Prostituta, Ingenioso, De hechicera, con Aprovechado Leal, Impulsiva, Indepen recta, , moralista, poco diente, alcohólica, hereje, oportunista, prudente, atrevida, atrevida alcahueta, blasfemo, desleal, malicioso dependiente trabajadora, atrevido, codicioso astuta, mala apasionado, gracia, alma generosa noble, honesta, listo, vulgar, lujurioso, noble, caballero 2 Solucionario: La casa de Bernarda Alba Finalmente, hay que asignar a cada personaje un adjetivo que resuma su personalidad. Desde luego, la elección de cada adjetivo será libre por parte del alumno pero tendrá que ser coherente con los rasgos físicos y caracteriales apuntados en la tabla. Actividad 3: La Celestina en la gran pantalla Respuesta abierta. ACTIVIDADES DEL BLOQUE B: LOS RECURSOS LINGÜÍSTICOS Y LA LENGUA Actividad 4. Los apartes Esta actividad hay que realizarla en parejas. Los alumnos deberán buscar en el texto de La Celestina todos los apartes que hay y clasificarlos. Una primera clasificación tendrá el objetivo de separar los apartes individuales de los apartes dialogados. La siguiente es una lista completa de los apartes individuales con el nombre del personaje que los pronuncia. Además, cada aparte está precedido por una letra cuyo significado es “A” por los apartes advertidos y “N” por los apartes inadvertidos. Lista de apartes individuales: Sempronio A No me engaño yo que loco está mi amo. A algo es lo que digo ; a más ha de yr este hecho: no basta loco, sino ereje. A ¡Ha, ha, ha! ¿Éste es el fuego de Calisto? ¿Éstas son sus congoxas? Etc. A ¡Ha, ha, ha! ¿Oýste qué blasfemia? ¿Vistes qué ceguedad? A ¡O pusilánimo! ¡O fideputa! ¡Qué Nembrot! ¡Qué magno Alexandre! Etc. A ¡Que mentiras y qué locuras dirá agora este cautivo de mi amo! A ¡Así te medre Díos, como me será agradable esse sermón! N ¡Duelos tenemos! Esto es tras lo que yo andava. De passarse... A ¡Más en asnos N ¿Tú, cuerdo? N ¡En sus treze está este necio! A y por mucho más que me darás. De la burla yo me llevo... A ¡O lisonjera vieja! ¡O vieja llena de mal! Etc. N ¡O maldiziente venenoso! ¿Por qué cierras las orejas a lo que... A ¿Créeslo tú, Pármeno? Bien sé que no lo jurarías. Acuérdate, si fueres... N Verás qué engullir haze el diablo. Entero lo quiere tragar por más apriesa hazer. N ¿Todavía te buelves a tus eregías? Escúchale, Pármeno. No te pene nada, que si fuere... Calisto 3 Solucionario: La casa de Bernarda Alba N Siempre lo vi, que por huyr hombre de un peligro, cae en otro... Celestina A Pasos oyo; acá descienden. Haz, Sempronio, que no lo oyes. A Sempronio, ¡de aquéllas vivo yo! ¡Los huessos que yo roý... A Por aquí anda el diablo aparejando oportunidad, arreziando... N ¡En hora mala acá vine si me falta mi conjuro! Etc. A ¡Más fuerte estaba Troya, y aun otra más brava he yo... A Más será menester y más harás, y aunque no se te agradezca. A Bien te entiendo, Sempronio. Déxale, que él caerá de su asno... A Lastimásteme, don loquillo. ¿A las verdades nos andamos? Pues... A Bien está. Assí lo quería yo. Tú me pagarás, doña loca, la sobra de tu yra. Pármeno N Guay de orejas que tal oyen! Perdido es quie tras perdido anda... N Ensañada está mi madre; duda tengo en su consejo. Yerro es no creer... A ¿Qué le dio, Sempronio? A ¿Ya las lloras? Duelos tenemos. En casa se havrán de ayunar estas... A ¡Apruévelo el diablo! A Tú dirás lo tuo: ente col y col, lechuga. Etc. A Temblando está el diablo como azogado; no se puede... A ¡O sancta María, y qué rodeos busca este loco por huyr... A Ya escurre eslavones el perdido; ya se desconciertan sus... A Sálgome fuera, Sempronio. Ya no digo nada... A ¡Sí, sí, porque no fuercen a la niña! Tú yrás con ella... N ¿Assí, assí! A la vieja todo porque venga cargada de... A No la medre Dios más a esta vieja, que ella me da plazer... A Madre mía, por amor de Dios, que no salga yo de aquí sin buen... A ¿No digo yo que troba? ¡Allá yrás con el diablo tú y malos años! ¡Y en tal hora comiesses... Lucrecia A ¡Hi, hi, hi! ¡Mudada está el diablo! ¡Hermosa era con aquel... A ¡Ya, ya, perdida es mi ama! ¿Secretamente quiere que venga Celestina? Etc. N No miento yo, que mal va este fecho. A ¡Assí te arrastren, traydora! ¿Tú no sabes qué es? Haze la vieja falsa... A El seso tiene perdido mi señora. Gran mal es éste. Etc. N ¡Ya, ya! ¡Todo es perdido! N Tarde acuerda nuestra ama. N Mala landre me mate si más los escucho. Etc. N Ya me duele a mí la cabeça descichar y no a ellos de hablar... Areúsa 4 Solucionario: La casa de Bernarda Alba N ¡Válala el diablo a esta vieja! ¿Con qué viene como huestantigua a tal hora! Sosia N ¡Ante quisiera yo oýrte esos miralgos! Todas sabés essa oración después que no puede... Elicia N ¡O hideputa el pelón, y cómo de desasna! ¡Quién le ve yr al agua con sus cavallos... N ¡Teniente, don handrajoso! ¡No es más menester! ¡Maldito sea el que en manos... N ¡O sabia muger! ¡O despidiente proprio, queal le merece el asno que ha... Tras los apartes individuales, el alumno tendrá que hacer una lista de los apartes dialogados, es decir, de aquellos apartes entre dos o más personajes. Aquí, por falta de espacio, nos limitaremos a poner unos cuantos ejemplos con la indicación de la página en la que se encuentran para facilitar el trabajo de búsqueda: Lista de apartes dialogados: Elicia, Celestina y Cito (página 73) Elicia: (¡Ce, ce, ce! Celestina: ¿Por qué? Elicia: Porque está aquí Crito. Celestina: ¡Mételo en la camarilla de las escobas, presto! ¡Dile que viene tu primo y mi familiar! Elicia: Crito, retráete aý: mi primo viene. ¡Perdida soy! Crito: Plázme; no te congoxex). Celestina y Sempronio (página 81) Sempronio: (Celestina, ruýnmente suena lo que Pármeno dize. Celestina: Calla, que para la mi santiguaga, do vino el asno vendrá el albarda. Déxame tú a Pármeno, que yo te le haré uno de nos, y de lo que hoviéremos démosle parte, que los bienes, si no son comunicados, no son bienes. Ganemos todos, partamos todos, holguemos todos. Yo te lo traeré manso y benigno a picar el pan en el puño, y seremos dos a dos, y, como dizen, tres al mohíno). Pármeno y Sempronio (página 91) Pármeno: (¡Qué le dio, Sempronio? Sempronio: Cient monedas en oro. 5 Solucionario: La casa de Bernarda Alba Pármeno: ¡Hy, hy, hy! Sempronio: ¿Habló contigo la madre? Pármeno: Calla, que sí. Sempronio: Pues, ¿cómo estamos? Pármeno: Como quisieres; aunque estoy espantado. Sempronio: Pues calla, que yo te haré espantar dos tanto. Pármeno: ¡O Dios, no ay pestilencia más eficaz quel enemigo de casa para empecer!). Pármeno y Sempronio (página 135) Sempronio: (¿Éstos son los fuegos pasados de mi amo? ¿Qué es esto? ¿No ternía este hombre sofrimiento para oý lo que siempre ha deseado? Pármeno: ¡Y que calle yo, Sempronio! Pues, si nuestro amo te oye, tan bien te castigará a ti como a mí. Sempronio: ¡O, mal fuego te abrase! Que tú fablas en daño de todos, y yo a ninguno ofendo. ¡O intolerable pestilencia y mortal te consuma, rixoso, embidioso, maldito! ¿Toda ésta es la amistad que con Celestina y conmigo havías concertado? ¡Vete de aquí a la mala ventura! Otros apartes dialogados se encuentran a las páginas 137, 145, 173, 178, 204, 205, 207, 216, 219. Por supuesto, todos los apartes dialogados son apartes advertidos por los protagonistas del diálogo pero no advertidos por otros. Además, al clasificar los apartes, el alumno se dará cuenta que ellos son utilizados prácticamente por todos los personajes de la obra, siendo su uso muy común entre los representantes de las clases bajas (Celestina, Pármeno, Sempronio, Areúsa, Elicia, Lucrecia) y mucho menos frecuentes entre los de las clases altas (Calisto, Melibea, Pleberio). En cuanto al uso que se hace de los apartes en La Celestina, hay que señalar tres diferentes funciones de ellos: la función de comentarios irónicos o sarcásticos; la función de explicación al público de los hechos que están pasando; la función de comentarios moralizadores y didácticos. Los comentarios irónicos, que son los más numerosos, salen sobretodo de la boca de los personajes de clase baja, y en concreto de los siervos como Pármeno y Sempronio quienes no pierden ocasión para menospreciar a su amo o a la alcahueta Celestina. 6 Solucionario: La casa de Bernarda Alba Finalmente, se puede afirmar que la distribución de los apartes no es uniforme en toda la obra. De los 53 apartes presentes, 21 están metidos en los diálogos del primer acto mientras que los otros 32 se distribuyen, de manera más o menos constante, en los restantes 20 actos. El motivo no es sencillo y no definitivamente aclarado. Para justificarlo, el alumno tendrá que tener en cuenta las teorías sobre la génesis de La Celestina y su autoría. En concreto, basándose en la teoría elaborada por el gran filólogo español Ramón Menéndez Pidal, el alumno tendrá que afirmar que La Celestina tiene dos autores: un primer autor compuso el primer acto mientras que el segundo autor compuso los restantes veinte. Esta teoría está basada en las evidentes diferencias estilísticas que existen entre el primer acto y los otros. Además, las fuentes de las citas que utilizan los personajes en el primer acto son más ricas y cultas que las de los restantes. En resumen, el motivo de la mayor concentración de los apartes en el primer acto es debido a la doble autoría de La Celestina. Actividad 5. Los refranes Respuesta abierta. En esta actividad el alumno puede elegir los 10 refranes que más le gusten, transcribir su significado, dar su opinión sobre su actualidad, decir si hay refranes que conoce y suele usar, y finalmente comparar los refranes elegidos por él con los de sus compañeros y seleccionar, ente todos, los diez más bonitos. Así que, puesta la personal selección que el estudiente hará, aquí no podemos dar una solución unívoca. Sin embargo, queremos poner algunos ejemplos de refranes que se pueden encontrar en el texto, mostrar el tipo de traducción del significado que se puede hacer y la valoración de su actualidad. Entre los muchísimos refranes que se pueden encontrar en La Celestina hemos elegido el que la alcahueta dice en la página 86 cuando afirma: “El que está en muchos cabos no está en ninguno.” El alumno podrá traducir el susodicho refrán con el más conocido “Quien mucho abraza poco aprieta” y explicar que este tipo de refrán significa que los que quieren hacer muchas cosas a la vez acaban por no tener ningún resultado relevante en 7 Solucionario: La casa de Bernarda Alba ninguna de las cosas que hacen. Además, tras haber encontrado el significado del refrán, el alumno podrá darse cuenta de lo actual que es y, tal vez, de las numerosas veces que, en su versión más conocida, lo haya utilizado. Otros ejemplos de refranes sono los siguientes: Sempronio (página 66) -Harto mal es tener la voluntad en un solo lugar -La perseverancia en el mal no es constancia mas dureza o pertinacia Celestina (página 86) -Nunca la llaga viene a cicatrizar, en la cual muchas melezinas se tientan. -No convalesce la planta que muchas veces es traspuesta. -No ay cosa tan provechosa, que en llegando se aproveche. Pármeno (página 87) -Mucho segura es la mansa pobreza. Actividad 6. Las sentencias cultas En esta actividad los alumnos tienen diferentes tareas. La primera prevé buscar informaciones en internet sobre las fuentes de las citas cultas presentes en el libro. Los libros o los autores más citados en el libro de Rojas son: • El De remediis utriusque fortunae de Francesco Petrarca • Las obras de Séneca • Las obras de Aristóteles • Terencio • Las comedias de Plauto • El Libro del buen amor • El Corbacho • La Biblia • Las obras de Diego de San Pedro 8 Solucionario: La casa de Bernarda Alba Una vez encontrados los autores y las obras que son las fuentes de las citas, los alumnos deben elegir unas cuantas citas y tratar de hacer una paráfrasis de las misma para poder demostrar haber entendido bien su significado. Aquí hay, como ejemplo, dos de las muchas citas presentes en el texto: • “Siempre lo oý dezir que es más difícile de sofrir la próspera fortuna que la adversa.” (Petrarca) • “Los peregrinos tienen muchas posadas y pocas amistades.” (Séneca) Una vez hecha la paráfrasis de las citas, los alumnos tendrán que ver si hay diferencias entre las citas del primer acto y las de los otros veinte. Desde luego habrá diferencias porque, para las citas, vale lo mismo que se ha dicho en la actividad cuatro para los apartes. En concreto, el alumno tendrá que tener en cuenta las teorías sobre la génesis de La Celestina y su autoría. Basándose en la teoría elaborada por el gran filólogo español Menéndez Pidal, el alumno tendrá que afirmar que La Celestina tiene dos autores: un primer autor compuso el primer acto mientras que el segundo autor compuso los restantes veinte. Esta teoría que está basada en las evidentes diferencias estilísticas que existen entre el primer acto y los otros justifica el porqué de la mayor riqueza de las citas cultas en el primer acto, su mayor variedad respecto al resto del libro. Actividad 7. El castellano del siglo XV Respuesta abierta. En esta actividad los alumnos, en parejas, tienen que elegir dos páginas del texto y hacer un análisis lingüístico de la lengua usada, señalando las diferencias ortográficas que existen entre el castellano del siglo XV y el actual. La elección será libre y por tanto aquí no podemos dar una respuesta única. Sin embargo, queremos dar un ejemplo del tipo de trabajo que deberían hacer los alumnos para realizar esta actividad. A este propósito, elegimos un pasaje de La Celestina de la página 66, un aparte pronunciado por Sempronio al comentar el amor del que está prendido su amo Calisto. El texto es el siguiente: 9 Solucionario: La casa de Bernarda Alba (¡Ha, ha, ha! ¿Éste es el fuego de Calisto? ¿Éstas son sus congoxas? ¡Como si solamente el amor contra él asestara sus tiros! ¡O soberano Dios, quán altos son sus misterios? ¡Quánta premia pusiste en el amor, que es necessaría turbación en el amante! Su límite posiste por maravilla. Paresce al amante que atrás queda. Todos passan, todos rompen, pungidos y esgarrochados como ligeros toros; sin freno saltan por las barreras. Mandaste al hombre por la muger dexar el padre y la madre; agora no sólo aquello, mas a ti y a tu ley desamparan, como agora Calisto. Del qual no me maravillo, pues los sabios, los santos, los profetas por él te olvidaron.) La primera cosa que deberá hacer el alumno será subrayar todas las palabras del texto que tienen una ortografía distinta a la del español actual. Aquí no señalamos los pronombres demostrativos acentuados cuya diferencia gráfica con el español moderno es de más reciente origen. Sin embargo, hay palabras con grafemas que ya no existen en nuestra lengua de hoy y cuya presencia evidencia no solo una manera diferente de escribir, sino también una diferente forma de pronunciar el fonema asociado al grafema. El texto debe quedar de la siguiente forma: (¡Ha, ha, ha! ¿Éste es el fuego de Calisto? ¿Éstas son sus congoxas? ¡Como si solamente el amor contra él asestara sus tiros! ¡O soberano Dios, quán altos son sus misterios? ¡Quánta premia pusiste en el amor, que es necessaría turbación en el amante! Su límite posiste por maravilla. Paresce al amante que atrás queda. Todos passan, todos rompen, pungidos y esgarrochados como ligeros toros; sin freno saltan por las barreras. Mandaste al hombre por la muger dexar el padre y la madre; agora no sólo aquello, mas a ti y a tu ley desamparan, como agora Calisto. Del qual no me maravillo, pues los sabios, los santos, los profetas por él te olvidaron.) Una vez subrayadas todas las palabras con fonemas distintos de los del español actual, el alumno debe señalar la diferencia respecto al español de hoy en día. congoxas = congojas quán = cuánto quánta = cuánta necessaría = necesaria posiste = pusiste passan = pasan muger = mujer 10 Solucionario: La casa de Bernarda Alba dexar = dejar agora = ahora qual = cual Una vez señaladas las diferencias, el alumno debe tratar de clasificar las diferencias encontradas. Aquí no se trata de escribir un ensayo de gramática histórica sino de intentar individuar las constantes (sobre todo ortográficas pero también léxicas, morfológicas, gramaticales e incluso sintácticas que caracterizan al castellano del siglo XV, y que lo diferencian del español moderno. En el caso del texto que hemos seleccionado y de las palabras subrayadas, las diferencias son todas de tipo grafémico y, por ende, fonético. Así, el alumno podrá notar que, en el castellano de La Celestina, la ese intervocálica aparece doble; que el “ahora” todavía conserva la velar “g”, hecho este que acomuna el castellano de Rojas a ciertos rasgos del portugués; delante de la vocal “u”, el español del siglo XV todavía conserva la “q” y, por tanto, existía en nuestra lengua el dígrafo “qu” que sucesivamente desaparecerá; que la consonante “j” en muchos casos se articulaba como una africada sonora. Finalmente, la última diferencia reside en la palabra “posiste”, segunda persona singular del pretérito indefinido que todavía no había realizado su irregularidad a nivel de la raíz. En esta actividad no se pide al profesor y a los alumnos que se transformen en históricos de la lengua española pero sí que utilizen una gramática historica de la lengua castellana para poder clasificar, con la correcta terminología, las regularidades que vayan observando durante la actividad misma. ACTIVIDADES DEL BLOQUE C: LOS TEMAS Actividad 8. El amor En esta actividad el alumno tiene que analizar uno de los tres temas troncales de La Celestina. En concreto tendrá que analizar la manera de expresar el amor en las 11 Solucionario: La casa de Bernarda Alba diferentes clases sociales, es decir, las diferencias que existen entre la relación amorosa de Calisto y Melibea por un lado, y la de Sempronio y Elicia, y Pármeno y Areúsa por el otro. El tipo de amor que existe entre Calisto y Melibea refleja los ideales del amor cortés que habían dominado, durante casi cuatro siglos, la concepción del amor entre los representantes de la corte y de las clases alta que alrededor de ella giraban. Este tipo de amor y sus ideales se pueden ver ya en el primer encuentro entre Calisto Y Melibea. En las palabras usadas por Calisto, Melibea es un ser angelical, un ser al que Dios ha dotado de todas las virtudes de la Naturaleza. El hombre que se le acerca (en nuesto caso Calisto) no merece ni mirarla tanto son su belleza y nobleza, y el solo mirarla glorifica al hombre quien se siente, frente a ella, sin méritos. Todo esto se puede ver muy bien en las palabras de Calisto cuando afirma: “En dar poder a natura que de tan perfecta hermosura te dotasse, y fazer a mí, inmérito, tanta merced que verte alcançasse, y en tan conveniente lugar, que mi secreto dolor manifestarte pudiesse. Sin duda, ecomparablemente es mayor tal galardón que el servicio, sacrificio, devoción y obras pías que por este lugar alcançar tengo yo a Dios ofrescido. (...)¿Quién vido en esta vida cuerpo glorificado de ningún hombre como agora el mío? Por cierto, los gloriosos sanctos, que se deleytan en la visión divina, no gozan más que yo agora en el acatamiento tuyo.” (páginas 61-62) Esta concepción de la mujer en el amor cortés, es decir, la mujer como ser celestial, más puro que los mismo santos, se confirma poco después en las palabras del mismo Calisto cuando, a la pregunta de Melibea si de verdad su visión es premio tan grande para él, nuestro caballero responde que “Téngolo por tanto, en verdad, que, si Dios me diesse en el cielo la silla sobre sus sanctos, no lo ternía por tanta felicidad.” (página 62). El amor entre Calisto y Melibea tiene pues características similares (pero no idénticas) a las del amor cortés de la poesía provenzal. El hombre, a menudo un caballero noble, es siervo de su dómina, de su señora, de la mujer que ama. La mujer también es de origen noble y su aspecto físico cumple con todos los requerimientos exigidos por el ideal cortés: hermosa, rubia, de pelo largo y trenzado, etc. (ver 12 Solucionario: La casa de Bernarda Alba actividad 2). Esta relación de vasallaje entre el caballero y su señora se puede ver, una vez más, en las palabras de Calisto: “Es la que tiene merecimiento de mandar a todo el mundo, la que dignamente servir yo no merezco. No tema tu merced de se descobrir a este cativo de tu gentileza; que el dulce sonido de tu habla, que jamás de mis oýdos se cae, me certifica ser tú mi señora Melibea. Yo soy tu siervo Calisto.” (página 213). Por contra, el amor entre los representantes de las clases bajas se manifiesta de una manera más popular y vulgar. Por ejemplo, la primera vez que vemos a Sempronio y Elicia hablar, se intercambian un sinfín de acusaciones y motes irónicos que en seguida nos hacen pensar a un ambiente más informal. Así suena el diálogo entre los dos en casa de Celestina: “Elicia: ¡Ay, maldito seas, traydor! Postema y landre te mate, y a manos de tus enemgos mueras, y por crímenes dignos de cruel muerte en poder de rigurosa justicia te veas. ¡Ay, ay! Sempronio: ¡Hy, hy, hy! ¿Qué has, mi Elicia? De qué te congoxas? Elicia: Tres días ha no me ves. ¡Nunca Dios te vea! ¡Nunca Dios te consuele ni visite! ‘Guay de la triste que en ti tiene su esperança y el fin de todo su bien!” (página 73) Elicia, novia de Sempronio, lo llama traidor por no haberla visitado durante tres días, y él, en vez de justificarse o disculparse, se vuelve irónico y se ríe de ella. Entre los dos no hay nada de la relación siervo-señora que existe entre Calisto y Melibea, y el lenguaje que utilizan no tiene nada de los tonos corteses que se intercambian los dos representantes de la clase alta. Incluso cuando Sempronio usa la palabra “señora” para referirse a su novia (“¡Calla, señora mía!” a la página 74), lo hace de una forma tan torpe y popular que parece casi un guiño irónico a las maneras de los corteses. La misma torpeza y vulgaridad existe en la relación amorosa que nace entre Pármeno y Aréusa por mediación de la alcahueta Celestina. Es ejemplar, en este sentido, el breve diálogo que los tres tienen la primera vez que Pármeno encuentra Areúsa: Pármeno: Señora, Dios salve tu graciosa presencia. Areúsa: Gentilhombre, buena sea tu venida. Celestina: Llégate acá, asno. ¿Adónde te vas allá assentar al rincón? 13 Solucionario: La casa de Bernarda Alba Si los términos “señora” y “gentilhombre” ya suenan raros en boca de dos hijos del pueblo, el contraste de estos con la orden de Celestina a Pármeno crea un sensación de ridiculez que vuelve la escena grotesca. Y que se trata de meras fórmulas vacías utilizadas a imitación de la gente cortés, lo confirma justo después el comportamiento de Pármeno que, frente al riesgo de perder en seguida a Areúsa, afirma en un aparte a Celestina: (Madre mía, por amor de Dios, que no salga yo de aquí sin buen concierto. Que me ha muerto de amores su vista. Ofréscele quanto mi padre te dexó para mí; dile que le daré quanto tengo. ¡Ea, díselo, que me parece que no me quiere mirar!). De estas palabras se desprende la visión tatalmente materialista y vulgar que Pármeno tiene del amor. Piensa poder comprar el afecto de Areúsa con el dinero porque sabe que ella aceptaría. En su concepción del amor desaparecen los ideales corteses de generosidad y donación gratuita del amor del caballero hacia su señora sin pedir nada a cambio que no sea la posibilidad misma de adorarla. Aquí, lo que importa es el objetivo final, la posesión de la mujer, y si hay que pagar por ello no hay ningún problema. El amor se transforma en intercambio de bienes y servicios que mucho se parece a la prostitución. Actividad 9. El amor cortés en La Celestina En primer lugar, el alumno tendrá que hacer una lista de los elementos típicos del amor cortés de origen provenzal como, por ejemplo, la siguiente: 1. Vasallaje y servitud del caballero hacia su amada 2. Aspecto angelizado de la mujer 3. La mujer amada es un ser inalcanzable 4. El caballero se limita a desear a su amada sin pretender su posesión 5. El caballero mantiene secreto su amor para evitar los chismes sobre su amada 6. El lenguaje usado nunca hace referencia al sexo 7. El caballero dona su amor a su señora sin pedir nada a cambio 14 Solucionario: La casa de Bernarda Alba De estos elementos, el alumno tendrá que decir cuáles han entrado en nuestra literatura. Para esta parte de la actividad la respuesta será libre puesto que dependerá de los libros que el alumno elegirá como referencias para justificar su respuesta. En la tercera parte de la actividad el alumno tendrá que averiguar cuáles de los elementos mencionados del amor cortés se pueden encontrar en La Celestina. En realidad, como ya hemos dicho en el estudio preliminar, los elementos del amor cortés en la obra de Fernando de Rojas no entran sino a través del tamiz de la parodia y de la distorsión burguesa de los mismos. Por ejemplo, el diálogo inicial entre Calisto y Melibea parece ser el típico diálogo del amor cortés, con un caballero-siervo y una mujer-dómina (como ya se ha señalado en la actividad anterior). Sin embargo, la actitud que Calisto muestra al final del encuentro contiene un atrevimiento atípico, una osadía de lenguaje ajena a los valores corteses. La misma Melibea se lo reprocha al decirle; “¡Vete de aý, torpe! Que no puede mi paciencia tollerar que aya subido en coraçon humano conmigo el ylícito amor comunicar su deleyte.” Aquí estamos frente a una censura de Melibea al comportamento anticortés de Calisto. En el amor de los trobadores provenzales, el caballero amaba silenciosamente, sin explicitar nunca su verdadera pasión a la mujer amada, sino solo adorándola e idealizándola en su forma de hablar de ella. En La Celestina sigue presente la mujer de tipo cortés, y al principio Melibea parece encarnar ese tipo de mujer. Sin embargo, pronto ella también dará muestra de cuán corruptos estaban ya los ideales corteses a final del siglo XV. Melibea no rechaza los encuentros secretos con Calisto y llega a dejarse tocar por el amado en presencia de su sierva Lucrecia. Este comportamiento era inadmisible en el mundo cortés así como inadmisible era el recorrer, por parte del caballero, a intermediarios para conseguir la mujer deseada. Y no hay que olvidar que Calisto llega a servirse de la ayuda de una alcahueta para conseguir sus objetivos. Además, el “noble caballero” habla constantemente de su pasión hacia Melibea con sus siervos, pisoteando así otra de las reglas básicas del amor cortés. Todos estos elementos nos hacen pensar a un uso irónico que Fernando de Rojas hace en su obra de los rasgos típicos del amor caballeresco. En este sentido, aunque no solo en este, La Celestina representa verdaderamente un momento de transición, el final de una 15 Solucionario: La casa de Bernarda Alba época y el inicio de otra. Su realismo burgués rompe con el idealismo aristócrata que durante siglo había llenado las páginas de las historias de amor. Actividad 10. La magia Respuesta abierta. Actividad 11. La ironía Respuesta abierta. Actividad 12. La misoginia En esta actividad, primero hay que leer el discurso que hace Sempronio a su amo Calisto a partir de la página 68. Luego hay que explicar cuál es la idea general que Sempronio tiene de las mujeres, cómo define a estas y de qué las considera culpables. Finalmente hay que decir cuáles autores cita para dar más fuerza a sus afirmaciones. De las palabras que usa Sempronio se desprende una misoginia clara, evidente. En concreto, Sempronio dice a Calisto que las mujeres son malas para el hombre, que, como el vino, lo hacen renegar. Además, hace hincapié en su tendencia a la mentira, a la liviandad, a la lagrimilla, a la osadía, al desamor, a las disimulaciones, al engaño, al chismorreo, a la presunción, a la soberbia, a la lujuria, a la desvergüenza, al atrevimiento, a la alcahuetería, etc. Llega a definir a las mujeres como armas del diablo, cabeza del pecado y destrucción del paraíso. Para dar más fuerza a estas definiciones, Sempronio cita a personajes y autores de reconocida autoridad en el mundo medieval español como, por ejemplo, a Salomón, a Séneca, a Aristóteles, a Bernardo, a San Juan. 16